Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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sábado, 28 de mayo de 2022

Mereció la pena

Realmente mereció la pena. El madrugón ayer 27 de mayo, e incluso el viaje relámpago al lugar con los cielos más oscuros que yo conozco, y en un día especialmente limpio.


Venus y la Luna, principales protagonistas de la madrugada

Levantarse a las 4, subir a un lugar con horizonte de altura 0 casi en todas direcciones y un cielo excepcional. Pero, quizás todavía somnoliento, en la primera mirada al cielo se me antoja que hay algo que no cuadra. Tuve una sensación de irrealidad, como si algo no estuviera en su sitio o en su momento, como si el motivo y la escapada lo hubiera soñado en las pocas horas que había dormido y aquella fuera una más de las muchas observaciones de vacaciones veraniegas en aquel lugar:

Según van pasando los meses las constelaciones van cambiando  ¡Pero si este es el cielo que veo todos los años en agosto! Escorpio a punto de ocultarse ya por el horizonte seguido por Sagitario, con la Vía Láctea impresionante partiendo de esa zona y siguiendo en todo lo alto... ¡Claro, porque son las 4:30 de finales de mayo, y a dos horas por mes, coincide con el del principio de la noche a mediados de agosto! 

Escorpio, Sagitario, Ofiuco...Las constelaciones, tan conocidas todos los años por las observaciones estivales en este lugar, aparecían también ahora en la misma situación.

Todo estaba en orden. Y para ratificarlo, los planetas, que no entienden de nuestras fechas y se mueven a su aire lo ratificaron, porque a esa hora Marte y Júpiter ya habían aparecido sobre el horizonte Este, donde debían estar; y mañana mismo  (domingo 29) de madrugada se producirá el máximo acercamiento del cuarto y quinto planeta.


Júpiter y Marte, aún cerca del horizonte.


Pero en esta ocasión el espectáculo estaba sobre la zona opuesta del cielo. A las 5:08 surge Venus por el horizonte, algo más hacia el NE, como un fogonazo.

Venus, inconfundible por su gran brillo aún tan bajo en el cielo

Sabiendo que enseguida aparecerá la Luna tras él, busco un lugar desde el que se vea bien el orto del satélite.

Casualmente la estrella Ómicron de Piscis, de magnitud 4, estaba perfectamente alineada con Venus y la Luna


Todo el proceso de la salida de la Luna. Alguien diría que fueron unos instantes mágicos:

Sin palabras

Luego había que deleitarse con el espectáculo y buscar buenos encuadres para la pareja



Pero por supuesto, sin olvidar a los otros dos que llevaban un buen rato por allí.

La doble pareja con los 4 protagonistas:

Foto de Grupo. De izquierda a derecha la inconfundible Luna, Venus, Júpiter y Marte. Saturno, demasiado alejado hacia el Sur, no entraba en la foto.

Seguía clareando, pero en el limpio cielo continuaban viéndose los dos protagonistas. Ya sin incógnitas y con la labor hecha, solo quedaba darse unos minutos para admirar y disfrutar.


jueves, 26 de mayo de 2022

Otra buena razón para madrugar

Si hace unos días fue el eclipse de Luna, mañana viernes tenemos un nuevo espectáculo en el cielo de madrugada. La Luna ha cambiado de look mostrando ahora una fina fase menguante mucho más atractiva y se va a encontrar con Venus, el planeta más brillante, y como siempre en estos casos darán imágenes espectaculares.

Pero hay mas: Ya llevan unos meses casi todos los planetas dejándose ver a esas horas, como recogí en estas animaciones que vuelvo a poner porque incluyen lo de ahora.

- En el hemisferio norte:

- En el Sur, desde donde será mucho más fácil y la actuación durará más tiempo ya que Venus y la Luna saldrán por el horizonte con el cielo más oscuro:

Hace dos semanas aparecían en línea Venus, Júpiter, Marte y Saturno guardando las distancias hasta el próximo encuentro



Concretamente ahora, este 27 de mayo con la presencia de la fina Luna menguante, nos ofrecerán una bonita estampa. Habrá que levantarse pronto y una hora antes de la salida del Sol todo estará preparado: 

Por un lado, Júpiter alcanza a Marte y aunque el máximo acercamiento será el domingo 29 (en las animaciones escribí el 27 para incluir el tema de la Luna), ya se verán muy próximos. Habrá que intentar observarlos cuando todavía el cielo esté oscuro porque Marte ahora no brilla mucho.

Pero sobre todo la Luna junto al brillante Venus llamarán la atención, como siempre que ambos astros se encuentran. y desde el hemisferio norte aparecerán por el horizonte en el crepúsculo (sobre las 5:30 en la longitud geográfica media de la península Ibérica)

Mi colega y amigo Sebastián Cardenete obtuvo ayer estas preciosas imagenes desde Málaga, cuando la Luna estaba junto a Júpiter y Marte, y Venus más a la izquierda y abajo.

Aquí dos fotos del trío con una mayor focal, apreciándose la luz cenicienta, o con un toque de paisaje:

Las tres imágenes las tomó Sebastián el 25-5-2022 desde Málaga


Parece que las previsiones meteorológicas, al menos para la mayor parte de la península Ibérica, son favorables, y podremos admirar y aplaudir esta nueva actuación astronómica.

Previsiones de tutiempo.net para mañana antes de amanecer

Una vez ocurrido el espectáculo, espero poner imágenes aquí mismo.

ACTUALIZACION 28-5
Y mereció la pena el madrugón. Ya están puestas las fotos en un nuevo post



martes, 10 de mayo de 2022

El lunes, eclipse de Luna

Este próximo lunes día 16 hay eclipse de Luna. Una vez más, y en esta ocasión en su día, nuestro satélite se sumerge en la sombra de la Tierra y durante más de una hora dejará de recibir los rayos solares.

Así se verá desde gran parte de España:

Este montaje se ha realizando con imágenes de un eclipse de hace varios años, que tuvo una geometría similar a éste

Es un fenómeno que por repetido no deja de ser admirado, tomado todavía por algo mágico por algunos que como nuestros antepasados lejanos lo veían como una acción sobrenatural, e incluso en estos casos siempre suele haber alguien que se engancha a la afición de la astronomía tras observarlo.

Alguien que nunca lo haya visto y casualmente el lunes de madrugada vea la Luna, pudiera parecerle que está en fase, pero hay diferencias:

- En la fase, la línea que separa la zona iluminada y la oscura (el llamado terminador) pasa por dos puntos extremos del disco (extremos de un diámetro), y en los eclipses solo lo hace en un momento. Pero incluso en ese momento se diferencia en que en la fase es una línea recta y en el eclipse es curva.
- La curvatura de la sombra es constante durante el eclipse (aproximadamente la que correspondería a un círculo de radio triple al de la Luna) y en las fases no, cambiando incluso de concavidad cuando la parte iluminada es más del 50%
- El borde de la zona oscura en la fase es más nítido.
- Además, observada por unos prismáticos o telescopio en la fase se aprecia el relieve y en el eclipse no, ya que corresponde siempre a la luna llena y recibe la luz solar "de plano"
- Pero lo más evidente será si volvemos a mirar la Luna unos cuantos minutos después. Si es una fase la imagen prácticamente no habrá cambiado, pero si hay eclipse, sí.

Pero si sigue mirando más tiempo quedará evidente, porque verá la luna llena oscura, rojiza y fantasmal (al menos a mí siempre me lo ha parecido en la fase de un eclipse total) 


Si el 30 de abril hubo un eclipse de Sol, el 16 de mayo toca eclipse de Luna. Siempre van por pares (uno de cada tipo) con 15 (+-1) días de diferencia, aunque a veces ocurre un tercero pero no es este caso.

Conviene resaltar que aunque desde América ya se vio el año pasado, en Europa occidental es el primer eclipse total de Luna desde enero de 2019 y no volverá a verse otro hasta marzo de 2025. O sea, que si queremos ver esa luna roja, conviene madrugar y aprovechar esta oportunidad.

Desde distintas zonas de la Tierra:


En 1 solo podrá verse la fase penumbral final. La Luna sale cuando ya ha terminado la fase parcial.
En 2 la Luna sale eclipsada parcialmente después de acabar la totalidad.
En 3 sale eclipsada totalmente, y se verá la segunda fase parcial y penumbral
En 4 la luna sale durante el eclipse parcial, se verá la totalidad completa y la segunda parte del eclipse.
En 5 La Luna sale una vez comenzada la primera fase penumbral, por lo que prácticamente se verá todo el eclipse.
En 6 se verá el eclipse completo
En 7 La Luna se pone cuando ya está terminando el eclipse y solo queda parte de la fase penumbral.
En 8 se pone durante la segunda fase parcial, se habrá visto la totalidad completa y las primeras fases parcial y penumbral
En 9 se pone durante la totalidad.
En 10 la Luna se pone durante la primera fase parcial. No se verá la totalidad.
En 11 se pone al comienzo del eclipse, durante la fase penumbral, por lo que apenas se apreciará nada
En 12 No se ve nada del eclipse ya que todo el fenómeno ocurre cuando la Luna está bajo el horizonte

Si en el eclipse de Sol de hace 2 semanas la zona de visibilidad estaba limitada por el Sur porque allí era noche perpetua, éste está limitado por el norte donde es día perpetuo, y como la Luna llena en el eclipse está exactamente alineada con el Sol en la parte contraria, si se ve el Sol no se verá la Luna. 

De hecho los eclipses de Luna solo se pueden ver en lugares en que sea de noche cuando estos se produzcan, y por ello este se podría observar en toda la Antártida, donde al ser noche perpetua la Luna eclipsada estará todo el tiempo por encima del horizonte.

Al igual que el citado eclipse de Sol, las circunstancias geométricas de este favorecen al continente americano, aunque en este caso en zonas mucho más amplias: Se verá el éclipse completo desde toda Sudamérica y Centroamérica además del Este de Canadá, USA y casi todo México. También en 

En la península Ibérica podremos ver la primera mitad del eclipse, y la Luna se pondrá o totalmente eclipsada (desde el tercio nororiental), o bien ya empezando a recibir nuevamente la luz solar en la segunda fase parcial.

Desde Canarias prácticamente se verá el eclipse completo, exceptuando la última fase penumbral que no es apreciable, y estas circunstancias se recogen en el siguiente mapa:

Zonas en que se pone la Luna en diferentes fases del eclipse y figura que se vería al ponerse. Corresponde a un lugar con horizonte oeste de altura cero. Si no es el caso, lógicamente acabará antes y se verá ponerse una Luna menos iluminada.

Como el que la Luna esté oscurecida por entrar en el cono de sombra de la Tierra es un hecho objetivo,  los eclipses de Luna, a diferencia de los de Sol, se ven de manera simultánea en los diversos lugares, de forma que las zonas de visibilidad dependen de los momentos en que la Luna está sobre el horizonte en cada lugar.

Concretamente los datos que aparecen después del gráfico son en tiempo universal:

Datos añadidos a un gráfico de https://eclipse.gsfc.nasa.gov/

A- La Luna entra en la penumbra a las 1:32 (Inapreciable)
B- Entra en la sombra a las 2:28 (Comienzo del eclipse parcial)
C- Se sitúa todo el disco lunar en la sombra a las 3:29 (Comienzo de la fase total)
D- Comienza a salir de la sombra a las 4:54 (Fin del eclipse total)
E- Termina de salir de la sombra 5:55 (Fin del eclipse parcial)
F- Sale completamente de la penumbra a las 6:51 (Inapreciable)

En hora central europea, sumar 2 horas.

Por dar otros ejemplos en países sudamericanos donde se lee este blog, en Argentina, Uruguay y Este de Brasil habrá que restar 3 horas, en Chile, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Oeste de Brasil 4 o en Colombia, Ecuador y Perú 5, o en la mayor parte de México restar 6 horas.

A diferencia de los eclipses de Sol, estos son simultáneos y solo cambia el momento de la noche en que podrán verse debido al diferente horario de cada zona.

Este eclipse es bastante profundo, como se aprecia en el gráfico anterior; la Luna se mete bien en el cono de sombra de la Tierra, y tal como escribí hace 6 meses, aún teniendo una duración apreciable no es tan largo como la geometría parece indicar porque la Luna está cerca del perigeo y se mueve más rápido de lo habitual, escapándose antes de la sombra.

Como se ha dicho, en España la Luna se pondrá en un momento próximo al final del eclipse total (antes o después según la zona), con la Luna oscura y rojiza. Quizás cueste verla en esos momentos, con el cielo ya clareando, pero será una imagen muy fotogénica que se puede aprovechar para obtener fotos atractivas.

Esta bonita foto, tomada en Grecia, requiere de un buen teleobjetivo u obtenerla a través del telescopio, y un cálculo previo exacto del lugar por el que se pondrá la Luna, para situar a las personas.

Hay que tener en cuenta que por ocurrir el eclipse la Luna y el Sol están en puntos opuestos del cielo, es decir que se ocultaría en el momento de salir el Sol. Sin embargo es muy difícil que esto ocurra exactamente así debido al horizonte. Es muy difícil encontrar un lugar con horizonte de altura cero tanto en el Este-Nordeste como en el Oeste-Suroeste, y esto, aunque pueda impedirnos ver los últimos minutos, hará más fácil intentar ver la puesta de la Luna eclipsada

En América en general se verá alrededor de medianoche, pero por su gran duración podrán empezar a observarse a horas no muy intempestivas. En el Oeste de Norteamérica la Luna saldrá ya con el eclipse empezado.

Aunque el fenómeno sea simultáneo y en cada momento se verá la misma imagen de la Luna, la posición y orientación respecto al horizonte cambia según el lugar, lo mismo que ocurre con las fases, que el cuarto creciente visto desde el hemisferio sur tiene forma de C pero desde el norte de D


A diferencia de los eclipses de Sol, la observación de los de Luna no entraña ningún peligro para la vista, e incluso pueden utilizarse prismáticos o telescopio sin problema.

Actualización el 17-5-22

Desde Bilbao pudo verse las fase penumbral y parcial previas a la totalidad. Poco antes de empezar ésta las nubes ocultaron la Luna. Aquí aparece un montaje de las imágenes que obtuve, cada 2 minutos. En la fase penumbral la exposición es menor, para apreciar el leve oscurecimiento.

A diferencia del montaje inicial de este artículo, ahora las imágenes pertenecen realmente a este eclipse 







Si quieres saber más, tengo pensado dedicar un próximo artículo a los movimientos de la Luna, su órbita, sus variaciones, el movimiento de los nodos y su influencia en las fechas de los eclipses,… al menos una parte sin demasiada profundidad para que sea asequible a todo el mundo, pero con la intención de cumplir una petición en un comentario.

Aunque pensaba haberlo hecho aquí, prefiero publicar con tiempo la información del eclipse y lo otro ya llegará. 

lunes, 2 de mayo de 2022

Mercurio junto a la Luna

Comienza el mes de mayo y el día 2 hay un nuevo espectáculo celeste: La conjunción de la Luna en fase muy fina junto al planeta Mercurio. Una imagen muy fotogénica y que no habrá que madrugar para verla.

Sobre una foto real de la Luna tomada en la meseta castellana con fase muy similar a la que se verá hoy, he colocado la imagen de Mercurio (exagerando un poco su brillo) en la misma posición y distancia relativa a la que se verá desde latitudes medias del hemisferio norte

A diferencia de los fenómenos ocurridos uno y dos días antes, en este caso desde el Norte la situación será mejor que desde el Sur.

Desde una latitud de 40º Norte, 45 minutos después de la puesta de sol

Desde el Ecuador y desde la latitud de Montevideo o Buenos Aires, 45 minutos después de la puesta de Sol

El encuentro de los dos astros se produce en un marco excepcional, entre los cúmulos de las Pléyades y las Híades, aunque debido a la luminosidad del cielo será difícil apreciarlos. Puede intentarse con unos prismáticos, aunque... Es una pena, pero es inevitable porque desde el hemisferio norte nuca veremos a Mercurio en un cielo negro que nos permita apreciar estrellas débiles, y en esta ocasión tampoco desde el Sur.
Incluyo una imagen de las posiciones porque alguien con un cielo excepcional o con buenos medios técnicos podría captarlo, y de hecho ya ha ocurrido estos días pasados en que algún experto ha conseguido fotografiar a Mercurio junto a las Pléyades. 

Situación de Mercurio y la Luna entre las Pléyades y las Híades, aunque será difícil ver ambos cúmulos.

Siempre que esos dos astros se vean juntos la Luna tendrá una fase similar, y como Mercurio solo es visible unos pocos días cada año, la posibilidad de ver uno de estos encuentros no es muy frecuente.

Como Mercurio solo se aleja del Sol hasta unos 25º (en ocasiones excepcionales puede llegar a 27ª), cuando la Luna esté junto a él mostrará una fase muy fina, como mucho de 2 días (la Luna recorre unos 13º cada día y por ello en 2 días después de la fase nueva ya se habrá alejado unos 26º del Sol), y por ello la imagen que forman será siempre atractiva, circunstancia aumentada por el hecho de que prácticamente solo se dejarán ver con sobre los tonos crepusculares del cielo y aunque sea más difícil encontrarlos, la plasticidad por la ligera luminosidad del fondo será mayor.

Visto desde nuestro planeta la Luna pasa todos los meses junto a Mercurio, pero normalmente demasiado cerca del Sol angularmente como para poder observarlo. En esta ocasión lo hace solo 3 días después de la máxima elongación del planeta, cuando esa separación angular con el Sol será de 20º, y por ello podremos verlo ya que si fuese menor el brillo del Sol lo impediría. Otro factor a añadir es que lo hace en primavera en el hemisferio norte por lo que aquí será más favorable de lo habitual al estar la eclíptica más vertical.

Como curiosidad, puede decirse que los dos protagonistas de hoy son actualmente (y también habitualmente, como escribí en su día) los dos astros más cercanos a la Tierra. Por ejemplo, Venus o Marte están ahora más lejos. Esto puede apreciarse en el siguiente gráfico correspondiente a las posiciones de los astros a día de hoy, y también el hecho de que aunque veamos a dos de ellos muy próximos en nuestro cielo (Mercurio y la Luna o Venus y Júpiter) es solo la visual desde la Tierra, y la distancia real entre ellos puede ser enorme:

Posiciones el 2-5-2022. Los tamaños de las órbitas planetarias son proporcionales a la realidad, pero la de la Luna se ha exagerado para visualizar su posición. Curiosamenete desde Marte se vería en breve una conjunción de Venus con Mercurio.

Las previsiones atmosféricas para la mayor parte de la península Ibérica parece que no son propicias y si las nubes te impidieran observar, la próxima ocasión en que se verán próximos estos dos astros será el 29 de agosto, pero al contrario que ahora desde el hemisferio sur será mucho más fácil que desde el norte. 

Pero habrá otra casi igual para ambos, en la que aparecerá también el brillante planeta Venus, y será el día de nochebuena. Esa sí, prohibido perdérsela, aunque si la finísima luna de nochebuena no se deja ver, el día siguiente nos espera la de Navidad, mucho más fácil. 

Sobre una foto de Mercurio desde Bilbao de la semana pasada, se ha incluido la posición de Venus y de la Luna para los días de Navidad de este año.

Actualización el 3-5

Finalmente las nubes me impidieron ver el fenómeno, pero hay unas imágenes espectaculares en: https://spaceweathergallery.com/


 

lunes, 15 de noviembre de 2021

¿El eclipse de Luna más largo del siglo?

El próximo viernes día 19 se producirá un eclipse de Luna. No será un eclipse importante, pero se le ha hecho mucha propaganda.

Estaba dudando de escribir o no un post dedicado a este eclipse, porque ya lo recogí en las efemérides para este curso, y porque desde España apenas podrá verse, cuando leí uno de los titulares, me extrañó y me pareció imposible que un eclipse parcial pudiera ser el más largo.


Hay que tener cuidado con los medios de información general. Además del tema del eclipse, que no será el más largo del siglo, la afirmación sobre Marte en la primera noticia (*) es falsa. Será imposible ver a Marte estos días por estar angularmente cerca del Sol. ¿Es posible que hayan tomado el dato de otro eclipse lunar en 2018, en que sí estuvo en oposición? 
Tampoco habrá ningún eclipse parecido en 2029,como se dice en la última (**), y los del 2086 serán bastante más cortos.

PUES VA A SER QUE NO, a pesar de que en muchos lugares así se ha anunciado.

Sin ir más lejos, la duración total de este eclipse será de 3 horas 28 minutos y dentro de solo un año habrá otro más largo. Concretamente el 8-11-2022 que durará 3 horas 40 minutos. En ambos casos no he contabilizado la fase penumbral que no se aprecia casi nada, pero si se contabiliza también será más largo el del próximo año.

