Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

martes, 20 de marzo de 2018

¿Se adelantó la primavera?


Hace unas horas ha empezado la primavera en el hemisferio norte. 
Hoy 20 de marzo de 2018, aunque por la meteorología de aquí no lo parezca, es el día del equinoccio. De alguna manera es el comienzo de un nuevo ciclo de la naturaleza con un resurgimiento después de los fríos y las largas noches del invierno, y así lo entendían la mayoría de los pueblos de la antigüedad que tomaban como inicio del año, precisamente estas fechas.
La estación de las flores llegó el 20 de marzo
En el hemisferio Sur ha comenzado hoy el otoño y allí el equinoccio de primavera será en septiembre.

Aunque estamos acostumbrados a oír que la Primavera empieza el 21 de marzo, lo cierto es que la estación de las flores acaba de empezar hoy día 20 a las 17:15 hora central europea (CET)
Pero quizás sorprenda aún más el saber que lo de hoy no es una excepción, que en todo lo que nos queda de este siglo XXI ningún año empezará el día 21, e incluso que en muchas ocasiones será el 19. El último año en que el cambio de estación se produjo el 21 de marzo fue en 2007 (o en 2011 considerando hora CET)  y no volverá a ocurrir hasta el 2102.
O sea que podemos olvidarnos de la clásica fecha porque casi con seguridad no volveremos a verla.

jueves, 15 de marzo de 2018

Los dos primeros planetas, juntos en el cielo del tercero

Como escribí hace poco, Venus y Mercurio han roto la larga sequía de planetas visibles al principio de la noche. Desde hace unos días los dos primeros planetas ya están ahí y pueden observarse, todavía durante una semana sobre el horizonte Oeste tras la puesta de Sol. Luego Mercurio dejará de verse.

Mercurio y Venus, los dos planetas más cercanos al Sol, aparecen ahora en una misma zona del cielo muy próximos entre sí, lo que sin duda ayuda a que el más brillante (Venus) sirva como referencia para encontrar al otro. Hasta el día 21 Mercurio se encontrará por encima y un poco a la derecha de Venus, visto desde el hemisferio norte.
Pensé hacer todo un reportaje fotográfico durante estos días, pero las nubes se han empeñado en impedirlo. A falta de ello, he elaborado un gráfico con las posiciones relativas de ambos planetas.
Posiciones de Venus y Mercurio cada 2 días durante el mes de marzo de 2018, con el Sol a 10º bajo el horizonte. Desde una latitud 43ºN (Los puntos más grandes representan a Venus y los pequeños a Mercurio) 

El día 18 aparecerá por ahí la fina luna de 1 día, y formarán un grupo muy fotogénico. 
Tal como he escrito antes, en Bilbao hemos tenido muy mala suerte con las nubes y yo todavía no he podido ver los dos miembros de la pareja simultáneamente. Estaba esperando para poder ilustrar este post con una imagen actual, pero como no llega debo publicarlo ya, antes de que Mercurio deje de verse, y ya se están acercando esas fechas.

Venus comenzó a verse ya en febrero por la tarde tras la puesta del Sol y puede ser admirado por mucha más gente que en su pasada aparición matutina. Por la mañana la hora inadecuada y las prisas habrán hecho que pocas personas se hayan fijado en el lucero del alba, como se le conoce cuando es visible antes de la salida del Sol. Ahora puede verse por la tarde sin problemas hasta septiembre.
Por su parte Mercurio tiene apariciones durante breves días, y ésta es la mejor de todo el año para los observadores del hemisferio norte

Aquí, por fin, el 24 de febrero unos claros entre las nubes parecía que permitirían ver a Venus desde Bilbao y ... Si, ahí estaba junto al horizonte
Venus el 24-2-2018

martes, 6 de marzo de 2018

El cielo del planeta anillado


Uno de los objetos más vistosos que se pueden observar por un telescopio es sin duda el sexto planeta. Saturno, el de los anillos.
Pero hoy no vamos a mirarlo en nuestro cielo (ahora mismo solo puede verse de madrugada a horas intempestivas), sino que vamos a pensar cómo se vería el cielo desde allí, y éste será uno más de los artículos de la serie “los cielos de otros mundos” en la que ya he dedicado un capítulo a cada uno de los anteriores planetas.
Al igual que en el caso de Júpiter, como Saturno no tiene superficie sólida vamos a suponer que podemos situarnos en el borde de su atmósfera y mirar desde allí hacia arriba.

Por supuesto, la imagen más especial y totalmente diferente del cielo de los otros planetas sería la visión de los anillos,
Aunque se han catalogado varios anillos, solamente son claramente apreciables los denominados A y B, que están separados por la llamada división de Cassini. A estos anillos me referiré en todos los casos.
Pintura de Ron Miller sobre la que se han indicado los anillos A, B y división de Cassini.

