El
próximo jueves día 28, al atardecer, debes mirar al cielo.
Sobre
el horizonte Sur Oeste, a baja altura, verás algo muy especial; pero debes
estar atento porque el espectáculo no durará mucho.
Será
algo parecido a lo que ocurrió hace algo más de 4 años:
Fue
el 20 de junio de 2015. Bilbao se engalanaba al cumplirse el aniversario de su
fundación, con montajes de luces multicolores por toda la ciudad. Al
atardecer, cuando ya se han encendido las distintas atracciones alguien levanta
la vista junto a un túnel de luces, y exclama:
- ¿Eso también lo ha puesto el
Ayuntamiento?
Una luna creciente acompañada por Venus y Júpiter. Los tres astros más brillantes de la noche se dieron cita para formar una coreografía de luces, y sumarse así a la noche blanca. |
Evidentemente
la pregunta era solo una bilbainada (exageración presuntuosa) porque todo el
mundo sabe que la Luna no cumple ninguna normativa municipal. Pero lo cierto es
que con aquel triángulo formado por la Luna y aquellos dos brillantísimos
luceros, parecía que los astros se habían sumado a la celebración.
Lo
de esta ocasión será parecido, aunque no coincida con la noche blanca bilbaína.
Los mismos protagonistas (Selene, Afrodita y Zeus en su versión griega),
incluso un poco más próximos entre sí, adornarán el cielo del crepúsculo
vespertino, aunque habrá algunas diferencias, que se pueden apreciar en la imagen:
-
Este año Luna estará incluso más fina, solo 2 días después de la fase nueva, en
vez de 4 como en aquella ocasión. Por ello el espectáculo acabará mucho antes, aproximadamente
solo una hora y media después de la puesta de sol para latitudes medias norte o
2 horas si es en el hemisferio Sur.
Por
ese motivo, aunque el anterior pudo verse incluso ya entrada la noche, en este
caso hay que buscarlo en un cielo todavía brillante, y habrá que estar atentos
para no perdérselo.
-
La finísima fase lunar hará que incluso en un primer vistazo sea más fácil
distinguir a Venus, como un brillante
punto luminoso, que a la propia Luna.
-
Los dos planetas estarán un poco más cercanos entre sí. (unos 4º de separación
frente a los casi 6 en aquella ocasión de 2015) y, por ello, todo el conjunto
estará más recogido y más espectacular.
-
La Luna se situará casi en la línea que formen Venus y Júpiter, ligeramente por
encima (desde el hemisferio norte), con lo que la figura será un triángulo
mucho más puntiagudo que en 2015.
En otros lugares no será exactamente igual: