Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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lunes, 4 de diciembre de 2023

Eclipses: Parejas y tríos


Atendiendo a una petición, y aunque sea con algo de retraso, voy a tratar algunos aspectos relativos a los eclipses

Sin duda los eclipses son los fenómenos astronómicos más relevantes sobre todo de cara al gran público.

Hace un par de meses ocurrieron dos eclipses, el 14 de octubre de sol y el 28 de Luna

Alguien me dijo que parecía una casualidad, dos tan seguidos, aunque lo cierto es que siempre ocurre algo parecido. Precisamente los próximos serán el 25 de marzo, penumbral de luna, y el 8 de abril, total de sol.  Pero podrían haber sido tres.

Como en la mayoría de las relaciones humanas, los eclipses normalmente van por parejas pero de vez en cuando también aparecen los tríos. Dos de luna escoltando a uno de sol o al revés, todos ellos separados por 14 o 15 días.


Veamos las razones, empezando por el principio:

Si la órbita en que la Tierra gira alrededor del Sol (la eclíptica) y la de la Luna alrededor de la Tierra estuvieran en el mismo plano, en todas las lunas llenas y nuevas habría eclipse:

Pero entre ambos planos orbitales hay una inclinación de poco más de 5º, y los puntos en que se cortan (en los que la Luna se ve en la eclíptica) se llaman nodos. La Luna estará en el nodo ascendente (que se representa por la letra omega) cuando pasa del sur al norte de la Eclíptica, y el descendente (una omega invertida) el contrario.

Para que se produzca un eclipse la Luna debe estar cerca de uno de los nodos y así se interponga en la dirección del Sol (eclipse de Sol) o entre en la sombra de la Tierra (eclipse de Luna). Además, tal como se ha dicho, deberá ser luna llena o nueva para que los 3 astros estén alineados

Tanto en A como en B se han representado las dos posiciones de la luna en llena y nueva. En A no hay eclipse porque aunque están alineados los tres astros, la Luna no está en la eclíptica y las sombras pasan por debajo del otro astro. En B hay eclipses.

Después de un eclipse en que la sombra pase exactamente por el nodo, debido a la traslación de la Tierra, en cada lunación la línea Sol-Tierra-Luna (o Sol-Luna-Tierra) va apuntando a lugares diferentes y se va alejando del nodo (cada media lunación va retrasando el paso por el nodo) de manera que no se producirá un nuevo eclipse, aunque el nodo también se desplaza pero mucho menos:

En 1 hay eclipse de luna al coincidir la luna llena con el paso por el nodo (en este caso el ascendente). En la siguiente lunación en 2 no hay eclipse porque la Luna no está en el nodo y la sombra de la Tierra pasará por encima de ella.

Si la Luna nueva está exactamente en el nodo se producirá un eclipse total o anular de sol, y si la luna llena está en el nodo (o muy cerca de él) se producirá un eclipse total de Luna. Pero no es necesario que esté exactamente en el nodo para que ocurra un eclipse, y considerando también los parciales y penumbrales, es suficiente que la Luna (nueva o llena) esté a una distancia al nodo menor de 16.4º  en los de sol y 15.7º en los de luna, tal como se calcula en el anexo. Estos números pueden variar ligeramente según las distancias entre los 3 astros ese día, de manera que estos números son los valores medios.

Por ejemplo, el siguiente gráfico representa la situación del último eclipse de Luna, del 28 de octubre de 2023, donde la distancia de la Luna (en el momento del máximo del eclipse) al nodo es de 14.52º después de pasar por él. Al ser menor que 15.7º se produjo el eclipse, pero al no estar muy cerca del nodo fue bastante pobre.

Si la distancia de la Luna al nodo durante el eclipse hubiera sido menor, como en el siguiente caso, la parte eclipsada de la Luna lógicamente habría sido mayor.

Estas imágenes planas son la representación de una porción de la esfera celeste, por lo que la distancia del nodo al centro de la sombra de la Tierra es un ángulo y se expresa en grados, siendo prácticamente igual a la distancia del nodo a la posición de la Luna.

Como se ha dicho, la clave está en que los eclipses ocurren necesariamente en luna nueva o llena, y cerca de los nodos de la órbita lunar, con los márgenes indicados antes. Tal como se representa en el siguiente gráfico, si ocurre un eclipse antes del nodo (por ejemplo de Sol y luna nueva en la posición 1) al cabo de media lunación ocurrirá otro (en luna llena -2-) después de pasar la Luna por el otro nodo.

Debido a que la Tierra se ha desplazado en esas 2 semanas en su movimiento de traslación, la posición relativa respecto al nodo de la luna llena o nueva no será la misma y en la mayoría de los casos en la siguiente ocasión ya se habrá alejado y no habrá eclipse. Como se verá luego, también influye en menor medida el ligero desplazamiento de los nodos.

Pero en ocasiones hay margen para que ocurran 3 eclipses también separados por 2 semanas del primero al segundo y del segundo al tercero: de Luna-Sol-Luna como en el siguiente gráfico, o de Sol-Luna-Sol.

En este caso el primero (1) ocurrirá con la Luna relativamente alejada del nodo, aunque dentro del margen indicado, el segundo (2) muy cerca del nodo con lo que será un eclipse muy bueno, y el tercero (3) con la Luna alejada también del nodo.

Esta situación, vista desde la Tierra, se representa en el siguiente gráfico, donde se ha desplegado toda la línea de la eclíptica en una recta:

Se ha situado el primer eclipse (a la derecha) justo en el borde del margen para ver la situación más favorable para que ocurran más eclipses. Aún así, y aunque se producen 3 eclipses, el tercero está casi en el otro borde, por lo que es extremadamente difícil que en las situaciones medias, ocurran 3 seguidos: A poco que el 1 se acerque al nodo, el 3 se saldría del margen.

Para mayor detalle repito el mismo gráfico con más parámetros que, aunque puedan hacerlo más engorroso, justifican mejor el resultado. 


Al igual que en el gráfico anterior y el siguiente, todo está a escala

Por tanto, cabe justo justo un trío comenzando y acabando con eclipses penumbrales mínimos (en el borde de los márgenes), pero sería mucha casualidad.

Una pareja siempre entrará, porque el primer eclipse (1) siempre estará en el margen previo al nodo (antes de él, porque si estuviera después del nodo habría ocurrido otro eclipse antes), con lo que media lunación después (en 2) también habrá eclipse porque estará también en la zona dentro del margen del siguiente nodo, pero si el primer eclipse no ocurre al principio del margen como antes, en 3 ya se saldrá y no habrá más, como se aprecia en este otro gráfico:

En este caso se producen solo dos eclipses seguidos, que es lo más habitual.

Todo esto se obtiene redondeando y utilizando valores medios de los parámetros, pero que varían ligeramente según las posiciones de la Tierra y la Luna en sus órbitas. En el anexo se calculan los diferentes parámetros y se recogen en los gráficos.

 

¿Hay muchos tríos?

Tal como puede deducirse de la anterior explicación y los gráficos, no son muchos.

Concretamente entre 1950 y 2050 ocurren 22 tríos frente a 184 parejas. Los tríos son 10 de Sol-Luna-Sol y 12 de Luna-Sol-Luna. 

El último fue en 2020 y el próximo será en 2029, ambos en junio y julio. De todas formas no hay que decir la frase de "¡Todavía faltan más de 5 años!" porque una pareja es más interesante que un trío, ya que los de los extremos de éste son eclipses muy pequeños (los de sol solo parciales y visibles desde latitudes muy altas, y los de luna solo penumbrales) 

Por ejemplo, desde la mayor parte de la península Ibérica se verá un extraordinario eclipse de sol total y un eclipse de luna casi total en agosto de 2026. ¡Ya queda menos!

Es muy curioso constatar que todos los tríos de este periodo ocurren en la misma época del año:

De los 22 citados, 9 fueron en junio-julio, 7 en julio-agosto, 3 en agosto-septiembre y 2 en mayo-junio y 1 en abril-mayo

Claramente prevalece las cercanías a julio y en esos 100 años no ocurre nunca en invierno ni en otoño.

