Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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lunes, 6 de febrero de 2023

Imágenes de los 2 cometas

 Una vez pasados los momentos de máximo brillo de los cometas protagonistas del reciente artículo, voy a recoger brevemente un par de imágenes de cada uno de ellos

Tal como se dijo, la observación del 96/P Malchholz iba a ser muy problemática y posiblemente solo a través de la cámara del satélite SOHO. Aquí aparece una imagen de cuando entró en su campo de visión:


Muy cerca del borde inferior izquierda, el cometa entrando en el campo del SOHO, en cuyo centro se sitúa siempre el Sol, cuya imagen se tapa para oscurecer el fondo.

En este vídeo puede verse el recorrido del cometa por esta zona:

https://www.youtube.com/watch?v=zVXmwT2V9MY


Y aunque parecía muy problemático el observarlo directamente, el experto astrofotógrafo Michael Jäger, logró ayer mismo esta imagen:



Respecto al otro cometa, el C/2022 E3, pueden encontrarse magníficas imágenes, obtenidas a través de telescopios utilizando técnicas de apilar múltiples imágenes y mejoradas mediante procesos informáticos, que puedes ver en las redes. Puedes buscar, por ejemplo, las publicadas por el citado Michael. Probablemente las mejores en este enlace, y en este otro, aunque ninguna de las dos tenga tanto mérito como la del otro cometa.

Pero aquí prefiero poner las que yo conseguí en la madrugada del pasado jueves (2-2-2023), con un único disparo y la utilización únicamente de la cámara, porque se semejan más a lo que podía verse con un os prismáticos. A simple vista, ni eso.

Las ligeras nubes que amenazaban con cubrir la zona, le dan un toque más sugerente.



Con el cielo más limpio y algo más de zoom

Aunque en ambos casos el brillo está disminuyendo, la Luna molesta cada vez menos, y para latitudes meridionales la posición del C/2022 E· está mejorando además de poder verlo al principio de la noche, nunca es tarde para intentar su observación ¡Suerte!

martes, 24 de enero de 2023

Dos cometas

Cuando uno oye la palabra cometa, lo primero que suele pensar es en el Halley. Sin embargo aunque no es el único con sus características, es bastante diferente a la mayoría de los cometas.

También es posible que recordemos el Neowise, aquel cometa del primer verano de la pandemia, y que para muchos, sobre todo jóvenes, fue el primero que pudieron apreciar a simple vista. Escribí varios post sobre él en este blog, y si quieres empezar por lo más básico sobre estos astros, y continuar con algunos detalles significativos te recomiendo este enlace: "El cometa que no podía fallar"

Cometa Neowise, verano de 2020

Justamente ahora, dos años y medio después, hay dos cometas reseñables pululando por nuestros cielos. Dos cometas muy diferentes por varios motivos, y que solo comparten la fecha de su máximo brillo, a caballo entre los últimos días de enero y los primeros de febrero.

Uno, conocido desde hace años y el otro solo unos meses. El primero alcanzará un mayor brillo, aunque paradójicamente no podremos verlo porque se encuentra en la dirección del Sol, pero puede servir como ejemplo didáctico para hacer comparaciones. 

Lo primero que choca puede ser sus nombres, tan diferentes y que aunque puedan parecer claves ininteligibles, proporcionan bastante información, fundamentalmente sobre su descubrimiento y su órbita:

Nuestros dos protagonistas son el 96P/Machholz 1 y el C/2022 E3 (ZTF)


El que no veremos

96P indica que es un cometa periódico, el 96 por orden cronológico, y a continuación se cita a su descubridor, el astrónomo Donald Machholz que ha descubierto nada menos que 12 cometas siendo éste el primero (por eso el 1 final, que a veces no lo ponen), en 1986 en California. 

Su periodo es de poco más de 5.2 años, y desde que se descubrió ha sido observado en sus 7 aproximaciones aunque en algunas solo por el satélite Soho, que está dirigido hacia el Sol y capta los cometas que se aproximan mucho a él, que es cuando alcanzan mayor brillo. El paso por el perihelio en esta ocasión es el 7 de febrero, a solo 19 millones de kilómetros de nuestra estrella.

El diámetro de su núcleo es de 6 kilómetros y la inclinación de su órbita respecto al plano orbital terrestre de 58º. Tras un análisis de su composición se vio que era muy diferente a la de los demás cometas y se ha propuesto que quizás haya venido de fuera del Sistema Solar, antes de cambiar su órbita y quedarse por aquí, siendo el más asiduo visitante del Soho debido a su pequeño periodo y al ser el cometa de con esa característica que más se acerca al Sol.

Dos proyecciones de su órbita: una en perspectiva y otra con la órbita casi de perfil

Órbitas, y posiciones de la Tierra y el cometa 69P el 1 de febrero

El que está en todos los noticiarios

C/2022 E3 fue descubierto en marzo de 2022, dentro del proyecto Zwicky Transient Facility. Por eso lo de ZTF.

C/ indica cometa de largo periodo, o cometa nuevo, 2022 es el año de descubrimiento, E indica la quinta quincena de ese año (la primera de marzo) y 3 porque es el tercer astro menor (cometa o asteroide) descubierto en esa quincena.

Por lo tanto no hay constancia de haber sido observado antes y tendría una órbita elíptica enorme, o bien parabólica siendo la primera vez que se acercase al Sol. Analizando las observaciones se comprobó que se trataba de lo primero, y su periodo era de unos 50000 años. 

Su núcleo tiene un tamaño de solo 1 kilómetro y su órbita está inclinada 109º o, dicho de otra forma, 71º pero la recorre en sentido retrógrado. Pasó por el perihelio el 12 de enero, pero será el 1 de febrero cuando más se acerque a la Tierra.

Dos proyecciones de su órbita: una en perspectiva y otra con la órbita de la Tierra de perfil.

Órbitas, y posiciones de la Tierra y el cometa C/2022 E3 el 1 de febrero

Si representamos juntas las órbitas de estos dos cometas veremos que son muy diferentes, aunque también tienen algo en común:


El tamaño de la órbita del segundo es muchísimo más grande, ya que su periodo (relacionado por la tercera ley de Kepler) es mil veces mayor. 

Circulan en dirección opuesta uno del otro, y curiosamente los tramos de órbita por el norte de la eclíptica tienen una forma muy similar.

En ambos casos la inclinación sobre la eclíptica es elevada, aunque esto no se aprecie en este gráfico pero sí en los anteriores.

La mayor parte de ambas órbitas está al sur del plano de la eclíptica, y cuando esto ocurre se ven mejor desde el hemisferio norte porque tienen en él la parte más interesante: el perihelio y frecuentemente también el punto de mayor proximidad a la Tierra.

De cara a la observación podemos comparar las dos curvas de luz:

Magnitudes de los dos cometas. Aunque las fechas en que tienen magnitudes adecuadas para verlos con prismáticos o incluso a simple vista son similares, el 96p estará en la dirección del Sol, mientras que el C/2022 E3 estará por encima del horizonte toda la noche desde el hemisferio norte.

Se ve que aunque el 96p llega a ser más brillante (magnitud 1?), mantiene muy poco tiempo ese brillo y es precisamente cuando está en la dirección del Sol, tal como se ha dicho. Por ello será muy difícil de observar. Es curioso que enseguida baja muy rápido de brillo, y podría preguntarse por qué siendo más grande que el otro, se quede más débil. La respuesta es que al ser un cometa de corto periodo ha gastado ya gran parte el material volátil, y si en un momento brilla bastante es porque se acerca mucho al Sol.

El C/2022 E3 llega a la magnitud 4 y se mantiene con un brillo moderado durante semanas. Este es el que podemos intentar ver. Según las ultimas estimaciones podría ser incluso un poco más brillante que lo previsto inicialmente.

Si nunca has visto un cometa debes saber que no será nada fácil. Lo primero es buscar un lugar lejos de las luces de las ciudades. Hay que conocer dónde está mediante un mapa con su itinerario por las constelaciones o un gráfico como el que aparece aquí al final, y utilizando unos prismáticos intentar localizarlo. 

Lo verás apenas como un punto borroso, y si obtienes una foto con larga exposición podría verse la cola. Pero no esperes ver a simple vista una imagen como ésta o las que se publican por ahí, porque así no lo ha visto nadie y solo es el resultado de un proceso fotográfico de apilamiento de muchas tomas. Por supuesto, no esperes ver algo moviéndose en el cielo, que eso es solo en las películas que no tienen asesores científicos.

El C/2022 E3 en una magnífica imagen del cometa tomada por Thomas Eby el día 21 desde Arizona

Si ya tienes experiencia, también conviene decir que este cometa no es como el Neowise ni tampoco como el Hale Bopp o el Yakutake, ni mucho menos. Habrá que contentarse con poder ver algo tenue, y ponerle en la lista de los ya vistos.

En la observación va a influir negativamente la luz de la Luna, que desgraciadamente estará llena el día 5 de febrero, por lo que los mejores días del cometa (en el cambio de mes) habrá que observar de madrugada cuando la luna creciente ya se habrá ocultado.

Pongo dos gráficos correspondientes a las noches del 26 al 27 y del 31 al 1, en unas fechas en que el cometa estará situado entre la Osa Mayor y la Menor.

Posiciones del cometa C/2022 E3 desde 2 horas después de la puesta de sol hasta 2 horas antes de la salida, para una latitud de 40º N. Cuanto mayor sea la latitud el cometa se verá más alto.

Para noches intermedias entre éstas, las situaciones del cometa también lo serán.

Teóricamente en febrero irá disminuyendo su brillo. El día 5 estará junto a la brillante estrella Capella, que podría ayudar a localizarlo pero la luz de la luna llena seguramente lo impedirá. 3 días más tarde la referencia de Capella y su constelación Auriga seguirán siendo de ayuda y ya podrá verse desde el hemisferio norte al principio de la noche, muy alto en el cielo, sobre todo antes de que salga la luna ya menguante, que seguirá molestando en latitudes medias del hemisferio Sur.

El día 11 estará junto a Marte y ya será visible desde el hemisferio sur al principio de la noche sin el problema de la luz de la Luna, pero posiblemente el brillo del cometa se habrá reducido apreciablemente.. Estas situaciones se recogen en estos dos gráficos:






miércoles, 22 de diciembre de 2021

El Leonard sigue vivito y coleando


Vídeo, tomado desde el espacio, que recoge (al final del mismo) el estallido del cometa el 14 de diciembre. Créditos: NASA, STEREO-A, SECCHI-2 camera

Nunca mejor dicho lo de coleando, tal como se ve en la animación. Cuando muchos ya lo dábamos por muerto (respecto a la posibilidad de observarlo a simple vista) en dos ocasiones ha resurgido y promete seguir dando espectáculo, sobre todo en el hemisferio sur.

La frase del astrónomo David Levi que recogí en el otro post dedicado al Leonard ha sido premonitoria en este caso, y este cometa es imprevisible al igual que los gatos. Hay muchos otros cometas que tienen estallidos, que se rompen y prácticamente desaparecen o bajan drásticamente de brillo, pero éste le está poniendo emoción.

Como en tantas otras cuestiones astronómicas los habitantes del hemisferio austral van a tener mucha ventaja de cara a observar un fenómeno celeste. Justamente ahora en que el cometa se muestra más activo y ha alcanzado su máximo brillo, al menos de momento, ya ha pasado al sur del plano de la eclíptica y allí será mucho más vistoso y fácil de observar.

En este gráfico, con la órbita de la Tierra de perfil se ve como el cometa ya está al sur de la eclíptica, y cada vez más difícil para observarlo desde el hemisferio norte.
La posición de la Tierra en esta proyección apenas varía en esas fechas, ya que se mueve hacia el fondo. También se puede valora la suerte que hemos tenido porque si el Leonard hubiese venido en junio estaríamos al otro lado, mucho más lejos del cometa.

Tengo que reconocer que aunque en Bilbao hemos tenido más de una semana seguida con un tiempo espléndido, algo desconocido por aquí, solo he podido ver el cometa con el telescopio en un par de ocasiones, una de ellas ayer mismo, y otros dos días pude captarlo con mi cámara. Bien es cierto que solo he observado desde el balcón de casa, con la contaminación lumínica de la ciudad, y con un equipo muy modesto, por lo que las imágenes son deficientes y prefiero no ponerlas, pero sí incluyo este bonito timelapse realizado por mi colega y amigo Manu Arregi, que muestra la puesta del cometa desde Gomistegi (Oñati), ayer día 21.


Porque aunque siempre que me es posible utilizo imágenes propias, en ocasiones he pedido aportaciones a personas más experimentadas y agradezco su colaboración y amabilidad. En este caso, gran parte de la información e imágenes, son de José P. Navarro Pina, que podéis ver ampliado en su blog https://cometaryscience.blogspot.com/ con contenidos mucho más técnicos y profundos.

Pero la historia de las últimas semanas merece ser contada paso a paso

- El 29 de noviembre, según las últimas observaciones parecía que el Leonard no aumenta de brillo como estaba previsto. Algunos sugirieron que quizás se estuviera fraccionando y nos dejara sin espectáculo, como ocurre con muchos cometas nuevos cuando se acercan al Sol.

Incluso se obtuvieron imágenes que podrían indicarlo:

Imagen en falso color del núcleo del cometa Leonard indicando una posible fragmentación. Posiblemente el tratamiento no fue correcto y se obtuvo un resultado inadecuado.  Reproducción: Twitter/Con Stoitsis

Sin duda era una mala señal, que impediría su observación a simple vista, aunque estos astros son imprevisibles. En muchas ocasiones incluso se producen estallidos que aunque en principio hacen aumentar el brillo, llevan a una desintegración del cometa, y corrían rumores de que eso podría estar ocurriendo.

Sin embargo, otras opiniones expertas y alguna observación contradecían estas opiniones, sugiriendo continuar observándolo. Casi fue un caso de misterio e intriga en la futura evolución del cometa e incluso la noticia de la ruptura podría haber sido un bulo, acompañado además de alguna imagen tratada con muy poco cuidado o quizás trucada, como ya ocurrió con el Neowise del verano de 2000.

Ante ello, José Navarro realizó un estudio analizando imágenes que se tomaron con un filtro adecuado que realza los detalles más finos en objetos brillantes, y si hubiese fragmentación aparecerían zonas o puntos destacados, lo que no ha ocurrido y se mantiene una simetría por lo que ha deducido que no hay ningún signo de fragmentación:

Imagen: Pepe Manteca. Procesado J.P. Navarro

- Efectivamente, el cometa no se había fraccionado, aunque durante unos días no aumentó el brillo como se había previsto y se estimó que no pasaría de la magnitud 5.

- Pero el día 14 inesperadamente tuvo un estallido de actividad, llegando a 2.5, que recoge el vídeo inicial del post.

A pesar de ello, y que con esa magnitud debería ser observable claramente a simple vista en un cielo oscuro, desde el hemisferio norte no era fácil encontrarlo porque se ponía en cuanto empieza a oscurecer y por ello era necesario tener un horizonte Suroeste bajo y muy limpio porque se pone, y a ser posible utilizar prismáticos o telescopio computerizado (que es como yo lo he visto)

Pero siguió comportándose como los gatos

- Después del estallido, perdió brillo muy rápidamente. Mucho más rápido de lo que debería, con un descenso de su actividad gaseosa y de polvo, bajando el día 19 hasta la magnitud 5, y a muchos nos dejó con las ganas de volverlo a ver, pensando que había dado por finalizado su actuación por los escenarios del hemisferio norte. En el Sur, cada vez más alto respecto al horizonte, era otra historia.

- El 21-12 me pasan la noticia publicada por José Navarro Pina de que se había producido un nuevo estallido en el cometa que le había llevado hasta la magnitud 2, y que se puede constatar en estas dos magníficas imágenes recogidas por citado autor, de los días 19 y 20.

Desde el hemisferio norte no se verá sin ayuda óptica porque está muy cerca del horizonte, pero desde el sur seguramente sí.

- Solo unas horas después llegan noticias desde Australia donde se dice que ha bajado un poco el brillo pero tiene un gran desarrollo formándose llamativas serpentinas en la cola.

Imagen obtenida por el astrónomo Michael Matiazzo desde Australia.

No sabemos como acabará esta historia, si habrá más sorpresas o no, pero los mencionados estallidos nos han permitido poder seguir observando el cometa también desde el hemisferio norte.

Por ello incluyo un gráfico de la trayectoria del Leonard que ya aparecía en el post anterior, pero completado con fechas hasta el día 5 de enero, que aunque estará muy bajo en el horizonte, con las sorpresas que nos está dando ¿quién sabe si todavía podremos verlo? ayer, sí.

Posiciones del cometa y otros astros respecto al horizonte (los días 21-12 y 5-1) en una latitud de 40º Norte 

Para zonas próximas al ecuador y para el hemisferio sur siguen siendo válidos los mapas que aparecían en el otro artículo que ya incluían hasta esa fecha debido a que desde allí las condiciones son mejores.

ACTUALIZACIÓN 25-12

Para Navidad el Leonard nos ha traído un regalo con una nueva sorpresa. Otro estallido que ha hecho aumentar su brillo (según algunas opiniones hasta alcanzar la magnitud 2) y un desarrollo increíble de su cola. Lástima que desde el hemisferio norte lo tengamos muy bajo, junto al horizonte en cuanto anochece. Desde el sur está dando unas preciosas imágenes, y como muestra la que ha obtenido el editor y astrónomo aficionado austriaco Michael Jäger
Foto obtenida por Michael Jäger desde Namibia
Si desde hace un año alguien dijo que el Leonard podría ser la estrella de Navidad, y se le replicó diciendo que para esa fecha ya se habría debilitado mucho, lo cierto es que de manera imprevista es justo cuando ha mostrado su mejor imagen, al menos hasta ahora.


domingo, 21 de noviembre de 2021

El cometa que viene y el que ha vuelto

El cometa que viene.

Todos los años se descubren unos cuantos cometas, del orden de un centenar, pero casi ninguno llega a ser observable a simple vista. Precisamente en 2021 el primero ha resultado ser el mejor y promete espectáculo para dentro de pocas semanas. Se trata del C/2021 A1 (Leonard), y su nombre ya nos indica varias circunstancias.

El cometa C/2021 A1, fotografiado por  Juanjo González desde León el pasado día 14 de noviembre. Aunque todavía estaba muy débil, el autor consiguió captar esta magnífica imagen.

C/ nos indica que es un cometa no periódico, 2021 el año de su descubrimiento, la letra A señala que ha sido descubierto en la primera quincena de enero, y el número 1 que fue el primero de esa quincena, por lo tanto como se ha dicho, el primero de este año y Leonard sería el nombre del astrónomo que lo descubrió, quien el 3 de enero informó de su hallazgo.

Gregory J. Leonard un verdadero especialista, que ya ha descubierto otros 12 cometas, 3 de ellos este mismo año y el último hace solo unos días, en el observatorio del monte Lemmon, en Arizona, desde donde realizó el descubrimiento 

Tradicionalmente a los cometas se les da el nombre de su descubridor. Actualmente la mayoría de los que se encuentran lo hacen equipos de astrónomos utilizando datos de telescopios especializados en rastrear el cielo, y se les asigna el nombre del telescopio o el observatorio. Así es frecuente encontrar nombres como Panstarrs, Catalina, o Neowise, y éste es una de las pocas excepciones de hoy en día.  

Según los últimos datos, parece que el cometa C/2021 A1 podría alcanzar la magnitud 3 poco antes de mediados de diciembre y ser observable a simple vista, aunque no se vería tan brillante como el Neowise del verano de 2020.

Cometa Neowise en julio de 2020, desde Araúzo de Torre (Burgos)

No deja de ser curiosa una coincidencia en la evolución de estos dos cometas: Los últimos datos de brillo, justo antes de un periodo de imposibilidad de observación por conjunción con el Sol (en este caso en agosto-septiembre) eran algo más pesimistas que las previsiones iniciales, pero una vez pasado ese periodo se recuperaron los cometas mucho más brillantes de lo esperado.

Las magnitudes previstas durante los días de mayor brillo aparecen en el siguiente gráfico. El trazo en rojo corresponde a una posible elevación del brillo por un fenómeno de dispersión de la luz solar de acuerdo con  el ángulo que forma el cometa con el Sol visto desde aquí, pero no deja de ser un pronóstico incierto.

Teóricamente un astro de magnitud 6 o inferior (a menor número, mayor brillo) puede ser observable a simple vista, pero en el caso de los cometas deberá ser al menos 3 o 4, porque al ser objetos difusos su magnitud se calcula integrando el brillo de toda la zona que ocupan.

Desde el hemisferio norte, aunque todavía muy débil, ya en noviembre C/2021 A1 se está viendo de madrugada con telescopios de aficionados y a partir del 1 de diciembre alcanzará la magnitud 6.5 y se verá bien con prismáticos. Podría continuar casi hasta mediados de diciembre de madrugada, durante su mayor brillo, cuando también empezará a verse al atardecer aunque en no muy buenas condiciones, aún en el crepúsculo. 

En el hemisferio sur habrá que esperar unos días más, pero en el norte de madrugada:

Se recoge la situación 45 minutos antes de la salida del Sol, manteniendo fijas las estrellas y colocando según esa referencia en dos fechas diferentes el horizonte, los planetas y la Luna. Podría intentarse la observación más cerca de la salida del Sol, con el cometa más alto pero el cielo más brillante, utilizando prismáticos.

Como se ha dicho, justo los días de mayor brillo podría verse tanto de madrugada como al anochecer, pero solo en los crepúsculos. 

Como para el público en general siempre es más cómodo observar al principio de la noche, he recogido en el siguiente gráfico las posiciones del cometa desde  el día 6 de diciembre, aunque las condiciones son malas porque está muy bajo esos días, pero ya de paso se podrá aprovechar para admirar al menos la atractiva imagen de la fina luna y los planetas Venus, Saturno y Júpiter situados de manera escalonada.

Un bonito espectáculo celeste con la Luna y varios planetas, que podría completarse con la visión del cometa.

Las dificultades de observación a partir del día 20 serán evidentes en latitudes medias del hemisferio norte porque a la disminución de brillo se unirá la baja altura sobre el horizonte.

Desde el hemisferio sur a partir del día 15 o 16 se verá al principio de la noche, donde irá subiendo de día en día rápidamente al anochecer y, aunque como he dicho está previsto que vaya disminuyendo su brillo, en este caso su posición será cada vez más favorable.

Desde el hemisferio sur

Añado dos gráficos que recogen la situación en las proximidades del Ecuador, en los que he situado la posición del horizonte solo 30 minutos antes o después de la salida o la puesta de Sol, puesto que allí el crepúsculo es más breve; con lo que teniendo en cuenta que esos momentos serán los más interesantes, contarán con esa ventaja. Además desde allí podrá observarse durante más fechas.

Desde el ecuador, a principio de diciembre de madrugada

   

Desde el ecuador, ya en los mejores días y después de la puesta de sol


La órbita del Leonard es casi parabólica (excentricidad 1), y se han barajado varias posibilidades: Que tuviera un periodo de 80000 años, por lo que sería una elipse de excentricidad ligeramente menor que 1 o los últimos cálculos indican que sería hiperbólica, con excentricidad 1.00009 lo que significa que no volverá a acercarse a la zona interior del Sistema Solar. También es posible que habiendo tenido ese periodo de 80000 años, su órbita se haya modificado ligeramente transformándose en una hipérbola.

Esto no influye mucho en la trayectoria cuando se encuentra cerca del Sol o de la Tierra, porque en esta zona las geometrías son muy similares (de ahí la dificultad de conocer con exactitud su excentricidad), pero sí puede influir en la evolución del brillo del cometa que sería diferente si es la primera vez que se acerca al Sol o no. Los cometas que vienen por primera vez tienen muchos elementos volátiles que se subliman y le dan mucho brillo, pero esto empieza cuando aún están lejos por lo que crean demasiadas expectativas.

Como otros muchos cometas de largo periodo o hiperbólicos, la órbita del Leonard está muy inclinada respecto a la eclíptica, de manera que pasa casi todo el tiempo en un hemisferio (en este caso el norte) y muy poco en el otro, pero donde es más espectacular. Es frecuente leer referencias respecto a cuando "estaba más allá" de determinado planeta, o de su órbita, que son en sentido figurado ya que puede estar "a mayor distancia" que ese astro u órbita, pero en otra dirección.

Varias vistas de la órbita del cometa en las cercanías del Sol

El 12 de diciembre será el momento de mayor acercamiento a la Tierra, a 0.233 UA y el día 17 se acercará mucho a Venus. Curiosamente uno de los nodos casi cruza la órbita de Venus, mientras que el otro está mucho más lejos del Sol, entre las de Marte y Júpiter. Pero para mayor casualidad, precisamente cuando el cometa esté en ese primer nodo, el 17 de diciembre, Venus estará muy cerca. Aunque no habrá nadie para verlo desde allí, sería un espectáculo impresionante.

Justo un año después de su descubrimiento, el día 3 de enero, pasará por su perihelio la menor distancia al Sol, pero aunque en esos momentos alcanzaría el máximo brillo intrínseco, su alejamiento de la Tierra hará que se vea más débil, y únicamente será visible desde el hemisferio sur.

 

El cometa que ha vuelto.

Ya que en este post se habla de cometas, me voy a referir brevemente a uno muy famoso aunque no sea observable a simple vista, y del que se ha vuelto a hablar después de 7 años de que saltó a la fama: El 67P/Churyumov-Gerasimenko, y como la P de su denominación indica, éste sí es un cometa periódico. 

Núcleo del cometa 67P, con su forma tan curiosa

Tiene una órbita mucho más pequeña que el Leonard, cada 6.4 años se acerca al Sol y con ello a la órbita de la Tierra, perteneciendo a la llamada "familia de cometas de Júpiter".

Desde que fue descubierto en 1969 ya se ha acercado otras veces, pero más que ahora solo lo ha hecho hace 25 años que como no era tan famoso, no se le prestó mucha atención. Pero desde entonces no se había acercado nunca tanto a nuestro planeta hasta la semana pasada, y de alguna manera la sonda Philae que quedó allí en 2014 hace una primera visita al lugar donde salió, aunque sea a una distancia de 0.4 U.A., y no volverá a estar tan cerca hasta 2098.

Este astro fue el objetivo de la misión Rosetta, lanzada en marzo del 2004 y la mencionada sonda Philae se posó en el cometa en 2014, siendo un acontecimiento muy mediático, y es por eso que ha sido bien acogido cuando este mes de noviembre ha sido además el cometa más brillante de nuestro cielo.

Órbita del cometa 67/P

Ahora mismo el cometa camina casi paralelo a la Tierra, y aunque ya ha alcanzado su máximo brillo y muy poco a poco se va alejando, actualmente sigue siendo ligeramente más brillante que el Leonard continuando así hasta principio de diciembre, y Juanjo González ha aprovechado para obtener esta magnífica imagen:

El cometa 67/P Churyumov-Gerasimenco el 13-11-21. Imagen tomada por Juanjo González, desde León

Los cometas, esos astros que como dijo el astrónomo David Levi “Son como los gatos; tienen cola y son impredecibles” tienen un gran atractivo teórico, fotográfico, y en ocasiones también producen espectáculos celestes espectaculares. Si te interesa especialmente el tema puedes encontrar mucha más información sobre ellos en  https://cometografia.es/

Pero si no eres muy experto y solo tienes curiosidad por los fenómenos celestes, te sugiero que aproveches la excusa del Leonard para mirar al cielo, en esta época en que precisamente los planetas y la Luna darán espectáculo, y quizás el cometa ponga la guinda.

ACTUALIZACIÓN 29 DE NOVIEMBRE

Según las últimas observaciones, parece que el Leonard no aumenta de brillo como estaba previsto. Es posible que se esté fraccionando, como ocurre con muchos cometas nuevos cuando se acercan al Sol.

Sin duda es una mala señal, que impediría su observación a simple vista, aunque estos astros son imprevisibles.

Sin embargo, otras opiniones expertas y alguna observación contradicen estas opiniones. Parece que puede haber misterio e intriga en la futura evolución del cometa, incluso la noticia de la ruptura podría haber sido un bulo, acompañado además de alguna imagen tratada con muy poco cuidado o quizás trucada, como ya ocurrió con el Neowise.

ACTUALIZACIÓN 15 DE DICIEMBRE

Efectivamente, el cometa no se había fraccionado, aunque durante unos días no aumentó el brillo como se había previsto y se estimó que no pasaría de la magnitud 5. Pero inesperadamente ayer día 14 tuvo un estallido de actividad, llegando a 2.5

A pesar de ello desde el hemisferio norte no es fácil encontrarlo si no tenemos un horizonte Suroeste bajo y muy limpio porque se pone en cuanto empieza a oscurecer, y a ser posible utilizando prismáticos o telescopio computerizado (que es como yo lo he visto) y para ello pongo las coordendas de Leonard los próximos días a las 17:30 T.U.



miércoles, 21 de abril de 2021

Una lluvia de estrellas muy especial, ... o dos.

Mañana 22 de abril se produce el máximo de las "Líridas" y ya se está anunciando en muchos lugares. Quizás sea porque es la primera lluvia apreciable desde hace 3 meses, pero ya expresé el año pasado mi opinión de que no merecían la pena “Líridas no, …“ .

Si solo tienes curiosidad por ver estrellas fugaces y pedir algún deseo, lo más probable es que al no poder acceder a lugares ideales para su observación, y este año con una luna casi llena, pasarás al menos un cuarto de hora sin ver ninguna Lírida, te cansarás y te volverás a casa defraudado. Mejor espera al 12 de agosto y verás las Perseidas, en un número casi 10 veces mayor.

Pero las protagonistas de este artículo son otras estrellas fugaces, concretamente las Pi-Púpidas, que casualmente tienen el máximo al día siguiente, el viernes 23. Aunque se esperan aún menos, si ya has visto alguna vez otras lluvias, quieres sorprenderte con algo “diferente” y vives en el hemisferio sur, puede merecer la pena tumbarte y esperar pacientemente hasta ver una luz que se enciende en el cielo, moviéndose lenta y majestuosamente durante unos segundos antes de desaparecer.

Aunque según por donde incidan en la atmósfera también a veces producen trazos largos, en otras ocasiones su pequeño recorrido la hace más especial porque parece un fogonazo que permanece encendido en el cielo unos segundos casi sin moverse.


Tengo que escribir sobre ellas porque prometí que lo haría, y se lo dedicaría a mis lectores del hemisferio austral, con ocasión de otra lluvia similar hace 6 meses que era favorable para el norte.

Desde la latitud 35º Sur, una hora después de la puesta de Sol  la posición del radiante de donde parecen surgir las trayectorias, muy alto en el cielo al principio de la noche, pero siempre bajo el horizonte en latitudes de la Península Ibérica, hace que esta sea una lluvia casi exclusiva para el hemisferio sur. Imagen de Stellarium, ligeramente modificada.

Pero no te preocupes si, como yo, vives en el norte, porque todo lo que ahora leas te servirá por ser casi idéntico a lo que podrás ver a principio de octubre con las Dracónidas, a las que me refería en el párrafo anterior. Algo escribí sobre estas en “Efemérides para octubre” 

Observé las Dracónidas los días 7 y 8 de octubre de este pasado año, cuando una temperatura excepcionalmente buena me permitió pasar horas tumbado en una hamaca y mirando el cielo. Vi muy pocas, pero mereció la pena porque fue la primera vez que pude observar algo parecido.

Ambas lluvias tienen varias características claras que las diferencian de las demás: Sus estrellas fugaces presentan una baja velocidad, se ven preferentemente al principio de la noche y el número es muy variable con posibles picos de mayor actividad cada 6 años, aunque no siempre. Como son temas algo técnicos, los explico en el primer anexo.

Cada lluvia de estrellas está asociada a un cometa (en ocasiones a un asteroide originado por un cometa extinto), las partículas que las provocan a las que se les llama meteoroides (similares a granos de arena que se volatilizan al entrar en la atmósfera) se desprendieron de esos cometas y siguen aproximadamente la órbita de los mismos, pero un poco separadas o dispersas en torno a ella.

Los cometas origen de las Pi Púpidas y las Dracónidas, llamados 26P/Grigg-Skellerup y 21P/Giacobini-Zinner respectivamente, tienen unas órbitas muy similares pero opuestas, y de ahí vienen las características de las lluvias de meteoros que originan. Es un tema enormemente curioso, que yo descubrí de manera casual, pero como es bastante técnico lo incluyo en el anexo final.



1- Su baja velocidad.

Es habitual que en estas observaciones de estrellas fugaces alguien grite ¡Otra ahí!, pero no da tiempo a girar la cabeza, y solo quien estaba mirando en la misma dirección lo confirma. Con estas sí dará tiempo.

¿Por qué esa lentitud? Porque al contrario que en la mayoría de las otras lluvias en que la Tierra en su camino alrededor del Sol choca frontalmente con el meteoroide (la partícula que se desprendió del cometa quizás hace mucho tiempo y produce el meteoro) que viaja en dirección diferente a la de nuestro planeta, a veces incluso contraria y por ello la velocidad relativa es grande, en este caso es un choque por alcance o impacto lateral de algo que viaja casi paralelo a la Tierra y así la velocidad de impacto es mucho menor, se les ve moverse despacio y tardan más en vaporizarse en la atmósfera.

Si habitualmente se utiliza el símil de los mosquitos que se estampan violentamente en el parabrisas de un coche que representaría nuestro planeta, estos serían como supermosquitos poco más veloces que nuestro vehículo, que nos alcanzarían y casi se posarían en el cristal trasero.

En este gráfico se representa la situación, comparándola con la de la lluvia más famosa, la de las Perseidas, que impactan a una velocidad relativa mucho mayor

Mientras las Perseidas (representadas en rojo) impactan en dirección casi contraria y desde "arriba" (desde el norte), la Pi Púpidas vienen casi en la misma dirección que la Tierra, un poco desde el sur, siendo esta circunstancia la que hace que se vean preferentemente desde uno u otro hemisferio.

Como se explica luego, la órbita de su cometa progenitor cambió en 1999 y por eso se ha representado tanto la actual como la anterior, ya que meteoroides de pasos anteriores a esa fecha pueden seguir impactando con la atmósfera terrestre.

2- Al principio de la noche.

Tal como he explicado más de una vez, en la mayoría de las lluvias de promedio se ven muchos más meteoroides de madrugada, aunque esto pueda estar enmascarado por la hora en que la Tierra atraviesa la zona de mayor densidad de meteoroides (la hora del máximo) que cada año es diferente: Nuestro planeta en su movimiento de traslación va atrapando “por su zona delantera” a los diferentes meteoroides, y esa zona corresponde a los lugares donde finaliza la noche.

Pero en este caso la hora es mucho menos intempestiva. El motivo es el mismo que antes: impactan la atmósfera terrestre casi por detrás según la dirección de la traslación alrededor del Sol (aunque un poco desde el sur), y ahí están los lugares de la Tierra en que acaba de empezar la noche.

Dirección con la que llegan los meteoroides de la Perseidas y la Pi Púpidas

En las zonas 1 y 4 es el principio de la noche, mientras en 3 y 6 es el final. Las Perseidas caerán preferentemente en la zona 3 (hemisferio norte al final de la noche). La mayoría de las lluvias en las zonas 3 o 6, pero las Pi Púpidas lo hacen sobre todo en la 4 (hemisferio Sur principio de la noche)


3- Su número es bastante variable de unos años a otros.

Aunque normalmente no surjan más de 10 meteros cada hora, la tasa de la Pi Púpidas es bastante variable y en ocasiones superan los 100.

Eso es debido a las órbitas de los cometas que las generan, que pasan cada 5 o 6 años cerca de la Tierra dejando meteoros frescos, que al estar sin diseminar llegan a impactar en mayor número con la atmósfera de nuestro planeta. En esos años es de esperar una mayor actividad, aunque al no ser muy densas las nubes meteóricas y no coincidir necesariamente el paso por el nodo con la posición de la Tierra en las fechas adecuadas, no siempre ocurre así.

Un caso similar muy claro y conocido es el de las Leónidas, que se pone siempre de ejemplo: Teniendo habitualmente una tasa (THZ) de solo 15 a la hora, cada 33 años se vuelven espectaculares, aumentando a varios miles, y produciéndose en alguna ocasión situaciones excepcionales (5000 en 1999, 100000 en 1966 o ¡240000 en 1833!)    

Imagen que representa la extraordinaria lluvia de Leónidas en 1833

En el caso de las Pi Púpidas se produce una circunstancia muy especial debido a la frecuente variación de la órbita del cometa (la última vez en 1999), que junto con otras cuestiones técnicas explico en el anexo final.

En cualquier caso tanto éstas como las Dracónidas y otras similares aún menos activas que citaré luego, habitualmente dan un pequeño número de meteoros porque los cortos periodos de sus cometas progenitores han hecho que se desgasten y hayan perdido gran parte de sus elementos volátiles en sus frecuentes pasos por el perihelio. Son destacables por la calidad y no por la cantidad.



 La órbita del cometa progenitor

El cometa 26P tiene unas características muy especiales (*) en las que se encuentran las claves de la lluvia de las Pi Púpidas que ocasiona:

(*) O eso pensaba yo, y esta historia me ha llevado a descubrir que existe un numeroso grupo de cometas, de los que no se suele hablar porque no son en absoluto llamativos, con órbitas similares a 26P.

La mayoría de los cometas más conocidos, los que dan espectáculo, pasan mucho más tiempo en uno de los hemisferios eclípticos, precisamente en el que tienen el afelio, y lógicamente se muestran más activos y espectaculares en el breve intervalo en que están en el contrario (cerca del perihelio), como se explicó en “Posiciones orbitales de los cometas” y se ilustra en este gráfico:


- Sin embargo el 26P tiene prácticamente media órbita por encima de la eclíptica y media por debajo, y esto es debido a que sus dos nodos están muy próximos al perihelio y afelio:


- La inclinación orbital (22º) es más bien baja, teniendo en cuenta que las órbitas de estos astros (a diferencia de las de los planetas) están en cualquier plano no necesariamente cercano a la eclíptica, formando ángulos con ella de 0 a 180º (técnicamente de 0º a 360º teniendo en cuenta el sentido del movimiento)

- Pero es también muy curioso el hecho de que uno de los nodos (el nodo descendente y por tanto el afelio) está muy cerca de la Órbita de Júpiter mientras que el nodo ascendente (y el perihelio) está muy cerca de la de la Tierra. Aunque este último actualmente está a 0.12 U.A de la órbita terrestre, ha llegado a estar a solo 0.01 U.A. lo que le colocó como uno de los objetos peligrosos (PHA)

Ello se agrava porque al poder pasar también muy cerca de Júpiter, tal como se ha dicho, el planeta Gigante puede modificar la trayectoria de 26P si cuando el cometa se acerca a su afelio Júpiter está también en esa zona de su órbita, habiendo ocurrido esta circunstancia al menos 4 veces (en 1725, 1922, 1977 y 1999) Afortunadamente la última lo ha alejado un poco de la órbita terrestre.

Dos cometas emparentados y dos lluvias relacionadas.

Más curioso aún es que el progenitor de la otra lluvia análoga a esta, el 21P de las Dracónidas, presenta prácticamente las mismas características, y todo lo dicho respecto a la posición de los nodos, el perihelio, afelio, y la simetría respecto al plano de la eclíptica se repite aunque en este caso el nodo próximo al afelio no se acerca tanto a la órbita joviana y no le afectará demasiado. El nodo próximo a la órbita terrestre del 21P es el descendente y por ello los meteoros que produce se ven desde el hemisferio norte.

Las aparentemente curiosas analogías en las órbitas de los cometas que producen las lluvias Pi Púpidas y Dracónidas.

La inclinación orbital de 21P es de 32º, que tampoco es muy diferente del otro.

Sus periodos también son relativamente similares: el de 26P es 5.31 años y el de 21P 6.55, aunque ello es consecuencia de lo dicho respecto a la situación de sus perihelios y afelios, ya que sus ejes mayores tienen una longitud parecida (la suma de las distancias al Sol de la Tierra y de Júpiter). Aunque no parecen números demasiado cercanos, sí lo son teniendo en cuenta la enorme diferencia que se da entre estos tipos de astros (*).  Por ejemplo el del Halley es de 75 años y el del  Neowise casi 6000 años, o solo poco más de 3 el del Encke, por citar algunos ejemplos famosos. 

(*) Sin embargo, como acabo de descubrir, existe un gran número de cometas con un periodo cercano a los 6 años, y hay un motivo para ello.

Otra analogía que me sorprendió cuando casualmente descubrí este tema, es que las posiciones de ambas órbitas son casi simétricas, una enfrente de la otra, y por ello producen meteoros en fechas opuestas del año, aunque esto sí es casualidad.

 ¡Aún hay más!

Me dí cuenta de las curiosas coincidencias entre las dos lluvias de meteoros, y luego entre las órbitas de los cometas progenitores, el pasado verano cuando tras ver anunciadas las Dracónidas, como “algo diferente a lo habitual”, seguí buscando lluvias que dieran meteoros lentos.

En un listado no tan completo como el que recojo abajo encontré las Pi Púpidas y las coincidencias me parecieron una tremenda casualidad. Tan enorme, que seguramente debería haber alguna razón para que se produjeran estas circunstancias. Preparé entonces estos detalles y los dejé a la espera de publicación cuando les llegara el turno a las del hemisferio sur.

Pero mientras, he ido buscando en listados más exhaustivos, como éste.

En esta completa lista de lluvias de meteoros he marcado las que tienen velocidades más lentas.
Teniendo en cuenta que la velocidad de la Tierra en su órbita alrededor del Sol es de unos 30 k/s, puede deducirse en cada lluvia si los meteoroides vienen con una componente en el mismo sentido o contrario, aunque al moverse en cualquier dirección en el espacio tridimensional, no es suficiente restar velocidades para deducir la suya.

Mi sorpresa aumentó cuando ví que hay otra lluvia similar: las Boótidas, pero con una actividad muy baja (habitualmente solo 1 o 2 por hora, aunque en 1998 fueron 100) que hace que frecuentemente no se cite, y también su cometa progenitor tiene una órbita similar aunque no se acerca tanto ni a la Tierra ni a Júpiter

Este me rompía la supuesta simetría orbital de los dos primeros, y ahora en otras tablas he encontrado las Tau Herculinas y la Phoenicidas. Todas ellas con una actividad muy baja por lo que no suelen aparecer en la mayoría de las relaciones de lluvias anuales, pero también con las mismas propiedades que las anteriores en cuanto a velocidad muy lenta, visibilidad a principio de la noche, THZ variable y órbitas de los cometas progenitores con casi idénticas y extrañas características.

Efectivamente, tenía que haber una razón para tanta coincidencia: La influencia gravitatoria de Júpiter sobre los cometas que pasen cerca de él cuyas órbitas iniciales son alteradas y muchos se quedan “atrapados” en este tipo de configuraciones.

Gráfico que recoge una serie de órbitas cometarias que tienen el afelio cerca de la órbita de Júpiter (tomado de windows2universe.org y completado con algunas indicaciones). En él se pueden contar 17 órbitas, pero debe haber bastantes más porque aquí solo aparecen 2 de las 5 mencionadas con el perihelio cerca de la órbita terrestre..

Aunque solo produzcan estrellas fugaces aquellos cuyo perihelio (y nodo) está próximo a la órbita terrestre (como he dicho en este gráfico solo se han recogido dos de ellos), parece que existe un gran número de cometas con el afelio cercano a la órbita joviana.

Se trata de los llamados “Cometas de la familia de Júpiter”, o de parte de ellos, de los que habrá que hablar en otra ocasión.