Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

jueves, 30 de marzo de 2017

Pero ... ¿hubo alguna vez 110 planetas?

Al igual que en el anterior post, en este recojo opiniones personales y en algunas frases utilizo un tono coloquial no muy académico. Si no te gusta este estilo, te anuncio que la próxima entrada del blog será totalmente “seria” , rigurosa y solo con contenidos astronómicos, a pesar de que al principio pudiera parecer que anuncie algo “mágico o esotérico”

He modificado ligeramente la irónica frase que da título a un libro de Enrique Jardiel Poncela, quitándole dos ceros y cambiando la última palabra, para referirme a una noticia que ha salido hace solo unos días, pero que se veía venir desde hace mucho tiempo.

El tema es que hay gente que no sabe perder, y después de que hace ya más de 10 años la Unión Astronómica Internacional eliminara a Plutón de la lista de planetas tras una ardua discusión y la votación correspondiente, algunos astrónomos estadounidenses han seguido porfiando y ahora proponen claramente recuperarlo, aunque para ello tengan que utilizar una estrategia estrambótica que ampliaría el número de planetas hasta 110.
Y aunque alguien pudiera pensar, viendo esa cifra tan elevada, que se estuvieran refiriendo a los exoplanetas, últimamente tan de moda, NO. ¡Todos ellos en nuestro Sistema Solar!

Si prosperase esta nueva propuesta yo tendría que cambiar el rótulo del perchero del Aula de Astronomía de Durango, en el que se aprecia que Plutón es superado en tamaño  incluso por otros 8 astros que tampoco son planetas, pero a pesar de ello hay que reconocer que todos los días es uno de los primeros que los visitantes ocupan para colgar su abrigo.
Si no has oído hablar del tema puedes verlo, por ejemplo, en estos dos enlaces de noticias de prensa:


Pero, como se dice por aquí, Kirby Runyon, Alan Stern  y sus colegas responsables de la misión New Horizons, ¡se han pasado 3 pueblos! con su propuesta.

La nave New Horizons fue lanzada en 2005 para observar de cerca el noveno planeta, pero cuando llegó a las proximidades de Plutón éste era solo un planeta enano, lo que sin duda contrarió a los responsables del proyecto que ahora quieren “arreglar” la situación.
Ya en 2006 para salvar a Plutón a la desesperada decidieron ampliar a 12 la lista de planetas utilizando como coartada de protección al pobre Ceres (que estará mareado y sin identidad después de que ya le han cambiado 4 veces de grupo y ahora otra más) y a Caronte, que son más pequeños que el astro descubierto por su compatriota, y así tenían cubiertas las espaladas porque si alguien decidía volver intentar a quitar “el menor”, Plutón habría quedado a salvo y con él el orgullo nacional estadounidense.
Pero no se aceptaron los 12 y ahora nada menos que quieren ampliar la lista a 110. Un poco exagerado, ¿no?

Lo único que han dejado claro estos astrónomos es que son unos insumisos. Saben que la Unión Astronómica Internacional (IAU en las siglas inglesas) no aceptará nunca su propuesta, y ahora su argumento es que lo que diga ese organismo no les vale, tal como se puede leer literalmente en una de las noticias:
”La nueva definición, además, no requiere de la aprobación de un órgano rector central, y resulta ser mucho más práctica y útil para los científicos planetarios que la de la Unión Astronómica Internacional. Por ahora, en efecto, varias las instituciones científicas han decidido ya adoptarla”

Siguiendo con las frases hechas, utilizo ahora una que decía mi abuelo: ¡Para ese viaje no hacían falta tantas alforjas! A nadie le van a meter en la cárcel por decir que un determinado astro es planeta o no lo es, y por lo tanto ahora y siempre cada uno en su casa puede considerar lo que quiera.

Punto y final de la pataleta. La declaración de estos señores no cambia nada.

En los libros de texto o artículos serios de referencia en internet aparecerá lo que diga la IAU, y aunque esos rebeldes tuvieran influencia en alguna editorial para poner otra cosa o lo escriban en sus webs, ningún maestro va a ser tan sádico como para obligar a su alumnado a estudiarse esa lista imposible, porque sabe que si lo hiciera el fracaso escolar sería total y la inspección le llamaría al orden.

De todas formas, tampoco es para tanto y conviene dejar cada cosa en su sitio. Muchos (de los que están en mi bando) se han escandalizado porque según la nueva propuesta, incluso la Luna sería un planeta, porque así se ha anunciado y literalmente se cita en otra de las referencias linkadas: 
Plutón recuperaría su estatus de planeta tras perderlo en 2006, mientras que la Luna podría llegar a obtenerlo por primera vez junto con otros satélites de los planetas del Sistema Solar”

¿Por primera vez? ¡Pero si ya lo era hace siglos! La Luna fue uno de los 7 socios fundadores del club de los planetas hace varios miles de años, entre los que no estaba la Tierra, por cierto, que se asoció hace menos de 500.

Pero en otros aspectos si exageran. Aquí no se pretende facilitar la labor de los científicos planetarios ni aumentar la atención y el interés de la gente en las misiones espaciales a astros pequeños, como también se ha dicho: 
”Para Runyon, en efecto, el "efecto psicológico" de la palabra "planeta" supondría que, al multiplicar su número, la exploración espacial suscitaría una atención mucho mayor por parte del público en general”

Lo que hace que la gente se interese por algo es una buena campaña de marketing, como quedó claro en la misión Rosetta que aunque su destino fuese un pequeño cometa que nadie conocía, los de la Agencia Espacial Europea (ESA) lo vendieron muy bien.

Lo único que está en juego es el reconocimiento o no de la categoría del astro buscado infructuosamente por Percival Lowel  a partir de unos indicios que no eran reales y descubierto por Clyde Tombaugh en 1930 y es tan apreciado en su país natal.
Plutón SI o Plutón NO. Eso es lo único que les importa, porque ese astro ha sido el objeto de sus estudios y se llevaron un disgusto cuando se descatalogó como planeta. Todo lo demás son excusas.

Como los hackers que aprovechan los agujeros de un programa informático para modificarlo a su gusto, para recuperar a Plutón quieren aprovecharse del despropósito de la UAI, que no hiló muy fino cuando redactó las condiciones que debía cumplir un astro para ser considerado planeta, porque esa condición de “Han limpiado su órbita” también fue añadida a propósito para que Plutón no cumpliese las normas para estar en el grupo de los elegidos, se tomó apresuradamente en el marco de acaloradas discusiones, y con el paso de estos años se ha visto que hay varios de los “de siempre” que no la cumplen: estrictamente ni Júpiter ni la Tierra entre otros.

Es que ¡Ya les vale a quienes en 2006 en Praga redactaron las condiciones para ser planeta!, que la diferencia entre un planeta y un planeta enano no sea el tamaño, sino el que haya cogido la escoba o tenga toda su casa sin barrer. Deberían haberlos llamado “planetas sucios” en vez de “planetas enanos”
Ahora esos espabiladillos proponen eliminar esa condición absurda y mal redactada y así Plutón entra en la lista. ¿Qué entren otros 100? Les da igual.

Esa historia del congreso de Praga la conté el pasado mes de agosto cuando se cumplieron 10 años de la destitución de Plutón, y esto de ahora solo sería un nuevo capítulo a añadir al final, junto con otro aspecto diferente del mismo tema del que se ha hablado últimamente, que se podría también añadir a aquello.
Para no obligarte a linkarlo, copio literalmente la parte final de aquel post. Solo la definición actual y la evolución a lo largo de la historia del concepto de planeta, lo que ahora conviene tener en cuenta.
Si ya lo leíste, te sonará repetido y puedes pasar directamente a los apartados 7 y 8 que es lo nuevo.

Esto lo publiqué en el pasado mes de agosto:
•          Qué es un planeta, y por qué Plutón ya no lo es.
En la asamblea de Praga en 2006 se aprobó una nueva definición de planeta y como consecuencia de ella, Plutón (que no cumple las condiciones de esa definición) dejó de serlo.
Pero en realidad el verdadero debate no fue el enunciado de las estrictas condiciones de la definición, sino el hecho de que Plutón siguiera siendo considerado como planeta o no. Y una vez decidido que no, se enunciaron las condiciones de manera que no las cumpliera. Esto es una opinión personal, pero refrendada por mi conocimiento de “la previa”, y de las rocambolescas circunstancias que se dieron aquellos días en Praga.
La definición actual de lo que es un planeta recoge tres condiciones para que un astro del Sistema Solar sea considerado como tal:
(a) Está en órbita alrededor del Sol.
(b) Tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de manera que adquiera un equilibrio hidrostático (que su forma sea prácticamente esférica)
(c) Ha limpiado la vecindad de su órbita

Pero lo primero que hay que decir es que la definición de planeta ha cambiado varias veces, desde que, en la antigua Grecia se utilizó este término para nombrar a los siete astros que se movían, de manera a veces errática, respecto a las constelaciones.

