Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

martes, 14 de marzo de 2017

La otra lunita

Hoy hace justo dos semanas acababa el carnaval con el entierro de la sardina, y mientras desde mi casa se veían  los fuegos artificiales que marcaban el final de los festejos, en el cielo de Bilbao se abrió un claro entre las nubes y pude obtener esta imagen.
Como todos los meses anteriores desde el comienzo del otoño la Luna y Venus se volvían a encontrar. Pero esta vez ambas llevaban el mismo disfraz.
Desde la “ventana mágica” de mi casa el 28-2-17 a las 20:15
Bueno, en realidad he hecho un poco trampa. El martes 28 las fases eran muy parecidas, pero cuando fueron prácticamente iguales fue al día siguiente, 1 de marzo, miércoles de ceniza, porque desafiando el comienzo de la cuaresma ambos astros seguían disfrazados.

Ese día al atardecer, en el momento que obtuve las dos imágenes que he utilizado en el siguiente gráfico, las fases que nos mostraron nuestro satélite y el segundo planeta fueron casi idénticas, con un ángulo de fase 139º y 132º respectivamente. Desde la costa Este de Norte América prácticamente clavadas y desde Hawái mucho más, porque ellos lo vieron más tarde con la Luna una pizca aún más fina, por razones análogas a las que ya recogí en la parte final de este post 


Montaje de dos imágenes obtenidas el 1 de marzo a las 19:35 desde el mismo lugar que la del día anterior. Una de ellas a través del telescopio.


Más de una vez ha ocurrido en una observación pública: enfocar a Venus con el telescopio, y alguien dice: ¡La Luna!
Aunque previamente hayas anunciado lo que van a ver, siempre hay algún despistado que le parece tan evidente, que se confunde de astro.

Porque efectivamente Venus observada desde la posición del tercer planeta presenta fases, y pasa por todas ellas desde nueva a creciente, llena y menguante, por ser un planeta interior. Lo mismo ocurre con Mercurio aunque este es muchísimo más difícil de observar por su cercanía al Sol. No sucede igual con el resto de los planetas porque al ser exteriores siempre nos mostrarán casi toda su cara iluminada, como explico en este gráfico que ya utilicé en otra ocasión, pero aquí es más adecuado.


Representación de las posiciones y forma de las fases de Venus vistas desde la Tierra y las posiciones de Marte, siempre en fase casi llena.
En el gráfico la mitad iluminada de cada planeta aparece en color más claro.
En ocasiones, como el mencionado miércoles de ceniza, se pueden ver en una misma zona del cielo, y con una fase parecida, pero no necesariamente: En estos últimos meses cuando se han encontrado cerca, la Luna siempre mostraba una fase muy fina pero Venus ha ido recorriendo todas desde llena a nueva.

Ya quedan pocos días para poder observar a Venus en el crepúsculo vespertino en fase decreciente muy fina antes de que empiece a crecer y se vea por la mañana. Pero son los mejores porque es cuando esa fase es más fina y el tamaño aparente de Venus es máximo e incluso puedes intentar apreciarlo con unos prismáticos.
Estos días su diámetro aparente llega casi a 1´ , por lo que visto a través de unos prismáticos de solo 8 aumentos, mostraría un tamaño similar a la cuarta parte de la Luna a simple vista y se distingue la fase.  He remarcado lo de los prismáticos para que no ocurra como con el extendido bulo de Marte, ocasionado por una frase similar, como conté en el anexo (Si quieres saber más) de este otro post 

Sé que este asunto tenía que haberlo anunciado antes y haberte dado más plazo. Pensaba haberlo hecho hace ya más de una semana, pero me ha pillado el  tema de los exoplanetas. 
De todas formas si no tienes cielos despejados estos días no te preocupes porque el fino creciente que aparecerá de madrugada a partir de primeros de abril presenta la misma forma aunque orientada en sentido opuesto. Únicamente que te será más incómodo por la hora. 
Pero si vives en el hemisferio Sur lo tendrás luego mejor posicionado que ahora, más alto sobre el horizonte.

En realidad  el cambio se produce el 25 de marzo, cuando ocurre la llamada "conjunción inferior" de Venus, en que se sitúan alineados (visto en planta) la Tierra, Venus y el Sol en ese orden. Pero los primeros días después de ea fecha es muy difícil verlo especialmente desde el hemisferio Norte, como he dicho.

Luego y durante unas semanas al principio de la primavera, si tienes una ventana que da hacia el Este con el horizonte despejado de edificios próximos, deja el telescopio o los prismáticos preparados junto a ella antes de acostarte y cuando te levantes (bueno, según la hora a la que dejes la cama) o después de desayunar antes de salir de casa, echa un vistazo. Si eres muy madrugador y vas a trabajar cuando aún sea de noche, lo cual es posible porque precisamente el día 26 en Europa y otros muchos lugares nos cambian de hora y amanecerá más tarde, llévate los prismáticos e intenta ver la lunita por el camino o en el trabajo.

