Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

lunes, 24 de octubre de 2016

Los dos luceros

El pasado viernes (21-10-16) poco antes de las 8 de la mañana, a solo media hora del amanecer teórico, mientras estaba esperando el tranvía para ir al trabajo levanté la vista al cielo y vi cerca del horizonte lo que aparentemente era una brillante estrella. Demasiado brillante tenía que ser para poder verse claramente en ese cielo ya muy luminoso.
Aunque en la foto obtenida con el teléfono móvil es difícil de apreciar, a simple vista se distinguía muy bien a Júpiter.
El lucero del alba”, pensé de repente, todavía medio dormido, antes de darme cuenta que era imposible porque Venus, el astro conocido por ese apelativo, está estos meses en su presentación vespertina, y yo mismo lo había fotografiado desde casa al atardecer hace unos días, e incluso a finales de agosto había empezado asomar por el Oeste tras la puesta de sol.
 Venus, junto a la fina Luna creciente y unas grúas, desde la ventana de mi casa, el día 3 de octubre al atardecer.
Pues entonces, solo puede ser Júpiter”. No había vuelto a observar al gigante gaseoso desde aquel 27 de agosto (de 2016), precisamente cuando ambos planetas nos ofrecieron un magnífico espectáculo en una conjunción muy próxima a la que dediqué un post en este blog 


Desde aquellas fechas, mientras que Venus había ido mejorando su posición en el crepúsculo vespertino, Júpiter había sido difícil de observar al pasar por detrás del Sol (lo hizo exactamente el 26 de septiembre) y durante este par de meses, desde aquí, ha estado a una distancia angular con el astro rey (elongación) muy pequeña. Todo este tiempo ha estado por encima del horizonte precisamente de día.
Cuando un planeta exterior (en nuestro caso Júpiter) está en conjunción, en la parte opuesta al Sol, lógicamentne no se puede observar, y muy dificilmente en fechas próximas.
Pero Júpiter ya se ha dejado ver de nuevo, y durante unas semanas vamos a tener a los dos luceros más brillantes en los cielos crepusculares cerca del horizonte, lo que les da un aspecto más atractivo: Júpiter al amanecer y Venus al anochecer.
Como explico en el anexo, luego seguirán viéndose pero más altos y en cielos más negros

Mi madre solía hablar de los “luceros”, esas estrellas tan brillantes que veía algunas veces en su niñez en los habitualmente limpísimos cielos de su pequeño pueblo, refiriéndose a los planetas que con su intenso brillo destacaban sobre todas las estrellas.
Sobre todo mencionaba al “Lucero del alba” y al “Lucero Borreguero” al que le daban ese nombre porque aparecía a la hora de recoger los rebaños. En otros lugares ha recibido otras denominaciones pero siempre han llamado la atención. 
Seguro que si hubiera visto estos días lo mismo que yo, habría pensado que eran esos.
Pero no. En realidad esos dos nombres eran asignados al mismo astro, el planeta Venus, cuando tenía sus presentaciones por la mañana (al alba) o al anochecer. 

Parece ser que los antiguos griegos en principio también pensaron que eran dos astros diferentes los que podían verse brillando espectacularmente en los crepúsculos, y les dieron dos nombres diferentes: Phosphorus y Vesperus, hasta que se dieron cuenta que nunca aparecían los dos en unas mismas fechas, y seguían unos amplios ciclos alternativos y eligieron a la diosa Afrodita para nombrar a ambos, porque en realidad eran el mismo.

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Actualización el 28-10-16

Es obligado añadir las fotos de los dos luceros en el magnífico cielo de hoy.
Si en la segunda imagen del post aparecía Venus acompañado de una fina luna dos días después de la Luna Nueva, en éstas se puede ver a Júpiter, esta mañana, dos días antes de la siguiente Luna Nueva.
Júpiter y la Luna en la que se aprecia la luz cenicienta a las 8:04





















Los mismos astros a las 8:07
Casualidad, dos lunas nuevas en este mes, aunque eso no sea nada especial. Es solo cuestión de calendario porque como la primera de ellas fue el día 1, 29 días después (en realidad un poco más de 29,5 días) le ha dado tiempo a la otra antes de pasar la hoja del calendario.

Y para no quedar mal con el otro lucero,  pongo también un par de fotos de Venus hace un rato en el crepúsculo vespertino.
Venus, a las 19:33



A las 20:08 Venus en un cielo ya oscuro, y más arriba Saturno, mucho más débil.
Hoy 28 de octubre. los dos luceros han estado acompañados: Júpiter con la Luna por la mañana y Venus con Saturno par la tarde. 
Repitiendo el símil del juego del póker que utilicé en una ocasión, cuando hablé de full de planetas, hoy también hubo una buena "mano": una doble pareja.




Estos próximos meses

Más o menos hasta mediados de noviembre presentarán ambos planetas unas imágenes muy espectaculares en cielos de tonalidad azul claro.
Luego, aunque podrán seguir viéndose en los crepúsculos, destacarán mucho más sobre un cielo negro ya al comienzo de la noche (Venus) o antes del alba (Júpiter), a mayor altura sobre el horizonte, y aunque con ello mejorarán mucho las condiciones para ser observados con un telescopio, en mi opinión perderán fotogenia paisajística a simple vista.

Y según vayan pasando días y semanas, mientras que Júpiter irá mejorando aún más su situación hasta llegar a su mejor momento con la oposición el 8 de abril, Venus, tras su  inmersión en la oscuridad de la noche con la máxima elongación el 12 de enero, poco a poco irá limitando nuevamente su presencia solo al principio del crepúsculo vespertino para finalizar esta etapa con la conjunción inferior el 25 de marzo ofreciendo, su mejor imagen con un telescopio, con su fina fase y su mayor tamaño aparente, los días próximos a su conjunción inferior antes de desaparecer tras el Sol, precisamente cuando su localización a simple vista sea ya difícil.
Durante el mes de marzo Venus se verá magnífico con un telescopio mostrando su mayor tamaño aparente y una fase muy fina. Se podrá intentar ver incluso de día con mucha precaución para que el Sol no entre accidentalmente en el ocular durante la búsqueda.     
 
Posiciones relativas de Venus durante estos meses respecto a la de la Tierra, que se representa fija en un mismo punto.
Más información sobre los ciclos de visibilidad de Venus, se puede encontrar al final de este post que publiqué el pasado año con motivo del comienzo de su aparición matutina.

Los últimos días de enero y primeros de febrero Venus estará muy próximo a Marte, pero la imagen no será todo lo espectacular que hubiera sido ahora o hace unos meses, porque el planeta rojo habrá bajado mucho su brillo.  Sin embargo, habrá que apuntar en el calendario la fecha del 31 de enero, porque se situará junto a ambos la fina luna creciente, ofreciendo el trío una magnífica estampa al anochecer.

Una pregunta tonta: ¿Cómo es posible que a finales de agosto Venus y Júpiter se viesen muy próximos entre sí, y menos de dos meses después les veamos en zonas opuestas del cielo? ¿Tan rápido se mueven?

La razón es que ahora les vemos en zonas opuestas, pero no a la misma hora. En realidad no están muy separados angularmente (menos de 60º) y la clave es que desde nuestra perspectiva Júpiter ahora está al otro lado del Sol, que como estaba en agosto.
Recorrido de los dos planetas protagonistas de este artículo, y de la Tierra, entre el 27-8 y el 24-10.
 Las órbitas están a escala y las posiciones y recorridos se recogen fielmente.
La Tierra se mueve mucho más rápida que Júpiter y en estos 2 meses desde el planeta Gigante, el nuestro se ha pasado al otro lado del Sol. Desde nuestra perspectiva es Júpiter el que ha pasado al otro lado, debido a nuestro movimiento.

Venus, que se mueve solo un poco más rápido que la Tierra, apenas ha cambiado su ubicación respecto al Sol visto desde aquí y sigue “al mismo lado” que antes. Aunque un poco más separado, angularmente, de nuestra estrella.

En este tiempo Venus y Júpiter han pasado de estar posicionados al mismo lado del Sol (con pequeña elongación Este y por tanto visibles sobre el horizonte Oeste tras la puesta de sol) a estar uno a cada lado, no demasiado separados angularmente del astro rey. 
Si fuese posible verlos en pleno día (a Venus se le puede ver de día a simple vista, pero a Júpiter en esta situación no) les veríamos escoltando al Sol durante casi todo el día.

Al estar a distinto lado, uno será visible antes de salir el Sol y el otro después de que éste se oculte.

Como el Sol sale próximo al Este y se pone próximo al Oeste, el correspondiente planeta que le acompaña de cerca aparecerá en esas posiciones.

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