lunes, 29 de agosto de 2016

Los planetas siempre siguen el guión

Muchas veces la gente me pregunta cómo los astrónomos conocemos con tanta precisión y adelanto los detalles de los fenómenos celestes, e incluso yo en alguna ocasión he hecho una broma en los preparativos de la observación de algún eclipse u ocultación: ¿Y si los astros se confundiesen, cambian su camino o no se han enterado de lo que tienen que hacer hoy, y nos quedamos sin ver nada especial?

¿Si Venus y Júpiter, (Afrodita y Zeus para los antiguos griegos) personificaciones del dios supremo y la diosa de la belleza, olvidaran que tenían una cita para encontrarse el 27 de agosto de 2016, o si alguno de ellos hubiese cambiado de planes por infidelidad o desdén y le diera plantón al otro?

Tal como estaba anunciado, Júpiter y Venus tuvieron un encuentro cercano. Imagen tomada con bastante Zoom para “separar” y quitar privacidad a los protagonistas.
No hay problema. Sabemos que esto no puede ocurrir, y lo único que nos puede impedir el disfrute de este tipo de espectáculos es la presencia de las nubes.


Es cierto que todavía hay algunos fenómenos que no se conocen en todos sus detalles, aspectos que no están del todo estudiados y pueden fallar, como las intensidad de las lluvias de estrellas fugaces o el momento exacto del máximo de actividad de las mismas, y algunos otros que son imprevisibles como por ejemplo la aparición de Supernovas o RGBs, la actividad solar, o también el acercamiento o incluso impacto de algún pequeño asteroide que todavía no esté catalogado. Pero en la actualidad la mecánica de la Luna y los planetas no se escapa a los conocimientos y la precisión de los cálculos.

Por ello, todo lo anunciado sobre las posiciones de los planetas durante estos días se va cumpliendo con exactitud, como he podido recoger en estas imágenes tomadas recientemente.

A)     Tal como preveía, el trío Venus-Júpiter-Mercurio no he podido volver a observarlo a simple vista desde la latitud 41.8 N por la dificultad de ver a Mercurio, aunque en las cercanías del Ecuador y sobre todo en el Hemisferio Sur aún debe ser fácil.

Por eso, recojo solo unas imágenes de las escenas más interesantes, las del día 27-8-16 con el máximo acercamiento entre Venus y Júpiter que, aunque muy bajos en mi horizonte, pude verlos en los cielos de Castilla al principio del crepúsculo vespertino. 
Por si acaso las ligeras nubes o la niebla del horizonte me lo pudieran impedir, comencé la observación en pleno día, a las 19:30 (17:30 T.U.), orientando el telescopio a partir de la posición del Sol (No lo hagas nunca si no eres experto porque puede ser peligroso para la vista). No tuve ningún problema en encontrar a Venus y vislumbrar al principio, y verlo claramente después, a Júpiter cerca de él en el mismo campo del ocular.
Las imágenes están tomadas en Esguevillas de Esgueva. Las condiciones fueron mejorando poco a poco en cuanto a brillo del fondo porque la altura del Sol iba disminuyendo y la luminosidad del cielo descendía, aunque también la pareja se iba acercando al horizonte con las dificultades que eso conlleva para su observación.
En las primeras imágenes que obtuve solo se veía a Venus, y ya en alguna que hice a las 20:05 se podía intuir a Júpiter pero con bastante dificultad, por lo que prefiero no poner esas fotos.

En ésta imagen tomada a las 20:22, fijándose bien ya se puede distinguir a Júpiter, en el centro un poco hacia arriba, que presenta un disco más grande pero mucho más débil que Venus. 
A las 20:51 justo antes de ponerse el Sol, se aprecia mejor el planeta gigante.

A las 21:29, después de ponerse el Sol, destacan claramente ambos, aunque la imagen de Venus sobreexpuesta le hace parecer más grande y la dispersión atmosférica por la cercanía al horizonte le saca los colores.

Aunque las imágenes no son buenas y han sido tomadas colocando una sencilla cámara compacta delante del ocular del telescopio enfocando “a ciegas” (algún día tengo que hacerme con el equipo adecuado para realizar este tipo de fotos, como hacía antiguamente con mi querida reflex analógica y el adaptador al portaocular), en todas ellas la focal es la misma y se puede ver, e incluso medir, el paulatino acercamiento entre los dos astros, que 3 horas después, ya muy por debajo de mi horizonte, alcanzarían la mayor proximidad angular.

Para ilustrar la situación, una imagen de la pareja sobre el horizonte y la nube para apreciar el entorno con no demasiado zoom cuando estaban apenas a 3º de altura sobre el horizonte teórico, y con una separación angular entre ellos de poco más de 8´. 

Y una pequeña broma donde se puede sugerir que el Sol también se asomó al ocular del telescopio para verles antes de marcharse.
 El telescopio apunta hacia la pareja de planetas mientras el Sol está próximo a ocultarse.


B)  Marte, Saturno y Antares continuaron con su “menage a trois”. Como ya he puesto bastantes imágenes de sus “posturas” desde hace tiempo, añado solo la del día 24 de agosto en que estaban formando una línea casi recta, unos días antes, el 18 con Marte un poco a la derecha y la última que tengo del 27 con el planeta rojo ya a la izquierda.


Desde Araúzo de Torre el 18-8-16
En línea: Desde un lugar cercano al anterior, el 24-8-16. 

Desde Esguevillas de Esgueva, el 27-8-16

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