Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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lunes, 1 de diciembre de 2025

Eclipses y ciclo metónico

 

Aunque todavía faltan más de 9 meses, a medida que se acerca la fecha se oye hablar cada vez más del eclipse del 12 de agosto de 2026.

Justo cuando faltaba un año publiqué algo sobre los eclipses y su periodicidad y ahora me ha llegado un nuevo dato, relacionado con el tema del descubrimiento del griego Metón, precisamente cuando acabo de publicar eso mismo en otro contexto, el del cálculo de la fase lunar. Ya es casualidad.

Es algo que yo no conocía, pero Inma en un comentario me dio la pista, y también Oriol se refirió al sabio griego sin que yo viera su relación con los eclipses.

Porque resulta que exactamente 19 años después del esperado eclipse del 12-8-26 habrá otro, el 12-8-2045, luego otro el 12-8-2064  y otro más el 13-8-83  (como en este último, a veces baila un día por el tema de los años bisiestos). En todos los casos, la misma fecha separada por los mencionados 19 años, aunque hay que decir que los 4 eclipses serán bastante diferentes:

3 eclipses totales y uno parcial. La Luna cada vez más hacia el sur de la eclíptica, significa que ocurren cerca del nodo descendente.

Y no solo eso, sino que con anterioridad al 2-8-2027 (el eclipse largo del sur de la península), hubo un eclipse el 1-8-2008  y habrá otros dos el 2-8-2046 y 2-8-2065

Secuencias geométricas muy similares al caso anterior, porque cada uno se corresponde con el mismo saros, y esto da una pista.

Además, antes del eclipse anular del 26-1-2028 hubo otros dos en el mismo día y mes el 26-1-1990, el 26-1-2009 y después habrá otro el 26-1-2047

En este caso todos son anulares (indicado por la línea roja central) excepto el último parcial. El nodo es ascendente, y debe ser así por ser los consecutivos de los anteriores (casi 6 meses de diferencia) 

Ya es casualidad lo de los 19 años justos, o eso parece.


Y es que efectivamente todos los eclipses están relacionados, por decirlo de alguna manera, con otros 3 eclipses que ocurren con una diferencia de 19 años pero el mismo día y mes (en total 4) o en algunos casos son 5 eclipses que repiten día y mes.

A modo de ejemplo, un cuadro con unos cuantos eclipses (todos los que ocurren dentro de los bordes del cuadro) y sus agrupaciones en un mismo día y mes:

El cuadro se podría haber alargado hasta juntar el final de cada columna con el principio de la siguiente, pero no aparecería nada nuevo

Volviendo a Metón, tal como recogí en su día, descubrió que 235 lunaciones coincidían casi exactamente con 19 años. Pero en principio esto no parece suficiente para nuestro tema porque para que se produzca un eclipse solar la luna nueva debe estar cerca del nodo.

Aquí entra en escena Saros: Tal como se dijo en este post cada 18 años y 11 días se repite la fase lunar conjuntamente con su posición respecto al nodo y por eso se producen eclipses con ese intervalo.

La norma de Metón (los 19 años) es justo un año después del periodo Saros menos 11 días (354 días), que es precisamente el periodo en que se repite la fase lunar de un año al siguiente, y si el nodo en los 18 años y 11 días después de un eclipse estuvo justo en la Luna, ahora a los 19 años (también 354 días después) se habrá movido 18.76º hacia el oeste, de acuerdo con la velocidad de desplazamiento del nodo.

Por otra parte la Luna (como en 27.3 días recorre 360º- traslación sidérea-) en esos 354 días se habrá movido 4668.13º hacia el este (12 vueltas más 348.13º) o 11.87º al oeste con lo que se habrá colocado a solo 6.89º (18.76º-11.87º) al este del nodo y será suficiente para que haya eclipse, porque como se vio estos fenómenos ocurren incluso estando la luna nueva a menos de 16.4º del nodo. 

Si representamos el nodo en el centro del intervalo, como en el siguiente gráfico, y empezamos representando uno de los eclipses (eclipse 3) en ese mismo punto, los que ocurren hasta 2 periodos antes y 2 después también estarán en la zona y se producirán 5 eclipses con el mencionado periodo de 19 años:


Pero si empezamos con una luna suficientemente separada del nodo, (en Eclipse 3), toda la figura anterior queda desplazada, una de las lunas de los eclipses saldrá del intervalo y no se producirá eclipse, quedando solo 4.


 Por lo tanto, según los casos habrá 5 o 4 eclipses separados exactamente por 19 años. 


En definitiva, el descubrimiento de Metón aporta un elemento más a la periodicidad de los eclipses. Unos ciclos con menos eclipses que los otros (los de 1388, 5197 o 21144 días que se recogen al final de este post) pero mucho más fácil de recordar.

¿Cuál es la clave para que esto ocurra? El hecho de los 11 días. Por una parte Saros -11 días coincide la fecha (día y mes), y 11 días antes se repite la fase del año anterior. Aparentemente una enorme casualidad numérica que nos proporciona esta historia. 

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Aclaración: Cuando publiqué este post cometí un error en los cálculos y añadí un gráfico para intentar llegar al resultado. Mis disculpas. Ya está solucionado. 

lunes, 30 de junio de 2025

La duración de los días


Este post tiene dos partes muy diferentes.

