Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

lunes, 17 de octubre de 2022

Un eclipse y algo más

El próximo día 25 se produce un nuevo eclipse de sol.

Solamente es parcial y no se podrá apreciar en toda la península Ibérica. Además en los lugares de ella desde los que se vea el eclipse, el Sol será ocultado solo en un pequeño porcentaje. Pero no hay que olvidar que estos fenómenos astronómicos son los más destacados entre el gran público, que además puede servirnos para hacer pruebas de cara al gran eclipse de 2026, para el que ya queda menos, y que este fenómeno no viene solo.

Gráfico tomado de https://eclipse.gsfc.nasa.gov/ al que se le han añadido y coloreado los detalles de las distintas zonas de visibilidad

Además de una pequeña parte de Africa y Asia el eclipse es visible en toda Europa excepto gran parte de la península Ibérica.

Otro mapa, más detallado con la zona que interesa a la mayoría de los lectores:

Se aprecia que Girona es la provincia más alejada del límite de visibilidad y por tanto donde más fracción del disco solar quedará ocultado, alrededor de un 15%. 

Desde todos los lugares de la península donde es visible, el pequeño mordisco en el disco solar se produce por la parte superior izquierda, y el máximo ocurre cerca de las 12 h.

Porción eclipsada y hora del máximo en 4 ciudades (en hora oficial). Las dos últimas se han tomado para apreciar la diferencia en la hora, aunque el porcentaje eclipsado en ambas es mínimo.

Aunque el eclipse sea de poca envergadura, su duración no será tan pequeña como pudiera parecer porque la Luna para morder un poco el disco solar debe deslizarse casi de manera rasante. Por poner un ejemplo, en San Sebastián (que salen números redondos) empieza a las 11:30 y acaba a las 12:30 aunque la parte eclipsada en todo momento sea inferior al 10%:

Situación cada 5 minutos, desde Donostia-San Sebastián

Como se ha dicho, el eclipse es parcial, no habiendo ningún lugar de la Tierra desde donde pudiera verse total o anular. Esto es porque el cono de sombra de la Luna no incide en la superficie terrestre, pasando por encima del Polo Norte.

El tamaño angular del Sol ese día (32´9´´) es ligeramente superior al de la Luna (31´8´´), por lo que en el caso en que la sombra no se perdiera por fuera de la esfera terrestre sería un eclipse anular.

El extremo del cono de sombra de la Luna (punto 1) no toca la Tierra por lo que el eclipse no es total. Si al menos lo hiciera la zona 2 sería anular, pero en este caso solamente es parcial y solo en la zona 3.
El gráfico representa la imagen desde el plano orbital de la Tierra, es decir que ésta se mueve hacia fuera de la imagen pero no hacia arriba ni abajo

Consejos, para observar el eclipse, los de siempre:

- Utilizar unas gafas especiales para la observación de eclipses de sol, que protegen la vista.

- También puede observarse por proyección mediante unos prismáticos o un telescopio, o un sencillo instrumento llamado solarscope que es lo ideal para este fenómeno.

- No mirar directamente al Sol, porque además de que no distinguiremos nada, nos puede ocasionar daños en la retina

- Mucho menos observarlo con prismáticos y telescopio porque en este caso los daños serán mucho mayores, incluso con la posibilidad de perder la visión. Se puede ver con un telescopio provisto de un filtro adecuado, pero no hacerlo nunca sin la supervisión de un experto.


Debido a la difusión de estas precauciones, hay gente que piensa que el día del eclipse, o durante él, el Sol es especialmente dañino, pero eso es erróneo. Es igual que un día normal o Incluso un poco menos porque parte de él está eclipsado. Por ello no es adecuado lo que suele hacerse en algunos colegios de impedir que el alumnado salga al patio. Si no se les cuenta nada sobre el eclipse jugarán como cualquier otro día, aunque es muy motivador y educativo explicarles en clase el fenómeno y luego disponer en el patio de los elementos adecuados para la observación.

Pero en este eclipse hay algo más. Algo que seguramente no podrás observar pero tiene su interés. Si quieres puedes seguir leyendo.

 


Cuando se produzca el eclipse, el planeta Venus se encontrará muy próximo angularmente al Sol. La conjunción superior es solo dos días antes y no se ha alejado apenas, encontrándose solo a un grado y medio.

Por ello en el eclipse del 25 de octubre hay una doble ocultación: Cuando la Luna oculte al Sol, debido al paralaje, desde determinados lugares la Luna ocultará a Venus en vez de al Sol.

Desde el punto A la Luna oculta parte del Sol y debido al paralaje desde el punto B oculta a Venus.
El gráfico es solo un esquema explicativo y no se han mantenido las proporciones ni en los tamaños ni en las distancias.

Esta ocultación de Venus ocurre en una franja que atraviesa el Atlántico y África

Desde la franja verde se produce la ocultación de Venus. En la elipse morada de la izquierda el tránsito coincide con la salida del Sol, y en la azul de la derecha con la puesta.

