Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

jueves, 1 de febrero de 2024

Índice y selección de artículos

En todo blog los diferentes artículos van perdiendo visibilidad con el tiempo, ocultados por los más recientes. Pero en este caso, muchos de ellos son intemporales y posiblemente sean interesantes para muchos lectores que han descubierto recientemente este blog, o que en su día no los vieron.

Entre los más de 300 post publicados he elaborado una selección con mis sugerencias, dividida en 4 apartados, y un índice que aparece después, en el anexo.

Los distintos enlaces (en esta primera parte) van en diferente color según su interés actual:
En verde los que pueden ser interesantes en cualquier momento
En azul aquellos que aunque se refieren a fenómenos de fechas concretas contienen, a veces en los anexos, informaciones o imágenes siempre interesantes.
En rojo algunos artículos que pueden haber perdido de interés, pero siguen siendo llamativos o visualmente atractivos.

1- Algunos temas que quizás te sorprendan

2- Curiosidades o temas interesantes para no iniciados

4- Algunos artículos que tuvieron mucha aceptación en su día.


Aquí voy a ir incluyendo un índice estructurado con los artículos que creo que pueden ser más interesantes. Por no hacerlo excesivamente largo, no aparecen todos (actualmente hay más de 300), sino solo una selección.

Si te interesa un tema en concreto puedes acceder a todos los artículos sobre él utilizando las etiquetas temáticas del margen derecho de la pantalla. (Si lo ves en el teléfono móvil, al final de la pantalla elije VERSIÓN WEB)
Aunque la mayoría de los artículos están pensados para todos los públicos, muchos de ellos contienen información técnica original en los anexos que podría ser interesante incluso para iniciados o expertos.

Como hay muchos enlaces, si alguno no funcionase, te agradecería que me lo dijeras en un comentario (al final del post)


Aspectos de mecánica celeste en el Sistema Solar
         a) La Luna
b) Planetas

C) Cuerpos menores y meteoros
  
Medida del tiempo
a) Generalidades


         b) Aspectos relativos a la hora y la fecha oficial.
Para gastar más energía (Cambios de horario) 
Las 12: todavía no es mediodía (Cambio horario otoño)
c) Relojes de Sol

 Crónicas de observación y andanzas del blogger

miércoles, 24 de enero de 2024

Impactos anunciados

 

En varias ocasiones he criticado las noticias alarmistas y absurdas aparecidas en algunos medios, anunciando próximos impactos de asteroides con nuestro planeta, y hace más de dos años escribí 3 capítulos tratando ampliamente el tema (1-Impactos cósmicos, si gracias, 2-Impactos, no por favor o 3-No es para tanto)

Pero he pensado volver a escribir sobre estos temas, para recoger dos noticias que han aparecido estos días: Dos choques cósmicos muy diferentes en cuanto a magnitud, distancia y consecuencias, ambos anunciados de alguna manera

- Por un lado, astrónomos de la universidad de Bristol captan el momento, por primera vez observado, en que dos planetas situados a 1800 años luz de nosotros colisionan creando otro nuevo.

Representación figurada

Puedes encontrar los detalles de la noticia en este enlace  donde se cuenta el hecho y las consecuencias que pueda tener en lo relativo a la formación de un nuevo planeta y sus lunas. Pero quiero recalcar que el poder captar el momentáneo brillo producido por el choque fue gracias a las observaciones de un astrónomo aficionado quien advirtió en las redes sociales de los cambios en la emisión de luz infrarroja de la estrella alrededor de la cual giraban los dos planetas, y de alguna manera anunció que algo ocurriría.

Conviene recordar que nuestra luna se originó en el choque de la Tierra primitiva con otro planeta del tamaño de Marte 

- Por otra parte el pequeño asteroide (más bien meteoroide) 2024 BX1 que impactó en la atmósfera sobre el cielo de Alemania el pasado sábado día 20 solo 3 horas después de haber sido descubierto en Hungría y calculada su trayectoria. 

Caída del  2024 BX1, captada por  Michael Aye y Franck Marchis CC BY

Fue anunciado también en las redes sociales y así fue posible que centenares de personas pudieran observar su caída:


Es el octavo asteroide con el que ocurre esto, que es descubierto poco antes de caer. Se puede encontrar más información en este artículo escrito por el experto  Josep M. Trigo

También el pasado año ocurrió algo similar con 2023 CX1, y el que se encuentren estos poco antes de impactar pudiera pensarse que es una mala noticia, porque ello sugiriera que algún otro más dañino no sea descubierto a tiempo. Pero es todo lo contrario porque nos indica que aún estos pequeños meteoroides pueden ser detectados gracias a la colaboración internacional en los programas de seguimiento, y los más grandes lo serán con más facilidad y mucho antes.

Curiosamente, el asteroide 2024 BX1 todavía figura en la relación de la página de Spaceweather, 3 días después de que ya no exista.


A todos nos ha ocurrido alguna vez, que ante la noticia de que "anoche se vio un magnífico bólido" (bólido=estrella fugaz de enorme brillo, similar a la Luna llena, producida por un objeto de cierto tamaño), nos lamentemos por no haberlo visto, pero nos consolamos porque son imprevisibles y no es posible estar toda la noche mirando el cielo. Hay cámaras automáticas que los pueden captar y grabar pero no es lo mismo. Pues ahora, cada vez más, puede que nos lo anuncien con antelación y podamos prepararnos para obtener bonitas imágenes.

Imagen de un precioso bólido obtenida por Robert Mikaelyan que fue APOD (Astronomy Picture of the Day de NASA)  el 15-10-09

Relacionado con el tema, no se puede olvidar lo ocurrido el 15-2-2013. Una enorme coincidencia de dos fenómenos, que incluso llevaron a algunos a pensar que estaban relacionados, pero que se descartó. Uno estaba avisado pero el otro no.

Ese día ocurrió el fenómeno de Chelyabinsk. El impacto que más eco ha tenido en más de un siglo. Un objeto de unos 16 metros, que aunque explotó en la atmósfera y no llegó a impactar, produjo casi 1500 heridos todos por cortes con cristales.

Imaginemos la situación: Al comienzo del día una claridad ilumina el cielo, la gente se acerca a las ventanas para ver lo que ocurre, se quedan impresionados mirando el reguero humeante que ha dejado en el cielo … y 2 minutos más tarde llega la onda expansiva de la explosión que rompe los cristales y provoca los heridos.

Se dijo que estábamos desprotegidos porque nadie había detectado el asteroide, pero parece que el motivo había sido por la dirección en que venía, la del Sol.

Pero quizás lo más sorprendente de esta historia es que ese mismo día se esperaba el paso cercano a nuestro planeta de otro asteroide de unos 45 metros. Este sí había sido descubierto nada menos que un año antes y anunciado, con lo que había gente esperándole y preparando su observación, que incluso se podía seguir on line:

Una de las webs desde la que se transmitió

Se descubrió en el observatorio granadino de La Sagra donde propusieron darle el nombre de "Duende" además de la denominación técnica 2012 DA14 que le correspondía, y por entonces fue el que más cerca pasó de los descubiertos previamente.

Distancia relativa a la que pasó de la Tierra (tomado de Wikipedia)

La coincidencia de la fecha sí que es algo realmente improbable y casi extraordinario, y en principio todo el mundo supuso que el de Chelyabinsk sería un fragmento de Duende, pero un análisis de las trayectorias lo descartaron. 

Y hablando de anuncios ya solo queda un poco más de 5 años para que el "temible" asteroide Apophis pase rozando la Tierra el 13-4-29, lo que modificará su órbita y hará que se acerque aún más el 13-4- 2068, y seguro que algunos anunciarán erróneamente el posible impacto.



lunes, 15 de enero de 2024

2024 ¿Año de cometas?

 

Recuerdo que en alguna ocasión, al hablar sobre las efemérides astronómicas previstas para un determinado año, el ponente acababa con la coletilla “Y además de todo esto quizás tengamos la visita de algún cometa inesperado que añada y dé un mayor realce a los fenómenos celestes de este año”

Porque algunas veces se descubre un nuevo cometa que en pocos meses da un espectáculo excepcional, como el caso del Neowise, que nos asombró en el verano de 2020 y era tan evidente que pudo fotografiarse con primeros planos sin ningún montaje e incluso utilizarse en alguna broma:

El gran brillo del Neowise permitió obtener imágenes curiosas. Ya le voy a preparar los pinceles a Maite para que este año nos pinte alguno más. Bromas aparte (o broma incluida), esta imagen fue portada en varias revistas de asociaciones astronómicas.

Pues bien: al empezar el 2024 ya sabemos que al menos 2 cometas, el 12P y el C/2023 A3 serán astros destacados y se dejarán ver a simple vista. Ya de sus nombres se deduce que son muy diferentes: el primero un cometa periódico, el decimosegundo de este tipo, cuyo comportamiento será en cierta manera previsible aunque este viene con frecuentes estallidos, y el otro un cometa nuevo descubierto hace poco más de un año, que podría ser muy brillante si sobrevive al perihelio, que parece que sí.

Recojo aquí algunas de las características de sus órbitas y visibilidad, a la espera de ampliarlo con más detalle cuando se acerquen las fechas más adecuadas para su observación:

- 12P/Pons-Brooks. Previsiblemente se podrá observar a simple vista al principio de la noche en abril cuando podría alcanzar la magnitud 3.5. Aunque su máximo brillo coincidiría teóricamente con el perihelio que es el día 21 de abril, quizás alrededor del día 8 con la luna nueva que no molestará y una mayor separación angular con el Sol las condiciones sean aún mejores.

De periodo 71 años similar al Halley y un enorme núcleo de 30 km de tamaño, fue descubierto en 1812.  En teoría un astro de magnitud menor que 6 puede verse sin ayuda óptica, aunque en el caso de los cometas al ser difusos hace falta que sean más brillantes.

Este cometa suele tener estallidos que incrementan su luminosidad cientos o miles de veces. Si esto ocurriese en marzo o abril sería todo un espectáculo. Parece que durante unos meses de 2023 han ocurrido a intervalos de 15 días, que es el periodo de rotación del cometa, pero actualmente está "tranquilo".

Es una pena que no se aproximará mucho a la Tierra. Parece que jugarán al escondite, o más bien que la Tierra va escapando de él, porque aunque las órbitas se acercan no coincidirán ambos astros en los lugares de proximidad entre ellas. El perihelio es el punto más espectacular porque es cuando más radiación recibe del Sol. De haber pasado el cometa por ahí ahora en enero, habría sido espectacular.

El 12P se verá siempre al principio de la noche, casi en el crepúsculo, y después del paso por el perihelio será más fácil observarlo desde el hemisferio sur.

- C/2023 A3 o Tsuchinshan-ATLAS será observable a simple vista en octubre. Fue descubierto el 9-1-23 y desde entonces se anunció que iba a ofrecer un gran espectáculo 20 meses después, pronosticándose que llegaría a magnitud negativa. Actualmente se habla de -0.2, con lo que brillaría más que el Neowise de hace 4 años.

Tiene una órbita ligeramente hiperbólica por lo que no volverá. Hay que verlo este año o nunca.

C/2023 A3 estará bien situado para ser observado de madrugada desde el hemisferio sur a finales de septiembre cuando estará en el perihelio. Hacia el 18 de octubre se verá al principio de la noche en Ofiuco, cerca de Escorpio y de los planetas Mercurio y Venus. Aunque estará ya al norte de la eclíptica, seguirá viéndose mejor desde el hemisferio sur.

¿Se descubrirá algún otro? Tenemos el ejemplo del Neowise, que solo 4 meses después de descubrirse dio un espectáculo genial, el mejor desde hace más de 25 años, llegando a la magnitud 1, no tan brillante como se espera el Tsuchinshan

-  También el 2024 es importante para el famoso cometa Halley, que habiendo pasado por su afelio en diciembre, (y por tanto ha estado alejándose desde 1986) es este año cuando ya se encamina hacia el Sol y la Tierra. Hace poco he escrito sobre ello.

Por supuesto que todavía hay que esperar varias décadas para verlo, pero el que de alguna manera a partir de ahora su trayectoria le dirija hacia aquí es algo reseñable.



Cada año se descubren varias decenas de cometas nuevos, que en su mayoría son muy débiles y solo pueden visualizarse con telescopios: 

Por ejemplo el pasado año  C/2022 E3  (ZTF) descubierto el 2-3-2022 que alcanzó una magnitud 4.5 a principio de febrero de 2023, el Nishimura (C/2023 P1) descubierto en agosto de 2023 y visible en septiembre, que aunque alcanzó una magnitud de 3.5 fue muy difícil de observar por mantenerse muy bajo en el horizonte, o el  96/P Malchholz, también muy problemático.

Los 3 cometas mencionados, entre los más brillantes de 2023. (E. E., D. Bartlett y M. Jaeger)
Por supuesto, hay mejores imágenes tomadas con telescopio y apiladas con técnicas informáticas, pero estas se parecen más a lo que pudo observarse con unos prismáticos y pueden compararse con la siguiente foto, de como se ve un gran cometa con las mismas condiciones.

De estos y otros más se habló en los foros astronómicos, pero no llegaron al gran público. Los de 2024 seguro que sí, porque es de esperar que alguno se exhiba al menos como éste:

El cometa Neowise en julio de 2020


viernes, 29 de diciembre de 2023

Vesta, el asteroide más brillante


En marzo de 1807 Heinrich Wilhelm descubrió un nuevo astro, que durante 38 años fue considerado el decimoprimer planeta del sistema solar. Luego se le dio la categoría de asteroide y hoy se le conoce como 4 Vesta.

De los más de un millón de asteroides que se conocen, Vesta es el que alcanza un mayor brillo visto desde la Tierra y precisamente estos días es cuando, al estar en su oposición  (en dirección opuesta al Sol y casi a la menor distancia de nuestro planeta) podemos verlo, casi casi a simple vista y durante toda la noche.

27-12-23. En esta imagen, a pesar de la contaminación lumínica de Bilbao y de la proximidad de la Luna llena, puede apreciarse el asteroide Vesta. Un puntito que parece una simple estrella, pero si utilizando algún mapa o programa informático logras distinguirlo, quizás sientas la emoción de estar viendo algo por primera vez: un astro del que has oído hablar y del que quizás incluso has hablado, y que al día siguiente habrá cambiado de posición.


En esta animación se aprecia el cambio de posición del asteroide respecto a las estrellas de un día a otro, quizás la principal característica observacional de los asteroides.

Animación con las posiciones de Vesta alternativamente los días 25 y 26 de diciembre

 Aunque poco a poco se va alejando de la Tierra y por ello perdiendo brillo, todavía unos cuantos días será accesible a prismáticos y cámaras fotográficas montadas en un trípode.

El día de la oposición (21 de diciembre) alcanzó el máximo brillo con magnitud de 6.37, y el 22 de enero su brillo disminuirá hasta la magnitud 7 y costará mucho más encontrarlo. Si no consigues verlo antes, la próxima oportunidad será en fechas próximas al 2 de mayo de 2025 cuando vuelva a estar en oposición y a una menor distancia que esta vez (debido a la excentricidad de su órbita), y en esa ocasión alcanzará la magnitud 5.6 (Cuanto mayor es el brillo, el número de la magnitud es menor)




Actualmente (día 29-12) tiene la magnitud 6.5 con lo que puede localizarse relativamente bien, pero siempre es imprescindible contar con un mapa. Aquí te pongo tres, a partir de fotografías: El primero amplio, para situarse hacia la zona de cielo hacia donde hay que mirar. Es precisamente la región más llamativa, con las constelaciones de Orión, Tauro, Auriga, Géminis o las brillantes estrellas Sirio y Proción.

Vesta se sitúa entre estas constelaciones típicas de invierno, en un hueco libre de estrellas brillantes. concretamente estos días traspasa la teórica frontera de Orión a Tauro. Todas las imágenes las he obtenido hacia las 4 de la madrugada, (por ello, por ejemplo, Orión aparece vertical) y si intentas mirar al principio de la noche todo aparecerá girado casi 90º en sentido antihorario:

En amarillo, la zona donde se mueve Vesta estos días

En el siguiente, con la zona ampliada, y con la posición de la brillante Betelgeuse, que es la referencia que yo he utilizado para buscar la zona en concreto.


Y el último con detalle en concreto de la zona para poder determinar entre todos esos puntos estelares cual de ellos corresponde a Vesta.


Te animo a que intentes verlo en diferentes fechas con unos prismáticos, y quizás sientas la satisfacción de que efectivamente lo habías localizado porque se habrá movido respecto a una observación de unos días antes, e incluso se puede apreciar al día siguiente si hay alguna estrella cercana que nos sirva de referencia, o haciendo fotos y comparándolas luego tranquilamente. 

Será más sencillo los días 9, 10, 22 y 23 de enero (aunque estos dos últimos ya más débil), por situarse junto a estrellas relativamente brillantes.

Todas estas imágenes las he obtenido desde dentro de una gran ciudad, con la luna llena muy cerca de Vesta, y sobre las 4 de la madrugada, que es cuando la zona era observable desde mi ventana. Seguro que tú encontrarás mejores condiciones. Al menos lo de la Luna, que ya está menguando y marchándose de la zona.

En todos los casos la trayectoria marcada en amarillo empieza el día de navidad, la primera ocasión en que pude verlo por tener el cielo totalmente cubierto de nubes los días y semanas anteriores, aunque ahora ha habido más suerte, y acaba el día 22 de enero, cuando Vesta se sitúa junto a la estrella ómicron de Tauro y prácticamente cuando su brillo disminuye hasta la magnitud 7 y a partir de entonces ya se hará más complicado de localizar.


 


Desde 1801 (precisamente en la primera noche del siglo XIX) hasta 1807, como se ha dicho, se encontraron 4 nuevos astros que giraban alrededor del Sol en una búsqueda con la idea de que faltaba un planeta entre Marte y Júpiter. Estos astros recibieron las denominaciones de 1 Ceres, 2 Palas, 3 Juno y 4 Vesta. Se les consideró planetas hasta que en 1845 se descubrió el siguiente y ya quedaba claro que iban a ser muchos más, y les denominaron “asteroides”

El origen de la búsqueda de estos astros está en la llamada ley de Titius-Bode, surgida ante la curiosa relación numérica de la distancia al Sol de los diferentes planetas conocidos en aquella época, a finales del siglo XVIII:

Si se toman los números  0, 3, 6, 12, 24, 48, 96 (excepto el segundo, cada uno es el doble del anterior), se suma 4 a cada uno:    4, 7, 10, 16, 28, 52 100 y se divide entre 10 salen, casi clavadas las distancias al Sol en unidades astronómicas de los planetas, excepto que queda libre el quinto número: 0.4, 0.7, 1, 1.6, 2.8, 5.2 y 10. El 1 corresponde a la Tierra, el 1.6 a Marte, el 5.2 a Júpiter pero el 2.8 está libre.

Muchos lo consideraban solo una curiosidad numérica, hasta que se descubrió Urano, que cumplía el siguiente número: 19.6. Fue por ello que varios astrónomos realizaron una campaña para encontrar el planeta que estuviera a una distancia de 2.8, y en 7 años encontraron cuatro (el último Vesta) aunque eran muy débiles y por ello su tamaño sería muy pequeño.

Aunque la posición aproximada de estos astros parecía confirmar la ley de Titius-Bode, el descubrimiento de Neptuno confirmó que había sido una casualidad porque la distancia al Sol de este nuevo planeta estaba muy distante del siguiente término de la sucesión numérica. En cualquier caso había servido para promover la búsqueda de estos pequeños astros.


Órbitas y posiciones actuales de los 4 primeros asteroides descubiertos.

Es curioso que Vesta sea el asteroide que llega a ser más brillante (en su oposición, claro) cuando no es el más grande, título que ostenta Ceres por mucho, e incluso es ligeramente más pequeño que Palas, pero por ello no deja de ser más extraño que fuera el cuarto asteroide descubierto (el primero fue Ceres) ya que la clave para verlo está en el brillo y no en el tamaño. Evidentemente su superficie es más reflectante.


Imagen y tamaño relativo de Ceres y Vesta

Estas imágenes de Ceres y Vesta están mucho más detalladas que las que se pueden disponer de otros grandes asteroides porque fueron obtenidas en la misión espacial Dawn que visitó estos astros entre 2011 y 2018, e incluso permitió elaborar una sugerente imagen completa de la rotación de nuestro protagonista:

Cuando lo veas en el cielo, (solo como un débil puntito) imagínatelo con esas marcas y cráteres girando sin parar.

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Editado el 30-12

Sorprendentemente la meteorología se ha puesto de mi parte más de lo pronosticado, y he podido obtener nuevas imágenes que, aunque no sean de calidad, sirven para comprobar la trayectoria de Vesta.