Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

domingo, 30 de abril de 2017

¿Cuándo sale la Luna?

En este blog para todos los públicos, hoy aparentemente toca una lección sencilla, de las más básicas. Si eres un iniciado en el mundo de los astros, todo al principio te parecerá muy elemental.

Pero la mecánica celeste es tan rica y variada que siempre tiene algo nuevo o diferente que pueda sorprendernos porque no nos hayamos fijado o no hayamos pensado antes en ello, y a mí me ha ocurrido algo de eso la semana pasada que me ha impulsado a escribir este artículo: 
Me pareció que la Luna salía demasiado pronto.

Puedes saltarte el comienzo si ya te lo sabes, pero es posible que luego en los anexos "Si quieres saber más"  y  “Recomendado para iniciados-as", puedas encontrar algo nuevo.

La salida de la Luna siempre es espectacular, como en esta imagen que tomé en Araúzo de Torre en agosto de 2014.
La Luna es sin duda el astro más observado de nuestro cielo, el más evidente después del Sol y por ello, y por su aspecto cambiante, ha sido recogido en innumerables ceremonias, leyendas y canciones de todos los tiempos y lugares.


Sin embargo la cultura popular, como en muchas otras cosas, en ocasiones se equivoca cuando se refiere a la Luna. No hay nada más que oír una conocida tonadilla, interpretada aquí por Marisol, la niña prodigio de los años 60.

Si quieres ver el vídeo con la canción, aunque no te lo recomiendo, aquí tienes el enlace
Pero aunque mucha gente así lo crea, porque lo haya oído y no se ha molestado en comprobarlo, Catalina no depende de Lorenzo a la hora de levantarse y en ocasiones coinciden ambos en nuestro cielo. Incluso muchas personas, extrañadas por lo que han visto, me suele preguntar ¿Por qué se ve la Luna de día?
Bueno, eso de la canción de Catalina sí funciona con la Luna llena, pero en otras fases la Luna no sale cuando se marcha el Sol.
Más acertados estuvieron los del grupo musical Los puntos cuando en 1973 cantaban esta otra canción.
https://www.youtube.com/watch?v=8QG93qzWymo
Estos sí tenían claro que a veces se hace de noche y todavía hay que esperar a que salga la Luna.

El Sol evidentemente está en el cielo de día, pero eso de que la Luna está de noche, va a ser que no, al menos en muchas ocasiones.

La  Luna y la noche


Bueno, quizás los dichos populares tengan su lógica a pesar de que no sean técnicamente correctos:  Aunque la Luna también se ve de día, está claro se aprecia muchísimo más su brillo y es más evidente de noche, porque el cielo está oscuro.
Por ejemplo, una Luna en cuarto creciente, que está siempre por encima de nuestro horizonte por la tarde, no destaca en el luminoso cielo diurno y no nos llamará la atención; pero luego cuando sea ya noche cerrada, si por casualidad levantamos la vista, la veremos muy brillante sobre el fondo negro y la encontraremos casi sin querer.
Durante el día la luz más potente es la del Sol, aunque puede que también esté la Luna, y durante la noche es la de la Luna (si está visible)

Por eso en casi todas las culturas la Luna se ha asociado a la noche, se le ha contrapuesto con el Sol, y aún hoy se sigue haciendo:  En muchos iconos o pictogramas se usa el Sol para indicar el día, y la Luna para señalar la noche.
Es muy habitual, por ejemplo en las previsiones meteorológicas, que para indicar las horas nocturnas se dibuje la Luna; casi siempre una media luna, aunque en ese día la fase sea otra, o incluso aunque esté próxima a la Luna nueva y aparezca en nuestro cielo solo de día.
En esta imagen tomada de meteoblue.com todo el mundo entiende y ve lógico que a las horas nocturnas se haya colocado una imagen de la Luna (menguante), aunque ese día era creciente y desde luego, a las 2 y a las 5 no estaba visible.


Según la fase, la Luna sale y es visible a diferentes horas


La Luna puede estar encima del horizonte a cualquier hora de la noche o del día. Las horas en que pueda ser visible dependen fundamentalmente de la fase y a continuación se recogen unos criterios generales aproximados en cada una de ellas, acompañados de gráficos explicativos. 
Al igual que ocurre con las posiciones del Sol y la duración del día en las diferentes estaciones, la situación puede variar algo según la época del año, y las diferencias son más claras en latitudes lejanas al ecuador.

En los gráficos que aparecen a continuación, de cada una de las fases, se representan las situaciones vistas desde la vertical respecto al plano de la órbita lunar (desde el Norte), pero hay que recalcar que en ellos no se ha tenido en cuenta  la inclinación del eje de la Tierra que, como se verá luego, modifica ligeramente la situación.

- La luna nueva desde nuestra perspectiva está muy próxima a la posición del Sol, por lo que Lorenzo y Catalina salen y se ponen casi a la vez, caminado juntos durante todo el día por nuestro cielo a pesar de lo que diga el cancionero popular. Pero claro, esa situación es imposible de observar ya que la Luna nueva no se puede ver.

En este y en los siguientes gráficos esquemáticos se ha simplificado la situación, por lo que los resultados solo son aproximados:
El tamaño de los astros y la distancia no están a escala, y las líneas blancas a trazos que delimitan la zona de visibilidad son casi paralelas porque la Luna está muy lejos con relación al tamaño con el que se ha representado.

- La luna llena está situada en la parte opuesta del Sol y ahora sí Catalina nos alumbrará toda la noche apareciendo al anochecer, cuando Lorenzo se marcha.

- La Luna en cuarto creciente sale aproximadamente a  mediodía y se irá a medianoche. 
Comparte con el Sol toda la tarde y seguirá siendo visible durante las primeras horas de la noche. Cuando Lorenzo ya esté próximo a acostarse, y sobre todo en cuanto se vaya, la veremos sin dificultades a gran altura en el cielo indicando que no se acaba de levantar precisamente.

- Cuando está en cuarto menguante no sale hasta medianoche, estará visible por la mañana y no se ocultará hasta mediodía. Seguramente has visto a veces la Luna casi llena algún día poco después de levantarte. Si ya era de día, aunque te pareciera llena en realidad ya estaba menguando.


Hay que insistir que estos son criterios generales aproximados y pueden variar según la fecha y la latitud del lugar, debido a la inclinación del eje de la Tierra (23.5º) y en menor medida a la pequeña inclinación del plano de la órbita lunar respecto al plano de la órbita terrestre (5º)
Al contrario que otras veces, en este caso te recomiendo que sigas leyendo en el anexo (hasta que se se haga pesado) porque hay algo más que podría interesarte. Al final del todo, incluso una propuesta para un viaje.




La hora de salida de la Luna en cada fase puede variar según la fecha y la latitud del lugar.

Una de las ventajas de la astronomía sobre otras ciencias es que cualquier persona tiene a su alcance el laboratorio natural que es el cielo, se puede aprender muchas cosas simplemente observando, y a veces incluso uno se da cuenta de algún detalle por casualidad.    Algo de eso me ocurrió hace unos días. 

Mucha gente suele viajar en Semana Santa aprovechando los días de vacaciones. Pero para un aficionado a la astronomía si puede elegir la siguiente, la Semana de Pascua, es una mejor opción, no solo porque hay menos aglomeraciones de turistas sino también porque puede aprovechar esos días de asueto para observar el cielo las primeras horas de la noche, las más cómodas, sin la molestia de la Luna. Como en Semana Santa siempre hay luna llena, en esa siguiente está menguante y sale tarde. (Marisol debería aprender de Los Puntos).

Este año, precisamente esos días, hemos estado en Canarias, concretamente en la costa Este de Fuerteventura, disfrutando con la terraza de un apartamento con vistas al mar, con lo que también teníamos la ocasión de ver los espectáculos de la salida del Sol y de la Luna por el mar, o casi, aunque para ello tuviésemos que despertarnos a horas intempestivas.

Varios días de esa semana vimos salir la Luna sobre el mar, incluso desde la cama.
El primer intento iba a ser la madrugada del lunes 17, por lo que antes de acostarme el domingo, para saber cuándo tenía que poner las alarmas del despertador consulté el programa de efemérides que uso habitualmente. 
Pongo aquí todas las horas que obtuve en Tiempo Universal (T.U.) para evitar problemas con las zonas horarias, que en Canarias es diferente que en la zona Central europea, por estar en el siguiente huso horario.

Salida del Sol:  5:27 T.U.      Salida de la Luna: 23:48 T.U. (todavía del día 16 en T.U,)

Cuando fui a poner la alarma me di cuenta de que debía haber cometido un error, porque habiendo pasado menos de un mes del equinoccio el Sol no podía salir tan pronto en Canarias, a unos 15º de longitud Oeste.
¡Claro! Por defecto el programa me calcula los datos de Bilbao, donde yo vivo, en el huso horario anterior, y donde aproximadamente el Sol sale una hora antes que en esas islas. Le dí las coordenadas del lugar concreto donde yo estaba y obtuve estos otros valores:

Salida del Sol:  6:28 T.U.       Salida de la Luna:  23:58 T.U.

La primera era lógica, efectivamente el Sol iba a salir una hora más tarde que en Bilbao.  Pero ¿no debería salir también la Luna una hora más tarde?  Si ¡casi iba a salir a la vez en un lugar y en otro! ¡Solo 10 minutos de diferencia!

Aquello exigía una explicación y la tenía: 
A principio de primavera, la Luna menguante está colocada aproximadamente cerca de los lugares de la eclíptica que ocupa el Sol en invierno. En la latitud de Bilbao, 43º Norte, el Sol sale mucho más tarde en invierno por el efecto estacional, pero este efecto es mucho más pequeño en la latitud 28º, en Fuerteventura. Eso casi compensaba la diferencia en longitud geográfica entre los dos lugares y por eso la Luna salió casi a la vez.







Influencia de la fecha en la hora de la salida de la Luna

Esta circunstancia que he narrado y de la que casualmente me percaté me ha dado pie a analizar diferentes situaciones relacionadas con ella.  

Es sabido que debido a la inclinación del eje terrestre se producen las estaciones y la diferente duración del día y la noche según la fecha, y con ello varían las horas de salida y puesta del Sol. 
En el caso de la Luna la situación en cierta manera es análoga y variará la hora de salida y puesta respecto a los momentos indicados anteriormente en los criterios generales aproximados.
También estas variaciones serán más acentuadas cuanto más lejos del ecuador, y muy leves en las zonas intertropicales. 

Dependiendo de su posición en la ecliptica la Luna se comportará como el Sol cuando esté en esa zona. Además hay que tener en cuenta que la Luna puede separarse de la eclíptica hasta 5º.al Norte o al Sur. No es mucho para unas consideraciones generales, pero al final del artículo tendré en cuenta también esa diferencia para concretar algunas situaciones presentes y futuras.

Aunque los gráficos corresponden al Hemisferio Norte, todos los resultados que se dan a continuación son también válidos para el Hemisferio Sur, a pesar de que las fechas de las estaciones sean diferentes.

- En fechas próximas al equinoccio de primavera:
la Luna creciente estará en la posición del Sol en verano y por ello saldrá más pronto y se pondrá más tarde que esa misma fase en otras fechas, pudiendo disfrutar de su visión durante muchas más horas.
La Luna menguante estará en la posición del Sol en invierno, saldrá más tarde (como ocurrió en Bilbao cuando yo la vi en Canarias) y se pondrá más pronto.

- En las cercanías al equinoccio de otoño ocurrirá al revés.
En fase creciente nuestro satélite estará en la posición del Sol en invierno, saldrá más tarde y se pondrá más pronto, y en menguante estará en la posición del sol en verano y por ello saldrá más pronto y se pondrá más tarde, (Siempre respecto a los criterios generales dados antes)

- En fechas próximas a los solsticios las fases en cuarto creciente o menguante estarán cercanas al ecuador y no habrá variaciones respecto a los criterios generales, y en todas las latitudes la hora de salida y puesta de la Luna será similar



En estas representaciones de la esfera celeste hay que tener en cuenta que nuestra visión es desde el centro de la misma, por lo que la imagen con que vemos la Luna en algunos casos estará invertida respecto a la del gráfico.


No he mencionado antes las fases llena y nueva porque son casos más sencillos:


- La Luna llena siempre sale cuando se pone el Sol, como en la canción. Según la estación será antes o después y la referencia del astro rey es la más sencilla.
Puede darse una pequeña diferencia de tiempo entre la salida de la Luna y la puesta del Sol debida a los 5º de distancia máxima de la Luna a la eclíptica, además de la ocasionada porque desde el momento exacto de luna llena hasta el orto Lunar, nuestro satélite se habrá desplazado un poco, a no ser que coincida el momento de Luna llena exactamente en el instante del orto.

