Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

miércoles, 29 de enero de 2020

¡Exhibicionistas!

Al igual que el anterior, también este artículo es muy diferente del resto del blog. No solo porque casi todo son imágenes, sino porque está escrito en un registro especial, en sentido figurado que me lo ha provocado, con su comentario de ayer en Facebook recogiendo una poesía de Rubén Darío sobre Venus, mi amigo M. A. Cidraque, a quien estoy obligado a dedicar este post.


Aunque el exhibicionismo en algunos casos esté fuera de lugar, Venus y la Luna (quizás ocultas tras sus divinas identidades de Afrodita y Selene), no se suelen reprimir en sus encuentros mensuales.

Ya recogí en este blog la previa y la crónica del espectáculo que nos dieron el pasado noviembre, y ahora aprovecho para publicar unas cuantas imágenes que he obtenido en esta nueva ocasión.

La víspera

Ya el lunes, el día anterior a su máxima aproximación, aún sin acercarse demasiado estuvieron merodeando la zona, quizás estudiando el lugar más propicio para sus fechorías. Mucha gente me ha dicho que las vió y las redes sociales están llenas de sus imágenes ...
Durante el atardecer del lunes 27 la fina Luna y Venus llamaban la atención brillando en el cielo espectacularmente, sobre el horizonte Oeste.
... y no se intimidaron a pesar de estar vigiladas por el helicóptero policial que merodeaba por allí ...
En Bilbao un helicóptero se sumó a la coreografía celeste.

... O incluso más tarde cuando ya la oscuridad se acercaba, y viendo que no se separaban les marcó  líneas rojas infranqueables.
El helicóptero vuelve a pasar entre los dos astros y deja una curiosa marca de luz roja mientras dura la exposición de la foto

Pero ellas consiguieron darle esquinazo camuflándose entre los claros de las nubes
 Aunque las nubes hicieron acto de presencia, las imágenes no perdieron su encanto sino todo lo contrario.
El día d

Pero llegó el martes 28, el momento del encuentro más cercano, y nada ni nadie les impidió exhibirse descaradamente de manera voluptuosa y espectacular.

Aunque al principio, cautelosas, apenas se dejaran ver en el brillante cielo crepuscular ...
Atardecer del día 28, la luna creciente junto a Venus en el cielo de Bilbao
... Tanto, que para distinguirlas claramente había que acercarse rompiendo su intimidad.


Y cuando ya la oscuridad del cielo las dejaba a descubierto, prudentes, se camuflaron entre las ramas de los árboles.


Sin embargo parece que perdieron la timidez y se vinieron arriba al comprobar que podían competir con otras luces ...
Incluso con una farola en primer plano, los dos astros eran muy visibles. 
... Y ya, desatadas y perdida la vergüenza, dieron rienda suelta a sus instintos, no teniendo reparo en mostrarse tal cual son, en lugares emblemáticos.
Entre las torres de Isozaki sobre la pasarela de Calatrava.
E incluso junto a los edificios de viviendas, aún con el riesgo de que hubiera criaturas curiosas que tras los cristales preguntasen inocentes ¿Qué hacen esas dos descaradas mirándonos por la ventana?
El destacado brillo de ambos astros hace que sean perfectamente observables junto a edificaciones y la iluminación de la ciudad.
Ni tampoco tuvieron miedo de un “resbalón” sobre el puente de suelo de cristal.  
Con el fotogénico puente Zubizuri
Cual turistas en buena sintonía, decidieron dirigirse al lugar más emblemático de la ciudad …

… Aunque camuflando su relación, escondiéndose entre la estructura de la torre del museo …
Junto a las torres del Guggenheim
Desafiaron en belleza a las placas de Titanio …
Sobre el museo
Y se miraron, curiosas y narcisistas, en el espejo acuoso.
 Los dos astros se reflejan en las aguas de la ría.
Incluso no tuvieron pudor en mostrar sus interioridades y secretos bien guardados.
Con la exposición adecuada en la toma fotográfica se aprecia muy bien la luz cenicienta de la Luna y las acompañantes de Venus, casualmente situado entre varias estrellitas de Acuario.
Ante tanto descaro y el intrusismo en sus atribuciones, las luces de la ciudad se confabulan y se les acercan, recordándoles que todo encuentro tiene su final.


Pero antes del inevitable desenlace, envidiosa del idilio de la pareja, la niebla decide separarlas, secuestrando a Afrodita.
En esta imagen todavía se intuye Venus a pesar de la bruma
Pero solo unos segundos más tarde ya no se la puede apreciar
Al perder de vista a su compañera, Selene intenta llamar la atención por todos los medios. Con sus trucos habituales e incluso recurre a otros más esotéricos con la esperanza de que su amiga la vea y regrese.
El halo lunar debido a la niebla,  junto al paso de un avión que deja el rastro de sus luces, dan un aspecto irreal a la escena 
Pero ya irremediablemente sola, triste y desesperada decide sacrificarse en el altar de la cumbre.

Y se desploma tras los árboles.



Pero las diosas de la mitología clásica son inmortales, y en este mundo cíclico del cielo todo lo que parece que ha acabado, volverá.

La despedida

Los hados se apiadarán de la pareja, y al día siguiente (hoy miércoles 29) les dejarán despedirse cuando se alejen lentamente una de la otra, y les prometerán prepararles un nuevo encuentro.

Pero quizás alguien les recriminó su actitud de ayer o es posible que, avergonzadas de las imágenes que habían dado, esta vez han sido más discretas. Han cerrado completamente la cortina de nubes y me han impedido ver los detalles de su despedida. 
El cielo de Bilbao cubierto de nubes.
Pueden apreciarse algunos de los escenarios de las imágenes de este post. De derecha a izquierda el Museo G., sus torres delante de la otra inmensa torre, la cima del monte donde se puso la Luna, el edificio de viviendas, el horizonte, marco del escenario de las tomas generales y las torres Isozaki. 
Puedes imaginarte la posición de las protagonistas comparando la evolución del lunes al martes.

Podría hacer un montaje con la posición simulada, o pedir imágenes a colegas que viven lejos, como he hecho en ocasiones, pero en este post todas las fotos son originales mías y prefiero dejar el hueco vacío.

Pero las espero nuevamente para el 27 de febrero.

4 comentarios:

  1. Realmente una delicia seguir el escarceo de estas dos diosas por los cielos bilbaínos. Una idea brillante, como ellas.

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  2. Y fue muy entretenido el seguimiento.

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  3. Buenos días Esteban, artículo y fotos preciosas, me ha encantado. Rafael García

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