Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

Mostrando entradas con la etiqueta Luna. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Luna. Mostrar todas las entradas

lunes, 20 de abril de 2020

Crónica de una visita

ESTA ENTRADA HA SIDO ELIMINADA Y SU CONTENIDO SE HA AÑADIDO EN SU TOTALIDAD A LA ANTERIOR. "Marte se hace el remolón" , QUE SE HA COMPLETADO CON ALGÚN OTRO DETALLE.

Doy las gracias a quienes han colaborado, contestando la sencilla cuestión que propuse tanto en comentarios al post, correos electrónicos o comentarios en Facebook, y tendré en cuenta el resultado de vuestras opiniones, que han sido diversas.   

miércoles, 15 de abril de 2020

Marte se hace el remolón

Me gustaría que este post fuera nuevamente una propuesta de observación para mañana y estos próximos días desde tu ventana, similar a la que realicé el mes pasado en “una ventana hacia el SE”.
Desde una ventana de mi casa en Bilbao, hoy 15 de abril a las 6:39 de la madrugada: De Izquierda a derecha Marte, Saturno y Júpiter en la constelación de Capricornio, acompañados por la Luna en cuarto menguante
Efectivamente otra vez, si tienes una ventana con esa orientación y con vistas al cielo, tienes una nueva oportunidad de ver unas bonitas imágenes de la Luna junto a los planetas Marte, Saturno y Júpiter.  
Aunque ahora más fácil que el mes pasado porque estos astros aparecen más altos en el cielo, durante más tiempo antes del amanecer, y por ello ahora sirven las ventanas que estén más hacia el Sur, al Este o, forzando la hora y la claridad del cielo, incluso mirando hacia la izquierda yo lo he visto desde otra, orientada hacia el SurOeste.
Otra imagen, solo 6 minutos después de la anterior, pero con más zoom, para apreciar mejor los planetas.
Estas historias se repiten en cada lunación, cuando nuestro satélite, además de repetir aproximadamente la fase (el periodo de la lunación es de 29.5 días, no de 28 como suele decirse) también repite la zona de las visitas, (esta vez cada 27.3 días).
Bueno, como el tema dura varios días, no hay problema y quizás sobren estas precisiones.
Pero aunque sean similares, las actuaciones celestes nunca se repiten exactamente.

Repasemos las situaciones anteriores y la que ahora se nos presenta, que será la tercera y última de la temporada en que se vea nuestro satélite junto a los tres planetas en una  misma zona del cielo
Precisamente lo que más está cambiando es la posición de Marte, que si en la primera ocasión fue el primero en recibir la visita de la Luna (era el que estaba más hacia el Oeste), ahora es el último, y parece como que se retira para no saludarla (a pesar de que no tenga el coronavirus), y por eso lo del título de este post.

Recojo las tres situaciones en estos montajes. Están realizados todos a partir de una misma imagen y he preferido no poner fotos originales para que las condiciones sean iguales y se puedan apreciar mejor las diferencias:


Esta última es lo que se podrá ver mañana. Si no lo lees a tiempo o tienes el cielo nublado puedes seguir intentándolo los próximos días, en que aunque la Luna se situará más hacia el Este (a la izquierda), la fase será más fina y su imagen más bonita.
. - En los días clave, en que la Luna se situó en la zona en que se encontraban los planetas, su fase ha ido aumentando porque debido a la traslación terrestre el Sol lo tenemos situado cada vez en una constelación (zodiacal) más hacia el Este, con lo cual los planetas aparecen más separados angularmente del Sol, y la Luna (menguante) tendrá ahí una fase mayor.

.- Por esa misma razón, el encuentro se ha podido ver cada vez a una hora más temprana y por ello con cielos más oscuros, y puede ser observable en zonas cada vez más altas sobre el horizonte, más hacia el Sur, y durante más tiempo antes de amanecer.

.- Pero la principal diferencia es que los tres planetas protagonistas van cambiando de posición entre ellos y, como he dicho antes, el que más se ha desplazado ha sido Marte, lo cual es lógico:
Tanto su movimiento propio (el más rápido de los tres por estar más mucho cerca del Sol), como el observado desde aquí (aún más evidente por estar más cercano a nosotros) ha hecho que sea el que se ha movido en las fotos.


Cronología

.- Cuando la Luna visitó la zona en enero, Saturno era totalmente inobservable por estar a una distancia angular del Sol menor de 10º, y Júpiter muy difícil de apreciar, por lo que las visitas de Selene al trío de planetas comenzaron el siguiente mes.

.- En febrero los días clave fueron el 18, 19 y 20, y ocurrió algo excepcional de lo que no me enteré en su día,  y lo relato en el anexo.


El día 18-2-2020 desde el Oeste americano, se vio algo parecido a lo que Ron Dantowitz captó
   en estas extraordinarias imagenes en junio de 2003. Pero en 2020 hubo más.
Tengo que confesar que hubiera sido mucho más adecuado haberlo escrito entonces, pero no me di cuenta de la “importancia” del tema hasta que mucho después por casualidad encontré esta extraordinaria imagen de ya hace algunos años, y rastreando su origen llegué a la noticia que pongo luego.

En esa ocasión la Luna visitó primero a Marte, luego a Júpiter y finalmente a Saturno

.- En marzo, los días 18 y 19 la Luna volvió a pasar por allí y encontró a Marte y Júpiter muy próximos, y luego a Saturno, lo que quedó recogido en el post que he linkado al principio.

