Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

Mostrando entradas con la etiqueta Constelaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Constelaciones. Mostrar todas las entradas

martes, 1 de febrero de 2022

Estrellas polares

A pesar de que no destaca excesivamente por su brillo, hay una estrella en los cielos del hemisferio norte muy especial, que incluso da título o es citada en algunas canciones. Por ejemplo, puedes oírla en este enlace , bajar un poco el volumen (y volver a esta ventana) mientras sigues leyendo.

Porque sin duda es la más conocida por su nombre, aunque pocos saben localizarla y a veces se dice que es la más brillante del cielo, lo cual no es en absoluto cierto. Como es la más famosa, algunos suponen que es especial por su brillo y es verdad que destaca por ello en su entorno, pero en todo el cielo hay más de 40 estrellas más brillantes que ella. 

Pero sí es especial porque siempre permanece prácticamente en el mismo lugar del cielo, mientras las demás las vemos girar a su alrededor debido a la rotación terrestre: un movimiento lento, pero evidente si tomamos referencias y volvemos a observar al cabo de unas horas

Con el paso de las horas, y a causa de la rotación de la Tierra, todas las estrellas dibujan arcos cuyo centro está junto a la Polar, que prácticamente queda señalada por un leve trazo, casi un punto. Imagen tomada de https://misistemasolar.com/constelaciones-circumpolares/

Es la brújula que nos marca casi exactamente el norte: Conocida como la estrella polar, o Polaris su nombre propio latino, y también alfa de la Osa Menor, o alfa UMi según la nomenclatura técnica astronómica.

Además de tener esas características únicas, no es difícil encontrarla a partir de una de las constelaciones más conocidas: La Osa Mayor que está situada en la misma zona del cielo.

Aunque pertenece a la constelación de la Osa Menor puede encontrarse más fácilmente siguiendo la línea que marcan alfa y beta de la Osa Mayor, unas 5 veces esa distancia.

El motivo de que Polaris prácticamente permanezca inmóvil es que si prolongamos el eje de rotación de la Tierra, pasaría por allí. Bueno, a menos de un grado de distancia (incluso actualmente a menos de 40 minutos)



La estrella polar es, sin duda, el mejor método para orientarse tanto en tierra como en el mar en una noche despejada. Como se ha dicho, su posición indica casi exactamente el Norte, y lo hace incluso mejor que una brújula magnética porque ésta necesita una corrección: la declinación magnética que varía con el tiempo y es diferente en cada lugar.

La brújula indica el Norte magnético que es diferente del Norte geográfico. Por ejemplo en 1982, en la costa nordeste de USA, la diferencia era de 30º e incluso más en Canadá, pero varía con el tiempo.

Polo celeste

Antes de seguir conviene definir lo que se entiende por “polo celeste”. La Tierra (al igual  que los demás planetas) gira debido a la rotación y este giro lo realiza alrededor de un eje imaginario. La intersección de la prolongación de este eje con la bóveda celeste será el polo celeste. 

Lógicamente, como se puede prolongar en los dos sentidos, en cualquier planeta habrá dos polos celestes: En principio se toma Norte o Sur, según cual de ellos esté más cerca del correspondiente de la Tierra, pero para evitar algunos inconvenientes se pueden tomar positivo o negativo:  Se considera polo positivo el del sentido del retroceso de un tornillo que girase como el planeta, y polo negativo el contrario, el del avance de un tornillo con ese mismo giro; y este signo se utiliza en las coordenadas.

Aunque la Tierra también se mueve alrededor del Sol en la traslación, y el eje se desplazaría de manera paralela, el polo celeste no cambia porque las estrellas (que nos dan la referencia) están enormemente lejanas.

Si nos colocamos en el polo norte terrestre la estrella polar norte estará sobre nuestra cabeza.

Lo cierto es que es una casualidad que actualmente la dirección Norte del eje de la Tierra apunte casi exactamente a una estrella relativamente brillante. Como vamos a ver, si lo prolongamos en dirección Sur no encontraremos ninguna estrella destacable cercana al polo sur celeste y tampoco ninguno de los otros planetas del Sistema Solar tiene actualmente una estrella tan brillante cerca de ninguno de sus dos polos, aunque Urano tiene, algo más débiles, en ambos.

La posición de los polos celestes de cada planeta es diferente, entre otras cosas porque la inclinación de los ejes de cada uno es distinta, como se aprecia en este ilustrativo y difundido gráfico:

Que es incluso mucho más vistoso en el vídeo realizado por James O´Donoghue

Aunque como luego se verá, hay otros factores que determinan la posición de los polos entre las constelaciones y por ejemplo, aunque la inclinación de los ejes de Marte y de la Tierra son similares (25º y 23.5º) podría pensarse que sus respectivos polos están cercanos, pero en realidad no es así y están separados nada menos que 37º. En la representación anterior los ángulos de los ejes se han tomado todos en el plano perpendicular a la visual para verlos individualmente en su justa medida, pero cada planeta lo tiene en diferente dirección, y la referencia sobre la que se toman los ángulos no es la misma.



Polos de cada planeta del Sistema Solar

Estas son las posiciones de los polos norte celestes:


Aunque toda la información está en el gráfico, si quieres entrar en detalles, se puede constatar que:

- El tercer planeta es prácticamente el único que tiene una estrella cerca de su polo norte celeste. También Urano, pero mucho más débil.

- En Mercurio el polo norte estaría cerca de la estrella ómicron Dra, concretamente a poco más de 2º y con magnitud 4.6. Quizás sea el caso más desfavorable, pues no tiene ninguna estrella de magnitud menor que 4 a una distancia inferior a 7º.

- En Venus está casi equidistante (a unos 6 º) con 3 estrellas de magnitud similar (poco más de mag. 3): zeta del dragón, chi y delta de la misma constelación, esta última con magnitud 3.05 es la más brillante de las tres. Algo más cerca está 42 del dragón, pero con solo 4.8 de magnitud es demasiado débil.

- Lo mismo ocurre con Marte, que aunque tiene estrellas de magnitud 4 más cercanas (la más próxima pi1 Cyg), en el entorno de su polo destaca sobremanera Deneb (alfa Cyg)  aunque esté a 9º

- El polo celeste de Júpiter está muy cercano al de Venus pero en este caso, de las estrellas mencionadas antes habría que elegir zeta del dragón de magnitud 3.15, aunque esté más lejos (a casi 5º) que 36 del dragón (4.95)      

- La estrella polar de Saturno, casi se podría considerar también Polaris, a pesar de que no está demasiado cerca (a 6º), y a solo 4º está la débil 2 UMi de magnitud 4.2

- Urano tiene una estrellita (15 Ori) casi justo en su polo, a solo medio grado, por lo que es la estrella polar más cercana de todas, aunque solo un poco más que Polaris, pero su débil magnitud de 4.8 haría que para orientarse fuera más fácil elegir la mucho más brillante Aldebarán aunque esté a 8 grados.

- En Neptuno delta Cyg de magnitud 2.9, aunque separada casi 3º


Lógicamente las posiciones de los polos sur son simétricas pero en constelaciones opuestas, y estas son las correspondientes al hemisferio sur:

- En el cielo de nuestro planeta no hay estrella polar Sur. Ese polo celeste está precisamente en una zona sin estrellas ni siquiera medianamente brillantes. Si hay que elegir una, la más cercana, aunque muy débil, sería sigma Oct con un escasísimo brillo de 5.45 a más de un grado del polo.

- Mercurio tiene una estrella junto a su polo Sur a solo 0.5º, y algo más brillante que las anteriores, aunque no mucho, se trata de alfa Pic con magnitud 3.2. Pero si hay que hablar de una estrella que hipotéticamente ayudase a buscar el Sur, casi sería más adecuado utilizar la brillantísima Canopus aunque esté a casi 10º del polo.

- Probablemente lo mismo se pueda decir de Venus y Júpiter, que aunque Canopus se aparta de sus polos aún más (hasta 15º con el polo de Venus), estos dos planetas no tienen ninguna estrella muy cercana al polo, ni tampoco de magnitud menor que 3.5 más cercana que Canopus. Recordemos que en el caso de Venus sería el polo positivo.

- A casi 3º del polo sur de Marte está kappa Vel de magnitud 2.45, aunque un poco más lejos tiene también otras dos estrellas algo más brillantes.

- Saturno que tiene su polo situado no muy lejos que el de la Tierra, tiene unas condiciones mejores: casi coincide con delta Oct, aunque con una magnitud de 4.3 tampoco es mucho más brillante que la de la Tierra, pero algo sí.

- La estrella eta Ori (Sabik), está a la misma distancia del polo sur de Urano, que Polaris de nuestro polo y es solo un poco más débil.

Teniendo en cuenta que Urano tiene también una estrellita en su otro polo, resulta que es el planeta que tiene las dos estrellas polares más cercanas a sus respectivos polos. Quien lo iba a decir, con lo descolocado que tiene su eje.

- Respecto a Neptuno, casi a la misma distancia de su polo sur (a unos 3º) hay 3 estrellitas de magnitud menor que 4. La más cercana es a Pupis (mag 3.7) y la más brillante gamma vel (1.75)




Factores de los que depende la situación del polo celeste

Tal como se ha dicho antes, en principio podría pensarse que las posiciones de los polos celestes de cada planeta dependen solo de la inclinación del eje de rotación, pero no es así y en su situación intervienen, además de esa inclinación, varios parámetros:

- La dirección hacia la cual se inclina el eje, respecto a su plano orbital

No es suficiente con saber que el eje está inclinado, por ejemplo el de la Tierra 23.5º, ya que puede apuntar hacia cualquier punto de un círculo en la esfera celeste. Esta dirección es lo que cambia con el movimiento de precesión.

- La inclinación del plano orbital respecto al plano de la eclíptica

Se toma como referencia el plano de la eclíptica, como se podría haber tomado otro, por ejemplo el plano ecuatorial del Sol o el plano orbital de Júpiter que es el planeta mayor del Sistema. 

- La orientación del plano orbital que viene determinado por el ángulo entre la dirección del punto vernal y el nodo ascendente (la longitud del nodo ascendente)

Como referencia para comenzar a medir los ángulos del nodo se toma el punto vernal, un punto que está en la eclíptica y se utiliza como origen de las coordenadas de ascensión recta y otras cuestiones.

Considerando también los valores mencionados de inclinación del eje y la dirección hacia la que está inclinado, finalmente, todo se podría representar de la siguiente manera y podría calcularse en cada caso la posición de los polos celestes:


La separación entre el polo del planeta y el de la eclíptica siempre será menor o igual a la suma de la inclinación del plano orbital y la inclinación del eje.

 Los dos ejemplos más sencillos, donde el proceso se simplifica por tener un parámetro 0º, serían en Mercurio y en la Tierra:

En la Tierra, como su plano orbital es la propia eclíptica, el polo celeste está a 23.5º del polo eclíptico, ya que ese valor es la inclinación del eje. 

Por otra parte, el plano que pasa por el eje de rotación y es perpendicular a la eclíptica, forma un ángulo de 90º con la línea que pasa por el polo eclíptico y el punto vernal.


En Mercurio la inclinación del eje es cero, pero su polo está a 7º del polo de la eclíptica porque la inclinación de su plano orbital respecto a la eclíptica es de esos 7º.

Por otra parte como la longitud del nodo ascendente es de 48º, la dirección del polo celeste se sitúa a 42º de la línea que pasa por el polo eclíptico y el punto vernal.

Así los polos celestes de la Tierra y Mercurio quedan situados en los lugares que se situaron antes, teniendo en cuenta que en la representación celeste (de abajo hacia arriba) los ángulos cambian de sentido:

Polaris perderá su privilegio 

Se dice que nada es eterno, y todos los datos concretos que se han dado y que son válidos actualmente cambiarán con el paso de los milenios. 

Al menos en el tercer planeta hay dos motivos que harán cambiar la dirección hacia la que está dirigido su eje. El primero la precesión de los equinoccios tal como se recogió hace ya tiempo en este blog y también su propia inclinación, que actualmente está disminuyendo y llegará a ser de solo 21.5º, siendo las duraciones respectivas de estos ciclos de 26000 y 40000 años aproximadamente.

Todo ello hace que el polo celeste vaya trazando una especie de bucle entre las constelaciones, como puede verse en el gráfico; la estrella polar dejará de serlo, y otras estrellas ocuparán su lugar.  

Evolución de la la posición del polo norte celeste en pasados y próximos milenios

Hacia el 27500 Polaris volverá a estar muy cerca del polo celeste, pero ligeramente menos que ahora. Precisamente en la actualidad se está acercando cada vez más, y el año que más próxima estará será (pura casualidad) el último de este siglo. En 2100 estará a menos de 27.5´de distancia. Pero luego se volverá a alejar.

Se puede ver que entre todas las estrellas representadas (aprox. las de magnitud menor que 4) precisamente Polaris, la que nos ha tocado vivir a nosotros es la que más se acerca al polo, aunque esto tampoco es eterno y adentrándonos mucho en el futuro el movimiento propio de las estrellas deformará las constelaciones y pudiera ocurrir que alguna más brillante se cruce con la prolongación del eje terrestre.  

Entre los años 13000 y 14000 la estrella polar será Vega, aunque su separación con el polo será mucho mayor que la de Polaris ahora, rondando los 6º. En esa época tendrán una estrella polar muy llamativa y entonces sí podrán decir que es la más brillante.


miércoles, 13 de enero de 2021

La constelación de los gemelos

En esta época del año el cielo nocturno nos ofrece la zona más espectacular a simple vista:

A mediados de enero, 2 horas después de la puesta de Sol, las constelaciones de Orión, Géminis, Tauro, Auriga, Can Mayor y Can Menor, ya han salido por el este y muestran la zona más espectacular del cielo. 
En el gráfico se ha indicado la posición de Géminis solo a modo de localización y los límites no son exactos.

En el hemisferio sur, algunas brillantes estrellas como Alfa Centauro, Rigil Kent, Canopus o Achernar situadas en otras zonas del cielo completan, también en estas fechas, el elenco de estrellas brillantes.

Aunque sin duda la constelación más característica y más espectacular es Orión (ya escribí sobre ello en "Orión: la constelación"), es indudable que hay otras que merece la pena destacar, y hoy voy a referirme a Géminis.

Constelación de Géminis

Su forma simétrica sugirió a los antiguos griegos las figuras de los dos gemelos hijos de la reina Leda, y sus dos estrellas más brillantes recibieron precisamente los nombres de los dos personajes mitológicos. Pero incluso en civilizaciones anteriores, también se asoció una pareja de personas a este grupo de estrellas.

Cástor y Pólux, los gemelos de la mitología griega representan a toda la constelación y dan nombre a sus dos estrellas más destacadas.

En estas fechas de enero Géminis es visible durante toda la noche. Al principio de la misma aparece sobre el horizonte este, alcanza la máxima altura en dirección sur a medianoche y se pone de madrugada por el oeste, debido a que se encuentra ahora en la zona opuesta al Sol.

Posiciones de Géminis y Orión desde latitudes medias del hemisferio norte las primeras semanas del año

Aunque ahora esta constelación se ve durante toda la noche, aparece ya en agosto antes de amanecer, durante el otoño (primavera en el h. sur) es visible de madrugada y si queremos verla al principio de la noche, el momento más cómodo para la mayoría de la gente, la mejor época será en marzo, cuando pueda apreciarse en su mejor posición en el cielo, en la misma situación que recoge la imagen central del gráfico anterior que corresponde a la visión en enero a medianoche.

Siempre que en una explicación dirigida al gran público se menciona una constelación zodiacal suele surgir el equívoco: Como de estas cosas la mayoría de la gente lo único que conoce son las fechas correspondientes del correspondiente signo del zodiaco, a veces me han objetado que algo no es correcto, “porque Géminis es en junio”. Conviene aclarar que aparte del desajuste en casi un signo ocasionado por el movimiento de la precesión de los equinoccios, para el tema de los horóscopos se asignó la constelación en que estaba el Sol en la fecha de nacimiento (ver "En el dominio de Ofiuco"). Lógicamente es cuando ese grupo de estrellas estará por encima del horizonte precisamente de día. O, sea, que si quieres ver la constelación de “tu signo” en el cielo el mejor momento son las fechas más lejanas a tu cumpleaños.

1- Estos días de principio de año el Sol está en dirección de Sagitario, Géminis se encuentra en la parte opuesta del cielo, en la dirección de la flecha, y se ve durante toda la noche. 
2- A finales de junio el Sol se sitúa en dirección a Géminis, siendo imposible su visión.




Forma de la constelación y situación de sus estrellas

Como ocurre en todas las constelaciones, las estrellas que la constituyen las vemos en una misma zona del cielo pero están a distancias muy diferentes y si pudiera observarse desde otro lugar de la galaxia la forma de la constelación sería irreconocible. También el brillo con el que vemos cada estrella está muy condicionado por la distancia a la que se encuentra de nosotros.

Esta es, aproximadamente, la situación de las 8 estrellas principales de la constelación:


Las dos estrellas más destacadas

Centrándonos en las más brillantes (vistas desde aquí) y famosas, a partir del gráfico anterior queda claro que el motivo es que están más próximas a nosotros que otras.

Mientras Pólux es una estrella gigante naranja relativamente cercana situada a poco más de 33 años luz, Cástor está a más de 52 años luz y es una estrella múltiple. Sus componentes principales son dos estrellas blancas que pueden diferenciarse con un telescopio, a su vez cada una tiene otra compañera mucho más próxima, y hay un tercer par más débil que completaría el sexteto.

Curiosamente al nombrar a la pareja siempre se dice en el mismo orden: "Cástor y Pólux", a pesar de que la segunda es más brillante, y al contrario de la norma general no se le ha adjudicado la primera letra del alfabeto griego (alfa), que se ha reservado para Cástor, que es apreciablemente menos destacada. No es la única constelación en que esto ocurre y, por ejemplo, lo mismo pasa en Orión donde Betelgeuse (alfa) brilla un poco menos que Rigel (magnitudes 0.15 frente a 0.45), pero su color rojizo la hace más destacada, o en la Osa Mayor donde la poca diferencia de brillo  entre las 6 principales estrellas hace que se ordenen según su posición. Pero ninguna de estas circunstancias se da en Géminis, donde la clara diferencia de brillo (magnitudes 1.15 y 1.90) además la cercanía visual entre Cástor y Pólux deja en evidencia la exención de la norma.

En esta imagen, tomada el 17-8-2014 desde Araúzo de Torre, en que aparecen las constelaciones de Orión y Géminis con las 4 estrellas mencionadas, se aprecia que Pólux destaca apreciablemente más que Cástor a pesar de estar más cerca del brillante horizonte ya próximo al alba lo que, junto al fenómeno de la extinción atmosférica, sí afecta a Venus, Júpiter o Sirio, la estrella más brillante del cielo. Los planetas Venus y Júpiter no tienen ese problema por su espectacular brillo.


Al estar en la zona zodiacal, Géminis recibe frecuentemente la visita de los planetas y la Luna  

Buscando en mi archivo fotos de Géminis para ilustrar este post, he encontrado varias con “visitantes” del Sistema Solar. Todas están tomadas en agosto y, por tanto, al amanecer.

- En esta imagen del 15-8-2012 aparece Júpiter a la derecha junto a Aldebarán, Venus con su brillo espectacular destaca entre las estrellas de Géminis y la Luna a su izquierda:

Cástor y Pólux aparecen en la zona superior izquierda

- El 6-8-2013 Júpiter y Marte en Géminis, y Mercurio debajo, junto al horizonte:



- El 18 de agosto de 2014 cerca de Géminis se produjo una conjunción cercana entre Venus y Júpiter, algo menos cerrada que la reciente e histórica entre Júpiter y Saturno del pasado diciembre. También pudieron verse ambos planetas en un mismo ocular con suficientes aumentos, y aunque la fase casi llena de Venus no fuera tan fotogénica como los anillos de Saturno y aquel fenómeno no fuese tan anunciado, a simple vista fue mucho más llamativo.

El acercamiento fue más rápido que en la conjunción del pasado mes, como puede apreciarse comparando esta imagen con la del día anterior, que he utilizado antes para comparar el brillo de Cástor y Pólux.

18-8-2014. Géminis en el centro de la imagen y la pareja de planetas Venus y Júpiter cerca del horizonte y los árboles. 

La conjunción fue muy cerrada, y ambos planetas se aprecian mejor en esta imagen que tomé a continuación con mucho más zoom. Aunque en esta imagen no aparece la conjunción protagonista, merece la pena:

Y 6 días después el alejamiento mutuo entre los planetas era evidente:


En todos los casos, la referencia de Géminis, y en concreto la distancia angular entre Cástor y Pólux (4.5º), nos sirven para calibrar la separación de los planetas.

Mitología:

Es curioso que entre todas las leyendas de la mitología clásica, la de los gemelos Cástor y Pólux tiene algo especial, y es que aunque en la inmensa mayoría de los casos se recogen aspectos negativos como disputas, envidias, venganzas, vicios o engaños, en esta lo fundamental es el amor fraternal.

Según la mitología, aunque eran gemelos Cástor y Pólux tenían distinto padre porque su madre Lena les concibió de manera consecutiva con su marido (el rey Tíndaro) y con el casquivano dios supremo del Olimpo, Zeus, que siguiendo su estrategia habitual la engañó para poder estar con ella, transformándose en un cisne.  

Por ello Pólux era inmortal como su padre, pero no así Cástor. Cuando éste murió, Pólux rogó a Zeus que le devolviera la vida, o rechazó su condición de inmortal si no podía compartirla con Cástor. Como en todas estas leyendas de la antigua Grecia, hay muchas versiones y normalmente se cuenta que ante la petición de su hijo, Zeus consiguió que los hermanos pudieran pasar juntos seis meses en el Olimpo y otros seis en el reino de los muertos, el inframundo. Pero también en alguna versión se dice que Pólux llegó a regalar la inmortalidad a su querido hermano, a costa de perderla él, al no soportar verlo muerto.

Desde luego, debían quererse mucho.

 

martes, 23 de abril de 2019

El relevo


En estas fechas de primavera al principio de la noche se produce en el cielo una circunstancia interesante: Orión, la constelación más destacada del invierno (en el hemisferio norte) se oculta por el horizonte Oeste mientras casi por la zona opuesta empieza a asomar la no menos espectacular Escorpio.
Orión en el centro de la imagen próximo a ponerse, situado  en posición “vertical” en latitudes medias del hemisferio norte

A quien no conozca las constelaciones, esta imagen puede servirle para empezar a tomar referencias. Incluso desde una ciudad verás a Sirio, la estrella más brillante del cielo, ya cerca del horizonte Suroeste que en la imagen está situada a la izquierda abajo. A su derecha intenta distinguir Orión en tu cielo.

Escorpio, el escorpión, una de las constelaciones más fáciles de imaginar la figura que representa, por su larga y retorcida cola acabada en el aguijón.

jueves, 31 de mayo de 2018

Leo, el león

Una de las constelaciones más destacadas de la primavera es Leo.  Quizás hubiera parecido más adecuado hablar de ella a principio de esta estación, cuando estaba visible la mayor parte de la noche, pero como habitualmente cuando estamos en disposición de mirar el cielo es al principio de la misma, a esas horas tras el crepúsculo, es ahora cuando podemos encontrarla mejor posicionada. 

Si bien desde el hemisferio norte ya ha perdido un poco de altura pero todavía se puede ver muy bien en dirección Suroeste, desde el hemisferio sur está en esos momentos del principio de la noche en el mejor lugar posible, alcanzando su máxima altura en dirección Norte.


 En la parte superior de la foto está la constelación de Leo, con sus 4 estrellas más brillantes formando un trapecio casi perfecto. Imagen tomada desde el monte Artxanda junto a Bilbao.

lunes, 28 de agosto de 2017

Cae la Espiga

Las estrellas más brillantes del cielo tienen su nombre propio y una de ellas es Spica o la Espiga. Es la más destacada de la constelación de Virgo y su nombre, que tiene origen latino, no fue elegido al azar, sino que como en muchos otros casos tiene que ver con el lugar en que está situada y en este caso también en las consecuencias que eso tiene en la mecánica celeste.
Desde Araúzo de Torre, el 21-7-2017 a las 22:53, 75 minutos después de ponerse el Sol
Spica (o Espiga) es la estrella que está a la izquierda del punto más brillante, que corresponde a Júpiter.

Parece ser que los romanos la denominaron de esa manera porque cae cuando caen las espigas. La relacionaban con la agricultura y con su diosa Ceres porque esta estrella es visible durante la primavera y parte del verano a principio de la noche y deja de verse (puede decirse que cae) cuando las espigas de cereal han madurado y han sido recogidas

La expresión “cae” es muy gráfica y adecuada en este caso porque, a medida que va transcurriendo el mes de agosto, en cuanto anochece y empezamos a ver las estrellas en el cielo, la Espiga aparece cada día más baja, más cercana al horizonte Oeste, hasta que es imposible verla.

Distintas imágenes en distintas fechas, 75 minutos después de la puesta de Sol, tomadas desde el mismo lugar (precisamente allí donde mi abuelo cada verano trillaba las espigas de la cosecha, y en esa caseta -todavía se la conoce como la caseta de Casimiro- guardaba aperos y herramientas).
En principio el grado de oscuridad debería ser similar en todas las fotos aunque en la del día 5 el paisaje aparece iluminado con la luz de la Luna casi llena.  También en la primera lo hace ligeramente una fina luna de 3 días que aparece redonda por la sobrexposición necesaria para que aparezcan estrellas.
En estas imágenes, tomadas a lo largo de estos meses de julio y agosto, puede verse el proceso de la evolución de las posiciones de Spica en intervalos de varios días, cada vez más cerca del horizonte. Este año ha estado acompañada de Júpiter (que se le ha ido acercando poco a poco) lo que ayuda a su localización, pero otros años va cayendo sin compañía.

jueves, 7 de julio de 2016

Es tiempo de mirar hacia arriba

Julio y agosto son meses muy especiales para quienes nos gusta mirar el cielo y los solemos aprovechar para cultivar nuestra afición y también, por qué no, para presumir delante de los amigos en un tema que para casi todo el mundo suele ser atractivo y sugerente.
Mira: ese es el triángulo de Verano, (debería ser "de invierno" en el hemisferio Sur) visible toda la noche en esta época.    Foto tomada el 3-7-16 en las proximidades de Bilbao.
Pero incluso muchas personas que no entienden demasiado “de eso de las estrellas” también en esta época le gusta por su cuenta mirar de vez en cuando el universo que aparece sobre su cabeza, dejar volar la imaginación hacia lo que son y dónde están esos lejanísimos puntos luminosos …sentir la pequeñez de uno mismo frente a la inmensidad del cosmos …

A veces suelen preguntar: ¿Hay algo interesante para ver ahora?
Por supuesto que sí. Lo que aparece a continuación es solo un adelanto para que no te pille desprevenido y más adelante concretaremos.

lunes, 7 de marzo de 2016

ORIÓN: La constelación

La mayoría de las personas que nos gusta mirar del horizonte para arriba, de noche, y observar los astros, estamos de acuerdo (por supuesto hay excepciones) en que de los 88 grupos de estrellas en que los astrónomos han parcelado el cielo, la constelación más llamativa es Orión. Cuando hay alguien enseñando el cielo a los curiosos o aficionados neófitos, casi siempre se le oye decir que es su preferida.

Aunque Orión es la típica constelación de invierno, en agosto se la puede ver al alba. (Araúzo de Torre, 14-8-2015)
Nunca olvidaré cuando yo la descubrí una preciosa noche de noviembre, surgiendo imponente por el horizonte Este en aquel lugar donde habíamos puesto las tiendas de campaña, una campa del macizo montañoso del Gorbea a mil metros de altura, muy lejos de las luces de pueblos y ciudades.

Era la época de la que guardo un mejor recuerdo con respecto a esta mi afición hacia las estrellas porque era el comienzo, la etapa de los descubrimientos. Con ayuda de un planisferio celeste (un mapa de estrellas), llevaba varios meses aprendiéndome poco a poco las constelaciones, comparando el cielo con el mapa, comprobando, siempre con admiración, casi con asombro, cómo esos puntitos de luz que había visto toda la vida y que salvo “ligeras” diferencias de brillo me parecían todos iguales, coincidían uno a uno en su posición con los puntos marcados en el mapa. Y cómo, memorizando las formas de esos grupos de estrellas ¡que tenían nombre!, era capaz de reconocerlos la noche siguiente.

viernes, 8 de enero de 2016

Ante ustedes ..."El triángulo de verano": Pasen y vean.

Mientras no se cite otra referencia, todas las descripciones que aparecen son válidas para la latitud de donde yo vivo (43º Norte) y aproximadamente servirán para latitudes medias del hemisferio Norte. En algunos momentos aparecen también referencias a zonas del hemisferio Sur.

Me ha ocurrido más de una vez: Anochece un día despejado de mediados de enero, empiezan a aparecer las estrellas, estoy paseando con algún grupo de amigos o familiares y como saben que es mi tema, me tiran de la lengua: “¿Cuál de esas es la estrella polar? … ¿Y la Osa mayor?” y en un momento indican hacia el Noroeste … ¿Y cuál es esa estrella brillante ahí, cerca del horizonte?”
Es la estrella Vega –les digo- que junto a esa otra que está un poco más arriba y aquella a la izquierda justo encima de aquel monte, forman EL TRIANGULO DE VERANO.
Casi siempre piensan que les estoy tomando el pelo, o hacen alguna broma con mi frase y las bufandas que llevamos, o con la temperatura. Pero no. Ahí podemos observar destacando en esa zona del cielo, sin tener que levantar mucho la vista,.ese gran triángulo casi isósceles, que ocupa unos 35º.

Imagen obtenida en "verano" de 2015, colocada en la posición en que se puede ver en enero al atardecer sobre el horizonte Noroeste.

martes, 8 de diciembre de 2015

Una estrella muy especial para tí

Llega la época de regalos, y quiero hacerte uno "diferente". Es un regalo muy ligero, casi inmaterial, apenas unos fotones procedentes de una estrella muy especial para ti.
Si miramos al cielo en una noche despejada veremos muchas estrellas, pero no las vemos en directo. No vemos la estrella actual, sino la de  hace unos años ya que su luz necesita un tiempo para recorrer la enorme distancia que la separa de nuestro planeta.
Como cada estrella está a diferente distancia, estamos viendo un cielo de múltiples momentos diferentes del pasado. Considerando esta circunstancia y eligiendo la estrella adecuada según nuestra edad, podremos ver en directo una estrella como era el año que nacimos.
No es una foto ni una grabación. Es verlo directamente, como si usásemos una máquina del tiempo y retrocediésemos hasta ese momento.
Por ejemplo si tienes 25 años tu estrella es Vega, porque se encuentra a 25 años luz. Al mirar esa estrella en el cielo la verás como era hace 25 años, cuando naciste. Ese intervalo de tiempo es muy corto para la vida de una estrella y su aspecto no ha cambiado, pero piensa que están entrando en la pupila de tus ojos los fotones que salieron de allí cuando tú naciste, esas partículas de luz que han estado viajando por el espacio justamente el mismo tiempo que tú has estado viviendo.
Esta es tu estrella ahora, pero a medida que vayas cumpliendo años tendrás que cambiar de estrella. Aunque si quieres, puedes retener estos fotones que emprendieron su viaje desde Vega a la vez que tú iniciaste tu viaje por la vida. Hazles una foto y los podrás guardar: Si tienes 25 años haz una foto a la estrella Vega. La luz que salió de allí cuando tú naciste entrará en el objetivo de la cámara será captada por su CCD y dejará su marca. Esa marca, esa foto, la puedes guardar siempre porque esos fotones procedentes de Vega siempre serán los tuyos.
Vega y Altair. Agosto 2009
Esta es la estrella Vega, en la constelación de Lira, marcada en la foto con un círculo amarillo. Es el ejemplo significativo en esta historia. Distancia fácil de recordar por ser un número redondo, muy brillante, pasa muy cerca del cenit en verano en latitudes medias del hemisferio Norte. Ya se utilizó con esta idea, de los 25 años que tarda la luz, en la película “Contact” y en la novela en que se basaba, escrita por Carl Sagan. Muy recomendable, sobre todo la novela.
También puede verse desde casi todo el hemisferio Sur en zonas habitadas, prácticamente hasta la latitud 50º Sur, en los meses de invierno austral (junio, julio, agosto, septiembre) cerca del horizonte Norte. Si tienes 25 años pero vives más al Sur, también hay para tí otra estrella brillante: Fomalhaut.

martes, 1 de diciembre de 2015

En el dominio de Ofiuco

Aunque al igual que en otras ocasiones he intentado que los contenidos de este post sean rigurosos, quizás ahora el tono sea algo relajado o ligeramente irónico, porque creo que es la mejor manera de tratar este tema. Espero que su lectura te resulte incluso más agradable que otras.

Ni Sagitario, ni Escorpio. Si celebras tu cumpleaños estos días, entre el 1 y el 18 de diciembre, eres Ofiuco.
Lo siento. No encontrarás nunca tu verdadera constelación zodiacal en los horóscopos de las revistas, y quizás tus amigos te lleguen a señalar con el dedo como si fueras un bicho raro mientras en voz baja cotillearán “mira, es un Ofiuco”.

Bromas aparte, todo el mundo sabe cual es su signo zodiacal, pero casi nadie conoce la razón. Quizás si se lo preguntas a un amigo, te dirá: “yo soy Leo porque nací el 5 de agosto”. – Vale, pero ¿por qué el 5 de agosto es Leo?  -“Pues porque lo pone en todas las revistas”. No hay más que hablar.
Pero evidentemente debe de haber una razón. Los nombres de los 12 horóscopos que aparecen siempre, corresponden a 12 constelaciones. En el cielo se han trazado nada menos que 88, quizás la más famosa sea la Osa mayor u Orión. Pero nadie es de la Osa Mayor o de Orión.
Ofiuco, en latín Ophiuchus, es una constelación que representa el cazador de serpientes.

En esta posición el Sol está en Escorpio
A lo largo del año la Tierra da casi exactamente una vuelta alrededor del Sol. Visto desde nuestro planeta el Sol se va desplazando a través de las constelaciones y en cada fecha visto desde aquí estará en una u otra constelación, que en ese momento es imposible verla porque al estar ahí el Sol, sería de día. Pero sin embargo es muy fácil calcular cuál es. Parece ser que fue el astrónomo griego Ptolomeo hace casi 2000 años quien calculó las fechas en que el Sol recorría cada constelación, según una línea que lógicamente corresponde a la proyección del plano de la órbita de la Tierra sobre el fondo estrellado, que se denomina línea de la eclíptica. Esa línea atraviesa, digamos que … 12 constelaciones que se les llama constelaciones zodiacales y son las que se utilizan para los horóscopos.

jueves, 19 de noviembre de 2015

La osa no se baña

Esta época del año es la mejor para comprobar y entender el significado de una antigua  leyenda griega, referida a la Osa Mayor.

Si prefieres puedes saltarte el preámbulo e ir directamente al relato de la osa, desde el cuadro de Rembrandt con las bañistas en el bosque.

La astronomía y la mitología siempre han estado ligadas, desde la más remota antigüedad. Los astros y los dioses estaban ambos allí arriba, frecuentemente se confundían y/o compartían nomenclatura y comportamiento. En la astronomía moderna, desarrollada en la civilización occidental, las fuentes proceden del mundo clásico. La mitología clásica greco-romana es enormemente rica y variada, y posiblemente más que otras, tiene una relación directa con la astronomía. No solo porque gran cantidad de constelaciones y astros han sido nombrados utilizando personajes mitológicos de esa época, muchos de ellos después de que la civilización clásica desapareciera, como los dos nuevos planetas o multitud de satélites y asteroides, sino porque ya los griegos elaboraron o modificaron sus leyendas a partir de lo que veían que ocurría en el cielo.

jueves, 3 de septiembre de 2015

El cielo, tu otro paisaje

Cuando casi por casualidad me picó el gusanillo de la astronomía, tenía entonces 21 años, había una idea que me motivaba. Yo quería descubrir las estrellas, esas estrellas que habían estado siempre ahí, formado parte de mi paisaje, y que a pesar de ello, no las conocía.

Todos tenemos un paisaje conocido, el que habitualmente nos rodea, que nos sabemos de memoria. Pero ese paisaje acaba en el horizonte. El otro paisaje, el del “horizonte para arriba”, para la gran mayoría nos es desconocido.

¿Con cuál de los dos paisajes te quedarías, el de arriba o el de abajo?      Sagitario y Escorpio desde Araúzo de Torre 7-2015

Podrá decirse que en muchas ocasiones la contaminación lumínica y las nubes nos impiden ver, y en definitiva conocer, ese paisaje. Que aunque nos aprendamos el cielo de hoy antes de irnos a la cama, mañana si nos levantamos aún de noche, será distinto. Incluso que si hacemos un largo viaje, también las estrellas que veamos pueden ser diferentes. Puede parecer difícil controlar todos esos cielos.