Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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miércoles, 5 de mayo de 2021

Mercurio vuelve a citarse con Venus al atardecer

Parece que fue ayer cuando Venus se despidió de los cielos vespertinos, pero ya ha pasado casi un año y le toca volver. Si en aquella ocasión Mercurio estuvo allí para despedirlo y tomarle un breve relevo como relaté en "Mercurio releva a Venus" en esta ocasión también ha estado para saludarle en su vuelta.

Y cuando ya a final de mes le deje todo el escenario al segundo planeta, la nueva despedida será muy efusiva en una conjunción cerrada.

Después de muchos días nublados en Bilbao, el domingo día 2 despejó totalmente al atardecer y pude apreciar a ambos planetas a simple vista cuando estaban a punto de ocultarse en el horizonte. En el momento de obtener esta imagen solo Venus (a poco menos de 5º de altura) se veía sin ayuda óptica, pero luego también se distinguió muy bien a Mercurio. 
Como aparecen muy débiles en la imagen, los he ampliado para poder apreciarlos 

Al día siguiente ocurrió algo similar, el cielo estuvo también muy limpio, y obtuve estas dos imágenes, separadas por 30  minutos, sobre el mismo horizonte.

A pesar de estar todavía el cielo muy luminoso, el gran brillo del segundo planeta lo hacía perfectamente visible incluso cerca del horizonte.

Mercurio, siempre mucho más débil, también pudo verse sin dificultad, por la  misma zona, cuando media hora más tarde estaba a punto de ponerse y el cielo estaba más oscuro.

La atmósfera estaba tan limpia que pudo verse al esquivo primer planeta jugando al escondite entre los árboles del horizonte instantes antes de ponerse, como se aprecia en esta animación:



Aunque la máxima elongación de Mercurio se producirá el día 16, y es cuando teóricamente (según lo que siempre se dice) está en mejor disposición para observarlo porque su separación angular con el Sol es máxima, se ha dejado ver ¡dos semanas antes! porque ahora tiene mucho más brillo, teóricamente el día 2 con magnitud -1 frente a 0.3 el 16, aunque debido a la baja altura y la reducción por la atmósfera se quedan respectivamente en 1 y 2 (cuanto menor es el número de la magnitud, el brillo es mayor).

Aunque el brillo del primer planeta va disminuyendo de día en día, su posición mejora, cada vez puede verse durante más tiempo tras la puesta de Sol y eso hace que estos próximos días sean muy adecuados para verle, cerca de su colega Venus.

Todo esto desde mi ciudad, a poco más de 43º de latitud norte. Desde el hemisferio sur, aunque habitualmente las presentaciones de Mercurio son mucho más favorables, en este caso al ser allí otoño será más difícil (Ver "El planeta sureño se asoma por el norte"), pero puede intentarse la observación ayudándose de unos prismáticos para la localización de los planetas.

Pero lo mejor está por llegar:

- El 13 de mayo tendremos una preciosa estampa con la Luna creciente muy fina de solo 2 días junto a Mercurio.

A partir de la Luna podría localizarse Mercurio con prismáticos y luego intentar verlo a simple vista cuando vaya oscureciendo.

Montaje de la situación del día 13, para latitudes medias del hemisferio norte, media hora después de la puesta de sol. 
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Edito el post el día 14 para incluir una magnífica imagen obtenida ayer por Sebastián Cardenete desde Málaga. En Bilbao las nubes impidieron verlo, pero esta foto muestra toda la belleza de la situación:


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- El día 28 de mayo se producirá el encuentro cercano entre los dos planetas, como he anunciado al principio: Estarán separados por solo medio grado, el tamaño angular de la Luna, y podrán verse simultáneamente en el telescopio con un ocular de pocos aumentos.

En realidad ya han tenido otro encuentro furtivo hace poco, el 24 de abril, pero lo han hecho con mucho recato: no se acercaron tanto (a casi el triple de distancia que el 28 de mayo) y estuvieron protegidos de miradas indiscretas por la luminosidad del cielo crepuscular poniéndose solo media hora después de la puesta de Sol. Luego se han ido separando, apareciendo ambos cada vez más altos  sobre el horizonte tras la puesta de Sol pero Mercurio ascendiendo mucho más rápido de día en día hasta el 16. Luego,  en el retroceso tras su mejor actuación vespertina de este año volverá a saludar a Venus y le abandonará.

El día de la conjunción el brillo de Mercurio será ya muy débil y quizás tras localizar sin problemas a Venus haya que mirar justo a su lado con unos prismáticos para verlo.

Posiciones de Mercurio y Venus sobre el horizonte en una latitud de 43º N, 30 minutos después de la puesta de sol. Desde otras latitudes de la península Ibérica estarán ligeramente más altos.
He elegido ese momento, para poder incluir las posiciones del encuentro del 24 de abril, pero en realidad habrá que esperar casi otra media hora más para que oscurezca el cielo y puedan verse los dos planetas, unos 5º más bajos que en este gráfico.

Si vives en el hemisferio sur las condiciones para ver a Mercurio ahora son peores, pero en septiembre serán inmejorables. Desde el hemisferio norte es posible que no lo hayas visto nunca y en este mes de mayo con la referencia de Venus, mucho más brillante, tienes una magnífica oportunidad para hacerlo los atardeceres en que el horizonte Oeste-Noroeste esté despejado. 


lunes, 14 de septiembre de 2020

14 de septiembre de 2020 ¡VENUS!

Esta mañana, a punto de publicar en este blog el artículo continuación del anterior sobre temas didácticos, he recibido dos whatsApps casi seguidos, que me han hecho dejar pendiente lo anterior y escribir deprisa y corriendo algo sobre el segundo planeta.

¿Vida en Venus?

El primero se estos mensajes era de mi hijo Iván quien, por cierto, estrena estos días su doctorado en física de partículas: 


Entre mis dos respuestas, a las 11:36 y las 11:39, busqué y encontré ésto:

Posiblemente, ¡el titular de temas astronómicos más impactante que he leído nunca! 


Venus junto a la Luna

Solo 15 minutos más tarde, mientras buscaba más datos de la noticia, me vuelve a sonar el aviso del whatsApp y me llegan dos preciosas imágenes que me envía mi amiga Rosa desde Calahorra, en que aparece Venus junto a la Luna antes de amanecer, y en el momento del orto solar. 

Más adelante pongo las imágenes como se merecen y ahora solo un volcado de la pantalla de mi móvil para dejar constancia y revivir las sensaciones del momento.


¡Ya me vale! yo que lo anuncié hace un mes, y se me había olvidado. Aunque había salido a hacer unas compras y dar un paseo, el whatsapp de Rosa me hace volver a casa enseguida y saco el telescopio y la cámara al balcón para intentar cazar al protagonista del día.


Casualidad: Dos mensajes seguidos, que no tenían nada que ver entre si, pero que marcan la fecha de hoy junto al nombre de nuestro vecino planeta.

Si  esta mañana hubiera mantenido en silencio mi stmarphone, como me ocurre algunos días, quizás aún no me hubiera enterado de nada, pero veo que no fue una coincidencia casual: Buscando datos ahora mismo, escribo solo la palabra "VENUS" y me aparece ésto:


Vayamos por partes:

1- Venus, el primer planeta en el que se especuló la existencia de vida fuera de la Tierra.

Luego se descartó totalmente, y ahora nos da los primeros indicios de que podría haberla.

Aunque este tipo de noticias hay que tomarlas con precaución, lo cierto es que es la primera vez que de manera tan rotunda y de una fuente científica, se ha hablado de hallazgos relacionados con la posible existencia de vida en la actualidad fuera de nuestro planeta.

Dentro de solo unos minutos parece que comenzará una rueda de prensa para explicar el descubrimiento, y hoy mismo la revista Nature Astronomy publicará el estudio científico, según se ha filtrado.

Precisamente en el planeta que más llega a acercarse al nuestro, por lo que le tenemos muy controlado y sabemos que las condiciones reinantes en su superficie hacen totalmente imposible todo tipo de vida, con unas temperaturas que rondan los 500 grados centígrados y lluvias corrosivas. Pero ahora se habla de vida en su atmósfera

Lo leí hace bastantes años en la obra Cosmos de Carl Sagan: Aunque durante mucho tiempo cuando pensábamos el extraterrestres utilizábamos la palabra "marcianos", los primeros fueron los "venusianos". Así como utilizando el telescopio se podían distinguir detalles en la superficie de otros planetas, en Venus era imposible debido a su densa atmósfera. De ello algunos dedujeron que Venus estaba repleto de vida:

Fragmento del capítulo "Cielo e infierno" de la obra "COSMOS" de Carl Sagan. 

El mismo Carl Sagan propuso en 1967 la posibilidad de que aunque en la superficie de Venus fuese imposible, en su atmósfera pudiera haber vida.


Todo este revuelo de hoy se debe a la confirmación de la existencia en la atmósfera del segundo planeta de una sustancia llamada "fosfina", un gas que podría haber sido producido por microorganismos vivos.

Por supuesto, la red se ha llenado de información sobre el tema, mucho más de lo que yo pueda explicar aquí, y que puedes encontrar fácilmente. Como siempre, selecciona los medios que parezcan más fiables. También hay voces críticas ... Puedes buscar y valorar.

Aunque en los medios de información general a veces la manera de contar estas cosas no es muy científica, aquí puedes leer algo coherente y fácil de seguir:


O mejor, el enlace que me pasó Iván: (en inglés)

Y quien opina que hay que ser prudentes y que lo descubierto no es suficiente



2- La Luna vuelve a visitar a Venus, precisamente hoy.

El mes pasado recogí en este blog una crónica de la visita de la Luna al segundo planeta, y anuncié que la próxima sería justamente hoy. Pero ya me había olvidado de ello. 

Afortunadamente, alguien vio a la pareja esta madrugada y me ha enviado varias imágenes. Están obtenidas con el móvil, y según su autora no hacen justicia al impresionante espectáculo al amanecer.

Venus y la Luna poco antes de la salida del Sol el 14-9-2020,  en esta imagen obtenida por Rosa Mary López desde Calahorra.

A los dos astros protagonistas al alba, se les unió el Sol dando lugar a un precioso amanecer.

Incluso aparece un grupo de aves para dar más realce a esta bonita foto tomada también por Rosa en el momento del orto solar, poco después de la anterior.

Horas más tarde, ya con el aviso del protagonismo del segundo planeta en el día de hoy, tomé desde el balcón de mi casa en Bilbao una imagen con teleobjetivo de la Luna y Venus junto a las nubes

Venus, un puntito justo en el centro de la imagen que quizás debas ampliar para verlo, y la fina Luna en el borde superior, hoy a las 14:09. A pesar de estar el Sol mucho más alto, en la foto original antes de subirla el segundo planeta aún era perfectamente visible.

Amplío y recorto la imagen, colocando a Venus justo en la esquina superior derecha, para que se aprecie mejor, y dejando la nube como referencia en la zona opuesta. 
El planeta Venus en pleno día en nuestro cielo


A través del telescopio se apreciaba la fase de Venus ya mayor del cuarto creciente, que recogí en una foto que de momento me sirve para completar el conjunto de imágenes con la evolución de fase y tamaño aparente que ya han aparecido en varias ocasiones en este blog, cada vez con alguna nueva aportación ...

... Pero ésta de hoy no ha sido una más de la colección, casi la más pequeña, sino la más especial porque ha sido tomada con la emoción de que estaba fotografiando a un astro que posiblemente también tenga vida.
Venus, en una imagen obtenida con telescopio, el 14-9-2020. Un día muy especial para el segundo planeta. Aquí la he colocado invertida y un poco inclinada, porque es como yo la veía en el ocular.  

domingo, 16 de agosto de 2020

Cita con Venus

Pudiera parecer que no sea ahora el momento más propicio para escribir sobre el segundo planeta.

Ya fue noticia su ocultación tras la Luna en junio. Y su largo protagonismo como astro más destacado al comienzo de la noche durante el invierno y parte de la primavera ha dado paso a sus sesiones matutinas, al alba, que tendrán muy pocos espectadores durante este mes de agosto con mucha gente de vacaciones, y sin ganas u obligación de madrugar.

Pero está claro que una cita con la diosa de la belleza siempre tendrá su encanto, aún en pleno día, y merece la pena recoger los resultados de la misma aunque sea de manera más escueta de lo habitual.

Con un cielo limpio es posible admirar a Venus a simple vista, con lo que además tiene de sorprendente eso de ver un astro distinto del Sol o la Luna en pleno día. El descubrimiento de esa "estrella" que puedo ver de día produce una sensación increíble.

Utilizando la montura del telescopio yo lo suelo localizar sin problema y una vez visto en el ocular le intento fisgar directamente. Pero siempre es más sencillo los días que recibe la visita de la Luna.

Ayer y hoy, con una fase menguante (a solo 3.5 y 2.5 días respectivamente de la luna nueva), se ha situado próxima a Venus y con esa referencia una vez localizado nuestro satélite no ha sido difícil fotografiar y ver al planeta.

15 de agosto del año de la pandemia. Desde Araúzo de Torre, justo a mediodía solar: 14:11 h.
La Luna y Venus, en las esquinas opuestas de la imagen. Casualmente se coló un buitre en la foto, como queriendo ser el protagonista, pero solo queda como un mínimo adorno entre las dos "diosas" de la mitología clásica, que precisamente ese día le robaban protagonismo a la festividad católica femenina por excelencia que este año se quedó sin celebraciones multitudinarias  

Si la observación a mediodía de un Venus matutino y por ello ya descendiendo en el momento de mayor iluminación del Sol pudiera parecer complicada, el seguimiento con el telescopio permitió visualizarlo durante toda la tarde, incluso distinguir su luz en el momento de su ocaso.

Esa tenue luz que se oculta entre la silueta de los árboles recoge la situación más difícil al captar la imagen del segundo planeta en las peores condiciones: al ocaso por la tarde de un Venus matutino, aunque aparezca difusa por la inevitable refracción en esas condiciones. El enfoque del telescopio a infinito deja borrosa la imagen de los árboles, pero queda el testimonio de la situación donde apenas e intuye la fase. 15-8-2020 a las 17:59.
 

Al día siguiente ya la Luna se había separado y la observación diurna sería un poquito más complicada. Pero la aparición de los dos astros de madrugada, casi simultánea, prometía espectáculo.

Aunque las brumas del horizonte parecía que podían malograr la escena, dieron unos toques especiales a la Luna en el momento del orto, ante la mirada de Venus que ya esperaba a su "compañera" desde hacía unos minutos habiéndose adelantando ligeramente en el orto. 16-8-2020  4:29 h.

La Luna, que acababa de salir, vuelve a ocultarse por la nube rasante con el horizonte.

Con la práctica del día anterior, la tarea de cazar a la pareja en pleno día parecía sencilla, pero la fase lunar más fina y la mayor separación entre ambas lo hizo mucho más complicado y dio un resultado menos llamativo. Ni siquiera el buitre se dignó acudir esta vez a una escena menos vistosa, pero unas semillas de diente de león adornaron con su vuelo la situación.

Es mucho más difícil que en la imagen del día anterior apreciar a Venus, e incluso también a la Luna, porque al estar más separadas hay que abarcar más campo utilizando menos zoom. 

La Luna a la izquierda y un poco arriba del punto blanco de la semilla voladora de "diente de león", y Venus, un tenue puntito justo en el lugar simétrico a la Luna (abajo a la derecha). 16-8-2020, 14:48 h.

Como probablemente la pérdida de calidad que sufre la imagen al subirla a Blogspot dificultará apreciarlo, añado una fracción muy ampliada de la misma foto donde Venus aparece en el centro de la imagen.



Ya de paso, era obligado obtener la correspondiente imagen a través del telescopio, para continuar con la serie de la evolución de la fase de Venus que ya he puesto en varias ocasiones, pero cada vez con más elementos.

16-8-2020 Venus creciente, prácticamente en cuarto (iluminado en un 50%). Aunque la imagen está tomada casi a mediodía, el cielo aparece oscuro al regular la exposición para que Venus salga más contrastado.

Durante las próximas fechas los dos astros se situarán cada vez más alejados entre sí y no volveremos verlos cercanos hasta el 14 de septiembre. Entonces habrá otra oportunidad de intentar citarnos con la diosa del amor y la belleza, en pleno día.

sábado, 20 de junio de 2020

Se acumulan las efemérides astronómicas

Hoy 20 de junio es el solsticio, ayer ocurrió la ocultación de Venus por la Luna y mañana se producirá un magnífico eclipse anular de Sol. 


Voy a aprovechar para mencionar dos de estos fenómenos, dando solo alguna referencia porque ya he hablado de ellos u otros similares anteriormente, y hacer una crónica con mis impresiones, imágenes y datos de la preciosa ocultación que pude observar ayer, de manera más extensa.

Como en otras ocasiones, recojo impresiones y anécdotas personales (este es un blog personal) más con el objetivo de escribirlo y conservarlo para mí, que para los lectores. Te puedes saltar esos párrafos que van en letra pequeña (incluso te lo recomiendo), que a mí mismo a veces me producen algo de reparo o“vergüenza ajena”. 

-Solsticio de junio: 

Comienza el invierno en el hemisferio sur y el verano en el norte, exactamente a las 21:44 en Tiempo Universal, 23:30 en Hora Central Europea (hora oficial en la España peninsular). 

También en América el cambio ocurre el día 20, pero en el Este de Europa, Asia, Australia y la mayoría de las islas del Pacífico ya será el día 21, la fecha que todos tenemos in mente como comienzo habitual de las estaciones, pero que ya nos vamos dando cuenta de que puede variar un poco, porque también esta primavera empezó el 20.

De hecho este año 2020 el inverno boreal (verano austral) es la única estación que comienza el día 21 en horario T.U. 

martes, 16 de junio de 2020

Ocultación de Venus - Lunita se esconde tras la luna grande

Este próximo viernes 19 de junio se producirá uno de los fenómenos más atractivos, en mi modesta opinión, que los astros nos pueden ofrecer: La ocultación de Venus por la Luna.
Es algo poco conocido, por supuesto no se puede comparar con los eclipses que nos anuncian en todos los medios, y además para verlo va a ser casi imprescindible el uso de un telescopio.

Con unos prismáticos también se podría ver algo, pero no sería fácil y además la imagen con uno u otro instrumento no se puede comparar. Incluso, una vez localizado por estos medios, podría distinguirse a Venus a simple vista ¡en pleno día! antes de esconderse o tras reaparecer.

No suelo recoger en este blog este tipo de fenómenos que no están al alcance de “todos los públicos”, pero ahora hago una excepción porque en las dos ocasiones en que yo he podido observar algo similar la sensación que me quedó fue extraordinaria. Con el añadido de que, al igual que aquellos, se producirá de día con la dificultad que ello entraña pero con la curiosa sensación de verlo en el cielo iluminado y la satisfacción que produce cuando se consigue observar algo que no es evidente.


¿Qué se verá?

Dos astros, de muy diferente tamaño pero con aspecto similar, ambos en una fase muy fina y ofreciendo una atractiva imagen, el grande ocultando al pequeño que vuelve luego a aparecer, zafándose por el otro lado, o bien el pequeño jugando al escondite detrás del grande.

Posiciones de la ocultación de Venus tras la Luna y su reaparición, visto desde Bilbao. La situación para otros lugares aparece más adelante.
Se han mantenido las proporciones en los tamaños de los astros.


Pero si la ocultación será interesante, la reaparición de Venus de detrás de la Luna parecerá misteriosa: un pico de luz que irá tomando forma de gancho surgiendo de la nada (aparecerá por la parte no iluminada de la Luna que, aunque de madrugada se podría haber apreciado todo el disco por la luz cenicienta, en pleno día no se distinguirá del fondo del cielo brillante) y durante algo más de 2 minutos ese "gancho" irá creciendo hasta completar la imagen de finísima lunita inicial. 

En esta imagen (que obtuve en la madrugada del 16-8-2012) la Luna mostraba una fase muy similar a la del próximo viernes y antes del amanecer podía apreciarse muy bien todo su contorno.
Aunque si la reaparición de Venus ocurriera en estas condiciones la imagen sería más fotogénica, perdería la "magia" de ver aparecer Venus "misteriosamente de la nada". Esas circunstancias, de reaparición aún en el crepúsculo, se producirán en esta ocasión desde algunas zonas del nordeste de Canadá.
Curiosamente en esta imagen también aparece un planeta (Mercurio), al que la Luna estaba sobrepasando pero muy por debajo de él (a casi 4º de distancia) y por ello no hubo ocultación.

Como he dicho, tanto la Luna como Venus mostrarán este viernes una finísima fase con la misma orientación, aunque nuestro satélite esté menguando y el planeta creciendo, porque ambos astros no coinciden en la forma de su fase respecto al crecimiento de la misma. La Luna solo 2 días antes de la fase nueva y el segundo planeta poco después de haber pasado por su conjunción 

Concretamente la fase de Venus será de un 8% de superficie iluminada, mientras que la de la Luna solo de un 4%, y el brillo total de ambos astros no será excesivamente diferente (mag. -4.4 y -6.7), pero paradójicamente destacando mucho más Venus, por su mayor brillo por unidad de superficie.


Desde dónde será visible

Desafortunadamente este tipo de fenómenos solo pueden verse desde una zona concreta de nuestro planeta, distinta en cada caso. En esta ocasión en América no se verá nada (excepto en zonas del nordeste de Canadá), pero sí desde gran parte de Asia y Europa, incluida toda la península Ibérica y también desde las islas Canarias y Baleares. 
La zona de visibilidad es la situada al norte de la línea roja y limitada al Este y Oeste por las líneas azul claro. Mapa adaptado a partir de la publicación en ocultacionesliada.wordpress.com

Al Oeste de la zona de visibilidad los dos astros protagonistas aún están debajo del horizonte cuando podría producirse la ocultación y al Este ya se han puesto. Al Sur de la línea roja no se produce ocultación por efecto de la diferente perspectiva según desde donde se mire, y se verá a Venus sobrepasar a la Luna por debajo de ella en vez de por detrás (desde el hemisferio Sur se le verá pasando por encima de la Luna. En ambos casos por el Sur de la misma)

Desde los distintos lugares en que pueda verse el fenómeno, tanto los puntos del disco lunar por los que Venus se oculta y luego aparece, como el intervalo de tiempo entre ambos momentos, es diferente debido al paralaje (distinta perspectiva al observar desde distinto lugar)

Centrándonos en lugares de la península Ibérica, el periodo en que Venus permanecerá ocultado será mayor cuanto más al Noroeste y por ello será máximo en Galicia.
Por el contrario, por el Sureste (Almería) o algunas de las islas Canarias y las Baleares esta ocultación será muy breve, pero por ello puede ser mucho más espectacular al ocurrir lo que se llama una ocultación rasante.

En el siguiente gráfico se recoge la trayectoria aparente y las horas aproximadas de la ocultación y reaparición desde diferentes lugares de la península y Baleares por un lado y de Canarias en otro, en horario oficial en cada caso.
Se han separado en dos representaciones porque la posición relativa de la Luna (inclinación de la fase) será ligeramente distinta (en ambos casos se representa respecto al horizonte local), y para obtener una mayor claridad en las situaciones rasantes.

Los datos se han recogido de las simulaciones con Stellarium. Los horarios (todos en hora local) se han redondeado al minuto con la posición del punto central del disco de Venus. Como la ocultación dura alrededor de 3 minutos (incluso bastante más si está próxima a ser rasante) y comienza por la parte oscura de Venus, en nuestra observación la zona visible de Venus podría comenzar a ocultarse hasta 2 minutos más tarde de lo indicado. Así mismo la reaparición total ocurrirá un poco después de lo que aquí aparece, por los mismos motivos.
No obstante, conviene tener el ojo pegado al ocular y mirar atentamente antes de los momentos indicados porque un mínimo retraso (por despiste, o por no tener el reloj ajustado, o mi redondeo a partir de Stellarium) nos hará perder el espectáculo.


Como varios lectores me han pedido horas concretas para su ciudad, añado aquí una tabla con diferentes localidades de toda la geografía española. He preferido elegir las que nunca aparecen en las tablas y, al igual que cuando los datos son de esas grandes capitales, debes buscar un lugar cercano y la diferencia será mínima.
Como en los gráficos anteriores, todos los horarios están dados en la hora que marca tu reloj.

jueves, 4 de junio de 2020

Venus, visible en su conjunción

Con este post voy a alterar la línea habitual de artículos muy largos y con demasiados datos, a veces difíciles de leer hasta el final.
Aunque éstos seguirán apareciendo intentaré, con artículos más breves, dar con frecuencia una cierta frescura y presencia más atractiva sobre todo de cara a quienes solo miran internet en su teléfono móvil (cada día más gente), donde todo lo que sea texto parece mucho más largo.


Esta pasada madrugada se ha producido la conjunción de Venus y aunque teóricamente, y en principio, podría pensarse que en esta posición el segundo planeta debería ser imposible de observar, algunos afortunados con equipo adecuado y experiencia en estos temas han podido obtener imágenes como ésta:
Imagen de Venus, en forma de anillo luminoso, obtenida por Nicolas Lefaudeux y recogida en https://www.spaceweather.com/ 

Corresponde al momento en que Venus ha estado alineado con el Sol, delante de él visto desde la Tierra, en la llamada “conjunción inferior", que aunque comparte apelativo con la otra (la “conjunción superior”), el apellido es totalmente opuesto al espectáculo que nos dan en uno y otro caso. 

En la conjunción inferior Venus se sitúa en el punto más próximo a la Tierra, mostrando su máximo tamaño y (teóricamente) la fase nueva. Lo contrario ocurre en la conjunción superior.
Aunque evidentemente los tamaños de los astros están aumentados y no guardan proporción, las órbitas y distancias están a la misma escala 
Las distancias de la Tierra a Venus en ambos casos (indicadas por las llaves) son tremendamente diferentes. 
 

En realidad Venus no ha pasado por delante del disco solar (eso habría sido un tránsito y como mucho ocurren dos veces en un siglo) porque su órbita y la de la Tierra no están exactamente en el mismo plano y en esta ocasión, en su mayor proximidad, se ha situado a algo menos de medio grado del centro solar, es decir, a escasos 15 minutos de arco al norte del borde de su disco. 
Posición de Venus respecto al Sol en el momento de su máxima aproximación. Tanto los tamaños aparentes como la distancia están a la misma escala.

Al igual que con la Luna, este proceso de aparente acercamiento desde el Este del Sol, paso junto a él y posterior alejamiento por su Oeste (en la Luna o en la conjunción superior es del Oeste hacia el Este) se manifiesta claramente en la fase. 

La situación de esta conjunción inferior sería análoga a la Luna nueva: Los días anteriores mostrando un arco cada vez más fino, invisible en el momento de fase nueva y días contiguos, y de nuevo otro fino arco que se va ampliando, en fechas posteriores. 

Imágenes de las fases menguantes de Venus, que he ido tomando desde mi ventana en distintas fechas
Aunque el fondo aparece negro, se han tomado todas ellas de día pero se ha regulado la exposición para que la fase del planeta aparezca más definida sobre el fondo oscuro. Cada una se ha realizado con  toma única y sin tratamiento informático.


Al igual que con la luna nueva, teóricamente hoy debería haber sido imposible ver a Venus. Sin embargo, han llegado preciosas imágenes, como la que aparece al principio del post, donde muestra su borde iluminado, como un fino anillo.

Esto es debido a la densa atmósfera del segundo planeta. Prácticamente desde detrás de él, el Sol ha iluminado esta atmósfera que de esa manera nos ha dejado ver su contorno brillante. Todo un espectáculo. Se pueden ver más imágenes en esta web.

Aunque no es exactamente lo mismo, la situación sería similar a esas imágenes a contraluz donde el cabello de una persona destaca luminoso:


No siempre la imagen que ofrece Venus en su conjunción inferior es igual. En este caso ha pasado angularmente muy cerca del Sol, pero otras veces no tanto. 
Por ejemplo en agosto de 2015 en máximo acercamiento fue de 8º, y pudo observarse una fase solo un poco más fina que en la última de la serie en las imágenes anteriores (la del 26-5), siendo mucho más fácil de observar y fotografiar que ahora, en que la luz solar lo ha hecho muy complicado. 
Yo mismo, con unos medios muy inferiores a los de ahora, obtuve esta foto el mismo día de la conjunción simplemente colocando la cámara delante del ocular sin ningún adaptador.
Venus en la conjunción inferior del 15-8-2015. La fase nunca fue más fina que la de la imagen. Fue disminuyendo hasta ese momento y luego volvió a aumentar.

La conjunción inferior es el momento teórico en que Venus pasa de su presentación vespertina a la matutina  aunque, a simple vista, hay varias semanas en que no es posible observarlo por su cercanía angular al Sol. 

Por tanto, y aunque tendremos que esperar unos días para poder comprobarlo con nuestros propios ojos, ya ha comenzado el reinado del "Lucero del Alba".

miércoles, 20 de mayo de 2020

Mercurio releva a Venus

Ya me he referido varias veces en este blog a la magnífica presentación del segundo planeta durante los últimos 6 meses, sobre nuestros cielos en el crepúsculo vespertino y primeras horas de la noche, por ejemplo en "La estrella de este invierno..."

Pero como todo tiene su final, también Venus va a dejar de verse a últimos de mayo, para aparecer en los cielos matutinos unas dos semanas después como el “Lucero del Alba”. Pero a pesar de que era el único planeta que en estos meses ha podido verse por la tarde, no nos va a dejar sin presencia planetaria vespertina, porque casualmente justo en las fechas  en que  el segundo se marcha, aparece el primero.

Ayer 19 de mayo a las 22:15 en el limpio cielo de Bilbao, sobre su horizonte Oeste-Noroeste, Mercurio (en la imagen in débil puntito muy cerca de los árboles del horizonte) ya se apreciaba a simple vista, mientras está acercándose a Venus para recoger pasado mañana el testigo.

Pero es un relevo a la baja. Es como si en una carrera de 4X100 un atleta aficionado y en baja forma le cogiera el relevo al recordman mundial de velocidad, porque tanto en el brillo como en la duración diaria y total, de estas apariciones vespertinas la diferencia entre los dos es enorme.

Trayectoria prevista para la entrega del testigo sobre el horizonte.  En una imagen con más campo que la anterior, y tomada unos minutos antes, se ha trazado el movimiento de los dos planetas durante el relevo, tomando como referencia el fondo de la esfera celeste. 

El momento del relevo (la conjunción planetaria exacta) será el día 22 a las 10h (8 TU) cuando Mercurio pasará a menos de 1º al Sur de Venus. A las horas en que ocurre el crepúsculo (único momento en que serán visibles) desde el Oeste de Europa el 21 al atardecer ya se les verá muy próximos y el 22 el primer planeta ya estará más alto sobre el horizonte que el segundo 

Pero aún así, los atardeceres en que sigamos viendo a Venus (cada vez más difícil, ocultándose antes y en un cielo más brillante) destacará mucho más que Mercurio e incluso nos puede servir de referencia para encontrar al esquivo primer planeta, porque su brillo será mucho mayor (Magnitud -4 frente a -0.3, cifras ya atenuadas por la atmósfera).

Tanto el día 21 como el 22 la separación angular será de menos de 2º durante el crepúsculo desde Europa y América (desde Australia incluso menor que 1º el día 22) por lo que serán visibles a la vez con unos prismáticos, uno al lado del otro, y se podrá apreciar la fina y espectacular fase de Venus mientras el pequeño disco de Mercurio apenas se verá como un puntito mucho más débil.

Esta sería, aproximadamente, la visión con unos prismáticos que cubrieran un campo de solo 3º, manteniendo la proporción de tamaños y distancias. (Los que utilizamos habitualmente en observación del cielo pueden tener el doble). Aunque las imágenes parecen excesivamente pequeñas, lo que veamos será mucho más evidente porque la imagen cubriría toda nuestra visión y el ojo se adapta mucho mejor al verlo directamente, que al mirar una imagen en una pantalla, tanto en calidad como en percepción del detalle. 
En el montaje se han utilizado imágenes reales de los planetas del día 19-5 obtenidas por separado.


Es muy curioso el que la aparición vespertina de Venus empezó en noviembre cuando Júpiter se retiraba de la zona (como quedó recogido en "Zeus y Afrodita, ...!) y acaba ahora cuando comienza la de Mercurio. Esto ha sido una enorme casualidad y ni el mejor equipo de relevos se habría pasado el testigo de manera tan coordinada.


El aspecto de ambos planetas.

A simple vista el aspecto que muestran Venus y Mercurio es muy distinto, como he dicho, por la gran diferencia en el brillo aunque ambos se vean con aspecto puntual, comos si fuesen estrellas; pero vistos a través de un telescopio será aún mayor por el tamaño y la forma.

Además de que el segundo planeta es más grande que el primero, ahora está mucho más cerca de la Tierra. Y por su posición la fase será muy diferente:

Posiciones Mercurio, Venus y la Tierra en sus órbitas el día 22-5-2020. Aunque la alineación en planta es exacta, veremos "pasar" a Mercurio un poco por debajo de Venus porque las órbitas no están exactamente en el mismo plano.
Aunque el tamaño de los astros se ha exagerado, la forma, tamaño relativo y situación de las órbitas es precisa. 

La fase menguante de Venus, estas semanas muy fina, contrasta con el pequeño disco que nos muestra Mercurio, que aún estando también menguante (ambos presentan esa fase cuando son visibles por la tarde) todavía es casi llena.

Estas dos imágenes se veían ayer en mi telescopio:

Imagen tomada a través del telescopio de cada uno de los planetas el 19-5, pero que no van a variar mucho durante estos próximos días. La ampliación de ambas fotos es la misma, y permite comparar los tamaños aparentes.
Son las mismas imágenes que he utilizado arriba para el montaje de la visión con unos prismáticos pero aquí , en mayor escala, se aprecia mejor la fase y la relación de tamaños  


Días de espectáculos 

Además de la conjunción de Venus y Mercurio del día 22, que permitirá verlos muy cercanos entre sí, también en fechas contiguas se producen otras circunstancias que se sumarán para hacer el fenómeno más llamativo

-- La Luna de testigo

La Luna siempre adorna este tipo de conjunciones cuando le da tiempo a pasar por allí en las fechas clave, añadiendo el elemento más espectacular al fenómeno.

En este caso, aunque por la proximidad al horizonte en el crepúsculo será muy breve, muy sutil por la consecuente fina fase, y no dará tiempo a que mucha gente pueda fijarse por lo que no será un espectáculo de masas, por esos mismos motivos será mucho más bello.

