Este post es continuación del anterior. Si no lo has leído,
puedes hacerlo clicando aquí.
Ahora voy a intentar explicar algunas
circunstancias muy curiosas, pero quizás algo técnicas, relativas a los movimientos
del asteroide Cruithne, que ocasionan su extraño comportamiento.
Si no te gustan los tecnicismos, o no te apetece darle
muchas vueltas al tema quizás sea mejor que no leas más. Quédate con las
curiosidades de aquel, y espera al siguiente post que será casi igual de
sorprendente, tendrá algún aspecto parecido a éste, pero mucho más cercano y
asequible, con astronautas incluidos.
También tengo que decir que en uno de mis habituales
despistes, cuando hace 4 días publiqué la primera parte de este artículo, no
recordaba que ya había hablado de estos temas en este blog hace unos meses, en
general de los asteroides coorbitales terrestres (en el post “Las otras lunas”),
por lo que algunas cosas quizás te habrán sonado o te habrán parecido
redundantes. He añadido después una referencia a ello.
Pero Cruithne fue la primera de las “segundas lunas”, su comportamiento es diferente, y merece una
atención especial.
Si quieres conocer mejor a este curioso asteroide, aquí tienes los habituales anexos de lectura opcional correspondientes al anterior post, que en esta ocasión he preferido publicarlos de manera separada.
Si quieres conocer mejor a este curioso asteroide, aquí tienes los habituales anexos de lectura opcional correspondientes al anterior post, que en esta ocasión he preferido publicarlos de manera separada.