Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

martes, 8 de diciembre de 2015

Una estrella muy especial para tí

Llega la época de regalos, y quiero hacerte uno "diferente". Es un regalo muy ligero, casi inmaterial, apenas unos fotones procedentes de una estrella muy especial para ti.
Si miramos al cielo en una noche despejada veremos muchas estrellas, pero no las vemos en directo. No vemos la estrella actual, sino la de  hace unos años ya que su luz necesita un tiempo para recorrer la enorme distancia que la separa de nuestro planeta.
Como cada estrella está a diferente distancia, estamos viendo un cielo de múltiples momentos diferentes del pasado. Considerando esta circunstancia y eligiendo la estrella adecuada según nuestra edad, podremos ver en directo una estrella como era el año que nacimos.
No es una foto ni una grabación. Es verlo directamente, como si usásemos una máquina del tiempo y retrocediésemos hasta ese momento.
Por ejemplo si tienes 25 años tu estrella es Vega, porque se encuentra a 25 años luz. Al mirar esa estrella en el cielo la verás como era hace 25 años, cuando naciste. Ese intervalo de tiempo es muy corto para la vida de una estrella y su aspecto no ha cambiado, pero piensa que están entrando en la pupila de tus ojos los fotones que salieron de allí cuando tú naciste, esas partículas de luz que han estado viajando por el espacio justamente el mismo tiempo que tú has estado viviendo.
Esta es tu estrella ahora, pero a medida que vayas cumpliendo años tendrás que cambiar de estrella. Aunque si quieres, puedes retener estos fotones que emprendieron su viaje desde Vega a la vez que tú iniciaste tu viaje por la vida. Hazles una foto y los podrás guardar: Si tienes 25 años haz una foto a la estrella Vega. La luz que salió de allí cuando tú naciste entrará en el objetivo de la cámara será captada por su CCD y dejará su marca. Esa marca, esa foto, la puedes guardar siempre porque esos fotones procedentes de Vega siempre serán los tuyos.
Vega y Altair. Agosto 2009
Esta es la estrella Vega, en la constelación de Lira, marcada en la foto con un círculo amarillo. Es el ejemplo significativo en esta historia. Distancia fácil de recordar por ser un número redondo, muy brillante, pasa muy cerca del cenit en verano en latitudes medias del hemisferio Norte. Ya se utilizó con esta idea, de los 25 años que tarda la luz, en la película “Contact” y en la novela en que se basaba, escrita por Carl Sagan. Muy recomendable, sobre todo la novela.
También puede verse desde casi todo el hemisferio Sur en zonas habitadas, prácticamente hasta la latitud 50º Sur, en los meses de invierno austral (junio, julio, agosto, septiembre) cerca del horizonte Norte. Si tienes 25 años pero vives más al Sur, también hay para tí otra estrella brillante: Fomalhaut.

Más adelante aparecen fotos de otras estrellas situadas a otras distancias para que elijas la tuya. Con todas ellas tienes dos opciones: Encontrar una estrella aproximadamente de tu edad, verla en el cielo y fotografiarla si quieres, o bien tener en cuenta cuantos años tenías cuando se hizo la foto y si te cuadra, te coges la imagen de aquí y la guardas. Es mi regalo.
Por ejemplo esta foto de Vega fue realizada en 2009, ese punto blanco es el efecto producido por la luz que salió de la estrella en 1984, 25 años antes. Para una persona nacida ese año, la imagen de la foto seguirá siendo la de su estrella, aunque ahora en 2015 ya haya cumplido los 31.
En la misma imagen, aparece Altair, otra estrella para regalar a gente joven. Para alguien que tenga 17 años y la vea directamente en el cielo.
La otra estrella brillante de la foto (Deneb, a la izquierda), me temo que no se la vamos a poder regalar a nadie, porque está a nada menos que a 3200 años luz.
Para otras edades, puedes buscar en las siguientes imágenes una estrella situada aproximadamente a la distancia adecuada en años luz según tu edad e intenta verla en el cielo. Puedes localizarla y obtener su situación utilizando un planisferio o mapa celeste, o más fácil con un programa de ordenador, por ejemplo Stellarium. Escribes el nombre, te la busca y averiguas cuándo y dónde puedes verla en el cielo.
Si en estos ejemplos no encuentras exactamente la tuya, elige una un poco más lejana y espera unos años para verla.
Mientras tanto, también puedes ir buscando la imagen de otras estrellas tal como eran en momentos importantes de tu vida: cuando te enamoraste, o cuando tu equipo ganó la liga, o cuando nacieron tus hijos.
O buscar la estrella de tu amigo-a, le haces una foto y se la regalas. Además el año que viene puedes repetir regalo porque ya no será la misma estrella.
Gacrux, Menkent y Alfa Centauro. Hemisferio Sur, abril 2013
Si vives en el Hemisferio Sur y tienes cerca de  60  años, no olvides recoger tu regalo en la constelación de Centauro, la estrella Menkent, marcada en azul. Para la abuela de 88 años la adecuada es Gacrux (círculo amarillo) y para el pequeñín de la casa que todavía no ha cumplido los 4 años, localiza Alfa Centauro (en verde) y cuando los cumpla se la enseñas. O le haces una foto y se la guardas para siempre. En ese momento quizás pienses que parece que fue ayer cuando nació, pero no. Ya ha habrá llegado la luz que salió de una estrella en aquel momento. De la más cercana.
Capella y Aldebarán. Agosto 2009
Capella , redondeada en amarillo a 42 años luz y Aldebarán la estrella más brillante de Tauro, marcada en verde, a 67 años luz.
 
Arturo y varias estrellas de la Osa Mayor. Agosto 2009
Arturo, a 37 años luz. Fácil de localizar siguiendo la cola de la Osa mayor.
Los menos jóvenes pueden encontrar su estrella en la Osa Mayor: Mizar redondeada en rojo a 78 años luz y Alkaid, en verde, a 100.

Cástor y Polux. Agosto 2015
Polux (remarcada en azul) a 34 años luz y Castor (en blanco) a 52, ambas en Géminis

Sirio, Procion y la constelación de Orión. Agosto 2014
Sirio, la estrella más brillante del cielo (marcada en azul) a 9 años luz y Proción (en blanco) a 12, para los preadolescentes.
Si te gusta la Historia puedes encontrarle otro aliciente a todo esto. Busca estrellas más lejanas hasta encontrar la que emitió esa luz en la revolución francesa o cuando Colón llegó a América, por ejemplo. En la última foto, aunque parece que la constelación de Orión (con las estrellas numeradas indicando su distancia) puede ser algo compacto por su simetría, encontrarás en ella estrellas a distancias muy diversas, desde la que era así el año de la independencia de Cuba hasta otra de la época de la muerte de Cristo.
En un programa informático como Stellarium puedes ir picoteando estrellas y ver su distancia hasta encontrar la que buscas.
Los datos concretos, tanto en estas fotos como en el listado final, pueden variar ligeramente de una fuente a otra porque los métodos de cálculo de distancias a veces no suelen ser demasiado precisos. Para nuestro objetivo esto no debe tener mucha importancia, o incluso puedes utilizarlo a tu favor.

Si en estas fotos no has encontrado tu estrella, o eres de esos-as que no se conforman con el “poco más o menos”, y no puedes esperar a cumplir algún año más, aquí tienes un listado más completo con casi todas las edades.
Pero si no consigues encontrar la estrella en el cielo por tus propios medios, siempre puedes pedir ayuda a algún experto. Le das el nombre de la estrella y que te la busque. En compensación luego le dices cuál es la suya, porque seguramente no se la sabrá.

En la tabla, primero aparece la distancia en años luz y luego el nombre de la estrella. Todas se pueden observar a simple vista.
4  Rigil kent (Alfa Centauro)
9  Sirio (Alfa Cma)
10 Epsilon Eridani
11 Proción (Alfa Cmi)
12 Tau Ceti
16 40 Eridano
17 Altair (Alfa Aql)
18 Alsafi (Sigma Dragon)
19 Eta Casiopea
20 Delta Pavones
21 Gliese 892 
22 Xi Boyero 
23 HR 753
24 Beta Hidra 
25 Vega (alfa Lyr)
26 Tabit
27 Mu Hércules
28 Zeta Tucán 
29 Gamma Liebre
30 Beta Cab. deBerenice
31 61 Osa mayor
32 HR 511
33 Alfa Mensae
34 Póllux  (beta Gem)
35 Zeta Hércules
36 Denébola (beta Leo)
37 Arturo (alfa Boo)
38 Iota de Pegaso
39 Deneb Algedi (Delta Cap)
40 Beta Triang. austral
41 55 Cáncer
42  Capella (alfa Aur)
43 58 Eridano
44 Theta Osa mayor
45 Errai (gamma Cep)
46 Fornacis 
47 Rasalhage (alfa Oph)
48 Talitha (iota Uma)
49 Alderamin (alfa Cep)
52 Castor (alfa Gem)
53 Hip 50954
55 Caph (beta Cas)
58 Zosma (delta Leo)
59 Sheratan (beta Ari)
60 Menkent (Theta Cen)
64 Epsilon Escorpio 
65 Aldebaran (alfa Tau)
66 Hamal (alfa Ari)
69 Theta Dragon
73 Epsilon Cyg
74 Heze (Zeta Vir)
76 Gemma (alfa CrB)
77 Régulo (alfa Leo)
78 Mizar (zeta Uma)
79 Delta Vela 
80 Merak (Beta Uma)
81 Megrez (Delta Uma
82 Kaffaljidhma (Gamma Cet)
83 Phad (Gamma Uma)
84 Neta Ofiuco
87 Algerab 
88 Gacrux (Gamma Cru)
89 Cursa (Beta Eri)
90 Algol (Beta Per)
92 Eta Dragon
96 Diphda (Beta Cet)
97 Alpheratz (Alfa And) 
98 Altais (Delta Dragon)
99 Ksora (Delta Casiopea)
100 Alkaid (Eta Uma)


Para concluir, una aclaración: 
En Internet puedes encontrar varias páginas donde te venden estrellas. Te dicen que puedes ponerles el nombre y te dan un certificado. Cuanto más pagues, conseguirás una estrella más brillante. Evidentemente es un timo porque nadie puede vender lo que no es suyo y lucrarse con ello. Los nombres de las estrellas ya están determinados y solo la Unión Astronómica Internacional los adjudica, aunque a veces sea por votación popular. Nunca deberías comprarte una estrella en Internet.
Yo te la regalo. Si quieres, tu mismo-a te puedes hacer el certificado, porque tendrá el mismo valor que el que alguien te pueda enviar. Pero en realidad no te regalo la estrella sino la información sobre cuál es la tuya para que puedas presumir de ella y disfrutes con el significado que para ti tengan sus fotones.


Relacionada con este tema de las distancias de las estrellas y el tiempo que tarda su luz en llegar a nosotros, hay una frase que habrás oído más de una vez: “Cuando miramos al cielo, algunas de las estrellas que vemos es posible que ya no existan”, porque podrían haber muerto cuando la luz que ahora vemos ya estaba en camino.
Según parece eso no es cierto, al menos si estamos observando en un lugar del hemisferio Norte de una latitud superior a 25º. Pero podría haber una opción para los observadores del hemisferio Sur, desde donde se ve la estrella Eta Carinae a 7500 años luz que, aunque no es muy probable, según algunas opiniones podría haberse apagado ya o haber cambiado drásticamente.
La razón por la que, salvo este caso, no vemos ninguna estrella que ya no exista, es que el proceso mediante el que una estrella muere dura más de unos cuantos miles de años, que en distancia recorrida por la luz en ese tiempo es donde están las estrellas más lejanas visibles a simple vista. La “muerte” de una estrella no es un proceso instantáneo, y detectaríamos los síntomas antes de que ocurriera, aún con el margen del retraso de la llegada de su luz. Ahora mismo la única estrella  que presenta esos síntomas y podría estar en ese proceso es la mencionada Eta Carinae, aunque es una estrella muy especial y nadie sabe exactamente cómo evoluciona.

Sí podría darse esa circunstancia en una explosión de Supernova, una estrella de muchísima masa en el tramo final de su vida, antes de convertirse en un objeto muy denso e inobservable. Una estrella, normalmente muy lejana y que no vemos, estalla y aumenta su brillo millones de veces viéndose desde aquí como una estrella nueva durante varias semanas o meses y luego se apaga. Si vemos una supernova en el cielo, es seguro que ya no existe como tal en ese momento porque el estallido dura como mucho unas semanas o meses y suelen estar a millones de años luz.. Pero es una circunstancia muy infrecuente y la última apreciable a simple vista apareció hace más de 400 años.

Frecuentemente aparecen supernovas en otras galaxias y solo son visibles con telescopios. Estas estrellas nos pueden servir de referencia para buscar épocas geológicas o evolutivas de cuando la estrella que estamos viendo en el ocular del telescopio estalló. Cuando salió de allí esa luz. Por ejemplo, como la galaxia de Andrómeda está situada a algo más de dos millones de años luz, una supernova que viésemos allí, realmete estalló cuando los mamuts proliferaban en la Tierra y el hombre todavía no había aparecido.

Hay otro ejemplo en que se puede ver un astro cuando en realidad ya no está brillando, porque vemos la luz que salió de allí unos minutos antes, cuando sí lo hacía. Tampoco se ven a simple vista pero es suficiente cualquier telescopio sencillo. Se trata de los satélites de Júpiter que reflejan la luz del Sol pero periódicamente y a intervalos relativamente cortos sufren eclipses. Una vez que el eclipse ha comenzado seguimos viendo el satélite durante unos minutos. Teniendo en cuenta que la distancia a la que se encuentra Júpiter varía bastante, ese retardo es diferente, y realizando observaciones de estos eclipses con el satélite Io se obtuvo la primera estimación de la velocidad de la luz en 1676.

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