1- Originariamente, desde la antigüedad clásica hasta hace poco más de 4 siglos había 7 planetas porque la palabra “planeta” en griego significaba “errante”, y estos eran Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, la Luna y el Sol. La Tierra no lo era, porque no se consideraba un astro, sino el centro del mundo alrededor del cual giraba todo. Los 7 planetas tenían connotaciones esotéricas y a cada uno se le asignaba unas influencias astrológicas, un metal, un día de la semana,…

En la antigüedad cada día de la semana se le asoció con un planeta: El sábado y domingo en español se han perdido, pero en inglés queda claro: El día de Saturno y el día del Sol.
2- Con la aceptación del sistema heliocéntrico propuesto por Copérnico en el siglo XVI, la palabra planeta perdió su significado etimológico y pasó a designar a un astro que girase en torno al Sol. La Tierra fue considerada un planeta más y dejaron de serlo la Luna y el propio Sol, quedando 6 planetas.

3- El número se amplió otra vez a 7 con el descubrimiento de Urano, y a 8 cuando se encontró a Ceres entre las órbitas de Marte y Júpiter. Sin embargo este astro era muy pequeño, aparecieron otros similares en órbitas parecidas y después de unos años, como no tenía padrinos, no hubo ningún problema en degradarlo y llamarle asteroide y volvieron a ser 7. Los pequeños no contaban.

4-  Neptuno y el propio Plutón completaron la lista de los 9 planetas que todas las personas hoy adultas aprendimos en la escuela, cuando a falta de una definición oficial, y ante los nuevos descubrimientos de varios astros del Cinturón de Kuiper que algunos definían cada vez como un “décimo planeta” que nunca fue aceptado, se decía que planeta era “un astro que gira alrededor de una estrella cuya masa esté entre 15 veces la de Júpiter y la de Plutón”. 
El límite superior es porque se consideraba (entonces) que en un astro más masivo la gravedad provocaría en su interior las reacciones nucleares que lo convertirían en estrella, y el límite inferior era totalmente arbitrario para dejar claro que Plutón era planeta cuando ya se alzaban algunas voces opinando lo contrario, que aunque en menor medida siempre las hubo, porque aparte de su pequeño tamaño, su órbita era muy diferente a las del resto; con la mayor excentricidad y la mayor inclinación con mucha diferencia.

5- Al descubrirse más allá de la órbita de Neptuno unos cuantos astros similares a Plutón, y uno de ellos de mayor tamaño que él, se reúne la asamblea de la Unión Astronómica Internacional en agosto de 2006 en Praga para fijar lo que debe considerarse como planeta y aceptar al nuevo o eliminar al noveno.
En un primer borrador de la propuesta que se redactó, se ampliaba a 12 el número de planetas conocidos (La semana en que tuvimos doce planetas) al incluir además de Plutón a su satélite Caronte, al asteroide Ceres y a Eris, nombre que con buen criterio se dio posteriormente al astro que originó la discusión al ser más grande que Plutón, y que corresponde a la diosa griega de la discordia.
Era una estrategia de un sector de astrónomos anglosajones para mantener a Plutón y a la vez tener una coartada en un futuro, al incluir otros astros más pequeños que él.
El 18 de agosto, la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana, la mayor sociedad profesional internacional de científicos planetarios, apoyó el borrador de esa propuesta y en algunos medios se dio casi por definitivo.
La lista de 12 planetas, que durante una semana de agosto muchos temieron que tendrían que estudiarse el siguiente curso (El último - Eris- aparece con su nombre provisional). Los tamaños no están a escala. 
El hecho de incluir a Caronte en la lista, se debió a que se consideró al sistema Plutón-Caronte un planeta doble, porque el centro de masas respecto al que se mueven ambos está fuera de Plutón. Pero esta definición podría encontrar otros ejemplos difíciles de discernir y por ello tampoco iba a ser aprobada finalmente en la resolución final el día 24.