- Por un lado, citar una noticia de Xataka que me acaba de llegar sobre el que podría ser el día más corto de nuestra vida que está a punto de producirse, y de lo que ya escribí hace tiempo que va en la misma línea aunque los datos sean diferentes. He puesto solo los enlaces para no copiar ni repetir, porque ya está publicado y además todo ello sería demasiado largo.

Añado este otro enlace o donde explico el efecto de la fase lunar en este tema que aparece, pero solo citado sin detallar, en el artículo de Xataka

- Por otra parte, voy a dar explicaciones que me pidieron en un comentario al artículo anterior que también trataba sobre la duración de los días, pero no sobre el día solar verdadero como el citado arriba, sino del día frente a la noche como aclaré en "22 de diciembre ¿el día más largo?" de lo que también trata éste. Por ello, ambas partes no tienen nada que ver, pero en ambos casos se trata de la duración de los días.

En el artículo anterior de este blog, se recogió la característica más remarcada y conocida del solsticio de verano: Es el día de mayor duración y el de la noche más corta. 

Esto quiere decir que a partir de esa fecha los días durarán cada vez menos (aunque con las temperaturas de estos días no lo parezca), pero no se suele mencionar si esta reducción es paulatina poco a poco, o más o menos brusca, no siempre con el mismo ritmo, y sobre ello el interesante comentario de un lector, que voy a intentar contestar: primero de manera lógica e intuitiva, y luego, en el anexo, utilizando fórmulas. Como he hecho más de una vez, antes de nada quiero recomendar a quienes no les gustan los números que pasen de esa parte final.

Efectivamente en una latitud media a partir del solsticio de invierno los días se alargan muy poco a poco: apenas unos segundos, o poco más si tomamos más días posteriores. Luego cuando va llegando el equinoccio lo hacen mucho más rápidamente, más de 2 minutos cada día, para volver a disminuir esa diferencia e irse acortando hasta el solsticio de verano. En ese tramo la duración del día empezará a disminuír, primero solo un poco y luego más.

En estas dos imágenes obtenidas a la misma hora con dos días de diferencia y cerca del solsticio, se aprecia (aunque no muy evidente) que el día se va acortando muy poco a poco en estas fechas. (En la segunda se ve que el Sol está más cerca del horizonte comparándolo con la altura de la torre)

Si antes del solsticio de invierno el día va disminuyendo y justo después irá aumentando, en este momento de cambio drástico de sentido no puede ser de mucha amplitud, sino poco a poco. Luego, cuando todos los días van aumentando, no hay problema para que el aumento sea rápido.

En realidad es lógico y ocurre en cualquier fenómeno natural cíclico, por ejemplo en las mareas, que cerca de pleamar y bajamar apenas se notan los cambios, pero en las horas intermedias si.

Gráfico de las 2 pleamares y 2 bajamares de un día.

Si la marea está subiendo y luego empieza a bajar, es lógico que esa bajada al principio sea suave, pero cuando ya ha bajado un trecho, la velocidad con que continúa bajando aumenta. Aquí es algo parecido.

Un gráfico muy similar podemos hacer con el ecuador celeste, la eclíptica (el camino que sigue el Sol a lo largo del año) y las posiciones del Sol:

En este caso hay un parámetro que analizaremos previamente, que es la declinación del Sol y cómo cambia. La declinación de un astro es su distancia angular al ecuador celeste: Por ejemplo si un astro está en el ecuador su declinación es cero, y la declinación del Sol estará entre 23.5 y -23.5.

Posteriormente, a partir de la declinación obtendremos la duración del día y su evolución.

Partimos de la esfera celeste

Sabemos que la figura no es real (no es el Sol el que gira alrededor de la Tierra) pero es un recurso didáctico útil que permite comprender lo que observamos desde aquí.

A partir de ella proyectamos en un plano el ecuador (quedará una recta horizontal) y la eclíptica (que describirá una sinusoide), colocaremos varias posiciones del Sol según varios días (d1, d2, d3…). En realidad la separación en las posiciones de estos días se ha exagerado para una mejor visualización y se han colocado equidistantes aunque en realidad no lo sean (por la diferencia en perihelio y afelio) pero esas diferencias son mínimas, no siendo significativas en lo que queremos obtener.

También se podría proyectar desplegando la eclíptica como una recta horizontal y el ecuador describiría la sinusoide, pero en realidad los resultados serían los mismos.

Supongamos 3 días consecutivos (d1, d2, d3,…) a partir del equinoccio y los solsticios. Los cambios en las declinaciones del Sol son muy diferentes (están marcados en el gráfico por las líneas rojas a trazos)

Aquí está la clave de esas variaciones en las diferencias en la duración del día, que sigue el mismo criterio que la declinación: Desde el solsticio de invierno hasta el de verano va aumentando, pero a distinto ritmo: mientras en las proximidades del equinoccio aumenta apreciablemente de día en día (llave verde), cerca de los solsticios lo hace muy poco a poco (llave roja). 

Para que las diferencias en las variaciones de un día a otro fuesen iguales, y con ello las diferencias en las declinaciones, la situación debería ser así:


Pero esta sería una representación errónea, ya que en la esfera celeste la eclíptica nunca se proyectará con tramos de líneas rectas.

 

La duración del día está condicionada por la declinación solar en ese día y esto condiciona también el lugar de salida y puesta de Sol (Solsticio significa que el Sol está casi quieto).  

El Sol sale, y se pone, siguiendo una trayectoria que cerca del horizonte tiene una inclinación igual a la colatitud del lugar (por ej para una latitud de 40º una inclinación de 50º) En realidad la trayectoria del Sol es curva, y ese ángulo de colatitud corresponde al formado por dos planos que pasan por el centro de la esfera celeste: el horizonte y el que contiene a la trayectoria del Sol. Dos ángulos de un triángulo esférico donde el tercer plano es el que contiene la declinación. Por eso en la siguiente representación uno de los lados se "sale" de la trayectoria del Sol.


Cuanto mayor sea la declinación del Sol estará más cerca de la trayectoria del solsticio de verano y lógicamente amanecerá antes, se pondrá más tarde y la duración del día será mayor, como se explica con el siguiente gráfico:



En los equinoccios el Sol se sitúa en el ecuador celeste, y la duración del día es aproximadamente de 12 horas. Si a la hora en que sale el Sol en los equinoccios (con declinación cero, en C), en otra fecha se que se sitúa en A cuya declinación sea positiva habrá salido antes que el punto C del ecuador (por donde transita en los equinoccios) pero más tarde que el punto B del solsticio de verano. 

Aunque esa diferencia de duración del día no es proporcional a la diferencia de declinación, están relacionadas y si ésta es pequeña también lo será la de la duración del día

Como se ha dicho, la declinación del Sol cambia mucho en las cercanías de los equinoccios y muy poco en las de los solsticios y puede calcularse numéricamente, como se puede ver en el anexo. Si estás acostumbrado a manejar números no tendrás ningún problema en seguirlo, pero en caso contrario puedes leer las conclusiones de los resultados



.

Se puede calcular, aplicando una sencilla fórmula de trigonometría esférica, cuánto dura aproximadamente un día en una fecha determinada. El resultado no será totalmente exacto porque no se tiene en cuenta la diferente velocidad de la Tierra en su órbita, pero más que suficiente para nuestros objetivos de hacer comparaciones:

Un poco de teoría que se necesitará en los cálculos: Los elementos de un triángulo esférico y una de las fórmulas que se utilizan para resolverlos:

En estos triángulos los lados se miden también en grados

En nuestro caso se toma el triángulo esférico ABC de la siguiente figura, delimitado por el corte de la esfera celeste con 3 planos que pasan por el centro de la misma., y utilizaremos la fórmula en que el cociente de dos elementos opuestos entre los valores de sus senos es el mismo en todos los casos (una de las dos igualdades junto a la figura anterior.


Comenzamos en el equinoccio de primavera, por sencillez en el planteamiento. Así el solsticio de verano será el día 92


Se ha tomado hasta el día 95 para apreciar el cambio de tendencia, una vez pasado el solsticio (día 92) y los días 30, 31 y 32 como muestras de los valores de la declinación entre solsticio y equinoccio.

A partir de estos valores de la segunda columna (DC) se calculará la duración del día (alargamiento respecto al equinoccio), que viene determinado por AB en el siguiente gráfico.


AB se multiplica por 2 para sumar la salida y la puesta de Sol, por 24/360 para pasar de ángulo a tiempo en que tarda en recorrerse y  al final por 8 para pasar a minutos (0.133 . 60 =8)

Todo esto, para una latitud 40º N.

Utilizando los valores de BC calculados antes, las tercera y cuarta columnas nos indican cuánto tiempo ha alargado el día después del equinoccio, en decimales de minutos (T.a. min), o en minutos y segundos (Min:seg), y la última, lo que ha alargado respecto al día anterior, que es lo que nos interesa:

Conclusiones

En la última columna, se aprecia que la diferencia con el del día anterior a partir del día 92 (solsticio de verano) tendremos el acortamiento de los días, pero muy lento, como puede verse en los últimos números (menos de un minuto), nada que ver con el alargamiento de más de 2 minutos los días cercanos al equinoccio de primavera (en la tabla, los primeros días que aparecen). Sin embargo a pesar de ser mucho mayores varían muy poco a poco.

Todos los cálculos pueden realizarse  de manera análoga para otras latitudes y comparar los resultados, que cuanto más cerca de los círculos polares las diferencias serían mayores.

Con este último triángulo podría calcularse también el lado AC que nos proporcionaría los lugares de salida y puesta de Sol (el punto C está exactamente en el oeste) y veríamos que tiene una variación análoga a la duración del día: cerca del equinoccio bastante diferencia de un día a otro, que casi se anula al llegar al solsticio, lo cual parece lógico. 

Es interesante obtener estos datos para diferentes latitudes.

Como ya he puesto muchos números, lo dejo a quien no los aborrezca y quiera practicar.


lunes, 16 de junio de 2025

Solsticio de junio

 

Un año más ya llega el verano (el invierno en el hemisferio sur) exactamente el día 21 a las 2:42 U.T. (4:42 Hora Central Europea). En el hemisferio norte es el día más largo y la noche más corta, aunque la tradición la asigne erróneamente a la noche de San Juan, que en otra época llegó a serlo.

