Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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domingo, 3 de mayo de 2020

Venus muestra su imagen más atractiva antes de despedirse, pero solo para mayores

En el mejor momento para observar al segundo planeta, llega en España la ansiada desescalada del confinamiento y ya no hace falta tener una ventana hacia el Oeste. Aunque vivas en un primer piso interior y no veas nada de cielo por tu angosto patio, ahora podrás ver a Venus mostrando una fina fase como una lunita
Coge los prismáticos y a partir de la puesta de sol (aquí los adultos podemos salir a pasear entre las 20 y las 23 horas) aprovecha para fisgar a Venus, justo en su mejor  momento. 

No conozco cómo está la situación en otros países, pero espero y deseo que en gran parte de ellos también se pueda salir a la calle y aprovechar.

Por supuesto, si tienes telescopio, disfruta de la imagen todos los crepúsculos vespertinos en que las nubes no te lo impidan.

Si sueles mirar el cielo, seguro que no hace falta que te indiquen dónde está Venus. Pero si no es así, está muy fácil: En cuanto empiece a oscurecer y hasta 3 horas después de la puesta de Sol (desde el hemisferio Sur este margen es ahora de solo 90 minutos y en ambos hemisferios e va a ir reduciendo drásticamente a lo largo del mes de mayo) ese astro brillantísimo que aparece hacia el Oeste o NorOeste, que parece la estrella más brillante del cielo.

Montaje para representar aproximadamente cómo podría verse Venus:
A) Estos días a través de un telescopio (con muchos aumentos e imagen invertida) se ve espectacular
B) Con unos prismáticos, aunque pequeño, se aprecia muy bien la fase.
He utilizado imágenes que obtuve el 27 de abril y el 3 de mayo

Evolución de la fase de Venus

Además del atractivo que tiene la visión de Venus como astro más destacado de nuestro cielo después del Sol y la Luna (tal como recogí en “La estrella de este invierno …”), sin duda lo más llamativo son sus fases, aunque solo se pueden apreciar con ayuda óptica de un telescopio o, precisamente ahora, en el periodo más espectacular durante 3 o 4 semanas del ciclo de más de 9 meses, también con prismáticos.

Al igual que la Luna, el segundo planeta también tiene fases, que cambian según la zona iluminada por el Sol y la que vemos desde aquí. Pero su evolución es muy diferente y solo son claramente apreciables durante un periodo de tiempo relativamente corto.

Algunas imágenes que he obtenido, comparadas con la que presentó durante los primeros meses de su aparición vespertina y la que teóricamente tendrá los últimos días de la misma:
Todas las representaciones están a la misma escala. La primera y la última (practicamente imposibles de obtener por estar junto al Sol) están dibujadas
Aunque en las imágenes que he obtenido a través del telescopio aparecía invertido, las he dado la vuelta para mostrarlas como se hubieran visto directamente.

Pensé publicar este artículo una vez finalizado el ciclo, recogiendo las fotos más espectaculares. Habría quedado más riguroso y bonito, pero he preferido anunciarlo ahora para que la gente pueda observarlo.
Seguiré actualizándolo

Diferencias con las fases de la Luna

De  las fotografías anteriores se deducen varias circunstancias:
Por un lado la orientación de la imagen: Si vista desde el hemisferio norte la Luna menguante tiene forma de letra C (y la creciente de D), Venus es al revés, y ahora que tiene la curvatura a la derecha como una letra D, está menguando.
Desde el hemisferio Sur todo al contrario.

Por otra parte, mientras que en la Luna la duración de cada una de las fases (la Luna llena, nueva y los cuartos) es muy similar, en Venus no: De la fase llena a cuarto menguante pasan unos 7 meses (en el presente ciclo desde el 15 de agosto de 2019 hasta el pasado 26 de marzo, y de cuarto menguante a nueva (o casi nueva, porque a veces queda un finísimo arco y no desaparece del todo) poco más de 2 meses, concretamente eso ocurrirá el próximo 3 de junio.

Además, dependiendo de la fase el tamaño varía mucho: En la Luna solo a veces se ve con un diámetro 14% más grande que otras (tomando los valores extremos) y este cambio de tamaño no está relacionado con la fase. En Venus si: Siempre cuando nos presenta todo el disco iluminado el tamaño aparente es el mínimo, y según va menguando la fase ese tamaño aumenta enormemente.

Todo ello es debido a las posiciones que ocupa Venus respecto a nuestro planeta, como se puede apreciar en este gráfico:
Posiciones de Venus respecto a la Tierra, junto a la fase y el tamaño aparente que observamos desde aquí.
Aunque evidentemente el tamaño de los astros y las órbitas no están a la misma escala, las 4 representaciones de su visión desde aquí sí lo están entre ellas.

También Mercurio tiene una mecánica de fases similar, pero son muchísimo más difícil de apreciar, al igual que el propio planeta. Galileo enseguida dedujo que Mercurio también tendría fases, pero su observación no estaba al alcance de su primitivo telescopio.



¡CUIDADO!
Como he dicho más de una vez, Venus puede verse en pleno día, y conociendo aproximadamente su elongación o mejor sus coordenadas horizontales (su acimut y altura) ayudado por unos prismáticos, barriendo la zona, puede localizarse fácilmente. Bajando luego en vertical hasta el horizonte y tomando una referencia concreta, puede intentarse después a simple vista.
Ahora incluso, es más atractivo olvidarse de ese objetivo y eliminar el último paso, porque en estas 2 o 3 semanas el espectáculo no estará en pillarlo in fraganti de día, sino en cotillear su fase.

