¡Cómo pasa el tiempo!
Una frase que tantas veces hemos
repetido y muy habitual en estas fechas en los centros escolares ¡Pero si
parece que fue ayer cuando empezamos el curso, y ya se acaba!
Bueno, todavía no. Que las despedidas y la fiesta final es
el 30 de junio, que parece ser la fecha oficial del fin de curso, al igual que
de los contratos de los futbolistas, y en este blog también lo celebraré con
algo diferente, muy sorprendente y más relajado, incluso en tono algo jocoso.
Pero es cierto. El tiempo vuela y, como a mucha gente, a mí
también me ha pillado el toro. Uno de mis temas favoritos es la medida del
tiempo y los relojes de Sol. A pesar de ello, apenas he encontrado la
oportunidad durante todo este curso que llevo publicando el blog para mencionar
alguna consecuencia indirecta del tema, pero aún no le he dedicado ningún post.
Hora es. Y aprovecho precisamente ahora porque la Cátedra de Cultura
Científica de la
Universidad del País Vasco me acaba de publicar un artículo sobre
este tema en su blog Zientzia Kaiera, estas pasadas fechas.
Lo puedes ver clicando aquí, pero como está escrito en EUSKERA y
la mayoría de mis lectores no conocen esta lengua, aquí a continuación pongo la traducción al castellano.
Si alguien lo prefiere leer en versión original,
cuidado porque hay una errata en una frase del quinto párrafo.
Aunque yo lo escribí en euskera, antes de
publicarlo hicieron una corrección y adecuación de sintaxis, y aunque yo
escribí “ia ia” (casi casi), esto no apareció una vez corregido y cambió
totalmente el sentido original de la frase (la duración de la traslación es casi casi
igual a del año)
A continuación está la traducción casi literal del artículo original tal
como yo lo escribí. Solo he modificado ligeramente alguna frase y añadido algún pequeño comentario y algunos gráficos: