Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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domingo, 25 de agosto de 2019

La Luna de día


El principal atractivo de este post pueden ser las imágenes porque a pesar de mis intenciones, me ha quedado un pelín largo, poco apropiado para leerlo detenidamente en estas fechas veraniegas. Si te aburres con el texto te sugiero que mires solo las fotos con su pie explicativo.

El símbolo de la noche, ¡también se ve de día!


Desde el “Campo de Volantín” el 22-8-19 por la mañana. Todas las fotografías de este post las he obtenido desde Bilbao o desde Araúzo de Torre.

Siempre se ha asociado la Luna con la noche. Desde algunas canciones populares hasta los logotipos de las predicciones meteorológicas.

 Se utiliza la imagen de la Luna como un logotipo para indicar las horas nocturnas, aunque en la fecha de la imagen precisamente estará por encima del horizonte solo durante el día.

Hace unos días, un programa de radio dedicado a nuestro satélite, comenzó con una adivinanza de una niña, en la que entre otras pistas decía que era “algo que solo se ve por la noche”. La respuesta, por supuesto, era La Luna.

Pues no:

miércoles, 17 de julio de 2019

Imágenes de una noche de verano

Cumpliendo con la efeméride que celebraba los 50 años del lanzamiento del Apolo XI, el 16 de julio de 2019 tuvo una noche mágica con la Luna como principal protagonista.

En estos casos todos estamos esperando que el Sol, telonero de los espectáculos nocturnos, vaya finalizando su actuación.



El So,ya se va ...

miércoles, 30 de enero de 2019

Preparando el escenario

El pasado verano los planetas nos ofrecieron espectáculo al principio de la noche, pero la situación ha cambiado y actualmente Marte es el único que nos ha quedado a esas horas. Los demás se están dejando ver en el cielo de madrugada y el Sábado (2-2-19) precisamente antes del alba, hay un nuevo espectáculo celeste, quizás incluso más llamativo que el que la Luna nos brindó el pasado lunes día 21, porque es menos frecuente y se desarrolla de manera más rápida. 

Se trata de una ocultación del planeta Saturno por la Luna. Los protagonistas son los dos astros más fotogénicos vistos con un telescopio sencillo, y además estarán acompañados por otros personajes que ya están preparando la coreografía. Y que en otros escenarios ofrecerán en fechas futuras otras variantes del mismo espectáculo.
El problema vuelve a ser nuevamente la hora, ya que ocurre de madrugada, poco antes de salir el Sol, y en muchos lugares (como los alrededores de donde yo vivo) las previsiones meteorológicas vuelven a ser nefastas.

Pero quienes estos días han madrugado y no han tenido muchas nubes, ya habrán podido observar que hay “movida por el Este” El mismo día del eclipse, al finalizar éste podían verse por la zona opuesta del cielo dos brillantes luceros, Venus y Júpiter muy próximos entre sí. Y al día siguiente, aún más, como se aprecia en esta imagen obtenida desde Málaga por mi colega y amigo Sebastián Cardenete


Los dos astros más brillantes de la noche, aparte de la Luna uno junto al otro, el día 22 que fue cuando más se aproximaron. Antes de ese día Venus estaba más al Oeste, y ahora es al revés. 

Más cercano aún al horizonte Este se encuentra estos días Saturno, no tan brillante y casi pasando desapercibido, pero mucho más espectacular visto con un telescopio, y quizás el protagonista principal de la función que se desarrollará el sábado antes del amanecer.
Y por otro lado está la Luna, que tras su eclipse en fase llena como es de rigor, día a día va disminuyendo dicha fase y acercándose al escenario opuesto al que actuó recientemente, a donde llegará muy fina, solo dos días antes de la luna nueva.


La Luna, Júpiter y Venus, el último ya más hacia el Este, y la Luna acercándose a la zona. Imagen obtenida el día 29, también por Sebastián Cardenete.

domingo, 13 de enero de 2019

La Luna se sonroja otra vez


Parece que la historia se repite, y al igual que en 2018, en el primer mes de este año la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna produciéndose un eclipse lunar, tiñéndose de un tono rojizo nuestro satélite y, también como el pasado año, ocurre cuando la Luna está situada cerca del perigeo, el punto de su órbita más cercano a la Tierra, a lo que habitualmente se llama “superluna”. 
Aquel del año pasado desde Bilbao no fue visible, pero la imagen no habría sido muy diferente de ésta:

La imagen corresponde a un eclipse con la luna en el perigeo en 2015

Un magnífico espectáculo celeste, que aunque alguien piense que se ha vuelto habitual, no es así, y ésta es la última sesión completa durante unos cuantos años.

Últimamente a estos fenómenos se les ha anunciado con nombres rimbombantes: El año pasado fue la "superluna de sangre azul", y ahora se habla de “superluna de sangre de lobo”. 
Aunque para nosotros será el día 21, y es simultáneo en todos los lugares,
en el Oeste de Norteamérica será aún el día 20.

Antes de nada hay que decir que a los astrónomos en general no nos gustan estos nombres, que solo pueden servir para confundir o crear falsas expectativas que al final sean frustrantes, aunque hay personas, como algún responsable de la NASA que lo defiende, alegando que estos apelativos llamativos pueden hacer que la gente se interese por la Luna y en consecuencia por el espacio.
Incluso muchos titulares son redundantes porque hablan de la coincidencia de 4 fenómenos porque ocurrirá un eclipse total de Luna, que será además una "Superluna de sangre de lobo", cuando en realidad si se habla de luna de sangre se está refiriendo a un eclipse total de Luna.

miércoles, 17 de octubre de 2018

Toca mirar la Luna


El sábado 20 de octubre de 2018 se celebra el día internacional de observación de la Luna.

Como años anteriores, en este día se trata de fomentar la observación del cielo a partir del astro más fotogénico y se hace como siempre un sábado cercano a la luna creciente porque así nuestro satélite se presenta atractivo y es visible al principio de la noche, a las horas más adecuadas. para que cualquiera pueda verlo.

Ya expliqué esto el pasado año detallando las razones, incluí unas magníficas imágenes de José Manuel Pérez Redondo y, como no tiene sentido repetirlo, si no lo leíste puedes hacerlo ahora en este enlace

En esta ocasión voy a aprovechar la efeméride poniendo una selección de fotos que he obtenido yo a lo largo de los últimos años. Muchas ya han aparecido en este blog, pero hoy hago una recopilación y, a diferencia de otros artículos, daré protagonismo a las imágenes, porque de lo que se trata es de eso: observar la Luna.


Para empezar, dos imágenes donde no se ve la Luna pero se intuye. 
La luminosidad en horizonte indica que la Luna está a punto de salir

Parte de su silueta recortada ante el Sol durante el eclipse del 21-8-17

martes, 18 de septiembre de 2018

Viendo puestas de sol y salidas de la luna


Al principito, de la obra de Antoine de Saint Exupéry, que vivía en el asteroide B612,  cuando estaba triste le gustaba ver puestas de sol sentado en una silla.
Pero no se conformaba con una, sino que veía varias seguidas, en una ocasión hasta 43, un día que debía estar realmente muy triste


Seguramente ya sabrás que en este libro aparecen varios personajes que viven en pequeños asteroides. La mayoría son situaciones imposibles en cuanto a los aspectos astronómicos pero que, aparte de los mensajes que la obra contiene, puede dar mucho juego a la hora de hablar o elucubrar situaciones diversas.

El principito podía hacerlo con solo adelantarse un poco tras haber contemplado como se iba el Sol porque la curvatura de su pequeño asteroide le permitía ver de nuevo al astro rey retroceder ascendiendo sobre el horizonte por donde se acababa de ir mientras él se movía con la silla hacia adelante, hasta un lugar en que todavía fuese de día, y volviendo a sentarse le veía nuevamente cómo se ponía.

Hay que reconocer que las puestas de sol son estéticas, y tienen un punto casi mágico con el paso del día a la noche. A mí siempre me había dado mucha envidia el principito, hasta que hace poco caí en la cuenta de que nosotros también podemos ver varias puestas de sol seguidas en nuestro planeta si buscamos un sitio adecuado, aunque a diferencia de él deberíamos mover la silla hacia atrás.


Si tu motivación es la misma que la del personaje de Saint Exupéry, espero que no lo hagas muchas veces. Desde luego el principito podría hacerlo sin límites, pero nosotros no, y no solo por la incomodidad de caminar llevando la silla hacia atrás con el riesgo de tropezón.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Midiendo la Luna después de la Tierra


Con el comienzo de un nuevo curso, y coincidiendo con el día que se cumplen 3 años desde que abrí este blog que he intentado darle una orientación didáctica, publico este post que recoge un par de actividades que se pueden hacer en clase con alumnado. Pero también las puedes hacer tú solo-a y comprobar que son muy gratificantes porque permiten obtener unas medidas que posiblemente habrías  pensado que estaban fuera de tu alcance: nada menos que el cálculo del tamaño de nuestro planeta y de su satélite. Te lo cuento:

Lo de medir la Tierra lo incluyo porque os lo debo. Y lo de la Luna porque recientemente, la noche del eclipse,  se produjeron las circunstancias adecuadas para que tú misma-o pudieras tomar los datos para hacerlo y desde este blog te sugerí que lo hicieras. Las dos cosas a la vez porque son actividades consecutivas y el resultado de la primera se necesita para hacer la segunda.

martes, 14 de agosto de 2018

Una noche muy buena, feliz año nuevo.

No, no me he confundido de fechas.

Pero en la noche de las Perseidas se me juntaron varios temas que pueden justificar el título.

Porque necesariamente tiene que ser buena, una noche que empiece de esta manera:

Al igual que todos los días, el 12 de agosto el Sol se va, dando paso a la noche.


Pero dejó unas imágenes extrañas en el cielo como si la nubes se revolucionaran ante la ausencia del astro rey.




No fue casualidad que yo estuviera cámara en ristre observando la puesta de Sol desde un lugar estratégico. Mi objetivo era determinar el lugar y hora exactas en mi horizonte para, utilizando esas referencias, intentar conseguir el único cromo que me faltaba a mi colección de lunas. Era el día clave y no podía ser otro.

Porque el pasado verano conseguí fotografiar la Luna todos los días de la lunación de julio-agosto (incluida la luna "imposible" de 29,5 días), excepto la primera por dejadez, y las puse en "Mirando la Luna"

domingo, 29 de julio de 2018

Imágenes y motivos del doble espectáculo.


Efectivamente ocurrió. La Luna atravesó el cono de sombra de la Tierra y quedó oscurecida, de color ladrillo, y en esta ocasión acompañada de otro brillante astro con parecido color. 
Sabíamos que iba a suceder, pero cuando estos espectáculos comienzan a mí emocionalmente no dejan de sorprenderme.

La Luna, durante el eclipse total, y Marte, mucho más brillante de lo habitual, justo en la fecha de su oposición.

Hace ya más de 2300 años la sacerdotisa griega Aglaonike sabía cuándo la Luna se iba a eclipsar y lo anunciaba, y también Cristóbal Colón en una ocasión, que utilizó su predicción para salir de una situación apurada. Hoy en día conocemos la mecánica celeste con suficiente precisión como para saber de antemano casi todos los detalles.

miércoles, 25 de julio de 2018

27 de julio: Dos grandes espectáculos celestes


O mejor que dos espectáculos: Una gran función con dos protagonistas

Como ocurre muchas veces en la vida real, ya sea en actuaciones musicales, representaciones artísticos o encuentros deportivos, después de un tiempo sin muchas cosas que destacar, de pronto se producen dos eventos importantes en la misma fecha.

Seguramente ya sabrás, porque se ha estado anunciando repetidamente en los medios, que este próximo viernes 27 de julio hay un eclipse de Luna. Y no solo eso, sino que además se produce la oposición de Marte. 
Pero no es una mera coincidencia de dos fenómenos astronómicos importantes en una misma fecha, sino que a pesar de que los protagonistas no sean estrellas, (solo un planeta y un satélite) ambas pueden considerarse como actuaciones estelares, comparadas con otras similares.

Podríamos pensar en un único espectáculo porque, como explicaré luego, la coincidencia en fecha les obliga a ambos astros a actuar juntos, casi tocándose en el mismo rincón del escenario. Y la casualidad les ha otorgado un elenco de actores secundarios repartidos por otros rincones y dándonos una imagen única. Prohibido perderse la función. 

Pero eso no es todo, porque será la mejor función en mucho tiempo que ofrecerán cada uno de los protagonistas.
Ya he escrito varios artículos sobre eclipses de Luna ( del 2015  y 2017 ) y también sobre la oposición de Marte de 2016, pero estos de la noche del viernes no son un eclipse y una oposición “del montón”,  sino que de alguna manera ambos fenómenos son objetivamente especiales  y mejores de lo habitual. Casi de record.


El anterior eclipse total de Luna que  pudo verse desde Bilbao, hace casi 3 años.
Aunque se vio en todas sus fases duró menos que éste y para nosotros ocurrió a horas intempestivas.

 Luna eclipsada entre el titanio del museo Guggenheim



















La anterior oposición de Marte en 2016, cerca de la estrella Antares de Escorpio.
          Aunque es el astro más brillante de la imagen, no lo fue tanto como ahora.     
           

sábado, 16 de junio de 2018

Una luna muy esperada

El pasado jueves día 14 durante el crepúsculo vespertino, muchas personas desde diferentes lugares del mundo  estuvieron intentando ver la fina luna creciente apenas un día después de la fase nueva. 
En algunos de los lugares fue imposible y tuvieron que esperar un día más. Pero desde otros situados más al Oeste, donde en esos momentos del ocaso ya nuestro satélite tenía una fase algo mayor, lo consiguieron y se celebró el llamado Eid al-Fitr con verdaderos festines con familiares y amigos. Era la llegada del mes de Shawwal en el calendario musulmán y con él, el final del Ramadán.

Luna en fase muy fina junto al horizonte. La de anteayer fue incluso más fina

Además, aunque parezca extraño, relacionado con esto, mañana domingo día 17 se producirá un curioso cambio de hora en Marruecos, al implantarse el horario de verano, meses después de haberse hecho en todos los países que realizan el cambio estacional.


A diferencia de lo que ocurría en la antigüedad, hoy en día los astros nos afectan muy poco en nuestra vida. Sin embargo hay excepciones y todavía quedan culturas que mantienen algunas costumbres relacionadas con ellos, siendo ésta una de las más claras, y un ejemplo de integración de ciencias con culturas.
Es significativo que en este tema del Ramadán están implicados de manera importante la Luna y el Sol. La primera en la determinación del comienzo y final de este mes, y el astro rey en su principal característica, el ayuno, que debe ser continuo mientras el Sol esté sobre el horizonte.

