Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

domingo, 30 de mayo de 2021

El extraño vídeo de la Luna enorme


Es muy probable que te haya llegado vía WhatsApp: Un vídeo donde se ve una preciosa y enorme luna que, mientras va cambiando de fase, eclipsa a un Sol que aparece de tamaño mucho más pequeño.

Aunque seguramente casi todos los lectores habituales del blog tengan claro que ha sido una tomadura de pelo, he decidido incluir este post porque me siguen llegando preguntas sobre el tema.

En muchos casos el vídeo se ha acompañado del siguiente texto: “Imagina que hoy estás en un lugar entre Canadá y Rusia, y de repente, durante 30 segundos, la Luna en su máximo esplendor aparece y desaparece ante tí. Además, durante 5 segundos, da lugar a un eclipse solar total.

En el perigeo la proximidad a la Luna evidencia la gran velocidad a la que nos movemos sin sentirlo.

Si no lo hubieras recibido, lo puedes ver en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=fkhYgi7Z8F0 ,


¿Cómo puede haber alguien que elabore y luego publique semejante estupidez?

Evidentemente a algunas personas les importa muy poco realizar y difundir tales despropósitos, por el ego de que su obra se haga viral. Me imagino que se estarán regodeando de la cantidad de personas a las que han engañado, o al menos de lo mucho que se ha difundido.

¿Cómo es posible que algo tan absurdo se haga viral?

Porque es realmente espectacular. Un montaje técnicamente muy bien hecho, mucho más impresionante que la realidad, que llama la atención, la gente comparte estas cosas sin plantearse su veracidad, y muchos piensan que “si me lo han pasado será cierto”.

Pero quizás podamos aprovecharlo para aprender algunas cosas. Detalles que demuestran claramente el trucaje, pero que mucha gente no conoce:
- Desde cualquier lugar de nuestro planeta vemos la Luna y el Sol de un tamaño muy similar. En el vídeo la Luna aparece mucho más grande.

Esta es la prueba más evidente y con eso queda zanjado el tema. Pero se pueden seguir buscando “errores” cuya constatación tenga un valor didáctico.

- Desde la salida a la puesta de la Luna no puede cambiar apenas de fase. Ahí pasa de menguante casi llena en la salida, a nueva y luego creciente en la puesta. Todo ese cambio requeriría más de 2 semanas, ¡y dice que son 30 segundos!

- La Luna nos enseña siempre la misma cara (con pequeñas oscilaciones denominadas libraciones), pero en el vídeo va rotando apreciablemente. Podría ser un montaje computerizado, o una grabación desde un orbitador lunar que se ha montado sobre el paisaje.

Se ha señalado en ambas imágenes la posición del cráter Copérnico, como referencia de que toda la Luna ha girado.

- Desde el hemisferio norte el recorrido de la Luna sobre el horizonte es siempre de izquierda a derecha (de este a oeste), al contrario que en el vídeo. 
Nada más ver cómo sale la Luna al principio del vídeo queda claro que es un montaje erróneo.

- Aunque en nuestro cielo no vemos desplazarse al Sol y la Luna a la misma velocidad, la diferencia es muy pequeña, mientras que en el vídeo es apreciable. El final del eclipse debería ocurrir con ambos astros situados más a la derecha que al comienzo del mismo (respecto al horizonte, tal como se ha dicho) porque se supone que es el hemisferio norte, pero ahí la Luna se ve claramente más a la izquierda, e incluso el Sol también ligeramente.

La vertical de un monte del horizonte sirve de referencia
 

¿Podría ser cierto parte del texto que acompaña al vídeo? 
 
- “Imagina que hoy estás en un lugar entre Canadá y Rusia, y de repente, durante 30 segundos, la Luna en su máximo esplendor aparece y desaparece ante ti

En estos lugares del interior del círculo polar en determinadas fechas el Sol se asoma por el horizonte brevemente para volverse a poner enseguida.

También la Luna tiene trayectorias similares y sería posible que surgiese durante solo unos segundos desde la salida a la puesta, y que en ese preciso momento eclipsara al Sol, pero apenas su borde superior sobrepasaría el horizonte y nunca llegaría a salir completo el disco.
Para que pudiera verse la Luna completa (lo de "verse" es un decir, porque estaría en fase nueva, no se vería nada y lo de su "máximo esplendor" sobra), debería pasar bastante más de una hora desde que sale hasta que se pone, en cualquier caso.

- "Durante 5 segundos, da lugar a un eclipse solar total". 
  Los eclipses totales pueden durar desde un instante hasta casi 6 minutos, pero si es muy breve el Sol apenas llega a ocultarse por el borde de la Luna de manera rasante. En este vídeo, aunque el Sol no pasa tras la Luna de plano (siguiendo un diámetro lunar), se oculta y reaparece por zonas muy separadas en el borde del satélite. El exagerado tamaño de la Luna y las posiciones que se aprecian en las imágenes anteriores hacen imposible un eclipse tan breve.

La frase final "En el perigeo la proximidad a la Luna evidencia la gran velocidad a la que nos movemos sin sentirlo" no tiene ningún sentido. Nos movemos más rápido cuando la Tierra está en el perihelio de su órbita, y no tiene nada que ver con el perigeo lunar. En ese caso es la Luna la que se mueve más rápida alrededor de la Tierra, pero la diferencia no sería apreciable sin una medición rigurosa.

¿Una broma o un engaño? solo así podría calificarse ¡A lo que se dedican algunos, cuando no se les ocurre algo mejor que hacer! Si técnicamente el autor es capaz de realizar este montaje ¿Por qué no se dedica a ilustrar fielmente fenómenos reales que vayan a suceder y motivar su observación?

Ya se sabe que la red está llena de estas cosas, que para muchos desaprensivos lo importante es que se difunda lo que hacen, aunque sea algo tan absurdo como esto. Pero es una pena el que algunos magníficos trabajos puedan quedar eclipsados por las dudas que este tipo de materiales hayan provocado.

sábado, 22 de mayo de 2021

El ocaso de una luna diferente

Si vives en América te sugiero que madrugues el día 26 y observes la Luna al final de la noche, cuando vaya a ocultarse por el horizonte.

El ocaso de una luna con forma extraña y en una postura "imposible” podría ser algo muy especial.
 Algo así, con los cuernos hacia abajo poco antes de ponerse al amanecer, lo que nunca ocurre en una fase lunar, podría verse desde México, mientras que desde otros lugares de América se la verá en posturas diversas.

Dedico este post a mis muchos lectores del continente americano, tanto del Sur como del Norte, pero especialmente a los que lo leen desde Argentina, porque últimamente Google me dice que han aumentado mucho su número, llegando algunos días a ser el país donde tiene mejor acogida. Además especialmente en estos momentos difíciles allí por la pandemia.

Durante la noche del martes al miércoles en los cielos del océano Pacífico y lugares cercanos se producirá un eclipse de Luna. Esta vez no se verá en Europa (ocurrirá cuando aquí sea de día, ya el miércoles por la mañana) pero también para los que vivimos al Este del Atlántico conocer las circunstancias y del fenómeno puede ser interesante.

Tal como se indica, desde la zona sombreada en color verde se verá el eclipse, en fase total o parcial. No se han incluido los lugares desde los que se vería penumbral, porque apenas se aprecia casi nada.
Se han tomado los datos de https://eclipse.gsfc.nasa.gov/ 

A diferencia de los eclipses de Sol, donde la distinta perspectiva hace que no se vean a la vez  desde todos los lugares en que nuestro satélite pasa delante del disco solar, los de Luna se aprecian simultáneamente en cualquier punto del planeta en que la Luna esté sobre el horizonte, porque el hecho de que entre en la sombra de la Tierra y deje de recibir la luz solar es algo objetivo que será apreciable a la vez

Exceptuando las fases penumbrales que, insisto,  prácticamente no son apreciables, los horarios son los siguientes:

Se ha incluido la hora central europea (CET) solo como referencia. El huso UTC-3 corresponde a Argentina, Uruguay y zona Este de Brasil. Para otros lugares habría que adaptar a la zona horaria correspondiente. Los más madrugadores serían California (UTC-7) y México, Peru, Colombia y Ecuador (UTC -5), donde el eclipse parcial comenzará a las 2:45 y 4:45 respectivamente. 

Como estos eclipses ocurren necesariamente en luna llena, que la tenemos en nuestros cielos siempre de noche, el eclipse se verá desde los lugares en que sea de noche en esos momentos. Como se ha dicho esta vez desde la mayor parte del océano Pacífico, casualmente centrado casi exactamente en él, y su final coincidirá con el amanecer en muchas zonas de América.

Desde el “nuevo continente” en las últimas horas antes de que empiece el nuevo día, cuando ya por el Este empiece a clarear, en la parte opuesta del cielo se podrá ver la luna llena muy brillante que comenzará a eclipsarse y luego se mostrará rojiza y oscura, o quizás solo dará tiempo a ver brillar un pequeño fragmento de la misma, correspondiente a la fracción iluminada en ese momento. Todo dependerá del lugar en que esté el observador según el siguiente mapa, y de la altura del horizonte Oeste.

Zonas de América en que se ven las diferentes fases del eclipse. En todos estos lugares ocurrirá al final de la noche. Al principio de la misma la situación será simétrica en la costa Este de Asia y en Oceanía.
Tampoco en este mapa se han tenido en cuenta las fases penumbrales del eclipse.

Quizás la imagen más curiosa se vea desde la zona amarilla, que atraviesa parte de Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, México, USA y Canadá, donde la Luna se ocultará totalmente eclipsada y costará distinguirla con el cielo ya brillante en el momento del amanecer o ligeramente antes, según la altura del horizonte. 

Según se aprecia en el mapa, en Argentina y en USA podrán ocurrir cualquiera de las 4 situaciones, dependiendo del lugar concreto.

Más hacia el Este de estas zonas, en gran parte de Brasil, el Atlántico, y Europa, veremos ponerse la Luna antes de que empiece el espectáculo: una luna llena, como ha estado toda la noche, más grande y brillante de lo habitual, pero que no nos sugerirá lo que vaya a ocurrir luego.

Por ejemplo, desde Buenos Aires podrá verse el comienzo del eclipse y la Luna estará ya cerca de su ocaso, a solo 3º de altura cuando esté eclipsada al 50%, sobre las 7:30 hora local.

Si estás por allí o en otras zonas de la franja roja, podrás ver una puesta de Luna como posiblemente no la hayas visto nunca. Porque según vaya acercándose hacia el horizonte irá cambiando de aspecto, oscureciéndose parte del disco al sumergirse en la sombra de la Tierra y quizás alguien se quede con la idea errónea de que vio salir una luna llena al anochecer y luego la vio ponerse en cuarto al alba.

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Actualización 26-5.  Aunque sea un poco justo, me ha llegado y añado este enlace donde dan imágenes en directo desde Australia, del eclipse que está a punto de comenzar, para que puedas ver el fenómeno completo estés donde estés, si lees esto a tiempo: https://www.youtube.com/watch?v=vf5ck8fRlD0 . O si sigue siendo válido el enlace, para que lo puedas ver luego tranquilamente.

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Eclipse con la Luna en el perigeo.

Precisamente este eclipse se produce cuando la Luna está en el perigeo, a la mínima distancia con la Tierra, y presentará el tamaño aparente más grande. Lo que suele llamarse “superluna”.

Es curioso que en muchos lugares se anunció la luna llena de abril como la “superluna rosa”, diciendo que sería la más grande del año, y muchos pensaron que se vería de color rosa, pero ese apelativo se debe únicamente a la nomenclatura que utilizaban algunas tribus norteamericanas para el plenilunio de abril debido a la floración de ese color de una determinada planta.

Ahora se podría hablar de la superluna roja, y esta vez sí. Volverá a estar en el perigeo, incluso un poco más cerca que en abril, por lo que desde donde se vea la fase total del eclipse será la más grande del año y se verá de color rojizo.

La superluna roja de mayo de 2021, comparando con el tamaño medio de la luna llena. A diferencia de la del pasado mes de abril, esta vez sí cambiará de color.

Un eclipse total muy breve, el primero desde hace más de 2 años.

Todos los años hay al menos 2 eclipses de luna. En 2020 ha habido incluso más, nada menos que 4, pero esto no es bueno porque cuando hay muchos son penumbrales, de esos que apenas se aprecian.

Es habitual que cuando ocurre uno penumbral, vaya seguido por otros del mismo tipo, y ambos escoltados por eclipses solo parciales o intercalados entre ellos, de manera que suelen venir en rachas poco atractivas.



Todo tiene sus motivos geométricos en la mecánica celeste, debido a las posiciones de los nodos de la órbita lunar respecto a la fase de luna llena. Esta vez ha habido suerte y se ha colado uno total, pero no podía ser muy largo.

Aunque la Luna entrará totalmente en el cono de sombra de la Tierra, se colará ahí casi rozando el borde de esta zona, por lo que saldrá enseguida, como se aprecia en el siguiente gráfico, y la fase total solo durará 15 minutos, :

Tomado de https://eclipse.gsfc.nasa.gov/

Este corto periodo de la totalidad lo hará más atractivo y dinámico para muchos. Habitualmente debido a la gran duración de estos fenómenos (en total más de 3 horas)  mucha gente solo observa durante una parte del eclipse. Pero en esta ocasión con observar poco más de media hora pueden verse parte de las dos fases parciales y la totalidad. Por supuesto, solo desde los lugares adecuados, en las zonas verde y azul del mapa anterior.

Posiciones de la Luna en tres fases diferentes del eclipse, desde Puerto Deseado (Argentina)

Algo más

Desde algunos lugares durante el eclipse la Luna ocultará una estrella relativamente brillante: Acrab (beta de Escorpio). Este fenómeno no es simultáneo y depende del lugar en que se observe. La ocultación se verá en cualquier caso antes del comienzo del eclipse, pero desde la zona más meridional, cerca de la región argentina de Calafate, la reaparición ocurrirá justo en el momento en que la fase parcial del eclipse esté a punto de empezar, y sería una referencia clara de que el espectáculo va a comenzar.

Situación de la Luna respecto a la estrella beta Escorpio justo antes del comienzo del eclipse, en mitad de la fase parcial y durante la totalidad, desde Calafate.

Desde otros lugares no se producirá la ocultación, pero en cualquier caso la Luna se situará cerca de dicha estrella y podrá apreciarse su movimiento mientras avanza el eclipse.

Será solo un detalle concreto en un lugar concreto, pero algo destacable en un fenómeno que siempre resulta interesante.



viernes, 14 de mayo de 2021

Desfile de estaciones espaciales

La noche del sábado 15 al domingo 16 (de mayo de 2021) será especial en los cielos de la península Ibérica.

Desde gran parte de la misma se verán nada menos que ¡6 pasos! de la Estación Espacial Internacional (ISS), y un bonito paso del módulo Tianhe-1 de la estación china recientemente puesto en órbita, con eclipse incluido.

La ISS

Con un brillo mayor que el de cualquier estrella, será fácilmente reconocible moviéndose majestuosamente en el cielo.

Las circunstancias de esa noche son excepcionales: Desde nuestras latitudes no todas las noches se ve la ISS, pero cuando lo hace suelen verse solo uno o dos pasos separados por poco más de hora y media, bien al principio de la noche o al final de la misma. Aunque puede seguir pasando a esos intervalos durante el resto de la noche, no es visible porque entra en la sombra de la Tierra, no refleja la luz del Sol y no la vemos. 

Sin embargo en esta ocasión desde algunos lugares se verá hasta en 6 ocasiones,  ¡incluso en los pasos cercanos a medianoche!,  lo que es muy poco frecuente. El motivo principal es que no llega a entrar en la sombra de la Tierra ni aún en esos pasos.

Zona desde donde se verán los 6 pasos de la ISS durante la noche del 15 al 16 de mayo. Más adelante detallo las circunstancias de las zonas aledañas.


Horarios de los pasos, desde Bilbao. En otros lugares de la península no son muy diferentes, y pueden obtenerse en https://heavens-above.com/ , de donde he sacado esta tabla y otros gráficos de este post.

Aunque la situación es poco habitual, no es nueva. Ocurrió algo parecido el año pasado el 17 de mayo, pero no en mi ciudad, y expliqué los detalles del tema en un amplio artículo que puedes ver aquí: “La estación espacial en sesión continua” 

Únicamente para aclarar la "extraña" circunstancia de la visibilidad de los pasos cercanos a medianoche, tal como detallé en ese artículo, recojo aquí también un gráfico de la situación que explica esa visibilidad en fechas no demasiado lejanas al solsticio de verano, y cuando además la trayectoria orbital de la ISS está acoplada con la línea día-noche, que son las claves del asunto.

Situación en el solsticio de verano del hemisferio norte con la órbita de la ISS en posición adecuada.

La estación china

Desde hace unos pocos días tenemos una nueva estación espacial cuyos pasos podemos observar: la estación china, de momento con su primer módulo Tianhe-1. Su brillo es muy inferior al de la ISS, pero puede llegar a rondar la magnitud 1 y es perfectamente visible moviéndose en el cielo.

Precisamente fue el cohete que la puso en órbita, el que fue noticia la semana pasada porque, descontrolado, realizó su reentrada en la atmósfera terrestre el pasado domingo después de una gran incertidumbre sobre el lugar en que podría caer.

El paso de la Tianhe-1 es una novedad porque desde que ha sido lanzada el pasado 29 de julio solo se había visto desde aquí de madrugada. Se ha empezado a ver por la tarde el día 13 y 14 pero en la mayoría de los lugares de la península a muy baja altura, y ahora tendremos la oportunidad de ver su paso, probablemente por primera vez desde muchos sitios.

Además el paso de esa noche será especial porque podrá verse su eclipse cuando entre en la sombra de la Tierra, que será más espectacular desde la zona central de la península porque desaparecerá de la vista del observador cuando pase casi por el cenit.

La coincidencia o cercanía del momento del “Punto más alto” y el “Fin de visibilidad” indica que el eclipse se producirá precisamente en los momentos en que alcanza la mayor altura en su trayectoria y el máximo brillo.

Para ilustrar el fenómeno, pongo una imagen de un eclipse de la ISS.

Rastro dejado por la Estación Internacional en una foto de varios segundos de exposición antes de entrar en la sombra de la Tierra y producirse un eclipse. La Tianhe-1 brillará mucho menos, pero incluyo esto aquí para ilustrar el fenómeno, porque evidentemente no tengo ninguna imagen suya.

Pero hay que estar atentos para localizar la estación china porque, como se ha dicho, su brillo es muy inferior al de la ISS, solo cuando alcanza buena altura superior al de las estrellas del carro de la Osa Mayor. Una vez localizada podremos seguir su trayectoria y ver como desaparece como por arte de magia a las 23:25. Aquí pongo un mapa de la trayectoria, para 3 ciudades de muy diferente latitud, elaborado también a partir de https://heavens-above.com/

Aunque las trayectorias por el cielo entre las constelaciones y el punto en que ocurre el eclipse son diferentes según el lugar de observación por la distinta perspectiva, éste se produce simultáneamente visto desde cualquier sitio ya que el hecho de dejar de recibir la luz solar es algo objetivo, lo mismo que ocurre en los eclipses de Luna.

Los próximos días habrá más situaciones similares, pero esta es la primera. ¡Precisamente el día de los 6 pasos de la ISS!

¿Desde dónde se verá?

El eclipse de la estación china podrá observarse desde toda la península y Baleares. En Canarias no, pero allí ayer día 13 se vieron 3 pasos y en el último hubo eclipse, aunque a baja altura y el brillo fue pequeño.

Respecto a la ISS, la habitual referencia de Heavens Above (auténtica autoridad en el tema), considera visibles los pasos en que adquiere una altura de más de 10º sobre el horizonte y el Sol está por debajo de los 6º bajo el mismo (límite del crepúsculo civil) para que el cielo esté lo suficientemente oscuro como para distinguir a la Estación Espacial. 

Según esos criterios serán visibles los 6 pasos anunciados, aproximadamente desde la zona remarcada en este mapa cuya parte central ya he puesto antes, y ahora explico:


- A la izquierda de la línea verde no se verá el primero de los 6 pasos porque el Sol se puso poco antes y aún no ha oscurecido.

- A la derecha de línea roja no se verá el último porque ocurrirá próximo en amanecer y el cielo está ya brillante.

- Por debajo de la línea azul no será visible el tercer paso, porque está cercano a la medianoche, cuando la ISS está sobrevolando una zona de latitud muy alta, y desde aquí alcanza una altura inferior a 10º sobre el horizonte norte.

- Por debajo de la línea negra no será visible el cuarto paso, por motivo análogo al anterior.

- ¿Por qué cuanto más al norte la zona de visibilidad de los 6 pasos es más estrecha? Porque en estas fechas ya relativamente cercanas al solsticio de verano, la noche es breve, más corta cuanto más al norte, y no hay tiempo de recoger tantos pasos.

Por ello nunca podrán verse tantos pasos por encima de la latitud 45º en estas fechas. Ni tampoco en otras desde ningún lugar, tal como se explicó en el artículo mencionado antes, por el estrecho margen de fechas en que esto se puede producir. 

Desde donde yo vivo, en la latitud 43º 20´ el que se vean 6 pasos es algo muy poco frecuente. 

Solo queda esperar que tengamos cielos sin demasiadas nubes (aunque haya algunas podría verse porque las trayectorias son muy amplias), y aunque no intentemos ver todos los pasos, ¡quién sabe! Que ahora una vez terminado el toque de queda, puede ser una buena excusa para pasar la noche fuera de casa, quizás volviendo a retomar nuestras observaciones del cielo, por supuesto sin aglomeraciones y, si no estamos solos, con la mascarilla puesta.




Desde otros lugares de la Tierra

Por supuesto, la zona de la península Ibérica no es la única en que pueden verse esa noche los 6 pasos de la ISS. Como cada órbita dura una hora y 33 minutos (*) y en ese tiempo la Tierra ha girado casi 23.5º, moviéndonos hacia el este o al oeste en intervalos de esa amplitud la situación es similar.

No exactamente igual, y todas las zonas no tienen la misma extensión porque con el paso de las horas se va desajustando la línea día-noche respeto a la órbita, que es el motivo por el que ocurre esta curiosa circunstancia, y que se explicó en el mencionado artículo del pasado año.

Incluso en la noche siguiente, del domingo 16 al lunes 17, volverá a ocurrir en otras zonas, aunque ya de tamaño más reducido. Por lo que respecta a Europa, se recoge en el siguiente mapa.

