Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

miércoles, 16 de agosto de 2017

La Luna y Aldebarán juegan al escondite en pleno día

Esta mañana he visto la ocultación de la estrella de Tauro, Aldebarán, por la Luna,  y no entiendo por qué cuando se anuncian los eventos astronómicos en las efemérides locales suelen aparecer las ocultaciones de estrellas por la Luna, pero solamente las que se producirán de noche.
Ese puntito que puede apreciarse cerca del borde lunar es la estrella Aldebarán de día.

He tenido la oportunidad de presenciar bastantes fenómenos de este tipo, pero todos habían sido de noche: La sensación del movimiento Lunar que se hace evidente cuando vista con un telescopio “con relativa rapidez” se va acercando a la estrella y la oculta, casi se la traga, para devolverla al cielo más tarde en una repentina reaparición que, aunque te la esperas, siempre sorprende.
Recuerdo haber observado también un par de ocultaciones diurnas de Venus, pero es la primera vez que veo ocultase una estrella detrás de la Luna en pleno día y, aunque la memoria a veces nos engaña, creo que ha sido la que más me ha impresionado aunque no fuera tan fotogénico como lo de Venus.


Además del espectáculo en sí, estos fenómenos nos brindan la oportunidad de localizar y ver fácilmente  (con un telescopio) una estrella a pesar de la luz del día.
Todos sabemos que de día las estrellas también están ahí, pero la luz del Sol difundida por la atmósfera nos impiden verlas. Con un telescopio sí se pueden observar y es especialmente llamativo, casi emocionante, ver ese brillante puntito sobre el fondo azul celeste.

Conté mi experiencia en estos asuntos en “Estrellas también de día”, pero hay que decir que si no tienes cierta práctica en ello, no es fácil conseguir situar el telescopio adecuadamente para que una estrella brillante entre en el ocular.
En el caso de las ocultaciones lunares, siempre que la fase no sea excesivamente fina, esto está solucionado porque vemos la Luna a simple vista de día, dirigimos a ella nuestro telescopio unos minutos antes de la ocultación y ahí al lado estará nuestra estrella.

Así lo ví esta mañana, cuando poco después de amanecer saqué el telescopio a la terraza

A las 7:30 (50 minutos antes de que la ocultase) la Luna se iba acercando ya a Aldebarán 


El tema de las ocultaciones de la estrella Aldebarán lo conté ya hace tiempo en “La Luna le tapa un ojoal toro”  
Allí dije que el fenómeno se repetiría, cité expresamente las fechas, … y caí en la torpeza que he denunciado arriba, ya que no incluí la de hoy porque era de día y supuse, yo también, que sería difícil verlo.

Para remediar mi “pecado” te aviso de la siguiente: Desde la península Ibérica el 23 de febrero de 2018 por la tarde, aunque ya los dos próximos meses podrá verse desde Norteamérica, concretamente el 12-9-17  y el 9-10-17, en ambas ocasiones también de día.

Tal como expliqué en aquel post, durante 3 años y medio todos los meses la Luna oculta a Aldebarán, pero la situación solo es visible desde una zona reducida de nuestro planeta. Hay que aprovechar las últimas oportunidades (desde aquí solo nos queda la mencionada del 23-2-18) porque luego no volverá a producirse ninguna en 15 años.

El espectáculo es diferente según la fase de la Luna:
Si está creciente la desaparición se produce por la parte oscura con lo que hay que estar atentos porque el  momento en que la estrella deja de verse nos puede pillar por sorpresa, al igual que la reaparición, que al ser por la zona iluminada de la Luna a veces cuesta pillar el momento preciso.
El gráfico corresponde a una posición de la Luna culminado. En todas las fotos de este post la imagen está invertida porque han sido tomadas a través de telescopio. Además la inclinación de debe a que la Luna estaba ascendiendo respecto al horizonte.


Si está menguando, como en el caso de hoy, se ve como los dos astros se van acercando majestuosamente y tiene un encanto especial “ver” el movimiento propio de la Luna alrededor de la Tierra, que habitualmente, sin esa referencia de la estrella queda enmascarado por el efecto de la rotación de nuestro planeta.
Aunque la foto está algo movida (como luego digo, no soy fotógrafo y solo pretendo obtener imágenes testimoniales para las explicaciones) se ve a Aldebarán a punto de ser ocultado por el borde lunar.

También en este caso, con luna menguante, la reaparición es más atractiva porque la estrella parece surgir de pronto de la nada, al aparecer por la zona oscura que no vemos. De hecho, en la siguiente imagen, tomada después de la reaparición, no se ve la Luna, aunque su parte no iluminada está allí junto a la estrella.
Aldebarán después de la reaparición. No aparece la Luna aunque parte de su zona oscura está en la imagen, porque su zona iluminada cae fuera del campo del ocular-cámara. En el telescopio si se veía y hubiera necesitado disponer de una menor focal (con menos aumentos, que me diera más campo).


Si lees habitualmente este blog te habrás dado cuenta que últimamente algunos post son “diferentes”. En ellos estoy recogiendo sobre todo temas observacionales y experiencias propias aprovechando que estoy pasando una temporada en un lugar que se presta a ello por su limpio cielo sin contaminación lumínica, y en esta ocasión además se ha unido una larga  temporada sin apenas nubes.
Algunos han sido temas inesperados y me ha impulsado a escribirlos la emoción de haber podido ver algo nuevo. 

Soy más teórico y divulgador, que observador. Nunca he osado compararme con  esos magníficos fotoastrónomos y observadores de algunas asociaciones de aficionados que realizan extraordinarios trabajos "profesionales", pero siempre que puedo intento mirar el cielo y tener a mano mi sencilla cámara de fotos compacta para luego ilustrar mis "explicaciones" sin retocar las imágenes (fuera de modificar únicamente el brillo o el contraste si es conveniente) ni usar esos programas informáticos que hacen maravillas.

En estos últimos post no he entrado en aspectos teóricos complicados como otras veces porque aquí es verano, y con estos calores y de vacaciones no apetece profundizar ni darle muchas vueltas.
Y por eso mismo los artículos están siendo más cortos, lo cual algunas personas lo agradecerán.

Pero si quieres más… puedo contarte algo que he observado en las últimas horas y que podría hacer que, por una tremenda casualidad, el título de este post fuese el mismo que el de dos entregas antes: "Dos eclipses diferentes"




Sé que me estoy repitiendo, pero no puedo dejar de contarlo.

- No solo porque he vuelto a hablar otra vez de cuando la Luna le ha vuelto a tapar nuevamente el ojo al Toro, que de la anterior ocasión ya hace mucho.

- Sino porque ahora al igual que hace 9 días, tremenda casualidad, ha habido dos eclipses con pocas horas de diferencia, de esos que no se suele hablar.

Una ocultación de una estrella por la Luna podría considerarse similar a un eclipse de Sol porque en el fondo es lo mismo: La Luna se sitúa delante de una estrella e impide que nos llegue su luz. Dentro de pocos días esa estrella será el Sol produciéndose el tan anunciado eclipse total en USA, y hoy ha sido Aldebarán.

Y también solo unas horas antes que el de Aldebarán (anoche poco antes de las 23 h.), se produjo un eclipse de la estación china Tiangong 1 al entrar en la sombra de la Tierra. Y además en la misma zona que lo hizo la ISS hace pocos días, tal como también recogí en este blog. Ambas trayectorias y el punto donde se produce el eclipse son asombrosamente similares.
Trazo dejado por la estación espacial Tiangong 1 durante 30 segundos, justo antes de eclipsarse cerca de la estrella Deneb de la constelación del Cisne a las 22:49. La estrella más brillante de la imagen es Vega

Mucho menos brillante que la ISS, apenas destaca en el cielo en la mayoría de los pasos donde la magnitud, siendo bastante variable, ronda el valor 2  (similar a las principales estrellas de la Osa Mayor, por ejemplo). Pero anoche, en un paso casi cenital, llegó a brillar mucho más, hasta la magnitud 0.7, similar a las estrellas más brillantes del cielo. En la imagen no parece tanto porque en las estrellas la luz se acumula durante 30 segundos y en la Tiangong no.


- Porque si hace un par de semanas hablé de mis “primeras veces”, hoy tengo que añadir otras dos o tres más: La primera vez que he visto una ocultación de una estrella de día, posiblemente la primera vez que he visto la Tiangong 1 tan brillante y la primera vez que la he visto eclipsarse.

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