El día 24 una finísima Luna creciente de solo dos días después de nueva, formará una preciosa coreografía con los dos planetas. Mercurio quedará situado justo entre Venus y nuestro satélite, ambos con la misma fase.

Como el movimiento de la Luna en la esfera celeste es relativamente rápido, y el periodo de observación en cada lugar muy breve, coincidiendo en cada lugar con el crepúsculo, la situación cambiará según  el lugar del planeta desde el que se observe.

Desde América la simetría será mayor, y Mercurio quedará situado casi exactamente en el punto medio entre Venus y la Luna, mientras que en Europa (visible unas horas antes) se verá más cerca de Mercurio que de Venus.

A diferencia de lo relatado antes, relativo a la variación en las posiciones de los dos planetas desde diferentes puntos de la Tierra, en este caso el movimiento de la Luna es mucho más rápido y esas variaciones serán mayores

-- También la ISS

El lunes 25, se incorpora a la coreografía la Estación Espacial, que desde donde yo vivo se la verá pasar por ahí, casi casi delante de Venus, completando un póker muy sugerente por momentos.

La ISS pasa a las 22h 18, pero muy bajo para verlo a simple vista.  A solo 5º con magnitud -0.85 pasará junto a Venus.

Aunque cuando la ISS se aleje de la zona de los dos planetas y coja más altura se verá bien a simple vista, su visita a Mercurio, Venus y la Luna habrá que fisgarla con prismáticos.



Situaciones desde distintos lugares de la Tierra 

Aunque el movimiento de ambos planetas en la esfera celeste es muy ligero, en los momentos de máxima aproximación habrá diferencias en su posición relativa en solo unas horas. Y como solo son visibles durante un pequeño intervalo de tiempo en el crepúsculo, esta posición y su separación angular será algo diferente según el lugar del planeta en que se observe. Así la máxima aproximación, que será ligeramente inferior a 1º podrá verse desde la zona oriental de Australia.

Desde Europa occidental tanto el día 21 como el 22 estarán a la misma distancia, en el primer caso antes de la oposición, y en segundo después.
Desde América se verá más tarde, por lo que el día 21 será mejor. En américa del Sur no mucho mejor que en Europa, porque aunque la diferencia de longitud geográfica es notable, la diferencia en la hora del crepúsculo vespertino no lo es tanto ya que allí es otoño, ya camino del solsticio de invierno y el sol se pone antes de lo habitual.
El siguiente gráfico recoge estas situaciones:


Este gráfico está referido a la ecliptica, con lo que si se toma como referencia su posición respecto al horizonte, (que siempre por la zona de Mercurio es clave), hay otro factor muy determinante: 

- En el hemisferio Sur empeora las condiciones porque en otoño al atardecer está muy horizontal, con la desventaja añadida de que la latitud eclíptica de ambos planetas es Norte. Definitivamente, y a pesar de que en la mayoría de los casos las condiciones de observación de Mercurio son mucho mejores en el hemisferio Austral, en este caso rotundamente no.
 
- La situación de México será mejor que la de Europa porque al estar más cerca del ecuador, tienen la eclíptica más vertical.

Postas de diferente duración

Lo de esta aparición vespertina de Venus, relevando a Júpiter y siendo relevado por Mercurio justo en los momentos del comienzo y final de su periodo de visibilidad vespertina ha sido una tremenda casualidad, porque los periodos sinódicos (posiciones vistas desde la Tierra) de cada planeta son muy diferentes, y normalmente no ocurre así, solapándose unas y otras. Pero esto me da pie a analizar o comparar los ciclos de cada uno.

- Empezando por el más espectacular (Venus) como ya he citado en varias ocasiones, la duración de su posta (su aparición vespertina, o de igual manera la matutina) es de 6 o 7 meses (en cada ciclo de 19). En este caso desde noviembre hasta finales de mayo.

Debido a su brillo, podría decirse en este símil atlético que el segundo planeta realiza las postas más espectaculares, y se llevaría los mayores aplausos en la competición.

- Las apariciones de Mercurio son mucho más breves, y la duración del periodo de visibilidad es relativo porque, como las condiciones siempre son críticas, la determinación de si en un momento se puede ver sin ayuda óptica, o no, depende de la vista de cada observador y de las condiciones de limpieza del cielo (aún sin nubes) cerca del horizonte.

En cualquier caso estos periodos son mucho más amplios en el hemisferio Sur, digamos que para latitudes medias pueden tener una duración de un mes y medio, mientras que en el norte, donde puede reducirse a menos de dos semanas el periodo en que se vea a simple vista, y eso si hay suerte y el horizonte está limpio.

Mercurio es el atleta sureño que cuando corre en casa, ante su público, da todo lo que tiene, pero cuando lo hace fuera se limita a cumplir el expediente de manera muy rácana. 

Estas curiosas diferencias según el hemisferio, que no se dan en ningún otro planeta, las recogí en el artículo "El esquivo planeta sureño se asoma por el norte"

- Júpiter y Saturno

Debido a su lejanía y por ello a su lento movimiento real y en la esfera celeste vistos desde aquí, prácticamente su ciclo es anual, alargándose un mes más en el caso de Júpiter. Desde que comienzan a verse de madrugada pasan poco más de 5 meses hasta que son visibles toda la noche, en su oposición, luego otros 5 en que podemos verlos claramente antes de acostarnos pero no de madrugada y luego un periodo en que no son visibles por estar angularmente cerca del Sol en las proximidades de su conjunción.

Aunque Júpiter siempre será más eficiente que Saturno, con postas un poquito más largas y mucho más espectaculares (por su brillo), ambos son relevistas muy fiables, constantes, y nunca fallan.

- Marte

Con el cuarto planeta hay que matizar porque su brillo (acorde con su distancia a la Tierra) es muy variable. Aunque considerando su situación en el cielo nocturno sus periodos son mucho más amplios, de casi 2 años, si se considera su observación clara y espectacular se reducen a pocos meses, de los cuales en un par de ellos destaca como el astro más brillante después de la Luna durante casi toda de la noche, compitiendo quizás con Júpiter si coinciden ambos en su máximo esplendor. Venus no será su rival porque no se ve nunca en plena noche.

De izquierda a derecha, Marte, Saturno y Júpiter, el pasado mes de abril acompañados por la Luna. Este año 2020 los dos últimos se mantienen muy próximos entre sí y puede comprobarse que el brillo de Júpiter es siempre muy superior. Aunque todavía Marte no puede competir con él, va a ir aumentando continuamente hasta octubre, cuando no tendrá rival.

Por ejemplo podría considerarse que la aparición actual de Marte comenzó en octubre de 2019, tendrá su máximo esplendor en otoño de este año y durará hasta el verano de 2021 en que difícilmente se distinguirá, muy débil,  al comienzo de la noche.

Marte da unos relevos espectaculares en su tramo central pero parece que le cuesta coger velocidad cuando toma el testigo, y se queda agotado tras el explosivo esfuerzo mucho antes de entregarlo.

domingo, 3 de mayo de 2020

Venus muestra su imagen más atractiva antes de despedirse, pero solo para mayores

En el mejor momento para observar al segundo planeta, llega en España la ansiada desescalada del confinamiento y ya no hace falta tener una ventana hacia el Oeste. Aunque vivas en un primer piso interior y no veas nada de cielo por tu angosto patio, ahora podrás ver a Venus mostrando una fina fase como una lunita
Coge los prismáticos y a partir de la puesta de sol (aquí los adultos podemos salir a pasear entre las 20 y las 23 horas) aprovecha para fisgar a Venus, justo en su mejor  momento. 

No conozco cómo está la situación en otros países, pero espero y deseo que en gran parte de ellos también se pueda salir a la calle y aprovechar.

Por supuesto, si tienes telescopio, disfruta de la imagen todos los crepúsculos vespertinos en que las nubes no te lo impidan.

Si sueles mirar el cielo, seguro que no hace falta que te indiquen dónde está Venus. Pero si no es así, está muy fácil: En cuanto empiece a oscurecer y hasta 3 horas después de la puesta de Sol (desde el hemisferio Sur este margen es ahora de solo 90 minutos y en ambos hemisferios e va a ir reduciendo drásticamente a lo largo del mes de mayo) ese astro brillantísimo que aparece hacia el Oeste o NorOeste, que parece la estrella más brillante del cielo.

Montaje para representar aproximadamente cómo podría verse Venus:
A) Estos días a través de un telescopio (con muchos aumentos e imagen invertida) se ve espectacular
B) Con unos prismáticos, aunque pequeño, se aprecia muy bien la fase.
He utilizado imágenes que obtuve el 27 de abril y el 3 de mayo

Evolución de la fase de Venus

Además del atractivo que tiene la visión de Venus como astro más destacado de nuestro cielo después del Sol y la Luna (tal como recogí en “La estrella de este invierno …”), sin duda lo más llamativo son sus fases, aunque solo se pueden apreciar con ayuda óptica de un telescopio o, precisamente ahora, en el periodo más espectacular durante 3 o 4 semanas del ciclo de más de 9 meses, también con prismáticos.

Al igual que la Luna, el segundo planeta también tiene fases, que cambian según la zona iluminada por el Sol y la que vemos desde aquí. Pero su evolución es muy diferente y solo son claramente apreciables durante un periodo de tiempo relativamente corto.

Algunas imágenes que he obtenido, comparadas con la que presentó durante los primeros meses de su aparición vespertina y la que teóricamente tendrá los últimos días de la misma:
Todas las representaciones están a la misma escala. La primera y la última (practicamente imposibles de obtener por estar junto al Sol) están dibujadas
Aunque en las imágenes que he obtenido a través del telescopio aparecía invertido, las he dado la vuelta para mostrarlas como se hubieran visto directamente.

Pensé publicar este artículo una vez finalizado el ciclo, recogiendo las fotos más espectaculares. Habría quedado más riguroso y bonito, pero he preferido anunciarlo ahora para que la gente pueda observarlo.
Seguiré actualizándolo

Diferencias con las fases de la Luna

De  las fotografías anteriores se deducen varias circunstancias:
Por un lado la orientación de la imagen: Si vista desde el hemisferio norte la Luna menguante tiene forma de letra C (y la creciente de D), Venus es al revés, y ahora que tiene la curvatura a la derecha como una letra D, está menguando.
Desde el hemisferio Sur todo al contrario.

Por otra parte, mientras que en la Luna la duración de cada una de las fases (la Luna llena, nueva y los cuartos) es muy similar, en Venus no: De la fase llena a cuarto menguante pasan unos 7 meses (en el presente ciclo desde el 15 de agosto de 2019 hasta el pasado 26 de marzo, y de cuarto menguante a nueva (o casi nueva, porque a veces queda un finísimo arco y no desaparece del todo) poco más de 2 meses, concretamente eso ocurrirá el próximo 3 de junio.

Además, dependiendo de la fase el tamaño varía mucho: En la Luna solo a veces se ve con un diámetro 14% más grande que otras (tomando los valores extremos) y este cambio de tamaño no está relacionado con la fase. En Venus si: Siempre cuando nos presenta todo el disco iluminado el tamaño aparente es el mínimo, y según va menguando la fase ese tamaño aumenta enormemente.

Todo ello es debido a las posiciones que ocupa Venus respecto a nuestro planeta, como se puede apreciar en este gráfico:
Posiciones de Venus respecto a la Tierra, junto a la fase y el tamaño aparente que observamos desde aquí.
Aunque evidentemente el tamaño de los astros y las órbitas no están a la misma escala, las 4 representaciones de su visión desde aquí sí lo están entre ellas.

También Mercurio tiene una mecánica de fases similar, pero son muchísimo más difícil de apreciar, al igual que el propio planeta. Galileo enseguida dedujo que Mercurio también tendría fases, pero su observación no estaba al alcance de su primitivo telescopio.



¡CUIDADO!
Como he dicho más de una vez, Venus puede verse en pleno día, y conociendo aproximadamente su elongación o mejor sus coordenadas horizontales (su acimut y altura) ayudado por unos prismáticos, barriendo la zona, puede localizarse fácilmente. Bajando luego en vertical hasta el horizonte y tomando una referencia concreta, puede intentarse después a simple vista.
Ahora incluso, es más atractivo olvidarse de ese objetivo y eliminar el último paso, porque en estas 2 o 3 semanas el espectáculo no estará en pillarlo in fraganti de día, sino en cotillear su fase.

Pero este método para verlo de día ahora puede estar CONTRAINDICADO E INCLUSO SER PELIGROSO.


Debido a que Venus ya se va a situar cercano angularmente al Sol, en esa búsqueda es muy fácil que nos topemos con el astro rey y el efecto de las lentes  podrían ser FATALES PARA NUESTRA VISTA.
Por eso, aunque ahora cada vez es más reducido el intervalo de tiempo desde la puesta de Sol hasta la de Venus, si n o somos expertos debemos esperar a que el Sol se ponga para proteger nuestra salud ocular.
No obstante, aunque solo sea para recordar viejos tiempos y la evolución de los instrumentos, en el anexo recojo mi experiencia en este tema utilizando el telescopio.


El título del post.
De acuerdo. Utilizo títulos llamativos, pero eso lo hace todo el mundo que quiera que alguien le lea. Pero intento que siempre estén justificados y sean rigurosamente correctos.

En este caso la coletilla final suena a doble sentido, como otras muchas frases, según la interpretación que se les quiera dar.

Porque todo esto es solo para mayores de 14 años, al menos en España donde son esos a los que se les acaba de abrir la posibilidad de salir de casa de 20 a 23 horas, precisamente cuando podemos ver a Venus.
Los niños no, porque a las 18 horas tienen que volver a casa. Pero ellos tendrán otras muchas oportunidades, la primera dentro de 19 meses cuando la situación se repita y esperemos que no haya restricciones para salir de casa. Por eso, como dice el título del post estas sesiones son solo “para mayores” de 14.

Si tienes algún niño que quiera ver la fase de Venus con los prismáticos, no te queda más remedio que buscar una ventana con la orientación adecuada, aunque es posible que la  mayoría de la gente no la tenga. Una vez que lo tengas localizado y antes de enseñárselo deberías fijarlos en un trípode porque si no, a él le costaría encontrarlo. Pero tiene toda la vida por delante y la oportunidad, si sigue interesado en el tema, de ver otras situaciones similares.



Localización segura de Venus de día con un telescopio

Si tenemos un telescopio, por supuesto nos podemos olvidar de los consejos que he dado y de los prismáticos porque las imágenes nítidas y de gran tamaño que Venus nos ofrecerá a través de cualquier ocular, serán magníficas.

Utilizando adecuadamente los métodos de búsqueda del telescopio podemos localizarlo y verlo de día sin el problema de que el Sol se cuele accidentalmente en el ocular. Recuerdo que cuando no existían las monturas computerizadas, normalmente yo conseguía encontrarlo casi siempre después de varios intentos, pero ahora disponiendo de ellas no hay ningún problema, con solo comprobar previamente la nivelación correcta de la montura e introducirle los parámetros de tiempo y lugar, poniéndolo en estación con el Sol. ¡Cuidado! En este proceso previo nunca mirar por el ocular si no tenemos un filtro solar, sino por proyección.

Aunque casi siempre sale “a la primera”, no dejo de sentir un punto de euforia o admiración cuando, después de ordenarle que vaya a Venus, el telescopio comienza a moverse solo, se detiene, miro por el ocular y ¡Ahí está el segundo planeta! Destacando con su brillo sobre el cielo de día, y en estas fechas luciendo su imagen más atractiva.


Recuerdo que ya hace muchos años, utilizando una montura ecuatorial ponía en estación el telescopio a partir de la posición del Sol o de la Luna durante los días en que (según la fase) ésta era fácilmente localizable y estaba más cercana a Venus, y con las coordenadas de éstos y del planeta, lo encontraba. 
No siempre al primer intento porque la puesta en estación (orientación exacta según el eje terrestre) en pleno día y sin tenerlo en una ubicación fija, no era fácil y tuve que aprender algunos trucos: El Sol lo colocaba fácil en la pantalla proyectado por el ocular, pero si no coincidía exactamente la declinación y A.R. del telescopio con lo que me decían las efemérides, era porque no lo tenía perfectamente orientado y había que ir girando la montura en azimut hasta que coincidiera.

Las fases de Venus, argumento clave para el sistema heliocéntrico.

Como parece que fue Galileo quien primero utilizó un telescopio para observar el cielo, fue él quien descubrió, aparte de otras muchas cosas, que el segundo planeta presentaba fases, y junto al hallazgo de los 4 satélite que no giraban en torno a la Tierra sino alrededor de Júpiter, la evolución de las fases de Venus dejaba claro que el sistema geocéntrico era incorrecto.

De hecho fue esta la principal prueba que confirmaba su aceptación previa del sistema Copernicano del que antes no se atrevió a defenderlo públicamente porque solo tenía indicios indirectos.


Según el sistema geocéntrico, representado en la imagen, tanto en las proximidades de las posiciones 1 y 3 (en ambas conjunciones con el Sol), Venus debería mostrar una fase muy fina, y desde aquí en ningún momento del recorrido por su epiciclo sería posible ver más del 50% de su superficie iluminada. 
Las observaciones nos muestran que en las proximidades de la posición 3 se ve el disco completo y que las fases recorren todos los porcentajes, siendo en la mayoría de las fechas de una entidad imposible según el esquema geocéntrico pero perfectamente de acuerdo con lo que podría esperarse del sistema heliocéntrico.

Desde principios de 1610 Galileo dispuso de un instrumento con mucha mayor calidad que los que había elaborado anteriormente y que le proporcionaba 30 aumentos. Si en las primeras semanas de ese año se centró en la observación de los satélites de Júpiter, tuvo mucha suerte con Venus porque en mayo el segundo planeta tuvo su conjunción superior, y como consecuencia unas semanas después de ella el comienzo de su aparición vespertina, y Galileo pudo observar toda la evolución de su fase y su tamaño aparente.

El 17 de diciembre la fase ya estaba en un 50%, lo que podríamos llamar el cuarto menguante, y vio como los días siguientes seguía menguando con un aspecto “cornudo”. Pero incluso antes de eso, concretamente el día 11, con suficientes indicios, algo de miedo a equivocarse pero también a que alguien le quitara la primicia, envió un mensaje cifrado a Giuliano de Médici “conteniendo un poderoso argumento a favor de la constitución copernicana”, añadiendo que “A su debido tiempo publicaré su descifrado y otros particulares

Pero una vez comprobado que todo continuaba como él suponía, Venus mostraba ya una fase inferior al 50%  y no pudiendo reprimir la emoción de su hallazgo, el 30 de diciembre le envió una carta a Cristóforo Clavio narrando en detalle el proceso “que he observado en Venus de tres meses a esta parte”, y augurando lo que ocurriría en el futuro con gran precisión “Comienza ahora a tornase en una figura notablemente cornuda, e irá menguando así mientras que sea vespertina, y a su debido tiempo la veremos matutina con sus cuernecillos sutilísimos y apartados del Sol” y siguió con la descripción de lo que seguiría ocurriendo con la fase y el tamaño aparente, durante toda la futura aparición matutina.

Añadió luego frases vehementes fruto sin duda de la emoción de su descubrimiento, como “Tengo el modo de verla tan clara, tan pura y delimitada, como vemos la propia Luna con la visión natural, y la veo con un diámetro igual al radio de la Luna a simple vista. He aquí, señor mío, aclarado cómo Venus (e indudablemente lo mismo hará Mercurio) va en torno al Sol, centro sin duda alguna de las máximas revoluciones de todos los planetas
Yo también la ví desde mi balcón, de la misma manera que describe Galileo: Composición de dos imágenes del día 27, con la Luna y Venus (éste ampliado por telescopio) mostrando casi la misma fase, aunque la del satélite esté creciendo y la del planeta menguando. 
Yo le puse a mi telescopio el doble de aumentos que Galileo (los mínimos que me permiten mi equipo con focal 1500 y ocular de 25) y por eso el diámetro de Venus lo veía igual al diámetro (no al radio) de la Luna.


Solo 2 días después, el 1 de enero de 1611, volvió a escribir a Giuliano de Médici porque “Ya es hora de que descifre las letras transpuestas … ya que estoy completamente seguro de la verdad del hecho

Los textos y datos de la historia están tomados del libro “El mensaje y el mensajero sideral” que recoge textos originales escritos por Galileo y Kepler.
 Una auténtica joya (tal como se deduce de su estado) y su autor principal.

Estamos en esta fase, dentro del proceso de la evolución de la fase de Venus, en que Galileo debió sentirse eufórico porque todas sus previsiones se iban confirmando. Es el momento de coger nuestro telescopio o prismáticos e imaginarnos dentro del cuerpo y el espíritu del sabio florentino y revivir su emoción.