Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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jueves, 9 de febrero de 2023

Venus se cita con todos los demás planetas


Si el pasado año tuvieron lugar de madrugada, y por ello con muy pocos espectadores, ahora las conjunciones planetarias ocurren a horas mucho más prudenciales. 

Los planetas parecen estrellas muy brillantes, y el hecho de ver dos de esos astros tan cercanos entre sí (desde nuestra perspectiva) siempre es un espectáculo para los aficionados a la astronomía y para el público en general aunque no los conozca:

Júpiter y Saturno aparecían muy juntitos el 21 de diciembre de 2020. Aunque esta conjunción tuvo mucho eco, sobre todo porque hay que esperar 20 años para que se repita, estos meses podrán verse otros encuentros planetarios, alguno incluso aún más atractivo.

Curiosamente, y para darle más realce, en todas las conjunciones desde finales del pasado diciembre  hasta el comienzo de julio de este año está presente el planeta Venus, el más brillante. Visto desde la Tierra, el segundo planeta va sobrepasando a cada uno de los otros, incluso a Urano y Neptuno aunque estos no los vemos sin ayuda óptica. Pero cuando se dispone a hacerlo con Marte, el único que le falta,…

Debido a este protagonismo de Venus, y a que estos fenómenos corresponden a su aparición vespertina, todas estas conjunciones son visibles al principio de la noche; un aliciente más para observarlos.

Pero veamos las fechas y circunstancias de todos ellos en esta simulación:

Como se habrá podido apreciar, después de haber estado junto a todos los demás planetas Venus tendrá una larga aproximación hacia Marte, pero antes de acercarse demasiado, y como si hubiera visto en él algo peligroso, se retira rápidamente.

Entre todas estas conjunciones, sin duda la más llamativa será la de Venus con Júpiter que ocurrirá el 1 de marzo. Si en 2020 se habló tanto de la “gran conjunción” esta será más espectacular aunque no sea tan mediática por no ser tan infrecuente, e incluso ahora los dos planetas se acercarán menos (estarán a menos de 0.5º cuando se vean cerca del Pacífico, pero desde España a 0.75º); pero el ver juntos a los dos astros más brillantes del cielo después del Sol y la Luna, tiene mucho atractivo. Seguramente escribiré algo sobre ella, los días previos.

Por supuesto, todo esto es según nuestro punto de vista, y ocurre a medida que cada uno de los planetas se va moviendo en su órbita, y desde otro planeta la situación sería distinta. En esta animación, además de las conjunciones se ven las posiciones de cada planeta en su órbita que las motivan.


Las conjunciones de Venus con los dos planetas más exteriores pueden servir para localizarlos y verlos con el telescopio, ya que normalmente no los conocemos.

- El 15 de febrero Neptuno estará a menos de medio grado del segundo planeta, situado según el mapa, aunque quizás no sea necesario porque con una magnitud 7,8 no hay ninguna estrella tan brillante por la zona próxima a Venus.


- El 30 de marzo Urano estará a poco más de un grado de Venus, y en este caso sí habrá varias estrellas de brillo similar en las cercanías y este mapa puede ser de utilidad para localizarlo:



En realidad ya voy tarde porque las dos primeras conjunciones ya han ocurrido, aunque las fotos de éstas pueden servir para imaginar lo que nos puedan ofrecer las demás:

- El pasado 29 de diciembre de 2022 los dos planetas interiores se acercaron a menos de 2 grados.  Fue una lástima que por aquí estuviera nublado todos los días próximos, excepto el día 19 cuando, aún no muy cercanos, pude obtener imágenes por separado de ambos porque en esa fecha cuando se ocultó Venus el cielo estaba todavía demasiado brillante como para ver al mucho más débil Mercurio.

25 minutos después, ya con el cielo más oscuro, pudo verse la puesta de Mercurio:

En esa fecha no eran visibles simultáneamente los dos planetas porque Venus se ponía cuando el cielo todavía estaba brillante y ese brillo impedía ver a Mercurio. Tenía que ser después de la puesta de Venus cuando ya estuviera lo suficientemente oscuro para verlo. 

Pero el día clave, el 29, al ir aumentando Venus su distancia angular con el Sol (su elongación) se pondría más tarde y habrían podido verse los dos.

Montaje de como se podría haber visto la conjunción de Venus y Mercurio el 29-12-22

- El 22 de enero fue la conjunción de Venus y Saturno, que llegaron a estar  una distancia menor de un grado. En este caso hubo más suerte y pude ir obteniendo imágenes de los dos planetas en fechas previas y el mismo día de la conjunción.

Acercamiento de Saturno y Venus durante varios días, hasta la conjunción

Además de las conjunciones recogidas en las simulaciones, en este intervalo de 7 meses se producen otras dos, pero no serán nada sencillas de observar:

- El 28 de marzo habrá también una conjunción de Júpiter con Mercurio, pero ya bajo el horizonte una hora después de la puesta de sol. 45 minutos después la situación será ésta, y si uno de los protagonistas como en todas las demás fuese Venus (en este caso alejado de la escena), podría intentarse, pero con Júpiter no es lo mismo y será bastante difícil:


- Por otra parte, el 21 de julio Mercurio se verá a la misma altura que Venus pero no se considera conjunción porque no tienen la misma longitud eclíptica (lo explico en el anexo), lo que sí ocurre 6 días después pero ya el segundo planeta bajo el horizonte una hora después de la puesta de sol, aunque el gran brillo de Venus quizás permitiera verlo solo 35 minutos después de la puesta de Sol y luego con esa referencia y utilizando unos prismáticos, se podría intentar localizar a Mercurio. 


En cualquier caso la situación del día 21 merece la pena, por la presencia de la Luna fina cerca de Marte ya muy débil y la estrella Régulus en las cercanías

Estas dos últimas conjunciones sí podrán verse en lugares cercanos al ecuador, donde la eclíptica estará más vertical y nuestros protagonistas se ocultarán en cielos más oscuros.

Estés donde estés te animo a que mires el cielo, veas los planetas, cómo se acercan, y la imagen de dos de ellos en conjunción. Ahora no es como con el cometa: Excepto Urano y Neptuno los verás sin ningún problema a simple vista, incluso con mucha contaminación lumínica. Valga como ejemplo la posición actual de Venus y Júpiter en esta imagen, que cada vez se verán más cercanos:


Y el 22 de febrero, cuando Venus y Júpiter ya se hayan acercado hasta una distancia de 7º aparecerá entre ellos la Luna para ofrecer un espectáculo diferente y más completo, sobre el que pronto escribiré.



¿Es especial esta serie de conjunciones planetarias?

Desde luego es muy poco frecuente, y el hecho de que un planeta se sitúe junto a los otros 6 (visto desde aquí, que evidentemente la Tierra no cuenta) en tan poco tiempo solo puede ocurrir con Venus, que es el más rápido, y si pilla a los demás en una misma zona del cielo. En los 7 meses que duran las apariciones vespertinas de Venus (eliminando el tiempo en que la elongación es demasiado pequeña), Mercurio casi siempre pasará junto a él aunque también habitualmente demasiado cerca del Sol, pero los otros 5 deberían estar en un ángulo que recorre Venus visto desde aquí. Es un ángulo amplio, por lo que alguno casi siempre habrá, pero el que estén ahí todos los demás planetas no deja de ser una casualidad.

Pero más llamativa será incluso la situación en el año 2040 porque Venus hará la tarea en mucho menos tiempo. No se cruzará con Neptuno pero sí con todos los demás, más rápidamente que ahora porque los encontrará muy agrupados y lo tendrá muy fácil:

 

Posición de los planetas tras completar Venus todas las conjunciones.

Seguramente los titulares hablarán de la "conjunción de los 5 planetas", refiriéndose a las imágenes de mediados de septiembre.

Tiempo habrá…

Conjunciones en ascensión recta y en longitud eclíptica

En la última conjunción (Mercurio y Venus en julio) quizás pueda sorprender el que no se considere que ocurre el día 21, en que los dos planetas se ven uno al lado del otro, a la misma altura, y haya que esperar unos días.

En principio se dice que dos astros están en conjunción cuando según nuestra visual están cercanos entre sí. Pero los planos orbitales de los planetas no coinciden y cada uno tiene diferente inclinación, aunque no muy diferente, y por ello cuando se van acercando no es de esperar que lleguen a coincidir (podría ocurrir pero sería mucha casualidad), sino que se acercan hasta que a partir de un momento comienzan a alejarse habiendo pasado por arriba o por abajo del otro. Se cruzan sin haberse visto juntos

Sin entrar en muchos detalles la conjunción sería cuando están más próximos, pero eso no es tan fácil de determinar y por ello hay 3 tipos de conjunciones según las coordenadas que se utilicen para situar el planeta: además de la proximidad absoluta, en ascensión recta respecto al ecuador y en longitud eclíptica respecto a la línea de la eclíptica en los momentos en que la línea que une los dos astros sea perpendicular a uno u otra, y normalmente ocurren en momentos diferentes, aunque si no se especifica nada se supone que nos referimos a su posición respeto a la eclíptica.

Por ejemplo la conjunción de Venus con Saturno del 22-1-23 ocurrió a las 20:38 respecto al ecuador y a las 23:14 respecto a la eclíptica, en un momento que ya no eran visibles desde la península Ibérica.

lunes, 2 de enero de 2023

El cielo más espectacular de tu vida


Si sueles mirar el cielo, o tienes curiosidad por hacerlo, estos días próximos al cambio de año son sin duda los mejores desde ambos hemisferios, aunque siempre mejor desde el sur. 

Pero empiezo por el norte, donde viven la mayoría de lectores de este blog. Aquí suele decirse que  el cielo del invierno es el más llamativo porque aparecen varias constelaciones destacadas, y además situadas casualmente en una misma zona del cielo.

Este año además están acompañadas por los planetas.

Latitud 43º N. Constelaciones que se ven al principio de la noche en estas fechas.

La más conocida de estas constelaciones es sin duda Orión: por su forma simétrica, por sus 3 estrellitas alineadas y equidistantes que forman el llamado “Cinturón de Orión” y por sus dos estrellas más brillantes, la gigante blanco azulada Rigel y la supergigante roja Betelgeuse:

Después del nombre de cada estrella aparece su magnitud, y entre paréntesis el lugar que ocupa según el brillo, entre todas las estrellas del cielo, aunque a veces existan pequeñas discrepancias según las fuentes.

Pero alrededor de Orión hay varias constelaciones que dan más realce a esta zona del cielo

Géminis, con Cástor y Pólux sus principales estrellas que representan a los gemelos de la mitología griega, de distinto padre pero con un amor fraternal llevado al extremo.



Auriga, con su forma pentagonal, aunque uno de los vértices no sea suyo, y con su estrella Capella,


El Can Menor y el Can Mayor situadas al sur de Orión con sus brillantes estrellas Proción y Sirio, la más brillante del cielo

El Can Menor

El Can Mayor


Y al norte de Orión, además de la citada Géminis, la también zodiacal Tauro, con la estrella rojiza Aldebarán y los cúmulos abiertos de las Híades y las Pléyades.


Estas constelaciones son las que siempre se citan al hablar del cielo del invierno, pero... Si nos restringimos a principios de dicha estación y al comienzo de la noche, que es el momento más propicio, podría realzarse incluso más porque todo lo anterior se completa en la zona opuesta del cielo con el triángulo del verano

Si, porque aunque parezca una contradicción, en estas fechas invernales y a esas horas la gran figura del denominado "triángulo del verano" del que forman parte las estrellas más brillantes de las constelaciones de Lira, Cisne y Águila aún no se ha puesto por el Oeste, cuando por el Sureste ya ha aparecido Orión y todas sus compañeras. 

También habría que añadir la estrella Fomalhaut de Piscis austrinus, de magnitud 1.15 ocupando el lugar 15 por su brillo y que pese a estar en el hemisferio sur celeste se mantiene en nuestro cielo hasta después de que empiece a marcharse el "triángulo".

Si nos centramos en una latitud media del hemisferio norte al principio de la noche únicamente falta la estrella Sirio, la más brillante, que esa sí esperará a que el triángulo veraniego empiece a ocultarse, y a pesar de que hay muchas estrellas brillantes que solo se ven en el sur, desde aquí veremos 10 de entre las 20 más destacadas.


Desde el hemisferio Sur, aunque no pueda verse en esta época el triángulo del verano (tremenda paradoja porque allí sí es verano, y este triángulo asoma por el horizonte en invierno) también es visible la zona más espectacular con Orión y sus compañeras, y además con la presencia  desde el principio de la noche de las dos estrellas más brillantes del cielo (Sirio y Canopus que no se ve nunca en el hemisferio norte), y como además están varias de las estrellas más destacadas del Centauro y la Cruz del Sur, además de Achernar de la Ballena, que solo se ven en ese hemisferio, el espectáculo es aún mayor.

En una zona muy reducida y cercana al polo sur celeste se encuentran las constelaciones de Centauro y la Cruz del Sur con 4 estrellas de entre las 20 más brillantes del cielo, incluida la tercera de ellas, Rigil Kent o alfa Centauro, la estrella más cercana a la Tierra.


En la constelación de la Quilla, (antes formaba parte de Navío) se encuentra también la segunda estrella más brillante del cielo, la citada Canopus.


Con todo, para una latitud media del hemisferio sur a principios o mediados de enero al principio de la noche el cielo está poblado de más estrellas brillantes que en el norte:

Pero si esto ocurre todos los años, este comienzo de 2023 es especial porque esas estrellas estarán acompañadas de los 4 planetas más espectaculares luciendo sus mejores galas. Mercurio acaba de irse, pero tampoco podría incluirse nunca a esta colección de luces porque cuando aparece, siempre se limita al cielo crepuscular y nunca comparte escenario con las estrellas, y por otra parte Venus va ganando importancia día a día.

Aspectos relativos a la situación de los planetas aparecieron en el post anterior y ahora incluyo sus posiciones con el cielo completo en lugares de diferente hemisferio:

Posiciones de los planetas entre las estrellas, una hora después de la puesta de sol

Esta acumulación de planetas no ha ocurrido al principio del invierno, desde 1966; pero entonces con Marte mucho más débil y cercano al horizonte no destacaría, por lo que habría que retroceder aún más, hasta 1942, para encontrar algo parecido a lo actual. Algo, que casi nadie de nosotros pudo ver, y que habrá que esperar a 2081 para encontrar algo similar (bueno, entonces aún mejor, pero me temo que...) Por eso el título del post.

Pero incluso hay algo más, porque para finales de enero se anuncia el cometa C/2022E (ZTF), que aunque no destacará en un primer vistazo, parece que podrá apreciarse sin ayuda óptica y pondrá la guinda al espectáculo.

Por todo ello, si te gusta mirar el cielo estrellado, no te pierdas esta magnífica oportunidad. Aunque no conozcas las constelaciones te impresionará y puede ser un aliciente para que empieces a aprenderlas. Aprovecha las noches despejadas, aléjate aunque no sea mucho de la contaminación lumínica, y no olvides que no tendrás otra oportunidad de ver tantas luces en la noche, por encima del horizonte.

lunes, 19 de diciembre de 2022

Espectáculo navideño

 

Esta Navidad los astros se suman al conjunto de luces que adornan nuestros pueblos y ciudades con una coreografía espectacular.



Además de las constelaciones invernales que irán desfilando a lo largo de la noche destacando sobre las de cualquier otra época del año, los cinco planetas observables a simple vista estarán en nuestros cielos tras el crepúsculo vespertino, acompañados de la fina Luna creciente. Algo que no ocurría desde hace más de 6 años.

Concretamente el día 25 podrán verse, por orden y de Oeste hacia el Este, Venus, Mercurio, la Luna, Saturno, Júpiter y Marte, como se recoge en este gráfico:


Incluso si no queremos discriminar a los dos últimos planetas, que por estar tan lejos no podremos verlos sin ayuda óptica, también estarán ahí Urano y Neptuno a izquierda y derecha de Júpiter respectivamente.

Como también debo felicitar a mis lectoras y lectores de otros lugares (a algunos por doble motivo) esta es la situación para otras dos latitudes, también una hora después de la puesta de Sol:

En la misma latitud del primer gráfico, pero en el hemisferio sur, la situación es simétrica por estar casi en el solsticio (un poquito más bajos los astros porque el día 25 ya estarán en verano y nosotros en invierno)
Desde el ecuador se verán todos a mayor altura, con la ventaja añadida de que oscurece antes. Para una correcta interpretación del gráfico hay que tener en cuenta que Marte está casi en la misma línea (casi vertical) que los otros planetas, pero continuando por el cenit.

A Mercurio, como siempre, quizás cueste localizarlo aunque contaremos con la inestimable ayuda de Venus que estará próximo y como él reaparece en el crepúsculo vespertino después de meses de ausencia para acompañar a los tres planetas exteriores que llevan ya un tiempo.

Los dos últimos en llegar ya están aquí. A Venus y Mercurio he podido fotografiarlos hoy mismo día 19. Aunque a simple vista todavía es difícil, cada día lo será algo menos.

Venus, a punto de ponerse por el horizonte de Bilbao, casi una hora después que el Sol

Y tras otros 25 minutos se ocultó Mercurio, casi por el mismo lugar.

Al ver estas dos imágenes puede resultar chocante que Mercurio aparezca tan brillante o más que Venus. Lo que ocurre es que al estar el cielo ya más oscuro pude dar una mayor exposición con lo que aumentó el brillo de Mercurio. Pero el ojo hace algo similar.

La aproximación de Mercurio al horizonte desde detrás de la nube, aunque dificultoso de seguir, fue interesante al tratar de vislumbrarlo a simple vista:



Ya solo falta la Luna para completar la coreografía, aunque hasta navidad no aparecerá.

La presencia del primer planeta será fugaz, pudiéndose observar solo hasta final de año, y eso si disponemos de un horizonte suroeste bajo y un cielo limpio, aunque desde la zona ecuatorial podrá verse durante más tiempo.

Los demás conservarán aproximadamente su posición relativa hasta que Saturno los abandone, hacia finales de enero, precisamente cuando tendrá un encuentro cercano con Venus.

Y si alguien quiere intentar ver una luna de solo un día, el crepúsculo vespertino de nochebuena será el momento, cuando se situará incluso más cerca de Venus y Mercurio, formando un magnífico triángulo. No será sencillo por la finísima fase, y probablemente podrá localizarse Venus más fácilmente, y a partir de él intentar buscar la Luna.

24-12-2022,  45 minutos después de la puesta de Sol, para una latitud de 40º

Selene, la dama de la noche irá visitando muy de cerca a cada uno de los planetas, según se va desplazando día a día hacia el este y aumentando su fase.

Como se ha dicho el día 24 estará muy próxima a Venus y Mercurio, el 26 se acercará a Saturno, el 29 a Júpiter y el 3 de enero a Marte.

El hecho de que puedan verse a la vez los cinco planetas es algo que no se produce muy a menudo. Se vieron la pasada primavera y también en verano de 2020, pero fue de madrugada.

Por la tarde habría que retroceder hasta agosto de 2016, y no se volverá a repetir hasta finales de febrero de 2025, en ambos casos con mayor dificultad que ahora. 

Evidentemente todo esto es desde la perspectiva del tercer planeta, porque objetivamente la posición de estos astros del Sistema Solar no tiene nada de especial.

Posición de los planetas el 25-12

Trazando una recta que pase por la Tierra, si se consigue que todos los planetas queden al mismo lado y el Sol al lado contrario significa que en algún momento de la noche se verán los cinco. Si además el Sol queda antes que ellos moviéndonos desde la Tierra en sentido directo significa que se verán al principio de la noche.

Aprovecho esta circunstancia para desearos unas FELICES FIESTAS DE NAVIDAD y entre el turrón y las uvas no olvidéis mirar el cielo.

domingo, 14 de agosto de 2022

El planeta más lento se escapa del pelotón

Como si fuera una paradoja en una carrera ciclista, Saturno, el planeta más lento de los observables sin ayuda óptica, ha sido el primero en abandonar el grupo en el que están los demás, y se ha dejado ver nada más comenzar la noche.

El 7 de agosto a las 23 h, Saturno ya había alcanzado suficiente altura sobre el horizonte como para distinguirse claramente a pesar de la contaminación lumínica de la ciudad, junto a las estrellas gamma y delta de Acuario.
Para ver esta imagen y otras de este post conviene hacerlo en un lugar con poca luz y subiendo a tope la luminosidad del dispositivo

¡Ya era hora! Llevamos unos cuantos meses sin poder observar planetas al principio de la noche, que evidentemente es el momento más cómodo, y obligados a madrugar, tal como recogí en varias ocasiones el pasado invierno y primavera.

Únicamente ha habido una excepción con Mercurio, que tuvo una breve escapada en mayo por los atardeceres del hemisferio norte pero, como casi siempre ocurre con el esquivo primer planeta, pasó desapercibido.

En realidad Saturno es el más lento de los 5 planetas visibles sin ayuda óptica, y por ello lo que ha ocurrido es que se ha quedado rezagado, cada vez más hacia el Oeste. Pero teniendo en cuenta el sentido de la rotación terrestre que nos hace ver girar la bóveda precisamente en esa dirección, la sensación que nos queda es que Saturno se ha adelantado a los demás. 

Visto desde la Tierra: (Referencias con las líneas verdes que pasan por nuestro planeta)

A - El pasado mes de marzo, con la incorporación al grupo de Júpiter, los cinco planetas eran visibles de madrugada, y Saturno en medio del grupo.

B - A principios de abril ya quedaba colocado en el borde del grupo, junto a Marte

C - En julio ya aparecía separado de los demás y trasnochando un poco ya podía verse

D - Ahora, a mediados de agosto pasa por la oposición estando visible toda la noche


Aunque no sea precisamente el planeta más brillante, ya está dando espectáculo, sobre todo en cielos limpios, como los de Araúzo de Torre, a donde corresponden las siguientes imágenes:

El pasado 9 de agosto, a pesar de la Luna y unas nubes que por momentos dificultaban la visión de Saturno, o gracias a ellas, se vieron unas estampas curiosas:


Sea como sea, lo cierto es que ya tenemos planetas al comienzo de la noche, para echarles un vistazo con el telescopio, para responder a algún curioso sobre  ¿cuál es esa estrella tan brillante que se ve por allí? que solemos oír frecuentemente, o sorprender al público que se inicia en el tema con "El famoso planeta de los anillos es aquel punto. Vamos a comprobarlo" 

Detrás del escapado irán apareciendo los demás, en orden de caza, ya en la segunda mitad de la noche. Pero como en estas noches veraniegas es frecuente trasnochar hasta altas horas, podrán verse primero Júpiter, luego Marte y ya casi con el amanecer Venus.

Desde el hemisferio sur seguramente se conformarán con ver a Saturno porque quizás el frío no les invite a esperar unas 4 horas (el doble que desde aquí) hasta que aparezca Júpiter


El 9 de agosto Júpiter parece surgir persiguiendo a Saturno, como siguiendo las connotaciones mitológicas según las cuales no se llevaban nada bien padre e hijo.

Y ayer mismo la Luna se interpuso entre los dos

Camuflada detrás del árbol, la Luna deja el protagonismo a los dos planetas: Júpiter abajo a la izquierda y Saturno arriba a la derecha.


Oposición

La situación concreta de Saturno hoy mismo, 14 de agosto de 2022, se denomina oposición porque respecto a la Tierra está situado en la parte opuesta al Sol. A casi 1325 millones de kilómetros del tercer planeta.


Como se ha dicho, esto implica que es "prácticamente" cuando más cerca se encuentra de nosotros y por ello cuando más brilla (En Marte, por ejemplo, la diferencia de unas situaciones a otras es enorme pero en Saturno no tanto), cuando muestra una imagen más grande a través del telescopio, y cuando puede verse durante más horas. Es decir, la época ideal para su observación.

Puede decirse que este momento marca el paso de matutino a vespertino, porque a partir de ahora  se verá durante más horas antes de medianoche que después, al situarse ahora al Este del Sol, y saldrá antes de ocultarse éste.

Bueno, en la práctica habrá que esperar lógicamente a que el cielo se oscurezca, y ese tiempo juega a nuestro favor, para que al planeta le dé tiempo a salir e ir tomando altura. Por ello hace ya unas semanas que se ha podido ver al comienzo de la noche.

Aunque en realidad podemos ver varios planetas si empezamos a mirar tras el crepúsculo vespertino y tenemos paciencia, el que estará durante más tiempo es el planeta anillado.

Las próximas oposiciones de otros planetas serán: La de Júpiter el 26-9  y la de Marte será el 8-12.




Aunque el caso de Saturno no sea muy significativo por su pequeña latitud eclíptica actual, excentricidad orbital no muy elevada y su lentitud, hay dos cuestiones que a veces suelen aparecer con motivo de las oposiciones planetarias y podemos aprovechar para su constatación.

Elongaciones:

La elongación es la distancia angular desde el Sol, completado en ocasiones por la indicación Este u Oeste según en qué sentido se mida, que será el más corto. Cabría pensar que fuese aumentando hasta 180º, momento en que empezaría a disminuir y cambiar de indicación. Como los planetas están próximos a la eclíptica, lo normal es que esa mínima distancia angular se mida en la dirección de la misma. 

Sin embargo en este caso de Saturno las efemérides nos dan que la elongación va aumentando hasta que hoy día 14 a las 16h T.U. llega a  178.7º, y a continuación empieza a disminuir, sin haber llegado a 180º. (pasa de 178.7 Oeste a 178.7 Este)

Esto es debido a que al estar Saturno separado de la eclíptica, el camino más corto cuando está lejos del Sol es muy diferente:

En dos esferas celestes se han representado gráficamente las elongaciones 

Normalmente la elongación es casi exactamente igual a la medida del arco de eclíptica limitada por el Sol y el planeta. Pero si está cercana a 180º y el planeta no está exactamente en la eclíptica, se desvía por zonas lejanas.

Solo tendrá elongación 180º el punto opuesto al Sol

Por poner otro ejemplo, la elongación de la luna llena de anteayer (la absurdamente denominada superluna del esturión) pasó de 174.5 Este a 174.5 Oeste, lejos de acercarse a 180º. Curiosamente se encontraba muy cerca de Saturno, pero más al Sur y con ello más lejos que él de la eclíptica.

Oposición y distancia a la Tierra:

Como se ha dicho, la oposición de un planeta es el momento en que está justo en dirección contraria al Sol; y si las órbitas fuesen totalmente circulares debería coincidir con su mínima distancia a la Tierra.
Sin embargo en este caso de Saturno la primera ocurre hoy 14-8 a las 16 T.U. y la mínima distancia a las 21.
La diferencia de 5 horas no es grande, ni se puede comparar por ejemplo con la última oposición de Marte en octubre de 2020, en que fue de 7 días, pero sí puede ser interesante conocer el motivo, que ilustro en el siguiente gráfico: en el primer caso con órbitas circulares y el segundo elípticas:
Se ha exagerado mucho la excentricidad de una de las órbitas para poder visualizar la pequeña diferencia en las distancias, y el gráfico es solo un esquema.

Teniendo en cuenta que la excentricidad de la órbita de la Tierra es menor que la de los planetas exteriores, si durante la oposición el planeta se acerca al perihelio la distancia mínima con la Tierra ocurrirá después de la oposición, pero si ya ha pasado por el perihelio será antes.

lunes, 18 de julio de 2022

El calor y los climas en otros planetas


Ahora que estamos pasando estos calores, podemos pensar en otros lugares del Sistema Solar donde la temperatura sube a niveles elevados.

Un ejemplo claro es la llamada cuenca Caloris en el planeta Mercurio, donde casi se alcanzan los 500 grados al conjugarse varios factores: Además de estar en el planeta más cercano al Sol, en esta zona éste culmina (está en el cenit) siempre cuando Mercurio está en el perihelio, o sea, aún más cerca de lo habitual, pero sobre todo porque en esos momentos parece detenerse en ese lugar retrocediendo levemente y pasando así 3 veces seguidas por su vertical, como se aprecia en esta animación: 

Simulación de las posiciones del Sol durante cualquier día en el cráter de la araña, de cuenca Caloris

Al margen de este detalle, y volviendo a las olas de calor en nuestro planeta alguien dirá que en verano es lo que toca, ¡pero no tanto! También en el hemisferio sur tuvieron algo parecido en enero, cuando allí fue verano. Está claro que todo esto es consecuencia del calentamiento global que está ocasionando el cambio climático y también en esto tenemos ejemplos en el Sistema Solar.

Sin tener en cuenta los planetas gaseosos donde es problemático hablar de temperatura porque varía según la profundidad, y considerando solo los cuatro primeros que tienen una superficie sólida, se da la paradoja de que el récord de la temperatura más alta se alcanza en Venus a causa del efecto invernadero, a pesar de estar más lejos del Sol que Mercurio, y las temperaturas más frías precisamente en el primer planeta, aunque solo en determinados momentos o lugares.

Como es sabido, las estaciones aquí son consecuencia de la inclinación del eje terrestre, a causa de lo cual cada 6 meses el Sol alcanza mayor altura alternativamente en puntos de uno y otro hemisferio además de una mayor duración del día, y ambos factores provocan la subida de las temperaturas. 

La situación en los diferentes planetas es la siguiente:


Inclinación de los ejes de los 8 planetas, con sus trópicos y círculos polares. En la zona superior los 4  que curiosamente tienen una inclinación muy similar, y en la de abajo los que son muy diferentes. 
La inclinación de los ejes en Venus y Urano se ha puesto en sentido contrario para indicar su diferente sentido de giro.

- En Mercurio se producen unas circunstancias muy especiales que condicionan la temperatura de su superficie.

En el primer planeta la variación de temperatura es extrema, pero su origen no está en la inclinación del eje porque es el único planeta del Sistema Solar en que prácticamente no está inclinado. Las variaciones, aproximadamente entre los 430 a los -180 grados centígrados dependen de que sea de día o de noche. Allí no hay atmósfera y por ello al llegar la noche se disipa hacia el espacio el calor acumulado durante el día, que lógicamente era mucho por estar cerca del Sol.

Pero no hay que pensar en unos cambios rápidos, porque un día en Mercurio dura 2 años (176 días terrestres – cuidado con algunos datos erróneos-).

Curiosamente dentro de un día mercuriano, sí influye también la distancia al Sol por ser muy diferente en el afelio y el perihelio. Lo que mucha gente cree respecto a nuestro planeta y no nos cansamos en aclarar que no es eso, en Mercurio sí influirá.

También conviene aclarar que al carecer de atmósfera no puede hablarse de temperatura ambiente como en la Tierra. Un objeto puesto al sol se calentará por uno de los lados y se mantendrá frío por el lado opuesto, a la sombra, aunque sea de día. Pero si lo giramos la parte calentada perderá ese calor rápidamente al no recibir la iluminación solar.

En el primer planeta existen dos zonas especialmente calientes. Dos lugares situados en puntos opuestos del planeta,(longitud 0º y 180º, latitud 0º), uno de ellos cercano a la citada “Cuenca Caloris”, uno de los mayores cráteres de impacto del Sistema Solar, sobre los que el Sol se sitúa durante mucho más tiempo que en el resto debido al retroceso en el cielo justo a mediodía (Ver "Algo extraño está ocurriendo en Mercurio").

No baten el record de temperatura máxima en el Sistema Solar, pero sí en variación de la misma porque en esos mismos lugares de noche la temperatura es negativa. 

También hay lugares en Mercurio donde la temperatura no llega nunca a los 0 grados. Son cráteres cercanos a los polos que al tener el eje perpendicular al plano orbital la luz del Sol no llega al fondo de los mismos, y se han detectado allí extensiones de hielo.

- En Venus las temperaturas son enormes, cercanas a los 500 grados centígrados tanto de día como de noche porque la densa atmósfera de CO2 realiza un efecto invernadero muy potente, impide la pérdida del calor y produce una mayor temperatura que en Mercurio a pesar de estar más lejos del Sol. Tendríamos que aprender de nuestro planeta vecino de cara a los efectos del calentamiento global. Allí ocurrió de forma natural, pero aquí lo estamos provocando nosotros.

Además de esa circunstancia, el tener el eje casi perpendicular al plano de giro alrededor del Sol y una órbita prácticamente circular hace que no haya estaciones y no varíe apenas la temperatura.

Imagen artística de un paisaje en Venus, que a veces se califica como "infernal"

- Marte

Aunque su atmósfera es mucho más tenue que la de la Tierra, es el planeta que tiene estaciones más similares a las nuestras ya que su eje tiene una inclinación muy parecida al de nuestro planeta (25º frente a 23.5º), e incluso se puede apreciar con un telescopio los cambios estacionales de sus dos casquetes polares. Cómo aumenta el que está en invierno y disminuye el del hemisferio de verano.

Como el año marciano tiene una duración casi doble que la Tierra también cada una de las 4 estaciones, aunque son más diferentes entre ellas por la mayor excentricidad de su órbita. Ahora mismo en su hemisferio norte está finalizando el otoño, porque acaba el 21 de julio y empezó el 24 de febrero. El invierno finalizará el 26 de diciembre, la primavera el 13 de julio de 2023 y el verano se prolongará hasta el 12 de enero de 2024. Así, la duración de las estaciones, comenzando por la primavera son de 199, 183, 147 y 158 y, a diferencia de nuestro planeta, en el momento de mayor proximidad al Sol en el hemisferio norte es otoño y en el sur primavera, lo que puede observarse en el siguiente gráfico:

Estaciones en el hemisferio norte de Marte

Las temperaturas extremas serían de del orden de los 20 y -120 grados centígrados (aunque estos valores varían según la fuente) dependiendo de la estación, la latitud y el día o la noche porque al tener una atmósfera tenue también bajan mucho tras la puesta de sol.

Como fenómeno atmosférico característico de este planeta pueden citarse las grandes tormentas de arena, a veces de tamaño planetario ¡Para que nos quejemos aquí cuando tenemos calima!

Ilustración de lo que sería una tormenta de arena en Marte

Quizás lo principal ya esté dicho, pero lo completo de manera sucinta con algunas características del clima de los planetas gigantes para no dejarles de lado.

- Júpiter

La inclinación de su eje es muy pequeña, por lo que prácticamente no hay estaciones, y la temperatura media es de unos -150 grados

En Júpiter se producen enormes tormentas, pero no están relacionadas con los ciclos estacionales porque apenas hay diferencia de una a otra. De hecho, la tormenta más grande del Sistema Solar sería la mancha roja de Júpiter que podría existir desde hace más de 300 años.

Ciclones en el polo norte de Júpiter

- Saturno

En el planeta anillado sí hay estaciones porque que con una inclinación del eje de 27º, un poco mayor que la del de la Tierra y Marte, las variaciones en posiciones del Sol tampoco son muy diferentes de las de nuestro planeta, aunque tienen una duración 30 veces mayor y su temperatura media es de unos -180º

Ahora por ejemplo en el hemisferio norte es verano, estación que empezó en agosto de 2017 y acabará en mayo del año 2025.

Como ejemplo de circulación atmosférica en Saturno puede citarse el curioso hexágono en el polo norte, que cambia de color según las estaciones y a medida que se acerca el verano surge sobre él otra estructura similar pero muy por encima.

El "hexágono" de Saturno, en la parte superior izquierda de la imagen

Pero quizás los mayores cambios estén en la visión de sus anillos, tanto desde allí hipotéticamente sobre las nubes, como desde aquí a través de un telescopio.

Aunque sea de noche y el Sol no ilumine esa cara del planeta sí lo hace con los anillos que brillarán más intensamente en primavera y verano y menos en otoño e invierno. Según esta circunstancia tanto de día como de noche podría conocerse la estación, e incluso la proximidad de los solsticios o equinoccios. 


- Urano es el planeta que tiene las estaciones más extremas en cuanto a su geometría, que no en las temperaturas, que lógicamente serán siempre muy frías. Media de unos -180, similar a la de Saturno.

Debido a la gran inclinación del planeta, en la mayoría de él (desde la latitud 8 hasta la 82 tanto norte como sur) se produce tanto el día perpetuo en verano como la noche perpetua en invierno, de forma similar a los círculos polares terrestres. Pero también en algunas temporadas y en algún momento el Sol llega a estar en el cénit, como en nuestras zonas intertropicales por lo que haciendo un símil con nuestro planeta podría decirse que los trópicos están muy cerca del polo y los círculos polares muy cerca del ecuador.

En un lugar de latitud media, por ejemplo 45º, de los 84 años terrestres que dura un año en Urano  durante casi 11 años es de día continuo y otros 11 noche perpetua. Concretamente ahora día perpetuo en 45º Norte, y aunque el total de radiación solar a esa distancia no sea elevada, estas circunstancias tan diferenciadas hacen que surjan o desaparezcan líneas brillantes u oscuras en uno u otro hemisferio en los equinoccios.


- Neptuno

Con una inclinación del eje de 28º la situación sería muy parecida a Saturno, pero más frío porque está más lejos del Sol, con temperatura media de unos -220 grados.

Si en algo destaca el clima del último planeta, es en los vientos de casi 2000 km por hora con lo que sus nubes cambian continuamente.