Parece
que la historia se repite, y al igual que en 2018, en el primer mes de este año la
Tierra se interpone entre el Sol y la Luna produciéndose un eclipse lunar, tiñéndose de un tono rojizo nuestro satélite y, también como el pasado año, ocurre cuando la Luna está situada cerca del perigeo, el punto de su órbita más cercano a la Tierra, a lo que habitualmente se llama “superluna”.
Aquel del año pasado desde Bilbao no fue visible, pero la imagen no habría sido muy diferente de ésta:
La imagen corresponde a un eclipse con la luna en el perigeo en 2015 |
Un
magnífico espectáculo celeste, que aunque alguien piense que se ha vuelto
habitual, no es así, y ésta es la última sesión completa durante unos cuantos años.
Últimamente
a estos fenómenos se les ha anunciado con nombres rimbombantes: El año pasado
fue la "superluna de sangre azul", y ahora se habla de “superluna de
sangre de lobo”.
Aunque para nosotros será el día 21, y es simultáneo en todos los lugares, en el Oeste de Norteamérica será aún el día 20. |
Incluso muchos titulares son redundantes porque hablan de la coincidencia de 4 fenómenos porque ocurrirá un eclipse total de Luna, que será además una "Superluna de sangre de lobo", cuando en realidad si se habla de luna de sangre se está refiriendo a un eclipse total de Luna.