Los anillos vistos desde Saturno

Según la latitud, la imagen de los anillos será muy diferente: Desde las zonas cercanas a los polos no se pueden ver al quedar por debajo del horizonte, pero al ir viajando hacia el ecuador, aproximadamente a partir de la latitud 60º ya se podría apreciar su borde más lejano sobresaliendo sobre el horizonte nuboso en dirección sur (si estuviéramos en el hemisferio norte de Saturno), como se aprecia en las siguientes ilustraciones.

martes, 20 de febrero de 2018

La sequía de planetas a punto de acabar

Seguro que últimamente no se han organizado muchas observaciones astronómicas para público en general porque, aparte de la Luna, siempre es conveniente (casi imprescindible) que haya algún planeta que llevarse al ocular del telescopio.
Y últimamente no se ha visto ninguno a horas prudenciales.

Las estrellas y constelaciones repiten actuaciones de manera periódica y previsible cada año: Por ejemplo Orión siempre es visible en invierno y Escorpio en Verano. 
Pero los planetas no. Cada uno tiene su ciclo particular, se mueven sobre el fondo estrellado, y no valen experiencias anteriores pasa saber cuándo o dónde podemos localizarlos. Al menos si tratamos de utilizar referencias anuales. Si al comienzo del pasado año 2017 Marte y Venus aparecían en una misma zona, sobre el horizonte Oeste al principio de la noche, tal como se ve en a imagen, este año ni el uno ni el otro.
Venus y Marte (arriba en el centro) en el cielo de Bilbao en enero de 2017
Es cierto que hemos tenido en los últimos meses varios espectáculos con conjunciones y encuentros de varios planetas en una misma zona del cielo, pero todos han sido de madrugada.

domingo, 11 de febrero de 2018

Febrero, el corto

¿Por qué febrero tiene solo 28 días?


Porque cuando lo implantaron fue el último mes y no quedaban más días. Bueno, le quedaban 29 pero luego, por envidia, César Augusto le quitó un día.

Representación del dios romano Februus

El mes de febrero estaba dedicado al dios Februus (más conocido por el nombre de Plutón), dios de las ceremonias de purificación que se llevaban a cabo en este mes para expiar las culpas y faltas cometidas a lo largo del año que acababa, y para comenzar el nuevo con buenos augurios

Si la cuesta de enero puede hacerse larga, el siguiente mes es el más cortito, para recuperar. Pero ¿por qué todos los meses tienen 30 o 31 días y febrero normalmente solo 28? ¿Por qué no están mejor repartidos?

Veamos la historia desde el principio:



domingo, 28 de enero de 2018

La superexagerada luna magic...

Es posible que hayas oído que este próximo miércoles 31 de enero se va a ver una luna muy especial. Nada menos que una superluna azul de sangre.
Pero si tienes el cielo despejado y consigues ver la Luna, pensarás con decepción, que así  ya la has visto muchas veces.
Uno de los muchos titulares que recogen la efeméride

Creo que si yo fuese consecuente no debería escribir este post porque más de una vez me he pronunciado en contra de darle publicidad a estas cosas. Pero está claro que como se difunde tanto en los medios la gente lo oye, se interesa por el tema y pregunta. Por ello considero conveniente aclarar su significado a la vez que quitarle relevancia para que no vayamos engañados a ver algo que no tiene nada de espectacular y cuando vuelvan a repetirse sepamos exactamente lo que se nos anuncia y no hagamos mucho caso.

En septiembre de 2015 también hubo una superluna de sangre. Le faltó lo del azul, pero no te creas que ésta la vas a ver de ese color. En la imagen aparece la Luna eclipsada junto al museo Guggenheim Bilbao, aquel día.

martes, 23 de enero de 2018

Duración del día y movimientos planetarios

Todos y todas lo aprendimos en la escuela: nuestro planeta gira alrededor de su eje por el movimiento de rotación, y a causa de ello se producen los días y las noches en ciclos de 24 horas. Pero si nos preguntan cuánto dura una rotación, es muy posible que nuestra respuesta sea errónea.

Quizás nos sorprenda saber que si la Tierra no rotase, también habría día y noche, aunque serían muy largas.
           
Aunque normalmente se suele asociar el periodo de rotación con la duración del día, no es exactamente lo mismo. Una rotación es una vuelta completa del astro sobre su eje tomando una referencia externa y lejana, como las estrellas, mientras que en el caso del día se toma como referencia el Sol. Pero puesto que nuestro planeta se mueve a su alrededor, no es un testigo adecuado.

Si bien en la Tierra la diferencia no es grande, no ocurre así en otros astros,  donde el movimiento de traslación tiene una influencia importante en la duración del día y en el movimiento diario del Sol respecto al horizonte.

En algunos artículos de este blog se han recogido de manera separada las circunstancias relativas a este tema de diferentes planetas, pero puede ser interesante abordar el problema de manera conjunta, analizando los factores que provocan las distintas situaciones y comparándolas.

Nuestro planeta tarda 23 horas y 56 minutos en completar una rotación, aunque el día dura 24 horas, apenas 4 minutos más. Pero por ejemplo en Venus un día dura casi la mitad que una rotación, mientras que en Mercurio es justamente el triple.

En muchas tablas, artículos o webs donde se proporcionan los datos de los planetas, suele darse el valor de la rotación como duración del día. Es algo muy frecuente porque el dato de la rotación aparece habitualmente, y a veces sin pensarlo mucho y sin percatarse de que no es lo mismo, se publica el dato de la duración del día utilizando ese mismo número.

Día sidéreo y día solar

Antes de nada conviene aclarar que astronómicamente se consideran diferentes tipos de “día” : día sidéreo, día solar verdadero y día solar medio; y concretamente la duración del día sidéreo se define como el periodo de rotación; 
Pero en el lenguaje habitual, o si no se especifica de qué tipo de día estamos hablando, todo el mundo entiende que nos referimos al día solar, definido como el tiempo transcurrido entre dos pasos consecutivos del Sol por el meridiano local. (o por el meridiano origen para mayor precisión). Como este intervalo de tiempo (día solar verdadero) no es exactamente igual en todas las fechas, promediando la duración de todos los días del año se obtiene el día solar medio de 24 horas.

Para entender por qué no dura lo mismo una rotación que un día, observemos en el siguiente gráfico las cuatro posiciones indicadas de un planeta.  

En el momento en que el planeta está en la posición 1, en el punto indicado por la flecha es mediodía, ya que está el Sol en el meridiano (la flecha apunta hacia el Sol y hacia la parte superior del gráfico). En la posición 2 el planeta ha dado media rotación, y en el 3 se ha completado la rotación, la flecha vuelve a indicar hacia arriba, pero no apunta hacia el Sol porque el planeta se habrá movido en su órbita por lo que aún no ha llegado el mediodía siguiente, para lo cual deberá transcurrir un tiempo adicional hasta la posición 4 en que la flecha vuelve a apuntar al Sol y por tanto éste vuelve a estar en el meridiano.

Como se ha dicho, en el caso de la Tierra, de la posición 1 a la 3 pasan 23 h. 56m. y deben transcurrir unos 4 minutos más (de la posición 3 a la 4) para que se complete el día.
Si el sentido de giro de la rotación es contraria al de la traslación, tal como se verá luego para el caso de Venus, se completa antes el día que la rotación.

viernes, 5 de enero de 2018

Un planeta llamado Eris

El 5 de enero de 2005, hoy hace 13 años, el astrónomo Mike Brown y su equipo descubrieron un astro al que provisionalmente se le llamó 2003 UB313 y posteriormente Eris, que fue clave en el destronamiento de Plutón. 

Se estimó su diámetro en 2400 km, algo mayor que el de Plutón, y por ello, ya desde el momento en que fue anunciado su descubrimiento, el 29 de julio, fue considerado por muchos como el décimo planeta.
Imagen en la que se descubrió Eris, obtenida desde el telescopio de Monte Palomar / Caltech/ M.Brow
Es curioso que habiéndose descubierto en 2005, en su nombre aparezca 2003. Eso es porque fue en octubre de ese año 2003, cuando se obtuvo la imagen que analizada 2 años más tarde dio lugar a su descubrimiento.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

El primer anochecer del año

El comienzo de 2018 va a venir marcado por una situación astronómica llamativa. Concretamente la primera puesta de sol del nuevo año va a ser especial por varias circunstancias relacionadas con el Sol y la Luna:
Por un lado la noche del 1 al 2 de enero se produce la luna llena; además se da la coincidencia de que la Tierra estará muy cerca del perihelio (el lugar de su órbita más próximo al Sol) como todos los años en estas fechas, y la Luna en el perigeo (el punto más cercano a la Tierra)

Todo ello hará que casi coincida el  momento de la puesta del Sol con la salida de la Luna y que en ese momento ambos astros se vean un poco más grandes de lo habitual, prácticamente lo más grande posible.

No solo eso, sino que esa noche desde Europa se verá precisamente la Luna llena más grande en muchos años, como detallo luego, y a pesar de lo que se dijo en noviembre de 2016. 

Luna llena
Cuando se ponga el Sol (En Bilbao donde yo vivo sobre las 17:45 Hora Central Europea) faltarán unas pocas horas para el momento exacto de la Luna llena (ocurre a las 3:25) por lo que sobre un horizonte teórico aparecerá la Luna cuando el Sol se esté poniendo, pudiendo observarse ambos astros en lugares opuestos del horizonte.
Cuando se esté poniendo el Sol saldrá la Luna 
En el Oeste de Norteamérica habrá que esperar unos minutos para que aparezca la Luna porque a la puesta de Sol ya habrá pasado el momento de plenilunio y por eso el orto lunar ocurre más tarde que el ocaso del Sol.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Trópicos y círculos polares

Quizás alguna vez te hayas preguntado qué significan y por qué se ponen justamente ahí los círculos polares y los trópicos, esas líneas en los mapas y globos terráqueos que suelen dibujarse a trazos, que alteran y se intercalan en los intervalos regulares cada 20 o 30 grados con que aparecen el resto de los paralelos en líneas continuas.
Indicaciones de los trópicos y los círculos polares. Conviene remarcar que en los mapamundis rectangulares las latitudes no se representan proporcionalmente por consecuencias geométricas en las proyecciones de una esfera en un plano, la zona intertropical aparece reducida proporcionalmente respecto a otras latitudes más altas, y los círculos polares no están completos, incluso el Antártico aparece más recortado que el Ártico. De ello hablé en “El mapa de Peters, una imagen diferente del tercer planeta

Se va acercando ya la fecha del solsticio (de verano en el hemisferio Sur y de invierno en el Norte), y es precisamente ese día cuando los trópicos y los círculos polares cobran significado y razón de ser.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Otro reloj de sol "diferente"

Hace unos meses hablé de un reloj de sol muy especial, de diseño propio, que tenemos en el Aula de Astronomía de Durango. Hoy le toca el turno a este otro, también original y muy diferente de lo que suele ser habitual, que así mismo fue ganador de un concurso de materiales didácticos.

Aunque no lo parezca, también esto es un reloj de Sol porque a pesar de su aspecto tiene todas las características de los relojes solares en cuanto a su funcionamiento.
Dos vistas del reloj. En la primera se aprecia su estructura y en la segunda la zona de lectura de la hora. El punto iluminado indica que son las 4 (16h)

La hora aparece indicada en la típica esfera de reloj, con la distribución habitual de la numeración de las horas, pero no aparecen las agujas, que son sustituidas por puntos que se iluminan con la luz del Sol que es transmitida por fibras ópticas: Ahí está la clave.

En esencia tiene dos partes: por un lado un reloj solar más o menos convencional que recoge los rayos solares, y por otra parte el lugar donde se hará la lectura de la hora, unida con la anterior por fibras ópticas, y que en este caso se ha querido hacer en un círculo como un típico reloj de pared.

Si en un reloj solar convencional una sombra se va moviendo y va indicando la hora, en éste será una línea de luz la que irá recorriendo una superficie sobre la que se colocan los extremos de varias fibras ópticas que transmitirán esa luz.
Así en el lugar de lectura aparecen diferentes puntos, que son los otros extremos de las fibras ópticas, en nuestro caso uno cada 15 minutos, que se van iluminando sucesivamente de acuerdo con la hora, como se puede ver en esta secuencia montada en un vídeo.


Este reloj lo diseñé hace ya más de 15 años y lo elaboré con la ayuda de mi alumnado en el Instituto “Angela Figuera” de Sestao. Se intentaron realzar los valores didácticos de manera que su funcionamiento fuera sencillo de comprender y con ello supusiera una motivación para interesarse por la mecánica celeste.

En este modelo el círculo con los puntos indicadores de la hora se ha colocado en la parte superior del tubo utilizado para captar la luz, pero si se utiliza fibra óptica de longitud suficiente podrían separarse los dos elementos del reloj: El captador de luz solar en el exterior, en una terraza, pared o tejado, y el círculo donde se leen las horas en el interior, por ejemplo en la pared de una habitación.

En el anexo “Si quieres saber más”, se dan detalles sobre la elaboración del reloj.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

También las sombras en Durango.

Este post es continuación del anterior, que puedes verlo aquí, si no lo has leído.
Si en aquel trataba sobre el movimiento aparente del Sol, en este se recogen aspectos que son consecuencia directa de aquellos: las sombras que se producen y su evolución a lo largo del día y del año.

También aquí aparecerán los módulos interactivos del Aula de Astronomía de Durango donde se pueden simular y visualizar las diferentes situaciones, porque no solo sirven para analizar la evolución en el tiempo de las posiciones del Sol sino que, como se utilizan lámparas que representan a nuestra estrella, también pueden apreciarse las sombras y quizás aquí reside su principal utilidad. Al menos la más original.
Un pequeño listón vertical cuyo extremo está exactamente en el centro de la cúpula proyecta las sombras correspondientes a diferentes horas en solsticios y equinoccios, permitiendo en muy poco tiempo visualizar y resumir situaciones que se producen a lo largo del año.