Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

jueves, 31 de mayo de 2018

Leo, el león

Una de las constelaciones más destacadas de la primavera es Leo.  Quizás hubiera parecido más adecuado hablar de ella a principio de esta estación, cuando estaba visible la mayor parte de la noche, pero como habitualmente cuando estamos en disposición de mirar el cielo es al principio de la misma, a esas horas tras el crepúsculo, es ahora cuando podemos encontrarla mejor posicionada. 

Si bien desde el hemisferio norte ya ha perdido un poco de altura pero todavía se puede ver muy bien en dirección Suroeste, desde el hemisferio sur está en esos momentos del principio de la noche en el mejor lugar posible, alcanzando su máxima altura en dirección Norte.


 En la parte superior de la foto está la constelación de Leo, con sus 4 estrellas más brillantes formando un trapecio casi perfecto. Imagen tomada desde el monte Artxanda junto a Bilbao.

lunes, 21 de mayo de 2018

Un reloj solar interactivo (2)

Este artículo es continuación del anterior, que puedes leer aquí
Debo advertir que el contenido de éste es bastante técnico, no es imprescindible para elaborar el reloj, y si te aburre puedes dejarlo y esperar al siguiente que seguro será más asequible.


El reloj analemático es muy motivador porque no sirve con mirarlo, sino que hay que actuar. Pero puede perder ese valor si en su trazado se sigue la corriente clásica de indicar hora solar verdadera. Actualmente esa no es la hora oficial, la diferencia puede ser apreciable, tal como expliqué en “La hora de los relojes de sol” , y el público en general no la conoce. Quien use un reloj solar con hora verdadera se sentirá defraudado porque pensará que va mal, y especialmente si ha intervenido en su funcionamiento, como en este caso.

Ya se vio en el mencionado post que es posible el cálculo de la hora oficial a partir de lo que indica un reloj solar, pero que no es tan directo como suele pensarse, y son necesarias 3 correcciones.
Pero esto puede solucionarse modificando el trazado del reloj para que nos proporcione directamente la hora que marca nuestro “móvil”. En el caso del analemático esto es mucho más fácil que en otros tipos de reloj solar, tal como se explica a continuación.

Reloj analemático que indica la hora oficial en la ikastola Alkartu


domingo, 13 de mayo de 2018

Un reloj solar interactivo (1)

El 16 de mayo se celebra el día de la luz y, aunque parezca paradógico, voy a utilizar esa efeméride para hablar de las sombras, porque la sombra es una consecuencia de la luz.

Concretamente de la sombra en un reloj d
e sol y de tu sombra, que será lo mismo. Voy a escribir sobre el tema antes y después de esa fecha, porque voy a dividir este artículo en dos partes para no hacerlo excesivamente largo. Lo que se describe en este primer post es suficiente para elaborar el reloj y en la segunda parte, que aparecerá en el próximo, se detallan algunas posibles mejoras u opciones y se dará una justificación teórica del método de trazado.



Entre los muchos modelos de relojes solares, hay uno, al que se le suele llamar analemático, que es muy diferente porque no tiene gnomon (la varilla cuya sombra marca la hora) o, mejor dicho, el gnomon es la persona que quiere saber la hora: es interactivo.
Reloj analemático en el Instituto de Sestao
La interactividad le da a este reloj un plus importante porque obliga a preguntarse por su funcionamiento y no solo hay que observar sino que también surge la necesidad de hacer algo. Hay que implicarse y actuar, con lo que hay una motivación que hace que uno se fije mucho más en los detalles.

miércoles, 2 de mayo de 2018

El cielo se mueve, el espectáculo cambia


Después de los dos últimos artículos de este blog, que recogían aspectos concretos y cercanos, es un buen momento de hablar de temas generales del cielo porque esta primavera los astros se animan y además quiero volver a los orígenes describiendo aspectos básicos porque intuyo que tengo nuevos lectores que se empiezan a asomar a este blog y a este mundo.
En cualquier caso, como siempre, en los anexos se pueden encontrar cuestiones más técnicas para público iniciado.

Este artículo también es diferente de los otros más de 150 que ya llevo escritos, en cuanto a la utilización de un nuevo recurso: el diálogo. Porque de vez en cuando conviene cambiar. Son preguntas un poco ingenuas pero que muchas veces suelen surgir.


En ocasiones suelo hablar de los dos paisajes que siempre podemos tener ante nuestros ojos: el paisaje del horizonte hacia abajo y el del horizonte hacia arriba. Aunque este último sea el menos observado, en realidad es un escenario donde el espectáculo que allí se da siempre es diferente. Incluso más que el patio de butacas, separado por el horizonte, desde el que lo miramos.


Observar ese espectáculo y enseñarlo siempre es interesante y placentero. Y si no, que se lo digan a Roberto y Aitor, dos entusiastas profesores de un colegio de Bilbao, con quienes colaboramos desde la AAV en una observación colectiva hace unos días. En los 2 últimos años habían programado 6 observaciones astronómicas y las 5 anteriores tuvieron que suspenderse por culpa de las nubes; alguna incluso a última hora porque la niebla echó por tierra las optimistas previsiones meteorológicas. En esta ocasión la suerte estuvo de nuestra parte.
Observación en el colegio Trueba de Bilbao el 20-4-18

Pero quizás dentro de unos meses se animen nuevamente a intentarlo, porque la función que se vea en el cielo será diferente.