- La Luna nueva sale y se pone con el Sol, pero no se ve. 
En días cercanos a esta fase lo hace con poca diferencia respecto a él y suele ser muy llamativa poco antes de ponerse por la tarde en fino creciente, pero imposible ver su salida por la luminosidad del cielo por el Este tras el amanecer.
Lo contrario con la fina fase menguante que solo se puede ver por la mañana antes del orto solar.

Cuando la Luna no sale


Sabemos que en los polos en invierno y otoño el Sol no sale nunca, y en verano y primavera no se pone y se le ve moviéndose prácticamente paralelo al horizonte. Pero ¿Qué pasa con la Luna?

Puedes imaginar que la Luna llena se comportará al revés: 
- En las fechas de invierno que haya Luna llena, desde el polo ésta será visible las 24 horas moviéndose paralela al horizonte lunar dando sucesivas vueltas. Tampoco se ocultará durante unos cuantos días antes en creciente y unos días después en menguante, aunque se moverá ya más cerca del horizonte.

- Los días próximos al solsticio de verano serán, lógicamente, los perores para ver la Luna en el polo. Además de que siempre es de día y el cielo estará brillante, solo las fases más finas aparecerán por encima del horizonte.

- En fechas próximas al equinoccio de primavera la Luna menguante no sale, mientras que la creciente no se pone.

- En las cercanías al equinoccio de otoño será la Luna menguante la que no se oculte y la creciente la que no salga.


En general, aunque desde los polos el Sol está 6 meses seguidos dando vueltas sin ocultarse, la Luna hace algo parecido pero durante menos tiempo. Porque aquí el tema depende de la fase, y estos periodos de visibilidad continua duran alrededor de dos semanas, aunque son bastante variables, a veces más a veces menos, dependiendo de la estación y del otro factor que nos queda por analizar: la latitud eclíptica de la Luna, que lo cito en el ejemplo final. 
Lógicamente la Luna tendrá más días de ausencia que de presencia porque las fases próximas a Luna nueva no se verá. Si es invierno porque estará bajo el horizonte y si es verano por estar cercana al Sol y siempre con el cielo muy brillante.

Todo esto es válido en los dos polos. Pero si se quiere concretar para este año, teniendo en cuenta que las estaciones están cambiadas en cada hemisferio y las fases lunares en cada caso serán distintas, se podría concluir:

- Por ejemplo los primeros días del pasado mes de marzo en que (todavía invierno en el H. Norte) el Sol aún no había aparecido en el polo Norte pero la Luna creciente se veía las 24 horas dando vueltas cerca del horizonte. En el polo Sur, la última semana de septiembre (de este año 2017), tanto el Sol como la Luna creciente se dejarán ver durante todo el tiempo.

- En fechas cercanas al equinoccio de otoño ocurre lo mismo con la luna menguante. Por ejemplo a mediados del próximo septiembre (2017) desde el polo Norte estará las 24 horas visible. Tanto el Sol como la Luna se verán dando vueltas, pero luego, los primeros días del otoño, ni el uno ni la otra aparecerán.

A mediados del próximo mes de septiembre (de 2017) si algún aventurero, como el de la foto, se anima a viajar a las proximidades del Polo Norte podría ver a los dos astros todo el tiempo. Una semana antes del equinoccio el Sol, antes de despedirse con la llegada del otoño, estará acompañado de la Luna menguante y ambos darán vueltas paralelos al horizonte sin ocultarse. La Luna más alta que el Sol.

Sin ir tan lejos

Como me imagino que no vas a seguir mi sugerencia de ir hasta el polo, te propongo otra alternativa a un lugar que suele aparecer incluso en las guías turísticas y frecuentemente hay excursiones programadas.

Mucha gente suele viajar a Cabo Norte, en Noruega, al considerado como punto más septentrional de Europa (latitud 71º 12´) en fechas próximas al solsticio de verano, para ver el fenómeno del Sol de medianoche cuando el astro rey se acerca al horizonte pero no llega a ocultarse. Existe incluso un complejo turístico en la zona para explotar esa historia.


Cabo Norte
¿En qué fechas deberíamos organizar nuestro viaje a ese lugar para ver la Luna las 24 horas?
Si vamos a Cabo Norte en fechas próximas al solsticio de verano cuando hay más afluencia de turistas, y con luna próxima a nueva, estará cerca del Sol y al igual que él tampoco se ocultará. Pero no te lo aconsejo porque será muy difícil de ver: de día, fase muy fina, entre las habituales brumas del horizonte marino Norte, …
En el solsticio de invierno con luna llena, ... ni se te ocurra con tanto frío y los accesos cerrados.

En principio parecen buenas fechas los citados días próximos al 13-9-2017, porque la Luna en cuarto menguante ocuparía aproximadamente la posición del Sol en el solsticio de verano. 
Muy cerca del equinoccio, en Cabo Norte como en casi todo el resto del planeta el Sol ya se pone durante casi 12 horas, el resto del tiempo no alcanza demasiada altura, y teóricamente no habría problema en ver la Luna esos días a cualquier hora, pero …
Nos llevaríamos una desagradable sorpresa porque la Luna sí se ocultará.

¿Qué ha pasado? La maldita latitud eclíptica de la Luna nos habrá impedido ver el objetivo de nuestro viaje. 
Ese factor, debido a la ligera inclinación de la órbita lunar respecto al plano de la órbita terrestre, hace que durante estos años la Luna esté separada de la eclíptica en sentido adecuado para fastidiarnos el viaje.

La declinación del Sol varía según la época del año entre 23.5º N y 23.5º S. Desde un lugar cuya colatitud (distancia en grado al polo) sea menor que la declinación de un astro, éste será circunpolar y no se ocultará. Por eso con llegar a una latitud 66.5 Norte o Sur teóricamente podríamos ver el Sol de medianoche el día del solsticio de verano si el horizonte es plano a altura cero en la dirección adecuada (Norte o Sur respectivamente).

La latitud eclíptica de la Luna alcanza un máximo de los citados 5º (positivos o negativos), por lo que su declinación puede llegar hasta 28.5º, pero ahora está casi en su peor momento.

Actualmente la órbita lunar está más próxima al plano del ecuador con lo que la declinación de nuestro satélite este año no supera nunca los 20º y en la fecha propuesta no llega a los 18.5º. Estos años no son buenas épocas para ver la Luna las 24 horas si no somos exploradores polares.
Aunque elijamos el hemisferio Sur nos pasará lo mismo.

En esta época, para ver la Luna las 24 horas sin ocultarse, deberías acercarte más al polo, al Norte de Groenlandia o islas septentrionales de Canadá, o bien adentrarte bastante en la Antártida.

Pero la situación va a ir cambiando en los próximos años porque la línea de los nodos va girando (en 18.6 años completa una vuelta), y dentro de unos 8 años se dará el caso más favorable pudiendo verse el fenómeno en la latitud 62º con un horizonte adecuado. 


A) Posición de la órbita de la Luna respecto a la eclíptica en 2017 y situación concreta de la Luna y el Sol el 13 de septiembre. Este año la situación no es buena porque la declinación lunar siempre es pequeña.
B) Posiciones de las órbita lunar en 2015 y situación de la Luna el 4 de abril, cuando se dará la situación idónea.
Las indicaciones en color rojo dan la clave para apreciar la diferente situación
Puedes ir preparando el viaje relativamente cómodo a ciudades como Trondheim en Noruega, Kuopio en Finlandia, o a cualquier lugar de Islandia, para los primeros días de abril de 2025 en que la Luna creciente no llegará a ocultarse.

Si prefieres el hemisferio Sur, la luna menguante de febrero de 2025, con una declinación que rondará los -27º, será ideal. Allí todavía será verano y desde cualquier lugar de la costa de la Antártida, el día 21 y los siguientes no se marchará de tu cielo.



Allí no tendrás que hacerte la pregunta que da título a este post "¿Cuando sale la Luna?"


6 comentarios:

  1. Eres un gran comunicador con pasión por enseñar.
    !!! No cambies nunca!!!!

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  2. Muchísimas gracias. Es un gran aliciente recibir este tipo de comentarios, y más en este caso teniendo en cuenta de dónde viene.

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  3. Ostras,

    se me pasó y lo he leído tarde (direccionado desde tu artículo "Mirando la luna" del 27 de octubre.

    Una genialidad, que en algún caso me ha obligado a leer un capítulo dos o tres veces.

    Fantástico!

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  4. Esto nos acerca a las estrellas
    Gracias

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