Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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miércoles, 25 de septiembre de 2024

El cometa Tsuchinshan-ATLAS ya está aquí

Hace más de año y medio, en las instalaciones ATLAS de Hawaii que buscan posibles asteroides que puedan impactar con la Tierra se descubrió un objeto que a la distancia de más allá de Júpiter se dirigía hacia el Sistema solar interior. Poco antes el observatorio chino Tsuchinshan descubrió algo que parecía un cometa y que luego resultó ser el mismo astro y por ello recibió el nombre compuesto Tsuchinshan- ATLAS

El cometa estaba efectivamente entre las órbitas de Júpiter y Saturno, muy por encima de la eclíptica, y el hecho de haber sido descubierto estando tan lejos suponía que podría ser muy brillante cuando se acercase al sistema solar interior y a la Tierra, hasta el punto que algunos optimistas lo apodaron como "el cometa del siglo"

Ya se anunció hace tiempo, casi como una promesa, comparándolo con el Neowise de 2020 o incluso con el extraordinario Hale Bopp que también se descubrió tan lejos, suponiendo todo un record, pero sin tener en cuenta lo que dijo un famoso astrónomo: que los cometas son como los gatos: Tienen cola y son impredecibles. Durante este tiempo habría causado euforia contenida y temores porque casi nunca ocurre lo que se espera de ellos. Entre otras cosas se temía que pudiera romperse al acercarse al Sol, como ha ocurrido con otros que prometían pero no pasaron la prueba

Esta era la órbita que se calculó 


Una trayectoria hiperbólica que indica que no volverá, y muy inclinada respecto a la eclíptica.

Y a continuación un gráfico de curvas de luz que muestra el desarrollo estimado del brillo del cometa. 
Estas curvas de luz teóricas al principio pronosticaban una extraordinaria magnitud negatíva (muy brillante), pero en varias ocasiones la evolución del brillo del cometa tuvo algún parón, siendo preocupante el que ocurrió en junio-julio cuando iba a pasar por detrás del Sol y no se iba a poder observar durante un tiempo, porque dejaba con la incógnita y la preocupación fundada de como aparecería luego por el otro lado.

Finalmente, las magníficas previsiones iniciales no se cumplirán plenamente, pero será un cometa brillante:
En verde la línea teórica (con un pico a principios de octubre por la posible dispersión de partículas delante del Sol )
La línea azul es la que se ha ido obteniendo con las observaciones, y las previsiones futuras a partir de ellas, con dos paréntesis sin datos cuando el cometa era inobservable por estar en la dirección del Sol. La posición del círculo amarillo indica la fecha de paso por el perihelio.

Pero sí: por si había duda, el experto M. Matiazzo ha obtenido esta magnífica imagen el día 17 de este mes de septiembre desde Australia.


De todas maneras, hay que tomarlo con cuidado, porque no vamos a ver algo así en nuestros cielos. La imagen ha sido obtenida por uno de los mayores expertos en captar estos astros y con un equipo y un método adecuado. En el mejor de los casos se verá claramente a simple vista aunque también es posible que se necesiten prismáticos.

Durante este tiempo de espera el cometa se ha ido moviendo en su órbita, y precisamente el día que lo fotografió Mattiazzo la situación era la siguiente

Aunque el ángulo respecto al Sol en planta era pequeño, la posición muy al sur de la eclíptica permitía su visualización desde el sur.


Esto ya indicaba que en el momento más interesante estaría visible en el hemisferio Sur. Ocurre con la mayoría de cometas, que tras pasar su aburrida vida en un hemisferio justamente pasan al otro para el perihelio y para dar el espectáculo. 

En concreto en estas fechas se ha hecho visible de madrugada

A pesar de la imagen desde Australia, en algunas noticias se afirma que fue en Chile desde donde pudo verse por primera vez sin telescopio. Aunque parece que el cometa está alineado con el Sol, su gran declinación negativa permite verlo.

De momento solo puede verse en el hemisferio sur o latitudes cercanas (parece que desde Canarias también se ha podido fotografiar) pero, en unos pocos días será visible desde el norte de madrugada y concretamente el día 1 de octubre (o el 30 de septiembre) podría verse en latitudes de 40ºN ayudados por la fina Luna que aparecerá a su izquierda. En el gráfico, una hora antes de salir el Sol.