Pero este método para verlo de día ahora puede estar CONTRAINDICADO E INCLUSO SER PELIGROSO.


Debido a que Venus ya se va a situar cercano angularmente al Sol, en esa búsqueda es muy fácil que nos topemos con el astro rey y el efecto de las lentes  podrían ser FATALES PARA NUESTRA VISTA.
Por eso, aunque ahora cada vez es más reducido el intervalo de tiempo desde la puesta de Sol hasta la de Venus, si n o somos expertos debemos esperar a que el Sol se ponga para proteger nuestra salud ocular.
No obstante, aunque solo sea para recordar viejos tiempos y la evolución de los instrumentos, en el anexo recojo mi experiencia en este tema utilizando el telescopio.


El título del post.
De acuerdo. Utilizo títulos llamativos, pero eso lo hace todo el mundo que quiera que alguien le lea. Pero intento que siempre estén justificados y sean rigurosamente correctos.

En este caso la coletilla final suena a doble sentido, como otras muchas frases, según la interpretación que se les quiera dar.

Porque todo esto es solo para mayores de 14 años, al menos en España donde son esos a los que se les acaba de abrir la posibilidad de salir de casa de 20 a 23 horas, precisamente cuando podemos ver a Venus.
Los niños no, porque a las 18 horas tienen que volver a casa. Pero ellos tendrán otras muchas oportunidades, la primera dentro de 19 meses cuando la situación se repita y esperemos que no haya restricciones para salir de casa. Por eso, como dice el título del post estas sesiones son solo “para mayores” de 14.

Si tienes algún niño que quiera ver la fase de Venus con los prismáticos, no te queda más remedio que buscar una ventana con la orientación adecuada, aunque es posible que la  mayoría de la gente no la tenga. Una vez que lo tengas localizado y antes de enseñárselo deberías fijarlos en un trípode porque si no, a él le costaría encontrarlo. Pero tiene toda la vida por delante y la oportunidad, si sigue interesado en el tema, de ver otras situaciones similares.



Localización segura de Venus de día con un telescopio

Si tenemos un telescopio, por supuesto nos podemos olvidar de los consejos que he dado y de los prismáticos porque las imágenes nítidas y de gran tamaño que Venus nos ofrecerá a través de cualquier ocular, serán magníficas.

Utilizando adecuadamente los métodos de búsqueda del telescopio podemos localizarlo y verlo de día sin el problema de que el Sol se cuele accidentalmente en el ocular. Recuerdo que cuando no existían las monturas computerizadas, normalmente yo conseguía encontrarlo casi siempre después de varios intentos, pero ahora disponiendo de ellas no hay ningún problema, con solo comprobar previamente la nivelación correcta de la montura e introducirle los parámetros de tiempo y lugar, poniéndolo en estación con el Sol. ¡Cuidado! En este proceso previo nunca mirar por el ocular si no tenemos un filtro solar, sino por proyección.

Aunque casi siempre sale “a la primera”, no dejo de sentir un punto de euforia o admiración cuando, después de ordenarle que vaya a Venus, el telescopio comienza a moverse solo, se detiene, miro por el ocular y ¡Ahí está el segundo planeta! Destacando con su brillo sobre el cielo de día, y en estas fechas luciendo su imagen más atractiva.


Recuerdo que ya hace muchos años, utilizando una montura ecuatorial ponía en estación el telescopio a partir de la posición del Sol o de la Luna durante los días en que (según la fase) ésta era fácilmente localizable y estaba más cercana a Venus, y con las coordenadas de éstos y del planeta, lo encontraba. 
No siempre al primer intento porque la puesta en estación (orientación exacta según el eje terrestre) en pleno día y sin tenerlo en una ubicación fija, no era fácil y tuve que aprender algunos trucos: El Sol lo colocaba fácil en la pantalla proyectado por el ocular, pero si no coincidía exactamente la declinación y A.R. del telescopio con lo que me decían las efemérides, era porque no lo tenía perfectamente orientado y había que ir girando la montura en azimut hasta que coincidiera.

Las fases de Venus, argumento clave para el sistema heliocéntrico.

Como parece que fue Galileo quien primero utilizó un telescopio para observar el cielo, fue él quien descubrió, aparte de otras muchas cosas, que el segundo planeta presentaba fases, y junto al hallazgo de los 4 satélite que no giraban en torno a la Tierra sino alrededor de Júpiter, la evolución de las fases de Venus dejaba claro que el sistema geocéntrico era incorrecto.

De hecho fue esta la principal prueba que confirmaba su aceptación previa del sistema Copernicano del que antes no se atrevió a defenderlo públicamente porque solo tenía indicios indirectos.


Según el sistema geocéntrico, representado en la imagen, tanto en las proximidades de las posiciones 1 y 3 (en ambas conjunciones con el Sol), Venus debería mostrar una fase muy fina, y desde aquí en ningún momento del recorrido por su epiciclo sería posible ver más del 50% de su superficie iluminada. 
Las observaciones nos muestran que en las proximidades de la posición 3 se ve el disco completo y que las fases recorren todos los porcentajes, siendo en la mayoría de las fechas de una entidad imposible según el esquema geocéntrico pero perfectamente de acuerdo con lo que podría esperarse del sistema heliocéntrico.