6- Sin embargo la posibilidad de que en años sucesivos se encontraran nuevos astros que cumplieran esa definición y de que el número de planetas aumentara en varias decenas, originó largos debates los días siguientes y surgió una contrapropuesta que finalmente sería aprobada el día 24 y supuso la definitiva degradación de Plutón que, por otra parte, no fue aceptada de buen grado por todo el mundo.
En Estados Unidos surgieron algunas voces clamando contra el proceder de los astrónomos, y su potestad para decidir en aspectos que eran temas sociales “porque los planetas son de todos, no solo de los científicos”. Incluso según las leyes del estado de Illinois, donde nació el descubridor de Plutón, éste sigue siendo planeta mientras desde allí esté situado por encima del horizonte.
Aún hay astrónomos que quieren replantear el tema, siguen apareciendo publicaciones y gráficos donde se incluye el nombre de Plutón junto a sus 8 excompañeros, y hasta hace poco en una prestigiosa web de contenidos científicos serios, como es http://spaceweather.com/ había un enlace con el título “Pluto petitio”, donde se recogían opiniones y votos para llevar a un próximo congreso que revirtiera la situación.
Como se aprecia en la siguiente imagen de lo que parecen ser los restos de un taller didáctico que casualmente he encontrado estos días, frecuentemente a Plutón se le sigue manteniendo su sitio junto a los planetas.
¿Restos de un taller didáctico? Cerca de las magníficas instalaciones astronómicas de la iglesia de San Pedro en Becerril de Campos.
Aunque parece claro que la decisión de la UAI fue adecuada al excluir a Plutón del grupo de planetas, la manera de hacerlo y de redactar las condiciones, no fue nada afortunada.
Porque el punto c) que se incluyó a última hora para que Plutón quedase fuera, ha resultado bastante confuso y contradictorio.
Eso de “limpiar la vecindad de su órbita”, reminiscencia del motivo de la degradación de Ceres en su día, puede ser un tema muy discutible y problemático de concretar, y en opinión de muchos una auténtica chapuza. Hubo problemas en la traducción y en algunos idiomas ni siquiera Júpiter cumplía esa condición porque tiene cientos de asteroides, (los llamados troyanos) sin “limpiar”, en su propia órbita.
Algunos enseguida sugirieron que “eso de limpiar” había que tomarlo de manera flexible, y otros sin ser oficial, cambiaron la redacción de la frase “ha limpiado” por “domina gravitatoriamente su órbita” porque la gravedad de Júpiter condiciona la posición de esos asteroides, y así el asunto quedaba arreglado.
Pero con los últimos descubrimientos de asteroides coorbitales terrestres, nuestro querido planeta Tierra podría dejar de serlo si se le aplicase en rigor esta norma.

7- ¿Otra vez 9 planetas?

Alguien ya lo propuso hace unos meses. Concretamente Mike Brown, el descubridor de Eris, el astro que precipitó la discusión sobre Plutón y finalmente provocó su caída. 
En este enlace se puede leer algo sobre el tema.
Quienes le conocen dicen que es muy arrogante. Eso en el mundo de la ciencia puede ser un valor positivo porque le da alicientes para investigar aspectos que otros no se atreverían, pero  también corre un grave riesgo de desprestigio y podría dejarle “con el culo al aire”.
Brown se autodenomina como el asesino del noveno planeta e incluso ha escrito un libro con el título “yo maté a Plutón”.
Algunos opinan que aquello se le debió subir a la cabeza, han pasado unos años, parece que necesita seguir en candelero, y ha recogido un estudio donde se anuncia la casi segura existencia de un noveno planeta mucho más grande que el que él asesinó.
No parece que sea el arrepentimiento por habernos quitado uno y que quiera resarcirnos dándonos otro mejor. Podría ocurrir que como otras muchas personas se sobrevaloran. ¿O quizás no?

Rectifico, (aunque no lo borro ya que no creo que sea totalmente sincero) porque curiosamente tras escribir el párrafo anterior acabo de encontrar ésto en un artículo de nationalgeographic.es:
"Brown ha comentado que fue muy criticado por propiciar la eliminación de Plutón como Planeta incluso por su hija. “Me sugirió hace unos años que me perdonaría si encontraba un nuevo planeta. Así que supongo que he estado trabajando en esto por ella”.

Él dice que va en serio, que la situación de las órbitas de 6 astros del cinturón de Kuiper y las posiciones de sus perihelios solo son posibles si han sido afectadas por un gran planeta muy lejano que todavía no hemos descubierto. Pero quizás él mismo se ha tendido una trampa al dar un plazo relativamente breve en el que debería ser encontrado.
Ya no le queda demasiado tiempo y en febrero lanzó un SOS para que le ayuden a buscarlo.

Quien sabe si lo logrará en el último minuto o en el descuento… ¿Qué opinas?
                                                       
8- Los 110.

Estos mis protagonistas de este artículo van más allá: 9 planetas, no. Mejor 110. Pero en este caso, tal como he escrito antes extensamente, esta ampliación no estaría motivada por ningún descubrimiento de nuevos astros sino nuevamente por el intento de resaltar un ego exacerbado haciendo que la gente preste más atención al buen trabajo que están realizando en el estudio de un astro que oficialmente se llama 134340 Plutón y tiene la categoría que tiene.

Así somos algunos de los habitantes del tercer planeta.
Ya lo dijo Einstein, y creo que no es la primera vez que lo pongo:
Hay dos cosas infinitas: El Universo y la estupidez humana; aunque de la primera no estoy totalmente seguro" 

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