Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

viernes, 3 de mayo de 2019

La talla M y otras curiosidades astronaúticas


El post de hoy es bastante diferente del resto de este blog. Seguramente más fácil de leer, aunque no se habla de los astros sino de los astronautas. Aunque parezca fuera de lugar, creo que puede ser conveniente que en  el blog haya variedad y cambios de registro aunque quede desordenado. 

Partiendo de una noticia de hace un mes, se añaden otras circunstancias curiosas.

El paseo espacial de las dos mujeres.
A finales del pasado mes de marzo se anunció un nuevo hito en la historia de la astronáutica: por primera vez dos mujeres iban a hacer un paseo espacial, en concreto las dos tripulantes de la Estación Espacial Internacional (ISS) de la tripulación 59, las norteamericanas Anne McClain y Christina H. Koch
La tripulación 59, el grupo de personas que está ahora en la ISS y que como casi siempre en los últimos tiempos 3 de ellas proceden de Estados Unidos, 2 de Rusia y otra de alguno de los otros países participantes en el proyecto.
Sin embargo finalmente no fue posible por problemas de intendencia.



Se dijo que la NASA no disponía de trajes de la talla adecuada, aunque esto puede matizarse ya que hay varias versiones:

- Según algunos, Anne había probado los trajes espaciales en tierra y había elegido la talla L, pero a la hora de la verdad (no es lo mismo usarlo en tierra o en ingravided) no se sentía cómoda y decidió cambiar a la M, la misma que iba a usar Christina.

- Según otras versiones Anne habría probado trajes de ambas tallas y en la última caminata espacial, acompañada por otro astronauta, solo 4 días antes de la prevista con Christina, decidió que la M del torso superior del traje le quedaría mejor.

---- ACTUALIZACIÓN OCTUBRE-2019
Ambas circunstancias, que son compatibles entre sí, se recogen en este artículo de una  fuente habitualmente muy bien documentada que he encontrado posteriormente, "No es cierto que la NASA no tiene trajes..."
Es curioso cómo esta anécdota, aprovechada por muchas militantes luchadoras por la igualdad de sexos para pretender poner en evidencia una inexistente discriminación en la NASA (al menos en esta historia concreta), ha sido "utilizada" también por otros con actitud machista para criticar la supuesta volubilidad y poca fiabilidad del carácter femenino que puede incluso echar el traste misiones importantes e históricas. Se han oído incluso frases como "Ya le vale a Anne, que por pretender ir un poco más cómoda o más elegante, no ha querido pasar a la historia"
Sin embargo, se ha sabido luego que pudo haber una razón más poderosa por la que NASA se inventara una excusa rocambolesca, de tallaje de trajes, para evitar que Anne fuese doblemente famosa, para desprestigio de la propia Agencia Espacial: "El primer crimen en el espacio..."

NOTA: Estos párrafos (en letra cursiva y de otro color) los he añadido en octubre después de que se pudo realizar de verdad el paseo "femenino", para puntualizar algunas afirmaciones (sin conocimiento de la verdad) que se han oído por ahí en los medios de comunicación. 

Pero hay que dejar todo esto que no tiene nada que ver con la realidad (ni las opiniones feministas ni las machistas) para aclarar temas técnicos:
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Lo cierto es que Los trajes se desmontan en diferentes piezas y se requiere un trabajo y un tiempo para ensamblarlos y adecuarlos, tiempo del que no disponían cuando Anne cambió de idea, por lo que se decidió que su compañero Nick Hague, que utiliza trajes de talla superior, fuese el acompañante de Christina en el paseo.

Según otras fuentes, el problema fue que en la ISS solo disponen de una pieza del torso de la talla M que ya estaba adjudicada a Christina que había elegido antes. En cualquier caso, hubo falta de previsión o precipitación en anunciar el paseo de las dos mujeres.
Diferentes partes del traje que los astronautas utilizan cuando salen al exterior, y que debe ser ensamblado cuidadosamente con anterioridad. En este caso el problema estuvo en el torso. 


Records en la duración de estancias en el espacio.

- La misión de Christina H. Koch no es solo destacable por el frustrado paseo en compañía de alguien de su mismo sexo, sino también porque está previsto que bata el record de estancia continuada en la ISS. Ninguna otra mujer ha estado en el espacio tanto tiempo seguido como los 328 días previstos que dure la estancia de Christina, hasta febrero de 2020.

- En 2015 se decidió realizar una estancia continuada de casi un año en la ISS, con el objetivo de comprender mejor cómo el cuerpo humano reacciona y se adapta a las duras condiciones del espacio y  para ello fueron elegidos los astronautas Skott Kelly y Mikhail Kornienko que permanecieron durante 342 días en el espacio.  Skott Kelly tiene un hermano gemelo, también astronauta, y sin duda habrán comparado el estado de uno y otro tras el viaje espacial.
Los dos gemelos astronautas
- Pero aunque no tan larga, la estancia prolongada de un astronauta en el espacio más curiosa, por lo que tuvo de esperpéntica, fue la del soviético (que volvió ruso) Serguéi Krikaliev que estuvo 313 días en la estación Mir, desde mayo de 1991 hasta marzo de 1992, y aunque se había previsto una estancia mucho más corta, varias circunstancias hicieron que se prolongara.
Por un lado estaba previsto que volviera en noviembre. Pero había ido a relevarle el astronauta kazajo Aubarikov elegido a última hora por temas políticos y se vio que no tenía la suficiente preparación por lo que se decidió que volviera a tierra, quedándose Krikaliev en su lugar, junto con Volkov, que había llegado con Aubarikov.

Esto coincidió con el fin de la URSS, y los cambios políticos y problemas económicos parece que impidieron traerles antes a casa. De estos dos astronautas, suele decirse que fueron los últimos ciudadanos soviéticos en órbita; marcharon de la Unión Soviética y regresaron a Rusia, llevando en sus trajes los logos y banderas del anterior régimen, que al parecer los soldados que los recogieron trataban de ocultar. 
Krikaliev, nada más aterrizar tras pasar en el espacio mucho más tiempo de lo previsto inicialmente.
Es el que suele citarse siempre cuando se narran estas curiosas circunstancias, e incluso se ha hecho una película, donde se olvidan de Volkov. Quizás sea porque éste pasó menos tiempo en la Estación MIR.

Precisamente el desmembramiento de la URSS ha traído otra consecuencia en este ámbito.  La base de Baikonur, desde donde salen actualmente todos los astronautas que van a la ISS, se encuentra en Kazajistán, una de la repúblicas ex-soviéticas, en un territorio que ya no es ruso y por ello deben pagar un alquiler de más de 100 millones de dólares anuales para poder usarlo. 
De hecho, parece ser que el que se enviara a la Mir al kazajo Aubarikov a pesar de no haberse preparado suficientemente, como se ha citado, fue una concesión para facilitar las negociaciones de uso de Baikonur, aunque finalmente fue lo que ocasionó la larga estancia de Krikaliev.

Con todo, la persona que más tiempo ha estado en el espacio es Gennady Ivanovich Padalka, que llegó a acumular 878 días entre todas sus estancias, tanto en la antigua estación Mir, como en la ISS.

Pero si hablamos de chicas astronautas, de paseos espaciales y de records, no hay que olvidar a Peggy Witson, que ha realizado nada menos que 8 salidas al exterior de la ISS, y ha estado 666 días en el espacio (288 seguidos en 2016-17, actual record), más que ninguna otra mujer y que ningún otro astronauta de la NASA. Es también la mujer de mayor edad en viajar al espacio, con 58 años.
El record de los 288 días seguidos lo perderá precisamente a manos de Christina H. Koch y no volverá a recuperarlo porque ha anunciado su intención de retirarse.
Peggy Witson en la Estación Espacial

Además Peggy fue la primera mujer comandante de la ISS y lo ha sido en 2 ocasiones. En esto y en número de paseos espaciales le ha quitado la marca a la también norteamericana Sunita Williams.

La vida en el espacio
  
Precisamente Sunita es conocida por los vídeos que protagoniza para ilustrar las circunstancias de la vida cotidiana en la Estación Espacial, como éste:



Además del trabajo de experimentación, mantenimiento o control y de las rutinas diarias, sin duda la relación entre 6 personas durante varios meses en un lugar reducido tiene que provocar roces o situaciones especiales. Además si tienen una disputa no pueden escaparse un rato para dar una vuelta y desahogarse. 
No suelen trascender estas situaciones, aparte de una ocasión en que debido a enfrentamientos políticos entre mandatarios rusos y americanos, los astronautas de la NASA recibieron la orden de no dejar a los rusos utilizar el cuarto de baño que está en su sector, y tuvieron que ir a los más rudimentarios de las naves Soyuz ancladas a la ISS.

¿Historias de amor y odio entre astronautas? Seguramente como en todos los ámbitos.
Lisa Novak y William Oefelein

 Hay una muy conocida de un triángulo amoroso aunque no ocurrió en el espacio. 
Los astronautas Lisa Nowak y William Oefelein se conocieron en los entrenamientos de la NASA y salieron durante varios años, pero Lisa se enteró de que su chico estaba liado con Colleen Shipman, capitana de la Fuerza Aérea y averiguó que ésta iba a llegar en unas horas al aeropuerto de Florida situado a 1500 kilómetros de Texas, donde ella estaba. Sin pensárselo dos veces cogió el coche después de haberse puesto un pañal para no tener que parar en el camino, y provista de un cuchillo intentó atacarla, aunque finalmente fue detenida. Desde luego, tal como se relata más adelante, el detalle del pañal solo se le podía ocurrir a un astronauta. 

Extraño protocolo

Aunque hay algunos aspectos curiosos y sorprendentes de la vida en la ISS, como se puede ver en el vídeo de Sunita, quizás el más extraño ocurre antes de partir: Cuando los astronautas van en el autobús camino de la rampa de lanzamiento del cosmódromo de Baikonur, éste se detiene y los futuros viajeros espaciales se bajan y orinan la rueda trasera derecha del vehículo.

Si he empezado escribiendo sobre mujeres astronautas, hay que decir que en este asunto el comportamiento es distinto al de sus colegas hombres por motivos fisiológicos evidentes. Ante la dificultad para mear directamente la rueda, ellas pueden llevar la orina en un frasco y vaciarlo allí sin mayor problema.


El origen de esta costumbre está en el primer astronauta Yuri Gagarín, que en el viaje al lugar del histórico lanzamiento, quizás por los nervios o la larga espera, sintió esa necesidad biológica y solicitó permiso para parar y aliviarse. Parece que en principio se lo denegaron y él amenazó con hacérselo encima. Ante la posibilidad de que se produjese un cortocircuito en el traje, o de que el héroe nacional después del breve viaje espacial (duró solo 108 minutos de vuelo) apareciera ante todo el mundo con el traje mojado, le dieron permiso, paró el autobús y orinó precisamente en la rueda trasera derecha, que se ha convertido en fetiche.                                    .

Esta costumbre la siguen los astronautas que despegan del cosmódromo de Baikonur en las naves Soyuz, que tal como se ha dicho actualmente son todos los que van a la ISS, tras dejar de usarse los transbordadores y en espera de un nuevo vehículo por parte de la NASA.

A propósito de esta anécdota hay que decir que el primer astronauta norteamericano, Alan Shepard, volvió con el traje mojado. Los siguientes viajaron con pañales (los primitivos pañales de la época) y la NASA investigó el tema hasta inventar en los años 80 los super absorbentes que hoy en día utilizan casi todos los bebés, además de los astronautas cuando realizan los largos paseos espaciales. Una circunstancia y unas investigaciones con las que el mundo del espacio ha contribuido al bienestar de toda la sociedad.

Hablando de Gagarin, suelen citarse varias paradojas: Quien viajó por el espacio antes que nadie superando todos los peligros que eso suponía, murió 7 años después en un accidente aéreo al estrellarse el caza que pilotaba debido a una turbulencia que cualquier piloto mediocre hubiera podido soslayar.

Pero incluso cuando volvía a tierra tras su viaje por el espacio, pudo ahogarse porque estuvo a punto de caer con su paracaídas al Volga, después de haber perdido el pack de supervivencia que incluía el correspondiente flotador.
También estuvo a punto de morir al romperse la cabeza después de lanzarse por una ventana de un segundo piso. Parece ser que la fama se le subió a la cabeza y su vida se volvió desordenada entre alcohol y mujeres. En una de éstas, estando en la habitación de una enfermera en un balneario se lanzó por la ventana al oír la voz de su mujer que se acercaba buscándole. Cayó de cabeza y sufrió un grave traumatismo craneal.

Para acabar, y a la espera de recoger otras curiosidades en un futuro, por una vez en este blog también se va a hablar de fútbol:

El objeto procedente de la Estación Espacial que ha sido observado simultáneamente por mayor número de personas.
El día 14 de junio de 2018 a las 15 T.U. millones de televidentes fijaban atentamente la vista en un objeto esférico que se movía en una trayectoria errática, sin saber que unos días antes había estado en la ISS.
Se trataba del balón con el que se inició el campeonato mundial de futbol de Rusia, que fue llevado a la Estación en marzo de ese año y vuelto a traer 3 meses después, poco antes de empezar el mundial, tras haber “jugado” con él los astronautas rusos, como se puede ver en este vídeo:


Fue solamente una acto de propaganda, pero sirvió para mostrar aspectos más distendidos de la vida de los-as astronautas, y una demostración más de cómo funcionan algunas cosas en microgravedad.

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