La Luna también es protagonista en otras tradiciones y festividades: no olvidemos que la Semana Santa católica siempre ocurre en la primera luna llena de primavera o que la gran fiesta del año nuevo en China se celebra en la luna nueva más próxima al momento central del invierno.

domingo, 10 de junio de 2018

Tamaños aparentes, o “la Luna más grande”


En este post se plantea una idea muy simple, alguien pensará que es casi una tontería, pero a veces nos despista. En cualquier caso espero que todo el que lo lea encuentre algo que le agrade.

El pasado fin de semana en Bilbao hubo una exposición que bajo el título “Prototipoak”  recogía una serie de materiales o experiencias muy diversas y curiosas.
Alguien me dijo que tenía que ir, porque allí encontraría "la luna más grande que hubiera visto nunca".

Realmente era impresionante. Una esfera de 7 metros de diámetro, suspendida del techo en el diáfano  atrio del edificio, que recogía fielmente toda la superficie lunar.

Se trata de la obra titulada ‘Museum of the Moon’ del artista británico Luke Jerram, quien ha realizado esta pieza a partir de las detalladas imágenes de la superficie lunar tomadas por la NASA, en una esfera hinchable que permitía el paso por debajo e imaginar el astro colgado sobre nuestras cabezas.


Como un astronauta que circunvalase la Luna, podía recorrerse con la vista, con todo detalle y sucesivamente, los distintos mares, los  cráteres, la superficie de la cara oculta, apreciar las diferencias entre las diferentes zonas, casi como si la viera desde allí mismo…

domingo, 28 de enero de 2018

La superexagerada luna magic...

Es posible que hayas oído que este próximo miércoles 31 de enero se va a ver una luna muy especial. Nada menos que una superluna azul de sangre.
Pero si tienes el cielo despejado y consigues ver la Luna, pensarás con decepción, que así  ya la has visto muchas veces.
Uno de los muchos titulares que recogen la efeméride

Creo que si yo fuese consecuente no debería escribir este post porque más de una vez me he pronunciado en contra de darle publicidad a estas cosas. Pero está claro que como se difunde tanto en los medios la gente lo oye, se interesa por el tema y pregunta. Por ello considero conveniente aclarar su significado a la vez que quitarle relevancia para que no vayamos engañados a ver algo que no tiene nada de espectacular y cuando vuelvan a repetirse sepamos exactamente lo que se nos anuncia y no hagamos mucho caso.

En septiembre de 2015 también hubo una superluna de sangre. Le faltó lo del azul, pero no te creas que ésta la vas a ver de ese color. En la imagen aparece la Luna eclipsada junto al museo Guggenheim Bilbao, aquel día.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

El primer anochecer del año

El comienzo de 2018 va a venir marcado por una situación astronómica llamativa. Concretamente la primera puesta de sol del nuevo año va a ser especial por varias circunstancias relacionadas con el Sol y la Luna:
Por un lado la noche del 1 al 2 de enero se produce la luna llena; además se da la coincidencia de que la Tierra estará muy cerca del perihelio (el lugar de su órbita más próximo al Sol) como todos los años en estas fechas, y la Luna en el perigeo (el punto más cercano a la Tierra)

Todo ello hará que casi coincida el  momento de la puesta del Sol con la salida de la Luna y que en ese momento ambos astros se vean un poco más grandes de lo habitual, prácticamente lo más grande posible.

No solo eso, sino que esa noche desde Europa se verá precisamente la Luna llena más grande en muchos años, como detallo luego, y a pesar de lo que se dijo en noviembre de 2016. 

Luna llena
Cuando se ponga el Sol (En Bilbao donde yo vivo sobre las 17:45 Hora Central Europea) faltarán unas pocas horas para el momento exacto de la Luna llena (ocurre a las 3:25) por lo que sobre un horizonte teórico aparecerá la Luna cuando el Sol se esté poniendo, pudiendo observarse ambos astros en lugares opuestos del horizonte.
Cuando se esté poniendo el Sol saldrá la Luna 
En el Oeste de Norteamérica habrá que esperar unos minutos para que aparezca la Luna porque a la puesta de Sol ya habrá pasado el momento de plenilunio y por eso el orto lunar ocurre más tarde que el ocaso del Sol.

domingo, 5 de noviembre de 2017

Periodicidades o frecuencias en los eclipses

Cuando se habla de la periodicidad de los eclipses siempre se cita el ciclo de SAROS de 18 años y 11 días, al cabo de los cuales se repiten los eclipses de manera parecida. Pero es un periodo demasiado largo para ponerte ejemplos que te resulten cercanos, su justificación es matemática y poco intuitiva: Eso de los múltiplos comunes de los periodos, pero que además no son totalmente exactos, y SAROS tampoco lo es de manera absoluta.