Una ocultación de Venus por la Luna en pleno día es perfectamente visible con un telescopio (yo he observado varias como recogí en este enlace), pero estando el Sol tan cerca puede ser problemático y muy peligroso para la vista del observador. 

No deja de ser curioso, que en un mismo momento se produzca una ocultación de Venus y un eclipse solar aunque sea desde diferentes lugares, y ahora ocurre por estar Venus muy cerca angularmente del Sol, como se ha dicho.

Cuando estemos viendo el eclipse desde Bilbao, alguien en Porto Novo Podría estar intentando observar la ocultación de Venus. Casualmente París y Dakar también están unidos por esta cirunstancia.

Y siguiendo con las casualidades, precisamente el día anterior (lunes 24) la Luna oculta a Mercurio también de día, aunque esto es aún más difícil de observar. Pero con lo infrecuentes que son las ocultaciones,...

Desde la zona indicada en este otro mapa, entre la que se encuentra gran parte de la península Ibérica, la Luna pasará entre el Sol y Venus sin ocultar a ninguno de los dos, pero evidentemente la Luna nueva solo podrá verse en un programa simulador.


El paso de la Luna desde diferentes lugares será distinta. Pongo aquí dos gráficos con las posiciones desde Sevilla y Las Palmas. Es solo una curiosidad porque como dije, será imposible de observar la Luna nueva.

En ambos casos se indica hora local

Si en algún lugar el eclipse de Sol fuera total, durante el mismo podría verse Venus incluso a simple vista, o fotografiarlo; pero siendo parcial es difícil por el brillo del Sol, incluso sacando al éste del encuadre.

También el poder observar u obtener una serie de imágenes de la ocultación de Venus y posterior reaparición para quien estuviera en la zona adecuada en principio está fuera de las posibilidades de un aficionado si no se tiene experiencia: Venus y su desaparición serían visibles con un telescopio, pero la presencia cercana del Sol lo hace muy peligroso. Por proyección no saldrá Venus, y tampoco si se oscurece el telescopio con un filtro.

Quizás la única opción que quede sea la fotografía, y aunque lo parezca no es imposible obtener imágenes si tenemos presente ésta del segundo planeta obtenida por Nicolas Lafaudeux el 4-6-2020  durante la conjunción inferior de Venus:

El efecto de "anillo" se produce porque la luz del Sol es refractada por la atmósfera de Venus.

Ahora, tanto el brillo de Venus como la distancia angular con el Sol son mejores que en aquella ocasión, y aunque el tamaño aparente del segundo planeta sea menor, su luz está más concentrada.


Haya o no haya eclipse desde su localidad, se podría intentar fotografiar a Venus, pero ¡Cuidado! Ahí queda el reto para los expertos.

ACTUALIZACIÓN 25-10

A pesar de las desfavorables  previsiones meteorológicas, en Bilbao se abrió un claro entre las nubes justo durante el eclipse.

Proyección del Sol parcialmente eclipsado, desde Bilbao a las 12:04.
La imagen, obtenida en un solarscope, aparece invertida.

Respecto a Venus, tenía que ser, cómo no, Nicolas Lefaudeux quien con un extraño equipo consigió fotografiar simultáneamente el eclipse y el segundo planeta

Imagen tomada por N. Lefaudeux y publicada en Spaceweather.com

 


viernes, 7 de octubre de 2022

Las Pléyades y las Híades

 

Siempre que aparecen en un cielo despejado y sin mucha contaminación lumínica enseguida llaman la atención entre los no iniciados, y surge la pregunta sobre qué es ese grupito de débiles estrellitas situadas siguiendo una fila curvada de estrellas más brillantes y separadas (de la constelación de Perseo, aunque en realidad nuestras protagonistas están ya en Tauro)

Son las Pléyades; y muy cerca de ellas respecto a nuestra visual, otro grupo en forma de V no tan espectacular ni tan compacto pero también único: Las Híades. 

Las Pléyades a la derecha de la imagen, y a la izquierda las Híades.

Se ha recortado por ese lado la foto a propósito para dejar fuera a la estrella Aldebarán, que aunque completaría la imagen de una V y suele asociarse a este grupo, no pertenece a él.

Y acompañado de la brillante estrella Aldebarán, que lo hace más reconocible:

Aldebarán es la estrella más destacada en esta imagen, y también en la constelación de Tauro. Se encuentra a 65 años luz, menos de la mitad de la distancia a la que están las Híades, pero en su misma dirección desde aquí.

Puede decirse que ambos grupos son especiales porque constituyen dos cúmulos abiertos, entre los muchos que hay en el cielo, pero los únicos claramente observables a simple vista, y el motivo es que son casi los más próximos a nuestro sistema solar: Las Híades a 150 años luz es el más cercano y las Pléyades en tercer lugar a unos 440, después de Melotte 111 en Cabellera de Berenice que está a 290.

De todas formas, su observación con prismáticos es mucho más atractiva.

Un cúmulo abierto es un grupo de estrellas que están relativamente próximas entre sí y ligadas gravitatoriamente, con un origen común. Suelen ser estrellas jóvenes, y en cada uno de estos cúmulos puede haber entre decenas o miles de estrellas. Así ocurre en nuestros dos protagonistas, aunque solo podamos ver las más brillantes.

En estas fechas del mes de octubre pueden observarse prácticamente durante toda la noche desde el hemisferio norte y una vez avanzada la misma desde el sur, al principio un poco bajas cerca del horizonte Este pero irán subiendo según pasen las horas.

Para localizarlos sin dificultad se puede recurrir a la conocida constelación de Orión que se encuentra al sur de estos cúmulos y por eso en el hemisferio norte está por debajo de ellos y sale algo más tarde. En el hemisferio sur al estar la imagen invertida Orión aparecerá sobre los cúmulos, saldrá antes que éstos y se verá mejor que ellos por lo que ahí será una guía más clara. 

De arriba a abajo las Pléyades, las Híades (con el acompañamiento estas semanas del planeta Marte) y Orión

Las Pléyades:

Conocidas también por “Las 7 cabrillas” o “Las 7 hermanas” en referencia a su origen mitológico, aunque  la mayoría de las personas a simple vista distinguen solo 6 y en realidad son más de 500. Según la mitología la séptima, Merope, brilla más débilmente porque está avergonzada de haber mantenido relaciones con un mortal.

La mayoría de sus componentes son estrellas "jóvenes" de poco más de 100 millones de años



Tienen cierta similitud con una parte de la Osa Mayor pero a una escala mucho más reducida, y he coincidido con alguna persona que equivocadamente decía que se trataba de esa constelación.

En muchas fotos obtenidas con las condiciones y exposición adecuadas sus estrellas aparecen envueltas en una nebulosidad azulada que en principio se supuso que formaba parte de la nebulosa donde surgieron, pero parece ser que su origen es diferente y ahora las estrellas del cúmulo estás atravesando esa zona.


Como decía al principio, están situadas al final de la hilera curva de la constelación de Perseo, que puede servir también como guía para encontrarlas.


Perseo y las Pléyades

Las Híades

Son un grupo de unas 80 estrellas de las que 4 pueden localizarse bien a simple vista. Su edad es de algo más de 600 millones de años. 

Según la mitología eran 7 hermanas de padre, pero distinta madre, de las Pléyades y comparten con ellas algunas leyendas griegas.

Tal como se ha dicho, junto a las Híades se encuentra Aldebarán, que podría parecer que forma parte del grupo, e incluso completa la figura simétrica de una letra V. Pero en realidad esta estrella está a la mitad de distancia de nosotros y es solo una casualidad que esté en la misma visual.

El cúmulo de las Híades, (en la imagen con forma de una letra V tumbada). La estrella más brillante es Aldebarán  que, como se ha dicho, no forma parte del cúmulo.

Como se ha dicho, las Híades forman el cúmulo estelar más cercano y por ello se ha utilizado para calibrar varios métodos de cálculo de distancias. 

Posiciones en distintas fechas

Estos dos cúmulos se pueden ver tanto desde latitudes medias del hemisferio norte como del sur, si bien las condiciones son ligeramente mejores en el norte desde donde prácticamente son visibles durante todo el año excepto a finales de primavera. 

En verano y a principio del otoño había que trasnochar un poco y esperar a que salieran y alcanzaran una cierta altura para distinguirlas bien, pero ya en estas fechas pueden verse a horas prudenciales y he recogido sus posiciones a las 21 h T.U. a mediados de cada mes en el siguiente esquema hasta abril. Ya en mayo aunque están por encima del horizonte tras la puesta de Sol, su baja altura y cielo crepuscular hace imposible verlas.     

Posiciones de Híades y Pléyades desde latitud 40º N cada mediados de mes, a las 21 T.U. (En España las 23 h en octubre y en abril, y 22 h en el resto). El brillante planeta Marte, que estará rondando esa zona puede servir para localizarlas.
Los tamaños cambian ligeramente por ajustes de proyección de una bóveda en el plano

Desde Buenos Aires (latitud 35º S) prácticamente en las mismas fechas, aunque habría que esperar a noviembre para verlas a suficiente altura, y por la misma razón solo se verían hasta marzo.

Desde una latitud de 35º Sur.

En ambos gráficos y en cualquier zona del cielo, la posición de las estrellas correspondiente al mes siguiente es la misma que la del mes actual dos horas después. Por ejemplo la posición que aparece del 15-12  a las 21 h. T.U.  será la misma que la del 15-11 a las 23 h T.U.   No ocurre así con la posición de Marte porque los planetas se mueven sobre el fondo estelar.



Al encontrarse muy cerca de la línea de la eclíptica, que pasa entre ambos cúmulos, es frecuente que la zona se vea adornada con la presencia de algún planeta o de la Luna. En 2020 el fulgurante Venus pasó por ahí tal como se ve en las siguientes imágenes de abril, julio y agosto de ese año y también se le verá por la zona, pero no tan cerca de los cúmulos en el comienzo de la primavera de 2023 (del hemisferio norte).

3-4-2020 Venus en la Pléyades, y la línea de la eclíptica que separa ambos cúmulos.
La calidad de la imagen es mala, pero hay que tener en cuenta que eran fechas de confinamiento y está hecha desde casa con la contaminación lumínica de la ciudad, lo mismo que la siguiente.

También el 3-4-20, con un mayor detalle.

Cuando en el verano de 2020 ya no había limitación de movimientos, pudieron elegirse mejores escenarios aunque Venus ya se había movido, e incluso había atravesado la eclíptica.

El 6 de julio estaba en las Híades


Y en agosto ya se despedía de la zona. De arriba a abajo Híades, Pléyades y Venus.


Y ahora mismo es el turno de Marte:

El punto más brillante de la imagen, a la izquierda de las Híades, es Marte en esta imagen tomada el 10 de septiembre de este año. Ahora ya está algo más a la izquierda e incluso más brillante.

Durante estas pasadas semanas ha estado por ahí el planeta Marte. A principios de septiembre se situaba entre ambos cúmulos, ahora se va alejando poco a poco hacia el Este, pero aún se encuentra cerca para dar mayor realce a la zona, y además volverá porque a partir del 30 de este mes comenzará a retrogradar en dirección hacia las Pléyades, alcanzará su máximo brillo con magnitud -2 el 8 de diciembre y el 13 de enero retomará la dirección habitual alejándose.

Retrogradación de Marte, en una trayectoria como si estuviera rondando a las 12 hermanas

La Luna pasará entre Pléyades e Híades situándose cerca de las primeras el 13 de octubre, el 9 de noviembre, 6 de diciembre, 3 y 30 de enero cuando se acercará mucho a las Pléyades sobre todo visto desde América en ambas fechas, 26 de febrero, 26 de marzo desde América, y 22 de abril formando una bonita estampa con su fase muy fina y la presencia de Venus, aunque quizás cueste distinguir a los dos cúmulos ya cerca del horizonte y en el crepúsculo.

Situados en esa zona, La Luna y Venus formarán junto a Aldebarán un llamativo triángulo. 

Acabo de recordar que también estaban estos cúmulos cuando capté la luz zodiacal, sobre lo que he escrito hace poco.

Ahí están, como testigos de ese extraño resplandor y quizá s puedan servir de referencia para captarlo a finales de marzo o primeros de abril.

Híades y Pléyades sobre la tenue luz zodiacal

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9 de octubre. Dos días después de publicar este post me llega la triste noticia de que mi colega y amigo Manu Arregi nos ha dejado para siempre. 

Manu dirigió durante mucho tiempo el blog "El navegante", y fue la persona que me animó a que escribiese yo el mío, con lo que puede decirse que éste también es suyo, y que es consecuencia de su paso por el tercer planeta del que hoy mismo se ha ido y, como muchos dicen, está ya entre las estrellas.

Si una noche entre un claro de nubes o entre los árboles veo surgir ese grupo de estrellitas, sin duda me acordaré de Manu.





lunes, 26 de septiembre de 2022

DART llega a su destino

 Esta próxima madrugada del 26 al 27 de septiembre de 2022 a las 23:14 T.U. la nave del proyecto DART chocará con el asteroide Dimorphos al objeto de evaluar el efecto que un impacto de este tipo pueda tener en la trayectoria del asteroide y poder utilizar este método en el caso de que uno de estos objetos se dirigiera hacia la Tierra.

Ilustración de John Hopkins   APL/NASA

Para medir mejor esta desviación se ha elegido un pequeño asteroide que es satélite de otro mayor llamado Didymos, con lo que será relativamente fácil valorar el cambio en la órbita de Dimorphos a su alrededor, mucho más que el de la amplia órbita de cualquier asteroide en torno al Sol.

A pesar de la coincidencia en el tiempo de este tema con el de la oposición de Júpiter, pensé escribir también sobre DART, pero he comprobado que ya lo hice en diciembre del año pasado, poco después del lanzamiento.

Puedes verlo en este enlace,

Pero por si no te apetece lincarlo, copio aquí algo llamativo de aquel artículo: la simulación que hice para visualizar el recorrido de la nave, la Tierra y el asteroide, donde se aprecia que Dart ha viajado durante 10 meses casi al lado de nuestro planeta, del cual solo se ha alejado 11 millones de kilómetros (como se ha recogido en casi todas las noticias) pero en realidad ha recorrido más de 500 millones de km en una órbita alrededor del Sol.

Y si quieres emoción en directo,  en este otro.

Si luego hubiera algo importante lo añadiría aquí mismo

Actualización el día después

Parece que la misión ha cumplido su primer objetivo, y a la hora prevista ha impactado con el asteroide Dimorphos. Por si no hubieras visto las imágenes, aquí está el vídeo de los últimos 45 segundos.


Otro vídeo, obtenido "desde fuera" por el proyecto ATLAS que recoge el impacto y los instantes posteriores, puede verse en este enlace.

La cantidad de material lanzado en dirección opuesta a la nave (hacia la izquierda) tras el impacto es indicativa del éxito de la misión y de alguna manera permite evaluar el efecto del choque. Solo falta comprobar en cuánto se habrá modificado la órbita de éste en torno a Didymos, midiendo su periodo, lo que llevará un tiempo.

Actualización 11-10-22

La misión DART ha sido un éxito. Si las estimaciones optimistas esperaban que el impacto reduciría en unos 10 minutos el periodo orbital de Dimorphos que era de 11 horas y 55 minutos,  la realidad es que lo ha hecho en nada menos que en 32 minutos, lo que supone que ha alterado su trayectoria acercándolo 35 metros a Didymos.

Por tanto el método del impacto puede ser válido, adecuándolo a las características de un posible asteroide que se pudiera dirigir hacia el tercer planeta.

Aún hay que realizar estudios sobre la composición del asteroide o su estructura, para evaluar la eficiencia de la transferencia de la cantidad de movimiento en el choque, que ha producido una cola formada por los escombros que salieron despedidos, como se recoge en esta imagen:

El asteroide Dimorphos tras el impacto. NSF NOIRlab

 

sábado, 24 de septiembre de 2022

Júpiter se acerca

 

Como en otras muchas ocasiones los medios de comunicación, con mayor o menor fortuna, se han hecho eco de un tema astronómico que aunque no tiene una excesiva importancia, de él podemos sacar conclusiones y aprender algunas cosas.


Como suele ser frecuente en estos casos, se han colado algunas imprecisiones en los titulares. Los números no son correctos (es cierto que en 1951 Júpiter estuvo más cerca que ahora, pero también en 1963) y cuando dicen "Júpiter y sus lunas" querrán decir "también sus lunas".

Pero esto último puede dar pie a un absurdo: 

Quizás han tomado e interpretado erróneamente alguna otra información. Porque Júpiter se ve siempre a simple vista y destaca mucho, aunque esta errata suele ser frecuente con los planetas.

Lo cierto es que la mayoría de personas podremos ver al quinto planeta más brillante, y por un telescopio más grande, de lo que nunca lo hemos hecho porque está lo más cerca de los últimos 59 años: a una distancia de 591 millones de km. Aunque la diferencia con algunas otras ocasiones sea muy pequeña, 

Por ello hay que decir que no es ningún fenómeno espectacular, pero pensemos en que muchas personas (probablemente tú) en toda su vida no han estado nunca tan cerca del planeta gigante ni lo volverán a estar; por lo que aunque no se vea muy diferente de lo habitual no deberíamos perder la ocasión.

Júpiter en días próximos a su oposición en 2020. Aunque sea en fechas lejanas del máximo acercamiento, si no está visible la Luna ni Venus ni Marte en oposición, Júpiter es el astro más brillante en el cielo nocturno.

En realidad la distancia Tierra-Júpiter cambia a lo largo del año, fundamentalmente debido al movimiento de la Tierra alrededor del Sol y oscila aproximadamente entre unos 600 y 900 millones de km.

Órbitas a escala y distancias aproximadas

Estos números están en una proporción de 2 a 3 (1 a 1.5) que puede parecer proporcionalmente mucha diferencia pero por ejemplo en el caso de Marte es de 1 a 6.

Júpiter en un año terrestre se mueve poco, ya que tarda 12 en completar su órbita. La situación más favorable, cuando está más cercano a la Tierra se llama oposición porque desde aquí aparece en la parte opuesta al Sol: Sale cuando éste se pone y por el punto contrario del horizonte, es decir hacia el Este. En esta situación, y visto en planta, se podría trazar una línea recta que pasara por el Sol, la Tierra y Júpiter.

Júpiter en oposición.
Los tamaños y las formas de las órbitas están a escala. No así los tamaños de los astros.

Si Júpiter está en oposición, al cabo de poco más de 13 meses vuelve a estarlo. 

Este intervalo no es fijo y puede variar entre un año y 30 días, y un año y 38 días debido a la diferente velocidad de los astros según la zona de la órbita en que estén, por la segunda ley de Kepler.

Al cabo de 12 meses la Tierra vuelve a estar donde ocurrió la anterior oposición, pero Júpiter ha avanzado 15º (360º/12) por lo que nuestro planeta necesita un mes más para situarse enfrente de esa nueva posición, y unos pocos días más para compensar lo que Júpiter ha recorrido en ese mes, y ocurra así una nueva oposición.

Prácticamente todos los años hay oposición (excepto si la del año anterior ocurre en diciembre o finales de noviembre). Entonces ¿por qué ahora está más cercano que otras veces?  Todas las oposiciones no son iguales de cercanas debido a que las órbitas son ligeramente elípticas, la de Júpiter algo más que la de la Tierra, y por ello serán más favorables aquellas en que Júpiter se encuentra cerca de su perihelio (más cerca del Sol, y por tanto más cerca de la Tierra)

El perihelio de Júpiter (lugar de su órbita más cercano al Sol) se produce en un punto en que se alinea la posición de la Tierra con el Sol el 3 de octubre: Si el 3 de octubre trazamos una línea Sol -Tierra y lo prolongamos, pasaría por el perihelio de Júpiter.

Se ha exagerado mucho la excentricidad de la órbita de Júpiter para apreciar las diferencias

Como cada año la oposición de Júpiter se produce en diferente fecha, cuanto más próxima esté al 3 de octubre, más cercanos estarán los dos planetas, salvo pequeñas variaciones en sus órbitas por influencias gravitatorias. Este año la oposición ocurre a solo 7 días antes de esa fecha, en 1963 fue 5 días después y en 1951 fue precisamente el día 3.

Observar a Júpiter

Vamos a lo práctico: Cómo localizar a Júpiter. Según lo que se ha dicho es el objeto más brillante del cielo nocturno (estos días no están no están la Luna ni Venus) teóricamente el día de la oposición sale por el Este en el momento de ponerse el Sol. como nuestro horizonte no será perfecto, habrá que esperar, pero cuando el cielo esté negro ya estará visible a no ser que tengamos un horizonte muy alto con lo que la espera será mayor. Luego cada día sale un poco antes con lo que cuando se haga de noche estará cada vez más alto.

En realidad la oposición de un planeta es una situación favorable, tanto porque esté más cerca como porque es visible durante toda la noche.

Si no hay tanta diferencia con otras ocasiones, ¿dónde está la ventaja que tanto se anuncia? ¿Quizás en la posibilidad de observar alguno de sus 4 principales satélites con prismáticos, tal como se cita en algunas noticias?

En muchos lugares siempre se ha dicho que es posible verlos, no solamente ahora. 

Pero depende mucho de las características de los prismáticos (al menos un 7X50 o mejor 10X50), su colocación, de la agudeza visual, el punto de enfoque exacto, la altura sobre el horizonte, la oscuridad del cielo y otros factores, porque es algo crítico. Lógicamente cuanto más cerca esté Júpiter de nosotros más fácil será, y es cierto que yo no lo había conseguido nunca hasta ahora. No es preciso que sea el día 26 y hay mucho margen, pero también es posible que no lo consigas. Desde luego con cualquier telescopio no tendrás problema; podrás apreciar también sus bandas nubosas, su famosa mancha roja,... todo más cerca que nunca, pero solo poquito más que en otras oposiciones.

Ilustración de lo que podría verse con prismáticos, realizada a partir de una foto con teleobjetivo, de Júpiter y 3 de sus satélites. El cuarto podría estar delante del disco, detrás, u ocultado por la sombra del planeta. La observación de estos fenómenos es muy interesante.

La clave fundamental para ver los satélites con prismáticos es no mantenerlos a pulso, sino colocarlos apoyados en algún elemento como una ventana o una valla, pero mucho mejor montados sobre un trípode con un adaptador (son muy baratos) o incluso atados con una cuerda o una goma orientándolos siempre con los mandos del trípode.


En realidad no se va a ver algo muy distinto a otras veces, no hay mucha diferencia, pero aprovechemos la que hay. 

¡Qué mala suerte (he oído por ahí), justo ahora que llega el mal tiempo en muchos lugares! No importa porque la situación varía muy poco y dentro de unos días será casi igual; y mientras tanto seguro que se abren claros entre las nubes por donde aparezca Júpiter.


Toda esta historia es un juego de números: Como se ha dicho, de una oposición a otra hay 13 meses y unos días, luego cada año se produce en el mes siguiente al año anterior. Así en un ciclo de 11 años se van acercando a la de finales de septiembre o primeros de octubre y será una oposición cercana. 

Precisamente cuando vuelva a ocurrir por estas fechas, será en 2034 y estará prácticamente tan próximo como ahora porque será el 2 de octubre, casi en la fecha ideal. 

Solo una ligera modificación de la órbita terrestre por atracciones gravitatorias de otros planetas hará que se acerque un poquito menos.

Lugares en que se producirán las próximas oposiciones de Júpiter. Se ha trazado una circunferencia y se ha exagerado la excentricidad de la órbita para apreciar mejor las diferencias en las distancias entre los dos planetas.


Unos cuantos números:
Para dejar claro que aunque esta es una oposición muy buena, las diferencias relativas con otras situaciones proporcionalmente son pequeñas, precisaremos las distancias entre los dos planetas en varias situaciones de otras fechas: 
La oposición actual 26-9-22          591,315 millones de kilómetros
La última mejor que ésta 8-10-63  591,307      "
La mejor de las citadas 3-10-51    590,743       "
La próxima similar a ésta 2-10-34  591,390     "
La próxima mejor que esta  7-10-2129   590,670   "
Las oposiciones malas (por ejemplo el 12-4-29)    665,584   "
Las peores situaciones, cuando más lejos está Júpiter, son del orden de 965 millones de kilómetros, pero como corresponden con conjunciones, la situación también es mala por estar angularmente muy cerca del Sol
Aunque el día de la oposición haga mal tiempo, no te preocupes porque unos días después la situación no cambia mucho:
El 1-10-22   591,853   millones de km
El 6-10-22   593,537,          "          , que es solo un 0,3% más lejos que el día 26, o sea que 10 días después de la oposición será totalmente inapreciable la diferencia en brillo y tamaño.

Y  no hay que olvidar que la distancia media entre Júpiter y la Tierra es de 778,5 millones de kilómetros.



jueves, 15 de septiembre de 2022

La tenue luz zodiacal

Una extraña y débil luz está esperando tu mirada.

En la pasada primavera por fin pude verlo. Después de un viaje de 500 km entre ida y vuelta, que mereció la pena, porque no es fácil y hay que buscar un lugar adecuado.

Es posible que suelas mirar al cielo de vez en cuando y creas que ya has visto todo lo que puede apreciarse a simple vista. Pero lo más probable es que nunca hayas llegado a intuir siquiera la llamada “Luz zodiacal”, tal como me ocurría a mí hasta la noche del 2 de abril de este año. Al final del post, antes anexo con el rombo, aparece un relato de aquella experiencia.

Aunque es un tema curioso e interesante, hasta ahora no he escrito sobre ello porque no me parecía adecuado hablar de algo que puede verse pero yo nunca lo había conseguido, y tampoco lo hice después de aquel día porque las condiciones empeoraban rápidamente… hasta ahora.

Preciosa imagen de la luz zodiacal obtenida por Leonor Ana Hernández

Lo dejé en la recámara hasta que llegara el momento adecuado y ahora que vuelve a ser época propicia te invito a que lo intentes.

Se dice que la mayoría de las personas de este planeta no han podido ver nunca la Vía Láctea por su poco brillo y la contaminación lumínica de la mayoría de los lugares. Pero aún muchas menos habrán podido ver la luz zodiacal: una banda con forma triangular alargada con el lado más corto en el horizonte, más débil que la de nuestra galaxia, que sin embargo desde lugares con un cielo oscuro puede apreciarse o intuirse sobre todo al comienzo de la primavera una hora y media o dos horas tras la puesta de Sol o al principio del otoño con el mismo margen antes del amanecer.

Otra imagen obtenida por Leonor, desde Atacama, donde aparecen la Vía Láctea y la Luz Zodiacal, ésta mucho más difusa.

¿Cómo se produce?

Este fenómeno surge cuando la luz del Sol es dispersada por una multitud de partículas de polvo que se encuentran cerca de la eclíptica (el plano en que se encuentran los planetas); una zona en forma de lente que llega casi hasta la órbita de Júpiter.

Por ello desde aquí se ve con la forma de un estrecho triángulo que por supuesto es inapreciable de día o cuando todavía el cielo no está muy oscuro, pero tampoco en horas próximas a la medianoche porque el Sol está demasiado por debajo del horizonte y porque solo la parte central es lo bastante densa para dispersar la luz solar y ser visible.

¿Por qué ese nombre?

Debido a la posición de las partículas de polvo en la eclíptica, la luz proyectada aparecerá en esa zona, por donde transitan los planetas, y que como es sabido coincide con las constelaciones zodiacales. De ahí el apelativo de “zodiacal”

¿Cuándo puede verse?

Para poder observarla se tienen que dar varias circunstancias:

- Uno de los factores determinantes para poder ver tan débil resplandor es que no haya Luna, ni siquiera en fase fina. Por ello, una vez descartados los días próximos a la luna llena, cuando está creciente pero antes del cuarto podría verse de madrugada porque que a esas horas ya se habrá puesto, o en menguante después de anochecer porque todavía no habrá salido.

Hay otro factor, incluso más importante, y es que la eclíptica esté lo más vertical posible respecto al horizonte, para que el triángulo luminoso aparezca a suficiente altura evitando la extinción (disminución de brillo debido a que atravesaría gran capa de atmósfera)

Teniendo en cuenta la inclinación de la eclíptica en distintas fechas, y en cada hemisferio, que expliqué en su día y copio un par de gráficos, los mejores momentos son las fechas próximas a los equinoccios: en el de otoño de madrugada, y en el de primavera después de anochecer. No olvidar que como las estaciones son diferentes en cada hemisferio cuando la situación sea favorable en el norte de madrugada (como ahora) en el sur será favorable al principio de la noche.

Comparación de la inclinación de la eclíptica en distintos momentos y lugares. Cuanto más vertical esté, más fácil será la observación de la luz zodiacal.
En el ecuador, donde la situación es inmejorable, antes de la salida del Sol es igual a  después de la puesta, pero mirando lógicamente hacia el este. Había un error en el gráfico del ecuador, que ya está corregido.

Gráficos similares a estos ya aparecieron en el artículo "La eclíptica" donde pueden verse otros análogos y una explicación detallada.

Teniendo en cuenta ambos factores, ahora mismo la luz zodiacal puede verse después de anochecer en el hemisferio Sur hasta el día 26 o 27 de septiembre en que la Luna comenzará a molestar, y la siguiente oportunidad será del 19 al 27 de octubre.

En el hemisferio norte habrá que esperar hasta el día 24 porque aquí molesta la Luna ahora (en menguante está presente al final de la noche), y luego durante 2 semanas podríamos intentar ver a nuestra protagonista de madrugada. 

Si no nos gusta madrugar habrá que esperar al final del invierno, concretamente a partir del 10 de marzo cuando la luna menguante esté ausente al principio de la noche, y la eclíptica bastante vertical, como se recoge en este otro gráfico:


Otro factor decisivo para poder apreciarla es la ausencia casi total de contaminación lumínica: En toda la provincia de Bizkaia no he encontrado un solo lugar donde pueda verse la luz zodiacal.

Desde zonas próximas al ecuador prácticamente siempre tienen la eclíptica bastante vertical, por lo que podrá verse en cualquier fecha en que la Luna no está en el cielo, siendo por tanto la mejor zona para observarla.

 Mi experiencia:

Estos párrafos que siguen fueron escritos hace medio año, concretamente el 3 de abril, con la idea de publicarlos entonces en este blog. Pero luego pensé que era más importante el aspecto didáctico del tema, y siendo ya fechas tardías para su observación, empeoradas por la luz de la Luna, decidí dejarlo para la siguiente ocasión, precisamente ahora a finales del verano, para que quizás pueda motivar a alguien a intentarlo.

“Por fin lo conseguí. Algo que nunca había visto, que no parecía fácil, que desde luego había que ir al comienzo de la primavera a un lugar con el cielo muy limpio como el pueblo de mi madre, lo cual pensé hacer hace dos años pero el confinamiento me lo impidió.

La luz zodiacal, esa tenue banda blanquecina con forma triangular alargada e inclinada, más débil que la vía láctea, ahí estaba apenas intuida pero que la cámara captó sin ninguna duda.

El mes anterior lo había intentado, buscando el lugar más oscuro de mi provincia, pero fue en vano y la contaminación lumínica de varias capitales lo hacía imposible.

El del sábado fue un viaje relámpago de ida y vuelta con peligro casi de que la nevada dejara impracticables las carreteras, pero con un cielo espectacular a la llegada al lugar escogido, una finísima Luna en el crepúsculo que anunciaba que pronto se despediría…


Efectivamente, al empezar a oscurecer la telonera abandona el escenario quedando las estrellas que acompañarían a la diva que alguien diría que ya empezaba a intuirse.

… y ya de noche un rato de frío intenso en el camino de la Loma entre Torre y Caleruega pero que con la emoción uno no se entera. Bueno, se enteró solo mi mano derecha despojada del guante para poder manipular la cámara, que quedó pronto inutilizada al perder sensibilidad con el frío y hube de cambiar por la otra.


Ahí está, acompañada de aviones y satélites.

La misma imagen con anotaciones para clarificar

Sé que la foto puede no decir mucho porque es muy débil, pero ahí está precisamente el mérito. Aunque objetivamente era mucho más atractiva la finísima luna de 37 horas que se pudo ver en el crepúsculo, la famosa constelación de Orión que junto a Sirio dominaba la noche o incluso los dos cúmulos de las Híades y las Pléyades que aparecen en las fotos, y que por cierto serán el tema de un próximo post, o hasta la espectacular caída de copos de nieve sobre el parabrisas del coche a la vuelta.

Pero el objetivo era observar el vaporoso reflejo de polvo cósmico situado en el plano del Sistema solar, la luz zodiacal. Ser testigo y poder hablar de ello en primera persona. OBJETIVO CUMPLIDO”.

 

 


¿Cómo se produce esa extraña luz? 

¿Qué es la luz zodiacal? Se supone que se forma por el reflejo de la Luz del Sol en partículas de polvo situadas en torno al plano del Sistema Solar, pero no está del todo claro el origen de esas partículas. Siempre se había dicho que se trataba de polvo expulsado en las inmediaciones del Sol por los innumerables cometas de largo periodo que cruzan la zona desde hace miles de millones de años y también por los choques entre asteroides. 

Sin embargo en 2010 David Nesvorn y Peter Jenniskens propusieron que su origen estaba en los cometas de corto periodo, fundamentalmente los de la familia de Júpiter con los que las trayectorias de  las partículas de polvo tenían cierta semejanza, descartando a los asteroides y a los antiguos cometas, cuyos restos no habrían podido quedar en la zona durante mucho tiempo. 

Órbitas de los cometas de la familia de Júpiter. Casi todos ellos recorren precisamente la zona donde se encuentran los granos de polvo que origina la luz zodiacal.

Y hace solo unos meses un equipo dirigido por John Leif Jorgensen publicó un trabajo que pone esta interpretación en duda y a partir del análisis de las partículas que habían chocado con la nave Juno en su camino hacia Júpiter dedujo que procedían del polvoriento Marte. 

Parece que la gran mayoría de estas partículas se encuentra entre la Tierra y Júpiter. La Tierra las atraería por gravedad limitando su desplazamiento más hacia el Sol, y el planeta gigante las mantendría en el interior de su órbita por fenómenos de resonancia. 

Representación de la nube de polvo que origina la luz zodiacal

Esta interpretación tiene algunos inconvenientes que habrá que seguir analizando, pero no deja de ser curioso que con los medios actuales hayan surgido varias hipótesis diferentes, y que lo que hasta hace muy poco se daba por cierto, ahora casi se ha descartado.

Sea lo que sea, te invito a que intentes observarlo, y a que no saques la conclusión de que esto de la luz zodiacal es un cuento.