Zonas desde las que pueden verse 6 pasos de la ISS


No es posible ver 6 pasos fuera de la franja comprendida entre los 38º y 45º de latitud, y nunca se verán más de 6 desde ningún lugar.

- Tal como se calculó en el mencionado artículo del año pasado, desde latitudes inferiores a 38º nunca se verán los pasos cercanos a la medianoche porque la ISS no alcanzará una altura suficiente sobre el horizonte.

- Como también se indicó, el hecho de poder ver tantos pasos seguidos, todos los que dé tiempo durante toda la noche incluidos los cercanos a la medianoche, solo se puede producir con una diferencia máxima de 40 días respecto al del solsticio de verano (cuando la declinación solar es superior a 18.15º),  y si la órbita de la ISS está en una determinada orientación, lo que ocurre anualmente una vez en cada hemisferio (o excepcionalmente dos, como este y el pasado año).

En esas fechas en la latitud 45º la noche dura 8 horas y 3 minutos como mucho, considerando el periodo en que el Sol está por debajo de los 6º respecto al horizonte para que el cielo esté lo suficientemente oscuro, y en ese tiempo por muy poco ya no pueden verse 6 pasos porque se necesitarían 8h 5m. (*)

(*) Aunque la ISS tarda 1 hora y 33 minutos en completar una órbita, de un paso a otro visible en estas latitudes transcurren 4 minutos más porque no está en el mismo lugar de su órbita.

Para latitudes mayores de 45º, por lo tanto, nunca se verán tantos y los 6 pasos en una sola noche solo se pueden ver en las dos franjas que recoge este mapa:


Pero este límite de los 45º queda determinado en las fechas más favorables, cuando casualmente el acople adecuado de las órbitas ocurra el 13 de mayo o el 31 de julio. Si ocurriese el día del solsticio, no se verían 6 pasos desde ningún lugar ya que la latitud en que la noche dura las 8 horas y 5 minutos necesarios, casi coincide con el límite inferior de la franja, cerca de los 38º. 

- Nunca se verán más de 6 pasos porque para ver 7  se necesitarían 9h 42m, y en la latitud y fecha más favorable (38º y 13-5) la duración de la noche desde el límite del crepúsculo civil, con el Sol a -6º, es de 8h 49m. 

miércoles, 5 de mayo de 2021

Mercurio vuelve a citarse con Venus al atardecer

Parece que fue ayer cuando Venus se despidió de los cielos vespertinos, pero ya ha pasado casi un año y le toca volver. Si en aquella ocasión Mercurio estuvo allí para despedirlo y tomarle un breve relevo como relaté en "Mercurio releva a Venus" en esta ocasión también ha estado para saludarle en su vuelta.

Y cuando ya a final de mes le deje todo el escenario al segundo planeta, la nueva despedida será muy efusiva en una conjunción cerrada.

Después de muchos días nublados en Bilbao, el domingo día 2 despejó totalmente al atardecer y pude apreciar a ambos planetas a simple vista cuando estaban a punto de ocultarse en el horizonte. En el momento de obtener esta imagen solo Venus (a poco menos de 5º de altura) se veía sin ayuda óptica, pero luego también se distinguió muy bien a Mercurio. 
Como aparecen muy débiles en la imagen, los he ampliado para poder apreciarlos 

Al día siguiente ocurrió algo similar, el cielo estuvo también muy limpio, y obtuve estas dos imágenes, separadas por 30  minutos, sobre el mismo horizonte.

A pesar de estar todavía el cielo muy luminoso, el gran brillo del segundo planeta lo hacía perfectamente visible incluso cerca del horizonte.

Mercurio, siempre mucho más débil, también pudo verse sin dificultad, por la  misma zona, cuando media hora más tarde estaba a punto de ponerse y el cielo estaba más oscuro.

La atmósfera estaba tan limpia que pudo verse al esquivo primer planeta jugando al escondite entre los árboles del horizonte instantes antes de ponerse, como se aprecia en esta animación:



Aunque la máxima elongación de Mercurio se producirá el día 16, y es cuando teóricamente (según lo que siempre se dice) está en mejor disposición para observarlo porque su separación angular con el Sol es máxima, se ha dejado ver ¡dos semanas antes! porque ahora tiene mucho más brillo, teóricamente el día 2 con magnitud -1 frente a 0.3 el 16, aunque debido a la baja altura y la reducción por la atmósfera se quedan respectivamente en 1 y 2 (cuanto menor es el número de la magnitud, el brillo es mayor).

Aunque el brillo del primer planeta va disminuyendo de día en día, su posición mejora, cada vez puede verse durante más tiempo tras la puesta de Sol y eso hace que estos próximos días sean muy adecuados para verle, cerca de su colega Venus.

Todo esto desde mi ciudad, a poco más de 43º de latitud norte. Desde el hemisferio sur, aunque habitualmente las presentaciones de Mercurio son mucho más favorables, en este caso al ser allí otoño será más difícil (Ver "El planeta sureño se asoma por el norte"), pero puede intentarse la observación ayudándose de unos prismáticos para la localización de los planetas.

Pero lo mejor está por llegar:

- El 13 de mayo tendremos una preciosa estampa con la Luna creciente muy fina de solo 2 días junto a Mercurio.

A partir de la Luna podría localizarse Mercurio con prismáticos y luego intentar verlo a simple vista cuando vaya oscureciendo.

Montaje de la situación del día 13, para latitudes medias del hemisferio norte, media hora después de la puesta de sol. 
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Edito el post el día 14 para incluir una magnífica imagen obtenida ayer por Sebastián Cardenete desde Málaga. En Bilbao las nubes impidieron verlo, pero esta foto muestra toda la belleza de la situación:


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- El día 28 de mayo se producirá el encuentro cercano entre los dos planetas, como he anunciado al principio: Estarán separados por solo medio grado, el tamaño angular de la Luna, y podrán verse simultáneamente en el telescopio con un ocular de pocos aumentos.

En realidad ya han tenido otro encuentro furtivo hace poco, el 24 de abril, pero lo han hecho con mucho recato: no se acercaron tanto (a casi el triple de distancia que el 28 de mayo) y estuvieron protegidos de miradas indiscretas por la luminosidad del cielo crepuscular poniéndose solo media hora después de la puesta de Sol. Luego se han ido separando, apareciendo ambos cada vez más altos  sobre el horizonte tras la puesta de Sol pero Mercurio ascendiendo mucho más rápido de día en día hasta el 16. Luego,  en el retroceso tras su mejor actuación vespertina de este año volverá a saludar a Venus y le abandonará.

El día de la conjunción el brillo de Mercurio será ya muy débil y quizás tras localizar sin problemas a Venus haya que mirar justo a su lado con unos prismáticos para verlo.

Posiciones de Mercurio y Venus sobre el horizonte en una latitud de 43º N, 30 minutos después de la puesta de sol. Desde otras latitudes de la península Ibérica estarán ligeramente más altos.
He elegido ese momento, para poder incluir las posiciones del encuentro del 24 de abril, pero en realidad habrá que esperar casi otra media hora más para que oscurezca el cielo y puedan verse los dos planetas, unos 5º más bajos que en este gráfico.

Si vives en el hemisferio sur las condiciones para ver a Mercurio ahora son peores, pero en septiembre serán inmejorables. Desde el hemisferio norte es posible que no lo hayas visto nunca y en este mes de mayo con la referencia de Venus, mucho más brillante, tienes una magnífica oportunidad para hacerlo los atardeceres en que el horizonte Oeste-Noroeste esté despejado. 


viernes, 30 de abril de 2021

Mareas vivas y mareas muertas - La influencia de la Luna (3)

Todas las mareas no son iguales, y en este fenómeno se pueden dar unas grandes diferencias en unos pocos días. Mareas vivas, donde las diferencias de altura entre la pleamar y la bajamar es muy grande son seguidas por otras, solo una semana después, en las que la variación es muchísimo menor. En este tercer capítulo de la serie que comenzaba en “De nuevo en marcha“, recojo precisamente los factores que influyen en la amplitud de la marea.

Aunque hay algo más, fundamentalmente son 4 factores. Por orden de importancia:

1-La fase lunar, 2- La distancia Tierra-Luna, 3- La proximidad de la fecha al equinoccio, 4- Proximidad de la Luna a los nodos. 

Quizás este artículo sea demasiado técnico en algunos momentos, pero te sugiero que lo leas completo aunque sea por encima, y puedes quedarte solo con lo fundamental.

1- La fase lunar

Este es sin duda el factor más decisivo, de tal manera que las mareas vivas siempre se dan en las fechas próximas a las fases llena y nueva, y las de menor amplitud en los cuartos.

Esto es lógico ya que en las fases citadas los efectos del Sol y de la Luna se suman, al estar ambos astros en línea con la Tierra.

Tanto este gráfico como los siguientes son solo esquemáticos, indican el efecto que se señala, pero las proporciones del mismo están muy exageradas.

Quizás te extrañe alguna situación recogida en el gráfico, en relación con las dos pleamares en lugares opuestos de la Tierra. Lo expliqué en el anterior capítulo sobre este tema: "Dos pleamares al día

Habitualmente las mareas más extremas no se dan exactamente en las fechas de plenilunio y novilunio, sino con un cierto retraso de uno o dos días, de manera similar a lo que ocurre con la hora de culminación y la pleamar, debido a la inercia y la configuración de la costa, por lo que en cada lugar ese retraso es diferente, no siendo siempre el mismo en un determinado lugar porque depende de la proximidad de los otros factores.

Pleamares y bajamares diurnas en la ría de Bilbao los días 30 de marzo y 6 de abril. Una de las mareas más extremas del año, dos días después de la luna llena cercana al equinoccio (factor 3), y coincidiendo con el perigeo (factor 2) seguida una semana después por las mareas muertas un día después del cuarto menguante.

Recojo también la gráfica de estas dos mareas diurnas, tomadas de https://tablademareas.com/


Como en una semana la Luna pasa de una fase a otra (por ejemplo de llena a cuarto menguante), las mayores variaciones se producen en solo 7 días. Pero hay otras diferencias, mucho menos importantes y de periodos mucho más largos, que cuando coinciden con la fase adecuada dan lugar a mareas más extremas, como las de la anterior animación.

 

2- La distancia de la Luna.

Debido a la excentricidad de la órbita lunar, la Tierra no está en el centro de la misma y las distancias entre los dos astros varían entre 357000 en el perigeo (punto más próximo) y 406000 km en el apogeo (el más lejano), aunque estos números solo son aproximados porque la forma de la órbita lunar va cambiando ligeramente. 

Lógicamente cuando la Luna está más cerca, la marea será más viva.

Aunque el tamaño de los astros y la amplitud de la marea no están a escala, sí lo están las distancias entre la Tierra y la Luna, aproximadamente en una proporción 7/8.

Lo mismo que ocurre con la órbita terrestre (ver “¿Tienes algo tan redondo como la órbita de la Tierra?") las diferencias en las distancias no se deben a la forma de la órbita, que aunque ligeramente elíptica es casi un círculo perfecto, sino a que la Tierra no está situada en el centro geométrico de la misma, aunque esto sea una consecuencia de aquello.

Órbita de la Luna. El tamaño de la Tierra está exagerado pero todas las distancias y parámetros orbitales están a escala, y se aprecia que la órbita es casi circular.

