Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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jueves, 30 de octubre de 2025

Cálculo de la fase de la Luna

 Como respuesta a la petición  en un comentario al blog,  hoy toca escribir sobre Metón y el método de la “epacta” para el cálculo de la fase lunar.

A diferencia de todos los demás artículos del blog, éste no lo he elaborado yo solo, sino que es fruto de un trabajo en el que participó el Aula de astronomía de Fuenlabrada y especialmente su responsable  Azahara López, que realizamos hace 4 años y presentamos en las jornadas para la enseñanza de la astronomía en Sevilla.

Logo del Aula de astronomía de Fuenlabrada

¿Sabes qué fase tiene la Luna hoy?

¿O el día en que naciste?

¿O en la próxima nochebuena?

¿Hay alguna manera sencilla de calcularlo o algún artilugio que nos lo proporcione?

La respuesta es sí, y lógicamente para ello necesitaríamos un dato inicial (cómo estaba la Luna en determinada fecha) y una relación entre la duración de las lunaciones y un periodo de tiempo que nos permita llegar rápidamente al dato inicial, por ejemplo un número entero de años cuya duración sea muy aproximadamente igual a un número entero de lunaciones

En definitiva el método se basa en un hallazgo de Metón de Atenas en el siglo V a.C.

Metón de Atenas

Ya en su época Metón conocía la duración de las lunaciones (29.53 días) y se dice que fue el primero que determinó la duración del año solar (365.25 días) mediante la observación de los solsticios, pudiendo descubrir con esos dos datos que 19 años duran casi igual que 235 lunaciones (o casi 6940 días).  Así, partiendo de un dato conocido y retrocediendo sucesivos intervalos de 19 años consecutivos las fechas de las fases lunares se repiten y ya tenemos un patrón para calcular la fase en cualquier fecha.

Dicho en forma numérica 19 x 365.25 = 6939.75     y  235 x 29.53 = 6939.55

O visualizado en un gráfico: 

Las líneas rojas que indican el final de cada año solo vuelven a coincidir con las azules que indican las lunaciones, al cabo de 19 años

Por ejemplo el 1 de enero de 1995 hubo luna nueva, por lo que también la habrá 19 años más tarde, el 1 de enero de 2014, y otros 19 años después, el 1 de enero de 2033. Y si queremos saber la fase de cualquier día de 2033, como 2033=1995 + 19 x 2, coincidirá con la misma fecha de 1995.

Estos años no solo difieren en 19 entre ellos, sino que casualmente son múltiplos del número 19, lo que facilitará el cálculo pues todos los años múltiplos de 19 tienen luna nueva el 1 de enero aunque esto solo ocurre desde 1900 hasta 2033, como se explica luego.

Según cual sea el resto del año dividido entre 19, se obtienen solo 19 grupos de años que tienen las fases lunares diferentes (numerados del 0 al 18 según ese resto). A estos resultados se le llama epacta y la Iglesia Católica (modificando los números del 0 al 18  a 1 al19) lo ha utilizado para fijar algunas fechas de su calendario festivo que estaban determinadas por la Luna, como la fecha de Pascua.

Seguramente será más claro ver el método aritmético completo y los criterios que proporciona, para conocer la fase de un día cualquiera:

Hay que tener en cuenta que la fase lunar se adelanta casi 11 días cada año (en realidad 10.89) Por ejemplo, como el 1 de enero de 1995 ha habido luna nueva, para los cálculos de 1996 hay que tener en cuenta que la luna nueva habrá sido el 21 de diciembre de 1995 y el 1 de enero de 1996 habrá habido una luna de 11 días, o para los de 1997 la luna nueva habrá sido el 10 de diciembre de 1996 y el 1-1-1997 será una luna de 22 días.

Esos 11, 22, 33,… días habrá que sumarlos a los que hayan pasado desde el 1 de enero si queremos calcular cualquier otro día del año.

Por ejemplo, y tal como se ve en el siguiente gráfico, el 3 de marzo de 1997 son 22 días por el año, más 62 días desde el 1 de enero, en total 84 días, que corresponden a 2 ciclos de 29.5 días más 25 días. Una luna de 25 días, es decir menguante a 4.5 días de nueva.


Desarrollo concreto del método

Existen varios algoritmos ligeramente diferentes para realizar todos estos cálculos, aunque en algunos momentos son artificiosos y no son totalmente exactos.

Veamos uno de estos métodos con un ejemplo: Queremos calcular la fase lunar que habrá el día de navidad del próximo año 2026:  el 25-12-2026

1) Dividimos 2026 entre 19 y nos quedamos con el resto, que es 12. En el lenguaje matemático:    2026 mod 19 =12

2) Multiplicamos el resultado por 11 (por cada año, la fase se repite 11 días antes)  

12 x 11 = 132 (número de días, antes del 1 de enero de nuestro año, en que hubo luna nueva) Con el redondeo estamos poniendo de más: 11 en vez de 10.89 (considerando años de 365.25 días)

3) Dividimos el resultado entre 30 y nos quedamos con el resto (aproximación del mes lunar): que sale 12:   132 mod 30=12   (número de días, antes del 1 de enero, en que hubo la última luna nueva) Con el redondeo estamos poniendo de menos (30 en vez de 29.53) y en cierta forma compensa lo anterior

4) Según el mes, se sumarán los días que han pasado desde la fase del 1 de enero hasta el 1 de nuestro mes. Por ejemplo si queremos calcular un día de febrero, el 1 de este mes estará 1 día más avanzada que la de enero porque este mes tiene 31 días: 30 días de una lunación más el día 31:

Enero y Marzo: No hacemos nada (en marzo se repiten las de enero, por ser febrero de 28)

Febrero: Sumamos 1  (en febrero habría que sumar 1.5 y en marzo restarlo)

De Abril a Diciembre: Sumamos uno por cada mes que pase desde marzo

En nuestro caso 12 + 9 = 21

En realidad a partir de abril habría que ir sumando 0.5, 1.5, 0.5, 1.5,… con lo que al sumar 1 se hace un redondeo

Estas sumas se hacen para acoplar las lunaciones según vayan pasando los meses, y eliminando las lunaciones completas: si el 1 de enero la edad de la Luna era 1, el 1 de abril, por ejemplo, será 2 (enero y febrero han pasado dos lunaciones justas, que las podemos olvidar, y en marzo ha pasado una lunación más

5) Sumamos el día del mes: 21 + 25 = 46

6) Si nos pasamos de 30, dividimos entre este número y nos quedamos con el resto:  En este caso queda 16: El día 16 comenzando con la luna nueva, es decir 15 días después de dicha fase, o sea al día siguiente de la luna llena. 

En 2026 Nochebuena con luna llena

 

El Selenoscopio:

Si no queremos hacer esas engorrosas operaciones y además queremos obtener una mayor exactitud evitando los citados errores, hay un instrumento llamado “selenoscopio” que nos servirá. Se pueden encontrar en internet diferentes modelos, pero algunos son incorrectos.

También en este apartado os presentaré el que realicé conjuntamente con el Aula de Astronomía de Fuenlabrada, y especialmente con Azahara

Nuestro SELENOSCOPIO

La ventaja del Selenoscopio es que no redondea. Utiliza los valores reales de los distintos parámetros, diferentes valores para meses de distinto número de días, los años bisiestos de manera adecuada y teóricamente daría el valor real porque tiene en cuenta las particularidades del calendario, aunque puede haber pequeñas diferencias por las irregularidades de los ciclos lunares.

Una vez elaborado el modelo ya no hay que realizar las repetitivas operaciones y su manejo es sencillo.

Consta de 3 discos, como aparecen en la siguiente imagen: El de la derecha (que quedará en la parte inferior) contiene los años y los días, el del centro las imágenes de las fases lunares y su edad (días que han pasado desde la luna nueva) y el de la izquierda (que quedará arriba) con los meses, y una ventana en la que miraremos el resultado.


Disco de los días del mes y los años (el que se sitúa detrás de los otros)

Los días:  

Como en 29.5 días la Luna completa sus fases, estos 29.5 días (que se marcan en sentido retrógrado) deben rellenar todo el círculo. Pero evidentemente debemos colocar todos los días del mes hasta el 31, (separados por 12.19º porque 360º/29.5 = 12.19º). Por ello se solapan la mitad del 30 y el 31 con el 1 y la mitad del 2, como se señala en el gráfico con el indicador azul. Por la parte exterior se deja libre un anillo para colocar ahí los años.

Los años

Se comienza marcando el año inferior que se vaya a utilizar y a partir de él los siguientes de manera correlativa en sentido directo: Cada año va separado del anterior por 129,7º   (o 141,9º  si el anterior es bisiesto), porque al año siguiente las fases se repiten 10.64 o 11.64 días antes  y, tal como se ha calculado, cada día es 12.19º.   12.19 x 10.64 = 129.7    y    12.19  x 11.64 = 141,9.

Trazado de los años, comenzando por 2010

La posición del primer año no depende de la posición de los días (todo quedará ajustado al final, con el trazado del disco de las fases), y puede empezarse en cualquier lugar. 

Es posible ir añadiendo más años, y no se solapan con los ya trazados por la distribución de los bisiestos aunque de cara a la estética y facilidad de uso, después de una veintena de ellos convendría sustituir este disco por otro nuevo con los siguientes años. Pero si queremos que el resto del selenoscopio sea válido, en este nuevo disco habría que mantener la relación de la posición de los años con los días del primero.

Disco de los meses: (El situado delante)

La separación entre las indicaciones de un mes y el siguiente es diferente según el número de días de ese mes. Quizás esto sea lo más extraño a la hora de trazarlo, pero es lo que le dará una exactitud que no tenía el método aritmético.

Enero y febrero en rojo se utilizan en los años bisiestos

De enero a febrero: Enero completa más de una lunación: 31-29,53=1.47 días. Por tanto en febrero la fase se repite  1,47 días antes (1.47  x 12.19 = 17.92)

Mayo tiene 0.5 días más de una lunación. Por tanto en Junio la fase se repite 0.5 días antes.

Octubre tiene 1.5 días más que una lunación. Por tanto en Noviembre la fase se repite 1.5 días antes.

Para los bisiestos, el trazado de enero y febrero es diferente y conviene escribirlos en distinto color 

En este disco se perfora una ventana en la que se verá el resultado:

Por estética esta ventana suele situarse justo en la parte opuesta de los meses, pero esto no es importante para obtener el resultado.

También hay que dejar una pestaña que ayude a girar el disco

Disco de las fases (el intermedio)

Este disco se hace de manera que se complete con los días justos (29.5) porque debe ser continuo. Como se ha dicho antes, la separación entre los días será de 12.19 y dibujamos junto al día la fase correspondiente (el día 0 la luna nueva). En sentido retrógrado (como las agujas del reloj)

El número de imágenes con la Luna en diferentes fases es aleatorio, aunque lógicamente la separación entre una y otra dependerá de ese número. En éste se proponen 16 aunque hay otros muchos con 8. En el caso de 16 el ángulo entre dos de ellas será 22.5º (360º/16)

En el borde de este disco se coloca una pestaña que se utilizará luego para elegir el año. En principio esta pestaña puede ir en cualquier lugar del borde del disco.

Para que la colocación de las fases esté de acuerdo con la orientación de los otros discos, éste debería ser el último que trazásemos, tal como se indica luego: Un día del que conocemos la fase lo utilizamos como se indica a continuación y en la ventana marcamos la fase de ese día. A partir de ella se trazan las demás.

Utilización: 

a) Se gira el disco de las lunas (el central) hasta que la pestaña se sitúe al principio del año (esta pestaña surge del disco intermedio)

Está indicando el año 2021

b) Luego (sujetando con dos dedos la pestaña que acabamos de colocar) se gira el disco externo (el de los meses, ayudados por la otra pestaña) hasta hacer coincidir el día con el mes.

Indicaría, por ejemplo, el 27 de agosto, o el 1 de mayo, o incluso el 30 de mayo ...

c) En ese momento en la ventana del disco externo aparecerán la imagen de la Luna con su fase adecuada. Si la ventana es suficientemente grande podrían aparecer varias imágenes para obtener la media y lograr más precisión.

Este sería el método de uso, una vez que el instrumento esté acabado.

Pero antes del primer uso habría que dejar claro dónde poner las fases del disco intermedio. Para ello se puede utilizar la segunda imagen del selenoscopio que aparece antes (incluida la posición de las pestañas), pero esto solo serviría para un rango limitado de años. Lo más adecuado sería una vez montados los 3 discos pero antes de dibujar el disco de las fases, empezar eligiendo el año (a) y luego girar el disco superior para alinear el día con el mes (b), como se acaba de indicar, y marcar la fase que corresponde a esa fecha en la posición de la ventana (c) (que estaría en blanco) y que serviría como referencia para completar el disco de las fases.



Podemos comparar la exactitud de los cálculos mediante el método de la epacta, con los valores reales (que nos daría el selenoscopio) en algunos ejemplos:

- El método de la epacta utiliza solo números enteros, y como el ciclo lunar es de 29.53 tiene unas diferencias con los valores reales, que en general se van compensando pero a veces surgen ciertas inexactitudes

- Trata igual a los meses de 30 o 31 días, a los bisiestos y no bisiestos.

- Debido a ello, si un mes tiene 30 días, el último día del mes (el 30) sale con dos días de diferencia de la Luna respecto al día 1 del mes siguiente, cuando evidentemente debería ser solo uno.

- Lo mismo ocurre con el 28 de febrero y el 1 de marzo de un año no bisiesto El 1 de marzo de un año no bisiesto sale 2 más que el 28 de febrero: Por ejemplo 1-3-2025 sale 13  y    28-2-25 sale 11

- El algoritmo no es definitivo porque 19 años no son exactamente 235 lunaciones ya que hay una diferencia en los decimales tomando más que los que utilizó Metón. 

Con la aplicación sucesiva la diferencia va aumentando y cada 219 años habrá que restarle 1. Si no se hace esa resta lógicamente habrá una diferencia de un día respecto a la luna real. En 19 años trópicos hay 6939.6016 días; casi exactamente lo mismo que 235 lunaciones, que se completan en 6939.6884 días que es parecido pero no es lo mismo. Y como se ha dicho, ese pequeño error se va acumulando.

Esto se puede solucionar fácilmente modificando el algoritmo, al igual que el cambio con el calendario gregoriano, pero debe quedar claro que este algoritmo para calcular la epacta no es fijo, sino que hay que adaptarlo a la época en que se use.

domingo, 14 de septiembre de 2025

Ocultación de Venus por la Luna

 

Este próximo viernes 19 de septiembre se produce un curioso fenómeno cuando la Luna, en su movimiento alrededor del tercer planeta oculte de nuestra vista al segundo.

La Luna acercándose a Venus, en la ocultación del 9-11-2023   

Antes de nada hay que decir que, a diferencia de otras observaciones propuestas en este blog, esta no es “para todos los públicos”, es imprescindible la utilización de telescopio (o al menos unos prismáticos) y aún así no será fácil por ocurrir en pleno día (Desde la península Ibérica comenzará poco después de mediodía)

Y esto es así, como pasa con la mayor parte de estas ocultaciones, porque al ser Venus un planeta interior, situado más cercano al Sol que la Tierra, suele verse en los crepúsculos matutinos o vespertinos en determinadas fechas y solo durante muy poco tiempo se encuentra en el cielo nocturno.

La ocultación no es visible desde todos los lugares de la Tierra. En primer lugar, la Luna debe estar sobre el horizonte en esos momentos y debido al paralaje debe coincidir con Venus.

Será visible en toda Europa, gran parte del nordeste de África, Groenlandia y además en una zona al norte de Canadá en que ocurrirá antes del amanecer y que aparece sombreada de color azul en este mapa

Por ejemplo se verá desde todos los lugares de la Península, pero no desde Canarias que, aunque podrían ver a ambos astros, al estar situadas más al Sur verán pasar a la Luna por el norte de Venus sin ocultarlo por efecto del paralaje al tener otro punto de vista.

Aunque el ser un fenómeno diurno dificultará lógicamente su observación, tiene el aliciente de intentar conseguirlo y para muchos será la primera oportunidad en que puedan ver a Venus en pleno día.

Un tiempo antes de que ocurra, lógicamente deberemos localizar a los astros protagonistas. Y aunque pudiera pensarse que habría que empezar por la Luna, que todos la habremos visto alguna vez de día, debido a su fina fase resultará más fácil intentarlo con Venus.

Una imagen de la Luna de 27 días, similar a la que ocultará a Venus

Media hora antes de comenzar la ocultación, la situación de ambos astros será la siguiente respecto de un horizonte de Madrid:


Respecto al resto de la península no cambiará mucho.

Podemos intentar localizarlos con unos prismáticos, aunque lo más efectivo será utilizando un telescopio computerizado como expliqué en el anexo de este post: Cuidado con el Sol, que no solamente molestará y hará más difícil nuestro objetivo, sino que podría ser peligroso si accidentalmente dirigimos hacia él los prismáticos.

En este gráfico aparecen los puntos de ocultación y reaparición junto a la hora en que ocurren, desde varias ciudades de la península. Además se recoge el recorrido desde Arrecife de Lanzarote que, aún siendo el más cercano de Canarias, no llega a producirse la ocultación.


Aunque se han indicado con flechas la dirección aparente de Venus porque es más intuitivo, en realidad es la Luna la que se mueve en sentido contrario



Las fases:

Es sabido que además de la Luna, también Mercurio y sobre todo Venus, muestran unas fases evidentes observadas por un telescopio. En estas ocultaciones de Venus por la Luna es interesante apreciar las fases de ambos, que se pueden deducir lógicamente por las posiciones en sus órbitas.

Como Venus no se separa más de  45º del Sol, cuando la Luna esté ahí siempre mostrará una fase muy fina.  En este caso la elongación es de casi 27º,  es decir 2 días antes de la fase nueva; y como está menguando la ocultación ocurre por la parte brillante y la reaparición por la zona oscura.

En lo que respecta a Venus puede presentar cualquier fase en una ocultación, si bien la nueva y llena sería muy difícil de observar por estar angularmente muy cerca del Sol. En este caso la fase es casi llena

En esta imagen, con mucha ampliación, puede apreciarse la fase de Venus, casi llena, e intuir la relación entre los tamaños aparentes

A veces puede resultar confuso el determinar la fase de un astro a partir de su posición. En el siguiente gráfico intento explicarlo: La fase (la parte iluminada por el Sol que vemos desde aquí) estará limitada por el borde de la zona iluminada del astro y la línea tangente a su zona iluminada que pasa por la Tierra:
La fase está indicada por la línea roja, y en este ejemplo sería del 70%


Las posiciones de Venus y la Luna en sus órbitas en esta ocultación, que dan unas fases de 89% y 5% 
Las fases vistas desde la Tierra se han indicado con arcos de color rojo
Los tamaños de los astros y la órbita de la Luna se han ampliado para mayor claridad

Las últimas ocultaciones de Venus visibles desde Europa también fueron diurnas y tuve la suerte de ver la mayoría de ellas.

Los porcentajes evidentemente no se han obtenido de los gráficos, pero puede verse que aproximadamente concuerdan.

En todas ellas la fase de Venus fue bastante más fina que la actual, y por tanto más similar a la de la Luna. Lógicamente esto ocurrió por estar el planeta relativamente cercano a la Tierra, y fue una auténtica casualidad porque además es la situación más improbable.

¿Otras ocultaciones casi simultáneas?

- Da la casualidad de que cuando la Luna oculte a Venus se encontrará muy cerca la estrella Régulus de Leo, a solo 31´ del planeta, que es casi el valor del diámetro de la Luna, por lo que por muy poco no hay una doble ocultación, que en todo caso debería haber sido un poco más al norte del Polo Norte, saliéndonos de la superficie terrestre.
Posiciones de Régulus, en el momento de la reaparición de Venus

Podríamos incluso intentar visualizar a Régulus con el telescopio, aunque será difícil por la proximidad del Sol. Si estuviera más distante sería posible. 


- El 5-3-2008 se produjeron nada menos que 3 ocultaciones de planetas por la Luna:
Venus, que se vio desde Norteamérica
Mercurio, visible desde Sudamérica
Neptuno, desde parte de Centroamérica desde donde también se vio la de Mercurio. Sin embargo, el escaso brillo de Neptuno hizo imposible verlo de día. 
Por si fuera poco, antes de los planetas ese mismo día también ocultó a la estrella iota de Capricornio, de magnitud 4, y podría haber sido vista desde Europa si hubiera sido de noche, pero de día con ese brillo queda fuera de las posibilidades de un telescopio de aficionado.

Posición de la Luna antes de las ocultaciones y 14 horas después, una vez finalizadas.
Son posiciones medias porque desde cada lugar varían un poco por el paralaje.


ACTUALIZACIÓN
Ante las muy regulares condiciones del cielo el día de la ocultación, con nubes que ocupaban la mayor parte del cielo y se movían rápidamente, decidí utilizar el telescopio para visual (observar directamente) y no para hacer fotos. Algo pude ver, cuando la ocultación de Venus finalizó por medio de una nube, y la reaparición se vio bastante bien. 
De todas formas, puse la cámara sobre el trípode dirigida aproximadamente paralela al telescopio, para intentar cazar algo a ciegas. En una primera revisión de las imágenes no se veía nada, pero ahora lo he encontrado aumentado un poco el brillo y el contraste. Esta es la imagen. ¿Lo ves?





miércoles, 3 de septiembre de 2025

Ahora toca un eclipse...de luna

 

El próximo día 7 hay luna llena, y por eso la Luna sale aproximadamente cuando se pone el Sol. Si en esos momentos miras hacia el Este, esperando a nuestro satélite o por casualidad, es posible que no la veas si hay algo de bruma en ese horizonte o que apenas la distingas porque se vea muy apagada, o que la veas tenue y rojiza si el cielo está muy limpio por la zona.

Esto es porque saldrá totalmente eclipsada en toda la península, excepto en Galicia, al igual que en Canarias desde donde podría verse saliendo con un finísimo arco iluminado ya finalizada la fase total del eclipse.

Todas estas situaciones no serán fáciles de observar porque, como digo, es casi de día con el Sol acabándose de poner. Yo


En un eclipse similar a éste, ocurrido el 27-7-2018 desde un lugar con buen cielo pudo verse claramente la Luna aún eclipsada totalmente (tal como surgió) pero ya a una cierta altura sobre el horizonte y el cielo ya oscurecido. En éste de ahora no habrá tanto margen:
En aquella ocasión Marte se situaba cerca de la Luna, abajo a la derecha en la imagen. Curiosamente ahora habrá cerca otro planeta: Saturno


En el mismo eclipse, unos minutos antes, con la Luna muy baja era difícil distinguirla, quizás como pueda verse en este caso la fase total. 



Aunque no es frecuente, la situación puede ser más complicada si saliese la Luna eclipsada antes de ponerse el Sol: En un lugar con horizontes Este y Oeste muy bajos, teniendo en cuenta la refracción atmosférica, y en eclipses que ocurran con latitud eclíptica lunar norte o sur desde el hemisferio correspondiente (que no es este caso), podría salir la Luna llena antes de irse el Sol. 

En este caso, desde la península Ibérica la Luna estará a baja altura durante el eclipse, excepto en la fase penumbral final en que apenas se diferencia de la fase llena. Este gráfico recoge la situación:

Como en todos los eclipses de luna, las horas en que comienza o acaba cada fase son iguales para cualquier lugar, aunque no la hora en que la Luna sale por el horizonte.
En este caso el final de la fase total a las 20:53 y el del parcial a las 21:56

Tomando imágenes del eclipse del 27-7-18 y adecuando la orientación de la Luna, así será aproximadamente el desarrollo de este eclipse para lugares medios de la península:



Es curioso, pero este eclipse es totalmente simétrico al ocurrido hace casi medio año, el 14-3-25. En el siguiente mapa se recogen los lugares de visibilidad, y se comparan con el otro. 

En las zonas de fondo claro se ve el eclipse total.

Curiosamente, y tal como se ha dicho, en la mayor parte de la península se verá la Luna totalmente eclipsada cerca del horizonte, pero en aquel caso al amanecer y ahora al atardecer. Entonces tuvimos que mirar hacia el oeste pero ahora será hacia el este.

Considerando la situación global

En la zona con fondo claro se verá el eclipse total

El 7-9-25:

El 14-3-25:

Aunque los gráficos por casualidad parecen casi iguales, son simétricos y casi opuestos: En marzo se vio el eclipse completo en América y ahora allí no se ve nada, pero sí en Asia (zonas 12-oscuras)

Incluso su ocurrencia poco antes del equinoccio hace que las líneas sean casi verticales, pero la pequeña inclinación casi contraria teniendo en cuenta las zonas (ahora todavía es verano y en el de marzo era final del invierno)

Debido a esa simetría en que además la península estaría en el eje, en ambos casos se apreciará toda la fase total desde aquí (en este caso excepto parte de Galicia que saldrá ya comenzada la totalidad, y en aquel exceptuando parte de Cataluña, en que se puso todavía en la fase total)

En realidad estas circunstancias se deducen unas de otras.



Eclipses de Luna y de Sol

Desde hace ya años se está hablando de los eclipses de Sol que se verán en España los próximos años y especialmente del primero de ellos, el eclipse total del 12 de agosto de 2026, y sin embargo de este de Luna se ha oído muy poco, y uno de los principales motivos es la frecuencia de unos y otros: 

- El eclipse total de Sol solo se ve total en una estrecha franja de pocos cientos de km y por ello es más raro que nos toque, mientras que el total de Luna se ve en más del 50% de la superficie terrestre, como puede verse en este mapa:


Por ello, aunque el número de eclipses totales de Sol o de Luna no sea muy diferente, las probabilidades de ver uno u otro desde una determinada localidad o región sí lo son.

Esto se debe al tamaño de las sombras de la Luna y la Tierra, y del astro donde incide:

En el momento de producirse el eclipse total de Sol se ve solo en 1, mientras que el de Luna se ve en 2 (casi el 50% de la superficie terrestre, aunque luego seguirán aumentando las zonas) 

- Duración:

En total, desde que se empieza a ver en algún lugar de la Tierra, un eclipse total de Sol puede durar poco más de 3 horas, y uno total de Luna no llega a las 2 horas, pero:...

Desde un lugar en concreto un eclipse total de Sol nunca dura más de 8 minutos, mientras que el de Luna puede observarse durante esas casi 2 horas, ya que puede verse durante toda su duración sin movernos, mientras que la pequeña sombra de la Luna que produce un eclipse de Sol se mueve muy rápida por la superficie terrestre. 

La Luna estará totalmente eclipsada mientras esté en el tramo 3 del gráfico anterior, que tarda en recorrerlo las mencionadas casi 2 horas y durante ese tiempo podrá verse el eclipse total desde un lugar en que permanezca la Luna sobre el horizonte

En este tiempo y debido a la rotación terrestre, habrá otras zonas en que la Luna totalmente eclipsada surja por el horizonte, con lo que considerando los lugares en que vieron el eclipse total de Luna, aunque no sea completo es más del 50%.

- También hay que reconocer que el de Sol es mucho más espectacular, y aún estando nublado y no viéndose el Sol, el oscurecimiento del ambiente es muy evidente e impresionante (incluso más estando nublado), mientras que en el caso del de Luna no se apreciaría nada si nuestro satélite está tras una nube o estando despejado no la miramos.

- Ambas imágenes en los eclipses totales son muy diferentes. En la Luna se seguirán viendo detalles de los mares y solo se verá más tenue y de color rojizo, pero el Sol totalmente eclipsado se ve negro y a su alrededor una claridad de la corona, que sin eclipse total no puede verse directamente.

- Aunque es sabido, por si acaso: En un eclipse de Sol hay que proteger la vista (excepto en la totalidad que hay que mirar directamente) En uno de Luna se mira directamente, sin necesidad de ninguna protección.

- Lógicamente el eclipse de Sol se verá de día (cuando puede estar el Sol por encima del horizonte), y el de Luna se ve solo de noche. Aunque muchas veces vemos la Luna de día, para que se eclipse debe estar llena, y en esta fase solo se ve de noche.

- Simultaneidad: Como ya se ha dicho en otras ocasiones y se deduce de lo anterior, los eclipses lunares se ven simultáneamente en todos los lugares desde donde ésta sea visible, mientras que los de Sol en cada lugar se ven en determinado momento.

Actualización 8-9

Ayer, día del eclipse, en España en general las condiciones climáticas no fueron buenas. 

Desde el sur de la provincia de Burgos (en Araúzo de Torre) nos juntamos unas cuantas personas en el alto de la Iglesia y pudimos ver algo entre nubes de la fase parcial de reaparición.

Como muestra, estas imágenes que obtuve entre las 21:13 y 21:32, que a pesar de los problemas con la nubosidad, sirven de testimonio y le dan un toque especial:








miércoles, 20 de agosto de 2025

El triángulo

En el reciente post "Doble pareja y trío" escribí sobre las posiciones llamativas de varios planetas y la Luna para las madrugadas de los días 12 y 20 de este mes de agosto. El día 12 la meteorología se presentaba favorable y pude obtener varias imágenes, dos de ellas las incluí como actualización al final del post.

La misma idea tenía para hoy, día 20, pero en este caso las predicciones meteorológicas eran adversas donde yo estaba y pedí desde las redes la aportación de alguna foto para volver a incluirla en una nueva actualización, y agradezco la colaboración de varios colegas que me las han enviado, gracias a la cual he decidido dedicarle un nuevo post aparte de aquel.

La primera es de Miguel Montaña, presidente de AstroAlbuixech, que la obtuvo desde Pajarón (Cuenca)

La Luna acompañada por Venus (debajo) y Júpiter (arriba a la derecha). El triángulo formado por los 3 astros más brillantes de la noche destacan incluso sobre los edificios iluminados, formando una bonita estampa.

Esta otra imagen, de Alexandra Cuquet, tomada en la Sierra de Yeguas (Málaga)

Ya próximo el amanecer, sigue destacando el triángulo junto a Castor y Polux, las dos estrellas más brillantes de Géminis

Si nos fijamos en los triángulos de estas dos fotos, se aprecia una diferencia que analizaré al final

Una imagen obtenida por Rubén con un atractivo encuadre en Las Uces (Salamanca)


Esta es de Leonor Ana Hernández, alma máter del magnífico complejo de AstroHita. Ya cerca del amanecer los tres astros aparecen sobre una bonita banda de colores que muestra el cielo condicionado por la calima. Tomada desde La Villa de Don Fadrique (Toledo)

Incluso al alba, los 3 astros destacan en el cielo de manera muy llamativa.

Mi amigo y verdadero artista en estos temas Sebastián Cardenete, vicepresidente de ApEA, siempre en la brecha obtuvo, además del triángulo, la imagen del escurridizo planeta Mercurio. Desde Málaga.

Mercurio es un puntito cercano al horizonte, casi en la vertical de la Luna.

Y el paso de la Estación Espacial Internacional (ISS) que precisamente transitó ese día por la zona.

Un par de imágenes con tramos del recorrido:

Un pequeño trazo recto justo en el centro del borde superior, marca el comienzo de la trayectoria de la ISS entrando en escena

A la izquierda del triángulo otro trazo, casi completando otro igual con la ISS en vez de Júpiter

Un montaje apilando varias imágenes del recorrido:

Se aprecia cómo el trazo de la ISS se reduce cuando ésta se aleja de la vertical.

Fue una casualidad, que justamente la ISS transitara por la zona del triángulo en la fecha y horas adecuadas, y ahí estaba Sebas para plasmarlo. Yo preparé un esquema de cuál sería el paso desde diferentes lugares de la península, y efectivamente.


A pesar de las previsiones negativas para la zona norte de la península donde yo estaba, madrugué por si acaso y me sorprendí con un cielo con amplios claros y que aunque luego se fue cubriendo por zonas, no me impidió obtener algunas imágenes:

La primera, al dejar atrás los edificios y entrar en la playa tras la duna, el espectáculo me pareció impresionante. ¡Allí estaban los protagonistas!

La primera foto, sin calcular la exposición, casi motivo de la sorpresa:

La Luna está muy sobreexpuesta y no se aprecia la fase (lo que corregí en las siguientes), pero a pesar de ello me quedo con esta imagen en que gracias a ello se aprecia el paisaje y toda la constelación de Géminis

Otras imágenes, ya con una exposición más adecuada, en las que se aprecia la luz cenicienta de la Luna.

5:31. A la izquierda del triángulo las estrellas Castor y Polux y en la imagen alguna más de Géminis

Y esta otra en que la nube colabora al hacer más atractiva la imagen

6:28. El cielo ya clareando camino del alba


Tal como mencioné en su día, la figura que formarían la Luna, Venus y Júpiter no solo sería llamativa por aparecer en una reducida zona del cielo y estar presentes al alba los tres astros más brillantes de la noche, sino porque aproximadamente vistos desde Europa occidental formarían muy aproximadamente un triángulo rectángulo isósceles. 

Evidentemente esto sería en un determinado momento, la exactitud total en un determinado lugar y la figura iría variando poco a poco fundamentalmente por el movimiento de la Luna y en mucha menor medida por el de los planetas, y en un momento dado por el paralaje lunar.

Esto puede apreciarse en esta imagen que tomé a las 5:31

Las distancias de la Luna a cada planeta muy parecidas y el ángulo cercano a 90º

Pero casi una hora después, la Luna ya se había movido respecto a sus acompañantes:

Sobre la imagen de las 6:28 he superpuesto la posición de la Luna a las 5:31 de la imagen anterior, haciendo coincidir los otros astros.

En este último caso la Luna ya está más cerca de Venus que de Júpiter, por lo que en un momento intermedio el triángulo fue exactamente isósceles, aunque también es cierto que se ha apartado un poco del rectángulo.

Nuestro satélite siguió su camino, abandonando a Venus y Júpiter y haciendo que no se repita la situación ¿Hasta cuando?

En el amanecer del día después la Luna ya había abandonado el lugar dejando solos a los dos planetas, pero ofreciendo en conjunto otra sugestiva imagen captada también por Sebastián Cardenete:

La Luna deja atrás a Venus y Júpiter, y ¡se acerca a Mercurio! el escurridizo planeta muy cercano al horizonte

Estos cuatro astros nos volverán a ofrecer unas imágenes muy curiosas, diferentes a las de ahora pero también llamativas, los días 16 y 17 de junio del próximo año 2026. Para mayor facilidad se verán al principio de la noche y no habrá que madrugar. Todavía queda mucho pero conviene tenerlo apuntado por ahí.