Este post es
fundamentalmente didáctico. Es posible que les sea útil a profesores, a quienes
quieran difundir la astronomía entre jóvenes y niños, o a quien le guste
descubrir por sus propios medios lo que va a ocurrir en el cielo, antes de
“enterarse por ahí”
¿Mañana eclipse?
Escribo esto el martes 22 de marzo de 2016, y como es muy
posible que lo leas con posterioridad, quizás te extrañe porque no has oído
nada, ni has visto (ni verás) imágenes de este eclipse en la tele como viste hace poco de otro eclipse, aquel de Sol.
No te preocupes, que no te has perdido nada, pero quizás esto te
sirva más adelante para jugar y presumir de mago o futurólogo ante tus amigos,
como los griegos del siglo V antes de C. pensaban de la sacerdotisa Aglaonike.
Pues si. 23 de marzo, miércoles santo, comienzo de vacaciones
para muchos, y eclipse de Luna. Ya sé que casi nadie se ha enterado, porque en
esta ocasión los medios de comunicación no han dicho nada. Es lógico. El
eclipse es solo penumbral, el oscurecimiento que sufrirá la Luna es mínimo y no se apreciará.
Por si fuera poco, en el momento que ocurre, la Luna no es visible desde Europa ni desde Africa, y desde la mayor parte de América y Asia solo se ve, muy cerca del horizonte, durante
parte del desarrollo del eclipse.