Esto es porque en el afelio (principios de julio) la Tierra se mueve más despacio y por ello la lunación es más corta (como se explica en el anexo de este artículo). Con ello se acortarían los intervalos entre las lunas nuevas y llenas, y como se deduce de los gráficos anteriores entrarían más fácilmente dentro de los márgenes. En los meses próximos a enero ocurre lo contrario: al pasar la Tierra por el perihelio las lunaciones son más largas, la distancia entre la posición 1 y 3 de los gráficos anteriores será más grande y será difícil (aunque no imposible) que ambas queden incluidas en los márgenes con lo que normalmente no habrá tríos.



En este anexo aparece mucha geometría y trigonometría, para deducir el tamaño de los márgenes de los eclipses. Si no te gustan esas cosas, te aconsejo que no lo mires.

Vamos a obtener los diferentes parámetros numéricos que se han utilizado en la explicación, concretamente los márgenes en torno al nodo, dentro de los cuales se producen los eclipses. 

- En los eclipses penumbrales de Luna: (su margen será el máximo incluyendo todos los tipos de eclipses lunares)

a) Cálculo previo. Gráfico en alzado, con la eclíptica de perfil.

Como el cono de penumbra está determinado por las rectas que tocan el Sol y la Tierra cruzándose entre los dos astros, se calcula primero la distancia del borde del cono, a la Tierra (Y). Se utilizan como datos la distancia media del Sol a la Tierra y el radio de los dos astros, utilizando triángulos semejantes.

  

b) Se calcula la distancia máxima de la Luna al eje del cono de la sombra para que se produzca un eclipse penumbral (Z), y luego el ángulo desde la Tierra del eje del cono al centro de la Luna Se traza desde el centro de la Tierra porque el gráfico no está a escala y el tamaño a escala de nuestro planeta sería mínimo. (z)

c) El siguiente gráfico está en un plano perpendicular al anterior, delante de él. Está en alzado, con la eclíptica horizontal. Se calcula la separación máxima u de la Luna respecto al nodo, se le llama n al valor obtenido de alfa, y está a escala.

 

- En los eclipses de Sol

Tal como se representa en el siguiente gráfico, en principio para que haya eclipse la distancia angular entre el centro del Sol y el de la Luna debería ser menor de 0.5º porque cada uno de ellos tiene un radio aparente de 0.25º. Pero desde cada lugar de la Tierra se ve la Luna en diferente posición por el paralaje, y los eclipses de Sol no se ven igual desde diferentes lugares. Desde una posición media la Luna puede verse a 0.95º desde un extremo, tal como se calcula.

Así al sumar 0.95º + 0.5º queda 1.45º a los que estaría la Luna separada del Sol como máximo para que se produzca el eclipse.


Si buscas estos datos en internet, es probable que encuentres valores diferentes. Eso es porque aquí se han tomado valores medios y en el caso de los eclipses de luna en ocasiones se no se consideran los penumbrales.

Eclipse parcial.

a) Si queremos obtener el margen para un eclipse parcial, habrá que empezar calculando la longitud del cono de sombra de la Tierra (Z), que en promedio, será:

b) Distancia máxima de la Luna al eje del cono de la sombra para que se produzca un eclipse parcial (La Luna tocará el cono de sombra, o mejor dicho lo intersectará muy levemente)

c) Ángulo desde la Tierra del eje del cono al centro de la Luna. Se traza desde el centro de la Tierra porque el gráfico no está a escala y el tamaño a escala de nuestro planeta sería mínimo. Se toma el centro de la Luna porque es la referencia que se utiliza para determinar su situación:

d) Finalmente en un triángulo esférico situado en un plano perpendicular a los anteriores se calcula el margen N:

10.5º es el margen medio para un eclipse parcial. Si queremos calcular el margen máximo, que es lo que suele aparecer, el cálculo será igual pero con la Tierra en el afelio  (distancia al Sol 152100000 km) y la Luna en el perigeo (a una distancia de 356600 k)
 
Margen máximo de un eclipse parcial

Se obtiene exactamente igual que en el cálculo anterior pero tomando la posición de la Tierra en el afelio (Distancia Tierra-Sol= 152000000 km) y la Luna en el perigeo (Distancia Tierra-Luna = 356595):

Este es el valor que se suele encontrar: "Un eclipse lunar solo puede ocurrir cuando la luna está  a menos de 11.4º de uno de los nodos" 
Pero cuidado, que esta condición es necesaria pero no suficiente.

Eclipse total de Luna

 Los cálculos serían igual que los anteriores, pero en el apartado c) en vez de sumar el radio lunar (0.25º) habría que restarlo porque toda la Luna debe quedar dentro del cono de sombra.

miércoles, 11 de octubre de 2023

Un anillo de luz para el continente americano

Este próximo sábado día 14 se producirá un nuevo eclipse, en este caso un eclipse de sol anular. La mecánica celeste brindará un bonito espectáculo, que curiosamente solo será observable desde América, y aunque quienes no estamos por allí solo podremos verlo a través de las imágenes que como es habitual se envían a través de internet (por ejemplo en https://www.youtube.com/watch?v=2LXe8luM4i8 ) o los medios de comunicación, siempre se puede aprender algo.


Este 2023 se cumple la norma más habitual de que ocurran 4 eclipses en un año: una pareja de Sol y Luna separados por 2 semanas, y al cabo de medio año otra. Concretamente el 20 de abril fue el eclipse de Sol híbrido seguido por el penumbral de Luna el 5 de mayo, y ahora después de este anular viene el parcial de Luna el 28 de octubre. En definitiva, este año 4 eclipses diferentes.

Pero volvamos al del sábado: El anillo de Sol podrá verse sucesivamente en una banda que proveniente del Pacífico cruzará Estados Unidos de Noroeste a Sureste, tocará suelo mexicano en la península del Yukatán, casi todos los países de América central (Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, y Panamá), continuará viéndose desde Colombia y Brasil, acabando en el Atlántico.

Gráfico de NASA

Es realmente llamativo cómo casi toda la franja de anularidad (la línea roja del centro de la imagen) queda contenida en zona terrestre tocando muchos países americanos. Desde luego no ha ocurrido anteriormente algo similar con otro eclipse, al menos en los últimos siglos.

Pero como siempre ocurre en estos casos, a ambos lados de la franja de anularidad se observará un eclipse parcial, y es aquí donde sorprendentemente se ajusta al continente americano y prácticamente solo allí. Podrá observarse en todo él excepto en la zona más meridional de Chile y Argentina, y fuera de América únicamente en los archipiélagos del Atlántico y muy levísimamente desde la costa occidental de África (Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea...) y las islas Canarias (excepto Lanzarote y Fuerteventura ) desde donde solamente se verá ponerse el Sol en el mar faltándole un mordisco en la parte inferior, muy similar a éste que pude ver en agosto de 2017 desde el sur de Burgos.


Si estás en América, aprovecha la oportunidad y, si puedes, intenta desplazarte hasta donde se vea el anillo. Cuidado con la vista porque en ninguna fase de este eclipse se puede mirar directamente al Sol, utiliza gafas especiales, o proyecta la imagen con telescopio o prismáticos, pero no te pierdas el fenómeno, porque aunque no tengas ningún medio técnico para observar, una de las cosas más sorprendentes que se pueden ver en estos casos es el efecto Pinhole cuando la luz del Sol atraviesa las hojas de los árboles y proyecta curiosas imágenes en el suelo.

Imágenes tomadas durante la observación de los eclipses solares de 2005 y 2006. La de abajo a la derecha es el mencionado efecto pinhole.



¿Por qué un eclipse anular?

Cuando desde nuestra perspectiva el Sol y la Luna se sitúan en la misma posición en el cielo, si el tamaño aparente de la Luna fuese mayor ocultaría completamente al Sol y se produciría un eclipse total. En caso contrario sería anular. 