La noche de las hogueras de San Juan no es la más corta del año


Ese día el Sol pasa por el cénit a mediodía en cualquier lugar del trópico de Cáncer, y se dice que fue el dato que utilizó Eratóstenes para determinar el tamaño de la Tierra en el siglo II a.C.

Esta experiencia fue explicada por Carl Sagan en la magnífica serie televisiva "Cosmos" en los años 80 

Puede resultar chocante que las temperaturas máximas no se den en los alrededores del día del solsticio, sino posteriormente en toda la estación del verano, pero eso mismo (los días más fríos) ocurre en el invierno, y es porque estos fenómenos son acumulativos.

La causa de las estaciones es la inclinación del eje de rotación de la Tierra respecto al plano de su órbita alrededor del Sol, y justamente cuando el Sol se sitúa a una distancia angular máxima al norte del ecuador celeste (declinación positiva máxima) es el solsticio. En ese momento empezará el verano en el hemisferio norte y el invierno en el sur. A diferencia del cambio de año, que en cada lugar se realiza a distinta hora, el cambio de estación es simultáneo en todos los países, aunque lógicamente según el meridiano o la zona horaria, la hora oficial variará de un lugar a otro.

Como siempre en estos casos hay que diferenciar el momento del solsticio (por qué decimos que este año será a las 2:42 U.T.) y el día del solsticio (la fecha en la que está situado el momento del solsticio, este año el 21 de junio)

El primer dato corresponde al momento en que la declinación solar es máxima, cuando el plano que contiene al eje terrestre y es perpendicular a la órbita (eclíptica) contiene al Sol.

Gráfico en planta, desde el norte

La misma situación en el siguiente gráfico de perfil, que suele ser más utilizado y quizás más clarificador, aunque en mi opinión puede ser didácticamente pernicioso porque induce a pensar erróneamente que la orbita es muy excéntrica.

Gráfico en perspectiva

Actualmente, y aunque parezca paradójico, el comienzo del verano casi coincide con la posición de la Tierra más lejos del Sol, en el afelio. Lo que produce el aumento de las temperatura no es la cercanía del Sol, sino que éste se sitúe más alto respecto a nuestro horizonte y que nos caliente durante más horas. En el hemisferio Sur, donde coinciden ambas circunstancias parece lógico que se alcanzaran mayores temperaturas, pero la mayor extensión de los océanos lo atenúa.

La determinación del momento exacto del solsticio (cuando la declinación del Sol es máxima) exige cálculos técnicos, pero el día del solsticio (como se ha dicho la fecha correspondiente a ese momento) es mucho más fácil de comprobar, mediante una de estas dos condiciones: a) Es el día en que el Sol alcanza la mayor altura (a mediodía)  b) Es el día en que sale más lejos del Este, en dirección nordeste (En el hemisferio sur será sureste) y que da lugar al día más largo.

La primera condición no es válida en la zona intertropical como se verá luego, y la segunda  no es válida en los círculos polares porque hay día perpetuo y el Sol no sale ni se pone.

¿Por qué cada año hay una pequeña diferencia en el momento de producirse el solsticio?

Hace dos años, en 2023 fue el día 21 a las 14:59, el pasado año 2024 el día 20 a las 20:50 y el próximo 2026 el día 21 a las 8:21, todo en tiempo universal (TU)

El principal motivo de la variación es el desajuste del año real (365.242 días) con los 365 días que dura oficialmente, por lo que cada año será unas 6 horas más tarde, y el salto más significativo es precisamente en el año bisiesto porque como se ha contabilizado un dia más (29 de febrero), la fecha del comienzo de las estaciones retrocederá unas 18 horas (24 por el día de más, menos las 6 habituales) lo que suele llevarlo a la fecha anterior.

En realidad la diferencia no son esas 6 horas exactas, sino que ronda las 5 horas y 46 minutos, debido a otras causas como la retrogradación de los equinoccios, y el desplazamiento del afelio.

Ya escribí sobre el solsticio de verano el año pasado, pero quería insistir, añadir algún dato más y cumplir lo que dije que faltaba y prometí publicarlo en un futuro.

Como he dicho, en el solsticio el Sol alcanza la altura máxima de todo el año, pero hay que matizar porque eso ocurre si estamos fuera de la zona intertropical. Pero curiosamente en el ecuador, a mediodía, el Sol alcanzará la menor altura del año (solo 66º 33´), alcanzando la máxima altura (90º) a mediodía de cada uno de los dos equinoccios. 

Es en los trópicos donde en uno de los solsticios el Sol se sitúa a 90º

Lógicamente la máxima altura la alcanza el Sol al mediodía, a las 12 hora solar verdadera del 21-6 (o del 20-6) aunque no coincida exactamente con el momento del solsticio. Como curiosidad, y teniendo en cuenta la latitud y la ecuación del tiempo, la mayor altura del Sol de todo el año 2025 en Madrid será el día 21 a las 14:22 (hora oficial) en que llegará a los 72º 41´, en Barcelona a las 13:58 con 71º 43´, en Bilbao a las 14:19 con 69º 50´, o en Santa Cruz de Tenerife a las 14:12 (hora oficial canaria) con una altura de 84º 38.

Actualmente esta estación que está a punto de comenzar es la más larga de las cuatro, lo que pueden agradecer quienes viven en el hemisferio norte y aprecian el calor (cada vez menos por el calentamiento global). Su duración es de 93.5 días, frente a los 92.7 de la primavera, 89.8 del otoño y 89 del invierno.

Estas diferencias son debidas a la excentricidad de la órbita terrestre que hacen que la velocidad de la Tierra sea variable a lo largo del año. Justamente nuestro planeta pasa por su afelio el 3 de julio, en el verano; y por ello es cuando su velocidad es menor. Además el recorrido es mayor y por los dos motivos tardará más en recorrer el tramo correspondiente a esta estación.

La órbita es casi exactamente circular , pero el Sol está claramente a cierta distancia del centro

Además, como el afelio está relativamente próximo al final de la primavera, esta estación es casi tan larga como el verano, y la más corta es el invierno cuando la Tierra pasa por el perihelio y se mueve más rápida además de realizar un menor recorrido.

Pero esta situación va cambiando muy lentamente debido al movimiento de los puntos correspondiente al afelio y perihelio además de la precesión de los equinoccios.

La fecha del paso por el afelio se va retrasando y en el futuro próximo el verano será cada vez largo produciéndose la situación extrema en el año 4410  cuando la Tierra pasará por el afelio el 14 de agosto y el verano llegará a ser de 94.5 días frente a la primavera con 91, el otoño 90.5 y el invierno que apenas variará. Luego empezará a disminuir la duración del verano mientras aumentará la del otoño.

Retrocediendo en el tiempo, hace solo 500 años el afelio ocurría a finales de primavera y por ello esta estación era la más larga.

Hay que insistir en que la causa de estos cambios no es solo que se retrase el afelio, sino que debido a la precesión de los equinoccios el lugar que ocupa el Sol al comienzo de las estaciones se adelanta y con ellas las referencias de nuestro calendario. 

En los 2385 años hasta el 4410, el Sol retrograda 40º por la precesión de los equinoccios, y el afelio se mueve 33º en sentido contrario, por lo que la posición del Sol solo diferirá en 7º en los momentos de los dos afelios, aunque con las fechas del calendario sea bastante más (42 días, o 43º)

 


En el post del año pasado relativo a este mismo tema recogí la posición de los planetas del Sistema Solar durante su verano en el hemisferio norte y en el solsticio, excepto en Mercurio y Urano porque en ellos la situación es muy especial. Prometí que realizaría una explicación en el futuro, y voy a intentarlo ahora.

En el resto de planetas el verano comienza con el solsticio: Tal como se ha dicho, con la mayor altura del Sol a mediodía en latitudes medias del correspondiente hemisferio, y una duración máxima del día, con la salida del Sol más hacia el nordeste y puesta más hacia el noroeste (en el hemisferio norte)

Como se vio, por ejemplo en Venus el presente verano ha comenzado el 26-4-25, en Marte empezará el 28-8-25 en Júpiter el 30-11-35, en Saturno el 31-10-46 y en Neptuno el 25-2-87. En todos los casos considerando el hemisferio norte.

Pero en Mercurio el eje de rotación prácticamente está perpendicular al plano de traslación y por tanto puede decirse que no hay estaciones como tal, según el concepto que se utiliza en los otros planetas. Por ello el recorrido diario del Sol es igual todos los días. En ninguno de los dos hemisferios hay épocas en que el Sol alcance mayor altura a mediodía ni días en que salga por un lugar diferente.

Sin embargo en Mercurio, debido a la forma de su órbita, sí hay lugares donde el Sol calienta más por estar más cerca y sobre todo porque pasa un mayor tiempo en el punto más alto de su recorrido y sus alrededores. Se trata de los meridianos 0º y 180º, desde donde incluso se le vería retroceder y volver a avanzar.

Por tener una órbita muy excéntrica, podría considerarse que comienza el verano cuando el planeta se aproxima a su perihelio y la temperatura aumentará, pero especialmente en los meridianos indicados: Próxima fecha el 19 de agosto.

Hay un lugar en la superficie de Mercurio donde esto ocurre en su cénit. Muy cerca de allí está la llamada Cuenca Caloris, donde efectivamente se dan las mayores temperaturas, y cuando los rayos solares se acercan verticales a ese lugar podría decirse que comienza el verano

Cuenca Caloris ¿la referencia del verano en Mercurio?

En Urano la situación es totalmente opuesta ya que el eje de rotación está casi en el plano orbital de traslación con solo 8º de desviación. Allí sí cabe hablar de estaciones en el mismo sentido que en los otros planetas, pero las situaciones son extremas.

Antes de nada hay que tener en cuenta que su año dura 84 años terrestres, y lógicamente cada estación unos 21. Actualmente es primavera en el hemisferio norte de Urano y el verano empezará el 8-5-2030 cuando el Sol alcanza una declinación de 82º 10.5´

Para referirnos al solsticio de verano no tendría sentido el hablar del día en que el Sol sale más alejado del sur (hacia en nordeste) porque prácticamente durante casi medio año y alternativamente en cada uno de los dos hemisferios el Sol no sale ni se pone porque hay día perpetuo. En muchas latitudes los meses próximos al solsticio no saldrá.

El otro indicador, el día que el Sol alcance la mayor altura a mediodía en latitudes medias, tampoco sería válido para determinar el día del solsticio de verano, Por ejemplo para una latitud media de 40º N el día del solsticio (8-5-2030 porque el Sol tendrá la máxima declinación) alcanza una altura máxima de 48º (y mínima de 33, ya que se produce el sol de medianoche), pero un año terrestre después, ya entrado el verano, alcanza los 49º y 10 años después, en medio del verano los 84º. 

En fechas incluso no muy cercanas al solsticio de verano habrá día perpetuo

Para encontrar algo parecido al comportamiento del Sol desde la Tierra, podemos examinar lo que ocurre en Urano en los equinoccios. El recorrido del Sol es similar, aunque a diferencia de aquí alcanza casi la misma altura máxima que en el solsticio de verano.

Ambos gráficos corresponden a un lugar de latitud 40º, y desde allí mismo en fechas próximas al solsticio de invierno será noche perpetua, y habría que ir al hemisferio sur en esas mismas fechas para encontrar día perpetuo.

En este planeta se cumple la lógica (errónea en la Tierra) de que un día de pleno verano el Sol alcanza una mayor altura.

Puede parecer lógico, pero no olvidemos que en nuestro planeta cuando más calor hace no es cuando el Sol está más alto, justamente en el solsticio. En el primer caso es día perpetuo y en el otro no.

En la Tierra las excepciones surgen en las zonas intertropicales y en los círculos polares. La situación en Urano es algo "especial". Debido a la gran inclinación del eje, todos lugares de latitud mayor que 8 grados estarían en el círculo polar y por ello el día del solsticio habría día perpetuo casi en la mitad del planeta. Pero los de latitud menor que 81 estarían en zona intertropical, con lo que el solsticio el Sol llegaría a los 90º de altura.

En fin, que se mezcla todo y se obtienen unos resultados cuando menos, curiosos.

Para acabar, el gráfico que elaboré hace un año, pero ya con los deberes hechos y la inclusión de todos los planetas:


O sea, que si te gusta veranear aunque el viaje sea largo, aquí tiene las fechas y los lugares del comienzo de la estación del calor


domingo, 16 de junio de 2024

El solsticio de verano

 

Este próximo día  20 de junio de 2024 a las 22:51 (20:51 U.T.) comienza el verano en el hemisferio norte y el invierno en el sur. Es el solsticio.

Ya he escrito alguna vez sobre esta fecha: por ejemplo en este post   donde remarcaba la diferencia entre el solsticio y la fiesta de San Juan (tradicionalmente la noche más corta, aunque no sea así), y en este otro donde se recogían las distintas circunstancias que determinan el comienzo de la primavera, pero en general también de las otras estaciones.

Quedaba claro que el motivo de las estaciones se debe a la inclinación del eje de rotación de la Tierra, y el solsticio de verano ocurre cuando el plano que contiene al eje y es perpendicular al plano orbital (a la eclíptica), contiene también al Sol. O dicho de otra manera, cuando la dirección norte o sur (según el hemisferio) del eje se dirige hacia el Sol.

Esto en realidad sería el momento exacto del solsticio, aunque normalmente nos referimos al día del solsticio como la fecha en que eso ocurre.

Dos conceptos que se pueden determinar de manera diferente, y aunque el momento exacto es simultáneo en todo el planeta y solo cambia por la zona horaria, por la misma razón puede variar la fecha, y por ejemplo en Asia el verano empezará cuando allí sea ya el día 21.

Si el momento exacto del comienzo de esta estación solo puede calcularse teóricamente y no es evidente para un observador, sí podría determinarse experimentalmente el día del solsticio porque es el día más largo del año, en el que el Sol sale más alejado del este (más cerca del N) y se pone más lejos del oeste (hacia el NO).

Además el solsticio de verano es el día en que el Sol alcanza una mayor altura a mediodía, aunque esto solamente es válido fuera de la zona tropical.

En estos gráficos se recoge el recorrido diario del Sol el día del solsticio de verano en diferentes latitudes y la altura máxima que alcanza, a mediodía. Además del punto de salida o puesta con la distancia angular al este o al oeste (en color azul).

Puede apreciarse que en el trópico llega a pasar por el cenit, pero no así en el ecuador. Por otra parte en el polo, aunque sea por poco, la máxima altura la alcanza en el momento exacto del solsticio (este año a las 20:51 U.T., como se ha dicho)

Como puede verse en estos otros dos gráficos a continuación, en el interior de los trópicos hay otras fechas en que el Sol llega a estar en el cénit. Por ejemplo en la latitud 10ºN es el 15 de abril o el 26 de agosto, y en el ecuador será en los equinoccios

Deducción aproximada del comienzo del verano a partir de observaciones sencillas

Puede ser un ejercicio didáctico interesante y podemos constatar el cambio de estación nosotros mismos observando las salidas o las puestas de Sol, por dos métodos diferentes: el lugar de la puesta y la hora. 

Deberíamos de tener la suerte de que estuviera despejado el horizonte por donde se va el Sol durante los días clave.

- Podemos ir observando en diferentes días la puesta de Sol, cómo éste se pone cada vez más hacia la derecha (en el hemisferio sur sería a la izquierda) anotando las fechas, pero un buen día se para en este sentido y vuelve otra vez en el contrario. Es cierto que estos días la diferencia es muy pequeña y para apreciarla quizás sea necesario obtener fotos con teleobjetivo, pero en unos pocos días podría notarse, y aunque no nos sirva para determinar con exactitud la fecha del solsticio en el momento en que ocurre, puede hacerse a posteriori comparando fotos y posiciones del Sol, y no deja de ser algo interesante.

A partir de una imagen real de una puesta de sol sobre Santander tomada el 10 de junio, se ha añadido la posición el día del solsticio, remarcando ambas.

- Teóricamente también podría comprobarse anotando la hora en que se pone el último rayo de Sol cada día. Como el día del solsticio es el más largo, antes de él la puesta de sol ocurriría cada vez más tarde, y luego volvería a adelantarse. Pero ¡cuidado!, porque esto es en horario solar que no es el que indican nuestros relojes.

En los horarios obtenidos habría que corregir la ecuación del tiempo, porque el día más largo no es cuando más tarde se pone el Sol según nuestro horario oficial. Además en cada latitud ese día en que más tarde se pone es diferente aunque el momento del solsticio sea el mismo.

Pueden utilizarse los valores de la última columna de esta tabla:

Por ello, a la hora en que vemos ponerse el Sol podemos restar el tiempo de la columna verde "Corrección respecto al día 17" y obtendremos las diferencias reales en hora solar: los días antes del solsticio ese valor irá aumentando porque aumenta la duración del día y después de él irá disminuyendo. Aunque se comience otro día diferente al 17, la utilización de la tabla será la misma. 

Como muchas veces aparece esta duda, hay que decir que aunque el solsticio de verano supone el día de mayor duración y altura del Sol (con las excepciones indicadas), no debe pensarse que en sus inmediaciones se produzcan las épocas más calurosas, sino que estas son esperables en los 3 meses de la estación que ahora comienza, porque estos fenómenos naturales no ocurren simultáneamente  con sus causas, sino que van con un cierto retardo por ser acumulativo.

De hecho, las posiciones del Sol en verano coinciden con las de primavera, en sentido contrario (por ejemplo principio de primavera con final de verano)


En esta ocasión, además de estas cosas terrenales, querría reflejar algunas diferencias y fechas respecto a otros planetas. 

En la mayoría de los casos las características de las estaciones son similares a las de la Tierra,  y a continuación va un gráfico con las posiciones y fechas en que comienza el próximo verano en cada planeta, pero hay dos casos muy particulares (Mercurio y Urano) que por ello no se incluyen aquí:

Lugares de las órbitas en que se encuentra cada planeta cuando comienza el verano, y fecha del próximo.

En Marte, Saturno y Neptuno las estaciones son similares a las de la Tierra en cuanto a su geometría, con inclinaciones del eje entre 23º y 30º, mientras que en Venus y Júpiter son mucho más leves, con inclinación de solo 3º

Los ejes de rotación de Mercurio y de Urano tienen unas inclinaciones muy especiales, extremas, y habría que definir de otra manera las estaciones allí. La mecánica celeste en cuanto a las posiciones y movimiento aparente del Sol es muy particular y pienso dedicarles un post para ellos solos. De momento solo quiero adelantar que en Mercurio debido a la excentricidad de su órbita hay días especialmente largos desde determinados lugares porque el Sol sale y se pone dos veces cada día:



miércoles, 18 de enero de 2023

Conjunción planetaria en el año nuevo chino

En esta entrada voy a mezclar dos temas que aunque no tienen nada que ver, coinciden en la fecha y están motivados por los astros.

A diferencia del nuestro, el comienzo del año chino tiene su referencia en el cielo. Este próximo 22 de enero en China se celebra el año nuevo. Quizás la fiesta más popular de aquel país, donde millones de personas se desplazan para reunirse con su familia. Una fiesta de gran tradición y cuyo inicio está marcado por la Luna.  

Millones de desplazamientos para reunirse ese día tan especial

Efectivamente, el día del comienzo de año es el día de la luna nueva central del invierno, es decir la más próxima al 5 de febrero que es el día equidistante entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera. Dicho de otra manera, sería el día de luna nueva situada entre el 21 de enero y el 20 de febrero. Aunque quizás en este caso podría decirse que el año comienza el día de la conjunción.

   

Como 12 meses lunares son 354 días, 11 días menos de los 365, cada vez el año nuevo chino se va adelantando 11 días, pero entonces en 2024 sería el 11 de enero, que se sale del intervalo y habrá que esperar a la siguiente luna nueva, el 10 de febrero. Por eso el año que ahora empieza tendrá 13 meses

La mayoría de los pueblos de la antigüedad celebraban el comienzo del año con el principio de la primavera, o como los meses estaban marcados por las fases lunares, con la luna nueva cercana o posterior a ese equinoccio. Era lógico porque es en esa estación cuando la naturaleza despertaba del letargo invernal y todo se ponía en marcha de nuevo. 

Pero en China parece que eran más optimistas y cuando ya pasaba la mitad del invierno consideraban que era el momento de comenzar un nuevo ciclo. Pero la referencia en nuestro calendario es el 5 de febrero y ellos no la tenían. La manera de calcularlo era con la primera luna nueva que ocurra después de 30 días del solsticio de invierno. Y esa referencia sí la tenían, observando las puestas de sol.

Es curioso que si miramos las lunas en un calendario parece que hay algo que no cuadra: nos marca luna nueva el día 21 de enero. La explicación es que esa fase se produce a las 21:56 hora central Europea, que en China ya es día 22, concretamente serán las 16:56

El cielo ese día

Precisamente ese día se produce un fenómeno celeste destacado: la conjunción de Venus con Saturno. El brillante Venus que ya lleva unas semanas apareciendo en el crepúsculo vespertino se va separando angularmente del Sol y apareciendo sobre un fondo más oscuro que le da más relevancia, mientras Saturno realiza el movimiento aparente opuesto y después de haber estado al principio de la noche en nuestros cielos va a cesar pronto en su función.

El día 10 de enero Saturno, en la parte superior de la imagen, aún se encontraba a 14º de Venus, que aparece en la parte inferior.

El día 10 ya se pudo ver a los dos planetas en una misma zona del cielo. Si nos fijamos en la estrellita que está junto a Saturno (delta de Capricornio o Deneb Algedi), prácticamente mantendrá con ella su posición relativa, lo que indica que es Venus el que se acerca, a pesar de que parece lo contrario.

Efectivamente, Saturno es el planeta lento, y además en esta época ya se mueve en sentido directo como si quisiera evitar el encuentro, y tiene que ser Afrodita la que se acerque al anciano Cronos (como llamaban los griegos a nuestros dos protagonistas). El hecho de que el Sol también se mueve hacia el Oeste respecto a las constelaciones, produce el efecto erróneo de que es Saturno el que se mueve hacia Venus.

En esta otra imagen del día 15, ya se les ve más cercanos entre sí, separados por poco más de 8º, pero el mayor recorrido lo hace Venus.


Hoy mismo (miércoles 18) a pesar del temporal de lluvia y nieve he podido obtener esta otra foto cuando ha surgido un claro ente las nubes en la zona adecuada:

Cada vez se ven más cercanos

Con sus trayectorias opuestas (respecto al Sol), ambos se cruzarán precisamente el día del año nuevo: para nosotros el 22 de enero. Desde China estarán separados por solo 41´ (poco más que el diámetro aparente de la Luna) y desde aquí aún más próximos, con 25´de separación, podrán observarse simultáneamente con un telescopio de poca focal en el mismo ocular.

Actualización 23-1

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Añado un par de imágenes de ayer, día de la conjunción. La primera con la misma focal que las anteriores, y la otra con teleobjetivo

A pesar de que Saturno aparece bastante débil, puede apreciarse a la derecha y encima de Venus

  

Siguiendo la línea de los dos planetas hacia abajo puede verse la estrella Deneb Algedi citada antes, que puede apreciarse en casi todas las anteriores imágenes y da idea del movimiento de los dos planetas sobre el fondo de las estrellas durante estos días que han ido aproximándose.

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Por si fuera poco, al día siguiente aparecerá por la misma zona una finísima luna dando una imagen espectacular, aunque los dos planetas ya habrán empezado a separarse.

Desde la zona oriental de China, los días 22 y 23, una hora después de la puesta de sol

Por supuesto los chinos no podrán ver la luna el día 22, deberán esperar al 23 y desde lugares con muy buen horizonte y cielo muy limpio, mejor cuanto más al suroeste. 

Desde Europa, anocheciendo ya unas horas más tarde, será muy difícil verla el 22 a pesar de que la inclinación de la eclíptica al atardecer una vez avanzado el invierno juega a nuestro favor, aunque ¿quizás no sea imposible? 

El día 23 se apreciará sin dificultad si tenemos un cielo limpio y un horizonte suroeste bajo, a la izquierda de Venus, formando una bonita configuración.


Pero desde algunas zonas de América podría verse la finísima Luna junto a los dos planetas el mismo día 22 dando una preciosa imagen. Concretamente al oeste de México, USA o Canadá ya habrán pasado 29 horas de la luna nueva cuando aparezca en el crepúsculo vespertino, y con la eclíptica ya muy inclinada por las fechas y en el caso de México también por la latitud, podrá verse. Y al día siguiente sin problema.


En muchos casos Venus servirá como referencia para encontrar la Luna, y no al revés como habitualmente suele ocurrir. Si nunca has visto una luna tan fina, para hacerse una idea pongo ésta que yo fotografié en julio de 2017, y aunque es menguante (29 horas antes de nueva), es simétrica a la de ahora.

Luna de -29 horas

Y aunque con 4 horas más de diferencia, esta otra luna de 2014, acompañada también en esta ocasión por el planeta Venus 

Luna de -32 horas, en la misma imagen que Venus, aunque no excesivamente cerca

El lunes 23 podremos verlo.

En estos viajes, vistos desde nuestra perspectiva, Venus va visitando cada uno de los planetas: el primero fue Mercurio, ahora Saturno, luego será Júpiter formando una pareja muy brillante que no hemos visto al principio de la noche desde 2015, y finalmente se acercará a Marte, aunque tampoco hay que olvidar los encuentros con Neptuno y Urano antes y después, respectivamente, del de Júpiter. Y también la fina luna creciente dará juego en algunas de estas aproximaciones.

Espero contártelo, y por supuesto deseo que no haya muchas nubes y lo puedas admirar en el cielo.