Dejo a SAROS para otra ocasión, y a otros ciclos aproximados que no suelen citarse, porque hay aspectos en el tema de las frecuencias de estos fenómenos más sencillos, intuitivos y didácticos con ejemplos claros en los eclipses de 2017, que quiero resaltar y que espero te hagan entender de una manera fácil el porqué de las fechas y los tipos de eclipses que se producen en 2017.

Fases y eclipses
Para entender los diferentes razonamientos hay que aclarar una circunstancia que aunque es casi evidente, muchas veces suele olvidarse: Los eclipses no ocurren en cualquier fase lunar.

Como se aprecia en el siguiente gráfico, para que haya eclipse de Sol, la Luna se tiene que colocar entre el Sol y la Tierra de manera que su sombra incida en nuestro planeta. Esta es la situación de luna nueva. (De manera análoga, para que se produzca un eclipse de Luna ésta debe estar necesariamente en fase llena

Situación esquemática de las posiciones de la Luna en cada una de las fases y en los eclipses, en planta, visto desde el Norte. 

Pero no siempre que hay luna nueva habrá eclipse solar (ni tampoco en cada luna llena un eclipse lunar) porque el plano de la órbita de nuestro satélite está inclinado respecto a la eclíptica, habitualmente la Luna pasa un poco por encima o por debajo, y su sombra no pega en la Tierra.
Para que ocurra un eclipse de Sol tienen que darse dos circunstancias: Luna nueva y la Luna en la cercanía de uno de los nodos de su órbita. Los nodos son los puntos de cruce de las órbita de la Luna con el plano orbital de la Tierra dos órbitas, que están en el plano orbital de la Tierra. (Lo mismo, pero con Luna Llena para que haya eclipse de Luna)

Representación en PERSPECTIVA.El gráfico es solo un esquema didáctico y no se han mantenido las proporciones ni en los tamaños ni en las distancias entre los astros.
En la situación A no habrá eclipse porque en fase llena y nueva la Luna no se sitúa en los nodos. En luna nueva su sombra pasa por debajo de la Tierra y en luna llena la Sombra de la Tierra pasa por debajo de la Luna.
En la situación B esas fases ocurren en los nodos, por lo tanto con la Luna a la misma altura que la Tierra y se producirían eclipses.

Como los astros no son un punto y tienen un cierto tamaño, no es necesario que la Luna llena o nueva esté exactamente en el nodo para que el eclipse se produzca. Debe estar cerca pero hay un cierto margen que no siempre es el mismo porque varía un poco según la distancia de nuestro satélite (cercanía al perigeo)



Para ilustrar las siguientes explicaciones pongo ahora un gráfico que recoge las fechas de todos los eclipses desde 2011 hasta 2020, y a partir de él se irán comprobando distintas circunstancias relativas a las frecuencias de los eclipses.
Le llamaré “GRÁFICO DE LA DÉCADA” y me voy a referir a él varias veces. 
La escala es semestral, en vez de anual como parecería lógico, porque se ajusta mejor a los “periodos” de los eclipses y permite seguir mejor la evolución consecutiva de todos ellos. Por este mismo motivo he trasladado hacia la izquierda una porción correspondiente a 2020 y parte de 2019.

Este gráfico completa al que realicé hace un año para explicar las frecuencias de los eclipses de Luna, y ahora lo he ampliado también con los de Sol.

Las fechas del gráfico y la colocación de cada eclipse no son rigurosamente exactas (solo son muy aproximadas), debido a la diferente duración de los meses y el solapamiento de éstos.


Cada medio año, eclipses.

Hace casi un año expliqué por qué en la mayoría de los casos, 6 lunaciones después de un eclipse de Luna, (unos 5 días menos de los 6 meses dependiendo del número de días de esos meses) se vuelve a producir otro, aunque hay excepciones, y en ocasiones ocurre al cabo de 5 lunaciones o incluso en dos lunaciones seguidas. Después de 7 u 8 eclipses lunares que siguen la norma, se producen las excepciones
Con los eclipses de Sol ocurre lo mismo, y aquí pongo un gráfico y una explicación similar al que utilicé con los de Luna:

Aunque desde nuestro punto de vista y lo que se observa en los eclipses de Sol y de Luna corresponde a dos situaciones muy diferentes, en realidad la geometría es análoga porque en unos la sombra de la Luna toca la superficie terrestre y en los otros es la sombra de la Tierra la que incide en la Luna.

El siguiente gráfico es solo una primera aproximación a la situación real para ilustrar los periodos aproximados de 6 meses, que más adelante iré matizando.
  


En la situación 1 la luna nueva está en el nodo y hay eclipse de Sol. Los siguientes meses, está por encima de la eclíptica, su sombra pasa por encima de la Tierra y no hay eclipse (por ejemplo en 2).
La situación 3 ocurre 6 lunaciones después de la 1, casi 6 meses después. la Luna vuelve a estar cerca del nodo y nuevamente hay eclipse.
En las siguientes lunas nuevas la sombra pasa por debajo de la Tierra y no hay eclipse (por ej. en 4)

Además, como voy a detallar enseguida, los eclipses se producen siempre al menos por parejas (uno de Sol y otro de Luna) o a veces por tríos, con 14 o 15 días de diferencia entre uno y otro, y por eso habitualmente cada 6 meses (un poquito menos) tenemos varios eclipses seguidos.

Según parece deducirse del gráfico anterior, la frecuencia debería ser de medio año porque es cuando la línea de los nodos vuelve a alinearse con el Sol. Evidentemente no pueden ser 6 meses exactos porque la luna nueva (o llena) no se repite al cabo de ese tiempo, sino habitualmente los mencionados 5 días antes. Pero hay otro factor que hace que se adelanten un poco más y en ocasiones el intervalo sea de 5 lunaciones en vez de 6, y por eso se van adelantando poco a poco en el calendario. En caso contrario, ¡todos los años sería en febrero y agosto como ahora!

Esto es porque la orientación de la línea de los nodos, que se ha supuesto invariable en el gráfico para una primera explicación aproximada, en realidad va girando (en sentido horario visto desde el Norte) dando una vuelta completa cada 18.6 años, y en cada ocasión vuelve a estar alineada con el Sol un poco antes.
De una vez a otra esta diferencia es pequeña pero se va acumulando, y en un momento se produce un salto, siendo el intervalo de un eclipse de Sol a otro de Sol (o de uno de Luna a otro de Luna) de lunaciones en vez de 6.
En el "gráfico de la década" se ve que esto ocurrió en 2011, 2013 y 2017.


La justificación teórica de esta excepción quizás sea demasiado técnica y lo paso al final, al otro anexo recomendado "solo para entendidos", para que nadie se aburra ahora y deje de leer lo que viene a continuación, que en más interesante y sencillo.

Como se verá ahora, hay otras excepciones donde la diferencia es de solo una sola lunación.

Aunque el periodo del movimiento de la línea de los nodos es de 18.6 años, como son dos veces cada año cada 9 años aproximadamente se vuelven a repetir en los mismos meses, como se ve en el “gráfico de la década” que en 2020 vuelven a ocurrir en torno a junio y diciembre, como ocurrió en 2011.

Por parejas

Siempre que hay un eclipse de Sol, cuando 14 o 15 días después sea luna llena (o en la anterior, dos semanas antes), hay eclipse de Luna porque si en el eclipse solar nuestro satélite estaba en el nodo o cerca de él, dos semanas después la Tierra se ha movido un poco en traslación pero no demasiado, estará cerca del otro nodo y, como hay un margen, todavía le pillará en situación de eclipse.

Concretando un poco más:
- Si en el eclipse de Sol la Luna nueva estaba un poco antes del nodo (en 1), dos semanas después la Luna llena estará un poco después del otro nodo (en 2) y habrá eclipse de Luna, como se representa en el siguiente gráfico:

- Si, por el contrario, en el eclipse de Sol la Luna nueva estaba un poco después del nodo, dos semanas antes la Luna llena había estado un poco antes del otro nodo y en este caso el primer eclipse de la pareja fue el de Luna. Análogo que el anterior pero al revés.

- Si en el eclipse de Sol la Luna nueva está casi exactamente en el nodo (en el siguiente gráfico en 2), tanto la Luna llena anterior (1), como la siguiente (3) están cerca del otro nodo pero no demasiado, por lo que no llega a penetrar en la sombra, se queda en la penumbra y se produce un eclipse penumbral. 

En este último caso, en vez de una pareja de eclipses seguidos, tenemos un trío, 
De manera similar, si es el eclipse que se produce muy cerca del nodo es de Luna, dos semanas antes y después habrá eclipses de Sol, pero solo parciales y será otro trío.
En estos casos los dos extremos del trío corresponden a eclipses de un mismo astro (Sol o Luna), separados por una sola lunación.

Aunque los episodios de tres eclipses seguidos parecen más atractivos por su mayor número, en realidad no es así porque los dos de los extremos son malos (penumbrales si son de Luna o si son de Sol, solo parciales). Pero también tienen algo bueno, y es que el eclipse central de los tres, será total y en principio de mayor duración de lo habitual, aunque en esto puede tener más influencia la cercanía de la Luna a su perigeo.
Esta circunstancia se visualiza en el gráfico que apareció antes, el "gráfico de la década", donde en 2011, 2013 y 2020 hay tríos con un eclipse “bueno” escoltado por dos “malos”

Otro detalle a tener en cuenta es que aún cuando sigan la norma general de 2 pares de eclipses separados por 6 lunaciones, y por tanto en un año natural serían de esperar 4 eclipses, como ocurre en 2017, pueden ocurrir 5 si el primero es al comienzo de enero porque 12 lunaciones después todavía no ha acabado el año y da tiempo para otro más.

Cuando aparecen las excepciones de los "tríos", puede haber 6, o incluso 7 eclipses en un año, si coinciden  varias circunstancias:  Cuando hay un trío, se produce un adelanto (eclipse al cabo de 5 lunaciones en vez de 6) con lo que si a principio de año se produce la primera pareja de eclipses, da tiempo a que haya otra antes de acabar diciembre. Esto ocurrió en 1982, con eclipses en las fechas 9-1, 25-1    /    21-6, 6-7, 20-7    /    15-12, 30-12 ,  en cada grupo primero el de Sol, pero lógicamente los de Luna fueron buenos, todos ellos totales, y los de Sol malos, todos parciales.   

Otros aspectos destacables


- Eclipses de Sol anulares y totales:
A estos eclipses se les suele llamar “centrales” porque desde algún lugar de la Tierra la Luna pasa justo por en centro del Sol, y ocurrirán cuando nuestro satélite esté muy cerca del nodo. Si se diese una exactitud total se vería desde el ecuador, pero hay margen por el tamaño de la Tierra y se pueden ver totales desde otras zonas.

El que sea total o anular, depende del tamaño aparente de los dos astros vistos desde la superficie de la Tierra. Por una tremenda casualidad, ambos se ven casi del mismo tamaño (el Sol es unas 400 veces más grande, pero está unas 400 veces más lejos).
Pero las distancias no son siempre las mismas ya que las distancias varían. Si la Luna está en el perigeo, al estar un poco más cerca se verá un poco más grande y tapará completamente al Sol, pero no lo hará si está en el lugar más lejano (apogeo)
También, en menor medida, el tamaño aparente del Sol varía, viéndose más grande cuando la Tierra está en el perigeo o cerca (primeros de enero)

Estas dos circunstancias favorecen el que vayan alternando total y anular, y por tanto que los dos eclipses de un mismo año sean de diferente tipo, porque en 6 meses el efecto perihelio afelio es el contrario y el perigeo apogeo casi también.

Sin embargo la llamada linea de los ábsides de la órbita lunar (que pasa por el perigeo y el apogeo) no se mantiene fija y va girando ligeramente. Como este factor es el que más influye, aunque en la mayoría de los casos se produce la mencionada alternancia, hay muchas excepciones al tener en cuenta los dos factores (cuando no ocurren muy cerca del perigeo – apogeo) y que casualmente se han concentrado en estos años lo puedes ver en el manido “gráfico de la década “que en este aspecto no es nada representativo respecto a otra décadas.
Aunque actualmente se está produciendo una de esas excepciones (dos anulares seguidos) por casualidad se produce la alternancia considerando el año natural, tanto el año pasado como éste: En 2016 Total-Anular  y en 2017 Anular-Total.

Hay otro tipo de eclipse de Sol, el llamado híbrido que en esta década ocurrió en noviembre de 2013 que se produce cuando en el recorrido de la Sombra de la Luna por la superficie terrestre en un tramo ocasiona un eclipse total y en otros tramos anular. 
En esos casos vértice del cono de sombra de la Luna está muy cerca de la superficie terrestre, a veces la toca y a veces no, ya que debido a la curvatura del globo terrestre la Luna puede estar ligeramente más cerca o más lejos de dicha superficie.


Ciclos buenos y malos

Está claro que los eclipses parciales de Sol y los penumbrales de Luna, que ocurren cuando nuestro satélite no está demasiado cerca del nodo, son mucho menos espectaculares e interesantes que los otros. Como los desajustes se produce poco a poco, esto da lugar a que varios eclipse “buenos” vayan seguidos en series de 4 o 5 y los “malos” también, afortunadamente en número algo menor. Hay alguna excepción porque un eclipse puede ser de un tipo u otro “por muy poco” y los factores que intervienen son varios, cada uno con diferente periodo.
Esto también se puede observar en el “gráfico de la década”.

Las épocas buenas de los de Sol, corresponden con épocas malas de los de Luna por las razones que he dado al hablar de los “tríos”, y viceversa.

Como se ha dicho antes, considerando independientemente los de Sol y los de Luna, lo más habitual es que ocurran eclipses al cabo de 6 lunaciones, pero a veces hay saltos en esa regularidad y se producen al cabo de 5. Estos saltos ocurren después de 7 u 8 eclipses “regulares” que siguen la norma de las 6 lunaciones, y van alternando estas excepciones los de Luna y los de Sol que nunca ocurrirán en ambos a la vez.
Esto se puede apreciar también en el “gráfico de la década”.

Todo ello lleva a que el año que los de Sol son muy buenos, los de Luna sean malos; como ocurre este año 2017 (lo que también se puede apreciar ver en susodicho gráfico), y viceversa.
También aquí puede haber pequeñas excepciones y hay que señalar que hay matices que el gráfico no recoge. Aunque todos los totales eclipses de Sol pueden considerarse “buenos”, unos lo son mucho más que otros, tienen una duración y se pude notar una mayor oscuridad en el momento central porque la Luna está cerca y el Sol lejos.

Un truco para acordarte.

Es posible que te hayan entrado ganas de ver la próxima pareja de eclipses de este año desde el mejor sitio posible aprovechando que quizás en agosto tendrás vacaciones. Sabes que son en agosto porque los ha habido ahora en febrero (6 meses antes) y leíste aquí que este año no hay excepciones. Es posible que un día pases por una agencia de viajes, veas una oferta de esas “solo si lo compras hoy” y te lances.

Pero claro, no te acuerdas de las fechas exactas y no quieres que te pase como a la amiga de mi mujer, que nos la encontramos de improviso en China en una tienda de jarrones, le comentamos que habíamos ido a ver el eclipse, “-Que no sabía nada, ¿Cuándo es?”  “- El próximo jueves” “-Vaya! y yo me vuelvo el miércoles”

Not problem. Como encima de la mesa de la agencia tendrán un calendario, que casi con toda seguridad recogerá las fases lunares,.. A tiro fijo fijo: busca la luna nueva de agosto y ese día el eclipse de Sol, “- Billete para EEUU”.
Y si andas bien de dinero y aún quieres más, el eclipse de Luna, el día de luna llena. “- Billete para la India”.

Que tengas buen viaje(s)




Solo cinco lunaciones después
Aquí recojo la explicación de cómo el leve movimiento de retrogradación de los nodos (giro de la línea de los nodos) provoca las irregularidades en los periodos de 6 lunaciones y se produce a veces la excepción y hay un eclipse al cabo de solo 5.

Hago la explicación con los eclipses de Luna. Con los de Sol la situación es análoga porque, aunque lo que vemos desde aquí son dos aspectos totalmente diferentes, geométricamente, y salvando las diferencias de tamaño de los conos de sombra y penumbra producidos por la Tierra y la Luna, las circunstancias son las mismas.
No todos los ciclos son idénticos porque intervienen otros factores, pero son muy similares. Este sería un ejemplo típico.

Como se dijo, para que se produzca un eclipse no es necesario que la Luna esté exactamente en un nodo, y hay un cierto margen.
En un primer gráfico, en perspectiva, se representa la órbita de la Luna y diferentes posiciones de nuestro satélite en las situaciones tope para que se puedan producir los diferentes tipos de eclipses.

Lo más importante son las distancias TP y N que representan las separaciones máximas entre el nodo y la Luna, en cada uno de los casos.
Si hay eclipse total de Luna, ésta estará más cerca del nodo que el ángulo T (en rojo)
Si hay eclipse parcial, la Luna estará más cerca del nodo que el ángulo P (en naranja)
Si hay eclipse penumbral, la Luna estará más cerca del nodo que el ángulo N (en verde)



Es solo un gráfico didáctico y no están a escala ni los astros, ni las distancias, ni los intervalos T, P o N y se ha exagerado el ángulo entre los planos de las órbitas lunar y terrestre (la eclíptica).

La línea de los nodos va girando, pero aquí se ha mantenido fija y se ha supuesto el Sol en diferentes situaciones cuando hay luna llena, y por eso aparecen los conos de sombra en diferente orientación.
Solo se ha dibujado el cono de penumbra en el último caso porque en los otros no es importante, y para no recargar más el gráfico.
  
En el segundo gráfico, en planta, se representan las posiciones de la Luna en sucesivos eclipses, cada 6 lunaciones hasta que se rompe la regularidad y ocurre al cabo de solo 5 lunaciones.
Está recortado y ampliado para apreciar los detalles. En la esquina aparece completo.



Los intervalos T, P y N se han tomado a ambos lados del nodo.
La posición de nuestro satélite en luna llena se va separando cada vez más del nodo en los sucesivos eclipses (unos 5º) porque la Tierra se encuentra en diferente lugar de su órbita (de un eclipse a otro unos 5º en sentido directo ), pero sobre todo porque la línea de los nodos va girando (unos 10º en sentido retrógrado -como las agujas del reloj-). 

Se han representado las situaciones (A, B, C, D, E) cada 6 lunaciones, una más (X) en el caso de la excepción de eclipse tras solo 5, y la siguiente (Y) otra vez 6 después.

En A la Luna está justo en el nodo y se produce un eclipse total, lo mismo que en B, donde ya se ha separado un poco (del otro nodo). En C será total o quizás parcial (depende de las posiciones del perigeo y perihelio), en D será penumbral y en E quizás ya no habrá eclipse (podría haberlo penumbral –caso trío-). 
Pero antes en X, 5 lunaciones después de E, hay eclipse penumbral porque se ha acercado al nodo por el otro lado. Ahí, en X ocurre el salto de las 5 lunaciones. El siguiente eclipse en Y, 6 lunaciones después de (después de E) será también penumbral.
Dependiendo de que en E haya eclipse o no, la uniformidad de los 6 seguirá la secuencia 5-1-5 o solamente 5. (ver el gráfico de la década)
Este proceso (de A a X, o de A a E) representa solo la mitad de un ciclo. Antes de A las situaciones serían simétricas.

En este último gráfico, aunque las distancias y tamaños tampoco están a escala, la separación angular entre las distintas posiciones y las sucesivas orientaciones de la línea de los nodos corresponden, con bastante aproximación, a los valores reales.