Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

lunes, 22 de febrero de 2016

Magia en el sexto planeta

¿Hay magia en las inmediaciones del sexto planeta?
Alguien que lo observara sin más, un espectador no demasiado quisquilloso que no vaya decididamente a pillar el truco, sorprendido por lo que ve diría que sí. 
Pero como siempre en estos casos existe una explicación, lo que lo convierte en una simple sesión de ilusionismo. Una sesión con dos ayudantes casi desconocidos que dan la cara en el escenario, aunque detrás de bambalinas está el mago, mucho más famoso, cuya aportación es fundamental. 
Una sesión que, quizás para salvaguardar el “truco” como aconsejan todos los ilusionistas, no se prodiga demasiado. Solo una vez cada 4 años, pero nunca falla. Ni en la puntualidad ni en su sorprendente y cuidada realización.
A la derecha los protagonistas, los satélites Jano y Epimeteo, aunque en realidad solo sean los ayudantes del sexto planeta que se intuye a la izquierda de la imagen, fuera de escena.
Créditos: Cassini Imaging Team, SSI, JPL, ESA,NASA  


Cuando me puse a escribir este post lo que más me costó fue elegir el título. Tardé en decidirme, después de dudar entre unas cuantas opciones:
- “Dos lunas encadenadas entre sí, pero que no se pueden encontrar”.
- “La atracción les aleja. Como dos amantes malditos, su propia atracción mutua hace que no puedan ni siquiera tocarse”
O incluso: -“El satélite de dos caras o ... ¿dos satélites en la misma órbita?”,   -“Danza salvadora”,   -“Baile mágico” ,  o    -“Lo más increíble del Sistema solar, que nunca hayas imaginado”.
Esta última sería muy apropiada para atraer la atención pero me pareció demasiado larga para un título.

Desde el tercer planeta nuestros protagonistas, los satélites  de Saturno Jano y Epimeteo, se verían muy débiles, y su magnitud ronda la 14 y 15 (a simple vista no se puede ver más allá de la 6), Desde luego, están fuera del alcance del equipo de un astrónomo aficionado medio, no tanto por su poco brillo sino sobre todo por la proximidad al planeta y a su anillo, cuya luz saturaría la zona. Pero con el rápido avance tecnológico y los nuevos equipos que sin duda irán apareciendo, probablemente desaparecerá ese problema dentro de poco tiempo.
Como imaginar es libre, imaginemos que ya podemos captar su imagen o que nos la pasa alguien con acceso a un gran telescopio, y yo te cuento lo que veríamos:


martes, 16 de febrero de 2016

Pero, ¿Por qué Mercurio?

Este post es continuación del anterior, que deberías leer antes que éste, clicando aquísi todavía no lo has hecho.
Allí se expone que Mercurio es el planeta que, con mayor frecuencia, está situado en una posición más cercana a la Tierra que todos los demás. Esto ocurre porque, aunque no es el que más se acerca, sí es el que menos se aleja. 
Aquí, en los anexos habituales de este blog, se dan datos concretos y explicaciones.


Antes de ello, quiero recoger una enorme casualidad que se produjo casi nada más publicar el anterior post:
Si allí se citaba que yo recordaba que al menos en dos ocasiones en concursos de la tele había aparecido la pregunta “¿Cuál es el plantea más cercano a la Tierra?”, y la respuesta dada como válida no era probablemente la correcta, no habían pasado 24 horas de haberlo publicado cuando en el programa “La ventana” de la Cadena Ser, el popular presentador Carlos Sobera hacía precisamente esa pregunta al concursante de turno. 
En este caso, el planeta que se daba como respuesta correcta (como siempre, Venus) estaba ese día más lejos que Mercurio, e incluso que Marte.
El dato, y el link que aquí te pongo donde puedes  comprobarlo en el minuto 52:35 de la grabación, me lo ha proporcionado mi colega en la enseñanza y divulgación de la astronomía, y gran amigo, Manu Arregi, autor durante unos cuantos años del magnífico blog “EL NAVEGANTE”, que aún puedes consultar.

 Me han preguntado que cómo me di cuenta de que habitualmente, y aparentemente contra toda lógica,  el planeta más cercano era Mercurio. Por supuesto que no soy un estricto inspector del Sistema Solar. Fue de manera empírica y casual.
Uno de los ejercicios, que a veces hace el alumnado que viene al Aula de Astronomía de Durango, consiste en medir con un metro diversas distancias en la maqueta, reproducida exactamente a escala, de las órbitas y posiciones planetarias que está trazada en el suelo (incluye también la órbita de un cometa, la trayectoria de la misión espacial Curiosity, la visualización de las leyes de Kepler, ...) y que aparece en la imagen.


La escala es muy fácil de manejar: 1 centímetro equivale a un millón de kilómetros. Uno de los objetivos de hacer mediciones directamente en el suelo era que se sorprendieran obteniendo la distancia Tierra-Sol en invierno y en verano, y desecharan el error frecuente en la causa de las estaciones. 
Ya puestos, por hacer algo más, les propongo medir la distancia de la Tierra a los otros tres planetas cercanos, cuya posición actualizamos semanalmente a partir de una tabla de elongaciones (separación angular respecto al Sol) y dejamos marcada con etiquetas adhesivas, sobre las que luego solemos colocar esferas que representan a los planetas para visualizarlos mejor.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Mercurio, el planeta más cercano, a la Tierra.

El título es totalmente correcto. No es lenguaje metafórico como en otras ocasiones, ni me he confundido de planeta.
Tampoco pienses que en este caso con la palabra “cercano” me refiero a “más parecido” como a veces se dice, ni ha sido una traducción inadecuada del inglés, ni tampoco quiero indicar que “sintoniza contigo”, como en ocasiones utilizamos ese término al referirnos a personas.
El más cercano al tercer planeta, es el primero. En distancia, en línea recta, en kilómetros o en Unidades Astronómicas (Suponiendo que estás leyendo esto no más de 10 días después de que lo publiqué) 
¿Y qué pasa con el segundo, que está entre ambos? Me preguntarás.

Para que veas que no voy de farol, te pongo aquí los números que me acaba de dar ahora mismo el programa Stellarium, que coinciden con los datos que dan otras fuentes totalmente fiables, para hoy día 10 de febrero de 2016:
Distancia Tierra-Mercurio 1.05 Unidades Astronómicas (en kilómetros, multiplicar por 149.6 millones)
Distancia Tierra-Venus 1.40 U.A.
Distancia Tierra-Marte 1.28 U.A.
Está claro.
Se Puede comprobar con cualquier programa de efemérides, que Mercurio es el planeta que tenemos más cerca desde el pasado 24 de diciembre hasta el próximo 20 de febrero.
Seguramente ya te habrás dado cuenta de la “trampa”: Las distancias cambian continuamente porque los planetas se mueven en sus órbitas, con diferentes periodos y la configuración del sistema va cambiando.

A la izquierda, la posición de los planetas hoy mismo (10-2-16) con indicación de las distancias por medio de flechas, y a la derecha otra situación en que Mercurio también era el más cercano, a pesar de que estaba en la posición más lejana posible, al otro lado del Sol (a mediados de diciembre de 2014).
Estamos acostumbrados a ver los planetas dibujados en línea recta, partiendo del Sol, como en esta imagen, pero eso solo es una manera de representarlos, que evidentemente no corresponde a ninguna situación concreta de una fecha.


Está claro que normalmente quien pregunta “¿Cuál es el más cercano?” lo que en realidad quiere preguntar es “¿Cuál es el que más se acerca? ”, y en ese caso la respuesta correcta sería Venus, pero evidentemente el subconsciente le juega una mala pasada y se equivoca al construir la frase.
También el que responde a la pregunta si sabe un poco de astronomía, la oye bien pero su subconsciente la interpreta mal, con lo cual si se trata por ejemplo de un concurso, ganará el premio a pesar de responder incorrectamente.

sábado, 6 de febrero de 2016

La Luna se tumba

Si vives en el hemisferio Norte y el próximo miércoles (10 de febrero de 2016), o el jueves, después de atardecer tienes el horizonte Oeste sin muchas nubes, o si aunque esté nublado percibes algún claro en el cielo, mira hacia allí y verás una preciosa Luna. Con una fase muy fina, próxima a ponerse o quizás ya ocultándose, dará una imagen verdaderamente llamativa. Pero quizás, sin darte cuenta el porqué, te parecerá algo rara.   ¡Pero si está tumbada!

Luna y farolas en S. Pedro de Atacama el 7-4-2013.
 Esta imagen en realidad corresponde a la salida de la Luna próxima y posterior al equinoccio de otoño en el hemisferio Sur, que es análoga a la situación de ocaso (puesta) próximo y anterior al equinoccio de primavera en el hemisferio Norte, los citados días de la próxima semana.
En el hemisferio Norte estamos acostumbrados a ver la Luna creciente con la figura erguida, en forma de letra D, la curvatura a la derecha, (el terminador –límite entre la parte brillante y la parte oscura- a la izquierda), y las puntas de la Luna dirigidas hacia la izquierda. Esta imagen, o su simétrica correspondiente a la luna menguante en forma de letra C es el típico icono de “medialuna” que aparece en cualquier lugar para referirse a la Luna en general, o incluso a la noche. (En el hemisferio Sur al revés la D y la C y por eso suele decirse que la Luna en el Norte es mentirosa pero en el Sur no, refiriéndose a las iniciales de Creciente y Decreciente)
Sin embargo los dos días citados, en el hemisferio Norte poco antes de ponerse tendrá las puntas dirigidas hacia arriba, en una postura casi horizontal, tan extraña que casi no lo vas a volver a encontrar así en todo el año. Puedes pensar que quizás te esté sonriendo.

El triángulo en la apoteosis final

El final del espectáculo de los cinco planetas ha sido magnífico. 

Por primera vez, que yo recuerde en la zona donde yo vivo, en la incertidumbre de la espera a un espectáculo celeste consultando previsiones meteorológicas, éstas fueron mejorando drásticamente la víspera. Y no solo eso, sino que además se cumplieron.

Un precioso amanecer, como marco de la imagen que nos mostraban los 4 astros más cercanos al Sol, contando también al tercer planeta, que así mismo aparece en la foto. 
En nuestro cielo, La fina luna menguante acompaña al brillante Venus y al escurridizo Mercurio.
La Luna, Venus y Mercurio, al alba del 6 de febrero de 2016, sobre el espléndido escenario del macizo del Gorbea, monte mítico por estas tierras, cuya cruz, que aparece incluso en el cancionero popular, podrías quizás intuirla en la suave cima redondeada de la izquierda si amplias la foto. Imagen obtenida desde Orozko (Bizkaia)
Por supuesto, que también estuvieron el resto de actores, pero a esos ya los tenemos muy vistos y seguirán acompañándonos durante unas semanas más. Hoy, lo importante ha sido la apoteosis final.

Aunque soy consciente que un post de un blog no debería nacer nunca con la intención de ser modificado posteriormente, creo que en este caso merece la pena publicar ya la imagen fresca que aún mantengo en el recuerdo inmediato de poco más de dos horas, y casi en la retina; y anuncio la intención de añadir, tranquilamente durante los próximos días, nuevas imágenes de las sesiones del espectáculo de ayer y de hoy.

En esta otra imagen, obtenida unos minutos antes que la anterior, los protagonistas del triángulo quedan mucho más explícitos, y a muchas personas les gustará más el resultado de la foto, pero ésto no es lo que yo vi.

Porque además, anuncié que hoy mismo iba a publicar otro post sobre la Luna, que quizás es el que esperabas encontrar cuando has entrado en el blog hace unos instantes, y se me acumula el trabajo. Eso será hoy sábado 6 de febrero, pero por la tarde, cuando lo tenga ultimado.