.- Y ahora en abril, le toca el 15 y el 16, cuando se vuelve a encontrar los planetas colocados más o menos uniformemente uno después de otro como en la primera visita, pero el orden ha cambiado. Primero ve a Júpiter, luego enseguida se encuentra con Saturno y finalmente visita a Marte.

.- En mayo cuando aparezca la luna menguante por la zona, Marte ya se habrá separado de los otros dos bastante hacia el Este y no formará parte del grupo. 
¡Cuidado! que ha salido un  bulo con varios errores sobre una imagen con forma de sonrisa que formaría la Luna con Júpiter y Venus el 16 de mayo de este año. Aunque sonreir no nos venga mal, no es en absoluto cierto que se vaya a ver esa imagen.

Tal como he dicho, ésta del 16-4-2020 es la última sesión de la temporada con los 4 protagonistas. Si tienes vistas al cielo desde casa, no te la pierdas.

--------------
Actualización 18-4

Durante estos 4 días, del 15 al 18 de abril, he tenido mucha suerte con las nubes y desde mi ventana orientada al Sureste he podido obtener imágenes todas estas madrugadas. 

Visto que el lenguaje metafórico tiene atractivo para un gran porcentaje de mis lectores, lo voy a utilizar en el texto principal, dejando los detalles más prosaicos en el pie de las imágenes, y así atiendo a todas las preferencias.

Jueves 16

Aunque Marte se iba retirando, quizás por el miedo al contagio de la visitante (cada vez se aparta más de Júpiter y Saturno que desde que empezó la pandemia son los primeros que la reciben cuando mensualmente se acerca a la zona), al final no le ha quedado más remedio que saludar a Selene. Eso si, guardando la distancia y tras comprobar que ella tenía puesta la mascarilla nubosa.

Cuando la zona fue visible en Europa la Luna se situaba ya en conjunción con Marte.
El borde de la zona nubosa atenúa el brillo de la Luna lo que favorece una exposición adecuada para que se aprecien a la vez los planetas y no salga sobreexpuesto nuestro satélite, apreciándose mejor la fase

Viernes 17

Antes de que se haga de día y se escabullan los planetas, la Luna, cumplidora, sigue con el ritual de despedirse de ellos.
Una vez abandonada la zona de los planetas, ese día La Luna completa con ellos una línea ligeramente curvada.
Ya muy por encima de esa línea (arriba y a la izquierda de Saturno), aparecen alfa y beta de Capricornio, las dos estrellas más brillantes de esa constelación.

Evidentemente molesta y sonrojada por el frío recibimiento de ayer, y a pesar de ser consolada por la estrellita Deneb Algedi (junto a ella, arriba a su izquierda), la Luna se marcha por la chimenea mientras Marte, avergonzado, intenta esconderse detrás de la cortina brumosa.
En una toma con más zoom, cuando la Luna ya está a mayor altura, se puede apreciar levemente junto a ella la estrella delta de Capricornio, extremo oriental de esta constelación que nuestro satélite está a punto de abandonar.
Sábado 18

Esta madrugada los tres planetas se sentían tranquilos una vez que la Luna les hubiera abandonado tras su inadecuada visita en tiempos del coronavirus.
Imagen tomada unos minutos antes antes del orto lunar. Los tres planetas quedan ya como astros más destacados de la madrugada, y vuelve a destacar la mencionada línea casi recta, que se prolonga con la estrella delta de Capricornio (un poco a la izquierda de la chimenea).
Pero de pronto se sobresaltaron al ver que la visitante volvía a aparecer, como si se hubiera olvidado de algo. Marte y Saturno consiguen ocultarse entre la bruma y solo Júpiter, el valiente jefe, se mantiene en su puesto.
Cuando surge la Luna, ya en el crepúsculo, las imágenes son más atractivas, aunque en Bilbao la bruma que iba aumentando deja casi inapreciables a Marte y Saturno.
Mientras, Selene se despereza nada más levantarse al alba,
La nubosidad cercana al horizonte Este no me permitió obtener imágenes de la salida de la Luna...


Y luego arrogante y engalanada con seductores tules, desafía a los temerosos.
... pero quizás le dio atractivo cuando poco después se fue moviendo entre ella

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------




Durante los 4 días de este mes a los que me he referido, la situación de los planetas respecto a la eclíptica y a la órbita de la Luna era la que recojo el siguiente gráfico. La diferencia fundamental respecto a meses anteriores es que Marte se había movido desde el extremo más occidental del grupo al lado contrario. También Júpiter y Saturno se han ido acercando entre sí, muy despacio, proceso que culminará con la extraordinaria conjunción del 21 de diciembre de este año.

Júpiter y Saturno estaban justo en la línea de la eclíptica mientras Marte se situaba a poco más de un grado al Sur de la misma. La Luna se encontraba descendente, también al Sur de la eclíptica, bastante lejos de sus nodos y por ello se acercó a los planetas algo menos que en los meses pasados.
Situación de Marte, Saturno (ambos en la constelación de Capricornio) y Júpiter (en el extremo oriental de Sagitario) durante los días en que la Luna transitó por la zona.
Desgraciadamente durante estos días gran parte de la población mundial ha estado confinada sin poder salir de casa, pero yo tengo la suerte de disponer de una ventana orientada hacia el SurEste, donde se han situado los astros de madrugada, único intervalo en que han sido visibles, entre su salida por el horizonte (su orto) y el amanecer.


La situación en otros lugares del mundo fue algo diferente. Por ejemplo:

Desde América (cuando los astros aparecieron allí habían pasado unas horas) la Luna estaba ya casi en conjunción con Saturno, o incluso ya le había sobrepasado.
Desde el hemisferio Sur lógicamente la posición de los planetas respecto a la orientación izquierda-derecha es la contraria que en el norte y la línea que formaban estaba más vertical.
Desde la zona central de Chile-Argentina se vería así.

Montaje con una imagen de la zona del Río de la Plata tomada de Google earth. 
Y desde México, bastante más cerca del ecuador que en Europa y aún más al Oeste, la línea marcada por los planetas estaba algo más vertical que como yo lo ví, y La Luna ya había sobrepasado la conjunción con Saturno.


Desde una ventana de México se habría visto así. Aunque está situado más cerca del ecuador que la zona del Mar del Plata (por ejemplo) la línea marcada por los tres planetas no aparece tan vertical como desde Sudamérica porque la eclíptica de Sagitario a Capricornio tiene declinación descendente y  de madrugada por la zona cercana al horizonte Este en estas fechas de primavera en el hemisferio norte aparece “más horizontal” que en el Sur.



Aunque esto es "agua pasada", me ha parecido interesante recogerlo y aprovecho este post en que me he referido también a la actuación de estos 4 protagonistas en aquellos días.

¡¡Tres ocultaciones en días consecutivos??

No me he equivocado con los signos de admiración e interrogación. Habría sido algo excepcional, y por eso lo de las admiraciones, pero no ocurrió así a pesar de algún anuncio en ese sentido, y por eso las interrogaciones.
Fue en las primeras sesiones de esta historia, los días 18, 19 y 20 de febrero.
A Saturno, no.
La Luna al moverse sobre el fondo durante cada uno de esos días fue pasando muy cerca de cada uno de los tres planetas, e incluso desde algunos lugares pudo verse la ocultación de alguno de ellos.

Pero la triple ocultación no ocurrió
A pesar del anuncio en la noticia, que también incluía la preciosa foto anterior (que luego he visto que se difundió en muchos medios), la última de las ocultaciones no ocurrió, aunque por poco.

Aunque sea tarde, merece la pena volver a repasar la situación en los cielos de esos días de febrero.
Casualmente vistos desde aquí los tres planetas estaban prácticamente alineados, separados por una distancia no muy diferente a los 13º (aproximadamente) que se desplaza la Luna sobre el fondo estrellado de un día a otro. En realidad de Marte a Júpiter eran 17º y de Júpiter a Saturno 13º, aunque esto no es impedimento para unas ocultaciones en días contiguos, por lo que explico luego (*)



El hecho de que se vean aproximadamente alineados no es una circunstancia casual, ya que los planos orbitales de todos los planetas casi coinciden y les veremos siempre muy cerca de la línea de la eclíptica.

Desde algunos lugares la madrugada del día 18 se vio como la Luna ocultaba a Marte desde zonas de Norteamérica. 
Al día siguiente, desde otros sitios (situados más hacia el Oeste para que los 13º aumentaran hasta 17º) pudo verse como ocultó a Júpiter, y finalmente el día 18 desde la Antártida se la vio situada junto a Saturno, pero no llegó a ocultarla desde ningún lugar.
Sí se podría haber visto la ocultación más hacia el Sur, si la Tierra fuese un poco más grande, pero evidentemente el colocarse en el lugar adecuado no estuvo al alcance de nadie. Ni siquiera de los 3 únicos astronautas que en aquel momento estaban en el espacio, ya que la inclinación orbital de la ISS impide situarse allí.

Si los planetas y la Luna se movieran exactamente en la eclíptica, habría ocultación en cada uno de los momentos en que nuestro satélite pasa del Oeste al Este de la posición del planeta, y desde algún lugar de la Tierra en que en ese momento fuese de noche pero nuestro satélite estuviera encima del horizonte (en este caso concreto donde ese sorpasso ocurriera de madrugada) la Luna pasaría delante del planeta y lo ocultaría.
Pero sabemos que habitualmente no es así porque tanto las órbitas de la Luna como las de los planetas están ligeramente inclinadas respecto a la eclíptica.

Concretamente las inclinaciones de las órbitas son las que recojo en la siguiente tabla, junto a la máxima separación angular posible respecto a la eclíptica vistos desde aquí. No es lo mismo porque en el primer caso el ángulo tiene como vértice el Sol, y en el segundo la Tierra. Este último es muy variable según las posiciones de la Tierra y el otro planeta.

En el caso de Marte su máxima separación a la eclíptica (latitud ecl.) visto desde aquí es mucho mayor que la inclinación de su órbita, porque puede llegar a acercarse mucho a la Tierra, pero solo alcanza esos valores en las mejores oposiciones, y nunca junto a una luna en fase fina, que exige que esté lejos de la oposición. 

La Luna también se mueve por ahí, pero llega a separarse un máximo de 5º hacia el Norte o Sur, por lo que de vez en cuando al adelantar a un planeta lo hace pasando por delante de él (según nuestro punto de vista desde algún lugar de la Tierra) pudiendo observarse la ocultación.
En la mayoría de los casos esta ocultación no se produce porque el tamaño angular con que vemos la Luna es solo de medio grado, y como digo puede separarse de la eclíptica unos 5º.

Pero en la visita de la Luna de febrero, casualmente se dieron las circunstancias de que en tres días sucesivos pudo verse nuestro satélite muy cerca de cada uno de esos tres planetas, y desde algunos lugares concretos se produjo la ocultación de Marte y de Júpiter, pero no de Saturno por muy poco, tal como he dicho.

Casualmente esos días tanto Júpiter como Saturno estaban prácticamente en la línea de la ecliptica, Marte solo unos minutos de arco hacia el Sur y también la Luna estaba a muy poca distancia angular de dicha línea, precisamente muy cerca del nodo descendente por donde pasó el día 18 después de haber ocultado a Marte.



Estas ocultaciones se ven solo desde lugares muy concretos de nuestro planeta porque la alineación tiene que ser casi exacta, y a poco que nos desplacemos hacia el Norte o Sur, cambia el punto de vista y la perspectiva. Es lo que llamamos paralaje.

Como la Luna “adelantó” a Júpiter un poco por debajo (visto desde mi hemisferio, es decir que le adelantó por el Sur) habría que haber viajado hacia el Sur, en este caso hasta las costas antárticas, para ver la ocultación y con Saturno aún más, pero se acabó el terreno.
Evidentemente es solo un gráfico esquemático donde no se han mantenido distancias ni proporciones de tamaños.
Además, como la Luna se va desplazando sobre el fondo del cielo los mencionados 13º en 24 horas (aproximadamente su diámetro cada hora, de promedio), la ocultación no dura demasiado y para poder verla deberemos estar en un lugar en que la Luna esté encima del horizonte a esa hora. Este factor hace que también la posición en sentido Este-Oeste sea importante.
Aquí además en esto influye también la diferente perspectiva igual que antes pero ahora en sentido Este-Oeste.

(*) Este último factor ayudó para que, a pesar de que la distancia entre Marte y Júpiter no fuera exactamente de 13º sino de 17º, pudieran verse ambas ocultaciones aunque fuera desde lugares de diferente longitud geográfica porque según nos movemos hacia el Este, nuestros astros protagonistas van apareciendo cada vez más tarde y se ve más separada de esos 13º respecto a lo que se vio el día anterior desde el otro lugar.

En este caso La Luna ocultó Marte el día 18 desde zonas del centro y oeste de Norteamérica y norte de Centroamérica. Desde esos lugares al día siguiente a la misma hora solo se había movido 13 grados y le faltaban otros 4 para pillar a Júpiter, y fue más tarde, después de su orto desde el océano Indico, concretamente al Sur del mismo, cerca de las costas antárticas o en esa zona del interior del continente helado, cuando pudo verse que ocultaba al planeta gigante. Al día siguiente aproximadamente a la misma hora en los mismos lugares nuestro satélite también era visible y había recorrido los 13 º que le faltaban para llegar a la posición de Saturno, pero lo adelantó por el Sur (por encima visto desde el hemisferio Sur), sin ocultarlo.

Viajando más hacia el Sur la perspectiva cambiaría favorablemente, pero… se acabó la Tierra. Incluso desde el Polo Sur la Luna pasó por encima, con el agravante de que en esas fechas era de día las 24 horas y aunque lo hubiera ocultado no se habría visto a simple vista.
La amplitud de las zonas está calculada solo de manera aproximada, ya que no las he encontrado en las fuentes habituales.
Estas ocultaciones pueden verse en pleno día con telescopio, pero evidentemente no a simple vista. Y por eso, como los planetas solo estuvieron por encima del horizonte durante pocas horas al final de la noche, sin ayuda óptica solo pudo verse desde ámbitos geográficos reducidos.





Aunque parezca fuera de lugar, estaría justificado si provoca alguna sonrisa.

jueves, 9 de abril de 2020

El día después, una luna prácticamente igual

El día después. He elegido un título como el del clásico programa de deportes de los lunes que tanto éxito ha cosechado, porque voy otra vez con el tema de la Luna justo al día siguiente de la famosa superluna rosa. Además en este caso, como ocurría en la temporada de futbol del año pasado en que había partidos los lunes, también hoy, el día siguiente, ha habido espectáculo.


El día después la Luna siguió ofreciendo bonitas imágenes, como se puede apreciar en esta foto tomada cuando estaba ya cerca del horizonte Oeste.
Al estar ya menguando se pone después de salir el Sol, que ilumina el barrio bilbaíno de Altamira, cuando sus vecinos desde la ventana podrían estar viendo amanecer a través de un claro entre las nubes del horizonte Este, por donde se colarían los rayos que iluminan las casas pero no los alrededores o los montes cercanos a la zona. 
El título completo de este post está justificado porque la madrugada del 9 de abril, 24 horas después de la “superluna rosa”, el diámetro angular de la Luna era solo el 0.5 % más pequeña que la noche anterior, es decir le faltaba solo media centésima (prácticamente nada). Es cierto que la fase también era menor, pero también muy poco, porque ya me diréis si no se ve una Luna “redonda” en las fotos. Por motivos geométricos los días próximos a la Luna llena es cuando el cambio de fase es más tenue.

Esta vez no madrugué mucho porque sabía que la Luna me iba a esperar hasta las 8:15 aproximadamente, y también me mostró bonitas imágenes.

Los días después de la fase llena el contraste de la Luna cerca de su ocaso, con el cielo, es menor porque se pone más tarde, cuando ya ha amanecido, pero el brillo en plena noche sería muy similar. Aunque no destaca tanto ni es tan llamativa al primer vistazo en un cielo ya brillante, su aspecto sutil puede darle un toque fantasmagórico siempre sugerente,

En estos minutos previos a su puesta, pude capturar varias imágenes sucesivas de nuestro satélite: Acercándose al horizonte, atravesando una zona de nubes tenues y ocultándose.


.                                                                                                                                                            .



.                                                                                                                                                                         .

















.                                                                                                                                                                                   
Las imágenes de la Luna enorme


Como suele ocurrir en todas las superlunas, se han publicado y compartido muchas de esas preciosas fotos con personas u objetos en primer plano y con el fondo de una luna enorme (este año me han llegado algunas especialmente artísticas)

Así que, motivado con esas imágenes, también “el día después” Intenté yo hacer algo de ese estilo mientras esperaba la puesta de la Luna.

Lo primero que hay que decir es que esas fotos se pueden conseguir cualquier noche próxima a la luna llena, aunque sea una “miniluna”, la más lejana a la Tierra.
En los medios se publican siempre con motivo de la superluna, pero el mensaje que transmiten, como “prueba” que demuestra el enorme tamaño que la Luna tuvo “precisamente” esa noche, no deja de ser un “engaño”.

Por ejemplo, esta foto la obtuve yo el pasado mes de agosto, cuando la Luna se veía casi lo más pequeña posible porque estaba cerca del apogeo.

13-8-2019. Maite intentando sujetar una “enorme” luna dos días antes del plenilunio, cuando estaba casi en el apogeo (la que llaman “miniluna”)
Alguna otra imagen similar puse en el blog en su día, en la que la protagonista consigue su objetivo, y ahora subo ésta, para no repetirme.

Para obtener estas imágenes, solo hay que disponer de un teleobjetivo y situar a la persona u objeto del primer plano suficientemente lejos por dos motivos:
Por una parte para “empequeñecer” su imagen respecto a la de la Luna (que así por comparación parecerá enorme) y además para conseguir que salga enfocada al quedar dentro de la menor “profundidad de campo” que nos da el teleobjetivo, y que lógicamente debe incluir la Luna (enfoque a infinito).

Terrible condición en este caso, imposible de cumplir debido al estado de confinamiento, tanto la distancia como la modelo (la única disponible, confinada conmigo, estaba durmiendo y me parecía cruel despertarla por un capricho)
Aún con un “diafragma f” cerrado a tope, no pude enfocar el primer plano a la vez que la Luna, así que solo obtuve estas defectuosas imágenes “de principiante”, que pienso mejorar cuando la pandemia acabe.

Aunque también puede utilizarse este "inconveniente" par hacer un juego de imágenes con los dos astros:

De la Tierra a la Luna ... con el enfoque.

La Luna en las copas

¿Qué tal la foto de la derecha con el primer plano también enfocado? Ya tengo tarea para cuando acabe el confinamiento y pueda alejarme unos cuantos metros de la lámpara.

Todas estas imágenes tienen el primer plano (en un caso la Luna) desenfocado. Alguna de ellas, no obstante puede tener así su estética.

Para la próxima luna llena habrá que repetirlas. En el exterior, alejando algo más los objetos para poder enfocarlos nítidamente. Saldrán un poco más pequeños, y así la Luna parecerá aún más grande, que esta superluna. ¡Paradojas de la época del coronavirus!

Estas fotos, como digo, también son del día después. De la Luna de la madrugada de hoy jueves. Pero si aunque por el ambiente no lo parece... ¡es precisamente jueves Santo!
¡Claro! Luna llena en la primera quincena de abril solo puede ser en Semana Santa; pero este año se hace raro.





Mareas vivas justo el día después

Aunque parezca que no tiene nada que ver, es justamente el tema de hoy: El día después de una luna llena y las mareas vivas.
Seguramente hablaré más extensamente de ello en un futuro, pero es de dominio público que:

- Las mareas son más intensas con luna nueva y llena. Aunque si hacemos un gráfico la lógica inicialmente parece decirme que en novilunio sí, pero en plenilunio no, resulta que también. Lo mismo que parece ilógico el hecho de que haya pleamar cuando la Luna esté en el meridiano de nuestras antípodas. Pero eso ya lo explicaré en su día.

- Más aún si la fecha está cerca del equinoccio, como ocurre también esta vez. Aunque hace dos semanas (con la luna nueva del 24 de marzo) fue aún más cerca del equinoccio, las mareas fueron algo menos vivas por estar precisamente la Luna cerca del apogeo, el punto más lejano de la Tierra (lógico, si ahora está cerca del perigeo después de media vuelta en su órbita -bueno, un poquito más-)

- Porque evidentemente serán algo más intensas cuando la Luna esté más cerca y el efecto de su fuerza de atracción gravitatoria sea mayor. Así ha sucedido ahora. Hay otro factor, por el que las mareas son también más intensas cuando la Luna está cerca de los nodos. Esto no ocurre ahora, pero ya "sería demasiado" .

- Además el fenómeno de las mareas ocurre con cierto retraso respecto a las causas astronómicas, tanto en hora como en fecha, debido a la inercia y, aunque esto está condicionado en gran medida por la configuración de la costa, al menos en las cercanías de donde yo vivo suelen ser más extremas justo "el día después" del plenilunio.

Todos estos factores (menos uno que no es tan decisivo) eran favorables para que precisamente hoy 9 de abril, el día después de la superluna, fuese clave:
Al darme cuenta del dato busqué las tablas y, efectivamente, ¡las mareas más vivas de todo el año 2020!


Las del 9 de abril, más vivas incluso que las equinocciales de marzo y de septiembre.
Se han remarcado los valores más significativos.


Si se hace una gráfica de la amplitud entre la pleamar y la bajamar anterior y posterior a un momento de nivel cero, el máximo se situó 24 horas después del momento de la luna llena (la llamada superluna), como se aprecia en el siguiente gráfico. 

A partir de los valores de las tablas para Bilbao. La máxima amplitud fue 24 horas después del momento de la luna llena.
A pesar del confinamiento puedo observar desde mi casa (a unos 10 kilómetros de la costa) muestras claras de la variación de la altura del agua del mar, porque el río Nervión en Bilbao es ya una ría y por ello mantiene perfectamente reflejadas y acompasadas las bajamares y pleamares. Además desde una ventana de casa tengo vistas a una pequeña porción de la famosa Ría de Bilbao.
Imágenes del nivel del agua en la ría, obtenidas desde mi ventana hoy día 9-4-20 a las 12:14 y 18:29 respectivamente. 
Si hubiera fotografiado la bajamar anterior (a las 6:07 de la madrugada), se habría visto aún una pizca más baja.


Por supuesto, con la Luna
Como últimamente estamos hablando del perigeo y la distancia a la que se encuentra la Luna, viene a propósito este viejo chiste que hace poco me ha vuelto a llegar en un whatsApp:

Un niño le pregunta a su padre:
-          - Oye, papá, qué está más lejos: ¿Cuenca o la Luna?
-          - ¡A ver, zoquete! ¿Has visto alguna vez Cuenca desde aquí?

No es por hacer publicidad a la bonita ciudad de las casas colgadas, que ya me gustaría a mí ver desde aquí, pero el chiste me lo contaron así.

Y como va de risas y el reírse de uno mismo es un ejercicio muy saludable, narro esta anécdota que me ha ocurrido “el día después” precisamente cuando empecé a hacer la serie de fotos de la Luna con objetos en primer plano, que he recogido antes:

El primer intento fue con una vela … pero había algo que no iba bien.


La imagen de la Luna salía distorsionada. Yo recién levantado, sin haberme puesto todavía las gafas … me pareció que la Luna salía movida, y podía ser lógico, porque con las prisas no había utilizado trípode pensando que no era necesario a pesar de que el teleobjetivo lo hace siempre aconsejable. Fui a por él, lo monté, … ¡pero ni por esas!
Como suelo compartir en casa estas movidas, Maite me ha pedido las fotos para explicar en sus clases de física, cuando acabe el confinamiento, eso de la refracción del aire con los cambios de temperatura. 

¡Seré zoquete! ¡Más que el padre del niño que preguntaba lo de Cuenca!

miércoles, 8 de abril de 2020

SUPERLUNA: Solo un 7% más grande de lo normal

La bonita imagen de la Luna llena desde la ventana de mi casa en Bilbao, esta misma mañana (8-4-2020 a las 7:44), poco antes de ponerse. 

Esto de las superlunas, o lunas llenas cerca del perigeo ya “huele” un poco. Algo que se presenta como excepcional pero estamos aburridos de oírlo, que este año ya van 3 veces y todavía no hemos acabado …

Ya lo he recogido en este blog en varias ocasiones (por ejemplo en "perigeos, mentiras y ...") y no pensaba volver a hacerlo, pero me están preguntando y además aprovecho para poner mis fotos, la primera vez que he intentado fotografiar este “fenómeno” tan absurdamente anunciado.

En la inmensa mayoría de las referencias (aunque no en todas) se dice, o se da a entender, que esta luna llena de abril (de hoy 8-4-2020 y otras superlunas que se vieron incluso más pequeñas que ésta) se ve un 14% más grande que lo normal (en algunos casos se dice un 12%), pero es totalmente falso. En realidad es casi un 14% más grande que la más pequeña. Y solo un 7% más grande de la media

Vayan aquí tres ejemplos entre los innumerables que han aparecido en los medios de comunicación en esta y otras ocasiones. 
He elegido estas tres noticias por proceder de la península Ibérica, de las cercanías del Mar de la Plata y de México (ésta es de la superluna anterior), los tres ámbitos geográficos donde más se lee este blog, según me dice Google. 


Incluso en una cuenta de Facebook que se autodefine NASA EN ESPAÑOL (aunque exagera un poco menos, parece que hizo los cálculos incluso peor)

Bueno, también hay algún sitio donde se dice correctamente (después de anteriores años metiendo la pata como todos), y parece que cada vez más medios van rectificando este año.

En cualquier caso, en casi todas estas noticias se recalca el momento (se verá "hoy", o " esta noche" o se vió "esta madrugada") y al lector le quedará la idea de que de repente la imagen Luna ha crece un montón, cuando la realidad es que el día señalado de la SUPERLUNA es apenas el 0.2% (o sea, "nada") más grande que el día anterior, y la fase prácticamente igual.

