Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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domingo, 26 de julio de 2020

Los 5 planetas visibles simultáneamente

Ahora que se acaba el estrés (bienvenido estrés) de la observación del cometa, tenemos un nuevo espectáculo en los cielos. En realidad las dos actuaciones, tan diferentes, se han solapado en el tiempo y ya cuando la más llamativa y novedosa, la del NEOWISE, ha dado todo de sí y está decayendo es el momento de mirar los planetas.

1- Introducción para los-as no iniciados-as

Desde el tercer planeta del Sistema Solar, el nuestro, podemos ver otros 5 directamente a simple vista. Para los dos más lejanos, Urano y Neptuno se necesita usar prismáticos o telescopio.

Mucha gente no sabe que los planetas se ven en el cielo. En ocasiones lo suelo decir, por referirme al más fotogénico: -“Tú, seguro que has visto alguna vez a Saturno” -“No, nunca” me suelen responder. -“¿No has visto estrellas?” -“Si, claro” -“Pues la mitad de las veces que hayas mirado las estrellas, una de ellas sería Saturno. Lo viste pero no lo reconociste”.

Estos cinco planetas se ven como estrellas muy destacadas, incluso habitualmente las más brillantes de todas. Desde luego si está Venus, no habrá ningún astro en la noche aparte de la Luna que brille tanto.  Júpiter casi lo mismo y también Marte en determinadas épocas. No tienen luz propia, pero reflejan la que reciben del Sol.

En esta imagen tomada ayer día 25  de julio, entre la multitud de estrellas de las constelaciones de Sagitario y Capricornio, en una de las zonas más espectaculares del cielo con la mejor parte de la Vía Láctea incluida, aparecen dos planetas ¿Adivinas cuáles de esos puntos no son estrellas?

martes, 7 de julio de 2020

El cometa: dos madrugones que merecieron la pena.


El cometa C/2020 F3 (NEOWISE) ha sido una agradable sorpresa, el mejor desde hace años, que justificaba plenamente el levantarse muy temprano para observarlo. 
A diferencia de otros precendentes, éste ha sido especialmente llamativo para el hemisferio norte. ¡Ya nos tocaba!

Próximamente le dedicaré un artículo con algunos detalles técnicos, características orbitales y presentación del cometa en diferentes lugares, pero esto de ahora solo pretende ser una crónica de dos observaciones del magnífico espectáculo.

El cometa NEOWISE fotografiado a través del telescopio, desde Araúzo de Torre el 7-7-20
En realidad respecto al horizonte se presentaba en posición vertical con la cola hacia arriba, como se muestra en las otras imágenes, pero ésta la he girado para que quede más adecuada al formato del texto (en el cielo no hay arriba-abajo izquierda-derecha) 

Ha sido el protagonista principal de estas noches y, aunque su brillo decaiga, seguirá siéndolo en gran parte de este mes de julio; pero no el único espectáculo celeste de estas noches. 

Ya lo anuncié hace un par de días, animando a madrugar:
Así animaba el domingo al madrugón del lunes.
No pude quitar antes este aviso tal como anuncié (dije que el lunes lo sustituiría por los resultados de la observación), por problemas técnicos con mi ordenador, pero mejor así porque de esta manera recojo ahora las observaciones de los dos días, el 6 y el 7. 


Preparando la aparición del cometa: 

Los cometas son muy impredecibles, e incluso uno no se puede fiar de fotos recientes porque dependiendo de los medios utilizados para obtenerlas, la imagen real en nuestro cielo puede variar mucho. 
Incluso aunque haya datos contrastados de su magnitud (brillo). Porque aunque suele decirse que una estrella es visible a simple vista en un cielo oscuro si su magnitud es menor que 6, esta norma no sirve para los cometas porque son astros difusos y de un tamaño aparente extenso. 
En este caso además su aparición en el cielo crepuscular en la zona donde antes empezaría a clarear lo podría hacer difícil, y aún en mayor medida el brillo de la Luna solo un día después de su fase llena, presente en el cielo a esas horas.

Al desconocer exactamente cómo se vería, mi estrategia fue pillar la salida de Venus que sería muy evidente y muy fácil, y luego observar el horizonte 30º hacia el Norte, que era la diferencia entre los puntos de aparición de ambos (diferencia en acimut), que serían casi simultáneos ya que el cometa aparecería pocos minutos después que Venus en un horizonte de la misma altura.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Mercurio releva a Venus

Ya me he referido varias veces en este blog a la magnífica presentación del segundo planeta durante los últimos 6 meses, sobre nuestros cielos en el crepúsculo vespertino y primeras horas de la noche, por ejemplo en "La estrella de este invierno..."

Pero como todo tiene su final, también Venus va a dejar de verse a últimos de mayo, para aparecer en los cielos matutinos unas dos semanas después como el “Lucero del Alba”. Pero a pesar de que era el único planeta que en estos meses ha podido verse por la tarde, no nos va a dejar sin presencia planetaria vespertina, porque casualmente justo en las fechas  en que  el segundo se marcha, aparece el primero.

Ayer 19 de mayo a las 22:15 en el limpio cielo de Bilbao, sobre su horizonte Oeste-Noroeste, Mercurio (en la imagen in débil puntito muy cerca de los árboles del horizonte) ya se apreciaba a simple vista, mientras está acercándose a Venus para recoger pasado mañana el testigo.

Pero es un relevo a la baja. Es como si en una carrera de 4X100 un atleta aficionado y en baja forma le cogiera el relevo al recordman mundial de velocidad, porque tanto en el brillo como en la duración diaria y total, de estas apariciones vespertinas la diferencia entre los dos es enorme.

Trayectoria prevista para la entrega del testigo sobre el horizonte.  En una imagen con más campo que la anterior, y tomada unos minutos antes, se ha trazado el movimiento de los dos planetas durante el relevo, tomando como referencia el fondo de la esfera celeste. 

El momento del relevo (la conjunción planetaria exacta) será el día 22 a las 10h (8 TU) cuando Mercurio pasará a menos de 1º al Sur de Venus. A las horas en que ocurre el crepúsculo (único momento en que serán visibles) desde el Oeste de Europa el 21 al atardecer ya se les verá muy próximos y el 22 el primer planeta ya estará más alto sobre el horizonte que el segundo 

Pero aún así, los atardeceres en que sigamos viendo a Venus (cada vez más difícil, ocultándose antes y en un cielo más brillante) destacará mucho más que Mercurio e incluso nos puede servir de referencia para encontrar al esquivo primer planeta, porque su brillo será mucho mayor (Magnitud -4 frente a -0.3, cifras ya atenuadas por la atmósfera).

Tanto el día 21 como el 22 la separación angular será de menos de 2º durante el crepúsculo desde Europa y América (desde Australia incluso menor que 1º el día 22) por lo que serán visibles a la vez con unos prismáticos, uno al lado del otro, y se podrá apreciar la fina y espectacular fase de Venus mientras el pequeño disco de Mercurio apenas se verá como un puntito mucho más débil.

Esta sería, aproximadamente, la visión con unos prismáticos que cubrieran un campo de solo 3º, manteniendo la proporción de tamaños y distancias. (Los que utilizamos habitualmente en observación del cielo pueden tener el doble). Aunque las imágenes parecen excesivamente pequeñas, lo que veamos será mucho más evidente porque la imagen cubriría toda nuestra visión y el ojo se adapta mucho mejor al verlo directamente, que al mirar una imagen en una pantalla, tanto en calidad como en percepción del detalle. 
En el montaje se han utilizado imágenes reales de los planetas del día 19-5 obtenidas por separado.


Es muy curioso el que la aparición vespertina de Venus empezó en noviembre cuando Júpiter se retiraba de la zona (como quedó recogido en "Zeus y Afrodita, ...!) y acaba ahora cuando comienza la de Mercurio. Esto ha sido una enorme casualidad y ni el mejor equipo de relevos se habría pasado el testigo de manera tan coordinada.


El aspecto de ambos planetas.

A simple vista el aspecto que muestran Venus y Mercurio es muy distinto, como he dicho, por la gran diferencia en el brillo aunque ambos se vean con aspecto puntual, comos si fuesen estrellas; pero vistos a través de un telescopio será aún mayor por el tamaño y la forma.

Además de que el segundo planeta es más grande que el primero, ahora está mucho más cerca de la Tierra. Y por su posición la fase será muy diferente:

Posiciones Mercurio, Venus y la Tierra en sus órbitas el día 22-5-2020. Aunque la alineación en planta es exacta, veremos "pasar" a Mercurio un poco por debajo de Venus porque las órbitas no están exactamente en el mismo plano.
Aunque el tamaño de los astros se ha exagerado, la forma, tamaño relativo y situación de las órbitas es precisa. 

La fase menguante de Venus, estas semanas muy fina, contrasta con el pequeño disco que nos muestra Mercurio, que aún estando también menguante (ambos presentan esa fase cuando son visibles por la tarde) todavía es casi llena.

Estas dos imágenes se veían ayer en mi telescopio:

Imagen tomada a través del telescopio de cada uno de los planetas el 19-5, pero que no van a variar mucho durante estos próximos días. La ampliación de ambas fotos es la misma, y permite comparar los tamaños aparentes.
Son las mismas imágenes que he utilizado arriba para el montaje de la visión con unos prismáticos pero aquí , en mayor escala, se aprecia mejor la fase y la relación de tamaños  


Días de espectáculos 

Además de la conjunción de Venus y Mercurio del día 22, que permitirá verlos muy cercanos entre sí, también en fechas contiguas se producen otras circunstancias que se sumarán para hacer el fenómeno más llamativo

-- La Luna de testigo

La Luna siempre adorna este tipo de conjunciones cuando le da tiempo a pasar por allí en las fechas clave, añadiendo el elemento más espectacular al fenómeno.

En este caso, aunque por la proximidad al horizonte en el crepúsculo será muy breve, muy sutil por la consecuente fina fase, y no dará tiempo a que mucha gente pueda fijarse por lo que no será un espectáculo de masas, por esos mismos motivos será mucho más bello.

El día 24 una finísima Luna creciente de solo dos días después de nueva, formará una preciosa coreografía con los dos planetas. Mercurio quedará situado justo entre Venus y nuestro satélite, ambos con la misma fase.

Como el movimiento de la Luna en la esfera celeste es relativamente rápido, y el periodo de observación en cada lugar muy breve, coincidiendo en cada lugar con el crepúsculo, la situación cambiará según  el lugar del planeta desde el que se observe.

Desde América la simetría será mayor, y Mercurio quedará situado casi exactamente en el punto medio entre Venus y la Luna, mientras que en Europa (visible unas horas antes) se verá más cerca de Mercurio que de Venus.

A diferencia de lo relatado antes, relativo a la variación en las posiciones de los dos planetas desde diferentes puntos de la Tierra, en este caso el movimiento de la Luna es mucho más rápido y esas variaciones serán mayores

-- También la ISS

El lunes 25, se incorpora a la coreografía la Estación Espacial, que desde donde yo vivo se la verá pasar por ahí, casi casi delante de Venus, completando un póker muy sugerente por momentos.

La ISS pasa a las 22h 18, pero muy bajo para verlo a simple vista.  A solo 5º con magnitud -0.85 pasará junto a Venus.

Aunque cuando la ISS se aleje de la zona de los dos planetas y coja más altura se verá bien a simple vista, su visita a Mercurio, Venus y la Luna habrá que fisgarla con prismáticos.



Situaciones desde distintos lugares de la Tierra 

Aunque el movimiento de ambos planetas en la esfera celeste es muy ligero, en los momentos de máxima aproximación habrá diferencias en su posición relativa en solo unas horas. Y como solo son visibles durante un pequeño intervalo de tiempo en el crepúsculo, esta posición y su separación angular será algo diferente según el lugar del planeta en que se observe. Así la máxima aproximación, que será ligeramente inferior a 1º podrá verse desde la zona oriental de Australia.

Desde Europa occidental tanto el día 21 como el 22 estarán a la misma distancia, en el primer caso antes de la oposición, y en segundo después.
Desde América se verá más tarde, por lo que el día 21 será mejor. En américa del Sur no mucho mejor que en Europa, porque aunque la diferencia de longitud geográfica es notable, la diferencia en la hora del crepúsculo vespertino no lo es tanto ya que allí es otoño, ya camino del solsticio de invierno y el sol se pone antes de lo habitual.
El siguiente gráfico recoge estas situaciones:


Este gráfico está referido a la ecliptica, con lo que si se toma como referencia su posición respecto al horizonte, (que siempre por la zona de Mercurio es clave), hay otro factor muy determinante: 

- En el hemisferio Sur empeora las condiciones porque en otoño al atardecer está muy horizontal, con la desventaja añadida de que la latitud eclíptica de ambos planetas es Norte. Definitivamente, y a pesar de que en la mayoría de los casos las condiciones de observación de Mercurio son mucho mejores en el hemisferio Austral, en este caso rotundamente no.
 
- La situación de México será mejor que la de Europa porque al estar más cerca del ecuador, tienen la eclíptica más vertical.

Postas de diferente duración

Lo de esta aparición vespertina de Venus, relevando a Júpiter y siendo relevado por Mercurio justo en los momentos del comienzo y final de su periodo de visibilidad vespertina ha sido una tremenda casualidad, porque los periodos sinódicos (posiciones vistas desde la Tierra) de cada planeta son muy diferentes, y normalmente no ocurre así, solapándose unas y otras. Pero esto me da pie a analizar o comparar los ciclos de cada uno.

- Empezando por el más espectacular (Venus) como ya he citado en varias ocasiones, la duración de su posta (su aparición vespertina, o de igual manera la matutina) es de 6 o 7 meses (en cada ciclo de 19). En este caso desde noviembre hasta finales de mayo.

Debido a su brillo, podría decirse en este símil atlético que el segundo planeta realiza las postas más espectaculares, y se llevaría los mayores aplausos en la competición.

- Las apariciones de Mercurio son mucho más breves, y la duración del periodo de visibilidad es relativo porque, como las condiciones siempre son críticas, la determinación de si en un momento se puede ver sin ayuda óptica, o no, depende de la vista de cada observador y de las condiciones de limpieza del cielo (aún sin nubes) cerca del horizonte.

En cualquier caso estos periodos son mucho más amplios en el hemisferio Sur, digamos que para latitudes medias pueden tener una duración de un mes y medio, mientras que en el norte, donde puede reducirse a menos de dos semanas el periodo en que se vea a simple vista, y eso si hay suerte y el horizonte está limpio.

Mercurio es el atleta sureño que cuando corre en casa, ante su público, da todo lo que tiene, pero cuando lo hace fuera se limita a cumplir el expediente de manera muy rácana. 

Estas curiosas diferencias según el hemisferio, que no se dan en ningún otro planeta, las recogí en el artículo "El esquivo planeta sureño se asoma por el norte"

- Júpiter y Saturno

Debido a su lejanía y por ello a su lento movimiento real y en la esfera celeste vistos desde aquí, prácticamente su ciclo es anual, alargándose un mes más en el caso de Júpiter. Desde que comienzan a verse de madrugada pasan poco más de 5 meses hasta que son visibles toda la noche, en su oposición, luego otros 5 en que podemos verlos claramente antes de acostarnos pero no de madrugada y luego un periodo en que no son visibles por estar angularmente cerca del Sol en las proximidades de su conjunción.

Aunque Júpiter siempre será más eficiente que Saturno, con postas un poquito más largas y mucho más espectaculares (por su brillo), ambos son relevistas muy fiables, constantes, y nunca fallan.

- Marte

Con el cuarto planeta hay que matizar porque su brillo (acorde con su distancia a la Tierra) es muy variable. Aunque considerando su situación en el cielo nocturno sus periodos son mucho más amplios, de casi 2 años, si se considera su observación clara y espectacular se reducen a pocos meses, de los cuales en un par de ellos destaca como el astro más brillante después de la Luna durante casi toda de la noche, compitiendo quizás con Júpiter si coinciden ambos en su máximo esplendor. Venus no será su rival porque no se ve nunca en plena noche.

De izquierda a derecha, Marte, Saturno y Júpiter, el pasado mes de abril acompañados por la Luna. Este año 2020 los dos últimos se mantienen muy próximos entre sí y puede comprobarse que el brillo de Júpiter es siempre muy superior. Aunque todavía Marte no puede competir con él, va a ir aumentando continuamente hasta octubre, cuando no tendrá rival.

Por ejemplo podría considerarse que la aparición actual de Marte comenzó en octubre de 2019, tendrá su máximo esplendor en otoño de este año y durará hasta el verano de 2021 en que difícilmente se distinguirá, muy débil,  al comienzo de la noche.

Marte da unos relevos espectaculares en su tramo central pero parece que le cuesta coger velocidad cuando toma el testigo, y se queda agotado tras el explosivo esfuerzo mucho antes de entregarlo.

lunes, 20 de abril de 2020

Crónica de una visita

ESTA ENTRADA HA SIDO ELIMINADA Y SU CONTENIDO SE HA AÑADIDO EN SU TOTALIDAD A LA ANTERIOR. "Marte se hace el remolón" , QUE SE HA COMPLETADO CON ALGÚN OTRO DETALLE.

Doy las gracias a quienes han colaborado, contestando la sencilla cuestión que propuse tanto en comentarios al post, correos electrónicos o comentarios en Facebook, y tendré en cuenta el resultado de vuestras opiniones, que han sido diversas.   

miércoles, 15 de abril de 2020

Marte se hace el remolón

Me gustaría que este post fuera nuevamente una propuesta de observación para mañana y estos próximos días desde tu ventana, similar a la que realicé el mes pasado en “una ventana hacia el SE”.
Desde una ventana de mi casa en Bilbao, hoy 15 de abril a las 6:39 de la madrugada: De Izquierda a derecha Marte, Saturno y Júpiter en la constelación de Capricornio, acompañados por la Luna en cuarto menguante
Efectivamente otra vez, si tienes una ventana con esa orientación y con vistas al cielo, tienes una nueva oportunidad de ver unas bonitas imágenes de la Luna junto a los planetas Marte, Saturno y Júpiter.  
Aunque ahora más fácil que el mes pasado porque estos astros aparecen más altos en el cielo, durante más tiempo antes del amanecer, y por ello ahora sirven las ventanas que estén más hacia el Sur, al Este o, forzando la hora y la claridad del cielo, incluso mirando hacia la izquierda yo lo he visto desde otra, orientada hacia el SurOeste.
Otra imagen, solo 6 minutos después de la anterior, pero con más zoom, para apreciar mejor los planetas.
Estas historias se repiten en cada lunación, cuando nuestro satélite, además de repetir aproximadamente la fase (el periodo de la lunación es de 29.5 días, no de 28 como suele decirse) también repite la zona de las visitas, (esta vez cada 27.3 días).
Bueno, como el tema dura varios días, no hay problema y quizás sobren estas precisiones.
Pero aunque sean similares, las actuaciones celestes nunca se repiten exactamente.

Repasemos las situaciones anteriores y la que ahora se nos presenta, que será la tercera y última de la temporada en que se vea nuestro satélite junto a los tres planetas en una  misma zona del cielo
Precisamente lo que más está cambiando es la posición de Marte, que si en la primera ocasión fue el primero en recibir la visita de la Luna (era el que estaba más hacia el Oeste), ahora es el último, y parece como que se retira para no saludarla (a pesar de que no tenga el coronavirus), y por eso lo del título de este post.

Recojo las tres situaciones en estos montajes. Están realizados todos a partir de una misma imagen y he preferido no poner fotos originales para que las condiciones sean iguales y se puedan apreciar mejor las diferencias:


Esta última es lo que se podrá ver mañana. Si no lo lees a tiempo o tienes el cielo nublado puedes seguir intentándolo los próximos días, en que aunque la Luna se situará más hacia el Este (a la izquierda), la fase será más fina y su imagen más bonita.
. - En los días clave, en que la Luna se situó en la zona en que se encontraban los planetas, su fase ha ido aumentando porque debido a la traslación terrestre el Sol lo tenemos situado cada vez en una constelación (zodiacal) más hacia el Este, con lo cual los planetas aparecen más separados angularmente del Sol, y la Luna (menguante) tendrá ahí una fase mayor.

.- Por esa misma razón, el encuentro se ha podido ver cada vez a una hora más temprana y por ello con cielos más oscuros, y puede ser observable en zonas cada vez más altas sobre el horizonte, más hacia el Sur, y durante más tiempo antes de amanecer.

.- Pero la principal diferencia es que los tres planetas protagonistas van cambiando de posición entre ellos y, como he dicho antes, el que más se ha desplazado ha sido Marte, lo cual es lógico:
Tanto su movimiento propio (el más rápido de los tres por estar más mucho cerca del Sol), como el observado desde aquí (aún más evidente por estar más cercano a nosotros) ha hecho que sea el que se ha movido en las fotos.


Cronología

.- Cuando la Luna visitó la zona en enero, Saturno era totalmente inobservable por estar a una distancia angular del Sol menor de 10º, y Júpiter muy difícil de apreciar, por lo que las visitas de Selene al trío de planetas comenzaron el siguiente mes.

.- En febrero los días clave fueron el 18, 19 y 20, y ocurrió algo excepcional de lo que no me enteré en su día,  y lo relato en el anexo.


El día 18-2-2020 desde el Oeste americano, se vio algo parecido a lo que Ron Dantowitz captó
   en estas extraordinarias imagenes en junio de 2003. Pero en 2020 hubo más.
Tengo que confesar que hubiera sido mucho más adecuado haberlo escrito entonces, pero no me di cuenta de la “importancia” del tema hasta que mucho después por casualidad encontré esta extraordinaria imagen de ya hace algunos años, y rastreando su origen llegué a la noticia que pongo luego.

En esa ocasión la Luna visitó primero a Marte, luego a Júpiter y finalmente a Saturno

.- En marzo, los días 18 y 19 la Luna volvió a pasar por allí y encontró a Marte y Júpiter muy próximos, y luego a Saturno, lo que quedó recogido en el post que he linkado al principio.

.- Y ahora en abril, le toca el 15 y el 16, cuando se vuelve a encontrar los planetas colocados más o menos uniformemente uno después de otro como en la primera visita, pero el orden ha cambiado. Primero ve a Júpiter, luego enseguida se encuentra con Saturno y finalmente visita a Marte.

.- En mayo cuando aparezca la luna menguante por la zona, Marte ya se habrá separado de los otros dos bastante hacia el Este y no formará parte del grupo. 
¡Cuidado! que ha salido un  bulo con varios errores sobre una imagen con forma de sonrisa que formaría la Luna con Júpiter y Venus el 16 de mayo de este año. Aunque sonreir no nos venga mal, no es en absoluto cierto que se vaya a ver esa imagen.

Tal como he dicho, ésta del 16-4-2020 es la última sesión de la temporada con los 4 protagonistas. Si tienes vistas al cielo desde casa, no te la pierdas.

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Actualización 18-4

Durante estos 4 días, del 15 al 18 de abril, he tenido mucha suerte con las nubes y desde mi ventana orientada al Sureste he podido obtener imágenes todas estas madrugadas. 

Visto que el lenguaje metafórico tiene atractivo para un gran porcentaje de mis lectores, lo voy a utilizar en el texto principal, dejando los detalles más prosaicos en el pie de las imágenes, y así atiendo a todas las preferencias.

Jueves 16

Aunque Marte se iba retirando, quizás por el miedo al contagio de la visitante (cada vez se aparta más de Júpiter y Saturno que desde que empezó la pandemia son los primeros que la reciben cuando mensualmente se acerca a la zona), al final no le ha quedado más remedio que saludar a Selene. Eso si, guardando la distancia y tras comprobar que ella tenía puesta la mascarilla nubosa.

Cuando la zona fue visible en Europa la Luna se situaba ya en conjunción con Marte.
El borde de la zona nubosa atenúa el brillo de la Luna lo que favorece una exposición adecuada para que se aprecien a la vez los planetas y no salga sobreexpuesto nuestro satélite, apreciándose mejor la fase

Viernes 17

Antes de que se haga de día y se escabullan los planetas, la Luna, cumplidora, sigue con el ritual de despedirse de ellos.
Una vez abandonada la zona de los planetas, ese día La Luna completa con ellos una línea ligeramente curvada.
Ya muy por encima de esa línea (arriba y a la izquierda de Saturno), aparecen alfa y beta de Capricornio, las dos estrellas más brillantes de esa constelación.

Evidentemente molesta y sonrojada por el frío recibimiento de ayer, y a pesar de ser consolada por la estrellita Deneb Algedi (junto a ella, arriba a su izquierda), la Luna se marcha por la chimenea mientras Marte, avergonzado, intenta esconderse detrás de la cortina brumosa.
En una toma con más zoom, cuando la Luna ya está a mayor altura, se puede apreciar levemente junto a ella la estrella delta de Capricornio, extremo oriental de esta constelación que nuestro satélite está a punto de abandonar.
Sábado 18

Esta madrugada los tres planetas se sentían tranquilos una vez que la Luna les hubiera abandonado tras su inadecuada visita en tiempos del coronavirus.
Imagen tomada unos minutos antes antes del orto lunar. Los tres planetas quedan ya como astros más destacados de la madrugada, y vuelve a destacar la mencionada línea casi recta, que se prolonga con la estrella delta de Capricornio (un poco a la izquierda de la chimenea).
Pero de pronto se sobresaltaron al ver que la visitante volvía a aparecer, como si se hubiera olvidado de algo. Marte y Saturno consiguen ocultarse entre la bruma y solo Júpiter, el valiente jefe, se mantiene en su puesto.
Cuando surge la Luna, ya en el crepúsculo, las imágenes son más atractivas, aunque en Bilbao la bruma que iba aumentando deja casi inapreciables a Marte y Saturno.
Mientras, Selene se despereza nada más levantarse al alba,
La nubosidad cercana al horizonte Este no me permitió obtener imágenes de la salida de la Luna...


Y luego arrogante y engalanada con seductores tules, desafía a los temerosos.
... pero quizás le dio atractivo cuando poco después se fue moviendo entre ella

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Durante los 4 días de este mes a los que me he referido, la situación de los planetas respecto a la eclíptica y a la órbita de la Luna era la que recojo el siguiente gráfico. La diferencia fundamental respecto a meses anteriores es que Marte se había movido desde el extremo más occidental del grupo al lado contrario. También Júpiter y Saturno se han ido acercando entre sí, muy despacio, proceso que culminará con la extraordinaria conjunción del 21 de diciembre de este año.

Júpiter y Saturno estaban justo en la línea de la eclíptica mientras Marte se situaba a poco más de un grado al Sur de la misma. La Luna se encontraba descendente, también al Sur de la eclíptica, bastante lejos de sus nodos y por ello se acercó a los planetas algo menos que en los meses pasados.
Situación de Marte, Saturno (ambos en la constelación de Capricornio) y Júpiter (en el extremo oriental de Sagitario) durante los días en que la Luna transitó por la zona.
Desgraciadamente durante estos días gran parte de la población mundial ha estado confinada sin poder salir de casa, pero yo tengo la suerte de disponer de una ventana orientada hacia el SurEste, donde se han situado los astros de madrugada, único intervalo en que han sido visibles, entre su salida por el horizonte (su orto) y el amanecer.


La situación en otros lugares del mundo fue algo diferente. Por ejemplo:

Desde América (cuando los astros aparecieron allí habían pasado unas horas) la Luna estaba ya casi en conjunción con Saturno, o incluso ya le había sobrepasado.
Desde el hemisferio Sur lógicamente la posición de los planetas respecto a la orientación izquierda-derecha es la contraria que en el norte y la línea que formaban estaba más vertical.
Desde la zona central de Chile-Argentina se vería así.

Montaje con una imagen de la zona del Río de la Plata tomada de Google earth. 
Y desde México, bastante más cerca del ecuador que en Europa y aún más al Oeste, la línea marcada por los planetas estaba algo más vertical que como yo lo ví, y La Luna ya había sobrepasado la conjunción con Saturno.


Desde una ventana de México se habría visto así. Aunque está situado más cerca del ecuador que la zona del Mar del Plata (por ejemplo) la línea marcada por los tres planetas no aparece tan vertical como desde Sudamérica porque la eclíptica de Sagitario a Capricornio tiene declinación descendente y  de madrugada por la zona cercana al horizonte Este en estas fechas de primavera en el hemisferio norte aparece “más horizontal” que en el Sur.



Aunque esto es "agua pasada", me ha parecido interesante recogerlo y aprovecho este post en que me he referido también a la actuación de estos 4 protagonistas en aquellos días.

¡¡Tres ocultaciones en días consecutivos??

No me he equivocado con los signos de admiración e interrogación. Habría sido algo excepcional, y por eso lo de las admiraciones, pero no ocurrió así a pesar de algún anuncio en ese sentido, y por eso las interrogaciones.
Fue en las primeras sesiones de esta historia, los días 18, 19 y 20 de febrero.
A Saturno, no.
La Luna al moverse sobre el fondo durante cada uno de esos días fue pasando muy cerca de cada uno de los tres planetas, e incluso desde algunos lugares pudo verse la ocultación de alguno de ellos.

Pero la triple ocultación no ocurrió
A pesar del anuncio en la noticia, que también incluía la preciosa foto anterior (que luego he visto que se difundió en muchos medios), la última de las ocultaciones no ocurrió, aunque por poco.

Aunque sea tarde, merece la pena volver a repasar la situación en los cielos de esos días de febrero.
Casualmente vistos desde aquí los tres planetas estaban prácticamente alineados, separados por una distancia no muy diferente a los 13º (aproximadamente) que se desplaza la Luna sobre el fondo estrellado de un día a otro. En realidad de Marte a Júpiter eran 17º y de Júpiter a Saturno 13º, aunque esto no es impedimento para unas ocultaciones en días contiguos, por lo que explico luego (*)



El hecho de que se vean aproximadamente alineados no es una circunstancia casual, ya que los planos orbitales de todos los planetas casi coinciden y les veremos siempre muy cerca de la línea de la eclíptica.

Desde algunos lugares la madrugada del día 18 se vio como la Luna ocultaba a Marte desde zonas de Norteamérica. 
Al día siguiente, desde otros sitios (situados más hacia el Oeste para que los 13º aumentaran hasta 17º) pudo verse como ocultó a Júpiter, y finalmente el día 18 desde la Antártida se la vio situada junto a Saturno, pero no llegó a ocultarla desde ningún lugar.
Sí se podría haber visto la ocultación más hacia el Sur, si la Tierra fuese un poco más grande, pero evidentemente el colocarse en el lugar adecuado no estuvo al alcance de nadie. Ni siquiera de los 3 únicos astronautas que en aquel momento estaban en el espacio, ya que la inclinación orbital de la ISS impide situarse allí.

Si los planetas y la Luna se movieran exactamente en la eclíptica, habría ocultación en cada uno de los momentos en que nuestro satélite pasa del Oeste al Este de la posición del planeta, y desde algún lugar de la Tierra en que en ese momento fuese de noche pero nuestro satélite estuviera encima del horizonte (en este caso concreto donde ese sorpasso ocurriera de madrugada) la Luna pasaría delante del planeta y lo ocultaría.
Pero sabemos que habitualmente no es así porque tanto las órbitas de la Luna como las de los planetas están ligeramente inclinadas respecto a la eclíptica.

Concretamente las inclinaciones de las órbitas son las que recojo en la siguiente tabla, junto a la máxima separación angular posible respecto a la eclíptica vistos desde aquí. No es lo mismo porque en el primer caso el ángulo tiene como vértice el Sol, y en el segundo la Tierra. Este último es muy variable según las posiciones de la Tierra y el otro planeta.

En el caso de Marte su máxima separación a la eclíptica (latitud ecl.) visto desde aquí es mucho mayor que la inclinación de su órbita, porque puede llegar a acercarse mucho a la Tierra, pero solo alcanza esos valores en las mejores oposiciones, y nunca junto a una luna en fase fina, que exige que esté lejos de la oposición. 

La Luna también se mueve por ahí, pero llega a separarse un máximo de 5º hacia el Norte o Sur, por lo que de vez en cuando al adelantar a un planeta lo hace pasando por delante de él (según nuestro punto de vista desde algún lugar de la Tierra) pudiendo observarse la ocultación.
En la mayoría de los casos esta ocultación no se produce porque el tamaño angular con que vemos la Luna es solo de medio grado, y como digo puede separarse de la eclíptica unos 5º.

Pero en la visita de la Luna de febrero, casualmente se dieron las circunstancias de que en tres días sucesivos pudo verse nuestro satélite muy cerca de cada uno de esos tres planetas, y desde algunos lugares concretos se produjo la ocultación de Marte y de Júpiter, pero no de Saturno por muy poco, tal como he dicho.

Casualmente esos días tanto Júpiter como Saturno estaban prácticamente en la línea de la ecliptica, Marte solo unos minutos de arco hacia el Sur y también la Luna estaba a muy poca distancia angular de dicha línea, precisamente muy cerca del nodo descendente por donde pasó el día 18 después de haber ocultado a Marte.



Estas ocultaciones se ven solo desde lugares muy concretos de nuestro planeta porque la alineación tiene que ser casi exacta, y a poco que nos desplacemos hacia el Norte o Sur, cambia el punto de vista y la perspectiva. Es lo que llamamos paralaje.

Como la Luna “adelantó” a Júpiter un poco por debajo (visto desde mi hemisferio, es decir que le adelantó por el Sur) habría que haber viajado hacia el Sur, en este caso hasta las costas antárticas, para ver la ocultación y con Saturno aún más, pero se acabó el terreno.
Evidentemente es solo un gráfico esquemático donde no se han mantenido distancias ni proporciones de tamaños.
Además, como la Luna se va desplazando sobre el fondo del cielo los mencionados 13º en 24 horas (aproximadamente su diámetro cada hora, de promedio), la ocultación no dura demasiado y para poder verla deberemos estar en un lugar en que la Luna esté encima del horizonte a esa hora. Este factor hace que también la posición en sentido Este-Oeste sea importante.
Aquí además en esto influye también la diferente perspectiva igual que antes pero ahora en sentido Este-Oeste.

(*) Este último factor ayudó para que, a pesar de que la distancia entre Marte y Júpiter no fuera exactamente de 13º sino de 17º, pudieran verse ambas ocultaciones aunque fuera desde lugares de diferente longitud geográfica porque según nos movemos hacia el Este, nuestros astros protagonistas van apareciendo cada vez más tarde y se ve más separada de esos 13º respecto a lo que se vio el día anterior desde el otro lugar.

En este caso La Luna ocultó Marte el día 18 desde zonas del centro y oeste de Norteamérica y norte de Centroamérica. Desde esos lugares al día siguiente a la misma hora solo se había movido 13 grados y le faltaban otros 4 para pillar a Júpiter, y fue más tarde, después de su orto desde el océano Indico, concretamente al Sur del mismo, cerca de las costas antárticas o en esa zona del interior del continente helado, cuando pudo verse que ocultaba al planeta gigante. Al día siguiente aproximadamente a la misma hora en los mismos lugares nuestro satélite también era visible y había recorrido los 13 º que le faltaban para llegar a la posición de Saturno, pero lo adelantó por el Sur (por encima visto desde el hemisferio Sur), sin ocultarlo.

Viajando más hacia el Sur la perspectiva cambiaría favorablemente, pero… se acabó la Tierra. Incluso desde el Polo Sur la Luna pasó por encima, con el agravante de que en esas fechas era de día las 24 horas y aunque lo hubiera ocultado no se habría visto a simple vista.
La amplitud de las zonas está calculada solo de manera aproximada, ya que no las he encontrado en las fuentes habituales.
Estas ocultaciones pueden verse en pleno día con telescopio, pero evidentemente no a simple vista. Y por eso, como los planetas solo estuvieron por encima del horizonte durante pocas horas al final de la noche, sin ayuda óptica solo pudo verse desde ámbitos geográficos reducidos.





Aunque parezca fuera de lugar, estaría justificado si provoca alguna sonrisa.

martes, 17 de marzo de 2020

Una ventana hacia el Sureste

Como las circunstancias son las que son, publico hoy un post diferente de lo habitual.
Diferente porque lo voy a intentar ir actualizando y completándolo durante 2 o 3 días (ojalá fueran 4), aunque esto no sea lo habitual en un blog. Además voy a intercalar un toque de humor, que tal como están las cosas nos viene bien a todos.

Ya comenté en el post anterior mi intención frustrada de viajar a un lugar adecuado para ver la conjunción de la fina luna menguante con los planetas, de madrugada. Evidentemente ahora, con el confinamiento en casa por culpa del coronavirus, eso no es posible pero he tenido la inmensa suerte de que los meteorólogos han anunciado una mejoría del tiempo en toda la zona norte de la península Ibérica, precisamente para mañana día 18, el día en que el fenómeno será más espectacular.

Situación de la Luna y los planetas Marte, Júpiter, Saturno y Mercurio hacia las 6:30 del 18-3-2020 en la península Ibérica o zonas cercanas.

Para el hemisferio Sur las condiciones serán mucho mejores al estar la eclíptica casi vertical por el horizonte Este de madrugada, como ocurre siempre en los amaneceres cercanos al equinoccio de marzo, nuestros protagonistas aparecerán sobre el horizonte Este, solo un poco hacia el Nordeste (ojo con la elección de la ventana, que no despiste el título del post, porque en este caso la ventana debería estar orientada al Este), y no habrá problema para ver a Mercurio en plena noche.

Además en América la conjunción será mucho más llamativa, extraordinaria diría yo, porque como amanece unas horas más tarde que en Europa, la Luna se habrá movido y estará pegadita a Marte y Júpiter. Incluso estos dos planetas se están aproximando, y aunque hasta el día 20 no alcanzan su máxima cercanía, en unas cuantas horas algo se notará.

Desde la zona más meridional de América y zonas de la Antártida, se producirá incluso la ocultación de Marte por la Luna.

Desde Buenos Aires por ejemplo, 45 minutos antes de salir el Sol. Mercurio ya estará a más de 15º de altura y los tres protagonistas principales a 55º. 
Dos horas antes podrá verse la Luna junto a Marte, y desde aquí por muy poco no habrá ocultación.

Los días siguientes la Luna se irá desplazando y disminuyendo la fase, hasta que el día 21 (a menos de 2 días de la fase nueva) mostrará un finísimo arco cerca del planeta Mercurio. Desde el hemisferio norte será difícil por la baja altura sobre el horizonte y la finísima Luna, pero precioso.

Solo tengo un problema: Casi todas las ventanas de mi casa tiene orientación SW y no se ve la zona del escenario donde se producirá la actuación.
Tengo una en la dirección adecuada, pero no me vale:
Ni aún agachándome y mirando hacia arriba, veo el cielo
Pero me he acordado del tragaluz abatible de mi trastero bajo-cubierta:
Esa sí. Orientación Sureste casi clavada.
Mi lugar de observación esta vez: foto desde el interior, y lo que se ve desde allí. Mañana subiré un poco más la ventana batiente
No creo que por subir al trastero incumpla lo de "Quédate en casa". A fin de cuentas forma parte de mi vivienda porque está incorporado en la misma escritura, y de todas formas estoy seguro que a eso de las 6 de la mañana no me voy a cruzar con nadie en mi escalera y no propiciaré ningún contagio.

Hoy día 17 está nublado, pero para mañana las nubes han prometido marcharse, al menos del norte de la península.

Esto que sigue, por supuesto va en broma. En las condiciones actuales creo que es conveniente introducir cuñas de humor en todos los ámbitos, sobre todo dirigidas a quienes están desesperados por el batacazo de la bolsa (esto va con ironía), y de todas formas prometo editar el post y borrarlas cuando toda esta movida del coronavirus acabe, entre otra cosas porque ya no será necesaria la ventana y podremos salir a observar desde lugares mucho mejores.

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A pesar de que no tengo telepatía, como decía en el post anterior, ya sé lo que estás pensando: Que no tienes ninguna ventana, ni en casa ni en el trastero, desde la que se pueda ver esa zona de cielo. Bueno, siempre se puede intentar buscar una solución a la desesperada. Échale imaginación.

- Ahora que todavía te queda algo de harina, azúcar y los últimos huevos, inviértelo en algo que merezca la pena: Haz esa tarta que tan bien te suele salir y sube al ático, donde vive esa-e vecina-o golosa-o con quien todavía no has tenido ninguna bronca seria, y dile que en estos momentos difíciles hay que confraternizar (ya sé que se desaconsejan las relaciones sociales, pero solos si solo sois dos ...) Cuéntale tu problema …   Seguro que te comprende, y que tiene un sofá donde podrás pasar esta noche para no molestarla despertándola con el timbre de madrugada. A las 6, levantarte y salir a la terraza … o quién sabe si … y al final encuentras el amor de tu vida, o por lo menos un consuelo paliativo.

O
- Haz que salte el automático de la antena colectiva de TV (yo no sé cómo se hace, pero seguro que tú si), o simplemente dile al presidente de la comunidad que no puedes ver tu canal preferido, que en estas condiciones de aislamiento lo necesitas imperiosamente (ponte un poco histérico si hace falta), y que sabes cómo arreglarlo en la antena, que por favor de deje las llaves de acceso a la trampilla del tejado.

O
- Dile a tu otra vecina del último piso, esa anciana amante de los animales, que tu gato se ha escapado al tejado y que te permita escalar desde su terraza para salvarle. Por supuesto lleva puesta la mascarilla, que es posible que estés contagiado-a sin saberlo, y ella es población de riesgo.

O ...

Te reirás, pero algo mucho más difícil hice yo con éxito, para poder ver la ocultación de Júpiter del 15 de julio de 2012 a las 2 de la madrugada cuando, sin haberme percibido del evento con la suficiente antelación, me fui con la familia a pasar unos días de vacaciones en Roma. Luego resulta que acerté sin querer, porque desde allí se vio el fenómeno completo y desde España solo la reaparición.
Nos aconsejaron un alojamiento adecuado para toda la familia, barato, sencillo pero digno, en un convento de monjas que utilizaban la primera planta como piso turístico con lo que se sacaban unos euros para los gastos de la comunidad religiosa. 

Sin ninguna esperanza de que me hiciera caso le expliqué a la madre superiora mi problema, y aunque los pisos superiores eran utilizados exclusivamente por la comunidad de hermanas y en la escalera de acceso tenían una verja de separación más inexpugnable que la prisión de San Quintín, le debí caer en gracia y con la promesa de que le demostraría mis buenas intenciones enseñándole al día siguiente una foto de los astros sobre la cúpula del Vaticano, rompió por primera vez en la historia del convento las rígidas normas, haciendo la señal de la cruz implorando el perdón divino, y me dio una llave con la que pude acceder a la azotea. “Pero no subas antes de esa hora y no hagas ruido, que no se enteren las hermanas”.


Esta es la foto poco antes de comenzar la ocultación de Júpiter (el 15-7-2012), tras las rejas de la verja de la azotea. A la derecha la cúpula del Vaticano, sobre la que se produjo el fenómeno visto desde la cubierta del convento, y la historia es totalmente cierta. 
Luego, en agradecimiento, de vuelta a casa les envié uno de mis libros, ese que se titula "Preguntas que surgen al mirar el cielo", que al menos por el título me pareció adecuado para que lo pusieran en su biblioteca, y creo que alguna hermana cogió la costumbre de rezar por la terraza del ático por las noches antes de acostarse, aunque tras el libro de oraciones llevaba escondido el mío.

Bueno, algún detalle de la narración está un poco exagerado y lo de la última frase me lo acabo de inventar, pero ¡Quien sabe! Que lo que sí me dijeron luego por email es que les había parecido muy interesante el libro.

Por cierto, la ocultación de Júpiter por la Luna también se produjo sobre el horizonte SE.
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18 de marzo:

No hubo suerte y, aunque las previsiones meteorológicas eran buenas, una densa niebla alta (o quizás la calima que sí habían anunciado ayer a última hora) hizo imposible ver nada desde mi ventana.

Bilbao, 18-3-2020, 6:33
Pero desde otros lugares hubo algunas personas que tuvieron más suerte.

Pongo imágenes robadas (no he podido contactar con sus autores), únicamente con objetivo didáctico, y las voy a enmarcar en mi ventana. Podía haber modificado los tamaños angulares para uniformarlos y adecuarlos al marco, pero no lo he hecho para no distorsionar demasiado el original.

Aunque no dispongo de la hora en que fueron hechas, debido a que el margen no es grande desde que aparecen por el horizonte hasta el crepúsculo, la longitud geográfica de Este a Oeste puede marcar la cronología:
Preciosa imagen de Joanna Fengler desde Polonia, con el trío (Júpiter, Marte, Luna) casi exactamente alineados.

Pero hubo más ...
A medida que van pasando las horas, los astros protagonistas son visibles antes del alba en lugares situados cada vez más al Oeste, y la Luna se va desplazando respecto a los planetas:

Más tarde desde Francia, Lachaud los capturó cuando ya la Luna se había movido un poco hacia el Este respecto a la línea Júpiter-Marte.
Horas después, cuando los astros protagonistas fueron visibles desde Canadá, George Liv obtuvo una imagen donde se ve claramente el cambio en la posición de la Luna, y donde también aparece Saturno, a la izquierda de la imagen.

Desde la costa Oeste de USA, Charles Chiofar pilló a la Luna ya alejándose más de la pareja Marte-Júpiter y dirigiéndose hacia Saturno.

19 de marzo:

Hoy tampoco había ningún frente nuboso sobre Bilbao, pero la niebla, mucho más densa incluso que ayer, me ha impedido ver nada desde mi ventana Sureste.
Voy a seguir robando imágenes de otros colegas e imaginarlas desde mi ventana.

Desde Zimbabwe, Peter Lowenstein lo vió en esta extraña orientación, debido a la relativa proximidad al ecuador, con la eclíptica casi vertical. La Luna ya había sobrepasado la posición de Saturno.
20 de marzo:

Aunque las nubes bajas han vuelto a estar presentes, hoy al menos dejaban algunos claros y me han dejado captar una imagen testimonial en un momento en que Júpiter aparecía en uno de ellos (el puntito situado justo sobre la antena parabólica).

Desde Bilbao, 20-3-2020 a las 6:35. 
Durante un instante pude ver a su lado a Marte, ayudado por los prismáticos para localizarlo, precisamente el día de su máxima aproximación (la conjunción de ambos planetas), pero no lo aprecio en la foto. No estoy seguro si es que no tuve reflejos para apretar el disparador rápidamente, en el breve lapso en que la nube dejó verlo y cuando lo hice el planeta rojo estaba nuevamente oculto, o que su pequeño brillo no es suficiente para destacar en el cielo del crepúsculo. Aún así, lo he "dibujado" en esta otra imagen, más o menos donde y como lo recuerdo.
6:36 Sobre una foto original se ha dibujado la posición de Marte
Eliot Herman, desde Arizona.
En esta imagen el autor ha aumentado de manera extraordinaria el brillo de las estrellas, pero no le de los 3 planetas, quizás para darle espectacularidad a la foto, pero hace que no destaquen los planetas tan fácilmente como en la realidad. Al igual que yo al poner mi ventana, Eliot ha hecho trampa. Por ejemplo La estrella (52 Sagitario) que aparece siguiendo la línea Júpiter-Marte aparece aquí más brillante que éste planeta, cuando en realidad es muchísimo más débil (magnitud 4.5)
21 de marzo:

Hoy sí. El último de los días previstos, por fín cielo está despejado en Bilbao, y he podido hacer la foto de Júpiter, Marte y Saturno desde mi ventana orientada al Sureste.

Incluso anoche, aburrido de las circunstancias adversas, no pensé en madrugar hoy. Pero mi mujer me animó y la sensación, esta madrugada al levantarme, mirar por mi ventana de casa antes de subir al trastero, y ver estrellas,  ha sido de subidón.

La Luna y Mercurio ya estaban imposibles y no aparecieron por el horizonte de esa ventana antes de que la luminosidad del cielo impidiera su visión. Realmente en mi latitud es difícil pillar a Mercurio en una elongación occidental (de madrugada) en fechas próximas al equinoccio de primavera, porque la eclíptica está muy horizontal por la zona Este. Desde Bilbao, ni aunque hubiera tenido ahí mi "ventana mágica" lo habría conseguido.


Bilbao, desde mi ventana Suroeste, el 21-3-2020 a las 6:21
Aquí, los tres planetas en una toma más cercana:
Marte, debajo de Júpiter (el más brillante) se va separando de él y se dirige hacia Saturno (hacia su izquierda), en un viaje que le llevará al otro lado de la foto para cuando la Luna vuelva a visitarlos.

Conclusión:
Con ésto acabo este post especial, de cuatro días de elaboración y edición. 
Ha sido una experiencia distinta, y me gustaría conocer tu opinión en un comentario, o un email a la dirección que puedes encontrar pinchando en mi perfil.
En un par de días borraré la parte humorística, tal como dije, a no ser que alguien me sugiera lo contrario.
Google me dice que estos días el blog ha tenido muchas más visitas de lo habitual, aunque puede haber sido como consecuencias del confinamiento de la población.

Espero que te haya servido cada uno de estos días para pasar unos minutos entretenida-o en tu aislamiento y, que como me ha ocurrido a mi en este proceso, aunque las condiciones sean malas, entendamos que no hay que desesperar y al final, como por la ventana hacia el Sureste, los nubarrones de la pandemia también desaparezcan.