Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

martes, 14 de abril de 2020

Tenemos un problema

Justamente hoy 14 de abril de 2020 se cumplen 50 años de la frase pronunciada por uno de los astronautas del Apolo XIII que se ha hecho famosa: “Houston, tenemos un problema”
Imagen tomada de la película "Apolo 13" donde se apreciaban los destrozos producidos en el módulo espacial por la explosión causante del problema.
Y este aniversario ocurre precisamente cuando todo el planeta tiene un gran problema, como todos sabemos.
Aunque muchos miles de personas desgraciadamente no van a poder verlo, esperemos que este problema se solucione aunque nos tengan que ocurrir tantas peripecias como a los 3 astronautas.
Recomiendo ver o volver a ver la conocida película Apolo 13, y aunque seguramente se han exagerado las circunstancias que ocurrieron, puede aportar esperanzas respecto a las posibilidades de la ciencia y la tecnología para resolver nuestros problemas.
He dejado programada la publicación de este post para que ocurra a las 4:08 de este 14 de abril porque es cuando se cumplen exactamente los 50 años.

En algunos medios lo anunciaron el pasado sábado, y gracias a ellos me enteré yo del tema, cuando estaba viendo las noticias del telediario donde se anunció correctamente el aniversario del lanzamiento el día 11 (pero les podrían haber dejado la noticia a los compañeros de los informativos de días laborables), relacionando el problema espacial de hace 50 años con EL PROBLEMA actual; y en la mayoría de las reseñas se habla de la explosión el día 13, el fatídico número que aparecía incluso en el nombre de la misión.

Montaje con dos imágenes de la tele. Por cierto, al hacer un repaso me he dado cuenta de que la foto no es del todo adecuada, aunque totalmente lógica si la buscamos en internet. Si sigues leyendo sabrás por qué. 
Pero no fue así.
Como son detalles técnicos (lo del día 13 o 14), que es lo menos importante ahora, dejo la aclaración para el anexo “Si quieres saber más”.

Paradojas y casualidades.

En aquel episodio espacial que acabó felizmente, quienes estaban en peligro eran las 3 personas que se encontraban fuera del planeta: James Lowell, John Swigert y Fred W. Haise, justamente lo contrario que ahora porque durante toda la crisis del coronavirus, y hasta el pasado jueves, las 3 personas que han estado más a salvo del peligro actual han sido Oleg Skripochka, Jessica Meir y Andrew Morgan, los tripulantes de la Estación Espacial Internacional que llevaban totalmente aislados, a 400 kilómetros de los dominios del virus desde hacía meses, cuando éste todavía no había saltado a los humanos y por ello siempre han estado fuera de su alcance.
La tres personas que han estado totalmente a salvo del coronavirus hasta hace muy poco

La tranquilidad total quizás ya no la tengan desde que el pasado día 9 llegaron sus compañeros para completar la tripulación habitual de 6 astronautas, que aunque habrán estado en cuarentena antes del lanzamiento ¿Quién sabe si…?

Probablemente los tres que abandonaron la nave el pasado 6 de febrero, cuando todavía no se había desatado el problema, estén ahora pensando que mejor hubiera sido si se hubieran quedado unos meses más allí, aunque una de ellas, Christina Koch, potagonista del primer paseo espacial femenino (y también del que se frustró), tendría unas ganas locas de volver después de haber batido el record de estancia continuada de una mujer en el espacio. Desde luego que en aquellos momentos no se imaginaba que regresaba a un lugar menos seguro que donde había pasado los últimos 328 días.
Christina se mostraba así de feliz en el momento de su regreso a la Tierra, cuando no sabía que llegaba a un lugar más peligroso.
Es casualidad que durante los 2 meses clave en la expansión de la pandemia hayan permanecido solo 3 astronautas en la ISS, cuando lo más habitual es que casi coincidan los viajes de vuelta y de relevo, e incluso que lleguen a juntarse 9 personas al llegar 3 los nuevos y antes del regreso de 3 de los antiguos. 
Aunque puede dar pie a pensar que hubiera sido por precaución y mantenimiento de una estricta y larga cuarentena de los nuevos, lo cierto es que parece que estaba programado así antes de que surgiera este coronavirus.
Además de los siete que aparecen y probablemente el que hizo la foto, todavía podría haber otro astronauta por otros lugares de la ISS.
Cuando los relevos se hacían con el transbordador espacial solían juntarse aún más.

Pero hay un asunto más que nos puede servir de moraleja actualmente: La cuarentena por haber estado expuesto al virus, fue la clave del éxito del final feliz del Apolo XIII.

Solamente dos días antes del lanzamiento, ocurrió un incidente que motivó un cambio en la tripulación: Un familiar cercano de uno de los astronautas de la tripulación de reserva contrajo el sarampión y por ello era muy probable que tanto él como sus dos compañeros y los tres de la tripulación principal pudieran haberse contagiado y estuvieran en periodo de incubación, ya que diariamente realizaban los entrenamientos de manera conjunta. Realizadas las pruebas de inmunidad, en la tripulación principal dos estaban inmunizados (parece que habían pasado la enfermedad de pequeños) y solo uno de ellos, Ken Mattingly, podría estar infectado y ponerse enfermo en momentos clave de la misión, con los graves problemas que ello podría ocasionar.
Tripulación prevista del Apolo XIII antes del problema con el sarampión. En el centro Ken Mattingly, quien con su cuarentena participó de manera relevante en la salvación de sus compañeros. He añadido en el recuadro la foto de John Swiger el sustituto de Ken.
Parece que en principio Ken se tomó muy mal el que le desaconsejaran ir en ese viaje, pero lo tomó con resignación y fue clave en la resolución feliz del problema.
Porque él era el especialista en las maniobras de la nave, y en cuanto ocurrió el accidente se puso a trabajar con el equipo de rescate desde Tierra en el simulador. Según la película Apolo XIII (algo se habrá exagerado pero algo habrá de verdad) desde este simulador que tan bien conocía por los entrenamientos, evidentemente mucho más que su precipitado sustituto, sin la presión de tener su vida en juego, y sin los graves problemas de concentración por la acumulación de CO2 de los que estaban en el espacio, fue capaz de programar una “casi imposible” secuencia de reentrada después de probar varias alternativas inviables por la falta de energía que se había perdido con toda la movida del accidente.