El cambio de posición del cometa en estos dos días no es significativo, y la referencia es la Luna

Pero esta situación no es totalmente segura porque antes de esas fechas, concretamente el día 27, pasa por el perihelio y podría romperse como ocurre muchas veces con los cometas que se aproximan tanto al Sol, y dejarnos sin espectáculo; aunque el tamaño estimado de su núcleo parece indicar que no, e incluso podría ser un factor positivo porque los cometas que pasan cerca del Sol y sobreviven suelen formar unas colas impresionantes.

También hay un tipo de cometas con determinada composición de polvo que si estallan estando en la línea Tierra-Sol pueden producir un fenómeno extraordinario.

La representación de la derecha podría llevar a error porque parece que la Tierra está más cerca del Sol que el cometa, pero es solo cuestión de perspectiva.
A pesar de situarse el cometa en el punto más cercano al Sol, podrá observarse porque la Tierra no está alineada con esos astros y por estar el cometa situado muy al sur del plano eclíptico.

 A principios de octubre será inobservable pero ya a partir del 12 de octubre se podrá ver tras la puesta de sol, cada vez mejor situado en zonas más oscuras, pero su brillo irá disminuyendo.

A partir de este día las condiciones de observación desde el hemisferio norte mejoran

Es curioso que en el gráfico de las órbitas el día 12 parecen estar alineados con el Sol, pero el cometa ya está en el norte de la eclíptica, con lo que se verá desde el hemisferio norte. A medida que pasen los días al ir aumentando su componente norte será más fácil de situar a pesar de que el brillo irá disminuyendo, como se recoge en el siguiente gráfico:

Del 12 al 18 de octubre, desde una latitud de 40º N, unos 45 minutos después de la puesta de sol

Suerte!

Y si te parece muy poquita cosa, consuélate viendo la imagen que obtuvo el austríaco Gerald Rhemannc, un par de días después del paso por el perihelio.


viernes, 8 de marzo de 2024

El cometa 12P/Pons-Brooks ya está aquí

 

Tal como anuncié en enero ya se puede intentar observar el primer cometa destacado de este año.

Su brillo no será muy elevado, y se verá siempre cerca del horizonte, pero parece que cumpliendo los pronósticos ya ha alcanzado la magnitud 6, y teóricamente ya se puede ver con prismáticos y en unos días incluso a simple vista, siempre con un cielo limpio y oscuro.

Curva de brillo y periodo teórico de visibilidad a simple vista

Hay que insistir en que para una estrella suele considerarse esta magnitud 6 como el límite para verla sin ayuda óptica, pero en el caso de los cometas al ser astros difusos se requiere más brillo.

Esta imagen, que obtuve el año pasado del cometa C/2022 E3, sería similar a lo que podríamos ver ahora con prismáticos o dentro de unos días a simple vista

A diferencia del último gran cometa Neowise que se lució en 2020 o, esperemos, del que se aproximará en octubre, éste de ahora no será observado por el gran público,  ya que para verlo hay que ir a lugares alejados de la contaminación lumínica y a unas horas muy concretas. Y aún así apenas se distinguirá como una débil estrellita borrosa y no se apreciará la cola.

Por supuesto, que los expertos en obtener imágenes de estos astros con técnicas adecuadas sí han conseguido fotos espectaculares como ésta:

Imagen del 12P/Pons-Brooks obtenida por el "experto" Michael Jagër ayer mismo con procesos fotográficos. Pero nadie lo verá así.

Y del mismo autor el día 4,  el cometa acompañado por la galaxia de Andrómeda M31 y por M33


Se trata de un cometa periódico, similar al Halley, con una inclinación orbital de 70º, por lo que viene  por el norte casi en vertical, en poco tiempo atraviesa las cercanías del plano de la eclíptica hacia el sur durante la venida, y a la vuelta pasa por este plano hacia el norte pero cerca de la órbita de Urano.

Aquí aparecen varias representaciones de su órbita:

Representación de la órbita completa del cometa, en planta respecto a la eclíptica, y de perfil

Y aquí más detalladas, solo el tramo próximo a nuestro planeta:



Las posibilidades de observación están condicionadas tanto por la órbita del cometa como por las posiciones de la Tierra en los momentos clave.

De eso dependen las posiciones en que veamos el cometa moverse por las constelaciones a lo largo de los días:

Recorrido del 12P/Pons-Brooks estos próximos meses. Aunque Júpiter también cambia de posición en este intervalo de tiempo, lo hace solo ligeramente, y se ha representado en el lugar en que estará el 13 de abril, que es cuando el cometa pasa por esa zona.

Ahora mismo (7 de marzo) en latitudes próximas a 40º N, una hora después de la puesta del Sol el cometa estará entre las constelaciones de Perseo y Andrómeda a casi 25º sobre el horizonte Oeste-Noroeste, altura suficiente para observarlo. 

En estas próximas semanas el brillo seguirá aumentando pero la ventana temporal de observación será cada vez más estrecha: En cuanto empiece a anochecer hay que intentar localizarlo porque luego enseguida se pondrá tras el Sol.

Debido a que ahora se encuentra bastante al norte del plano ecuatorial, para latitudes más altas es posible ver el cometa tanto antes de amanecer como después de anochecer, incluso durante varias horas, aunque al amanecer no demasiado alto. Desde el hemisferio sur habrá que esperar unas semanas. 

Posiciones del cometa el 8 de marzo

Se supone que alcanzará el brillo máximo el 24 de abril pero desde una latitud de 40ºN solo estará a 4º de altura, una hora después de la puesta de sol con lo que será problemático observarlo en esos días desde latitudes medias del hemisferio norte.

No obstante en latitudes cercanas al ecuador se ocultará en una trayectoria casi vertical, los crepúsculos son más breves y como consecuencia aumenta el margen de tiempo en el que pueda verse.

También hay que tener en cuenta que el brillo de la Luna dificultará su localización, especialmente entre el 18 y 26 de marzo o el 17 y 25 de abril. Después, aunque todavía casi llena, saldrá más tarde cuando el cometa ya se haya ido y no molestará.

Como se ha dicho, los días próximos al 13 de abril se verá muy cercano a Júpiter (el punto más brillante del cielo con diferencia), lo que sin duda ayudará a localizarlo. Incluso el día 10 la imagen será preciosa con la finísima luna de solo 2 días en la zona, y por si fuera poco el planeta Urano también se sumará al cuadro, aunque para verlo harán falta prismáticos.

Para una latitud de 40ºN el 10 de abril, una hora después de la puesta de sol

Es cierto que en latitud media del hemisferio norte estarán bastante bajos cuando haya oscurecido y habrá que intentar localizarlos con el cielo aún brillante. Si está limpio no tendremos problemas con Júpiter y la Luna, y quizás a los otros dos protagonistas haya que pillarlos por métodos fotográficos.

El 5 de mayo el cometa pasa al hemisferio sur celeste y cada vez se verá desde ahí a una mayor altura, aunque con un brillo menor, mientras que desde el hemisferio norte prácticamente será inobservable

Por ejemplo el 20 de mayo el cometa se encontrará  junto a Rígel, la estrella más brillante de Orión, y con una magnitud (5.6) mejor que la actual. Desde latitudes medias del hemisferio norte será imposible porque se pone antes que el Sol pero desde el ecuador aún estará sobre el horizonte una hora después de la puesta de sol, y por ejemplo desde Buenos Aires se verá a una altura de 20º. 

En cualquier caso la Luna molestará algo y quizás sea mejor el día 26 en que, aunque el brillo de nuestro protagonista será menor, la Luna al salir más tarde dejará observar y además el cometa estará un poco más alto.

Situaciones el 20 y 26 de mayo una hora después de la puesta de sol

Una tarea quizás con poco resultado en cuanto a espectacularidad, pero nunca se sabe porque los cometas son impredecibles y más éste que suele tener estallidos que inesperadamente aumentan su brillo, y que en ocasiones le han dado un extraño aspecto que le ha valido el sobrenombre de "el cometa diablo".


Y todo lo que hagamos en su seguimiento nos servirá de entrenamiento para octubre cuando, entonces sí, parece que viene otro mucho más brillante.

lunes, 15 de enero de 2024

2024 ¿Año de cometas?

 

Recuerdo que en alguna ocasión, al hablar sobre las efemérides astronómicas previstas para un determinado año, el ponente acababa con la coletilla “Y además de todo esto quizás tengamos la visita de algún cometa inesperado que añada y dé un mayor realce a los fenómenos celestes de este año”

Porque algunas veces se descubre un nuevo cometa que en pocos meses da un espectáculo excepcional, como el caso del Neowise, que nos asombró en el verano de 2020 y era tan evidente que pudo fotografiarse con primeros planos sin ningún montaje e incluso utilizarse en alguna broma:

El gran brillo del Neowise permitió obtener imágenes curiosas. Ya le voy a preparar los pinceles a Maite para que este año nos pinte alguno más. Bromas aparte (o broma incluida), esta imagen fue portada en varias revistas de asociaciones astronómicas.

Pues bien: al empezar el 2024 ya sabemos que al menos 2 cometas, el 12P y el C/2023 A3 serán astros destacados y se dejarán ver a simple vista. Ya de sus nombres se deduce que son muy diferentes: el primero un cometa periódico, el decimosegundo de este tipo, cuyo comportamiento será en cierta manera previsible aunque este viene con frecuentes estallidos, y el otro un cometa nuevo descubierto hace poco más de un año, que podría ser muy brillante si sobrevive al perihelio, que parece que sí.

Recojo aquí algunas de las características de sus órbitas y visibilidad, a la espera de ampliarlo con más detalle cuando se acerquen las fechas más adecuadas para su observación:

- 12P/Pons-Brooks. Previsiblemente se podrá observar a simple vista al principio de la noche en abril cuando podría alcanzar la magnitud 3.5. Aunque su máximo brillo coincidiría teóricamente con el perihelio que es el día 21 de abril, quizás alrededor del día 8 con la luna nueva que no molestará y una mayor separación angular con el Sol las condiciones sean aún mejores.

De periodo 71 años similar al Halley y un enorme núcleo de 30 km de tamaño, fue descubierto en 1812.  En teoría un astro de magnitud menor que 6 puede verse sin ayuda óptica, aunque en el caso de los cometas al ser difusos hace falta que sean más brillantes.

Este cometa suele tener estallidos que incrementan su luminosidad cientos o miles de veces. Si esto ocurriese en marzo o abril sería todo un espectáculo. Parece que durante unos meses de 2023 han ocurrido a intervalos de 15 días, que es el periodo de rotación del cometa, pero actualmente está "tranquilo".

Es una pena que no se aproximará mucho a la Tierra. Parece que jugarán al escondite, o más bien que la Tierra va escapando de él, porque aunque las órbitas se acercan no coincidirán ambos astros en los lugares de proximidad entre ellas. El perihelio es el punto más espectacular porque es cuando más radiación recibe del Sol. De haber pasado el cometa por ahí ahora en enero, habría sido espectacular.

El 12P se verá siempre al principio de la noche, casi en el crepúsculo, y después del paso por el perihelio será más fácil observarlo desde el hemisferio sur.

- C/2023 A3 o Tsuchinshan-ATLAS será observable a simple vista en octubre. Fue descubierto el 9-1-23 y desde entonces se anunció que iba a ofrecer un gran espectáculo 20 meses después, pronosticándose que llegaría a magnitud negativa. Actualmente se habla de -0.2, con lo que brillaría más que el Neowise de hace 4 años.

Tiene una órbita ligeramente hiperbólica por lo que no volverá. Hay que verlo este año o nunca.

C/2023 A3 estará bien situado para ser observado de madrugada desde el hemisferio sur a finales de septiembre cuando estará en el perihelio. Hacia el 18 de octubre se verá al principio de la noche en Ofiuco, cerca de Escorpio y de los planetas Mercurio y Venus. Aunque estará ya al norte de la eclíptica, seguirá viéndose mejor desde el hemisferio sur.

¿Se descubrirá algún otro? Tenemos el ejemplo del Neowise, que solo 4 meses después de descubrirse dio un espectáculo genial, el mejor desde hace más de 25 años, llegando a la magnitud 1, no tan brillante como se espera el Tsuchinshan

-  También el 2024 es importante para el famoso cometa Halley, que habiendo pasado por su afelio en diciembre, (y por tanto ha estado alejándose desde 1986) es este año cuando ya se encamina hacia el Sol y la Tierra. Hace poco he escrito sobre ello.

Por supuesto que todavía hay que esperar varias décadas para verlo, pero el que de alguna manera a partir de ahora su trayectoria le dirija hacia aquí es algo reseñable.



Cada año se descubren varias decenas de cometas nuevos, que en su mayoría son muy débiles y solo pueden visualizarse con telescopios: 

Por ejemplo el pasado año  C/2022 E3  (ZTF) descubierto el 2-3-2022 que alcanzó una magnitud 4.5 a principio de febrero de 2023, el Nishimura (C/2023 P1) descubierto en agosto de 2023 y visible en septiembre, que aunque alcanzó una magnitud de 3.5 fue muy difícil de observar por mantenerse muy bajo en el horizonte, o el  96/P Malchholz, también muy problemático.

Los 3 cometas mencionados, entre los más brillantes de 2023. (E. E., D. Bartlett y M. Jaeger)
Por supuesto, hay mejores imágenes tomadas con telescopio y apiladas con técnicas informáticas, pero estas se parecen más a lo que pudo observarse con unos prismáticos y pueden compararse con la siguiente foto, de como se ve un gran cometa con las mismas condiciones.

De estos y otros más se habló en los foros astronómicos, pero no llegaron al gran público. Los de 2024 seguro que sí, porque es de esperar que alguno se exhiba al menos como éste:

El cometa Neowise en julio de 2020


sábado, 23 de diciembre de 2023

El cometa Halley en el camino de vuelta

Sin ninguna duda el cometa Halley es el más nombrado (iba a decir “el más conocido”, pero la gente solo conoce su nombre) de todos estos astros: En cuanto se habla de cometas es el Halley el primero que viene al pensamiento.

Es cierto que de vez en cuando aparece algún cometa más brillante y espectacular, pero su periodo es de miles de años por lo que no se tenía noticias antes de aparecer, y es el Halley el único cometa de corto periodo que se pueda observar a simple vista, y podemos esperarle con la certeza de cuándo volverá.

El Halley en 1910

Teniendo en cuenta que la última vez que pasó por aquí fue en 1986, ninguna persona menor de 38 años lo ha visto nunca, pero incluso la inmensa mayoría de quienes vivieron por aquel entonces no pudieron avistarlo ya que fue uno de los peores pasos posibles. No volverá a acercarse hasta 2061 en que, entonces sí, lucirá una majestuosa imagen y sin duda será observado por multitud de personas.

Pero esta semana el Halley ha sido noticia porque el pasado 9 de diciembre pasó por su afelio, el punto de su órbita más lejano al Sol. En sentido figurado es como si hubiese terminado el alejamiento de aquí y se hubiera planteado la vuelta.

Aunque fue ese día cuando más alejado estuvo del Sol, en realidad el 29 de Julio de este año 2023 estuvo más lejos de la Tierra, y ya desde entonces la distancia con nuestro planeta ha ido disminuyendo, porque hay que tener en cuenta también el movimiento de la Tierra.

Cerca del afelio el cometa se mueve muy despacio; mucho más que la Tierra

Ahora, con 38 años de antelación a su llegada, podemos predecir cuál es el espectáculo que nos brindará.

Aunque en principio el comportamiento del Halley es similar cada vez que se acerca al Sol (aproximadamente cada 75 años), la fecha de su perihelio (día y mes) determinará su espectacularidad visto desde la Tierra porque a partir de ello sabremos en que punto de la órbita está nuestro planeta, la distancia en que lo tendremos en la fase más espectacular y podremos deducir las posiciones en que lo veremos respecto al Sol. 

En el perihelio recibe la máxima radiación solar y por ello muestra la mayor actividad y brillo, pero puede que su cercanía (angular) al Sol dificulte su observación y tengamos que conformarnos con verlo menos activo y desde lejos, como ocurrió en 1986. Posteriormente al perihelio mantiene esos parámetros o se reducen más lentamente que lo que aumentaron.

Es curioso que si consultamos diferentes fuentes (normalmente con datos correctos como Stellarium o incluso NASA-orbits), podemos obtener resultados distintos en cuanto a las fechas de máxima aproximación a la Tierra, del perihelio, y en consecuencia de la espectacularidad del cometa, pero esto es porque utilizan parámetros actuales para los cálculos, pero casualmente durante esta vuelta pasará relativamente cerca de Júpiter y su atracción gravitatoria los modificará ligeramente.

Aproximación del Halley a Júpiter en 2060 en el camino de vuelta. Aunque en planta parece que casi coinciden, en realidad el cometa pasa a una cierta distancia al Sur (por abajo en el gráfico de perfil)

Debido a estas circunstancias (que pueden ocurrir a la ida o a la vuelta) el cometa Halley no tiene un periodo fijo, sino que es visible desde la Tierra en intervalos de entre 74 a 79 años

Pero tomando la fecha calculada del perihelio el 28 de julio de 2061 se darán las condiciones casi ideales y muchísimo mejores que las de 1986.

Acercamiento del Halley en 1986 y 2061, y posiciones de la Tierra desde 45 días antes del perihelio del cometa hasta 60 días después. Puede verse la gran distancia entre la Tierra y el cometa en el perihelio en 1986, mucho mayor que la de 2061.

Efectivamente, para quienes lo vimos en 1985-86 fue bastante decepcionante: justo en el momento de mayor actividad la Tierra estaba en la parte opuesta de su órbita, y con ello lo teníamos en la misma dirección que el Sol. Las peores circunstancias, que solo permitieron verle (y de lejos) cuando estaba lejos del perihelio y poco activo. A pesar de ello mucha gente se aficionó a la astronomía con motivo de la expectación que surgió e incluso más de una revista de astronomía empezó su andadura a causa del cometa.

Pero a los jóvenes, que lo veréis en 2061, os ha tocado la lotería de un paso espectacular, cuyo gráfico repito en esta animación para apreciarlo mejor:


Antes del paso por el perihelio, en los meses de junio y julio podrá verse en el crepúsculo matutino antes de la salida del Sol. 

Justamente en el perihelio la Tierra estará lo más cerca posible, y si bien en esos momentos no será muy fácil verlo por estar en conjunción con el Sol, tendrá una declinación eclíptica norte de casi 20º (estará situado por encima del plano orbital de la Tierra) y eso hará posible que sea observado desde latitudes medias del hemisferio norte 30 o 40 minutos tras la puesta de Sol (como se aprecia en el siguiente gráfico) teniendo en cuenta que tendrá una magnitud pronosticada de -3. 

Situación el día del perihelio 30 minutos después de la puesta de Sol en latitud 40º Norte. Alcanza una altura de 12º a pesar de estar en la dirección del Sol en Ascensión recta.

Pocas semanas después aún mantendrá su brillo y su elongación oriental aumentará, con lo que se verá muy bien al principio de la noche prácticamente desde cualquier lugar.

Desde luego, el cielo se vestirá con sus mejores galas para dar la bienvenida al Halley en su máximo acercamiento al Sol y ofrecerá unos crepúsculos vespertinos y comienzo de la noche espectaculares: El brillante planeta Venus así como también Marte estarán por allí para recibirlo y a ellos se unirá pocos días después Mercurio. Y solo 5 días antes del perihelio, el 23 de julio, ocurrirá una preciosa conjunción de la Luna, Marte y la estrella Spica. Todo en una misma zona del cielo por donde se paseará el cometa.

Quizás estés pensando que doy demasiados detalles para un fenómeno que ocurrirá dentro de más de 37 años, pero está claro que no puedo esperar hasta entonces para contarlo.

Y si hablamos del Halley, tampoco es inadecuado hacerlo en estas fechas navideñas porque la estrella de Belén evidentemente es un cometa y además el motivo o el origen de representarla así es la pintura de Giotto, que en su cuadro dibujó el Halley que había visto recientemente.


O sea, que es la excusa perfecta para desearte que pases unas felices fiestas.

sábado, 2 de septiembre de 2023

Otro cometa que se salta la cola


La historia se repite después de casi 3 décadas:  Se descubre un lejano cometa que será muy brillante casi dos años después, y durante la espera aparece otro que pasa rápido sin respetar el turno al anterior, más pequeño, pero que también dará juego.

El cometa Nishimura, que nos visita este mes de septiembre de 2023, protagonista de este artículo.

Sé que he utilizado un título extravagante e incluso juega con el significado de las palabras, pero esa es la impresión que me dio en 1996 cuando sorpresivamente el cometa Hyakutake se saltó la cola y adelantó en su aparición al Hale-Boop, que había sido descubierto antes, al que todos estábamos esperando ansiosamente porque iba a ser excepcional. En cierta manera ahora se repite aquella situación.

Los dos grandes cometas de finales del pasado siglo, tal como pude fotografiarlos desde Bilbao y Esguevillas de Esgueva (Valladolid)

Esos fueron entonces los protagonistas y ahora son el C/2023 A3 (Tsuchinshan–ATLAS) y el C/2023 P1 (Nishimura). El primero procedente de la nube de Oort visto por primera vez el 9 de enero de 2023 desde el Observatorio de la Montaña Púrpura en China y confirmado posteriormente desde Sudáfrica, y el segundo descubierto por un aficionado japonés el pasado 11 de agosto, adelantándose a los sofisticados sistemas actuales de detección. 

Imágenes de poco después de sus descubrimientos


La aparición de cometas observables a simple vista siempre es noticia para los aficionados a la astronomía y para el público en general porque no es algo frecuente, las previsiones sobre lo que podrá verse no son totalmente fiables como en otros fenómenos, y por lo que de misterio tienen en ocasiones. Antes de hablar de los actuales, conviene recordar algo de aquellos de finales del siglo pasado, porque fueron espectaculares, bastante más de lo que se espera de estos de ahora.

El Hale Boop: (c/1995 O1) fue descubierto casi simultáneamente por dos astrónomos el 23 de julio de 1995, y pasó por el perihelio (mínima distancia al Sol, y donde normalmente tienen la máxima actividad) un año y 8 meses después, el 1 de abril de 1997.

Con un núcleo de gran tamaño, fue visible a simple vista nada menos que durante 18 meses, y es conocido como “el cometa de los records” o el gran cometa de 1997.

Y mientras esperábamos ansiosamente su acercamiento, en enero de 1996 el japonés Hyakutake descubrió otro cometa (C/1996 B2), mucho más pequeño pero que se acercaría bastante a la Tierra solo dos meses después.

Su paso cerca de la Tierra fue breve, pero durante unos pocos días se mostró magnífico.


Los de ahora:

El Tsuchinshan–ATLAS  (C/2023 A3) pasará por el perihelio el 27 de septiembre del 24, precisamente también un año y 8 meses más tarde, igual que el Hale-Bopp, esperándose que sea muy llamativo y alcance una magnitud entre 0 y -4. Al igual que ese, dos nombres comparten los honores del descubrimiento.

Pero conviene centrarse en la actualidad y enseguida vamos a tener en nuestros cielos al Nishimura (C/2023 P1), que ya estos días de principio y mediados de septiembre, poco más de un mes después de su descubrimiento, pasará relativamente cerca de la Tierra (a 0.84 u.a.) pudiéndose ver posiblemente a simple vista desde el hemisferio norte. 

La magnitud que alcanzará (próxima a 2) en condiciones normales lo haría claramente visible en el cielo nocturno pero debido a su trayectoria en esas fechas solo aparecerá en los crepúsculos y casi con seguridad se necesiten unos prismáticos para verlo.

Esta es su órbita y posición en el perihelio, desde diferentes perspectivas:

Órbita del cometa Nishimura


Que por cierto, es muy parecida a la que siguió Hyakutake: Permanecen casi todo el tiempo en el hemisferio sur excepto en su periodo más interesante, ambos con órbita retrógrada y una inclinación respecto a la eclíptica muy parecida (125º y 132º)


La principal diferencia es que Nishimura se acercará mucho menos a la Tierra (0.83 UA frente a 0.11 UA) y además Hyakutake lo hizo “por encima” en declinación y por ello pudo verse en plena noche.

Curiosamente tienen otras similitudes, como el aspecto que mostrarán (magnitud aparte) con sus colas iónicas, o que en los dos casos sus descubridores fueron japoneses.

En el periodo de mayor brillo y más fácil observación desde el hemisferio norte el Nishimura trazará una trayectoria por la constelación de Leo.


De todas formas, este mapa es solo una referencia, ya que la mayoría de las estrellas no serán fácilmente visibles por estar por encima del horizonte solo en el crepúsculo, pero pueden ayudar para calcular su posición aproximada (viendo la posición de Leo en un programa informático) o en una primera búsqueda con prismáticos.

Como se ha dicho, aunque teóricamente el brillo del cometa sería suficiente para observarlo a simple vista en un cielo medianamente oscuro, debido a las especiales circunstancias de claridad del cielo y baja altura habrá que utilizar prismáticos para localizarlo, al menos al principio. 

Pero los cometas suelen ser algo imprevisibles y según algunas opiniones podría ser visible a simple vista desde el 8 de septiembre antes de amanecer, luego podría verse (desde el hemisferio norte) tanto en el crepúsculo matutino como en el vespertino, y hasta el 20 o 22 en que se vería solo tras la puesta de Sol.

En cualquier caso, si estás interesado en conocer los últimos datos sobre la evolución de este astro, y en general sobre los cometas, te aconsejo la página de un experto en este tema: https://cometografia.es/

Y si quieres ver (aunque solo sea en la red) las imágenes más espectaculares, busca las de Michael Jäger ( @Komet123Jager ), como ésta que ha obtenido hoy mismo, donde se aprecia una desconexión en la cola del cometa Nishimura:




Evolución de las posiciones y posibilidades de observación previstas

- Después de haber estado durante casi toda su órbita en el hemisferio sur eclíptico, el 22 de agosto pasó al norte con magnitud 7.5 y siendo visible con prismáticos al final de la noche. Separado del Sol (más de 35º) pero débil:

El ángulo con vértice en la Tierra del triángulo azul indica la elongación del cometa, aunque hay que tener en cuenta que en las imágenes no aparece de plano por la diferente orientación con la visual.

- Comienza septiembre, aumentando el brillo (6.5)  (por su constante aproximación al Sol y a la Tierra) y la declinación eclíptica, pero disminuyendo la elongación.

- El 10 de septiembre, ya en Leo, con magnitud 3.5, comienza el periodo ideal para intentar verlo a simple vista (aunque las últimas estimaciones son negativas), sobre todo desde el hemisferio norte. Su elongación o separación angular con el Sol es mayor en declinación (en vertical) hacia el Norte


- Después de pasar por la máxima aproximación a la Tierra (el día 12), a mediados de mes estará con elongación eclíptica cero, pero con una declinación norte relativamente alta, estará separado del Sol algo más de 15º podrá verse desde este hemisferio al comienzo y al final de la noche. 

- El día 19 o 20 ya se verá solo por la tarde y con una elongación ligeramente mayor, pero cada vez más distante de nuestro planeta. Sin embargo a causa del paso por su perihelio tendrá una magnitud cercana a 2, posiblemente su máximo brillo.


- El día 24 pasará al hemisferio sur eclíptico con una disminución rápida de brillo por alejarse de la Tierra y del Sol.


Una animación con todo el proceso:

Visibilidad en diferentes horas 

Sobre el fondo estrellado desde el hemisferio norte vemos al cometa moverse hacia la izquierda, lo mismo que el Sol pero más rápido. En un momento (a mediados de septiembre) el cometa alcanza la posición del Sol (en longitud eclíptica) pero en este caso pasando bastante al norte, y será visible desde el hemisferio norte tanto de madrugada como al principio de la noche ¿Por qué estas diferencias en la posibilidad de observación?


Visto desde el tercer planeta la trayectoria del cometa respecto al fondo de las estrellas no es simétrica debido a las posiciones y el movimiento de la propia Tierra.

A principio de septiembre vemos el cometa al oeste del Sol (a su derecha desde el hemisferio norte) y por ello se verá solo de madrugada


Alrededor de mediados de septiembre, cuando alcanza su máxima separación de la eclíptica podrá verse tanto de madrugada como tras la puesta de sol

A finales de septiembre se verá ya al principio de la noche, pero con menor brillo como se ha dicho.


Desde el hemisferio sur la situación es más desfavorable: El cometa estará mejor situado que en el norte cuando esté mucho más débil (antes del 22 del 8 y después del 24-9), y el periodo en que desde el norte se ve tanto por la mañana y por la tarde ahí no se verá en ningún momento, como se aprecia en este gráfico:

En el hemisferio sur por estas fechas el cometa sale después que el Sol y se pone antes que él, por lo que no es visible.


Una madrugada especial

Los días 11, 12, y 13 estarán por allí Venus, Mercurio y la Luna en fase muy fina sobre todo el 13, que junto con Régulus formarán un grupo atractivo de astros de diferentes características, aunque en una zona de cielo muy brillante y por ello difíciles de observar, excepto Venus que puede servir de guía para localizar en un primer momento la zona en que estará el cometa esos días y nos darán una preciosa imagen si tenemos el horizonte este muy bajo y limpio de nubes: