Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

jueves, 30 de junio de 2016

Relojes de Sol digitales

30 de junio, fin de curso

Mi reloj de Sol me indica que son las 11:15, y hoy es mi último día de trabajo en el Aula en este curso
En un blog con orientación didáctica como éste, hoy es una fecha señalada. Si empezó a andar a propósito el 1 de septiembre, fecha “oficial” del comienzo de curso, también hay que celebrar su final como se merece.
No, no voy a cerrarlo en vacaciones, aunque es posible que los post vayan más espaciados en el tiempo porque pueda quedarme “sin wifi” en algún lugar apartado.  
Simplemente voy a plantear hoy este post “especial”, con un tema “sorprendente”, de manera relajada y en algunos párrafos incluso en plan jocoso, con humor, como lo son todas esas fiestas que se hacen en las escuelas e institutos para celebrar el fin de curso, donde cabe todo (o casi todo), y muchos alumnos se asombran al ver a ese profe, siempre tan serio, estricto y comedido, haciendo el gamberro o un poco fuera de control.

Para que no haya malentendidos, lo aclaro: Todo lo que en adelante vaya en letra cursiva y de este color está escrito en broma y, por favor, que nadie se ofenda.

Os debo algo así desde desde hace un par de meses cuando anuncié un post en un tono más relajado y por distintos motivos aún no he cumplido.

Y como el tema es el tema, hoy también voy a escribir de algo relacionado con los astros, como son los relojes de sol, y así continúo con el hilo del post anterior. Concretamente voy a presentaros unos relojes de sol muy especiales. Nada menos que los RELOJES DE SOL DIGITALES.

jueves, 23 de junio de 2016

Midiendo el tiempo

¡Cómo pasa el tiempo! 
Una frase que tantas veces hemos repetido y muy habitual en estas fechas en los centros escolares ¡Pero si parece que fue ayer cuando empezamos el curso, y ya se acaba!

Bueno, todavía no. Que las despedidas y la fiesta final es el 30 de junio, que parece ser la fecha oficial del fin de curso, al igual que de los contratos de los futbolistas, y en este blog también lo celebraré con algo diferente, muy sorprendente y más relajado, incluso en tono algo jocoso.

Pero es cierto. El tiempo vuela y, como a mucha gente, a mí también me ha pillado el toro. Uno de mis temas favoritos es la medida del tiempo y los relojes de Sol. A pesar de ello, apenas he encontrado la oportunidad durante todo este curso que llevo publicando el blog para mencionar alguna consecuencia indirecta del tema, pero aún no le he dedicado ningún post.
Hora es. Y aprovecho precisamente ahora porque la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco me acaba de publicar un artículo sobre este tema en su blog Zientzia Kaiera, estas pasadas fechas.

Lo puedes ver clicando aquí, pero como está escrito en EUSKERA y la mayoría de mis lectores no conocen esta lengua, aquí a continuación pongo la traducción al castellano.



Si alguien lo prefiere leer en versión original, cuidado porque hay una errata en una frase del quinto párrafo.
Aunque yo lo escribí en euskera, antes de publicarlo hicieron una corrección y adecuación de sintaxis, y aunque yo escribí “ia ia” (casi casi), esto no apareció una vez corregido y cambió totalmente el sentido original de la frase (la duración de la traslación es casi casi igual a del año)

A continuación está la traducción casi literal del artículo original tal como yo lo escribí. Solo he modificado ligeramente alguna frase y añadido algún pequeño comentario y algunos gráficos:

jueves, 16 de junio de 2016

El sexto planeta, ese famoso desconocido

Nota previa para los nuevos lectores de este blog.

Como he comprobado que últimamente se han incorporado un buen número de lectores, quería en primer lugar agradecer su atención, y luego aclarar algo que ya dije hace tiempo: 
Este es un blog para todos los públicos, por lo que el comienzo de los diferentes artículos debe ser sencillo y asequible a quien no está metido en el mundo de la astronomía y solo siente una cierta curiosidad. No obstante, “todos los públicos” incluye también a los ya iniciados, y al final de la mayoría de los artículos añado algunos anexos (marcados con unos rombos en su cabecera) en los que éstos también pueden encontrar posiblemente algo nuevo que les pueda interesar. Si eres de quienes “ya se lo saben”, puedes pasar rápido los primeros párrafos e ir a los anexos.