Es de esperar que quienes estamos ahora “en cuarentena” para la resolución final de la pandemia tengamos la recompensa de recuperar lo que ahora no podemos disfrutar, y seguro que lo valoramos mucho más, al igual que Ken, que aunque se quedó sin poder viajar en el XIII (¡Cuantas veces le habrá agradecido al sarampión el haberlo librado de aquella odisea!) pudo hacer realidad su sueño en el Apolo XVI.
Nunca contrajo el sarampión, pero la cuarentena preventiva pudo haberle salvado de la muerte.

- Las frases modificadas
Parece ser que las dos frases más famosas pronunciadas fuera del tercer planeta que han quedado para la historia, se han modificado ligeramente quizás de manera deliberada para que quedaran más sugerentes.

Lo que dijo Armstrong al pisar la Luna fue “Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”, refiriéndose a él, pero como ha quedado (para el hombre) queda más rimbombante.

Y tras la explosión del Apolo XIII se usó el verbo en pasado, y parece ser que la frase textual fue : “Houston, hemos tenido un problema”, que evidentemente no es tan impactante ni tan utilizable en otros ejemplos que piden una ayuda inmediata, como el “tenemos un problema”.

Pero bueno, también hay muchos otros detalles que quizás alguien los imaginó o dijo en broma y luego se tomaron como verdades y se repitieron, como que el despegue de la misión fuese el día 13 a las 13:13, y solo el número de los minutos se corresponde con la realidad. Ni el día ni la hora.

Otras curiosidades:

- En esta tema de misiones espaciales, voy a mencionar a un viajero que va camino de Mercurio.
Porque justamente en estas fechas (este pasado viernes día 10) nos ha visitado de cerca una nave que salió de la Tierra hace más de un año. Se trata de la misión Bepi Colombo que, en su camino hacia el primer planeta, debe pasar junto al segundo y tercero para recibir asistencia gravitatoria y adecuar su velocidad y parámetros orbitales para poder entrar en órbita en torno a Mercurio.

Esta nave evidentemente no está tripulada pero, en sentido figurado y además teniendo en cuenta que lleva el nombre de un humano (bautizado así en honor de un científico italiano), podría decirse que Bepi salió de aquí hacia una aventura arriesgada cuando no había surgido el problema, nos vuelve a visitar pero sin acercarse demasiado por si acaso (pasó a solo 12700 km), y quizás asustado o feliz de haber abandonado el planeta antes de la pandemia, se marchó para no volver nunca más.
 Imagen tomada por la nave Bepi Colombo al pasar cerca de la Tierra, en la que además de nuestro planeta también aparecen parte de sus paneles y otros de sus elementos



El momento exacto en que se cumplen los 50 años de la explosión en el Apolo XIII

El 11 de abril de 1970 fue cuando se realizó el lanzamiento del Apolo XIII, y la explosión que originó el “problema” ocurrió el día 13 a las 21:08 hora de Houston, que en T.U. fueron las  2:08 del día 14, y en nuestro horario oficial (hora central europea) eran las 3:08, pero 50 años después corresponden a las 4:08, ya que en 1970 no se implantaba el horario de verano y ahora sí.

Quizás se resuma mejor la situación en este cuadro

Bueno, ya sé que soy un exagerado con estas precisiones, pero estos cálculos me suponen un entretenimiento, especialmente en estos días, y ¿por qué no darlo con exactitud si puede hacerse y no cuesta nada?

Los aniversarios ocurren en un instante concreto. Ese instante está dentro de una fecha, y lógicamente elegimos esa fecha para celebrarlo. Teniendo eso en cuenta, aquí el día del los 50 años de la famosa frase es hoy día 14.

Espero que no se me vuelva a entender mal como en el asunto, casi idéntico, de la conmemoración de la llegada a la Luna, que en España siempre se había celebrado el día 21 y en EEUU el 20, en ambos casos totalmente correcto pues es la fecha (en cada caso) en que ocurrió y en que se cumplió el aniversario. Pero, justo en el 50 aniversario, en España también nos pasamos al 20. Que aunque los estadounidenses fueran los protagonistas, y nadie les va a decir cuando deben celebrarlo (repito que lo celebran bien) aquí, precisamente el 50, se celebró cuando todavía faltaba un día para haberse cumplido.

En este caso del apolo XIII, incluso si hubiera utilizado mis criterios más frikis debería haberlo publicado ayer día 13 a comienzo de la noche, teniendo en cuenta la duración exacta de los años, y no su contabilización oficial como expliqué en “La verdadera fecha de tu cumpleaños”, pero ya habría sido demasiado y seguramente no habrías perdido el tiempo intentando seguir todos los razonamientos a la vez.



La frase que da título al post se presta a su uso en situaciones complicadas, incluso cómicas, y ha dado lugar a muchas anécdotas.

Para no desviarme mucho el tema, entre los muchos chistes en que aparece, casi siempre en situaciones terrenales, he elegido éste porque la pronuncia un astronauta, que he encontrado en chistes21.com





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