Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

jueves, 3 de septiembre de 2015

El cielo, tu otro paisaje

Cuando casi por casualidad me picó el gusanillo de la astronomía, tenía entonces 21 años, había una idea que me motivaba. Yo quería descubrir las estrellas, esas estrellas que habían estado siempre ahí, formado parte de mi paisaje, y que a pesar de ello, no las conocía.

Todos tenemos un paisaje conocido, el que habitualmente nos rodea, que nos sabemos de memoria. Pero ese paisaje acaba en el horizonte. El otro paisaje, el del “horizonte para arriba”, para la gran mayoría nos es desconocido.

¿Con cuál de los dos paisajes te quedarías, el de arriba o el de abajo?      Sagitario y Escorpio desde Araúzo de Torre 7-2015

Podrá decirse que en muchas ocasiones la contaminación lumínica y las nubes nos impiden ver, y en definitiva conocer, ese paisaje. Que aunque nos aprendamos el cielo de hoy antes de irnos a la cama, mañana si nos levantamos aún de noche, será distinto. Incluso que si hacemos un largo viaje, también las estrellas que veamos pueden ser diferentes. Puede parecer difícil controlar todos esos cielos.

Quizás algo laborioso, pero no tanto como pueda pensarse. También viajamos frecuentemente a otros lugares y el paisaje “del horizonte para abajo” cambia totalmente, y sin embargo enseguida somos capaces de habituarnos a él y reconocerlo.
Lleva un tiempo, pero conociendo las distintas constelaciones que van desfilando por nuestro cielo a lo largo del año, nunca nos pillará de sorpresa el cielo que veamos a cualquier hora de la noche. Incluso antes algunos lo utilizaban para calcular la hora.

Sabemos que si nos vamos muy lejos, el cielo que veamos será diferente. Pero ¡Ojo! Si mantenemos la latitud veremos las mismas estrellas. Mucha gente se sorprende cuando le cuentas que en aquel viaje a Shangai o a New York el cielo era el mismo que veías en casa. Personalmente esta experiencia, estando a miles de km, rodeado de gente y lugares extraños, pero teniendo al llegar la noche el mismo paisaje por arriba, me dio una sensación agradable, acogedora, como de estar en un lugar conocido, casi como en casa.


No ocurre lo mismo si se cambia de latitud. La perspectiva va cambiando y si nos vamos al otro hemisferio, algunas constelaciones conocidas las vemos “cabeza abajo” y además veremos otras constelaciones nuevas. Ahí sí, descubriremos un paisaje nuevo además de las ciudades y lugares que visitemos o los montes que veamos.

Aunque estamos en el tramo final del verano, septiembre es también un mes de viajes para muchos, un momento de descubrir nuevos paisajes, y de comparar el del “horizonte para arriba” de nuestra localidad y de nuestro destino.

Orión desde los dos hemisferios. Debido a la simetría de la constelación, cuesta darse cuenta que están invertidas.   Desde San Pedro de Atacama y Araúzo de Torre.

Uno de los viajes que aconsejo a todo el mundo, es visitar el desierto de Atacama en Chile. Los paisajes son sencillamente magníficos. Pero no desaproveches el viaje y el dinero que has pagado. La mayoría de la gente descubre solo los paisajes “del horizonte para abajo”. Por el mismo precio, no dejes de alucinar con el descubrimiento del otro increíble paisaje: El paisaje “del horizonte para arriba”

Paisajes desconocidos para un habitante del hemisferio Norte: La Osa Mayor en una postura “imposible” y la zona de la Cruz del Sur y Centauro.   Desde S.Pedro de Atacama   

Hoy la mayoría de la gente vive en ciudades, desde donde es difícil ver ningún paisaje, quizás solo un trocito desde una ventana de casa. Tomando como referencia alguna constelación que alguien te pueda enseñar, como la Osa mayor, y fijándote en alguna estrella que se vea desde la ventana, cómo cambia cuando pasa el tiempo, cómo es relevada por otras, es un método lento pero muy bueno para ir tomando referencias que luego desde otros lugares con menos luces, quizás en vacaciones, te permitirán conocer todo el cielo. Ese fue mi método para descubrir el otro paisaje.


Según la latitud, veremos diferentes constelaciones

La altura de la Estrella Polar es siempre la latitud del lugar: lat

- Las estrellas que están a una distancia de la Polar menor que lat no se ocultan nunca. Son las estrellas circumpolares y en el gráfico están situadas dentro del círculo de trazo grueso continuo. Según viajemos hacia el Sur habrá menos estrellas circumpolares, y habrá más si vamos hacia el Norte.

- Las que están algo más lejos (trazo fino discontinuo) están por encima del horizonte la mayor parte de las horas. Se verán siempre que el Sol no esté justo en esa dirección.

- Las que están en el ecuador celeste (línea a trazos gruesos discontinuos) están por encima del horizonte 12 horas cada día. Cuando coincida con la noche (el Sol en la zona opuesta) se verán toda la noche, y si coinciden de día (el Sol en esa zona) no se verán. La mayor parte de los meses lo habitual es que estén encima del horizonte algunas horas de noche y otras de día.

- Las que están a una distancia de la polar casi 180º-lat (trazo continuo fino) aparecerán por encima del horizonte Sur solo un breve intervalo de tiempo. Solo serán visibles si en ese momento es de noche porque el Sol está en la parte opuesta

- Las que estén a una distancia de la polar mayor que 180º-lat no se verán nunca desde ese lugar.

Por ejemplo desde el Polo Norte, latitud 90º, como 90º=180º-90º, el primer grupo (circumpolares) y el último, coinciden. Todas las estrellas visibles desde allí son circumpolares (todas las de hemisferio norte celeste). Esas se ven siempre y solo esas.
Los polos son los dos únicos lugares de la Tierra que no comparten ninguna estrella.

Desde el ecuador, latitud 0º, no habrá ninguna estrella circumpolar, y podrán verse todas estrellas del cielo porque todas están a una distancia inferior a 180º de la polar. (180º-0º=180º)

Dos personas situadas en dos lugares cualesquiera de la Tierra en los que sea de noche en un determinado momento, tendrán algún lugar del “horizonte para arriba” (alguna zona común en el cielo) que puedan ver a la vez. Aunque estén separados miles de kilómetros, mirar simultáneamente un lugar común podría ser un manera “especial” de sentirse juntos.


6 comentarios:

  1. Muy buen principio. Me pega que tu has nacido para esto ;-)

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    1. Muchas gracias Gabino. Ese halago me ha llegado al alma y me ha planteado un buen reto.

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  2. Interesante, ameno y con un toque poético.
    Felicidades y ánimo para seguir con esta aventura que has iniciado.

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    1. Viniendo de una bloguera experimentada, la opinión se agradece especialmente.

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  3. Felicidades por este documento. Las inversiones de los dibujos de las constelaciones entre hemisferios son increibles y puedo verlas en tus palabras y imágenes aunque nunca he estado en Atacama ni otro lugar del hemisferio sur.

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  4. Gracias, Jose Manuel. Y si tienes ocasión de ir por allí, no lo dejes. Merece la pena incluso para quienes no miran el cielo.

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