Y es totalmente lógico, porque éste es solo parcial y el del próximo año es total. La Luna se mete más de lleno en la zona de sombra de la Tierra, y lógicamente tardará más en transitarla, pero parece que ahí está la clave de este asunto: (o del error)

Gráficos y datos tomados de https://eclipse.gsfc.nasa.gov/ Los puntos P1 y P4 no intervienen en este tema por corresponder a la fase penumbral.

Como en muchos casos similares los titulares eran erróneos y habían sido inspirados por otros que sí eran correctos aunque el hecho que se resalta no tiene la más mínima relevancia. Buscando más encontré estos:


Eso sí. Será el más largo del siglo entre los parciales pero, como se ha dicho, será más corto que casi cualquier eclipse total.

Es posible que algunos titulares erróneos fueran efecto del llamado “teléfono escacharrado”: oímos o leemos algo, lo modificamos ligeramente sin darnos cuenta (se elimina la palabra “parcial”), y el resultado ahora es falso.

O simplemente que se haya omitido “parciales” a propósito para que quedara más rotundo y tuviera más lectores. Incluso el último titular podría llevar a engaño.

Pero en realidad el que sea el más largo entre los eclipses parciales, solo indica que es un buen eclipse de segunda categoría, y todos los observadores hubieran preferido que fuera total aunque durase menos. Es como si un equipo de segunda división consigue el record de goles marcados en su categoría. Siempre será peor que los de primera.

Hay que dejar esto claro: el siguiente eclipse de Luna, el de mayo de este próximo año 2022, será mucho mejor, aunque dure un poco menos y no tenga ningún record.

Pero es que incluso los que lo anuncian correctamente se han quedado cortos, porque no solo es el eclipse parcial más corto de este siglo, sino desde hace casi 600 años.


O incluso es el eclipse parcial más largo en un intervalo de más de 1200 años, ya que éste dura 208.4 minutos, no hubo otro más largo desde el 18-2-1440, que duró 208.8 minutos y no será superado hasta el 8-2-2669 con otro eclipse parcial de 210 minutos

Pero lo de la duración de este eclipse es un tema que no va a ningún lado y menos en este caso que tiene “trampa”.

Realmente lo que hay es que el del viernes es un eclipse parcial que por muy poco no es total. Y que todos hubiéramos preferido que fuese total, que todo el disco lunar se hubiera visto rojizo,... Pero como digo, no habrá que esperar mucho para eso. 

Así se verá la Luna, aproximadamente, en el momento central del eclipse. Será difícil apreciar la tonalidad rojiza por el gran contraste con la pequeña porción que queda sin eclipsar..

Pero de estas cosas siempre se puede aprender algo:

¿Por qué un eclipse parcial como éste es tan largo?

- Por la geometría del fenómeno: La Luna no llega a meterse totalmente en el cono de sombra por muy poco. Es casi casi total, oscureciéndose un 97.4%. Si pasase un poco más fuera (figura 2 del siguiente gráfico) duraría menos y si pasase un poco más dentro (figura 3), probablemente duraría más, pero llegando a 100% ya no sería parcial y no contaría en este absurdo ranking.

Las flechas azules tienen igual longitud y permiten apreciar las diferencias de recorrido
1- Indica la situación real de este eclipse
2- Si la Luna pasase un poco más lejos del centro de la sombra terrestre
3- Si pasase un poco más cerca

Pero entonces, cualquier eclipse total tendría mayor duración, si no hubiera otros factores,  por ejemplo es siguiente, el del 16-5-22, es total y dura un minuto menos.

- Porque cuando ocurra este eclipse, el día 19, la Luna está cerca del apogeo (el lugar más lejano de la Tierra, por donde pasa el día 21), y se mueve más lenta.

En el eclipse del 16 de mayo la Luna estará cerca del perigeo (el lugar de su órbita más próximo a la Tierra) y se moverá más deprisa. Así aunque durante el eclipse recorrerá una distancia mayor, como se aprecia en la siguiente figura, al hacerlo más rápido tardará casi un minuto menos.

En azul el recorrido de la Luna durante este eclipse, y en verde en el de mayo 

Curiosamente existen también otros dos factores en contra de la mayor duración de este eclipse respecto al de mayo:

Por una parte la Tierra está ahora más cerca de su perihelio (más cerca del Sol) y por ello el cono de sombra es más estrecho. Por otro lado al estar la Luna más lejos de la Tierra, atraviesa ese cono de sombra por un lugar aún más estrecho.

A pesar de ello, la menor velocidad de la Luna ahora prevalece sobre todos estos aspectos, y tardará más en salir de la sombra de la Tierra.

Justamente el 15 de mayo (solo un día antes del siguiente eclipse), la Luna pasará por el perigeo y se moverá más rápida, concretamente casi un 25% más deprisa que ahora.

Ya que he estado dándole vueltas a este eclipse del viernes, vuelvo a poner el gráfico con las condiciones de visibilidad que apareció en su día por si vives por ejemplo en Galicia o en América.

Los horarios, como en todos los eclipses de Luna, son iguales para todos los lugares (están recogidos en dos ilustraciones anteriores), y la diferencia de visibilidad viene dada por la posición de la Luna encima o debajo del horizonte en cada momento.  

Prácticamente solo en Norte y Centroamérica y parte de Siberia (zonas 1, 2 y 8) podrá verse el eclipse en toda su cacareada extensión de 3 horas y 28 minutos.

Desde la mayor parte de la península Ibérica únicamente se verá la primera fase penumbral, por lo que solo se apreciará un ligero oscurecimiento como en esta imagen, pero en la parte superior de la Luna:

Pero si estuviera nublado no te preocupes. A no ser que a mediados de mayo vayas a estar en Asia, entonces podrás ver un eclipse de luna mucho mejor que éste, aunque dure unos segundos menos.

ACTUALIZACIÓN

Una vez pasado el eclipse, incorporo una animación realizada con imágenes que pude captar desde mi ventana, donde puede apreciarse que la Luna se ocultó cuando estaba la fase penumbral, con la zona superior ligeramente oscurecida.



miércoles, 3 de noviembre de 2021

El mes

Escribo este post respondiendo a una petición en un comentario a este blog, y por ello debo dedicárselo a Pablo José, que estaba interesado en los distintos tipos de meses astronómicos. Pero antes de entrar en esos temas técnicos y que tienen nombres tan extraños como dracónico, trópico o anomalístico, conviene empezar hablando del origen del mes y su evolución.

El mes es una de las unidades de medida de tiempo más cotidianas. Estamos acostumbrados a citar continuamente los meses, forman parte de la fecha que nos indica en qué día estamos o cuándo es nuestro cumpleaños, pero normalmente no es conocido el origen del mes ni su relación con los astros. 

Si lo pensamos un poco también puede resultar extraño el que utilicemos una unidad de medida con una duración tan variable. 


Entre las unidades de medida del tiempo está claro que el año y el día son de origen astronómico y están motivadas por la traslación y la rotación de nuestro planeta, aunque su duración no sea exactamente la de estos movimientos: ni el día es la duración de la rotación, ni el año la de la traslación.  

Pero entre la duración de un día y un año hay mucha diferencia y sería muy engorroso por ejemplo decir "Ocurrió el día 291 del año pasado". Se necesita una unidad intermedia y desde la antigüedad se utilizó también la duración de los ciclos de fases lunares. Un mes era precisamente esa duración, y la palabra deriva del latino mensis y ésta del griego mene que significaba Luna. 

Este ciclo repetitivo y fácil de observar era una manera sencilla de determinar periodos de tiempo.

Nuestro satélite es el astro más destacado de la noche, y el ciclo de sus fases ha servido para elaborar calendarios, algunos de los cuales aún hoy en día tienen gran influencia en la vida cotidiana de algunas poblaciones. Así en 2022 el 1 de febrero será el año nuevo chino por ser la luna nueva más cercana al centro del invierno, o el 2 de abril comenzará el Ramadán en el mundo islámico ya que se cumplen 12 lunaciones desde el de 2021 y ya será visible la fina fase creciente de un día, o la Semana Santa que también depende de la fase lunar y el 17 de abril será el domingo de Pascua por ser el primer domingo después de la primera luna llena de primavera.

Los ciclos lunares marcan fechas claves y comienzo de determinados meses en los calendarios musulmán, chino y judío.

La duración media de una lunación es de poco más de 29 días y medio, concretamente 29.53, por lo que en los antiguos calendarios se iban alternando meses de 29 y de 30 días.

Antiguamente los nombres de los meses estaban asociados a las labores agrícolas o a algún aspecto de la naturaleza o tarea correspondiente a esa época del año. Con 12 meses de 29 y 30 días casi se completaba un año, pero faltaban unos días por lo que se iba desfasando respecto a las estaciones de manera que una vez establecido un calendario con esos 12 meses, de vez en cuando había que intercalar otro mes. Probablemente al principio se haría de manera natural para que no se desajustara con la labor correspondiente.

Que llega el mes de recoger la cosecha y no está madura, pues se intercala un mes más y se recoge al siguiente” y posteriormente se llevaría a cabo según criterios matemáticos diversos como añadiendo 7 meses cada 19 años, por ejemplo en una secuencia tddtddtddtddtddtddt donde d indica año de 12 meses y t de 13, o como hacen en China añadiendo el mes 13 si con la luna llena del mes 12 no se llega al 5 de febrero, fecha central del invierno; que daría una secuencia análoga pero más fácil de determinar cada año en concreto.

Los calendarios lunares permitían saber el día del mes solo con mirar la Luna y observar su fase, "Que se ve en cuarto creciente, pues es día 7" Pero esta propiedad se ha perdido por culpa de los romanos.

Con solo ver la Luna sabían en qué día del mes estaban.

Aunque en principio también tenían un calendario lunar, Los egipcios fueron el primer pueblo de la antigüedad que prescindió de la Luna. Gracias a la estrella Sirio calcularon la duración del año en 365 días, y tomaron 12 meses de 30 días y 5 días de añadido. Lo de los 30 días probablemente fue por similitud con lo anterior (podrían haber tomado 18 meses de 20 días, por ejemplo), pero con este sistema se desajustó el mes respecto a la lunación.

Nuestros meses provienen del calendario de los romanos quienes, como alguna vez he comentado, eran un tanto arbitrarios y poco rigurosos en estos temas. Incluso los nombres (septiembre, octubre, noviembre y diciembre) no se corresponden con los lugares que ocupan aunque en un principio sí coincidían.

Metódicos y eficientes en aspectos como la arquitectura o la organización militar, los romanos fueron muy arbitrarios a la hora de establecer las normas del calendario.

El calendario original romano, que la tradición atribuye a Rómulo, tenía meses de 30 y 31 días con lo que se pierde el origen del mes. La única explicación que se puede encontrar para que tomase estos números es la intención de ser diferentes y sobresalir: “Que todos tienen meses de 29 y 30 días, pues yo pongo de 30 y 31      

Los meses de 31 días no tienen ningún sentido, ninguna civilización los había utilizado hasta entonces, desajustaba los meses con el ciclo de las lunaciones y tampoco se hizo para cuadrar el año con un número exacto de meses.

De hecho, posteriormente el mandatario romano Numa Pompilio estableció meses de 29 y 31 días sin ninguna razón astronómica y solo porque los números pares eran considerados gafes, aunque más tarde se volvió a los de 30 y 31 con la excepción de febrero, que siempre tuvo menos que los demás.

Como el calendario romano se ha extendido y finalmente ha sido el que ha quedado, actualmente tenemos meses de 28, 29, 30 y 31 días, aunque en porcentajes muy distintos, aproximadamente de 6%,  2%, 33% y 57%.


Como se ha dicho, el concepto de "mes" procede de la duración de la lunación: el ciclo de fases que vemos desde la Tierra, que técnicamente se llama mes “sinódico” (normalmente se considera de una luna nueva a la siguiente), y que al igual que en otros conceptos se diferencia del mes “sidéreo” o "sideral" en que en este segundo caso se toma como referencia las estrellas, y sería el tiempo en que la Luna ha completado realmente una vuelta alrededor de la Tierra.

De la posición 1 a la 2 se ha completado un mes sidéreo, pero aún no se ve la misma fase inicial de luna nueva vista desde la Tierra, lo que sí ocurre en la posición 3, donde se habría completado el mes sinódico.

La situación es diferente porque la Tierra se está moviendo, y realmente lo que tarda la Luna en dar una vuelta a nuestro alrededor sería el mes sidéreo.

- Un mes sidéreo serían 27.32166 días mientras que un mes sinódico tiene una duración media de 29.53059 días.                  

Utilizaré 5 decimales en el valor de los diferentes tipos de meses para diferenciar algunos que son muy cercanos, y siempre son valores medios. Por ejemplo el mes sinódico varía según la cercanía de la Tierra al perihelio y la distancia del perigeo a la luna nueva, como se recogió en el anexo final de "El bulo de la Luna".  

Aunque estos dos son los principales parámetros en el movimiento de nuestro satélite, se definen otros tipos de meses ya que la órbita lunar es muy compleja debido a la atracción también del Sol, va cambiando sus parámetros y según la referencia que se tome para determinar cuándo ha completado su órbita se obtendrán distintos resultados

- Un mes dracónico o draconítico es el tiempo que tarda la Luna en volver al mismo nodo teniendo una duración de 27.21222 días. Recordar que los nodos son los puntos de corte de la órbita lunar con el plano orbital terrestre.

Su diferencia con el mes sidéreo es porque la línea de los nodos no está fija, sino que va girando 1.44º cada vuelta en sentido retrógrado.

De esta manera los nodos completan una vuelta en 18.6 años.

El tiempo que tarda la Luna de pasar del punto A al B sería un mes draconítico. Se ha exagerado enormemente el desplazamiento de la línea de los nodos (habiéndose representado 1.44º por un ángulo mucho mayor) para dar claridad a la figura y visualizar mejor ese desplazamiento.

Con el movimiento de los nodos y su retraso, la Luna llega antes al punto B, que al punto A si la órbita no se hubiera movido, y por eso el mes dracónico es más corto que el mes sidéreo.

Como la posición de los nodos determina la fecha de los eclipses, éstos se van adelantando de un año a otro y en poco más de 9 años vuelven a ocurrir en fechas próximas en el nodo opuesto.

- Un mes anomalístico es el tiempo que tarda la Luna de un perigeo (lugar de su órbita más cercano a la Tierra) al siguiente y tiene una duración media de 27.55455 días. La línea de los ábsides (apogeo-perigeo) va girando en sentido directo 3.07º de media cada vuelta

El apogeo y perigeo dan una vuelta completa cada 8.85 años

El tiempo del paso de la Luna de A a B (que está en la siguiente vuelta) sería un mes anomalístico. Aquí también se ha exagerado, tanto la excentricidad de las órbitas como la diferencia en las posiciones de los dos perigeos, de cara a una mejor visibilidad de la situación

Al desplazarse el perigeo y adelantarse (según el movimiento de la Luna), el satélite llega más tarde al punto B que al punto A si no se hubiera movido y por eso el mes anomalístico es más largo que el sidéreo.

De todas formas en este tema hay que tener en cuenta que la distancia de la Luna en distintos perigeos varía bastante, y también en los apogeos aunque no tanto; de manera que la órbita se está deformando continuamente. Una de las consecuencias curiosas es que si se considera el tiempo del paso por un apogeo al siguiente, la variación es pequeña y siempre está entre 27 y 28 días. Sin embargo de perigeo a perigeo aunque el promedio sean los 27.55455 del mes anomalístico, oscila entre los ¡25 y los 29! días, coincidiendo los valores menores (de poco más de 25 días) con los apogeos más pequeños (la Luna se aleja menos y por eso vuelve antes), que están escoltados por los perigeos más grandes (la Luna se acerca menos).

Es decir, que la excentricidad va variando (en ciclos aproximados de 7.5 meses anomalísticos) y cuando menos excéntrica es (más redonda), menos tarda entre dos pasos por el perigeo. Pero no en los apogeos.

Edito el post y añado un gráfico aclaratorio de esta situación, que me han pedido. Es solo un gráfico explicativo esquemático y en realidad el recorrido de la Luna no se ajusta a tramos de elipse a los que vaya saltando de uno a otro como se ha dibujado en todos los gráficos, sino que va variando poco a poco de una a otra.

Del perigeo 2 al perigeo 3 se produce el mes anomalístico más breve, tal como se ha descrito. Las órbitas 2 y 3 son menos excéntricas que la 1 y 4. También se han exagerado las excentricidades y la diferencia entre las órbitas.

- Un mes trópico es el tiempo que tarda la Luna desde un paso por el punto vernal al siguiente, visto desde la Tierra, teniendo una duración de 27.32158 días.

La duración del paso de 1 a 2 es el mes trópico. También se ha exagerado la diferencia de las posiciones del punto vernal, y con ello la diferencia de duración con el mes sidéreo. 

En este caso no hay ninguna variación de la órbita lunar que haga que el mes trópico se complete ligerísimamente antes que el mes sidéreo, sino que lo que se hace es un cambio de la referencia sobre la que se mide, ya que es el punto vernal (posición del Sol en el equinoccio de primavera) el que se desplaza 360º en 25776 años, o lo que es lo mismo 0.00008º cada mes sidéreo.

No deja de ser curioso que ninguno de estos “meses” tengan la duración de algún mes del calendario, y si reciben ese nombre de "meses" es porque tanto unos como otros tienen el mismo origen: la Luna. Aunque los que usamos de manera cotidiana nadie los suele relacionar con nuestro satélite.

jueves, 7 de octubre de 2021

¿Afecta la Luna al ser humano? - La influencia de la Luna (4)

Después de 3 capítulos sobre la relación entre las mareas y la atracción de la Luna publicados en el mes de abril, llega este cuarto totalmente diferente y que en realidad era uno de los objetivos de todo aquel preámbulo.


Este nuevo artículo, sobre la influencia de la Luna en las personas, quizás se salga del ámbito de la astronomía. Pudiera estar sesgado por mis opiniones personales, pero he decidido escribirlo porque mucha gente me pregunta sobre el tema, e incluso me han pedido impartir charlas y he intervenido en entrevistas y debates en los medios de comunicación.

Es muy posible que no estés de acuerdo con algunas (o todas) de las afirmaciones que aquí aparecen. A diferencia de la mayoría de temas que he tratado en otras ocasiones, nada de lo de éste se puede comprobar al 100%, y espero que no te haga dejar de leer mi blog.

- No hay mareas en nuestro cuerpo

Como decía al principio ya he escrito 3 artículos dejando claro la influencia de la Luna en las mareas (puedes verlos clicando aquí: A, B, C). En los mares sí, pero en nuestro cuerpo …

Suele oírse a menudo esta frase “La Luna provoca la subida del agua de los mares, nuestro cuerpo es en gran porcentaje agua, y por ello hará el mismo efecto y nos debe influir


Por supuesto que la Luna atrae al agua de nuestro cuerpo con la misma intensidad, por unidad de masa, que al agua de los océanos. Pero la masa del agua de los océanos es muchísimo mayor que la de nuestro cuerpo, y sobre todo, nuestro tamaño es muchísimo menor, de manera que el diferencial de la atracción sobre nuestra cabeza o sobre nuestros pies, que es lo que provocaría una subida de nuestro agua corporal en la dirección en la que está la Luna es pequeñísimo. Alguien lo ha calculado (un prestigioso divulgador científico), y ha comprobado que el efecto de esa diferencia de fuerza haría moverse al agua de una parte de nuestro cuerpo una distancia ¡¡¡menor al tamaño de un átomo!!! Pero menos del tamaño de un átomo no puede moverse nada. Cualquier objeto de cierto volumen que tengamos cerca (una roca, un edificio o incluso una persona) producirá un efecto mayor de atracción diferencial sobre el agua de nuestro cuerpo que la Luna.

Por ello hay que decir claramente que la Luna no provoca un efecto marea sobre el agua de nuestro cuerpo, como lo hace sobre el agua del mar. ROTUNDAMENTE NO.

- Influencia psicológica

La Luna, con su luz, su presencia en el cielo y sus cambios, tiene que influir sobre el espíritu humano”. Esa es otra de las frases que hemos oído muchas veces.

Está claro que en este ámbito, no solo la Luna, sino cualquier circunstancia que pensemos que nos influye, tendrá un efecto por autosugestión. Hay cantidad de manías irracionales que mucha gente tiene y utiliza para que le den buena suerte. “cuando voy a una entrevista de trabajo o tengo que hacer algo importante me pongo una prenda concreta que me trae suerte” afirman muchas personas. Evidentemente el estado de ánimo positivo reforzado por ello le influirá, pero objetivamente no tiene nada que ver. Lo de la Luna sería algo similar.

La Luna influirá en nuestro ánimo lo que queramos que nos deje influir, al igual que cualquier otra cosa.

Es evidente que las circunstancias objetivas que pudieran afectar o sugestionar son muchísimo más evidentes con el Sol, que con la Luna. El astro rey nos marca los ritmos biológicos de una manera clara, condiciona enormemente más las circunstancias ambientales, y casi nadie habla sobre “la influencia del Sol”.

- La luna llena y los nacimientos

Yo siempre había oído que la Luna nos influía, era algo que no me preocupaba, casi lo aceptaba tácitamente, y hasta hace algo más de 30 años no me lo planteé. Se oyen muchas cosas, pero uno debería fiarse al menos de los que dicen los profesionales, y una amiga mía que trabaja en un hospital, en maternidad, aseguraba que sí. “Los días de luna llena hay más nacimientos”, me dijo.

Evidentemente yo no lo podía poner en duda, porque en ese ámbito ella tenía experiencia y yo no. Pero se me ocurrió hacer un estudio estadístico con el objeto de cuantificar esa influencia: El día de luna llena ¿habrá muchos más nacimientos que la media? ¿por ejemplo el doble? ¿o solo un porcentaje menor?

Los resultados fueron definitivos, me sorprendieron, e hicieron que cambiara totalmente de opinión en estos temas. La afirmación de mi amiga era totalmente falsa.

Fue hace mucho, en 1990, recogimos miles de datos de fechas de nacimientos del archivo histórico de matriculaciones del instituto donde yo trabajaba. Realicé un programa con el que calculaba la fase lunar en cualquier fecha, mi alumnado fue introduciendo los datos en los ordenadores, y el programa calculaba distintos parámetros: Número y porcentaje de personas nacidas el día de luna llena, o en el día contiguo, distancia en días a la luna más próxima, o dividiendo la lunación en las cuatro fases, número y porcentaje de personas nacidas en cada uno de ellos.

Todos los parámetros obtenidos correspondían a una distribución aleatoria de nacimientos, donde la luna llena no tiene ninguna influencia.

He encontrado entre mis papeles uno de los estudios, y aquí están los resultados. 

Quizás el último parámetro sea el más significativo o más claro, y lo recojo también en este gráfico para hacerlo más visual (Gracias Javi por la sugerencia)

Queda claro que no predominan los nacimientos en Luna llena. Con más datos se aproximaban todas aún más al 25%

El programa se pasó a muchos compañeros de otros centros, se utilizó en ferias didácticas, se recogieron miles y miles de datos, y siempre el mismo resultado. No hay más nacimientos el día de luna llena o en días próximos a él. La creencia popular es totalmente falsa.

Me han llegado referencias de estudios similares y posteriores realizados en diversos lugares y siempre el resultado ha sido el mismo.

¿Por qué me mintió mi amiga? ¿Por qué incluso en ámbitos profesionales relacionados con ello se afirma algo que es falso?

Se pueden hacer muchas elucubraciones.

Hay dos circunstancias que se dan en todas las creencias falsas de todos los ámbitos:

1- Si algo está extendido, se tiende a creerlo sin más, a repetirlo sin comprobarlo o a admitir indicios falsos. Incluso, es muy posible, que un día que en la maternidad tengan muchos nacimientos, alguien diga “Hoy hay muchos nacimientos, será que hay luna llena”, y quien lo escucha lo repite pero modificado “hoy hay luna llena y por eso estamos a tope de trabajo”, cuando en realidad no haya luna llena ese día: Nadie se ha molestado en comprobar qué fase lunar hay, algo que habitualmente no se sabe, no miramos al cielo, puede estar nublado y con tantas luces la Luna no es evidente.

2- El llamado sesgo de confirmación. Ante cualquier creencia un solo dato a favor nos la confirma, e inconscientemente montones de datos en contra no son tenidos en cuenta por nuestro cerebro. Es muy frecuente oír: “Es verdad. Mi vecina dio a luz ayer, justo en luna llena”. Y no hay más que hablar. 

En realidad eso solo demuestra que también en los días de luna llena hay nacimientos (evidentemente, faltaría más). Aunque suponga caer yo mismo en esa contradicción, debo decir (para quienes aceptan este sesgo) que mi hijo mayor debía haber nacido en luna llena según los cálculos del ginecólogo, pero se adelantó una semana. Mi otro hijo, nació dos días después de la luna llena, y la Luna no le adelantó el parto a mi mujer. Y ¡menos mal! porque un incidente con las llaves del coche ocurrido el día de la luna llena mientras observaba un eclipse con mi alumnado, habría hecho que no la hubiera podido llevar al hospital.

Aunque en los hospitales se trabaje con base científica, siempre se pueden colar errores entre su personal. Algunos estudios contradictorios sobre el COVID-19 durante la pandemia así lo demuestran.

Alguien ha apuntado otra posibilidad para el error de los profesionales de las maternidades que, aunque no es muy probable, lo recojo porque está relacionado con la mecánica celeste: Si aleatoriamente miramos al cielo cualquier noche buscando la Luna y la vemos, lo más probable es que esté en fase llena o muy próxima, porque la luna llena está sobre el horizonte toda la noche, los cuartos creciente o menguante solo la mitad de la noche, y la luna nueva nunca. Si alguien en la maternidad una noche con mucho trabajo mira a ver si hay luna llena, si no la ve es un dato que no le vale, pero si la ve y el dato le sirve, lo más probable es que la vea llena únicamente por razones de mecánica celeste. independientemente de que haya habido muchos o pocos nacimientos

- Delitos o urgencias psiquiátricas.

Siempre se ha dicho que con luna llena estos hechos aumentan.  Pues parece que también esto es falso.

Pero hay publicados muchos artículos que lo afirman” me dirás.

Hoy en día sabemos que se publican montones de cosas falsas, las "fake news" están a la orden del día, pero eso siempre ha ocurrido. Aunque la publicación de artículos llamativos sobre el efecto de la luna llena favoreciendo la comisión de delitos tiene más aceptación que los que lo niegan, hay también estudios aparentemente mucho más serios y citando fuentes fidedignas, donde se ha comprobado lo contrario.

Aquí también realicé una investigación con mi alumnado, revisando las noticias sobre delitos de sangre recogidas por un diario de información general de todo un año que llegaba al instituto y se guardaba en la biblioteca. Evidentemente debido al número, mucho menor que el de fechas de nacimiento, el valor estadístico es menos rotundo, pero los resultados fueron los mismos. No había ninguna correlación con las fases lunares.


Tampoco en los asesinatos machistas, cuyas relaciones no son difíciles de encontrar, influye la Luna, como comprobé personalmente hace unos meses. Fue antes de la pandemia, en el informe de 2019, y espero que los que desgraciadamente hayan ocurrido luego no hayan cambiado el resultado, y sobre todo que no aporten datos significativos porque no hayan sido muchos. Aquí están los enlaces por si quieres comprobar: busca las fases lunares en un calendario de esos años o con un programa de efemérides y coteja los datos 2019 , 2020 , 2021.

Un estudio realizado en la universidad de Nueva York (UNY) también desmiente ese supuesto incremento de delitos en luna llena: Puedes verlo aquí

La palabra “lunático” que se atribuye a quien no está muy cuerdo, y la relación entre las locuras y la fase de luna llena queda en entredicho también por estadísticas de ingresos o urgencias en hospitales psiquiátricos, en los que no se ha encontrado ninguna correlación.

 

Otras supuestas influencias

En muchos ámbitos de la vida hay dichos, creencias, refranes, que ahí están y mucha gente los asume; se dicen y ahí quedan. Además de lo citado hay muchas otras cuestiones que suelen achacarse a la fase de la Luna. Desde la relación de la duración del ciclo mensual de las mujeres con el del periodo de fases, hasta el momento idóneo para cortarse las uñas.

-¡Claro que está relacionado! Que cada 28 días me viene la regla”, he oído alguna vez. Pues entonces no tiene nada que ver, que el ciclo lunar no son 28 días, sino 29.5 ¿Alguna mujer tiene la regla siempre en una misma fase lunar?

- "Para que el pelo te crezca fuerte, debes cortarlo en fase ..." No digo cual, porque aquí hay varias opiniones diferentes. Hace poco me pasé por unas cuantas peluquerías de Durango y pregunté si solían tener más clientela en alguna fase lunar. "Pues no. Antes de los fines de semana es cuando vienen más". 

Una de las peluqueras me explicó detenidamente la supuesta influencia, pero reconoció que sus clientes no debían de saberlo porque no acudían más los días propicios.


- Algo parecido ocurre con el corte de las uñas. Aquí parece que va por comunidades autónomas, y lo que me decía mi amigo gallego (y que era de dominio público en su tierra) era lo contrario que otro andaluz. Se puede hacer el chiste, pero te lo dejo a tí.


Algunas actividades humanas que sí están marcadas por las fases lunares

- Como no todo va a ser negativo, hay que decir que evidentemente la fase lunar influye en algunas actividades humanas, por ejemplo las que están relacionadas con las mareas: Los horarios de trabajo de los mariscadores, o de los pescadores costeros, las maniobras de entrada o salida de barcos en puertos de poco calado, etc.

- Recuerdo que en época universitaria solíamos ir a jugar al futbol a la playa algunos sábados por la mañana. Como necesariamente debía ser en marea baja para tener un espacio amplio y liso, y con el retardo de más de un par de horas en la costa de Bizkaia (según el establecimiento del puerto) las semanas que la fase estaba próxima a los cuartos no había plan. La Luna debía estar próxima a fase nueva o llena para que nos coincidiera la bajamar.

- Cuando realicé el servicio militar, en una ocasión hicimos una marcha nocturna y fue una experiencia magnífica porque una vez en el campo alejados del cuartel todo el paisaje se veía perfectamente gracias a la luz de la Luna. Las siguientes ocasiones, también fue en luna llena, y es cuando se organizan estas actividades con motivaciones lúdicas. Si nunca lo has hecho, aprovecha ahora, y en una próxima noche de luna llena (el 20 de octubre, el 19 de noviembre o los días contiguos) date un paseo por el campo lejos de las luces. Descubrirás algo excepcional. Unos paisajes que aunque quizás conocidos, te parecerán nuevos y unas extrañas sensaciones.  De noche, pero se verá todo como si fuera de día.

Las marchas nocturnas casi siempre se organizan las noches de luna llena por razones evidentes

- Parece que hay estudios que indican que la facilidad de conciliar el sueño o la duración del mismo, también está relacionado con la fase lunar. Hace años me llegó una investigación de una universidad suiza, y parece que no es el único


Puedes leer los artículos en los enlaces, pero te adelanto que el motivo que se cita podría sería la melatonina, hormona necesaria para conciliar el sueño y que se produce cuando hay oscuridad. La luz de la Luna creciente o incluso llena que sale antes de irnos a dormir, dificultaría el sueño. 

Pero a pesar de estos estudios yo no pongo la mano en el fuego, porque últimamente se oye hablar de muchas investigaciones “científicas” de resultados contradictorios, aunque sean sobre otros temas. Éstos han sido realizados con muestras de población muy pequeñas, y está claro que actualmente no es precisamente la luz de la Luna la que antes de ir a dormir nos pueda privar de la oscuridad. Yo anoche dormí mal, pero como un dato solo no sirve, voy a fijarme qué fase es cada vez que vuelva a ocurrir.

- También nuestro satélite nos influye a los astrónomos a la hora de programar las observaciones: Si queremos ver la Luna elegiremos una fase creciente que se puede ver desde el principio de la noche; pero en general para observar objetos débiles evitaremos la Luna, al menos los días relativamente cercanos a la fase llena.


Como conclusión de todo esto, habría que decir que aparte de circunstancias y actividades claramente condicionadas por la luz de la luna llena o de las mareas, muchas de las supuestas influencias lunares, aunque aceptadas por mucha gente, son un auténtico camelo, mientras que en algún caso concreto podría otorgárseles al menos el beneficio de la duda. La Luna cambia, los cambios son recogidos por nuestros sentidos, y evidentemente pueden tener su influencia. ¿Hasta qué punto? ¿Más influencia que cualquiera de las miles de circunstancias que ocurren en nuestra vida diaria?… Si yo me creía todo antes de hacer la estadística de los nacimientos, ahora no me queda más remedio que ser muy crítico en todos los casos.

Cuando me llegue la noticia de que haya un estudio contrastado sobre la influencia de la Luna sobre los seres humanos, editaré este post y lo incluiré. La ciencia nunca es definitiva; pero de momento, esto es lo que hay.

Aunque bien pensado,... la Luna nos influye o nos ha influido de una manera decisiva y mucho mayor que adelantando partos o haciendo que el pelo crezca más fuerte: Gracias a ella estamos aquí

- Debido a las enormes mareas que ocurrían cuando estaba mucho más cerca de nuestro planeta, la vida salió del mar y pudo evolucionar hasta nuestra especie.

Los animales marinos quedaban varados en tierra durante la bajamar y algunos pudieron sobrevivir y adaptarse a la vida en suelo firme.

- Además la Luna mantiene el clima benigno permitiendo nuestra supervivencia, al actuar sobre el eje terrestre y evitar una inclinación excesiva que haría las estaciones mucho más marcadas y como consecuencia nuestro planeta inhabitable.

Cuanto más inclinado estuviese el eje de giro de la Tierra, las estaciones serían más extremas

- También nos marca el ritmo de vida: La rotación terrestre hace miles de millones de años duraba solo 6 horas, y ha sido la Luna la que la ha frenado, haciendo que cada 24 horas iniciemos una nueva jornada. ¿Te imaginas yendo a dormir cada 6 horas y levantándonos solo 2 horas después?

Un posible horario para un día de 6 horas

¡Vaya si nos ha influido la Luna!

CONTINUARÁ