Desde principios de 1610 Galileo dispuso de un instrumento con mucha mayor calidad que los que había elaborado anteriormente y que le proporcionaba 30 aumentos. Si en las primeras semanas de ese año se centró en la observación de los satélites de Júpiter, tuvo mucha suerte con Venus porque en mayo el segundo planeta tuvo su conjunción superior, y como consecuencia unas semanas después de ella el comienzo de su aparición vespertina, y Galileo pudo observar toda la evolución de su fase y su tamaño aparente.

El 17 de diciembre la fase ya estaba en un 50%, lo que podríamos llamar el cuarto menguante, y vio como los días siguientes seguía menguando con un aspecto “cornudo”. Pero incluso antes de eso, concretamente el día 11, con suficientes indicios, algo de miedo a equivocarse pero también a que alguien le quitara la primicia, envió un mensaje cifrado a Giuliano de Médici “conteniendo un poderoso argumento a favor de la constitución copernicana”, añadiendo que “A su debido tiempo publicaré su descifrado y otros particulares

Pero una vez comprobado que todo continuaba como él suponía, Venus mostraba ya una fase inferior al 50%  y no pudiendo reprimir la emoción de su hallazgo, el 30 de diciembre le envió una carta a Cristóforo Clavio narrando en detalle el proceso “que he observado en Venus de tres meses a esta parte”, y augurando lo que ocurriría en el futuro con gran precisión “Comienza ahora a tornase en una figura notablemente cornuda, e irá menguando así mientras que sea vespertina, y a su debido tiempo la veremos matutina con sus cuernecillos sutilísimos y apartados del Sol” y siguió con la descripción de lo que seguiría ocurriendo con la fase y el tamaño aparente, durante toda la futura aparición matutina.

Añadió luego frases vehementes fruto sin duda de la emoción de su descubrimiento, como “Tengo el modo de verla tan clara, tan pura y delimitada, como vemos la propia Luna con la visión natural, y la veo con un diámetro igual al radio de la Luna a simple vista. He aquí, señor mío, aclarado cómo Venus (e indudablemente lo mismo hará Mercurio) va en torno al Sol, centro sin duda alguna de las máximas revoluciones de todos los planetas
Yo también la ví desde mi balcón, de la misma manera que describe Galileo: Composición de dos imágenes del día 27, con la Luna y Venus (éste ampliado por telescopio) mostrando casi la misma fase, aunque la del satélite esté creciendo y la del planeta menguando. 
Yo le puse a mi telescopio el doble de aumentos que Galileo (los mínimos que me permiten mi equipo con focal 1500 y ocular de 25) y por eso el diámetro de Venus lo veía igual al diámetro (no al radio) de la Luna.


Solo 2 días después, el 1 de enero de 1611, volvió a escribir a Giuliano de Médici porque “Ya es hora de que descifre las letras transpuestas … ya que estoy completamente seguro de la verdad del hecho

Los textos y datos de la historia están tomados del libro “El mensaje y el mensajero sideral” que recoge textos originales escritos por Galileo y Kepler.
 Una auténtica joya (tal como se deduce de su estado) y su autor principal.

Estamos en esta fase, dentro del proceso de la evolución de la fase de Venus, en que Galileo debió sentirse eufórico porque todas sus previsiones se iban confirmando. Es el momento de coger nuestro telescopio o prismáticos e imaginarnos dentro del cuerpo y el espíritu del sabio florentino y revivir su emoción.

domingo, 15 de marzo de 2020

Coronavirus. Quedarse en casa y disfrutar de los astros


La luna desde la ventana. Esta misma mañana, poco antes de ponerse ya avanzado el día.
Estos días tenía previsto fijar mi atención en la conjunción de la madrugada del día 18. Desde hace meses había hecho planes planes para desplazarme a mi observatorio veraniego a 250 kilómetros de casa, en una región con cielos habitualmente más limpios de nubes y sin contaminación lumínica, y ya estaba consultando las previsiones meteorológicas.

Sin embargo, algo me ha impedido llevar a cabo estos planes, y tú ya sabes lo que es.
El dichoso coronavirus y la restricción de movimientos nos ha obligado todos a quedarnos en casa y a buscar nuevas maneras de pasar el rato. Quizás a muchos los anime a mirar el cielo desde la ventana de casa y descubran algo nuevo en lo que no se habían fijado, o sobre todo, a encontrar un nuevo significado a muchas cosas.

A modo de ejemplo voy a poner ahora una serie de imágenes que estoy obteniendo desde mi casa, que por cierto, está situada dentro de una población de unos 400.000 habitantes, como es Bilbao, y no precisamente en el extrarradio, por lo que las condiciones no son las más edecuadas.


Desde mi casa:

Miércoles 11
Aunque el número de infectados del coronavirus iba en claro aumento, todavía no había surgido la psicosis. El día comenzó con el regalo de una preciosa imagen de la Luna casi llena sobre la niebla baja, aunque también podría buscársele un aspecto siniestro.
La Luna al alba. La niebla baja, y los pájaros merodeando la Torre parecen anunciar algo irreal...
... Como cuando parece incrustarse
Jueves 12
En el País Vasco ya ha surgido la alarma al decretarse el cierre de los centros escolares. Se extiende el lema “QUÉDATE EN CASA”

Desde casa, descubriendo los secretos ocultos de Venus, el lucero vespertino que, como el coronavirus, esconde una imagen sorprendente al verlo ampliado en detalle.

Venus muestra su clara fase en una imagen obtenida a través del telescopio en pleno día, cuando su altura es suficiente para minimizar los efectos de la refracción. El fondo (y toda la imagen) aparece oscurecido para obtener un mayor contraste y definición en la imagen de Venus.
Viernes 13
 Esto ya es una locura y los mandatarios no se ponen de acuerdo. Lo que ha ocurrido con las directrices dadas por el lehendakari del gobierno vasco y las órdenes de su departamento de educación, contradiciéndose, rectificando luego sin reconocer su error y escurriendo el bulto, son de auténtico esperpento.  


Venus aparece impresionante en el limpio cielo crepuscular de Bilbao.
Sábado 14
Estado de Alarma. Todo el día en casa, magnífico cielo, foto-foto-foto...

La imposible imagen del Sol, insertado en la estela de un avión, junto a la siniestra silueta de la torre.


El Sol, después de esconderse tras los cristales...

... Se pone en un ocaso espectacular y que por las sensaciones anímicas alguien pudo pensar que “apocalíptico”
 Y el Sol se fue ... pero al día siguiente iba a volver a salir. 
Venus, al finalizar su diaria función crepuscular también se esconde, agazapándose tras el telón de los árboles del horizonte:
Puesta de Venus tras el estado de alarma.

Domingo 15
Todos nos despertamos como incrédulos después de una pesadilla, mientras la Luna, fantasmagórica, se despide entre rejas, aunque los atrapados sin poder salir seamos los del otro lado.
Se intuye todavía la Luna desde dentro del balcón, detrás de la persiana,...


Desde la ventana.

Me imagino lo que estarás pensando “yo no tengo la suerte de tener en casa una ubicación como la tuya” (la ventana mágica como la describió mi colega y amiga Kruchi), y además los días que haga mal tiempo, …
Respeto a esto último habrá de todo, y aunque acaba de llegar un frente, vuelven a anunciar cielos despejados en pocos días, al menos en mi zona.

Bueno, siempre hay opciones, y casi desde cualquier sitio se puede disfrutar del cielo. Aunque desde tus ventanas solo puedas observar un pequeño trocito de cielo asomándote y retorciendo el cuello, te aseguro que lo que descubras puede ser muy gratificante. ¡Gracias a ello me metí yo en este apasionante mundo de la astronomía!


Aunque para hacer observaciones en buenas condiciones no es adecuado por la turbulencia que se crea en la ventana, también colocando el telescopio dentro de casa se puede disfrutar.
Por supuesto, he colocado el telescopio ahí solo para la foto, pero para observar lo saco a la terraza, donde tampoco pillaré ni contagiaré el coronavirus. Para otras orientaciones sí utilizo otras ventanas de casa sin terraza.
En el post “40 años mirando el cielo ... “ narré la rocambolesca manera que entré en contacto con los astros, hace ya más de 4 décadas. Pero la continuación, lo que me dejó enganchado lo pude ir descubriendo desde la ventana de la cocina de la casa donde vivía entonces, un piso interior con todas las ventanas que daban a patio, pero desde la que se veía una porción de cielo.
Ese pequeño trozo fue ideal en mi aprendizaje de constelaciones y evolución del cielo con el paso de los meses.
Algo así veía por mi ventana en aquella época
Cuando en una observación pública señalamos y enseñamos las diferentes constelaciones, todas seguidas, percibo en la mayoría de quienes acuden una sensación de impotencia “Pero tú porque ya te las sabes todas. Para mí será imposible el irlas aprendiendo”. Aunque les digas que de golpe no es posible, que hay que hacerlo poco a poco, la tarea suele parecerles difícil.

Puede parecer paradójico, pero a mí al principio me ayudó mucho el poder ver solo una pequeña porción de cielo y con una gran contaminación lumínica que solamente me permitía apreciar las estrellas más brillantes, que eran las más gordas en mi planisferio, y así no había duda.
Recuerdo como a principio del curso podía ver desde allí la estrella Arturo y, cuando los cielos eran limpios y la luminosidad de los Altos Hornos no era excesiva, algunas de las estrellitas de su entorno. Fui viendo luego cómo Vega, Altair y Deneb le cogían el relevo, más tarde fue Aldebarán, Capella, las estrellas de Orión, …

Recuerdo también que cuando fui luego de vacaciones al pueblo me costó reconocer lo que ya me sabía de memoria, ante la gran cantidad de estrellas de aquel cielo tan extraordinario y enorme pero sin "mis referencias"; y estoy convencido que esas "malas" condiciones en que empecé con la astronomía fueron claves para el éxito, aunque fuese una tarea realizada poco a poco, mes a mes, repasando y sin agobios. Esperemos que el aislamiento por el coronavirus no dure tanto.

*** Por cierto, si tienes una ventana con orientación SurEste (también podría servir Este o Sur), por la que se vea un trozo de cielo, te aconsejo madrugar estos próximos días 18, 19, 20 e incluso el 21. Y ello aunque a causa del teletrabajo hayas retrasado la hora de levantarte. Si encuentras un cielo despejado antes de amanecer, el espectáculo de la Luna visitando tres planetas (o incluso 4) será grandioso.

Iniciativas para pasar el tiempo en casa.

Seguro que tienes por ahí muchos libros, revistas, referencias de vídeos, podcast, artículos de este y otros blogs, ... guardados a la espera de tener tiempo, un tiempo que nunca llegaba. Pues ya está aquí.

