Por
cada rotación terrestre las estrellas darán una vuelta alrededor de la Estrella
Polar, que al estar prácticamente en la prolongación del eje de giro de la
Tierra, casi no se mueve.
En
el hemisferio Norte tenemos una magnífica guía para seguir este movimiento: La
línea imaginaria que forman las estrellas Merak y Dubhe de la Osa Mayor, que prolongándola pasa junto a la Polar. Es la aguja del reloj celeste que se va
moviendo uniformemente según va pasando el tiempo: utilizando las iniciales de la mencionadas estrellas le llamaré la línea P-D-M.
El
sentido de giro es el contrario a las agujas de un reloj (se le lama sentido directo). Tal como
indicaré luego, en el hemisferio Sur el cielo en dirección Sur se ve moverse en
sentido contrario (retrógrado).
Esta
referencia nos va marcando el paso de las horas: Si en 24 horas da (aproximadamente) una vuelta, cada hora gira 15º, y de verla vertical a estar
horizontal, habrían pasado 6 horas.
O en el siguiente ejemplo serían 2 horas:
O en el siguiente ejemplo serían 2 horas:
De la primera a la segunda el cielo ha girado 30º por lo que habrán pasado casi exactamente 2 horas |
De
esta manera podemos conocer la hora a partir de la posición de las estrellas.