Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

domingo, 10 de abril de 2016

El esquivo planeta sureño se asoma por el Norte

Se dice que Copérnico, la persona que en el siglo XVI revolucionó el conocimiento sobre la estructura del Sistema Solar, se lamentaba de no haber podido observar nunca el planeta Mercurio.
Si al igual que el astrónomo polaco tú tampoco lo has visto nunca, aprovecha estos próximos días de abril. Si tienes un horizonte Oeste sin obstáculos y se queda despejado al atardecer, podías intentarlo al menos desde el día 10 hasta el 25 aproximadamente, aunque lo tendrás más fácil cuanto más cerca del día 18 (18-4-16) Esta es la mejor oportunidad del año para observarlo desde el hemisferio Norte. Y no necesitas telescopio.
Un puntito débil, casi pegado al horizonte en un cielo todavía brillante, ese es el primer planeta. El planeta maravilloso.
Para localizarlo puedes ayudarte de unos prismáticos que, aunque no son imprescindibles, ayudan mucho. Como te decía, conviene buscar un lugar desde el que el horizonte Oeste no tenga montes o edificios altos, en un atardecer sin nubes por esa zona.
Unos 45 minutos después de ponerse el Sol rastrea con los prismáticos la zona cercana a donde se puso el astro rey, hasta que localices un puntito brillante. En esos momentos Mercurio estará casi exactamente en la vertical, o un poquito  a la derecha, del lugar del horizonte donde se produjo la puesta del Sol a unos escasos 10 grados de altura, poco más del campo que abarcan unos prismáticos "normales", (o casi el doble de ese campo según las características del instrumento). Luego se irá moviendo muy poquito a poco hacia la derecha y hacia abajo. A medida que se acerque el día 18, lo encontrarás más alto y también tendrás más tiempo para buscarlo, por lo que tienes más margen y puedes esperar a que el cielo oscurezca un poco más.
Una vez "pillado" con los prismáticos, toma una referencia de algún objeto en su vertical en el horizonte e intenta luego verlo directamente sin ayuda óptica.
Si vives en un lugar de latitud menor de 40ºN puedes comenzar la búsqueda un poco antes porque el crepúsculo es más breve, y si es más al norte, algo más tarde.
Si no tienes prismáticos deberás esperar unos minutos más hasta que el cielo haya oscurecido lo suficiente para localizar a Mercurio a simple vista. Pero tendrás luego menos tiempo para seguirle admirando porque se pondrá pronto.
Una vez que lo hayas encontrado de una u otra manera, fíjate bien dónde está y no tendrás ningún problema en volverlo a ver nuevamente después de ir a buscar la cámara de fotos o a alguien para que comparta tu experiencia. Habrás conseguido algo de lo que Copérnico se lamentaba por no haberlo podido hacer en toda su vida.
A punto de publicar esto, el 10 de abril a eso de las 21:40, después de cubrirse todo el cielo y caer un buen chaparrón sobre Bilbao, se ha abierto un pequeño claro dejando un trocito de cielo limpísimo justo en el momento y en el lugar adecuado y ... ¡Aquí está!          Queda abierta la veda.

domingo, 3 de abril de 2016

La luz cenicienta de la Luna

Todos lo hemos visto alguna vez: Miramos a la Luna que se encuentra en fase muy fina y observamos que en el resto del disco lunar, que teóricamente debería estar oscuro, invisible, se aprecia con una tenue luz casi fantasmagórica. Esa es la Luz cenicienta.

Si  nunca te has fijado mucho en ello, esta semana (excepto el jueves día 7 y con mucha dificultad los días contiguos) podrías verlo si tienes el cielo limpio.

Luz cenicienta, muy tenue, antes de amanecer el 15-8-2012, solo 36 horas antes de la Luna Nueva
Pero sabemos que la Luna no tiene luz propia, que la vemos porque refleja la luz del Sol, y esa zona no está iluminada ahora por el Sol; ahí es de noche.
Efectivamente, pero en realidad esa luz proviene de la Tierra.

martes, 29 de marzo de 2016

Júpiter; ahora si.

Han pasado ya varias semanas de la tan anunciada oposición de Júpiter que ocurrió precisamente el día internacional de la mujer (puedes ver en este link lo que se dijo entonces), y por lo tanto ya ha llegado la época en que yo disfruto más enfocando con mi telescopio al quinto planeta.
Lo veo un poco más pequeño que el 8 de marzo (apenas un 5%  que no es nada), a simple vista me parece exactamente igual, pero con el telescopio le saco mucho más jugo ahora, viendo los juegos de luces y sombras de sus cuatro principales satélites.

Como habrás imaginado por el párrafo anterior, para poder ver los espectáculos que te voy a describir es necesario utilizar telescopio. Pero como este blog es “para todos los públicos”, aunque no estén metidos en este mundillo, en caso de que no dispongas de este instrumento, al final del post (*), después del anexo, te digo lo que podrías hacer.

Teniendo en cuenta que las órbitas de estos satélites están prácticamente en el plano ecuatorial de Júpiter, y que la inclinación tanto de la órbita del planeta como de su eje de rotación son muy pequeñas, según van girando en torno al planeta nosotros con el telescopio les vemos casi alineados y con un movimiento de vaivén oscilando a un lado y otro de Júpiter.
Imagen de Júpiter y sus 4 grandes satélites Io, Europa, Ganímedes y Calisto, por orden de proximidad real al planeta, tal como pueden apreciarse con un telescopio.

martes, 22 de marzo de 2016

El próximo eclipse de Luna

Este post es fundamentalmente didáctico. Es posible que les sea útil a profesores, a quienes quieran difundir la astronomía entre jóvenes y niños, o a quien le guste descubrir por sus propios medios lo que va a ocurrir en el cielo, antes de “enterarse por ahí”

¿Mañana eclipse?
Escribo esto el martes 22 de marzo de 2016, y como es muy posible que lo leas con posterioridad, quizás te extrañe porque no has oído nada, ni has visto (ni verás) imágenes de este eclipse en la tele como viste hace poco de otro eclipse, aquel de Sol.
No te preocupes, que no te has perdido nada, pero quizás esto te sirva más adelante para jugar y presumir de mago o futurólogo ante tus amigos, como los griegos del siglo V antes de C. pensaban de la sacerdotisa Aglaonike.

Pues si. 23 de marzo, miércoles santo, comienzo de vacaciones para muchos, y eclipse de Luna. Ya sé que casi nadie se ha enterado, porque en esta ocasión los medios de comunicación no han dicho nada. Es lógico. El eclipse es solo penumbral, el oscurecimiento que sufrirá la Luna es mínimo y no se apreciará. Por si fuera poco, en el momento que ocurre, la Luna no es visible desde Europa ni desde Africa, y desde la mayor parte de América y Asia solo se ve, muy cerca del horizonte, durante parte del desarrollo del eclipse.


sábado, 19 de marzo de 2016

Ya llega la Primavera

Lo estarás oyendo estos días en muchos lugares: este domingo a las 5:30 de la madrugada comienza la primavera, (5:30 hora Central Europea, que serían las 4:30 en Tiempo Universal). Puede resultar anecdótico, pero de las 4 estaciones, “la de las flores” suele ser la más esperada y la que más veces se cita su comienzo y no solo en los centros comerciales.



Recuerdo muy bien, cuando solo tenía 7 años, la frase (en broma) que oí varias veces a mis compañeros de colegio “Mañana viene mi prima. Sí, viene la prima Vera”. Nunca en aquella época me enteré de cuando empezaba el verano o las otras estaciones.
No solo porque hacer el chiste sería más difícil, sino porque en aquellos años en que no había tantos medios de comunicación que lo difundieran y el enterarte de estas cosas no eran tan habitual, también entonces la primavera era la estación más esperada.
Quizás sea porque a muy poca gente le gusta el invierno, y está deseando que se acabe, y esta idea de que la temperatura vuelva a ser agradable y comience el ciclo vital de la naturaleza después del letargo invernal, ha estado desde es siempre en el pensamiento de todas las civilizaciones.
De hecho el comienzo de esta estación, con la primera luna de primavera, solía ser el punto de arranque del año en la mayoría de los calendarios de la antigüedad.
Hoy con el cambio climático, ya no están las cosas tan claras, pero estos días estamos oyendo continuamente el dato del día y la hora, en que se produce el equinoccio, que por cierto, no debemos olvidar que en el hemisferio Sur es el de otoño.

martes, 15 de marzo de 2016

El día que la Luna Nueva brilló (2)

Este post es continuación del anterior, que deberías leer antes, si no lo has hecho, clicando aquí.
Si ya lo has leído, éste es solo "para saber mas".


Aquí están los anexos que había prometido y que no son adecuados a todos los públicos por su mayor profundidad y en ocasiones, aridez. Si no te gustan los temas técnicos, te aconsejo que no lo leas. En breve publicaré otra entrada más amena.

Corresponden a explicaciones de tres cuestiones que se mencionaron en el anterior post. Están en el mismo orden que allí aparecían, siendo la primera (*) bastante más engorrosa, por lo que si quieres puedes leer solo las otras dos, marcadas con (**) y (***)

domingo, 13 de marzo de 2016

El día que la Luna Nueva brilló.

No se si te  has enterado de los "extraordinarios" fenómenos que ocurrieron el pasado martes 8 de marzo, con Júpiter, el eclipse y la superluna, que seguramente no has podido ver (siempre la maldita ley de Murphy) y quizás estés pesaroso-a por haber perdido tan magnífica oportunidad.
No te preocupes. Si la información que te ha llegado es la misma que lo que he leído yo, no te has perdido nada de lo que cuentan por culpa de las nubes o porque hayas leído tarde las noticias en Internet. Lo cierto es que no ocurrió nada importante en el cielo que hubiera estado a tu alcance. Como otras veces, o aún mucho más que otras veces, algunos medios de comunicación exageraron o contaron auténticas mentiras.
¿Alguien vio alguna vez la Luna Nueva? Según la información de decenas de publicaciones, el día 8 de marzo se iba a ver, y no solo ver, sino además un 15% más grande y brillante de lo normal. Pero esto solo fue la guinda.
  

Si; es mi frase favorita de todo lo que he leído del genial Einstein, seguramente porque es la que mejor entiendo.
Como yo también pertenezco a la raza humana, sé que me habrá tocado muchas veces ejercer de estúpido, y seguro que tendré que repetir en el futuro. Y no solo yo. Todos los seres que nos llamamos “inteligentes” en el tercer planeta.

lunes, 7 de marzo de 2016

ORIÓN: La constelación

La mayoría de las personas que nos gusta mirar del horizonte para arriba, de noche, y observar los astros, estamos de acuerdo (por supuesto hay excepciones) en que de los 88 grupos de estrellas en que los astrónomos han parcelado el cielo, la constelación más llamativa es Orión. Cuando hay alguien enseñando el cielo a los curiosos o aficionados neófitos, casi siempre se le oye decir que es su preferida.

Aunque Orión es la típica constelación de invierno, en agosto se la puede ver al alba. (Araúzo de Torre, 14-8-2015)
Nunca olvidaré cuando yo la descubrí una preciosa noche de noviembre, surgiendo imponente por el horizonte Este en aquel lugar donde habíamos puesto las tiendas de campaña, una campa del macizo montañoso del Gorbea a mil metros de altura, muy lejos de las luces de pueblos y ciudades.

Era la época de la que guardo un mejor recuerdo con respecto a esta mi afición hacia las estrellas porque era el comienzo, la etapa de los descubrimientos. Con ayuda de un planisferio celeste (un mapa de estrellas), llevaba varios meses aprendiéndome poco a poco las constelaciones, comparando el cielo con el mapa, comprobando, siempre con admiración, casi con asombro, cómo esos puntitos de luz que había visto toda la vida y que salvo “ligeras” diferencias de brillo me parecían todos iguales, coincidían uno a uno en su posición con los puntos marcados en el mapa. Y cómo, memorizando las formas de esos grupos de estrellas ¡que tenían nombre!, era capaz de reconocerlos la noche siguiente.

martes, 1 de marzo de 2016

Mis libros


Esta semana pasada mi editor (*) me ha echado un rapapolvo, y creo que tiene razón:
“Se cumple ya medio año desde que abriste el blog, has publicado casi 40 entradas, y ¡TODAVÍA NO HAS HABLADO DE TUS LIBROS!” 
Siguiendo sus indicaciones, y aunque nunca he sido un buen vendedor, os voy a hablar de dos libritos, los últimos que he publicado.

Ambos tienen una estructura parecida, con  capítulos o apartados muy cortitos que siguen todos el mismo esquema. Pueden resultar muy cómodos de leer, porque no son necesariamente temas secuenciales y puedes abordarlos en el orden que quieras, saltándote el que te resulte pesado o incluso retrocediendo, a partir de los títulos que aparecen en el índice.

lunes, 22 de febrero de 2016

Magia en el sexto planeta

¿Hay magia en las inmediaciones del sexto planeta?
Alguien que lo observara sin más, un espectador no demasiado quisquilloso que no vaya decididamente a pillar el truco, sorprendido por lo que ve diría que sí. 
Pero como siempre en estos casos existe una explicación, lo que lo convierte en una simple sesión de ilusionismo. Una sesión con dos ayudantes casi desconocidos que dan la cara en el escenario, aunque detrás de bambalinas está el mago, mucho más famoso, cuya aportación es fundamental. 
Una sesión que, quizás para salvaguardar el “truco” como aconsejan todos los ilusionistas, no se prodiga demasiado. Solo una vez cada 4 años, pero nunca falla. Ni en la puntualidad ni en su sorprendente y cuidada realización.
A la derecha los protagonistas, los satélites Jano y Epimeteo, aunque en realidad solo sean los ayudantes del sexto planeta que se intuye a la izquierda de la imagen, fuera de escena.
Créditos: Cassini Imaging Team, SSI, JPL, ESA,NASA  


Cuando me puse a escribir este post lo que más me costó fue elegir el título. Tardé en decidirme, después de dudar entre unas cuantas opciones:
- “Dos lunas encadenadas entre sí, pero que no se pueden encontrar”.
- “La atracción les aleja. Como dos amantes malditos, su propia atracción mutua hace que no puedan ni siquiera tocarse”
O incluso: -“El satélite de dos caras o ... ¿dos satélites en la misma órbita?”,   -“Danza salvadora”,   -“Baile mágico” ,  o    -“Lo más increíble del Sistema solar, que nunca hayas imaginado”.
Esta última sería muy apropiada para atraer la atención pero me pareció demasiado larga para un título.

