Esta época del año es la mejor para comprobar y entender el
significado de una antigua leyenda
griega, referida a la Osa Mayor.
Si prefieres puedes saltarte el preámbulo e ir directamente al relato de la osa, desde el cuadro de Rembrandt con las bañistas en el bosque.
La astronomía y la mitología siempre han estado ligadas, desde la más remota antigüedad. Los astros y los dioses estaban ambos allí arriba, frecuentemente se confundían y/o compartían nomenclatura y comportamiento. En la astronomía moderna, desarrollada en la civilización occidental, las fuentes proceden del mundo clásico. La mitología clásica greco-romana es enormemente rica y
variada, y posiblemente más que otras, tiene una relación directa con la astronomía. No solo porque gran
cantidad de constelaciones y astros han sido nombrados utilizando personajes
mitológicos de esa época, muchos de ellos después de que la civilización
clásica desapareciera, como los dos nuevos planetas o multitud de satélites y
asteroides, sino porque ya los griegos elaboraron o modificaron sus leyendas a
partir de lo que veían que ocurría en el cielo.