- Desde el planetario de Pamplona se lanza esta interesante campaña. Todo lo malo puede tener su parte buena.

- Al igual que otras editoriales, museos, etc. La revista ASTRONOMIA también ofrece la descarga gratuita de varios números, donde tendrás buenos ratos de lectura sobre los astros:  En este enlace aparece la información.

- Además en estos momentos en que muchos de nuestros compañeros de afición también están con tiempo libre, sin poder salir, es más fácil que nos dediquemos simultáneamente a nuestros temas, y recojo dos ejemplos que me han ocurrido hoy y ayer. Pueden parecer solo anécdotas personales que a nadie deberían importarle, pero son indicativas de estas "relaciones" que podemos estrechar ahora.

   * Ante el intento de hacer una observación solar, alguien pide consejo, vía grupo de whatsapp, sobre la manera de orientar el telescopio, lo que da lugar a una rica conversación, opiniones y diálogo en directo.
-          No consigo colocarlo … y encima no podemos reunirnos por el p. coronavirus.
-          No importa. Voy a poner el mío y trabajamos en paralelo.
Diálogo en directo con fotos, opiniones, pegas, dudas, propuestas, …
Una experiencia preciosa.

   * Aunque sea solo una anécdota, cuento ésto otro porque está relacionado con la movida del coronavirus y con la astronomía:
Una compañera recibe una foto de un amigo (según dice él, realizada desde su casa “ahora mismo”) donde la policía parece que va conminar a un grupo de jóvenes que pasaban de los consejos de quedarse en casa y no formar grupos. Aparece la duda de si es una broma utilizando una imagen de cualquier otro día, y me pide (por supuesto por vía telemática) que compruebe si por medio de las sombras se puede averiguar el  momento en que se obtuvo:

Calculo la altura y el azimut del Sol en el momento en que supuestamente se obtuvo la foto (33º y 227º respectivamente) lo que daría unas sombras de longitud una vez y media la altura del objeto (aproximadamente) y una orientación casi clavada Noroeste.

Efectivamente, la sombra de la papelera (que casualmente está perpendicular a la dirección de la toma y eso simplifica mucho los cálculos de su tamaño real) tiene la longitud adecuada y una vez comprobada la ubicación exacta por medio de Google-maps, la dirección de las sombras también coincide. Disfruté un montón investigando y calculando.

Solo en dos momentos del año se producen esas circunstancias (aunque los días contiguos a la misma hora sean parecidas) por lo que teniendo en cuenta que el fotógrafo no es experto como para haber trampeado la situación, se concluye casi con total seguridad que no ha habido engaño y que ese grupo de jóvenes son unos inconscientes por estar ahí de esa manera en estas fechas.

No lo seas tú y, si no es imprescindibles salir, QUÉDATE EN CASA.

jueves, 12 de diciembre de 2019

Dos lluvias de meteoros muy destacadas y poco observadas

Las lluvias de estrellas fugaces, o meteoros, son unos de los fenómenos astronómicos de los que más se suele hablar tanto en los medios de comunicación como por la gente en general. Pero normalmente son las Perseidas (las “lágrimas de San Lorenzo” de agosto), las más nombradas y las más observadas. Es lógico porque ocurren en un periodo de vacaciones para gran parte de la población, y en época de buena temperatura en el hemisferio norte que permite pasar horas tumbado mirando el cielo.
Trayectoria de una espectacular perseida que pude ver y capturar el 13 de agosto de este año
Sin embargo no son las mejores. Precisamente ahora, con un intervalo de 3 semanas van a poderse observar otras dos lluvias, que habitualmente producen mayor número de meteoros que la famosa lluvia de agosto. Ya están aquí las Gemínidas, y aún en periodo navideño llegarán las Cuadrántidas. Para muchos, éstas si, las dos mejores del año.

Pero ambas tienen el problema del frío. A ver quien se atreve con estas temperaturas a tumbarse en el suelo al raso y quedarse observando durante un buen rato.
Podría pensarse que si a los habitantes del hemisferio Norte nos pilla mal, en el Sur, con el comienzo del verano será ideal. Pero no. Tal como se puede ver en los gráficos que aparecen en el anexo, los meteoros “vienen” del norte, según la trayectoria del astro generador. (Los astrónomos con un lenguaje técnico y poco comprensible por el público decimos que sus radiantes tienen una alta declinación Norte, como si esa fuera la clave en vez de la consecuencia) y por ello desde el hemisferio Sur se verán muchos menos.

Pero si eres una de esas personas que no se arredran ante el frío y están dispuestas a todo para ver un buen espectáculo, antes de seguir debo darte los datos concretos que te interesan: Aunque los días cercanos también se verán, el mejor momento para observar las Gemínidas este año 2019 será la noche del 13 al 14 de diciembre, y las Cuadrántidas la noche del 3 al 4 de enero ya de madrugada (quizás tambien la siguiente según alguna predicción). Este año tenemos suerte, porque en ambos casos se trata de la noche del viernes al sábado, y la mayoría de la gente puede acostarse tarde,  después del espectáculo, porque no tiene luego que ir a trabajar.


El factor de la fase lunar y la molestia de su luz no nos ayudará con las Gemínidas porque al estar menguando pero casi llena nos obligará a comenzar observar al principio de la noche, que si bien a muchos les parecerá el momento más cómodo, nos dificultará la observación en las horas en que teóricamente podrían verse mayor número de meteoros, aunque el gran brillo de muchos de ellos permitiría verlos aún con la Luna casi llena y alta en el cielo.

Afortunadamente el otro caso es diferente:

miércoles, 6 de noviembre de 2019

El primer planeta se pasea por delante del Sol


El fenómeno, horas, lugares, y su observación.
  
Este próximo lunes, el 11 de noviembre de 2019, se produce un fenómeno astronómico poco frecuente del que ya se está hablando en muchos lugares: Un “tránsito de Mercurio”.
Visto desde la Tierra, el planeta más pequeño de nuestro sistema pasará por delante del disco solar, atravesándolo  lentamente en el transcurso de varias horas.

Algo mucho menos frecuente que un eclipse o que una lluvia de estrellas fugaces, por citar dos acontecimientos celestes que también suelen anunciarse y mucha gente, picada por la curiosidad, intenta observar.
Imagen obtenida en el último tránsito de Mercurio, el  9-5-2016, proyectándolo en un Solarscope, instrumento idóneo para la observación de este fenómeno por el público en general.
Pero a diferencia de esos otros fenómenos que he citado, en este caso nadie que no haya oído previamente la noticia se enterará de que está ocurriendo, porque no es algo que se pueda observar con solo levantar la vista al cielo. Incluso aunque se haya informado de lo que ocurre, y a pesar de que  el fenómeno tiene una larga duración no podrá ver nada, si no se ha provisto de los medios de observación adecuados, aparte de alguna transmisión por internet, por ejemplo aquí: http://www.sky-live.tv/ 

Pero de esa manera, o en alguna observación pública dirigida por “expertos”, podría verse una curiosa imagen: un puntito negro, moviéndose muy despacito por delante del Sol desde las 13:35 (Hora Central Europea, 12:35 T.U.) hasta las 18:04 (17:04 T.U.). Dentro de ese horario, en todos los lugares que sea de día.
No obstante, dado el pequeño tamaño aparente de Mercurio y la lenta evolución del fenómeno, habrá que esperar al menos un par de minutos para que se aprecie claramente que ese puntito oscuro ha entrado en el círculo del Sol. 

Las horas que se han dado prácticamente son válidas en cualquier lugar porque los tránsitos de Mercurio se observan casi simultáneamente desde todos los puntos de la Tierra en que sea de día, a diferencia de los de Venus; donde debido al paralaje (diferente perspectiva según el lugar de observación) puede haber unos cuantos minutos de diferencia. Esto es debido a que, cuando están en tránsito, Venus pasa mucho más cerca de la Tierra que Mercurio, como se ilustra en este gráfico:


En este gráfico explicativo esquemático se aprecia la diferencia en las  distintas posiciones de Venus y Mercurio dentro del disco solar, vistas desde dos lugares distintos de la Tierra. 

En realidad las diferencias son mucho menores, e incluso en el caso de Mercurio casi inapreciables, porque aunque se han mantenido las proporciones en las distancias, los tamaños de los planetas se han representado cientos de veces más grandes de la realidad a esta escala, y los puntos A y B estarían muchísimo más próximos.
Por lo tanto las zonas desde las que podrá verse el fenómeno coinciden con las que durante parte o todo ese tiempo sea de día: Desde Europa no se podrá observar el tránsito completo porque el Sol se ocultará antes del final, pero desde las islas más occidentales de Canarias, toda América central y del Sur se verá completo, y también desde la zona oriental de Norteamérica. En la zona occidental, podrá verse el final del tránsito, por la mañana, a medida que el Sol sale y va tomando altura.
Un detalle: En la pequeña zona triangular que cubre parte de Groenlandia la duración del día es muy breve en estas fechas, cuando amanezca ya habrá empezado el tránsito y cuando el Sol se ponga aún no habrá acabado.

Debemos intentar aprovechar la ocasión porque el siguiente tránsito de Mercurio no ocurrirá hasta 2032 y en cada siglo solo se ven una media de 13.
El anterior fue hace solo 3 años y medio, en mayo de 2016, como he puesto en el pie de la primera imagen, cuando ya este blog estaba en marcha, y le dediqué un extenso y completo artículo que puedes leer aquí: “Mercurio en tránsito” 

Como casi todo lo que allí recogí es válido también ahora (excepto horarios, mapas y trayectorias), si realmente te interesa el tema te aconsejo que lo leas, porque como no tiene sentido repetirlo todo, ahora solo volveré a citar algún aspecto clave, además de actualizar los datos concretos de este tránsito.

Pero lo más importante: Hay que observarlo con mucho cuidado para no dañar la vista. En el artículo que acabo de referir puedes ver los detalles pero, por si acaso, reitero aquí que el método más adecuado es un sencillo y muy asequible aparato llamado Solarscope, o por proyección mediante prismáticos o telescopio, pero nunca mirándolo directamente por el ocular o el visor, que podría provocar ceguera permanente.
Observación del tránsito de 2016 desde el colegio Trueba de Bilbao, organizado por la AAV.
En primer término, mirando en un Solarscope, y al fondo proyectado en el suelo mediante unos prismáticos. Si se utiliza este método hay que estar vigilando para que nadie mire directamente.
Si utilizas las clásicas gafas de eclipse para proteger tu vista, no llegarás a apreciar el pequeño puntito que es Mercurio. Bueno, a no ser que tengas una vista excepcional.

Por qué y cuándo ocurren los tránsitos.
  