En la cadena de televisión pública de mi comunidad autónoma siempre lo decían mal; hace dos años me pidieron información sobre el fenómeno, se lo hice notar y lo corrigieron. Pero el año pasado lo volvieron a dar mal y este año no lo sé, porque no he resintonizado ese canal en mi tele ni pienso hacerlo ya que creo que sin él voy a estar mucho mejor informado.

Lo de "más que lo habitual" o "más que la más pequeña" es muy importante

Por hacer un símil con un ejemplo más terrenal: Según los datos de la OCDE en 2015 la media de la altura de una persona era 1.70, con lo que un jugador de baloncesto que mida 2 metros sería casi un 18% más alto de lo normal (más exactamente 17.65% porque es 30 cm más alto de la media y 30/170=0.1765)
Pero según el libro Guinness la persona adulta más baja del mundo es la actriz Jyoti Amge, de 22 años, que mide 62.8 cm y por ello, alguien que utilizase la misma mentira que en la superluna, podría presumir de que han fichado para su equipo de baloncesto a un jugador que es más de un 300% más alto que una persona normal (lo es respecto a Jyoti). Vamos, que siempre hay trucos para exagerar.
Petrovic y Jyoti, a la  misma escala. No es lo mismo compararle con ella, que con una persona de altura media.
A veces mucha gente replica ante estos argumentos, mostrando fotos increíbles que prueban que la luna se vio enorme, pero esas imágenes se pueden obtener con un teleleobjetivo, buscando un horizonte adecuado, en cualquier luna llena.

En la imagen que he puesto al principio, o en esta otra de aquí abajo, parece muy grande, pero es debido al llamado “efecto lunar”, puramente sicológico:
Al estar cerca de un horizonte lejano, el cerebro inconscientemente lo compara con los árboles o edificios de la zona (Sabemos que un árbol es alto, vemos la Luna mucho más grande que él y nos da la impresión de que es enorme)
La famosa luna se ponía en el horizonte de Bilbao esta mañana a las 7:47
Pero volviendo al "momento clave", pongo una imagen que he conseguido desde mi casa esta madrugada prácticamente en el instante en que se ha visto (y se verá) más grande y brillante en todo este año. Después de pasado el perigeo y minutos antes del plenilunio, porque la coincidencia de las dos circunstancias que hacen que se vea “un poquito” más grande y más brillante evidentemente es muy improbable, y tampoco en esta ocasión han ocurrido exactamente en el mismo momento.

Bilbao 8-4-2020 4:03. Foto del momento entre el plenilunio más próximo al perigeo más cercano a la Tierra de todo el año, que hace que desde mi casa (conjugando esas dos circunstancias con la posición de Bilbao a esa hora respecto a la línea que une los centros de los dos astros -tema que analizo en el anexo-) ha sido el momento en que se ha visto la Luna de mayor tamaño en todo 2020. Pero a mí me pareció "igual que siempre". 

Aunque la imagen se corresponde bastante fielmente a lo que yo estaba viendo, en realidad es un montaje de dos fotos tomadas de manera consecutiva con diferente exposición (que se muestran a la derecha) porque, aunque nuestro ojo es capaz de apreciar simultáneamente detalles en zonas con muy distinta exposición, la cámara fotográfica no. En una se aprecia la textura de las nubes pero la Luna sale totalmente sobreexpuesta (blanca), y en la otra se ven detalles de la Luna pero las nubes quedan subexpuestas y no se aprecian.



Números exactos s.e.u o.: (No aconsejado para quienes odian las Mate)

El plenilunio se produjo exactamente a las 2:36 T.U. (4:36 hora central europea, horario de verano) y en ese momento la distancia entre el centro de la Tierra y el centro de la Luna era de 357031 km., lo que da un díámetro angular observado de la Luna de 33´ 27.5´´, aunque esto cambia ligeramente según desde el lugar en que se observe, porque quien la tenga en el cénit (en el momento del plenilunio fue la ciudad brasileña de Fortaleza) estará un poco más cerca (en la distancia habrá que restar el radio terrestre, y esa diferencia de más de 6000 km es muy superior a lo que la Luna se aleja de la Tierra por separarse del perigeo en unos cuantos días) y la verá un poco más grande. Desde Bilbao, según mis efemérides, yo la ví con un diámetro de 33´48´´

Como el diámetro lunar es de 1738 km y la distancia media 384317 km, la vemos con un diámetro medio de 31´5.6´´, con lo que en esta ocasión se ha visto un 7.6% más grande que la media (yo también he hecho una pequeña trampa de 0.6% en el título) pero como las matemáticas tienen sus “trucos”, la media es de solo un 7.07% (o sea un 7%) más pequeña que la de hoy.

Esto, que te puede parecer raro, es como cuando un abrigo de 100 euros lo suben un 10% (10 euros) porque se ha puesto de moda y hay mucha demanda y pasa a costar 110 euros. Luego en las rebajas lo bajan también un 10 % (11 euros), con lo que a tí te costará solo 99 euros.

Aunque ya el mes pasado oímos que había superluna, esta luna llena de abril ha sido la que más próxima ha estado al perigeo (solo 6.5 horas después de él) y ha correspondido con el perigeo más cercano de todo el año. No todos son iguales porque la órbita lunar está modificada continuamente por muchos factores.
Tabla de las efemérides proporcionadas por el programa ALW, en la que he remarcado en rojo la situación en este perigeo, y los dos apogeos a que hago referencia a continuación.
De esta tabla también se puede deducir, teniendo en cuenta el diámetro lunar en el apogeo más lejano (que será precisamente este mes de abril), que efectivamente esta luna se ha visto un 13.9% más grande que la más pequeña posible. Aunque el próximo 20 de abril apenas se verá un fino menguante y quizás esto no sirva para las comparaciones con el tamaño solo de las lunas llenas, se obtiene el mismo valor con la luna llena de finales de octubre situada muy cerca del apogeo (remarcada en azul en la tabla)

La órbita lunar y el perigeo

Las explicaciones técnicas de este tema, eso del perigeo como punto más próximo al astro central en una órbita elíptica, habitualmente (aunque suelen ser correctas) exageran enormemente y deforman la idea que se debe transmitir. 
Los gráficos que suelen utilizarse habitualmente, en mi opinión son inadecuados y totalmente antididácticos para explicar estos asuntos de perigeos, apogeos, perihelios, ... porque inducen a quien los ve a adquirir conceptos erróneos, como ocurre con el asunto de la órbita terrestre que es más redonda que cualquier objeto redondo de uso cotidiano .
Es solo una opinión, pero yo lo tengo muy claro.
Aún alegando que esto fuese una representación en perspectiva, sería absurdo en estos casos, para explicar estos conceptos, el utilizar la perspectiva en vez de la imagen en planta.
La órbita de la Luna, representada fielmente en el siguiente gráfico, es casi circular (su excentricidad e=0.055 es solo un poco mayor que la de la órbita terrestre) con los semiejes mayor y menor muy parecidos (384317 y 383735 km respectivamente). Estos valores varían ligeramente en el tiempo porque hay muchos factores que influyen en el movimiento de la Luna.
Órbita de la Luna: Aunque el tamaño de la Tierra y la Luna está enormemente exagerado, todas las demás distancias están en proporción exacta a la realidad.


- A esta escala la forma de la órbita es totalmente indistinguible de una circunferencia perfecta. Espero que la pantalla de tu dispositivo no altere la escala horizontal-vertical.



- A partir de los valores de la excentricidad (e) de la órbita y el semieje mayor (a), que son los datos que se suelen proporcionar en todos los lugares, utilizando  las fórmulas matemáticas para una elipse, que aparecen en el gráfico, se obtienen los valores de c (distancia del centro al foco) y b (semieje menor)
Lo que hace que el perigeo esté apreciablemente más cerca de la Tierra que el apogeo, es el hecho de que el efecto de la excentricidad tiene una repercusión mucho más exagerada en que el astro central (la Tierra) no esté en el centro de la órbita, sino bastante desplazada. Aproximadamente, si dividimos en 15 partes el eje mayor de la órbita lunar, la Tierra estaría a 7 unidades del perigeo y a 8 del apogeo.

El brillo de las superlunas:

Al estar la Luna un poquito más cerca, y ser luna llena, también brilla más, tal como recogían casi todas las noticias, y en este caso la diferencia es mayor, aunque también en esto casi todos nos engañan,
Aproximadamente se ve un 15% más brillante que la media (y un 30% más que la menos brillante) es debido a que la intensidad de la luz disminuye con el cuadrado de la distancia (1.14 al cuadrado es 1.3)

Mientras que para ángulos pequeños (la Luna ocupa en el cielo un pequeñito ángulo de aproximadamente medio grado) el tamaño angular aparente es inversamente proporcional a la distancia, y un objeto luminoso a un tercio de distancia se vería el triple de grande, el brillo lo será al cuadrado de la distancia, como he dicho, y en este ejemplo sería 9 veces más.




Voy a empezar a utilizar hoy este nuevo anexo, con la esperanza de que pronto quede sin tener sentido y deje de usarlo.

Me dicen que presumo mucho de fotos, pero que el color no me ha quedado bien, teniendo en cuenta las noticias. 
No estoy en absoluto de acuerdo, pero como en esta época de confinamiento hay que evitar todo tipo de disputas, porque no puedes quedar con el interlocutor a tomar una cerveza y desahogarte a gusto, ni tampoco pegarte con alguien de casa, porque uno no puede luego dar un portazo y salir a darse un paseo, he retocado dos de las imágenes para evitar problemas de convivencia.




En ambas imágenes he colocado una luna del color que se anuncia, superponiéndola en la imagen original que captó mi cámara, un tanto descolorida.

Para terminar, una aclaración: No soy tan friki como para levantarme a las 4 de la madrugada para ver una luna prácticamente igual que siempre, y más teniendo en cuenta que cuando me acosté estaba nublado. De hecho había puesto el despertador a las 7 por si había suerte y pillaba el ocaso lunar que en esta fase siempre da fotos bonitas.

Pero en casa estamos tan compenetrados, que ella sí se ha despertado en el momento en que nuestro satélite estaba a punto de llegar a su perigeo, ha ido al baño, ha dado luego tres vueltas en la cama, me ha acabado de desvelar lo que ha hecho que mirara el reloj y luego también he mirado por la ventana.

Gracias, Maite.