Por una gran casualidad, el Sol y la Luna se muestran prácticamente del mismo tamaño vistos desde la Tierra, pero un tamaño que varía ligeramente ya que también lo hacen las distancias a las que se encuentran estos astros: Cuando la Tierra está en el perihelio de su órbita (más cerca del Sol), lo que ocurre siempre a principio de año, éste se verá más grande (1´ más que si está en el afelio), y en principio hay más probabilidad de que se produzca un eclipse anular.

Sin embargo es más decisivo el otro factor: el tamaño aparente de la Luna, ya que al ser su órbita más excéntrica que la de la Tierra, su tamaño aparente varía en mayor medida que el del Sol (casi 5”) y si está cerca del perigeo dará eclipse total, mientras que en el apogeo será anular.

En este eclipse del próximo sábado el anillo no será de los más anchos: la Luna está solo un poco más cerca del apogeo que del perigeo (mostrando un tamaño más bien pequeño, recordemos que hace solo dos semanas hubo superluna) y la Tierra está solo ligeramente más cerca del perihelio (primeros de enero frente al afelio a primeros de julio).

Concretamente la imagen del Sol varía entre 31´ 31´´ y 32´ 33´´, siendo ahora de 32´02´´. Mientras la Luna lo hace entre 29´ 20´´  y  34´ 6´´, y el día del eclipse será de 29´ 55´´ que como es apreciablemente inferior al del Sol, el eclipse es anular.

En el siguiente gráfico se recogen estas circunstancias:


Gráfico geométrico de este eclipse



En España:

Como la mayoría de lectores de este blog no viven en América, y todo lo relatado les resultará lejano y de poco interés, recojo ahora un par de datos con el recorrido total y el de la anularidad del último eclipse anular ocurrido por aquí, por si le trae recuerdos, y el próximo para ir pensando en organizarse:

3-10-2005


Si volvemos a mirar el mapa global del eclipse de ahora, se aprecia muy bien que las geometrías son casi idénticas, y eso es debido a que los dos eclipses son de la misma serie SAROS (el nº 43 y 44) separados por 18 años y 11 días. Si en aquel caso la sombra tocó 3 continentes (Europa, Asia y África) es porque la geografía es diferente a la de América.

26-1-2028

El eclipse final del magnífico trío que se podrá observar desde la península Ibérica entre 2026 y 2028

lunes, 17 de octubre de 2022

Un eclipse y algo más

El próximo día 25 se produce un nuevo eclipse de sol.

Solamente es parcial y no se podrá apreciar en toda la península Ibérica. Además en los lugares de ella desde los que se vea el eclipse, el Sol será ocultado solo en un pequeño porcentaje. Pero no hay que olvidar que estos fenómenos astronómicos son los más destacados entre el gran público, que además puede servirnos para hacer pruebas de cara al gran eclipse de 2026, para el que ya queda menos, y que este fenómeno no viene solo.

Gráfico tomado de https://eclipse.gsfc.nasa.gov/ al que se le han añadido y coloreado los detalles de las distintas zonas de visibilidad

Además de una pequeña parte de Africa y Asia el eclipse es visible en toda Europa excepto gran parte de la península Ibérica.

Otro mapa, más detallado con la zona que interesa a la mayoría de los lectores:

Se aprecia que Girona es la provincia más alejada del límite de visibilidad y por tanto donde más fracción del disco solar quedará ocultado, alrededor de un 15%. 

Desde todos los lugares de la península donde es visible, el pequeño mordisco en el disco solar se produce por la parte superior izquierda, y el máximo ocurre cerca de las 12 h.

Porción eclipsada y hora del máximo en 4 ciudades (en hora oficial). Las dos últimas se han tomado para apreciar la diferencia en la hora, aunque el porcentaje eclipsado en ambas es mínimo.

