Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

martes, 29 de marzo de 2016

Júpiter; ahora si.

Han pasado ya varias semanas de la tan anunciada oposición de Júpiter que ocurrió precisamente el día internacional de la mujer (puedes ver en este link lo que se dijo entonces), y por lo tanto ya ha llegado la época en que yo disfruto más enfocando con mi telescopio al quinto planeta.
Lo veo un poco más pequeño que el 8 de marzo (apenas un 5%  que no es nada), a simple vista me parece exactamente igual, pero con el telescopio le saco mucho más jugo ahora, viendo los juegos de luces y sombras de sus cuatro principales satélites.

Como habrás imaginado por el párrafo anterior, para poder ver los espectáculos que te voy a describir es necesario utilizar telescopio. Pero como este blog es “para todos los públicos”, aunque no estén metidos en este mundillo, en caso de que no dispongas de este instrumento, al final del post (*), después del anexo, te digo lo que podrías hacer.

Teniendo en cuenta que las órbitas de estos satélites están prácticamente en el plano ecuatorial de Júpiter, y que la inclinación tanto de la órbita del planeta como de su eje de rotación son muy pequeñas, según van girando en torno al planeta nosotros con el telescopio les vemos casi alineados y con un movimiento de vaivén oscilando a un lado y otro de Júpiter.
Imagen de Júpiter y sus 4 grandes satélites Io, Europa, Ganímedes y Calisto, por orden de proximidad real al planeta, tal como pueden apreciarse con un telescopio.

La simple observación de estos satélites tiene su atractivo. El apreciar sus cambios de posición en relativamente poco tiempo, de una hora a otra, e incluso en unos cuantos minutos minutos si tenemos una referencia, por ejemplo cuando están cerca del planeta acercándose o alejándose de él desde nuestra visual, o cuando parecen aproximarse unos a otros.

Es muy ilustrativo el siguiente vídeo y la imagen previa, obtenido y elaborado por Paco Bellido, desde Córdoba.


Este magnífico trabajo (a pesar de que su autor se lamenta de que las condiciones del cielo no eran buenas) es un time-lapse, donde el tiempo está muy acelerado para apreciar en 6 segundos los movimientos de los satélites durante casi hora y media.

Además, y de esto quiero hablarte especialmente, estos satélites  en sus revoluciones alrededor del planeta, producen una serie de fenómenos no muy difíciles de seguir con un telescopio y un cielo limpio: ocultaciones y eclipses cuando pasan por detrás del planeta o de su sombra, tránsitos del satélite y de su sombra por delante del disco de Júpiter, suponen unos espectáculos  muy frecuentes y dinámicos, comparados con otros objetos o fenómenos celestes.
Según el nivel, los objetivos del observador y el equipo de que disponga, le resultarán más interesantes y disfrutará más con unos fenómenos o con otros. Aquí aparecen descritos empezando por los más difíciles de observar y acabando por los más espectaculares y fáciles para los neófitos.


Tránsitos: La dificultad de lo delicado y sutil

De los mencionados cuatro fenómenos, los tránsitos no son muy fáciles de observar por la mayoría de los aficionados que aún no hayan adquirido un cierto nivel observacional o tengan un telescopio muy modesto. Sobre todo los tránsitos de los satélites por delante de Júpiter. Los tránsitos de las sombras son más fáciles de ver porque están más contrastados: la sombra del satélite oscura pasa por delante del disco del planeta que vemos brillante.
Una situación interesante es cuando (como se ve en la siguiente imagen y vídeo, también de Paco Bellido) el satélite está fuera del disco de Júpiter, y por ello fácilmente visible, mientras que la sombra se proyecta todavía sobre el planeta, por la diferente dirección de nuestra visual con Júpiter y la línea Sol-Júpiter.


Con un equipo suficientemente bueno, se puede disfrutar de los tránsitos, casi tanto como puedes hacerlo ahora visualizando este otro time-lapse , aunque hay que decir que en una observación real es mucho más difícil apreciar detalles.


Ocultaciones: Fáciles y previsibles

Pero con lo que no vas a tener ningún problema es con la visión de las ocultaciones y el comienzo y final de los eclipses, porque es verlos o no verlos, casi de repente.
En una ocultación, vemos el satélite acercándose a Júpiter hasta que se esconde por detrás. No tiene ningún misterio, únicamente el intentar ver ese último instante en que somos capaces de diferenciarlo del disco del planeta, comprobar la diferencia con el momento teórico, y comparar la agudeza visual de varios observadores, si estamos acompañados. “Yo ya no lo distingo, ¿tú sí?”.


Eclipses: espectáculos de ilusionismo

Nos quedan los eclipses, mis favoritos. 
Si estás acostumbrado a observar los astros con tu telescopio, preferirás el reto de apreciar los tránsitos y eso de los eclipses quizás te parezca algo simplón y sin mucho interés. Pero si eres novato en esto, o eres como yo, que aunque también hayas observado muchas veces esas otras sesiones para mayores “con reparos”, seguramente no  te atraerán demasiado los tránsitos o esos otros espectáculos llamados “fenómenos mutuos” de los que os hablaré en otra ocasión, tan difusos que a veces no sabes si los estás viendo o no.
Aún sabiendo cual es el truco de cada sesión  de ilusionismo, a mi me gusta derjarne sorprender por estas desapariciones y apariciones “misteriosas”, que parece que ocurren por arte de magia.
Además las podemos ver con un telescopio modesto desde la ventana de casa.
Al igual que nuestra Luna, los satélites de Júpiter también sufren eclipses cuando entran en la sombra del planeta y dejan de recibir la luz del Sol. Vistos desde aquí, literalmente “se apagan”, o cuando acaba el eclipse “se encienden”.

Te cuento aquí cómo se ven estos fenómenos ahora, una vez pasada la oposición de Júpiter, y en el anexo te doy la situación anterior, aunque esta última no te servirá hasta el próximo invierno, antes de la siguiente oposición de Júpiter en abril de 2017.

a) Eclipses “más habituales”
Se ve solo el final del eclipse.
Cuando un satélite sufre una ocultación al pasar por detrás del planeta, al cabo de un tiempo debería aparecer por el otro lado del disco de Júpiter, pero si esperamos atentamente verle surgir por el borde de dicho disco, nos sorprenderá porque en la mayoría de los casos lo veremos aparecer ya separado de él a una cierta distancia, de pronto, como de la nada. En mitad el cielo negro se enciende casi de repente una luz.
Esto es porque el satélite estaba eclipsado por la sombra de Júpiter, y al no coincidir la dirección de esa sombra con la de nuestra visual, el final del eclipse, momento en que volvemos a verlo, ocurre cuando desde aquí está ya separado a una cierta distancia, a un cierto ángulo del planeta, como se ve en el gráfico.


Estos días todavía esa distancia del planeta a la que surge no es mucha, y aparecerá casi pegado a él. Quizás ahora no te sea muy fácil el apreciar el fenómeno que te he descrito, pero a medida que pasen las semanas será más claro y muy evidente. Entonces el problema será que Júpiter estará menos horas observable de noche, y el fenómeno debe ocurrir lógicamente en ese intervalo para poderlo ver. Eso es cuestión de suerte porque todo eclipse de los próximos 5 meses se verá desde algún lugar de la Tierra.
Hay que estar atentos, consultando la tabla de efemérides sabemos cuando ocurrirá, pero hay que empezar a observar unos minutos antes de la hora que nos ha dado la tabla porque ese dato corresponde al final del eclipse. Pero un poco antes, en la fase de eclipse parcial, ya empieza a verse algo.


b) Eclipses “especiales”
Hay algunos eclipses especialmente llamativos que se producen en ocasiones en los dos satélites más externos si la fecha está suficientemente alejada de la oposición de Júpiter. El espectáculo que nos ofrecerán será doble porque veremos el comienzo y el final del eclipse.
El satélite puede entrar en la sombra de Júpiter después de que nosotros (desde otro ángulo) ya lo hayamos visto asomar de detrás del disco del planeta.
Primero vemos el satélite esconderse detrás del planeta, luego aparece por el otro lado, después desaparece como por arte de magia, y posteriormente vuelve a aparecer, tal como se visualiza en el gráfico.

Esta situación no se da en los eclipses de los dos satélites más interiores (Io y Europa), ni en los otros dos en fechas relativamente próximas de la oposición. En esos casos “solo” puede observarse el fin del eclipse (momento 4) porque el comienzo (punto 3) está detrás de Júpiter.

Un listado de todos los fenómenos puedes obtenerla cada mes en la página de Sur Astronómico  http://surastronomico.com/jupiter

A continuación en la tabla de la izquierda he seleccionado los eclipses “más habituales” de estos próximos días, los que te permitirán solo ver aparecer el satélite al final del eclipse, para que te vayas habituando a observar. En fechas posteriores tendrás muchos más en el enlace antes citado.
En la tabla de la derecha, están todos aquellos eclipses en que podría verse el comienzo (Columna C Ecl) y el final (F Ecl). Que no se te pasen, que no hay muchos. También aparece otra columna con el momento en que aparecen por el borde del planeta al final de la ocultación (F Ocul), a modo indicativo pero no es importante.

En negrita están marcados los que se ven desde la península Ibérica. La hora se da en Tiempo Universal. Para España debes sumar dos horas y una hora para Portugal. Para otros lugares, además de calcular la hora local debes comprobar que es de noche, pero que Júpiter todavía está visible, ya que cada vez se oculta antes. Cuando los tres momentos corresponden a diferente fecha, se indica la del primero de ellos.

A veces varios de los satélites se eclipsan con poco tiempo de diferencia, y le dan al fenómeno un aire más sorprendente. Por ejemplo si vives en Sudamérica, atención a la noche del 17 al 18 de junio en que hay actuación conjunta de Io y Calisto
Simulación obtenida con el programa Stellarium, tal como se verá completa desde Río de Janeiro.       Fijarse en los intervalos de tiempo.
De la posición 1 a la 2 se produce el fin del eclipse de Io y aparece entre Júpiter y Calisto.
De 3 a 4 comienza el eclipse de Calisto, y de 5 a 6 acaba, pero Io, a su lado continúa igual. Ya tuvo antes su eclipse..  
Desde el continente europeo solo se verá el final del eclipse del satélite Io, que aparece de repente cerca de Calisto. Desde gran parte de  Sudamérica se verán los dos satélites acercarse, moverse casi juntos, de pronto desaparece Calisto, Io se va alejando de Júpiter, pero en un momento vuelve a aparece Calisto junto a él, como si le hubiera estado siguiendo, escondido. Desde el Este de Brasil podrá verse el espectáculo completo

ANEXO:


- El día de la oposición (y días cercanos) es el peor momento para estas observaciones.
En los días o semanas cercanas a la fecha de la oposición, los tránsitos de la sombra casi coinciden con los del satélite, pudiendo dificultar su observación. En fechas lejanas puede verse simultáneamente la sombra proyectada en el disco de Júpiter, y el satélite visible fuera de él, que transitará bastante antes o después de la sombra, lo cual es muy llamativo, como se aprecia en uno de los vídeos de Paco Bellido.
También en estas fechas los eclipses acaban o empiezan muy próximos al disco del planeta y apenas se puede apreciar el momento más interesante. 
Tal como se ha citado antes, a medida que nos alejamos de las fechas de la oposición, los eclipses  se ven más fácilmente y son más llamativos. Pero aparece un problema: Júpiter se ocultará cada vez antes y tendremos menos horas para poder observarlo o "cazar" los fenómenos de los satélites que por ello serán observables desde una zona de la Tierra menor.

- Diferencias antes y después de la oposición. Normalmente son más cómodas las observaciones posteriores a la oposición de Júpiter por la hora. En esa época Júpiter aparece siempre al principio de la noche. Antes de la oposición se ve de madrugada.
Los eclipses normales pueden parecer algo más favorables antes de la oposición porque se ve el comienzo del eclipse: estás viendo el satélite hasta que desaparece de tu vista y no te perderás ese instante, pero son más atractivos después, porque surge el satélite de repente en lo oscuro al finalizar el eclipse y tienes que intuir o prever en qué zona concreta aparecerá.
Los eclipses más espectaculares, los que se han descrito de Ganímedes y Calixto, que con suficiente separación de la fecha de oposición puede verse tanto el comienzo como el final, son similares ocurran antes o después de la misma, porque en ambos casos se ve el proceso completo.

- Hay que aprovechar la ocasión ahora. Después de unos meses de situación favorable de Júpiter, en más de 3 años no volverán a repetirse los eclipses más espectaculares, los de Calisto. Debido a la inclinación del eje de rotación de Júpiter y como consecuencia de la inclinación de las órbitas de los satélites respecto al plano de la órbita del planeta (aunque sea pequeña), el satélite más exterior, no será eclipsado porque pasará por encima o por debajo de la sombra de Júpiter, lo mismo que le ocurre a la Luna la mayoría de los meses.


(*)Para poder observar los 4 principales satélites de Júpiter y sus eclipses sirve casi cualquier telescopio, aunque sea pequeño y barato. Estoy  seguro de que tienes acceso a uno de esos instrumentos.
Pregunta entre tus amigos cercanos y seguramente habrá varios que tienen uno de esos trastos guardados en el armario, que se lo regalaron cuando hicieron la comunión, y muchos estarán todavía sin estrenar. Diles que lo busquen, que les ayudas a ponerlo en funcionamiento y hasta te lo agradecerán.
Y si no quieres depender de nadie, deja caer por ahí que ese regalo que te tienen  prometido desde aquella vez que sacaste buenas notas…, o para el día de la madre (si ya te toca celebrarlo como protagonista) o que todavía está pendiente desde el día del padre porque no les diste ninguna pista,  diles que ya lo has pensado. También en este caso te agradecerán la sugerencia si, al igual que a mi, les supone un quebradero de cabeza la tarea de pensar el qué regalar.  Aunque no tengan mucho presupuesto, el “regalo” te permitirá ver  las actuaciones de los satélites de Júpiter que te he descrito y recuerda que estamos ya en la temporada alta de estas sesiones.
Aunque el párrafo está escrito un poco en broma, no lo es tanto. Varias personas me han intentado regalar sus telescopios que no usaban. Alguna incluso sin conocerme, porque había  oído que me dedicaba a este tema.

 Debo decir además, que al igual que mis colegas astrónomos aficionados, yo antes aconsejaba no comprar uno de esos telescopios baratos con los que no se podría ver casi nada. Mejor esperar y ahorrar un poco más.
Pero he cambiado de opinión. Algunas personas que les aconsejé perdieron interés durante el proceso de ahorro porque no veían nada que les motivase. Puedes comprar casi el más barato del mercado, sabiendo que apenas podrás ver la Luna, Saturno diminuto con su anillo, y Júpiter con sus satélites. Quizás te merezca la pena, y cuando tus necesidades de observación aumenten porque estarás motivado, ya habrás ahorrado para comprarte otro mejor. También debes tener en cuenta que estos telescopios baratos son incómodos de usar y te costará encontrar y visualizar bien tu objetivo, pero si tienes paciencia lo podrás hacer.


Si prefieres ver ya los fenómenos que te he descrito en este post en vez de tener una camisa nueva elegante, pídete un telescopio de regalo.

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