Desde el tercer planeta nuestros protagonistas, los satélites  de Saturno Jano y Epimeteo, se verían muy débiles, y su magnitud ronda la 14 y 15 (a simple vista no se puede ver más allá de la 6), Desde luego, están fuera del alcance del equipo de un astrónomo aficionado medio, no tanto por su poco brillo sino sobre todo por la proximidad al planeta y a su anillo, cuya luz saturaría la zona. Pero con el rápido avance tecnológico y los nuevos equipos que sin duda irán apareciendo, probablemente desaparecerá ese problema dentro de poco tiempo.
Como imaginar es libre, imaginemos que ya podemos captar su imagen o que nos la pasa alguien con acceso a un gran telescopio, y yo te cuento lo que veríamos:


martes, 16 de febrero de 2016

Pero, ¿Por qué Mercurio?

Este post es continuación del anterior, que deberías leer antes que éste, clicando aquísi todavía no lo has hecho.
Allí se expone que Mercurio es el planeta que, con mayor frecuencia, está situado en una posición más cercana a la Tierra que todos los demás. Esto ocurre porque, aunque no es el que más se acerca, sí es el que menos se aleja. 
Aquí, en los anexos habituales de este blog, se dan datos concretos y explicaciones.


Antes de ello, quiero recoger una enorme casualidad que se produjo casi nada más publicar el anterior post:
Si allí se citaba que yo recordaba que al menos en dos ocasiones en concursos de la tele había aparecido la pregunta “¿Cuál es el plantea más cercano a la Tierra?”, y la respuesta dada como válida no era probablemente la correcta, no habían pasado 24 horas de haberlo publicado cuando en el programa “La ventana” de la Cadena Ser, el popular presentador Carlos Sobera hacía precisamente esa pregunta al concursante de turno. 
En este caso, el planeta que se daba como respuesta correcta (como siempre, Venus) estaba ese día más lejos que Mercurio, e incluso que Marte.
El dato, y el link que aquí te pongo donde puedes  comprobarlo en el minuto 52:35 de la grabación, me lo ha proporcionado mi colega en la enseñanza y divulgación de la astronomía, y gran amigo, Manu Arregi, autor durante unos cuantos años del magnífico blog “EL NAVEGANTE”, que aún puedes consultar.

 Me han preguntado que cómo me di cuenta de que habitualmente, y aparentemente contra toda lógica,  el planeta más cercano era Mercurio. Por supuesto que no soy un estricto inspector del Sistema Solar. Fue de manera empírica y casual.
Uno de los ejercicios, que a veces hace el alumnado que viene al Aula de Astronomía de Durango, consiste en medir con un metro diversas distancias en la maqueta, reproducida exactamente a escala, de las órbitas y posiciones planetarias que está trazada en el suelo (incluye también la órbita de un cometa, la trayectoria de la misión espacial Curiosity, la visualización de las leyes de Kepler, ...) y que aparece en la imagen.


La escala es muy fácil de manejar: 1 centímetro equivale a un millón de kilómetros. Uno de los objetivos de hacer mediciones directamente en el suelo era que se sorprendieran obteniendo la distancia Tierra-Sol en invierno y en verano, y desecharan el error frecuente en la causa de las estaciones. 
Ya puestos, por hacer algo más, les propongo medir la distancia de la Tierra a los otros tres planetas cercanos, cuya posición actualizamos semanalmente a partir de una tabla de elongaciones (separación angular respecto al Sol) y dejamos marcada con etiquetas adhesivas, sobre las que luego solemos colocar esferas que representan a los planetas para visualizarlos mejor.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Mercurio, el planeta más cercano, a la Tierra.

El título es totalmente correcto. No es lenguaje metafórico como en otras ocasiones, ni me he confundido de planeta.
Tampoco pienses que en este caso con la palabra “cercano” me refiero a “más parecido” como a veces se dice, ni ha sido una traducción inadecuada del inglés, ni tampoco quiero indicar que “sintoniza contigo”, como en ocasiones utilizamos ese término al referirnos a personas.
El más cercano al tercer planeta, es el primero. En distancia, en línea recta, en kilómetros o en Unidades Astronómicas (Suponiendo que estás leyendo esto no más de 10 días después de que lo publiqué) 
¿Y qué pasa con el segundo, que está entre ambos? Me preguntarás.

Para que veas que no voy de farol, te pongo aquí los números que me acaba de dar ahora mismo el programa Stellarium, que coinciden con los datos que dan otras fuentes totalmente fiables, para hoy día 10 de febrero de 2016:
Distancia Tierra-Mercurio 1.05 Unidades Astronómicas (en kilómetros, multiplicar por 149.6 millones)
Distancia Tierra-Venus 1.40 U.A.
Distancia Tierra-Marte 1.28 U.A.
Está claro.
Se Puede comprobar con cualquier programa de efemérides, que Mercurio es el planeta que tenemos más cerca desde el pasado 24 de diciembre hasta el próximo 20 de febrero.
Seguramente ya te habrás dado cuenta de la “trampa”: Las distancias cambian continuamente porque los planetas se mueven en sus órbitas, con diferentes periodos y la configuración del sistema va cambiando.

A la izquierda, la posición de los planetas hoy mismo (10-2-16) con indicación de las distancias por medio de flechas, y a la derecha otra situación en que Mercurio también era el más cercano, a pesar de que estaba en la posición más lejana posible, al otro lado del Sol (a mediados de diciembre de 2014).
Estamos acostumbrados a ver los planetas dibujados en línea recta, partiendo del Sol, como en esta imagen, pero eso solo es una manera de representarlos, que evidentemente no corresponde a ninguna situación concreta de una fecha.


Está claro que normalmente quien pregunta “¿Cuál es el más cercano?” lo que en realidad quiere preguntar es “¿Cuál es el que más se acerca? ”, y en ese caso la respuesta correcta sería Venus, pero evidentemente el subconsciente le juega una mala pasada y se equivoca al construir la frase.
También el que responde a la pregunta si sabe un poco de astronomía, la oye bien pero su subconsciente la interpreta mal, con lo cual si se trata por ejemplo de un concurso, ganará el premio a pesar de responder incorrectamente.

sábado, 6 de febrero de 2016

La Luna se tumba

Si vives en el hemisferio Norte y el próximo miércoles (10 de febrero de 2016), o el jueves, después de atardecer tienes el horizonte Oeste sin muchas nubes, o si aunque esté nublado percibes algún claro en el cielo, mira hacia allí y verás una preciosa Luna. Con una fase muy fina, próxima a ponerse o quizás ya ocultándose, dará una imagen verdaderamente llamativa. Pero quizás, sin darte cuenta el porqué, te parecerá algo rara.   ¡Pero si está tumbada!

Luna y farolas en S. Pedro de Atacama el 7-4-2013.
 Esta imagen en realidad corresponde a la salida de la Luna próxima y posterior al equinoccio de otoño en el hemisferio Sur, que es análoga a la situación de ocaso (puesta) próximo y anterior al equinoccio de primavera en el hemisferio Norte, los citados días de la próxima semana.
En el hemisferio Norte estamos acostumbrados a ver la Luna creciente con la figura erguida, en forma de letra D, la curvatura a la derecha, (el terminador –límite entre la parte brillante y la parte oscura- a la izquierda), y las puntas de la Luna dirigidas hacia la izquierda. Esta imagen, o su simétrica correspondiente a la luna menguante en forma de letra C es el típico icono de “medialuna” que aparece en cualquier lugar para referirse a la Luna en general, o incluso a la noche. (En el hemisferio Sur al revés la D y la C y por eso suele decirse que la Luna en el Norte es mentirosa pero en el Sur no, refiriéndose a las iniciales de Creciente y Decreciente)
Sin embargo los dos días citados, en el hemisferio Norte poco antes de ponerse tendrá las puntas dirigidas hacia arriba, en una postura casi horizontal, tan extraña que casi no lo vas a volver a encontrar así en todo el año. Puedes pensar que quizás te esté sonriendo.

El triángulo en la apoteosis final

El final del espectáculo de los cinco planetas ha sido magnífico. 

Por primera vez, que yo recuerde en la zona donde yo vivo, en la incertidumbre de la espera a un espectáculo celeste consultando previsiones meteorológicas, éstas fueron mejorando drásticamente la víspera. Y no solo eso, sino que además se cumplieron.

Un precioso amanecer, como marco de la imagen que nos mostraban los 4 astros más cercanos al Sol, contando también al tercer planeta, que así mismo aparece en la foto. 
En nuestro cielo, La fina luna menguante acompaña al brillante Venus y al escurridizo Mercurio.
La Luna, Venus y Mercurio, al alba del 6 de febrero de 2016, sobre el espléndido escenario del macizo del Gorbea, monte mítico por estas tierras, cuya cruz, que aparece incluso en el cancionero popular, podrías quizás intuirla en la suave cima redondeada de la izquierda si amplias la foto. Imagen obtenida desde Orozko (Bizkaia)
Por supuesto, que también estuvieron el resto de actores, pero a esos ya los tenemos muy vistos y seguirán acompañándonos durante unas semanas más. Hoy, lo importante ha sido la apoteosis final.

Aunque soy consciente que un post de un blog no debería nacer nunca con la intención de ser modificado posteriormente, creo que en este caso merece la pena publicar ya la imagen fresca que aún mantengo en el recuerdo inmediato de poco más de dos horas, y casi en la retina; y anuncio la intención de añadir, tranquilamente durante los próximos días, nuevas imágenes de las sesiones del espectáculo de ayer y de hoy.

En esta otra imagen, obtenida unos minutos antes que la anterior, los protagonistas del triángulo quedan mucho más explícitos, y a muchas personas les gustará más el resultado de la foto, pero ésto no es lo que yo vi.

Porque además, anuncié que hoy mismo iba a publicar otro post sobre la Luna, que quizás es el que esperabas encontrar cuando has entrado en el blog hace unos instantes, y se me acumula el trabajo. Eso será hoy sábado 6 de febrero, pero por la tarde, cuando lo tenga ultimado.

sábado, 30 de enero de 2016

Diferencias en la Luna

El post de hoy, para compensar los de otras ocasiones, es muy breve, mucho más entretenido, y quizás hasta más interesante para la mayoría de lectores.

Me imagino que alguna vez habrás jugado al juego de las “diferencias” entre dos imágenes casi iguales.
¿Qué diferencias ves entre estas dos fotos? (aparte la distinta exposición, ya que una tiene mucho más luz que la otra)
¿Cuál es la diferencia mínima de tiempo que puede haber entre la obtención de una y otra foto?
¿Por qué?



Ambas fotos fueron obtenidas desde la ventana de mi casa, “la ventana mágica” como la llama una entrañable amiga, y corresponden aproximadamente al horizonte WSW de la colina que hay en el otro extremo de la ciudad de Bilbao (Lat: 43º 19 N, long 2º 56´W), aunque estos datos no son importantes.
Si te apetece me puedes mandar tus respuestas a las tres preguntas, al correo electrónico aulacielo@gmail.com  o a la dirección que algunos ya habéis encontrado clickando en “ver todo mi perfil”, debajo de mi foto.
Por supuesto, para la mejor respuesta (a mi entender) habrá premio, que lógicamente será LA LUNA. No creo que me fueras a pedir un premio mayor.
También podrías enviarlo en un comentario, pero estarías dando pistas a los competidores.

Sobre este tema espero hablaros el sábado 6 de febrero, momento en que, además, finalizará el plazo para decidir la respuesta más adecuada, y daré el nombre de la ganadora o ganador. El fallo no se podrá recurrir.

Pero si vas mirando las fotos y le vas dando vueltas al tema, mejor. 


domingo, 24 de enero de 2016

Crónica de un magnífico preestreno

Aunque en el anterior post (puedes consultar allí todos los detalles del fenómeno) había situado el comienzo del espectáculo de los cinco planetas en mi latitud para el día 28 de enero (Con el Sol 15º bajo el horizonte a la salida de Mercurio, el planeta más difícil de ver)  porque no me gusta crear expectativas frustrantes como ha ocurrido con el cometa Catalina, las circunstancias me han hecho adelantar el primer intento de observación al día 24.
La previsión meteorológica muy favorable para una mañana de domingo sin tener que ir luego temprano a trabajar, y a pesar de que la altura del Sol en el orto de Mercurio solo era de -11º, ya en alguna otra ocasión con buen horizonte lo había pillado en condiciones similares (recuerdo el primer atardecer de 2015). 
Teniendo en cuenta la elevada probabilidad de que por estos lares no se repitieran las buenas condiciones en las próximas semanas, decidí intentarlo. Pero había que asegurarse de que un lugar de observación inadecuado no lo frustrara.
 
Venus (derecha) y Mercurio (izquierda, cerca del horizonte entre el monte y la columna) escoltan el buzón "mendizale" de la cima del monte más querido en Bilbao. Porque aquí, además de idolatrar al equipo de fútbol como, posiblemente, en ningún otro lugar del tercer planeta, también se ama a los montes.
El lugar ideal: la cima del emblemático (para los bilbaínos) monte Pagasarri, lejos de las luces de la ciudad, con 671 metros de altura, y un horizonte Este y Sureste perfecto. El madrugón y la marcha montañera merecieron la pena, porque además he cumplido otro sueño. Ser el primero de los miles de bilbaínos que un domingo cualquiera pisan la cima del "Paga".
  

jueves, 21 de enero de 2016

Los planetas ultiman un nuevo espectáculo, diferente

Algún lector me ha achacado el utilizar a veces un lenguaje demasiado simbólico que hace que no se entienda bien lo que quiero decir. Sin embargo también sé que hay personas que les gusta esta manera de contar las cosas.
A modo de prueba este post tiene dos versiones. En ésta primera el lenguaje metafórico está incluso exagerado, pero como suele ser costumbre en interenet, puedes obtener la traducción a un lenguaje inteligible clickando en la indicación que encontrarás al final.
En octubre, cuatro actores

El pasado octubre los astros errantes ofrecieron unos magníficos espectáculos en los escenarios orientales al amanecer ( se puede ver aquí ) y ahora después de solo 4 meses, muy poco para lo lentos que suelen ser normalmente los cambios de escenografía y decorados, ya están preparados para un nuevo estreno.

Pero aunque pienses que esa actuación ya la viste, no debes dejar pasar la ocasión. Hay que estar atento, asegúrate lo antes posible una entrada para la función, de una buena localidad, que el estreno está muy próximo y disfrutarás del espectáculo porque esta vez es totalmente diferente 
Si en aquella ocasión pudimos ver unas escenas casi abigarradas de personajes en un mismo rincón del escenario, ahora, también de madrugada, se van a desplegar por todo él, marcando una larga línea en una coreografía totalmente nueva.
                                                                                                                                                      
Como es habitual al leer las críticas, se pueden encontrar opiniones diversas al compararlo con el montaje del pasado otoño. Como siempre que hay que elegir entre dos cosas muy diferentes, hay opiniones y preferencias para todos los gustos, pero objetivamente hay muchas novedades.

domingo, 17 de enero de 2016

¿Tienes algo tan redondo como la órbita de la Tierra? (2)

En la primera parte de este tema se decía que la órbita de la Tierra es casi circular, mucho más redonda que lo que todos pensamos, incluso más redonda que una moneda, y que casi siempre se representa de manera errónea, exageradamente alargada.

Algunas afirmaciones que allí se vertían son tan sorprendentes que hay que aclararlas más detalladamente y justificarlas con números, lo cual suele ser “feo” para algunos lectores, pero para eso suelo utilizar la sección de “los rombos”, que son anexos opcionales y solo recomiendo a quienes realmente les interese un determinado aspecto del tema. En este caso la totalidad de este post  es específica y opcional, para completar el anterior, que es de obligada lectura antes de leer éste. Si no lo leíste, antes de seguir, pincha en este enlace .
Creo que por primera vez aparecen los dos tipos de anexos con rombos, e incluso ahora también un tercero y me he dado cuenta que nunca he explicado el origen de esos "logos" romboidales: El Subtítulo de este blog indica que es “Para todos los públicos”. Por ello, cuando aparecen explicaciones que pudieran no serlo, lo aviso con estos indicadores que se usaban en la televisión española cuando yo era niño, y en la televisión en blanco y negro con solo dos canales aparecían uno o dos rombos, teóricamente para advertir que no lo viéramos porque no era adecuado a nuestra edad, aunque conseguían el efecto contrario. Para nosotros era la señal de que iba a aparecer algo “interesante”.
Es posible que aquí pase algo similar y por eso me he inventado los 3 rombos, para que tanto aviso “asuste” un poco más.

Como algunos aspectos del post son demasiado técnicos, he intentado aligerar la pesadez que pudieran haber producido utilizando, sobre todo al final, un tono algo jocoso o irónico. No creo que se vuelva a repetir mucho en el devenir del blog, y espero que con ello no haya perdido rigor o credibilidad.
Soy consciente de que ha quedado claramente heterogéneo y excesivamente largo (tampoco volverá a repetirse), pero no debe ser un inconveniente porque debes elegir solo lo que te interese y estoy convencido de que en uno u otro anexo encontrarás algo de tu agrado. Para empezar: Si no te gustan las matemáticas, te aconsejo vivamente que  te saltes los dos primeros apartados y vayas directamente al tercero, el que está encabezado por los tres rombos.


Descubrimiento de la verdadera forma de las órbitas planetarias.

Cuando Copérnico descubrió, en el siglo XVI que los planetas giraban alrededor del Sol, supuso que lo hacían en órbitas circulares con nuestra estrella en el centro porque es lo que parece lógico. Unas cuantas décadas después, Kepler, estudiando una posición observada por Tycho Brae del planeta Marte que no le concordaba con el esquema de Copérnico (una sola entre otras muchas concordantes), descubrió que en realidad las órbitas eran elípticas y el Sol no estaba en el centro. 
Lo que le dio la pista para su deducción fue esto último: La posición respecto al Sol. Si con esa misma órbita, el Sol hubiera estado en el centro, jamás se hubiera dado cuenta porque, como se vio, las órbitas de los planetas son casi casi circulares. La de Marte es la segunda más excéntrica entre los planetas, y aunque no se note por ningún lado su forma ligerísimamente alargada, al estar el Sol apreciablemente apartado del centro, las consecuencias de ello son claras y las que detectó Kepler.
Aunque los 8 planetas tienen órbitas prácticamente redondas, no ocurre así con muchos asteroides, algún satélite y la mayoría de los cometas periódicos, que, esas sí, pueden ser tremendamente alargadas.
 
Tres ejemplos de órbitas en el Sistema Solar: La de Mercurio (la más alargada entre los planetas) , el asteroide centauro Quirón (también más alargada que la mayoría de ese tipo de astros) y el cometa Halley.
Está reflejada fielmente la forma de cada órbita, así como la posición del Sol, y se indica también la excentricidad: e (se explica luego este concepto). La escala es muy diferente en cada una de las tres órbitas.

martes, 12 de enero de 2016

¿Tienes algo tan redondo como la órbita de la Tierra?

Cuando al comienzo de año, era inminente el paso de la Tierra por el perihelio, prometí aclarar mi opinión de por qué casi siempre se utilizan gráficos contradictorios y absurdos para ilustrar esta efeméride.
Aquí lo tienes. Estoy casi seguro de que tú también te vas a sorprender.

¿Tienes por ahí algo a mano, que sea tan redondo como la órbita de la Tierra?

Casi con total seguridad la sorprendente respuesta a tan extraña pregunta es negativa.
Y así deberá ser aunque saques del bolsillo unas monedas o el aro metálico del llavero, mires la alianza en tu dedo anular, o el borde del vaso que acabas de utilizar. La órbita de la Tierra es más redonda que cualquiera de los objetos redondos que habitualmente tenemos a nuestro alrededor.
Ninguno de estos objetos "redondos" de uso cotidiano, es tan redondo como la órbita de la Tierra
Pero, si… “¡La órbita de la Tierra no es circular. Que es elíptica!”, te dirán. Al menos eso es lo que siempre hemos oído. ¡Pero si fue el gran descubrimiento de Kepler!

viernes, 8 de enero de 2016

Ante ustedes ..."El triángulo de verano": Pasen y vean.

Mientras no se cite otra referencia, todas las descripciones que aparecen son válidas para la latitud de donde yo vivo (43º Norte) y aproximadamente servirán para latitudes medias del hemisferio Norte. En algunos momentos aparecen también referencias a zonas del hemisferio Sur.

Me ha ocurrido más de una vez: Anochece un día despejado de mediados de enero, empiezan a aparecer las estrellas, estoy paseando con algún grupo de amigos o familiares y como saben que es mi tema, me tiran de la lengua: “¿Cuál de esas es la estrella polar? … ¿Y la Osa mayor?” y en un momento indican hacia el Noroeste … ¿Y cuál es esa estrella brillante ahí, cerca del horizonte?”
Es la estrella Vega –les digo- que junto a esa otra que está un poco más arriba y aquella a la izquierda justo encima de aquel monte, forman EL TRIANGULO DE VERANO.
Casi siempre piensan que les estoy tomando el pelo, o hacen alguna broma con mi frase y las bufandas que llevamos, o con la temperatura. Pero no. Ahí podemos observar destacando en esa zona del cielo, sin tener que levantar mucho la vista,.ese gran triángulo casi isósceles, que ocupa unos 35º.

Imagen obtenida en "verano" de 2015, colocada en la posición en que se puede ver en enero al atardecer sobre el horizonte Noroeste.

sábado, 2 de enero de 2016

El tercer planeta, más cerca del Sol

Comienza el año y, sin esperar un solo día más, ya tenemos la primera efeméride astronómica importante:  El día 2 de enero de 2016 se produce el paso del tercer planeta por el perihelio, el punto de su órbita que está más cerca del Sol.

Parece como si los astrónomos y divulgadores tuviéramos tantas cosas que contar a lo largo del año, que no pudiéramos esperar a que se acaben los ecos de las celebraciones del año nuevo para comenzar a dar la pelmada con algo que seguramente “ni te va ni te viene”. No tiene ningún efecto en nuestra vida cotidiana y ni siquiera podemos ver nada especial en el cielo.
Pero No. El que el perihelio casi coincida con el principio de año es una casual coincidencia y en realidad es culpa de emperadores romanos y papas católicos que arbitrariamente cambiaron el comienzo del año y ellos no tenían ni idea de dónde estaba la Tierra. También se debe a la época en que vivimos porque la fecha de este fenómeno se va desplazando poco a poco y con solo retroceder un par de siglos veríamos pasar a nuestro planeta por el perihelio a finales de año. 
Aunque la órbita de la Tierra es casi circular, lo cierto es que el Sol no está exactamente en el centro, y cuando la Tierra pasa por el perihelio se encuentra un 3% más cerca del Sol que en el más lejano, llamado afelio. Por eso ahora vemos el Sol un 1,5% más grande que la media, lo cual es imperceptible a no ser que hagamos una foto con un teleobjetivo o telescopio y la comparemos con otra hecha hace 6 meses. 
Gráfico esquemático de la situación. La distancia del Sol al centro se ha aumentado al triple para poder apreciar la diferencia entre Afelio y Perihelio.
A pesar de que este tema en principio no es muy llamativo, en él se pueden encontrar aparentemente varias paradojas, que merece la pena señalar y lo pueden hacer interesante:

a)      La Tierra pasa por el punto más cercano al Sol en pleno invierno (en el hemisferio Norte)
b)      Las fechas en que se produce van cambiando de una manera muy extraña: el pasado año 2015 fue el día 4 de enero, éste el 2 y el próximo de nuevo el 4.
c)      Sin embargo, a pesar que en la mayoría de las efemérides aparece esa fecha del 2 de enero, en algunas otras, (por lo general totalmente fiables) se cita el día 4 también en 2016.
d)      Si miramos los gráficos que se nos proponen en la inmensa mayoría de los casos para explicar el perihelio (no en el gráfico anterior que tiene la órbita incompleta), y nos fijamos un poco, nos daremos cuenta que son absurdos y contradictorios. No indican lo que nos dicen.