Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

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miércoles, 23 de abril de 2025

Vacaciones en Mercurio

 

Cuando vayáis de vacaciones a Mercurio buscad un hotel en el meridiano 90º

Con esta extraña frase acabé mi comunicación en la reunión de divulgadores DDD celebrada en Valladolid el pasado mes de noviembre.

Las DDD (Disfrutar Divulgando Desinteresadamente) son unas reuniones anuales que se celebran en cada edición en diferente ciudad, a las que suelen acudir más de un centenar de divulgadores de ciencia, profesores y personas interesadas en didáctica. Esta fue ya la 18 edición, y la persona que de alguna manera las promueve y organiza es el antiguo director del centro Principia de Málaga Manolo Fernández.

El objetivo es que la mayor parte de los asistentes puedan aportar algo y por ello todas las intervenciones deben ser muy breves.

Realizamos la comunicación entre mi mujer, Maite, y yo. Y casualidad, aparecimos en la cabecera de la noticia que el diario “El Norte de Castilla” publicó en su edición digital sobre el evento.

La frase final de nuestra intervención, que es el título de este post, evidentemente es utópica y con ella quise resaltar el contenido de lo relatado y escenificado: la sorprendente doble puesta y salida de Sol que ocurre todos los días en Mercurio, concretamente en el meridiano 90º. Sobre ello ya escribí en este blog hace casi 10 años, pero me parece tan curioso que creo que después de tanto tiempo merece la pena volverlo a traer aquí, como lo conté en Valladolid con imágenes nuevas y algunas aportaciones más.

Efectivamente, si estuviéramos en el meridiano 90º este u oeste del planeta Mercurio, con un horizonte oeste de altura cero, todas las tardes veríamos dos puestas de Sol, como se aprecia en este montaje donde el Sol sigue una trayectoria que le hace ponerse, retroceder y volver a esconderse.


Desde el meridiano 90º y en el ecuador la trayectoria del Sol sería vertical tanto en el tramo de la puesta como en el de salida, pero se ha desviado ligeramente en la imagen para visualizar mejor dicha trayectoria.

Lo mismo, pero en una animación más clarificadora, puede observarse a continuación:


Aunque es de día, el cielo en Mercurio siempre aparece negro y se ven estrellas moviéndose el triple de rápido que el Sol, que desde que sale hasta que se pone pasan 88 días terrestres.

Desde luego, la doble puesta del Sol vista desde una terraza en un hotel de Mercurio sería un atractivo espectacular.

Pero ¿Por qué el Sol retrocede en ocasiones provocando la doble puesta?

En cualquier planeta debido a su rotación los astros se ven moverse hacia el oeste, pero debido únicamente a la traslación se moverían hacia el este. Prevalece la primera porque la rotación es más rápida. Pero en Mercurio, cuando está en el perihelio la velocidad de traslación aumenta, supera a la rotación en velocidad angular y por ello se vería el Sol moviéndose en sentido contrario durante un tiempo.

La explicación detallada no es el objetivo de este post. Ya la dí en su día y la puedes encontrar en este enlace

Como el día en Mercurio dura exactamente el doble que el año, si el planeta está en su perihelio (el Sol poniéndose en el meridiano 90º este u oeste), lo estará también medio día antes, es decir en la salida, por lo que el espectáculo desde dicho meridiano se repite: un doble amanecer y un doble atardecer. 

Además si se está poniendo en el meridiano de longitud 90º este, estará saliendo en el de 90º oeste por lo que en ambos meridianos habrá una doble salida y puesta:

En la doble salida o puesta el Sol, Mercurio está en el perihelio y el Sol se verá más grande. Sin embargo a mediodía estará en el afelio (más lejos) y se verá más pequeño.

También aquí se solaparían los recorridos de avance y retroceso pero se han separado en el gráfico para mejor visualización.

Además de los diferentes tamaños aparentes del Sol, tal como se ha indicado antes indicado antes, se puede notar que cuando el Sol aparece alto se mueve más rápido. Ello es debido a la situación de Mercurio cerca del afelio. Aunque parezca una contradicción, al moverse Mercurio más despacio en su órbita, el efecto de la rotación restando al movimiento aparente hacia el oeste, es menor.

Desde cualquier otra longitud geográfica no cercana a los 90º se vería retroceder en pleno cielo, donde al no haber referencias no sería fácilmente apreciable, y también habría un segundo retroceso pero con el Sol debajo del horizonte, durante la noche, imposible de ver. 

Por ejemplo en el meridiano 0º se vería retroceder al Sol a mediodía, cuando alcanza su máxima altura:


Una animación más clarificadora:


Aunque sea en un futuro muy lejano, el hablar de viajes de placer a Mercurio no deja de ser una utopía. Pero si alguna vez fuera posible, seguramente todos los hoteles se localizarían en los meridianos de longitud 90º, tanto este como oeste, desde donde podrían verse estos curiosos fenómenos, con lo que el título de este post sería superfluo.

Está claro que esta historia tiene un carácter fundamentalmente didáctico, y que para una mayor motivación utilizamos esa extraña frase de las vacaciones en Mercurio.

La referencia a mi intervención en los DDD, encabezando las de otros compañeros fue recogida por Eduardo Izquierdo, uno de los participantes, en su blog de orientación poética "Unsolodetrompeta" que me ha proporcionado el título de este post:


El post completo, así como la posibilidad de leer a Eduardo en otros artículos la tenéis en este enlace: Un solo de trompeta 

Pero en realidad todo esto quizás solo haya sido una excusa para poner en valor las reuniones anuales DDD https://dddivulgar.com/?page_id=60

Y si eres profesor, te gusta divulgar o simplemente tienes curiosidad por estas cosas te animaría a que participases en futuras ediciones que están abiertas a todo el mundo. He dejado pasar un tiempo desde la reunión de Valladolid para que estuviera organizada una nueva convocatoria:

La próxima en Málaga del 31 de octubre al 2 de noviembre:

https://dddivulgar.com/?page_id=46

Nota: la Casa Diocesana y el Seminario donde se celebrará el evento no tiene ninguna connotación religiosa o ideológica, y ha sido solo un lugar que se consideró adecuado por precio y otras circunstancias de organización.

 

domingo, 2 de marzo de 2025

Continúa la actividad planetaria. 2 mejor que 7

 

Pasó el 28 de febrero y tal como me parecía evidente la alineación de planetas fue una decepción para el gran público porque no vio lo que los medios le prometían. Pero ahora hay algo más interesante.

Además, como escribí en el anterior post, para nuestra latitud de unos 40ºN, el espectáculo no fue cuando se anunció en todas partes, sino unos días antes, concretamente en mi opinión el 23 cuando ya aparecido Mercurio, todavía Saturno (mucho más débil) podía verse a una cierta altura, y los días posteriores era casi imposible verlo.

Aún dejando a un lado el brillo, y solo teniendo en cuenta las posiciones, el día en que los 7 planetas estuvieron por encima del horizonte habría sido el 25 cuando el "nuevo" Mercurio superó ya en altura a Saturno, y nunca el día 28 cuando Saturno más bajo y más débil era prácticamente imposible de apreciar.

Utilizo casi siempre las posiciones de los astros 45 minutos tras la puesta de Sol porque es cuando pueden empezar a observarse (excepto los más brillantes como Venus) y esta insistencia en cuándo fue el día real de la alineación (el 23) es porque precisamente entontes comienza también el relato de hoy.

Porque lo cierto es que sabiendo lo que hay y sin exagerar, hay que decir que los planetas nos van a seguir dando espectáculo. O mejor, nos van a dar un espectáculo que antes no nos lo han dado.

Precisamente Mercurio, la última incorporación del grupo, va a estar en los atardeceres acompañando a Venus y dando bonitas imágenes.

Si disponemos de un telescopio podremos ver estos días las fases de estos dos planetas y su evolución: 

Estas imágenes, de hace ya unos años, no son ni por mucho tan espectaculares como las que podrían obtenerse estos días.

Estos dos planetas no solo son los únicos que prácticamente presentan fases vistos con un telescopio desde la Tierra (Marte lo hace levísimamente), sino que cuando aparecen en una misma zona del cielo dan unas bonitas imágenes porque será en un cielo crepuscular (excepto en el hemisferio sur en ocasiones en que Mercurio también puede aparecer en un cielo negro)

Por ejemplo hoy mismo día 2 de marzo la fina Luna acompañará a los 2 primeros planetas, formando una imagen digna de verse.

Más al este de esta zona continuarán los brillantes Júpiter y Marte, además del débil inapreciable a simple vista Urano, pero no hay necesidad de contar a todos sino de quedarnos con lo más llamativo.

Venus está ya al final de su aparición vespertina que empezó hace 8 meses, y ahora es cuando se muestra más fotogénico: con su mayor tamaño aparente y su fase más fina. Normalmente se necesita un telescopio para apreciar algo más que un brillante punto, pero estos días incluso con unos prismáticos puede verse ahora la fase.

Incluso con el cielo brillante resulta más sugerente. Búscalo nada más ponerse el Sol por encima de la zona en que este se puso o incluso de día, poco antes de ponerse.

Aspecto aproximado de Venus estos días con unos prismáticos (exagerando un poco)

Mercurio, de ciclos mucho más breves, dejará que Venus vaya acercándose a él día a día.


Ahora muestra una fase gibosa menguante (casi llena) pero irá decreciendo hasta que el día 13 de marzo, ya a la misma altura que Venus, nos enseñe también una fase fina aunque no tanto como su colega:

Mientras que Venus cambia de fase muy despacio y en estos días apenas notaremos diferencia, Mercurio lo hace mucho más rápidamente ya que su ciclo de traslación es mucho más corto.

Suele decirse que la mejor ocasión para ver a Mercurio es en su máxima elongación (esta vez el día 9 con una elongación de 18º); cuando más separado está del Sol y de esta manera aparece en un cielo más oscuro. Sin embargo unos días antes será más fácil distinguirlo porque su brillo será mayor (por ejemplo hoy día 2 aunque su elongación es de solo 16º tiene una magnitud de -0.9, frente a -0.1 del día 9. (cuanto menor es el número de la magnitud, mayor es el brillo)

Para una latitud de 40º norte, aún con buen horizonte, el día 20 ya se puede dar por concluida la presencia de Mercurio y Venus, y de los 7 planetas de la famosa y frustrante alineación solo quedarán 3, y a simple vista 2.

Durante estos días, del 23 de febrero al 20 de Marzo, estos son los recorridos de los 3 primeros planetas: De ellos podemos deducir la evolución de las fases y tamaños aparentes de Mercurio y Venus además de las posiciones relativas al principio y final del intervalo:


jueves, 27 de junio de 2024

Los dos planetas interiores, visibles al anochecer


Si hace poco más de un mes recogía la situación de todos los planetas al final de la noche a unas horas normalmente poco adecuadas para la observación, ya tenemos a dos de ellos visibles al atardecer. Además son los dos planetas interiores (Mercurio y Venus), que pueden ofrecer bonitas imágenes en el crepúsculo. 

En cualquier caso hay que decir que desde el hemisferio norte, no será excesivamente fácil debido a las elongaciones e inclinación de sus planos orbitales respecto al horizonte, pero tampoco imposible.


Como en mayo de 2020 en que  ajenos a la pandemia, los dos planetas aparecían en el crepúsculo uno cerca del otro de una manera similar a como lo harán ahora

El primero que se pasó al este del Sol fue Venus (el 4 de junio) y luego Mercurio 10 días después, que con un movimiento como siempre más rápido enseguida se encontró con su compañero el día 17 (en la conjunción, visto desde aquí, claro)

Estuvieron muy próximos entre sí en esa fecha, pero todavía estaban muy cerca del Sol (a menos de 4º de él) y por ello era casi imposible verlos.

En esta simulación pueden apreciarse posiciones y movimientos: 


Pero la situación va mejorando: 

Mañana mismo (28 de junio) con una elongación de casi 7º, desde un lugar de longitud 40ºN, Venus se pone media hora después que el Sol y lo hace solo 1º más hacia el noroeste (hacia la derecha). Solo debemos ver la puesta de sol, recordar el lugar y esperar. Aunque pueda parecer poco tiempo de diferencia y el cielo aún estará brillante, será posible ver al lucero más brillante si el cielo está limpio y no hay bruma por el horizonte.

En esos momentos Mercurio estará 7º hacia la izquierda de Venus, y a 6º de altura, en una posición relativa similar a la imagen de 2020 recogida antes. Será más difícil de localizar que su compañero por su menor brillo, pero la situación mejorará de día en día.


Este gráfico e indicaciones, igual que las siguientes, nos serán útiles para localizar al esquivo planeta si no disponemos de medios sofisticados como telescopios computerizados o que utilicen las coordenadas celestes. Es decir que al igual que se anuncia el blog son "para todos los públicos"

Una fecha interesante sería el 7 de julio cuando, además de mejorar ligeramente la situación, una finísima luna creciente de 2 días se situará junto al primer planeta y ayudará a su localización:

Venus se pone 37 minutos después que el Sol prácticamente por el mismo lugar que éste. En ese momento Mercurio estará a  7º de altura y a 10º a la izquierda de Venus. Se pondrá 1 hora y 20 minutos después que el Sol y a 3º a la izquierda de donde se pusieron los otros dos.

Tanto dato numérico en grados que parece engorroso, puede ser útil teniendo en cuenta que con el cielo crepuscular aún brillante quizás no los veamos al primer vistazo y conviene fijarse (quizás incluso con prismáticos) en un lugar concreto. Y utilizando referencias de grados, no está demás recordar una manera sencilla de estimar estas medidas:

Medidas de ángulos con el brazo totalmente extendido

- El día 20 de julio es la máxima elongación de Mercurio, y suele decirse que es la mejor ocasión para verlo porque la separación angular con el Sol visto desde aquí es máxima. Pero en realidad puede verse mucho mejor unos días antes porque su brillo va disminuyendo. Aunque esos días antes nuestro cielo está más brillante en esa zona, también lo está el planeta.

- Tampoco hay que olvidar el día 1 de agosto en que, aunque con un brillo menor y más dificultades para verlo, se situará a la misma altura que Venus, exactamente a 9º a su izquierda. Entre ellos, y solo 1.5º más alta, la estrella Régulus, e incluso unos 12º más a la izquierda el cometa 2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS aunque viene más débil de lo que se esperaba. Ambos al menos con prismáticos, pero la posición de Venus puede ayudar.


Se pondrán solo 45 minutos después que el Sol y por lo tanto no será fácil, pero la emoción de intentarlo no la quita nadie. Incluso 4 días después, el 5 de agosto, volverán a estar los mismos protagonistas aún más agrupados y con la finísima Luna creciente de solo un día y medio, junto a ellos.

- El 8 de agosto Mercurio y Venus volverán a estar en conjunción. Si sus órbitas estuvieran en el mismo plano se verían en un mismo punto, pero la inclinación de la órbita de Mercurio hace que esté situado más hacia el Sur que Venus y únicamente desde el hemisferio austral será claramente visible, poniéndose después que el segundo planeta. 

- Finalmente el 19 de agosto Mercurio termina su periplo vespertino, dejando solo a Venus en los cielos del anochecer.


Una pareja habitualmente fiel

De todos los planetas que se pueden observar a simple vista, sin duda Mercurio es el más difícil de ver, pero si está acompañado de Venus, con esa referencia ya es otra cosa.

 Uno a cada lado de la antena. Abril de 2010.

El encontrar estos dos planetas en una misma zona del cielo no es una situación excesivamente rara. Centrándonos en las apariciones vespertinas, Venus se pasa casi 9 meses seguidos al este del Sol visible al principio e la noche, siempre hacia el horizonte oeste, y en ese tiempo da lugar a que aparezca Mercurio, que también lo hará en esa zona, incluso varias veces. Por ejemplo en este caso y antes de que Venus vuelva a la madrugada se verá cerca de Mercurio también en el próximo noviembre (fácil solo en el hemisferio sur) y en marzo de 2025.

Pero teniendo en cuenta que la máxima elongación de Venus (unos 47º) es mucho mayor que la de Mercurio (hasta 28º aunque muy variable por su órbita excéntrica) lo más habitual es que el segundo planeta se vea más alto que el primero, como se ve en esta imagen de febrero de 2016.


Esto permitiría distinguir a Venus más fácilmente pero sería de poca ayuda para encontrar a Mercurio, mucho más débil y más bajo, lo que no ocurre ahora, ni por ejemplo en marzo de 2018 como se recoge en esta imagen:

Al igual que ahora, en esta imagen de marzo de 2018 Mercurio está más alto que Venus aunque, a diferencia de estos días, en aquella ocasión Mercurio se ponía bastante más a la derecha que su compañero.

Pero con el resto de planetas solo visibles de madrugada, esta ocasión tiene la particularidad de que nuestros protagonistas son los únicos que estarán en el cielo durante el tiempo que podamos verlos. Esto evidentemente no es una ventaja para una observación interesante, pero le da protagonismo a la pareja y no ocurría desde mayo de 2020.

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Actualización 1 de julio

Diferencias desde uno u otro hemisferios

Ante una pregunta que me han hecho sobre las distintas condiciones de visibilidad de los dos planetas en este periodo desde el hemisferio sur, y mi frase del comienzo del post “desde el hemisferio norte, no será excesivamente fácil” creo que es interesante citar las diferencias y sobre todo las causas de estas diferencias, por lo que añado esta actualización:

En principio podría pensarse que las situaciones serían simétricas y análogas porque las órbitas planetarias no tienen preferencias por uno u otro.

Pero en realidad, sobre todo en el caso de Mercurio sí hay diferencias, porque tal como recogí al final de este post , la inclinación de la eclíptica respecto al horizonte depende de la estación y del momento del día, y la estación es diferente en cada hemisferio. 

Estás son las situaciones que ahora nos interesan:

Situaciones en el momento de la puesta de sol:
Un astro A situado en la eclíptica al este del Sol se verá mucho más alto en el equinoccio de septiembre, desde el sur; mientras que en el solsticio de junio (B) se verá a la misma altura.

Al principio de la noche, que es cuando estamos considerando, la eclíptica está más vertical cerca del equinoccio de primavera y menos en el de otoño.

Ahora en el hemisferio norte estamos ya más cerca del equinoccio de otoño, y más cuando vayan avanzando las fechas hacia el final de este episodio, en agosto, mientras que en el hemisferio sur es al revés. Esto influye en gran medida en la observación actual de Mercurio:

Se ha tomado latitud 35ºS en vez de 40ºS (que sería quizás lo adecuado para comparar) porque ahí la población es mucho mayor y la situación no es muy diferente.

Además hay otro factor que es la inclinación de las órbitas de cada planeta. Tomando como referencia la eclíptica, la órbita de cada planeta tiene una determinada inclinación respecto a la misma. (Mercurio con 7º o Venus 3.4º son mucho mayores que el resto) pero el planeta correspondiente puede estar en el tramo norte o en el sur, y este ángulo es diferente desde el punto de vista de la Tierra.

Este año a principio de agosto, Mercurio se encuentra en el tramo sur por lo que se añaden 3º(no son los 7º de la inclinación orbital porque la Tierra no está en el vértice del ángulo) y Venus por el norte a 1.5º, y todo esto hace que Mercurio aparezca mucho más alto desde el hemisferio sur al principio de la noche.

A finales de junio, sin embargo, la diferencia no es tan elevada por estar en ambos casos cerca del solsticio, y además Mercurio está 2º al norte de la eclíptica.

Todo ello hace que en estos días la situación no sea muy diferente en uno u otro hemisferio pero vaya aumentando en gran medida con el paso de los días.

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Actualización 4 de julio

Visualización de los planetas

Debido a la presencia de nubes en todo el cielo o en la zona del horizonte oeste estos pasados días, hasta ayer no pude ver lo que he anunciado, y añado ahora unas imágenes:

Ayer, 13 días después del solsticio, el Sol se puso a un grado escaso más hacia el oeste desde una latitud de 43º. Pero, curiosamente, lo hizo unos segundos más tarde por el tema de la ecuación del tiempo.

La imagen parece no concordar con la que aparece en el post anterior, pero esto es debido a que las fotos no están hechas exactamente desde el mismo lugar.


26 minutos después se distinguía Venus:



Una hora y 10 minutos después de la puesta de Sol pudo apreciarse Mercurio


Aunque en estas imágenes y también en la realidad, Mercurio se distinguía ayer mucho mejor que Venus, éste tiene una magnitud real más brillante, pero se ocultó cuando el cielo estaba aún con el brillo del crepúsculo y el contraste era menor.

lunes, 2 de mayo de 2022

Mercurio junto a la Luna

Comienza el mes de mayo y el día 2 hay un nuevo espectáculo celeste: La conjunción de la Luna en fase muy fina junto al planeta Mercurio. Una imagen muy fotogénica y que no habrá que madrugar para verla.

Sobre una foto real de la Luna tomada en la meseta castellana con fase muy similar a la que se verá hoy, he colocado la imagen de Mercurio (exagerando un poco su brillo) en la misma posición y distancia relativa a la que se verá desde latitudes medias del hemisferio norte

A diferencia de los fenómenos ocurridos uno y dos días antes, en este caso desde el Norte la situación será mejor que desde el Sur.

Desde una latitud de 40º Norte, 45 minutos después de la puesta de sol

Desde el Ecuador y desde la latitud de Montevideo o Buenos Aires, 45 minutos después de la puesta de Sol

El encuentro de los dos astros se produce en un marco excepcional, entre los cúmulos de las Pléyades y las Híades, aunque debido a la luminosidad del cielo será difícil apreciarlos. Puede intentarse con unos prismáticos, aunque... Es una pena, pero es inevitable porque desde el hemisferio norte nuca veremos a Mercurio en un cielo negro que nos permita apreciar estrellas débiles, y en esta ocasión tampoco desde el Sur.
Incluyo una imagen de las posiciones porque alguien con un cielo excepcional o con buenos medios técnicos podría captarlo, y de hecho ya ha ocurrido estos días pasados en que algún experto ha conseguido fotografiar a Mercurio junto a las Pléyades. 

Situación de Mercurio y la Luna entre las Pléyades y las Híades, aunque será difícil ver ambos cúmulos.

Siempre que esos dos astros se vean juntos la Luna tendrá una fase similar, y como Mercurio solo es visible unos pocos días cada año, la posibilidad de ver uno de estos encuentros no es muy frecuente.

Como Mercurio solo se aleja del Sol hasta unos 25º (en ocasiones excepcionales puede llegar a 27ª), cuando la Luna esté junto a él mostrará una fase muy fina, como mucho de 2 días (la Luna recorre unos 13º cada día y por ello en 2 días después de la fase nueva ya se habrá alejado unos 26º del Sol), y por ello la imagen que forman será siempre atractiva, circunstancia aumentada por el hecho de que prácticamente solo se dejarán ver con sobre los tonos crepusculares del cielo y aunque sea más difícil encontrarlos, la plasticidad por la ligera luminosidad del fondo será mayor.

Visto desde nuestro planeta la Luna pasa todos los meses junto a Mercurio, pero normalmente demasiado cerca del Sol angularmente como para poder observarlo. En esta ocasión lo hace solo 3 días después de la máxima elongación del planeta, cuando esa separación angular con el Sol será de 20º, y por ello podremos verlo ya que si fuese menor el brillo del Sol lo impediría. Otro factor a añadir es que lo hace en primavera en el hemisferio norte por lo que aquí será más favorable de lo habitual al estar la eclíptica más vertical.

Como curiosidad, puede decirse que los dos protagonistas de hoy son actualmente (y también habitualmente, como escribí en su día) los dos astros más cercanos a la Tierra. Por ejemplo, Venus o Marte están ahora más lejos. Esto puede apreciarse en el siguiente gráfico correspondiente a las posiciones de los astros a día de hoy, y también el hecho de que aunque veamos a dos de ellos muy próximos en nuestro cielo (Mercurio y la Luna o Venus y Júpiter) es solo la visual desde la Tierra, y la distancia real entre ellos puede ser enorme:

Posiciones el 2-5-2022. Los tamaños de las órbitas planetarias son proporcionales a la realidad, pero la de la Luna se ha exagerado para visualizar su posición. Curiosamenete desde Marte se vería en breve una conjunción de Venus con Mercurio.

Las previsiones atmosféricas para la mayor parte de la península Ibérica parece que no son propicias y si las nubes te impidieran observar, la próxima ocasión en que se verán próximos estos dos astros será el 29 de agosto, pero al contrario que ahora desde el hemisferio sur será mucho más fácil que desde el norte. 

Pero habrá otra casi igual para ambos, en la que aparecerá también el brillante planeta Venus, y será el día de nochebuena. Esa sí, prohibido perdérsela, aunque si la finísima luna de nochebuena no se deja ver, el día siguiente nos espera la de Navidad, mucho más fácil. 

Sobre una foto de Mercurio desde Bilbao de la semana pasada, se ha incluido la posición de Venus y de la Luna para los días de Navidad de este año.

Actualización el 3-5

Finalmente las nubes me impidieron ver el fenómeno, pero hay unas imágenes espectaculares en: https://spaceweathergallery.com/


 

miércoles, 5 de mayo de 2021

Mercurio vuelve a citarse con Venus al atardecer

Parece que fue ayer cuando Venus se despidió de los cielos vespertinos, pero ya ha pasado casi un año y le toca volver. Si en aquella ocasión Mercurio estuvo allí para despedirlo y tomarle un breve relevo como relaté en "Mercurio releva a Venus" en esta ocasión también ha estado para saludarle en su vuelta.

Y cuando ya a final de mes le deje todo el escenario al segundo planeta, la nueva despedida será muy efusiva en una conjunción cerrada.

Después de muchos días nublados en Bilbao, el domingo día 2 despejó totalmente al atardecer y pude apreciar a ambos planetas a simple vista cuando estaban a punto de ocultarse en el horizonte. En el momento de obtener esta imagen solo Venus (a poco menos de 5º de altura) se veía sin ayuda óptica, pero luego también se distinguió muy bien a Mercurio. 
Como aparecen muy débiles en la imagen, los he ampliado para poder apreciarlos 

Al día siguiente ocurrió algo similar, el cielo estuvo también muy limpio, y obtuve estas dos imágenes, separadas por 30  minutos, sobre el mismo horizonte.

A pesar de estar todavía el cielo muy luminoso, el gran brillo del segundo planeta lo hacía perfectamente visible incluso cerca del horizonte.

Mercurio, siempre mucho más débil, también pudo verse sin dificultad, por la  misma zona, cuando media hora más tarde estaba a punto de ponerse y el cielo estaba más oscuro.

La atmósfera estaba tan limpia que pudo verse al esquivo primer planeta jugando al escondite entre los árboles del horizonte instantes antes de ponerse, como se aprecia en esta animación:



Aunque la máxima elongación de Mercurio se producirá el día 16, y es cuando teóricamente (según lo que siempre se dice) está en mejor disposición para observarlo porque su separación angular con el Sol es máxima, se ha dejado ver ¡dos semanas antes! porque ahora tiene mucho más brillo, teóricamente el día 2 con magnitud -1 frente a 0.3 el 16, aunque debido a la baja altura y la reducción por la atmósfera se quedan respectivamente en 1 y 2 (cuanto menor es el número de la magnitud, el brillo es mayor).

Aunque el brillo del primer planeta va disminuyendo de día en día, su posición mejora, cada vez puede verse durante más tiempo tras la puesta de Sol y eso hace que estos próximos días sean muy adecuados para verle, cerca de su colega Venus.

Todo esto desde mi ciudad, a poco más de 43º de latitud norte. Desde el hemisferio sur, aunque habitualmente las presentaciones de Mercurio son mucho más favorables, en este caso al ser allí otoño será más difícil (Ver "El planeta sureño se asoma por el norte"), pero puede intentarse la observación ayudándose de unos prismáticos para la localización de los planetas.

Pero lo mejor está por llegar:

- El 13 de mayo tendremos una preciosa estampa con la Luna creciente muy fina de solo 2 días junto a Mercurio.

A partir de la Luna podría localizarse Mercurio con prismáticos y luego intentar verlo a simple vista cuando vaya oscureciendo.

Montaje de la situación del día 13, para latitudes medias del hemisferio norte, media hora después de la puesta de sol. 
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Edito el post el día 14 para incluir una magnífica imagen obtenida ayer por Sebastián Cardenete desde Málaga. En Bilbao las nubes impidieron verlo, pero esta foto muestra toda la belleza de la situación:


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- El día 28 de mayo se producirá el encuentro cercano entre los dos planetas, como he anunciado al principio: Estarán separados por solo medio grado, el tamaño angular de la Luna, y podrán verse simultáneamente en el telescopio con un ocular de pocos aumentos.

En realidad ya han tenido otro encuentro furtivo hace poco, el 24 de abril, pero lo han hecho con mucho recato: no se acercaron tanto (a casi el triple de distancia que el 28 de mayo) y estuvieron protegidos de miradas indiscretas por la luminosidad del cielo crepuscular poniéndose solo media hora después de la puesta de Sol. Luego se han ido separando, apareciendo ambos cada vez más altos  sobre el horizonte tras la puesta de Sol pero Mercurio ascendiendo mucho más rápido de día en día hasta el 16. Luego,  en el retroceso tras su mejor actuación vespertina de este año volverá a saludar a Venus y le abandonará.

El día de la conjunción el brillo de Mercurio será ya muy débil y quizás tras localizar sin problemas a Venus haya que mirar justo a su lado con unos prismáticos para verlo.

Posiciones de Mercurio y Venus sobre el horizonte en una latitud de 43º N, 30 minutos después de la puesta de sol. Desde otras latitudes de la península Ibérica estarán ligeramente más altos.
He elegido ese momento, para poder incluir las posiciones del encuentro del 24 de abril, pero en realidad habrá que esperar casi otra media hora más para que oscurezca el cielo y puedan verse los dos planetas, unos 5º más bajos que en este gráfico.

Si vives en el hemisferio sur las condiciones para ver a Mercurio ahora son peores, pero en septiembre serán inmejorables. Desde el hemisferio norte es posible que no lo hayas visto nunca y en este mes de mayo con la referencia de Venus, mucho más brillante, tienes una magnífica oportunidad para hacerlo los atardeceres en que el horizonte Oeste-Noroeste esté despejado. 


miércoles, 27 de mayo de 2020

Cuando el primer planeta se convierte en la estrella del crepúsculo

Siguiendo con el tema del post anterior, ya se ha realizado el relevo entre los dos planetas interiores (Venus y Mercurio) en lo que respecta a su aparición vespertina. Venus ya se retira, y apenas le quedan unos pocos días en que pueda observarse, con dificultad, junto al horizonte tras la puestas de sol en un cielo crepuscular, aún brillante, y Mercurio se va a mantener durante más tiempo visible pero, como siempre que actúa en el hemisferio norte, muy discreto y sin llamar la atención.

Si Venus había sido durante más de 6 meses la auténtica estrella en sus actuaciones al principio de la noche, ahora ese papel le corresponde a Mercurio.

Las siguientes imágenes puede ilustrar la situación de la marcha de Venus y la permanencia de Mercurio, aunque sea solo de manera simbólica, porque aunque Venus está a punto de desaparecer tras los árboles del horizonte, los días posteriores ha vuelto a verse.

El 23 de mayo Venus se marcha por el horizonte, como despidiéndose, mientras que Mercurio (arriba y a la izquierda de las imágenes), más débil pero mejor situado, se mantiene ahí.
Instantes después de la imagen anterior, aún pude ver a Venus entre los árboles del horizonte, antes de ocultarse.

La posición relativa de los dos planetas en estos pasados días ha cambiado muy rápidamente, debido a su proximidad en el cielo vistos desde la perspectiva de la Tierra. Hasta el jueves 21 Venus tenía una mayor elongación (estaba más separado angularmente del Sol) pero ya el 22 fue superado por Mercurio que de esta manera aparece más alto y se pone más tarde dando tiempo a que el cielo oscurezca un poco más y pueda ser visible, aunque de manera muy débil. 

Aún así, estos atardeceres después del relevo la mejor manera para encontrar a Mercurio era intentar ver Venus antes de su puesta y a partir de él mirar un poco hacia arriba y a la izquierda, mejor con unos prismáticos para localizarlo exactamente sobre una referencia en vertical en el horizonte, y después a simple vista casi intuir ese puntito mucho más débil que Venus de magnitud en torno a -0.5 frente a -4 (los números que indican la magnitud son menores cuanto más brillo, en este caso en que ambos son negativos, -4 indica mucho más brillo que -0.5)

Así aparecían los dos planetas el día 23, todavía con el cielo muy luminoso en una toma más amplia que las anteriores.

Sin embargo ya no es posible porque Venus se ha despedido. Hasta el día 4 de junio no es su conjunción, el cambio a su periodo matutino al pasar "al otro lado" del Sol, pero ya está muy cerca angularmente de él, demasiado como para poder distinguirse en el brillante crepúsculo antes de ocultarse. Ayer día 26 pude verlo con relativa facilidad pero hoy no, a pesar de tener un cielo muy limpio y haber buscado un horizonte más bajo.

Por ello la única ayuda para encontrar a Mercurio será rastrear la zona próxima al horizonte Oeste-Suroeste con unos prismáticos sin más referencia. Como no es fácil, cuando se consigue ver ese puntito brillante sobre el fondo azul claro del cielo como en la imagen, la sensación es muy agradable.

Aquí aparece Mercurio en solitario, en el centro de la imagen.

Recojo a continuación varias imágenes de los dos planetas que he tomado desde mi balcón en días sucesivos cuando intercambiaron posiciones, y que a pesar de la mala climatología que habitualmente solíamos tener en Bilbao, y las dos semanas anteriores haber tenido continuamente el cielo cubierto, en estos días clave solo uno de ellos estuvo nublado.

Están tomadas con una diferencia de 23 horas y 56 minutos, exactamente la duración de una rotación terrestre. Por ello, aunque por la luz del crepúsculo no son visibles las estrellas, las posiciones de los planetas respecto al horizonte sirven de referencia para apreciar ese movimiento sobre la esfera celeste, sobre el fondo de las constelaciones, que estaría situada en la misma posición en cada una de esas tomas.

He señalado las posiciones de Venus (flechas blancas) y Mercurio (en amarillo) porque, aunque en las imágenes originales se ven perfectamente, en este montaje puede ser difícil localizar encontrar los planetas. Por una parte debido a que al hacer la composición y luego al subirlas al blog pierden mucha calidad y detalle, y además las primeras hubo que hacerlas en condiciones críticas y desfavorables para mantener la misma hora sidérea (4 minutos de diferencia de un día a otro) y que la referencia del horizonte se correcta: Las primera con Mercurio ya muy bajo y las últimas con el cielo aún muy claro.

Efectivamente, en cada imagen el cielo aparece vez más brillante que en la anterior, porque la hora de la toma se va adelantando y además el Sol se pone cada vez más tarde.

Aunque resulte redundante, vuelvo a poner las 4 imágenes una a una, completas y sin anotaciones, para ver si a pesar de la pérdida de calidad al subirlas, es posible que puedas localizar a Mercurio con las referencias anteriores.


19-5     21:17

20-5     21:13

21-5   21:09


23-5    21:01


Ahora que Mercurio se queda solo en el crepúsculo vespertino, es el momento de fijarnos en él y admirar su imagen sutil. Aunque no estará totalmente solo en nuestro cielo, porque la Luna creciente le hará compañía aunque cada día más lejos de él.

El día 25, la Luna fina y Mercurio, en zonas opuestas de la imagen, daban un bonito espectáculo una vez que se había retirado Venus.


El primer planeta, el más difícil

No es la primera vez que hablo de la observación de Mercurio en este blog, pero para entender mi insistencia conviene tener en cuenta varias circunstancias:

De los cinco planetas visibles en nuestro cielo sin instrumentos ópticos Mercurio es, con diferencia, el más difícil, con muchísima diferencia sobre todo desde el hemisferio norte.
Urano y Neptuno por su lejanía muestran un brillo insuficiente, aunque el primero de ellos puede estar en el límite de la visión humana en cielos extremadamente limpios, y de los otros cincos (el tercero, claro, no cuenta) Mercurio es el más esquivo por ser el que tiene su órbita más cercana al Sol.

Desde nuestra perspectiva el primer planeta siempre estará en nuestro cielo cerca del Sol, y por ello en pleno día lo tendremos por encima del horizonte, evidentemente invisible sin telescopio. Hay que esperar a la máxima separación angular respecto al Sol visto desde aquí (la máxima elongación) para que el astro rey se oculte, y dé tiempo a que oscurezca un poco el cielo antes de que Mercurio se vaya tras él. O si está situado al otro lado del Sol (a su Oeste) para que salga antes que él con tiempo suficiente para que la claridad del alba no nos impida distinguirlo.

Mercurio, solo puede verse en los crépusculos (al menos desde el hemisferio norte). Desde Bilbao el 27-5-2020

Por temas relativos a la diferente inclinación de la eclíptica respecto al horizonte en los crepúsculos según la estación, las mejores opciones para ver al esquivo planeta, que según parece incluso Copérnico se lamentaba de no haberlo visto nunca, se dan cerca del equinoccio de primavera si es por la tarde o del de otoño si es visible antes de amanecer.  
Además por una tremenda y perfectamente coordinada casualidad que se une a la posición en esos casos de la excéntrica órbita del planeta, las oportunidades para verlo desde el hemisferio Sur son muchísimo mayores. Todo esto lo expliqué en "El esquivo planeta sureño se asoma por el norte"

El pasado mes de febrero hubo otra oportunidad, similar a la presente de ver a Mercurio al atardecer y aunque también estaba Venus en el crepúsculo vespertino, a diferencia de ahora los dos planetas permanecieron muy distantes entre sí.

El 7 de febrero de 2020 desde Bilbao. En esta imagen de amplio campo, Venus aparece en la parte superior mientras Mercurio está ya muy cerca del horizonte, en aquellas fechas en el Oeste-Suroeste, debido al diferente lugar de puesta del Sol en invierno.


Repito aquí, copiando parte de lo que publiqué entonces, y adaptándolo para que no tengas que linkar.

En los siguientes gráficos se recogen las situaciones en el momento clave de las puestas y salidas de Mercurio desde las latitudes 40º Norte (Madrid) y 35º Sur (Buenos Aires o Montevideo) en 2020. Para otras latitudes no demasiado lejanas a éstas la situación es muy similar: El primero es válido aproximadamente para  gran parte de Europa, Asia, EEUU,... y el segundo en la zona meridional de Sudamérica y de Africa, Australia,..

La zona central negra corresponde a la noche, la azul clara el día, y las franjas de azul oscuro al crepúsculo. Las líneas sinusoidales de color naranja y amarillo representan el momento de puesta y salida de Mercurio, y cuanto más se introduzcan en la zona oscura, más posibilidades habrá de poderlo observar.


En el gráfico se puede apreciar que este año en varias ocasiones podrá verse desde el hemisferio sur a Mercurio en plena noche, mientras que en el hemisferio septentrional apenas en la máxima elongación de noviembre de madrugada el primer planeta saldrá por el horizonte con el cielo totalmente negro, ligeramente antes del comienzo del crepúsculo.

Ninguna de las dos situaciones (ni la de febrero ni la de mayo-junio) es demasiado buena, con el cielo todavía brillante, porque en general las mejores ocurren cuando la máxima elongación oriental es en primavera, y estas dos pillan justo antes y después.
Por ello aunque este año las máximas elongaciones orientales ocurren el 10-2 y el 4-6, las condiciones se mantienen en los días contiguos, hacia la primavera. Por ejemplo, se verá prácticamente a la misma altura en un cielo igual de oscuro el 12-2 y el 2-6. 

Además hay otro dato, aún más determinante, que desplaza unos días el mejor momento: En las apariciones vespertinas, debido a la disminución de la fase, el brillo de Mercurio va disminuyendo de un día a otro. En el caso presente de mayo-junio de 2020 las dos circunstancias se unen para que sea más fácil visualizar a Mercurio varios días antes de su máxima elongación, aunque paradójicamente sea esa fecha la que suele aparecer en casi todos los sitios como referencia para su observación. 

Yo pude verlo claramente por primera vez el día 19 de mayo, cuando su magnitud era -0.8. La situación análoga con la misma altura sobre el horizonte y la misma oscuridad del cielo se producirá el 11 de junio, pero tendrá una magnitud de solo 1.22. El día 4, en su máxima elongación su magnitud será de 0.45, y a partir de entonces será muy difícil de localizar.

Como se ha dicho, en noviembre la cosa pinta algo mejor (no mucho) pero habrá que madrugar, o nos puede pillar yendo al trabajo (esperemos que el coronavirus no lo siga dificultando) ya que la máxima elongación ocurre en otoño, que es la mejor estación para verlo de madrugada en el hemisferio norte. El día 10-11-2020 Mercurio saldrá por el horizonte Este con el cielo ligeramente más oscuro que cuando ahora se pone.
En ese caso también estará acompañado de Venus, pero no se cruzarán como ahora y estarán mucho más alejados uno del otro.

Por ello para quienes vivimos en el hemisferio norte esta es nuestra última oportunidad este año sin madrugar para que, si no lo hemos visto aún, no nos pase como a Copérnico.

Para los habitantes del hemisferio Sur esta aparición es muy mala. Es mejor que no se molesten en intentarlo porque solo tendrán que esperar a su primavera para darnos una tremenda envidia, y en gran parte de los meses de septiembre y octubre lo verán sin ningún problema al principio de la noche pero ya con el cielo totalmente negro y suficientemente alto respecto al horizonte. 


San Pedro de Atacama, el 7-3-2013. Mercurio, acompañado de la Luna, aparece alto  y en un cielo negro, totalmente imposible en el hemisferio norte

Si vives en el hemisferio norte y has pensado hacer algún viaje al sur, elige unas fechas en que Mercurio muestre allí su mejor imagen. No hagas como yo, que fui al azar, porque seguro que tú no tendrás la suerte de que te coincida con la mejor presentación del primer planeta de toda la década, como me ocurrió a mí.

A pesar de que las condiciones para la observación del resto de planetas son iguales desde los dos hemisferios (aunque las mejores puedan corresponder a fechas diferentes), precisamente para ver al más difícil, no. Ya lo he dicho varias veces: Si quieres ver bien a Mercurio tienes que ir al Sur.