Con la primavera avanzada, y así mismo el próximo verano y comienzo de otoño, también estará de madrugada muy evidente a simple vista, pero ya la fase no será tan fina y el tamaño mucho menor, con lo que no será posible apreciar la fase con prismáticos.


Si comparamos las fases lunares y las venusianas hay algunas diferencias claras:

1-      Duración del ciclo

Si el ciclo completo de las fases de la Luna tiene una duración de 29.5 días, el de Venus  es de 584 de promedio.
En esta magnífica infografía elaborada con imágenes obtenidas por un prestigioso astrónomo con un telescopio relativamente modesto (porque para esto no son necesarias grandes aberturas) se recoge el medio ciclo desde que Venus empieza a crecer después de la conjunción inferior hasta la fase llena, tal como ocurrió en 2013. 
Imágenes de las fases de Venus tomadas por Agustín Sánchez Lavega.
 http://www.ehu.eus/aula-espazio/imagenes_Venus.html
La situación es la misma que se va a producir en cuanto pase la conjunción inferior el 25 de marzo. Si además de los 3 años a cada fecha del gráfico le añadimos 2 meses y 2 semanas tenemos las mismas imágenes que podrán verse aproximadamente desde principio de abril hasta el final de este año en que la fase de Venus irá aumentando mientras su tamaño aparente va disminuyendo.

Tanto en este gráfico como en los dos siguientes se ha supuesto la Tierra quieta (en éste en primer plano y en los siguientes a la izquierda), y se han colocado las distintas posiciones de Venus respecto a ella. Esto es un artificio didáctico muy utilizado porque simplifica mucho la comprensión de la situación, y no se falsea, puesto que como Venus se mueve más rápido que nuestro planeta, restando velocidades la Tierra queda siempre en el mismo lugar y desde aquí se ve a Venus siguiendo su trayectoria real alrededor del Sol, a una velocidad menor de la real pero las posiciones relativas son las mismas.

2-      Indicación de crecimiento o decrecimiento a partir de la fase.

Debido a la situación geométrica que se puede visualizar en el siguiente gráfico, la orientación de las imágenes de Venus y de la Luna en una determinada fase están invertidas en sentido Este-Oeste.
Desde el Hemisferio Norte (al contrario que en el H. Sur), cuando la Luna tiene forma de D (con la curvatura exterior a la derecha) está creciendo.  y en forma de C (curvatura exterior a la izquierda) decrece y como estas letras son las iniciales cambiadas suele decirse que es mentirosa. Pero Venus en el H. Norte nos dice la verdad.


Aunque tanto Venus como la Luna giran en el mismo sentido (visto desde el norte en sentido contrario a las agujas del reloj), visto desde la Tierra la Luna se mueve hacia la izquierda (Oeste) y Venus a la derecha en esa zona de su órbita y por eso el crecimiento es en sentido contrario. 
Es solo un esquema didáctico y no está a escala.
Por ejemplo el miércoles de ceniza cuando ambas se veían próximas, con fase casi idéntica  y desde mi hemisferio tenían forma de D (con el borde exterior curvado el la derecha), y en el hemisferio Sur forma de C, La Luna estaba creciendo y Venus estaba decreciendo (menguando).

Cuando se dice posición en forma de C o de D, conviene matizar que eso es respecto a la eclíptica, y que si ésta está muy inclinada en ese tramo respecto al horizonte, eso de "borde derecho" (por ejemplo) puede convertirse casi en "borde inferior" como en la segunda imagen de este artículo. Esto ocurre especialmente en estas fechas anteriores al equinoccio de primavera en el hemiferio Norte cuando la Luna creciente está próxima a ocultarse, como se explicó en el artículo "La Luna se tumba"

3- La visibilidad en fase nueva

La Luna nueva es totalmente inobservable. Aunque solamente se coloca justo delante del Sol cuando haya eclipse solar, en los demás casos pasa un poco hacia el Norte o hacia el Sur (por arriba o por debajo), hasta poco más de 5º vista desde aquí, lo que no es suficiente para apreciar nada. 

Pero Venus lo puede hacer hasta casi 9º del Sol (concretamente el máximo son 8.8º y en esta ocasión de marzo de 2017 son 8.5º al Norte), y nos puede presentar un estrecho borde inferior o superior iluminado que se puede ver con un telescopio aunque sea de día. En este caso desde el hemisferio Norte se podrá ver el borde inferior. 
Según el lugar de la órbita en que se produzca la conjunción (que viene determinado por la fecha), la altura de Venus respecto al Sol es diferente.

Esquema explicativo:
Los ángulos están muy exagerados (y sus valores numéricos redondeados), y por ello no son proporcionales a la realidad. Aunque la inclinación de la órbita de Venus apenas llega a los 3.5º, visto desde la Tierra el segundo planeta puede pasar casi 9º al Norte del Sol, o al Sur. 
En las posiciones que muestran la visión desde la Tierra, en la parte inferior del gráfico, se ha tomando como referencia la eclíptica, y varía respecto al horizonte, tal como se ha explicado antes en el apartado 2.
El gráfico está en perspectiva, con las órbitas casi de perfil.
Esta imagen de Venus en pleno día que tomé colocando una cámara en el ocular del telescopio en Araúzo de Torre el 15-8-2015, precisamente cuando se produjo la anterior conjunción inferior, aunque de mala calidad es ilustrativa de esta situación.
A través del telescopio tenía forma de sonrisa o de cuenco, en realidad estaba invertida en forma de sombrero. En esta ocasión (marzo 2017) será al revés.

Otras cuestiones al respecto 

Vespertino y matutino a la vez

Siempre se dice que Venus puede aparecer, o en el crepúsculo vespertino después de la puesta de Sol, o bien en el matutino, en periodos alternativos de casi 9 meses, pero nunca en ambas situaciones.
Sin embargo hay pequeñas excepciones en algunas ocasiones durante los días próximos a la conjunción inferior (que como se ha dicho ésta ocurre el 25 de marzo) con el paso de menguante a creciente y esta es una de ellas. 
Desde el hemisferio Norte Venus se pone un poco después que el Sol y sale antes que él, y se podría observar (con telescopio) tanto en el crepúsculo matutino como el vespertino. En la anterior conjunción inferior, en agosto de 2015 esa circunstancia ocurrió en el H. Sur, como también expliqué con detalle en el tercer post de este blog.

¡MUCHO CUIDADO PARA NO MIRAR NI UN INSTANTE AL SOL CON TELESCOPIO, QUE SERÍA FATAL PARA LA VISTA!

Al atardecer se puede localizar (con mucha precaución) en pleno día y seguirlo hasta después de que el Sol se haya puesto, pero antes de amanecer habría que tener el telescopio perfectamente orientado antes de la salida, con el peligro de que un ligero error de dicha colocación nos podría situar de pronto el Sol en el ocular cuando estamos intentando ver la salida de Venus y podría ser fatal para nuestra retina. Lo mejor sería no observar directamente sino hacer una grabación en vídeo o fotografía, porque aunque la cámara se sature con la luz solar no tiene que pasar luego por el oculista, o en el peor de los casos podríamos comprar otra. Los ojos no se venden ni hay repuestos.

Otra opción puede ser intentar volverlo a ver nada más ponerse el Sol después del día 25 (el 26 o el 27) una vez pasada la conjunción inferior, cuando teóricamente ya es matutino. Solo será posible en latitudes altas del Hemisferio Norte y si el horizonte tiene un perfil adecuado, plano o con pendiente negativa en el lugar del ocaso solar, porque Venus se pondrá unos segundos después un poco a su derecha (unos 9º)

 Las fases de Venus, prueba de la teoría heliocéntrica.

Quien primero vio que Venus cambiaba de aspecto como la Luna fue lógicamente Galileo Galilei. A simple vista es imposible apreciarlas y él utilizó el primer telecopio. 

Sistema Geocéntrico

El hecho de que se viera en diferentes fases, de nueva a llena, fue una prueba decisiva a favor del sistema heliocéntrico propuesto por Copérnico, y así lo entendió Galileo cuando defendió que la Tierra se movía. Pero, según se cuenta, quienes le juzgaron por su herejía no quisieron mirar por el demoníaco invento del astrónomo italiano. 

Con el sistema geocéntrico la fase siempre sería muy fina, inferior al cuarto creciente o menguante. 
Antiguamente se suponía que al igual que todos los demás astros, Venus giraba alrededor de la Tierra, pero como nunca se aleja mucho del Sol y respecto a él oscila a un lado y otro, lo representaban en un epiciclo cuyo centro iba girando a la par que el astro rey, entre la Tierra y el propio Sol..

En esta situación nunca nos presentaría imágenes con más de la mitad de su superficie iluminada como Galileo observó.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Si, la verdad es que a pesar de estar en una ciudad como Bilbao, con sus luces y fama de cielos habitualmente nublados, desde que Kruchi, mi amiga y colega de la AAV, bautizó a mi ventana "mágica" he podido realizar a través de ella un montón de observaciones interesantes.

      Eliminar