Aunque el eclipse sea de poca envergadura, su duración no será tan pequeña como pudiera parecer porque la Luna para morder un poco el disco solar debe deslizarse casi de manera rasante. Por poner un ejemplo, en San Sebastián (que salen números redondos) empieza a las 11:30 y acaba a las 12:30 aunque la parte eclipsada en todo momento sea inferior al 10%:

Situación cada 5 minutos, desde Donostia-San Sebastián

Como se ha dicho, el eclipse es parcial, no habiendo ningún lugar de la Tierra desde donde pudiera verse total o anular. Esto es porque el cono de sombra de la Luna no incide en la superficie terrestre, pasando por encima del Polo Norte.

El tamaño angular del Sol ese día (32´9´´) es ligeramente superior al de la Luna (31´8´´), por lo que en el caso en que la sombra no se perdiera por fuera de la esfera terrestre sería un eclipse anular.

El extremo del cono de sombra de la Luna (punto 1) no toca la Tierra por lo que el eclipse no es total. Si al menos lo hiciera la zona 2 sería anular, pero en este caso solamente es parcial y solo en la zona 3.
El gráfico representa la imagen desde el plano orbital de la Tierra, es decir que ésta se mueve hacia fuera de la imagen pero no hacia arriba ni abajo

Consejos, para observar el eclipse, los de siempre:

- Utilizar unas gafas especiales para la observación de eclipses de sol, que protegen la vista.

- También puede observarse por proyección mediante unos prismáticos o un telescopio, o un sencillo instrumento llamado solarscope que es lo ideal para este fenómeno.

- No mirar directamente al Sol, porque además de que no distinguiremos nada, nos puede ocasionar daños en la retina

- Mucho menos observarlo con prismáticos y telescopio porque en este caso los daños serán mucho mayores, incluso con la posibilidad de perder la visión. Se puede ver con un telescopio provisto de un filtro adecuado, pero no hacerlo nunca sin la supervisión de un experto.


Debido a la difusión de estas precauciones, hay gente que piensa que el día del eclipse, o durante él, el Sol es especialmente dañino, pero eso es erróneo. Es igual que un día normal o Incluso un poco menos porque parte de él está eclipsado. Por ello no es adecuado lo que suele hacerse en algunos colegios de impedir que el alumnado salga al patio. Si no se les cuenta nada sobre el eclipse jugarán como cualquier otro día, aunque es muy motivador y educativo explicarles en clase el fenómeno y luego disponer en el patio de los elementos adecuados para la observación.

Pero en este eclipse hay algo más. Algo que seguramente no podrás observar pero tiene su interés. Si quieres puedes seguir leyendo.

 


Cuando se produzca el eclipse, el planeta Venus se encontrará muy próximo angularmente al Sol. La conjunción superior es solo dos días antes y no se ha alejado apenas, encontrándose solo a un grado y medio.

Por ello en el eclipse del 25 de octubre hay una doble ocultación: Cuando la Luna oculte al Sol, debido al paralaje, desde determinados lugares la Luna ocultará a Venus en vez de al Sol.

Desde el punto A la Luna oculta parte del Sol y debido al paralaje desde el punto B oculta a Venus.
El gráfico es solo un esquema explicativo y no se han mantenido las proporciones ni en los tamaños ni en las distancias.

Esta ocultación de Venus ocurre en una franja que atraviesa el Atlántico y África

Desde la franja verde se produce la ocultación de Venus. En la elipse morada de la izquierda el tránsito coincide con la salida del Sol, y en la azul de la derecha con la puesta.

Una ocultación de Venus por la Luna en pleno día es perfectamente visible con un telescopio (yo he observado varias como recogí en este enlace), pero estando el Sol tan cerca puede ser problemático y muy peligroso para la vista del observador. 

No deja de ser curioso, que en un mismo momento se produzca una ocultación de Venus y un eclipse solar aunque sea desde diferentes lugares, y ahora ocurre por estar Venus muy cerca angularmente del Sol, como se ha dicho.

Cuando estemos viendo el eclipse desde Bilbao, alguien en Porto Novo Podría estar intentando observar la ocultación de Venus. Casualmente París y Dakar también están unidos por esta cirunstancia.

Y siguiendo con las casualidades, precisamente el día anterior (lunes 24) la Luna oculta a Mercurio también de día, aunque esto es aún más difícil de observar. Pero con lo infrecuentes que son las ocultaciones,...

Desde la zona indicada en este otro mapa, entre la que se encuentra gran parte de la península Ibérica, la Luna pasará entre el Sol y Venus sin ocultar a ninguno de los dos, pero evidentemente la Luna nueva solo podrá verse en un programa simulador.


El paso de la Luna desde diferentes lugares será distinta. Pongo aquí dos gráficos con las posiciones desde Sevilla y Las Palmas. Es solo una curiosidad porque como dije, será imposible de observar la Luna nueva.

En ambos casos se indica hora local

Si en algún lugar el eclipse de Sol fuera total, durante el mismo podría verse Venus incluso a simple vista, o fotografiarlo; pero siendo parcial es difícil por el brillo del Sol, incluso sacando al éste del encuadre.

También el poder observar u obtener una serie de imágenes de la ocultación de Venus y posterior reaparición para quien estuviera en la zona adecuada en principio está fuera de las posibilidades de un aficionado si no se tiene experiencia: Venus y su desaparición serían visibles con un telescopio, pero la presencia cercana del Sol lo hace muy peligroso. Por proyección no saldrá Venus, y tampoco si se oscurece el telescopio con un filtro.

Quizás la única opción que quede sea la fotografía, y aunque lo parezca no es imposible obtener imágenes si tenemos presente ésta del segundo planeta obtenida por Nicolas Lafaudeux el 4-6-2020  durante la conjunción inferior de Venus:

El efecto de "anillo" se produce porque la luz del Sol es refractada por la atmósfera de Venus.

Ahora, tanto el brillo de Venus como la distancia angular con el Sol son mejores que en aquella ocasión, y aunque el tamaño aparente del segundo planeta sea menor, su luz está más concentrada.


Haya o no haya eclipse desde su localidad, se podría intentar fotografiar a Venus, pero ¡Cuidado! Ahí queda el reto para los expertos.

ACTUALIZACIÓN 25-10

A pesar de las desfavorables  previsiones meteorológicas, en Bilbao se abrió un claro entre las nubes justo durante el eclipse.

Proyección del Sol parcialmente eclipsado, desde Bilbao a las 12:04.
La imagen, obtenida en un solarscope, aparece invertida.

Respecto a Venus, tenía que ser, cómo no, Nicolas Lefaudeux quien con un extraño equipo consigió fotografiar simultáneamente el eclipse y el segundo planeta

Imagen tomada por N. Lefaudeux y publicada en Spaceweather.com

 


sábado, 23 de abril de 2022

Un eclipse para el Cono Sur americano

Con el cambio de mes, en tres días seguidos el cielo nos ofrecerá sendos fenómenos interesantes:

- El 30 de abril eclipse de Sol

- El 1 de mayo conjunción Venus-Júpiter

- El 2 de mayo conjunción de Mercurio con la fina Luna (por supuesto de 2 días)

Había pensado publicar todo junto en un solo post, pero finalmente he decidido separarlo. Aunque alguno de los capítulos quede demasiado corto, seguramente muchos lectores lo agradecerán.

El primero de los tres, el eclipse solar que se producirá el último día de abril, es solo parcial. Desde la zona más favorecida, pero inhóspita, solo se eclipsará un 60% pero eso no le quita la magia de estos espectáculos celestes. Para los habitantes del cono sur no dejará de ser algo extraordinario, incluso emotivo como lo fue para mí y para el grupo de gente que se animó, en agosto de 2017 a subir a una colina castellana para buscar un mejor horizonte, donde un sol aplanado por la refracción se ponía con un pequeño “mordisco” de apenas un 20% debido a la interposición de la Luna.

Imagen central del eclipse del 21-8-17, rodeada por los momentos del máximo de este eclipse en diferentes lugares .

El eclipse de Sol, que ya lo anuncié en “Efemérides para el curso 21-22“, será parcial y podrá verse su parte final, antes de la puesta de sol en todo Chile, gran parte de Argentina, sur de Perú y parte de Bolivia, Paraguay y Uruguay. Concretamente desde el sur de Perú podrá observarse el fenómeno completo, aunque solo se verá una pequeña parte del disco solar eclipsado. Desde Chile y el oeste de Argentina podrá verse el máximo del eclipse (cuanto más al sur más zona eclipsada) porque el Sol se pondrá después de ese momento, mientras que en el resto de Argentina y Uruguay se pondrá antes del máximo.

Además también podría observarse muy bajo en el horizonte en zonas de la Antártida cercanas a la península del Labrador, y en condiciones lalgo mejores en cuanto a la porción eclipsada.

A partir del gráfico pueden deducirse diferentes circunstancias en el desarrollo del eclipse:


En cualquier caso en la mayoría de estas regiones no será fácilmente apreciable sin un horizonte Oeste muy bajo, y desde donde mejor se vería, con el Sol a suficiente altura, sería en zonas del Pacífico Sur.

Además de las zonas coloreadas en el mapa, se han colocado 4 puntos concretos que pueden ser ilustrativos:

En 1 el Sol está alto, pero solo se eclipsa un 20%. En 2 se verá un 60% pero con el Sol bastante cercano al horizonte. En 3 se podría ver el máximo del eclipse pero justo en el momento de salida del Sol. 

En el punto 4 el Sol solo se asoma un momento por el horizonte norte. Sale y se pone a continuación, precisamente cuando está ocurriendo el eclipse, y está en un 50%

En la mayor parte de la Antártida no se verá porque en estas fechas es noche perpetua: Si no aparece el Sol, imposible verlo eclipsado.


Añado tres gráficos con las posiciones del Sol y evolución del eclipse desde este punto en la costa antártica, desde Santiago de Chile y desde Buenos Aires.


Por supuesto hay que proteger la vista con gafas especiales u observar por proyección o con un instrumento provisto de un filtro adecuado.

Está claro que a quienes hayan observado un eclipse total (hubo uno en una franja que atravesó Chile y Argentina en diciembre de 2020), este les parecerá muy poca cosa; pero como dije al principio estos fenómenos también tienen su emoción si sabemos encontrarla y disfrutar de ella, y suponen otros retos: Buscar un lugar adecuado, ver como el Sol se acerca al horizonte aún sin eclipsarse, y finalmente ver que …. Buscar el efecto pinhole con las hojas de los árboles, una espumadera o un papel que hayamos agujereado formando letras,…

Algunos de los eclipses que seguí con mi alumnado. Siempre despertando un gran interés.

En este caso hay un dato añadido por la notable actividad solar de estos días, por lo que la  observación del Sol cuando el borde de la zona eclipsada se aproxima a una mancha, o simplemente mientras se espera a que el fenómeno comience puede tener cierto interés para el público en general.

Imagen del Sol con las manchas que presenta el día 26, proyectada con un solarscope. Algunas ya no estarán el día del eclipse, pero seguro que alguna habrá

Este eclipse es solo parcial por dos motivos: El tamaño angular de la Luna es menor que el del Sol (la Luna está cerca del apogeo) y no podría taparle completamente. Además está relativamente lejos del nodo con lo que el centro del cono de sombra no toca la Tierra, ni está dirigida hacia la misma:

Gráfico en alzado: El plano del dibujo es perpendicular a la trayectoria de los movimientos de la Tierra y la Luna.
Si el cono de sombra (1) tocase la superficie de la Tierra en ese punto el eclipse sería total.
En este caso es demasiado corto, pero aún así podría ser anular si la zona 2 tocase la Tierra
Únicamente lo hace la zona 3, y ahí el eclipse es parcial

El siguiente eclipse solar, en octubre, será similar a éste pero hacia el norte. Ocurrirán las mismas circunstancias en el círculo polar norte que ahora en el sur, y quienes vivimos en la península Ibérica tendremos la suerte de que, aunque poquita cosa, podrá verse en parte de la misma, .