Todo el mundo sabe cuál es la fecha de su
cumpleaños, las de sus familiares y amigos cercanos, y recibe felicitaciones y
las envía en esos días señalados.
Pero, además de que siempre hay alguien que se acuerda con retraso o se confunde, es muy frecuente que incluso el protagonista no lo celebre en el día adecuado, es decir, en la fecha en que se cumplen los años exactos desde el momento del nacimiento.
El pasado 28 de junio después de cenar, le
cantamos a David el “cumpleaños feliz” invitándole a apagar las velas de la
tarta. Él sorprendido, dijo “¡Que es mañana!”. Pero no.
Aunque efectivamente nació el 29 de junio de
1990 hacia las 3 de la madrugada, este año 2017 ha sido el día 28 por la tarde,
el momento en que han pasado exactamente 27 años desde aquel instante. Y por
tanto, la fecha en que ésto ha ocurrido, el “día” en que ha cumplido años, ha
sido el 28.
De acuerdo. Lo que hicimos con el cumple de
David no es algo convencional. Puede pensarse que sería una excentricidad, algo friki, pero
fue consecuencia de una discusión sobre un
tema que afecta de manera clara a algunas personas: los que por haber
nacido un 29 de febrero solo celebran el cumpleaños en “su día” cada cuatro
años.