Podría pensarse que es un fenómeno relativamente frecuente porque como Mercurio se mueve mucho más rápidamente que la Tierra, completando una vuelta alrededor del Sol en 88 días, aproximadamente cada 4 meses adelanta a la Tierra (en lo que los astrónomos llamamos “conjunción inferior”), y si las órbitas de ambos planetas estuviesen en el mismo plano, en todas estas ocasiones se produciría un tránsito.
Gráfico “en planta” de las órbitas de la Tierra y Mercurio y sus posiciones el 11-11-19 y en la siguiente conjunción inferior el 26-2-20
Nota: Lo de los mencionados “aproximadamente 4 meses” (en realidad 116 días), de una conjunción inferior a la siguiente es solo la media, pero es muy variable (en este caso solo 107 días) debido a la excentricidad orbital, y como consecuencia la variable velocidad, del primer planeta.     

Pero no se producen tantos tránsitos, ni muchísimo menos,  porque hay que tener en cuenta las 3 dimensiones ya que la órbita de Mercurio está inclinada 7º respecto a la de la Tierra, y cuando debería pasar por delante del Sol al adelantar a nuestro planeta, en realidad lo suele hacer por arriba o por abajo, respecto a nuestra visual.
Solo si la alineación de los tres astros (en el momento este "adelantamiento") se produce en la línea de corte de los dos planos orbitales (llamada línea de los nodos), o muy cerca de ella veremos pasar a Mercurio por el interior del disco solar y se producirá el tránsito. 

La Tierra se sitúa en esos nodos el 10 de noviembre y el 8 de mayo (+/- 1 día según la proximidad del año bisiesto), y por eso solamente en fechas próximas a esos días puede ocurrir este fenómeno.

Para no complicar ahora el tema, y hacerlo más ligero, paso al anexo del rombo "Si quieres saber más" una explicación más detallada de la situación tridimensional y sus consecuencias.


Trayectoria aparente y real de Mercurio por el disco solar.
  
Si tenemos la suerte de que las nubes nos dejen observar gran parte del tiempo durante el que se produce el transito y nos fijamos con detalle o anotamos la posición de Mercurio dentro del disco solar, seguramente nos sorprenderá su trayectoria, que desde Bilbao (43ºN 3ºW) será exactamente como aparece en este gráfico, y no es una línea recta como en principio pudiera pensarse.
Posiciones de Mercurio cada 20 minutos. Se indica con una línea quebrada el final de la observación desde Bilbao, debido a la puesta del Sol.
Desde otros puntos de la península Ibérica será muy similar:
- En Galicia se verá un poco más tiempo y en Cataluña y Baleares algo menos, de acuerdo con la hora de puesta del Sol.
- Canarias vuelven a ser las islas afortunadas, Excepto en Lanzarote y Fuerteventura el Sol se pondrá cuando Mercurio esté  punto de abandonar su disco, desde las costas occidentales de Gran Canaria y Tenerife se vería completo, si no hay bruma en el horizonte marino, gracias al fenómeno de la refracción; y desde las pequeñas islas de La Palma, Hierro y Gomera la situación será aún mejor.

La curiosa trayectoria curva que se aprecia en el gráfico anterior es debida a que la orientación del Sol (la inclinación de la eclíptica) respecto a nuestro horizonte va cambiando a lo largo de las horas. Como es un disco redondo no lo notamos, pero si calculamos y fijamos la posición de la eclíptica, las trayectorias de éste tránsito y del anterior (mayo de 2016) serían las siguientes, lógicamente rectas:




En esta ocasión (11-11-19) Mercurio pasa por el nodo ascendente durante el tránsito, mientras que en 2016 pasó por el nodo descendente antes de comenzar el tránsito y por ello la duración del fenómeno fue algo inferior, ya que no atravesó el disco solar de pleno, cerca del centro, como casi lo hace ahora

Desde lugares de Europa situados más al Este la principal diferencia es que acabará antes, porque antes se produce la puesta de Sol.

Como he dicho arriba, desde América la situación es mucho mejor. Pongo dos ejemplos de la trayectoria aparente de Mercurio con referencia al horizonte de Buenos Aires y Ciudad de México, en esta última amanece poco después e comenzado el tránsito:



El motivo de estas extrañas trayectorias lo expliqué con detalle en el mencionado artículo relativo al tránsito de mayo de 2016, referenciado antes.




Geometría de los tránsitos y consecuencias



El tránsito puede producirse, tal como se ha dicho antes, si la conjunción inferior ocurre durante su paso por el nodo o en momentos próximos.
Hay un margen más amplio (+/- 4 dias) en las proximidades del nodo ascendente (el 10 o 11 de noviembre) que del descendente (el 7 o el 8 de mayo). Consecuencia inmediata de ello es que sus tránsitos en noviembre son dos veces más frecuentes que en mayo.

Esto último es debido a la excentricidad de la órbita del primer planeta y la orientación del eje mayor de esa órbita respeto a nuestras fechas: en las conjunciones inferiores de noviembre Mercurio está más lejos de la Tierra (como se puede apreciar en el gráfico de las órbitas en planta), y su separación angular respecto al Sol “por arriba o por abajo” serán menores, vistas desde nuestro planeta.

Por el mismo motivo en los tránsitos de noviembre el tamaño angular de Mercurio es menor que en los de mayo. Concretamente, el pequeño disco de Mercurio se verá ahora (como siempre que el tránsito es en noviembre) con un diámetro de apenas 10´´ (10 segundos de arco) es decir casi 200 veces más pequeño que del Sol, mientras que en mayo, son unos 12.5”, unas 160 veces menor que el disco solar.



Detalle de un momento del tránsito de Mercurio en mayo de 2016, cerca del borde del disco solar, donde se aprecia el pequeño tamaño del planeta, comparadolo con la curvatura del Sol.






   
Otros tránsitos

En general se llama tránsito al paso de un astro delante de otro, siendo el primero de un tamaño menor que el segundo e incluso visto desde aquí bastante menor. En cierta forma podría considerarse un fenómeno similar a un eclipse de Sol, y más concretamente a un eclipse anular, pero donde el astro que pasa por delante es mucho más pequeño.
Un eclipse anular podría considerarse un "tránsito" tomando el sentido más amplio del término, ya que la Luna se ve toda ella incluída en el disco solar, como en esta imagen tomada desde Getafe el día 3-10-2005. 

- El caso más similar al tránsito de Mercurio, es el de Venus. Es más fácilmente observable y más llamativo porque el tamaño aparente del segundo planeta es mucho mayor que el primero. Además de ser más grande, lo vemos desde más cerca. Pero después de los últimos tránsitos de Venus que ocurrieron en 2004 y 2012 nosotros no veremos más porque el siguiente es en 2117.
Imagen obtenida en un Solarscope el 8-6-2004 desde el Instituto "Ángela Figuera" de Sestao
Los tránsitos de Venus han tenido mucha importancia histórica porque debido al efecto paralaje (que prácticamente no existe con los de Mercurio) se pudieron calcular las distancias en el Sistema Solar.

- Son muy frecuentes y observables con un pequeño telescopio, los tránsitos de los 4 grandes satélites de Júpiter. Además la sombra que producen sobre el planeta es aún mas fácil de apreciar y se habla de tránsitos de la sombra.
En esta imagen del Observatorio Griffith se recoge la excepcional ocurrencia simultánea de 2 tránsitos de Satélites (marcados con las flechas verdes) y 3 tránsitos de sombras (flechas rojas)  
- A veces se habla también del tránsito de satélites artificiales, como en esta imagen donde la ISS transita el Sol.
Imagen obtenida (y ampliado el detalle) por Maximilian Teodorescu desde Rumanía en 2018
Recuerdo haber visto uno de estos tránsitos desde el balcón de mi casa, con mi hijo Iván, utilizando un solarscope. Fue una tremenda casualidad que se viera desde aquí, porque solo se aprecian desde una franja de terreno muy estrecha (pocos centenares de metros). Hice una grabación, pero no la encuentro. Fue muy sorprendente la breve duración, de menos de 2 segundos, totalmente diferente a las más de 4 horas de este tránsito de Mercurio.

- Aunque desde aquí no pueden observarse, los robots enviados a Marte nos han enviado estas imágenes de los “eclipses” de sol producidos por sus dos satélites, Fobos y Deimos. Desde luego el de Deimos, más que un eclipse, habría que calificarlo como un tránsito.

Desde la superficie de Marte, Fobos y Deimos transitan por delante del disco solar. Créditos: NASA
- Estos últimos años se han observado los efectos de numerosos tránsitos de planetas extrasolares por delante de sus respectivas estrellas. Aunque es imposible “ver” estas imágenes ya que debido a la lejanía las propias estrellas se ven como un punto, se puede apreciar la disminución de brillo que nos llega de la estrella al estar en parte tapada por el planeta.
Este es uno de los métodos más utilizados para descubrir exoplanetas, y como ejemplo se puede citar el famoso sistema Trappist-1 que se hizo famoso en 2017, cuyos 7 planetas produjeron, durante sus tránsitos, las bajadas de brillo de la estrella que recoge este gráfico.
Gráfico de las variaciones de luz de la estrella Trappist-1, ocasionadas por los tránsitos de sus planetas. En la parte inferior se han representado esos planetas que no se pueden ver directamente. 
Estos datos fueron obtenidos por el astrónomo belga Michaël Gillon y su equipo de la Universidad de Lieja, desde el observatorio de La Silla en Chile.
Solo con los datos que contiene este gráfico, se dedujo la existencia de esos planetas, e incluso sus periodos, tamaños (muy similares al de la Tierra), distancias a la estrella, y como consecuencia la estimación de temperaturas y de ella las posibles condiciones de habitabilidad de 3 de ellos, que les hicieron tan famosos, y sobre los que hablé en "Los cielos de Trrapist1"

Después de que pase este evento del tránsito de Mercurio, y hasta el próximo en 2032, si alguna vez oyes hablar de tránsitos seguro que se refiere a los exoplanetas, que no podrás observar. Por eso, aunque este próximo lunes 11-11 veas el cielo cubierto de nubes, (en España los pronósticos meteorológicos no son buenos) no te desanimes: Siempre lo puedes ver en internet, y además sería muy mala suerte que no surgiera el Sol por algún pequeño claro por la tarde y te permitiera ver el primer planeta como posiblemente nunca lo hayas visto.


ACTUALIZACIÓN Después de ocurrido el tránsito.
  
Aunque en todo momento muy dificultado por la bruma, algo se pudo ver desde mi observatorio favorito en 41.8º N  3.4º W:

Proyección en Solarscope (invertido izquierda-derecha) a las 14:15
 
A través de telescopio refractor a las 16:38