El “famoso desconocido”

El pasado 3 de junio de 2016 fue la oposición de Saturno pero apenas se mencionó en casi ningún lugar. Aunque solo sea por eso, hoy le voy a dedicar esta entrada.
Si Saturno tuviese sentimientos (como antiguamente suponían los griegos que le asociaban con Cronos, el  anciano padre de Zeus, aunque no eran precisamente buenos sentimientos) se quejaría amargamente de su situación: Todo el mundo dice que es el mejor, el más fotogénico, pero nadie le reconoce cuando le ven por la calle ni casi nadie se acuerda de felicitarle en su día.

He comprobado muchas veces estas circunstancias: Cuando vienen al Aula de Astronomía de Durango grupos de niños de los primeros cursos de primaria, les suelo preguntar cual es su planeta preferido, o el más bonito. La  unanimidad suele ser total: “Saturno”, “el del aro”.
Maquetas a escala de los planetas del Sistema Solar en el Aula de Astronomía de Durango.

jueves, 9 de junio de 2016

Una bola casi mágica

Este artículo es lo que anuncié hace casi 3 semanas en aquella entrada titulada "Arriba y abajo". Una vez que he dado salida a un par de temas que tenían prisa, cumplo lo prometido.

Hoy va de magia, o casi. 
Porque magia puede parecer el coger una bola que te venden en cualquier librería por 25 euros (o si no buscas mucha calidad se puede encontrar por menos de 10), tunearla un poco y convertirla en un simulador donde puedes ver perfectamente y sin hacer ningún cálculo, cosas que están ocurriendo ahora mismo a miles de kilómetros de donde tú estás, e incluso algunas otras que ocurrirán dentro de unas horas.

Aunque el tema no es nuevo, no está tan difundido como se merece. Técnicamente a esta bola "casi mágica" se le suele llamar “globo terráqueo paralelo”.

La idea es sencilla: Si coloco un globo terráqueo en un lugar soleado, con la misma orientación que tiene en este momento la Tierra, los rayos solares incidirán en él de la misma manera que en nuestro planeta y podremos ver directamente aspectos relativos  a la iluminación del Sol y a la situación de las sombras en cualquier lugar del mundo, en tiempo real. Desde, por ejemplo, “En qué ciudades o regiones es de día o de noche ahora mismo”, hasta … “Averiguar si la sombra de la Torre Eiffel está atravesando el río Sena en este instante”

Y un montón de cosas más…

jueves, 2 de junio de 2016

Retrogradación (2). Ares y Antares toman posiciones.

- La retrogradación de Marte

En la entrada anterior te presentaba a los dos protagonistas principales de esta historia. Aunque no es imprescindible para seguir las explicaciones, si quieres conocer mejor a estos dos astros puedes leerlo antes que éste, clicando aquí

Como allí se dijo, la función que Ares (Marte) y Antares (la estrella más brillante de Escorpio) están representando estas semanas en el escenario celeste nos puede ayudar a ver uno de los fenómenos que fue clave en el descubrimiento de la verdadera estructura del Sistema Solar, los movimientos reales de los planetas y la situación de la Tierra en el Universo: la retrogradación.

Esta retrogradación planetaria, fundamentalmente la de Marte, fue el origen de una auténtica revolución del conocimiento humano e incluso, según algunas opiniones, dotó a esta palabra de un nuevo significado que actualmente es su acepción más común, como se recoge al final en el anexo.

Como también se mencionó, esta retrogradación del cuarto planeta se está produciendo en estas fechas y en este caso precisamente en la constelación de Escorpio, por lo que su estrella más brillante, es la referencia ideal.

Si los observamos estas noches en el cielo podemos imaginar a Ares y Antares (su rival) como dos contendientes en un combate, tal como seguramente suponían los antiguos griegos en sus relatos mitológicos. Toman posiciones, se alejan lentamente midiendo el terreno, para después lanzarse el uno contra el otro. 
Aunque si miramos atentamente veremos que solo uno es el que se mueve, el más poderoso como sería lógico. 
El otro permanece quieto, como intentando aguantar el envite de su rival, bajo la mirada de un tercero, Cronos (que los romanos rebautizaron como Saturno) que parece hacer de juez y aunque cambia de posición ligeramente, quizás para observar mejor, sus movimientos son mucho más lentos.
Pero dejémonos de leyendas y vayamos a analizar la realidad de los astros y por qué se comportan de esa manera.