El efecto de la posición de la Luna en el perigeo sobre la intensidad de la marea es de casi un 15%  superior a la situación media, como puede calcularse con la fórmula de la gravitación universal, y por tanto este segundo factor es mucho menor que el primero (fase llena o nueva), que tal como se recogió en el anterior capítulo era de casi el 50%  al sumar el efecto del Sol al de la Luna.  

Las mareas serán mucho más extremas si los factores 1 y 2 son favorables simultáneamnete, lo que ocurre en las llamadas “superlunas” (fase llena y en el perigeo), que últimamente tanto se publicitan, y también cuando el perigeo coincide con la luna nueva. Además los perigeos más próximos se producen en esos momentos de coincidencia con el plenilunio o novilunio (ya se ha dicho que no todos son igual de cercanos, y varían hasta en un 4%). Precisamente ha ocurrido el pasado martes (27-4-2021), y también ocurrirá el próximo 26 de mayo, pero aunque en esa ocasión la Luna estará ligerísimamente más cerca, y también ser favorable el factor 4 (Luna en el nodo), la marea será menos intensa porque el factor 3 (proximidad al equinoccio) es menor:

En la superluna de mayo las mareas no serán tan intensas como en la de abril. Gráficos tomados también de https://tablademareas.com/

Como el periodo del paso de la Luna dos veces consecutivas por su perigeo es inferior a la duración del ciclo de fases, no es fácil determinar los momentos en que nuestro satélite está en las situaciones más favorables o desfavorables sin recurrir a tablas o efemérides. Se van desplazando respecto a las fases, y si se quieren tomar referencias de un año a otro, la situación más favorable en que coincide la luna llena (o nueva) con el perigeo, cada año ocurre 41 días (en fecha) después que el anterior.

En mucha menor medida también influiría la distancia de la Tierra al Sol. Este dato sí es fácil de recordar, ya que el paso de la Tierra por el perihelio de su órbita, y por tanto la menor distancia Tierra-Sol, se produce siempre los primeros días del año, pero no es significativo porque proporcionalmente las diferencias son mucho menores (la órbita terrestre es aún menos excéntrica que la de la Luna) y la influencia del Sol es menor que la de nuestro satélite.

3- Proximidad al equinoccio

En los equinoccios el Sol está en el plano ecuatorial, y la Luna, que no se separa angularmente del astro rey más de 5º, estará también cerca de ese plano.

Debido a la rotación de la Tierra, la ola de marea se desplaza de Este a Oeste y por ello el efecto de la atracción gravitatoria será mayor en los equinoccios porque “tira” en el sentido del movimiento.

En una situación teórica sin continentes, en los equinoccios el abultamiento máximo de la marea se produce en el ecuador, con lo que se desplaza de manera paralela a la rotación de la Tierra y es más eficiente que en otras fechas donde ese abultamiento va cambiando de hemisferio de una pleamar a la siguiente.

Por poner un símil, es como si quisiéramos mover un vagón situado en una vía tirando de una cuerda. Si nos situamos en la vía delante de él será más eficiente que si estamos fuera de la vía y tiramos un poco en diagonal respecto al sentido del movimiento.

Es curioso que este efecto cuantitativamente es similar o incluso ligeramente inferior al anterior (2), y sin embargo el “saber popular” suele referirse a las mareas vivas equinocciales como las más extremas.

Puede ser lógico porque todo el mundo sabe cuando son los equinoccios, tenemos la referencia memorizada, y dos veces todos los años solemos comprobar el efecto. Pero normalmente no sabemos cuando está la Luna en el perigeo, y aunque también entonces haya mareas vivas se nos pasa más inadvertido y en este caso no funciona el "sesgo de confirmación". 

Aunque con la moda, que tantas veces he criticado, de anunciar las "superlunas" quizás algún día además de las tonterías habituales se cite la relación con las mareas vivas (que es un aspecto mucho más observable y destacado que el tamaño aparente de nuestro satélite), tengamos una nueva referencia, y yo deba rectificar mis críticas. En cualquier caso, esto solo nos proporcionaría la mitad de las situaciones favorables, a no ser que se repita el tremendo error que se difundió hace 5 años de aquella superluna que iba a brillar un montón, a pesar de que era luna nueva.

Como ejemplo de esto, las mareas equinocciales con luna llena el pasado mes de marzo en Bilbao fueron muy amplias, como se aprecia en la animación que he puesto antes, y se comparan con las de abril en este gráfico:

La luna llena de marzo, aunque no coincidió con el perigeo (como sí lo hizo la de abril) provocó una amplitud de marea ligeramente mayor por estar más cercana al equinoccio, aunque esa máxima amplitud se retrasó 2 días, y se dio precisamente en la fecha del perigeo.


4- Luna cerca de los nodos.

Los 5 grados de separación angular máxima entre la Luna y el Sol que se han citado antes se reducen a cero cuando nuestro satélite está en los nodos (puntos de corte de la órbita lunar con el plano orbital terrestre). Entonces ambos astros tirarían exactamente en la  misma dirección y lógicamente sería más eficiente.


Todos los meses la Luna pasa una vez por cada uno de los dos nodos, pero coincide con la luna llena o nueva (factor principal), precisamente en las fechas de los eclipses. Por ello cabría pensar que los días en que haya eclipse las mareas serían más vivas, pero este último factor es el que menos influye de los 4, y todo estará condicionado a las situaciones de los factores 2 y 3. Como ejemplo, el próximo 26 de mayo habrá un eclipse de Luna con nuestro satélite en el perigeo, pero tal como reflejan los datos recogidos antes, las mareas serán menos vivas que en abril y en marzo, porque está lejos del equinoccio (factor 3)

Pero las cuatro circunstancias precisamente fueron favorables el 28-9-2015. El día que muchos medios anunciaron como el de “la superluna de sangre” la Luna estuvo en el perigeo y se produjo un eclipse lunar, y por tanto luna llena en el nodo. No fue exactamente el equinoccio, pero casi, a solo 5 días, y efectivamente, la amplitud de las mareas fue excepcional.

Las mareas en Bilbao casi llegaron a los máximos posibles. Habrían llegado si todas esas circunstancias se hubieran producido el día 23, cuando comenzó el otoño.

Pero parece que ese día nadie habló de las mareas.

La intensidad de los efectos 3 y 4 varían según la latitud y otros factores, por lo que es problemático cuantificarlas en general. Concretamente las mareas equinocciales en determinados lugares pueden ser tanto o más extremas que aquellas en que la Luna esté en el perigeo en otras fechas, y el factor 4 es claramente inferior a los demás. 
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Existen también otros factores en que las circunstancias locales influyen en la amplitud de las mareas:

5- Pleamares desiguales en fechas cercanas al solsticio.

Teóricamente en un momento dado la pleamar debería alcanzar su valor más alto en el lugar de la Tierra que estuviera la Luna en su cénit o, debido al retraso por la inercia y la configuración de la costa, en un lugar donde hubiera estado horas antes. Pero también en la zona opuesta de la Tierra, por la doble pleamar diaria simétrica, como se explicó en el capítulo anterior ("Dos pleamares al día")

Como se ilustra en el siguiente gráfico, en latitudes medias, fuera de las zonas intertropicales pero no demasiado lejos, la mayor altura del Sol cerca del solsticio de verano provocaría pleamares diurnas altas con luna nueva (1) que también estaría en la misma dirección, pero la pleamar nocturna (2) (simétrica a la 5 debida a la posición de la Luna que en el otro hemisferio está baja a mediodía) sería mucho menor. En esas mismas fechas la luna llena alcanza una altura mínima y la pleamar nocturna (4) en su dirección será leve, pero la diurna diurna (3) simétrica a la posición de la Luna en la parte opuesta sería más alta.

En fechas próximas al solsticio de invierno, las correspondiente pleamares diurnas (5 y 8) no serían notables, pero sí lo serían las nocturnas (6 y 7). Aunque el gráfico solo recoge una estación en cada hemisferio, los resultados son iguales en ambos porque las estaciones ocurren en fechas opuestas.

 

Tanto en la luna nueva como llena, la pleamar diurna en las proximidades del solsticio de verano es más alta que la nocturna, y al contrario ocurre en el solsticio de invierno.

Las mareas equinocciales (factor 3) siempre serán más vivas que las del solsticio, pero en las lunas llenas y nuevas cercanas a los solsticios también una de las mareas diarias será destacada según el hemisferio y dependiendo de la latitud, e incluso parece que el "saber popular" ha recogido estas mareas, que en una misma fecha tienen amplitud diferente.

6- Presión atmosférica.

Cuando la presión atmosférica es superior a la media, este "peso del aire" hace que el agua suba en la pleamar menos de lo que debiera, y lógicamente ocurrirá lo contrario cuando hay baja presión. Evidentemente esto nunca se puede prever con mucha antelación y no se incluye este factor en los cálculos para elaborar las tablas de mareas.

Con esta configuración de isobaras, en la costa occidental de la península Ibérica las pleamares serían menos altas de lo previsto, al contrario que en la costa suroccidental de Francia o en las costas mediterráneas.

7- Configuración de la costa

Como se ha dicho en los anteriores artículos, este aspecto tan desigual y con un efecto tan difícil de cuantificar teóricamente tiene una importancia fundamental en el tema y debido a él pueden encontrarse ejemplos que aparentemente maticen en gran medida todo lo dicho.

Buena excusa para cubrirme y aunque en mi ciudad parece que todo funciona según lo dicho, con las correcciones debidas al "establecimiento del puerto", si encuentras algún ejemplo que contradiga alguna de las afirmaciones, ya sabes por qué puede ser.



Mareas sólidas

Para acabar con el tema de las mareas, y aunque se salga del título de este post, quiero mencionar el tema de las mareas sólidas.

No solo el nivel del mar sube y baja con las mareas, sino que también lo hace la corteza terrestre. No la percibimos porque no tenemos una referencia para comparar, como ocurre con el agua del mar junto a la costa, y además la diferencia es de solo unos centímetros. 

Esta circunstancia que aparentemente no debería tener repercusiones importantes, sí las tuvo durante el proceso de calibrado del acelerador de partículas del CERN en Suiza, en el experimento LEP a principios de los años 90.

Parece ser que durante la calibración del enorme acelerador surgían problemas inexplicables según las cuales parecía cambiar la duración de la vida media de algunas partículas. Hasta que, según se cuenta, alguien se apercibió que esas variaciones estaban relacionadas con la fase lunar. Las mareas sólidas producidas por la Luna modificaban ligeramente la longitud del enorme acelerador dando lugar a resultados erróneos. 

Todo se solucionó ajustando los resultados experimentales con una tabla de mareas.

Trazado del enorme acelerador del CERN, su interior, y una gráfica que recoge los datos experimentales de descalibración y su ajuste con la predicción de las mareas terrestres. 

También hay mareas en la atmósfera terrestre y había mareas sólidas en la Luna, antes de que se quedara mostrándonos siempre la misma cara. Siendo ésta circunstancia la consecuencia más evidente del efecto de las mareas, que aunque son un hecho terrenal, su origen y este efecto están en los astros.

Con este post acaba la serie dedicada a las mareas, aunque CONTINUARÁ en lo relativo a otras supuestas influencias de nuestro satélite. Mucho menos técnicas y mucho más jugosas.