Nota previa para los nuevos lectores de este blog.
Como he
comprobado que últimamente se han incorporado un buen número de lectores, quería en primer lugar agradecer su atención, y luego aclarar algo
que ya dije hace tiempo:
Este es un blog para todos los públicos, por lo que el
comienzo de los diferentes artículos debe ser sencillo y asequible a quien no
está metido en el mundo de la astronomía y solo siente una cierta curiosidad. No obstante, “todos los públicos” incluye también a los
ya iniciados, y al final de la mayoría de los artículos añado algunos anexos (marcados
con unos rombos en su cabecera) en los que éstos también pueden encontrar posiblemente
algo nuevo que les pueda interesar. Si eres de quienes “ya se lo saben”, puedes
pasar rápido los primeros párrafos e ir a los anexos.
El “famoso desconocido”
El pasado
3 de junio de 2016 fue la oposición de Saturno pero apenas se mencionó en casi ningún lugar. Aunque solo sea por eso, hoy le voy a dedicar esta entrada.
Si Saturno
tuviese sentimientos (como antiguamente suponían los griegos que le asociaban
con Cronos, el anciano padre de Zeus, aunque no eran precisamente buenos sentimientos) se
quejaría amargamente de su situación: Todo el mundo dice que es el mejor, el
más fotogénico, pero nadie le reconoce cuando le ven por la calle ni casi nadie
se acuerda de felicitarle en su día.
He
comprobado muchas veces estas circunstancias: Cuando vienen al Aula de
Astronomía de Durango grupos de niños de los primeros cursos de primaria, les
suelo preguntar cual es su planeta preferido, o el más bonito. La unanimidad suele ser total: “Saturno”, “el
del aro”.
Maquetas a escala de los planetas del Sistema Solar en el Aula de Astronomía de Durango. |